viernes, 4 de julio de 2014

Las políticas de EE.UU, una amenaza para la humanidad


El politólogo Noam Chomsky considera que el próximo siglo podría ser el último de la civilización humana si persisten las políticas actuales de EEUU, que cada vez se rigen más por las preocupaciones de pocos, a costo terrible para todos.

Según el experto, las políticas de EEUU suponen una amenaza para la humanidad, debido a que la seguridad de la población “es una preocupación marginal de los planificadores de las políticas”, mientras que las preocupaciones principales, la protección del poder del Estado y del poder privado concentrado, “determinan en gran medida la política estatal”, informa el portal Tom Dispatch. 

Esta política, continúa el politólogo, que se ve claramente en cómo aborda EEUU los problemas del calentamiento global y las armas nucleares, ilustra el cálculo moral del capitalismo estatal anglo-americano contemporáneo: “el destino de nuestros nietos no cuenta nada en comparación con el imperativo de mayores beneficios de mañana”.

Estas conclusiones, según Chomsky, están fortificadas por el sistema de propaganda que existe en EEUU. Hablando del caso del calentamiento global, hay una campaña enorme de relaciones públicas en EEUU, organizada por la compañía Big Energy y el mundo de los negocios, que trata de convencer al público de que el calentamiento global, una seria amenaza para la humanidad, ya no es real o que no es resultado de la actividad humana.

El caso de las armas nucleares no es menos aterrador: “revela muy claramente que, desde los primeros días, la seguridad de la población era un ‘no tema’, y lo sigue siendo”. Chomsky cita al general Lee Butler, quien cree que hemos sobrevivido hasta ahora una era nuclear por “alguna combinación de habilidad, suerte e intervención divina”. Sin embargo, Chomsky subraya que “tampoco podemos contar con la continua intervención divina como los políticos juegan a la ruleta con el destino de las especies en la búsqueda de factores motrices en la formación de políticas”.

Chomsky pone de relieve que hoy en día hay muchos problemas que deben ser abordados, pero dos son los más importantes: la destrucción del medio ambiente y la guerra nuclear. “Es imperativo para barrer las ‘nubes ideológicas’ y enfrentar con honestidad y de manera realista la cuestión de cómo se toman las decisiones políticas”, insta. 

Profundizando en la historia de EEUU, el especialista apunta a que estas políticas no solo se llevan a cabo en los tiempos actuales, sino que son propias del Estado remontándose a hechos como la guerra de Vietnam, la Independencia de Cuba y la Guerra Fría.

LibreRed / RT
03.07.14


jueves, 3 de julio de 2014

Triple significado estratégico de las relaciones sino-coreanas



Por Wang Yiwei

La República de Corea, conocida como Corea del Sur, es una potencia mediana situada en la península desunida de Corea y rodeada de grandes potencias. Los surcoreanos comparten un sentimiento: si la península de Corea se reúne, será la séptima entidad económica del mundo en el año 2040 – 2050, con 80 millones de habitantes. Es la expectativa general de los coreanos.

 Por supuesto, cada país tiene sus propios sentimientos y expectativas, y al mismo tiempo la clave de una diplomacia exitosa consiste en la respuesta eficaz a estos. En la diplomacia china, ocupan un lugar de importancia tanto las potencias como los países BRICS y los países en vías de desarrollo, incluidas las potencias medianas. Para China, la República de Corea constituye un compañero para aplicar la diplomacia con potencias medianas. Las relaciones diplomáticas sino-coreanas disponen de triple significado estratégico, los cuales hay que intensificar:

Primero, el significado del orden internacional. La fuerza principal que decide el futuro eje del orden internacional — el G20, se puede dividir en tres categorías: el Grupo de los Siete (G7), los países BRICS (BRICS) y las potencias medianas. La clave para el éxito del G20 consiste en establecer vínculos orgánicos entre los tres grupos de países para un desarrollo conjunto. China es una típica potencia emergente mientras que la República de Corea es una potencia mediana. Si Corea del Sur participa en el establecimiento de una red de potencias medianas con el fin de formar un mecanismo de diálogo entre países del G20, aliviará la presión estratégica del G7 y empujará el orden internacional hacia una dirección más favorable para los países emergentes y potencias medianas.

En segundo lugar, el significado del orden regional. El hecho de que China haya propuesto la iniciativa de Cinturón Económico de la Ruta de la Seda y Corea del Sur también haya presentado la idea de ser la entrada del continente euroasiático ha ofrecido muchas posibilidades para la cooperación estratégica entre China y Corea del Sur en la regionalización económica de Asia - Europa para el futuro. Cabe mencionar que el plan de ALC (Acuerdo de Libre Comercio) entre China y República de Corea, que será firmado a finales de este año, tal vez sea el acuerdo de libre comercio de nivel más alto y mayor envergadura de China. La firma profundizará la cooperación estratégica entre los dos países sobre el mecanismo de cooperación de Asia oriental. En la construcción del orden regional del Asia oriental, conocer bien el papel y la influencia de Estados Unidos será una tarea difícil y clave. Siendo parte de la alianza asiática de Estados Unidos, Corea del Sur juega un papel activo en favor de la paz en la región.

En tercer lugar, el significado del orden de la península. La República de Corea desempeña un papel clave en el mantenimiento de la paz, la estabilidad y la desnuclearización de la península de Corea. Hicimos demasiado hincapié en las relaciones de Corea del Norte con Estados Unidos o las relaciones sino-estadounidenses, haciendo caso omiso al papel de la República de Corea. Ahora ha llegado el momento de renovar la visión. En particular, vale la pena observar a Corea del Sur cuando el sistema de alianza de Estados Unidos presente nuevas tendencias. Gracias a la visita del presidente de China, Xi Jinping, a la República de Corea, los dos países reforzarán la cooperación en asuntos internacionales y regionales, e intercambiarán opiniones sobre el mantenimiento de la paz y la estabilidad de la península de Corea. El nuevo orden de la península de paz duradera y prosperidad común necesita una construcción conjunta.

Al final, China y la República de Corea podrían establecer una relación especial de potencias emergentes - potencias medianas, colaborando con el G20 en el mecanismo de cooperación de Asia oriental y el desarrollo de la paz en la península. La importancia de la relación entre China y la República de Corea ha superado el nivel bilateral y regional, llegando al de estrategia global. Durante la visita de Estado de presidente Xi Jinping a Corea del Sur en el día 3 y 4, los dirigentes de ambos países promoverán la asociación estratégica entre China y la República de Corea a un nuevo nivel.

(El autor es profesor y presidente del Instituto de Asuntos Internacionales de la Universidad Renmin de China)
  
Pekín, 03/07/2014(El Pueblo en Línea)-

jueves, 26 de junio de 2014

¿Mensajes entre Washington, Montevideo y La Habana?



¿A QUIÉN ESPERAMOS LOS CUBANOS?

Por Iroel Sánchez


Un amigo mío está muy entusiasmado con la más reciente noticia procedente de Estados Unidos sobre Cuba. “En cualquier momento las televisiones de Cuba y EEUU interrumpen su programación y anuncian que el Air Force One aterrizó en La Habana con el Vicepresidente Joe Biden a bordo para iniciar conversaciones con el gobierno cubano”, me dice provocándome una gran carcajada.

Obviamente, mi amigo no se refería a la inclusión de Cuba en otra de las listas que utiliza el Departamento de Estado para justificar su política de asedio contra la Isla. La última de estas evaluaciones está dedicada a la trata de personas que, como también ocurrió con la de estados patrocinadores del terrorismo, da más argumentos para felicitar a Cuba que para condenarla, pero Washington se esfuerza en hacer el ridículo en un tema en el que el país del Norte es líder negativo del planeta.

No caben dudas de que si EEUU hiciera una lista acusando a otros gobiernos de tratar con extraterrestres, también allí estaría Cuba aunque esta no tenga bases aeroespaciales ni satélites propios.

Pero volvamos a mi amigo. Él basaba su entusiasmo en las muy difundidas declaraciones del portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Patrick Ventrell, quien confirmó y trató de dar otro contenido a lo que poco antes había dicho el semanario uruguayo Búsqueda, según el cual, en la cumbre del Grupo de los 77 más China, efectuada en Bolivia la pasada semana, el presidente de Uruguay, José Mujica, habría entregado “un mensaje conciliador” de Barack Obama al presidente cubano Raúl Castro.

Ventrell declaró que Obama pidió a Mujica “que use su considerable credibilidad como líder regional para impulsar reformas políticas y económicas en Cuba, notando que esas medidas serían muy bien recibidas por EEUU y otros integrantes de la comunidad internacional”. El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional agregó que el “contratista” de la Agencia de Estados Unidos para la Ayuda al Desarrollo (USAID), preso en la Isla por delitos contra la seguridad del Estado cubano, Alan Gross, “representa un obstáculo significativo para una más constructiva relación bilateral, y obtener su liberación permanece [como] una prioridad”.

A juzgar por las declaraciones de Ventrell, el gobierno de Estados Unidos ve en Mujica un procónsul para presionar a Cuba sin modificar un ápice su política injerencista. Es todo lo contrario de lo que afirmó el presidente uruguayo al terminar su reunión con Obama el pasado 12 de mayo: “yo defiendo todos los intereses de la barra a la cual pertenezco”. Como parte de esa barra, Mujica jamás ha mencionado el nombre de Gross, pero sí reveló entonces que en su encuentro con Obama trató la situación de los tres cubanos que permanecen en cárceles estadounidenses por monitorear las actividades terroristas que grupos extremistas radicados en Miami organizan contra Cuba, y declaró: “[Obama] no me pide [nada], porque él tiene la inteligencia de no pedir lo que no le van a dar”.

“Habrá que trabajar mucho. Creo que este gobierno es el más maduro para mejorar las relaciones con Cuba. Pero hasta aquí llega lo que le puedo decir”, fue otra de las afirmaciones que hizo Mujica al salir de la Casa Blanca.

La publicación uruguaya dijo -citando fuentes oficiales de ese país- que el presidente Mujica habría transmitido en la Cumbre del Grupo de los 77 la disposición estadounidense a “un acuerdo” con Cuba para, entre otros asuntos, levantar el bloqueo que Washington impone a la Isla desde hace más de medio siglo. Asombrosamente, el semanario de Montevideo dio como revelación -y la prensa internacional lo replicó- algo que está en todos los pronunciamientos de los principales dirigentes cubanos sobre el tema desde 1959: el gobierno de Cuba es “favorable” a la distensión entre La Habana y Washington, con la “condición” de que no haya “imposiciones” del gobierno estadounidense.

En cuanto a lo dicho por Ventrell, no es creíble que el gobierno uruguayo haya considerado “conciliador” un mensaje injerencista y una misión servil a Washington como la que quieren atribuirle las declaraciones del portavoz del consejo de Seguridad Nacional. .

Si se hace un recuento de lo sucedido entre Cuba y Estados Unidos en lo que va de año se aprecia cómo las circunstancias han ido madurando al gobierno de Barack Obama para un cambio en su política hacia la Isla, al extremo que de tan maduro se cae ahora de la mata con las declaraciones de Ventrell, reiterando lo que Obama lleva repitiendo desde que llegó a la presidencia. Repasemos cómo ha sido percibida, en el primer semestre de 2014, la política hacia Cuba en EEUU, además de por “otros integrantes de la comunidad internacional”:

·        La Cumbre de la Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe (CELAC), celebrada en La Habana, condenó de manera unánime el bloqueo,
·        La Unión Europea propone a Cuba iniciar conversaciones con vistas a un Acuerdo de Diálogo Político y de Cooperación, dejando atrás la llamada Posición Común, impuesta por Washington en tiempos de José María Aznar.
·        Una encuesta de Atlantic Council, una prominente institución de investigación de Washington, arrojó que 56% de los estadounidenses favorecen el cambio de la política hacia Cuba, mayoría que sube a 63 por ciento entre los adultos de la Florida y a 62 por ciento nacionalmente entre los latinos. Aunque el apoyo es más fuerte entre demócratas e independientes, la encuesta arrojó que 52 por ciento de los republicanos también favorecen la normalización de las relaciones.
·        La agencia de noticias Associated Press (AP), la más importante de Estados Unidos, provocó un escándalo al publicar una investigación sobre un programa conocido como ZunZuneo financiado por la USAID. ZunZuneo -también conocido como “Twitter cubano”- creó una red de usuarios en Cuba a través de telefonía móvil con el objetivo de provocar una situación como las llamadas “primaveras árabes” en la Isla.
·        Tras las revelaciones sobre ZunZuneo, salieron a la luz otros programas similares contra Cuba como Piramideo y Commotion -revelado por The New York Times- que la USAID ensayó en Túnez, y la revista Newsweek divulgó el intento de utilizar a la comunidad masónica cubana en la estrategia estadounidense de “cambio de régimen”.
·        Al saber de las operaciones de la USAID y su continuación con posterioridad a su detención, Alan Gross se declaró en huelga de hambre varios días y tanto él como su esposa urgieron al Presidente Obama a iniciar negociaciones con el gobierno cubano para su liberación, algo que retomaron cuatro congresistas estadounidenses de visita en Cuba a inicios de mayo. El gobierno cubano ha declarado reiteradamente su disposición a un acuerdo humanitario que permita la liberación de Gross y dé solución al caso de los tres prisioneros cubanos en EEUU
·        La captura el 26 de abril por autoridades cubanas de cuatro enviados desde Miami para ejecutar acciones terroristas en Cuba demostró que las actividades que realizaban los tres cubanos aún prisioneros en Estados Unidos están plenamente justificadas.
·        El candidato a gobernador de la Florida, Charlie Christ, anunció que se opone al bloqueo y que viajará a La Habana.
·       Visitó La Habana el presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, Thomas Donahue, y declaró que es hora de cambiar la política de su país hacia Cuba.
·        Cuarenta personalidades de la política y la economía de Estados Unidos enviaron una carta a Barack Obama donde piden un cambio en la política hacia Cuba para lograr los mismos objetivos por otra vía.
·        El acuerdo del gobierno de Estados Unidos con el Talibán para liberar un soldado estadounidense a cambio de cinco sospechosos de terrorismo encarcelados en el campo de torturas que gestiona Washington en la base naval de Guantánamo volvió a desatar el reclamo de un canje de los tres antiterroristas cubanos por el “contratista” de la USAID condenado en Cuba.
·        La exSecretaria de Estado Hillary Clinton reveló en sus memorias que recomendó a Obama eliminar el bloqueo.
·        Una nueva encuesta de la Universidad Internacional de la Florida volvió a señalar que la mayoría de los cubanos en Miami desea la normalización de las relaciones con Cuba.
·        La Asamblea General de la OEA, efectuada en Asunción, Paraguay, escenifica una verdadera rebelión contra EEUU. La mayoría de los países se declararon a favor de la presencia de Cuba en la próxima Cumbre de las Américas y una buena parte asegura que no asistirá si la nación caribeña vuelve a ser excluida.

Después de conocer todo esto y sabiendo que José Mujica no es un procónsul de EEUU sino un amigo de la Revolución cubana, no hay que ser muy agudo para percatarse de que el señor Ventrell ha salido a controlar daños y calmar a la gradería ante la repercusión de lo publicado en Uruguay.

Es obvio que hubo algo que no se ha hecho público de la reunión del 12 de mayo porque el presidente uruguayo dijo entonces: “hasta aquí llega lo que le puedo decir”. Sin embargo, no hay que tener mucho sentido crítico ni ser un experto en política para saber que si Obama envió un mensaje al presidente cubano, Mujica no va a tardar un mes y medio en transmitirlo, existiendo líneas aéreas, mensajes cifrados y embajadas en Montevideo y La Habana. A pesar de ello, cualquier cosa parece estar más cerca de la lógica que lo afirmado por Mr. Ventrell al repetir como un loro lo que llevamos escuchando hace más de cinco décadas.

Lo interesante de todo esto es la confirmación de que el gobierno estadounidense sólo modificará su política hacia Cuba bajo una enorme presión, tanto interna como internacional. Obama sigue más preocupado por no molestar a los políticos extremistas de Miami que por escuchar a América Latina, a la mayoría de los cubanoamericanos, a los aliados de Estados Unidos en Europa y a sectores influyentes de su propia opinión pública.

Mientras, en La Habana no esperamos a Biden pero sí a los tres héroes antiterroristas que quedan presos en Estados Unidos y por los que Mujica intercedió ante Obama. Lejos de hacernos ilusiones, es el momento de redoblar la lucha.


LA PUPILA INSOMNE     
23 de junio de 2014