martes, 29 de marzo de 2016

La diplomacia del símbolo: “Nos están meando y hay quienes piensan que está lloviendo”



Por Enrique Ojito

Cuentan que más de un fotorreportero se quedó con las ganas de atrapar para la historia la imagen de Barack Obama luciendo guayabera blanca, al descender por la escalerilla del avión presidencial el 20 de marzo pasado. No hubiera sido recomendable, porque si de algo no carece el mandatario es de asesores, menos aún de expertos en publicidad, marketing. Ver aparecer a Obama por la puerta delantera del AIR FORCE ONE con la cubanísima prenda hubiera sido una pifia de lesa comunicación, una burda manipulación que ellos, maestros en construir y reconstruir la imagen de políticos, no se hubieran perdonado.

Porque, a no dudar, desde la perspectiva comunicológica la histórica visita a Cuba del primer jefe de la Casa Blanca en los últimos 88 años corrobora cómo delinearse la imagen de un supuesto nuevo Mesías para Cuba y la región latinoamericana, a la usanza de la llamada guerra de cuarta generación, definida así por el especialista en inteligencia y comunicación estratégica, el argentino Manuel Freytas.

“Ya no se trata de una guerra por conquista de territorios —alega—; sino de una guerra por conquista de cerebros (…). El objetivo ya no es matar, sino controlar. Las balas ya no apuntan a su cuerpo, sino a sus contradicciones y vulnerabilidades psicológicas”.

En tal contexto, Obama optó por hacer las maletas y visitar Cuba. La determinación, más allá de los intereses explícitos o subrepticios que lo animaron a venir como dueño y señor de la Casa Blanca, no deja de constituir un episodio osado y riesgoso, incluso para su vida, gesto personal que debemos reconocer en un acto elemental de justicia política.

Sin embargo, ello no debe desmarcarnos de otra realidad, como acertadamente reflexiona el catedrático cubano Darío Machado, si Obama “resultara infuncional a los poderes fácticos que rigen el Estado norteamericano difícilmente habría sido elegido presidente en 2008, ni reelegido en 2011, ni habría iniciado el cambio de política hacia Cuba”.

En la antípoda del poder duro, a lo George W. Bush (2001-2009), el primer presidente afroamericano de EE.UU. ha hecho gala del SoftPower (poder blando), a través de la dinastía de lo simbólico, de la imagen, de la palabra no impuesta; sino seductora. Habría que coincidir con el Premio Nacional de Ciencias Sociales Fernando Martínez Heredia, quien define esa contienda como una “guerra cultural”, cuyo “maestro” es, claro, el gobierno de Estados Unidos.

Por ello, hay quienes —sin dejar de ponderar el impacto y la excepcionalidad del suceso— no se sienten rehenes de la sorpresa ante la conversación telefónica entre el personaje de Pánfilo —concebido e interpretado por el actor Luis Silva en el programa humorístico Vivir del cuento— y Obama. Dotado de cualidades histriónicas, al jefe de Estado se le vio dialogar distendidamente desde el mismísimo despacho oval, símbolo de la presidencia de EE.UU. y lugar donde Kennedy dio la noticia de la Crisis de Octubre.

Transmitir el video, ideado por la Casa Blanca, a pocas horas de aterrizar en La Habana la aeronave antimisil que trasladó al dignatario, constituyó un golpe magistral para conectar la figura gobernante con la audiencia cubana, si se parte de una certidumbre: Pánfilo es el personaje humorístico más popular en el archipiélago en este minuto y expresión de cubanidad.

“Truco viejo el de mis coterráneos”, hubiera manifestado con rancio inglés el sociólogo estadounidense Vance Packard (1914-1996), autor de Las formas ocultas de la propaganda, donde, al resumir las cualidades del presidente perfecto, especifica, entre otras, que debe poseer “un genuino sentido del humor” durante la búsqueda del éxito y del prestigio social.

Truco viejo, pero efectivo. El video de marras, publicado por www.cubadebate.cu, tuvo récord de descargas en Youtube y en Facebook: más de 60 000 vistas en la web de videos en menos de 12 horas de insertado en Internet, y más de 40 000 en FB.

La publicación de otro audiovisual este jueves donde Obama juega dominó con parte del equipo de actores de Vivir del cuento y se alude a la política arcaica del bloqueo económico, comercial y financiero de modo inteligente y distante del panfleto nos devuelve a un mandatario carismático y natural.

Porque a diferencia de gobernantes estadounidenses anteriores, de caras adustas, este hijo de padre keniano y madre norteamericana es pródigo en afabilidad, expresivo, evita engolar al dirigirse al auditorio. Transmite seguridad y confianza; en fin, ¿quién pondría en entredicho su capacidad de comunicador? Amplio es su repertorio para cautivar, que en ocasiones desdibuja las fronteras entre su sinceridad y las segundas intenciones. Estudiosos se han detenido, igualmente, en la actuación relevante de su esposa Michelle en la campaña electoral que lo catapultó al sillón presidencial en el 2008.

El imperio norteamericano se ha convertido en el señor de los símbolos, apunta el catedrático y periodista Ignacio Ramonet. Y en esa línea de pensamiento, Obama se vendió en Cuba como el ícono de lo posible en los dominios de EE.UU.: un niño afroamericano, criado por una madre soltera, sin mucho dinero en el bolsillo, conquistó el cargo más alto de la nación.

Ni corto ni perezoso lo recalcó quien decidió súbitamente retratarse en la Plaza de la Revolución con la figura del Che —símbolo del antiimperialismo y del hombre nuevo— a sus espaldas. ¿Cómo interpretar ese acto inesperado del dignatario que en la jornada siguiente pidió hacerle la sepultura de por vida a las casi seis décadas de conflicto entre ambos países, en su discurso en el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso, ejercicio clásico del denominado poder blando?.

¿Estaremos viendo fantasmas donde no los hay? En su despliegue de oratoria ese día, ¿su apelación a otro ícono como José Martí, rosa blanca de por medio, resultó un simple componente retórico u otro ardid manipulador? ¿Tendrá doble lectura la exaltación al peluquero Papito Valladares, del barrio habanero Santo Ángel, como referente de cuentapropista de éxito? Para mí, Obama no pudo ser más literal en sus intenciones de persuadirnos.

Por supuesto, en su discurso no omitió las “aguas azuladas” del Estrecho de la Florida, como elemento simbólico de unión y separación —vaya paradoja—; pero su alusión no fue tan manipuladora como los casos, con nombres y apellidos, de familias divididas entre una y otra orilla, en gran medida hoy por la carencia económica existente aquí, hija legítima del bloqueo estadounidense.

A pocos minutos de abrirse la puerta delantera del Boeing 747-200, el gobernante publicó en Twitter: “¿Que bolá Cuba?…”, una de las tantas expresiones populares a las cuales recurrió no fortuitamente. Demasiados tanques pensantes rodean al mandatario, cuyo mérito de haber revolucionado los nexos entre La Habana y Washington no me atrevería a cuestionar, incluidos los beneficios prácticos para las dos partes que emergerán. Sin embargo, al menos yo, no pecaría de candoroso.

Los miembros de su gabinete lo han dicho y redicho; también el propio Obama, quien en el 2013 lo subrayó en Miami: “Y tenemos que ser creativos (…), más cuidadosos. No tiene sentido la idea de que las mismas políticas puestas en marcha en el año 1961 serían de alguna manera todavía eficaces hoy (…), reconocemos que los objetivos siempre van a ser los mismos”.

Me asiste la certeza de que el inteligente Barack Obama no se aventuraría a exclamar a su retorno a tierra norteña: “Vine, vi y vencí”, como se vanaglorió Julio César ante el Senado, luego de su rápida victoria en Ponto, reino del Asia Menor. La de ahora es una guerra marcadamente simbólico-cultural. Por ello, recuerdo —salvando contextos y distancias— el antológico grafiti argentino: “Nos están meando y hay quienes piensan que está lloviendo”


lunes, 28 de marzo de 2016

El hermano Obama


No necesitamos que el imperio nos regale nada. Nuestros esfuerzos serán legales y pacíficos, porque es nuestro compromiso con la paz y la fraternidad de todos los seres humanos que vivimos en este planeta

FidelDSC_0208.JPGPor  Fidel Castro Ruz  

Los reyes de España nos trajeron a los conquistadores y dueños, cuyas huellas quedaron en los hatos circulares de tierra asignados a los buscadores de oro en las arenas de los ríos, una forma abusiva y bochornosa de explotación cuyos vestigios se pueden divisar desde el aire en muchos lugares del país.

El turismo hoy, en gran parte, consiste en mostrar las delicias de los paisajes y saborear las exquisiteces alimentarias de nuestros mares, y siempre que se comparta con el capital privado de las grandes corporaciones extranjeras, cuyas ganancias si no alcanzan los miles de millones de dólares per cápita no son dignas de atención alguna.

Ya que me vi obligado a mencionar el tema, debo añadir, principalmente para los jóvenes, que pocas personas se percatan de la importancia de tal condición en este momento singular de la historia humana. No diré que el tiempo se ha perdido, pero no vacilo en afirmar que no estamos suficientemente informados, ni ustedes ni nosotros, de los conocimientos y las conciencias que debiéramos tener para enfrentar las realidades que nos desafían. Lo primero a tomar en cuenta es que nuestras vidas son una fracción histórica de segundo, que hay que compartir además con las necesidades vitales de todo ser humano. Una de las características de este es la tendencia a la sobrevaloración de su papel, lo cual contrasta por otro lado con el número extraordinario de personas que encarnan los sueños más elevados.

Nadie, sin embargo, es bueno o es malo por sí mismo. Ninguno de nosotros está diseñado para el papel que debe asumir en la sociedad revolucionaria. En parte, los cubanos tuvimos el privilegio de contar con el ejemplo de José Martí. Me pregunto incluso si tenía que caer o no en Dos Ríos, cuando dijo “para mí es hora”, y cargó contra las fuerzas españolas atrincheradas en una sólida línea de fuego. No quería regresar a Estados Unidos y no había quién lo hiciera regresar. Alguien arrancó algunas hojas de su diario. ¿Quién cargó con esa pérfida culpa, que fue sin duda obra de algún intriganteinescrupuloso? Se conocen diferencias entre los Jefes, pero jamás indisciplinas. “Quien intente apropiarse de Cuba recogerá el polvo de su suelo anegado en sangre, si no perece en la lucha”, declaró el glorioso líder negro Antonio Maceo. Se reconoce igualmente en Máximo Gómez, el jefe militar más disciplinado y discreto de nuestra historia.

Mirándolo desde otro ángulo, cómo no admirarse de la indignación de Bonifacio Byrne cuando, desde la distante embarcación que lo traía de regreso a Cuba, al divisar otra bandera junto a la de la estrella solitaria, declaró: “Mi bandera es aquella que no ha sido jamás mercenaria…”, para añadir de inmediato una de las más bellas frases que escuché nunca: “Si deshecha en menudos pedazos llega a ser mi bandera algún día… ¡nuestros muertos alzando los brazos la sabrán defender todavía!...”. Tampoco olvidaré las encendidas palabras de Camilo Cienfuegos aquella noche, cuando a varias decenas de metros bazucas y ametralladoras de origen norteamericano, en manos contrarrevolucionarias, apuntaban hacia la terraza donde estábamos parados. Obama había nacido en agosto de 1961, como él mismo explicó. Más de medio siglo transcurriría desde aquel momento.

Veamos sin embargo cómo piensa hoy nuestro ilustre visitante:

“Vine aquí para dejar atrás los últimos vestigios de la guerra fría en las Américas. Vine aquí extendiendo la mano de amistad al pueblo cubano”.

De inmediato un diluvio de conceptos, enteramente novedosos para la mayoría de nosotros:
“Ambos vivimos en un nuevo mundo colonizado por europeos”. Prosiguió el Presidente norteamericano. “Cuba, al igual que Estados Unidos, fue constituida por esclavos traídos de África; al igual que Estados Unidos, el pueblo cubano tiene herencias en esclavos y esclavistas”.

Las poblaciones nativas no existen para nada en la mente de Obama. Tampoco dice que la discriminación racial fue barrida por la Revolución; que el retiro y el salario de todos los cubanos fueron decretados por esta antes de que el señor Barack Obama cumpliera 10 años. La odiosa costumbre burguesa y racista de contratar esbirros para que los ciudadanos negros fuesen expulsados de centros de recreación fue barrida por la Revolución Cubana. Esta pasaría a la historia por la batalla que libró en Angola contra el apartheid, poniendo fin a la presencia de armas nucleares en un continente de más de mil millones de habitantes. No era ese el objetivo de nuestra solidaridad, sino ayudar a los pueblos de Angola, Mozambique, Guinea Bissau y otros del dominio colonial fascista de Portugal.

En 1961, apenas dos años y tres meses después del Triunfo de la Revolución, una fuerza mercenaria con cañones e infantería blindada, equipada con aviones, fue entrenada y acompañada por buques de guerra y portaviones de Estados Unidos, atacando por sorpresa a nuestro país. Nada podrá justificar aquel alevoso ataque que costó a nuestro país cientos de bajas entre muertos y heridos. De la brigada de asalto proyanki, en ninguna parte consta que se hubiese podido evacuar un solo mercenario. Aviones yankis de combate fueron presentados ante Naciones Unidas como equipos cubanos sublevados.

Es de sobra conocida la experiencia militar y el poderío de ese país. En África creyeron igualmente que la Cuba revolucionaria sería puesta fácilmente fuera de combate. El ataque por el Sur de Angola por parte de las brigadas motorizadas de Sudáfrica racista los lleva hasta las proximidades de Luanda, la capital de este país. Ahí se inicia una lucha que se prolongó no menos de 15 años. No hablaría siquiera de esto, a menos que tuviera el deber elemental de responder al discurso de Obama en el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso.

No intentaré tampoco dar detalles, solo enfatizar que allí se escribió una página honrosa de la lucha por la liberación del ser humano. De cierta forma yo deseaba que la conducta de Obama fuese correcta. Su origen humilde y su inteligencia natural eran evidentes. Mandela estaba preso de por vida y se había convertido en un gigante de la lucha por la dignidad humana. Un día llegó a mis manos una copia del libro en que se narra parte de la vida de Mandela y ¡oh, sorpresa!: estaba prologado por Barack Obama. Lo ojeé rápidamente. Era increíble el tamaño de la minúscula letra de Mandela precisando datos. Vale la pena haber conocido hombres como aquel.

Sobre el episodio de Sudáfrica debo señalar otra experiencia. Yo estaba realmente interesado en conocer más detalles sobre la forma en que los sudafricanos habían adquirido las armas nucleares. Solo tenía la información muy precisa de que no pasaban de 10 o 12 bombas. Una fuente segura sería el profesor e investigador Piero Gleijeses, quien había redactado el texto de “Misiones en conflicto: La Habana, Washington y África 1959-1976”; un trabajo excelente. Yo sabía que él era la fuente más segura de lo ocurrido y así se lo comuniqué; me respondió que él no había hablado más del asunto, porque en el texto había respondido a las preguntas del compañero Jorge Risquet, quien había sido embajador o colaborador cubano en Angola, muy amigo suyo. Localicé a Risquet; ya en otras importantes ocupaciones estaba terminando un curso del que le faltaban varias semanas. Esa tarea coincidió con un viaje bastante reciente de Piero a nuestro país; le había advertido a este que Risquet tenía ya algunos años y su salud no era óptima. A los pocos días ocurrió lo que yo temía. Risquet empeoró y falleció. Cuando Piero llegó no había nada que hacer excepto promesas, pero ya yo había logrado información sobre lo que se relacionaba con esa arma y la ayuda que Sudáfrica racista había recibido de Reagan e Israel.

No sé qué tendrá que decir ahora Obama sobre esta historia. Ignoro qué sabía o no, aunque es muy dudoso que no supiera absolutamente nada. Mi modesta sugerencia es que reflexione y no trate ahora de elaborar teorías sobre la política cubana.

Hay una cuestión importante:
Obama pronunció un discurso en el que utiliza las palabras más almibaradas para expresar: “Es hora ya de olvidarnos del pasado, dejemos el pasado, miremos el futuro, mirémoslo juntos, un futuro de esperanza. Y no va a ser fácil, va a haber retos, y a esos vamos a darle tiempo; pero mi estadía aquí me da más esperanzas de lo que podemos hacer juntos como amigos, como familia, como vecinos, juntos”.

Se supone que cada uno de nosotros corría el riesgo de un infarto al escuchar estas palabras del Presidente de Estados Unidos. Tras un bloqueo despiadado que ha durado ya casi 60 años, ¿y los que han muerto en los ataques mercenarios a barcos y puertos cubanos, un avión de línea repleto de pasajeros hecho estallar en pleno vuelo, invasiones mercenarias, múltiples actos de violencia y de fuerza?

Nadie se haga la ilusión de que el pueblo de este noble y abnegado país renunciará a la gloria y los derechos, y a la riqueza espiritual que ha ganado con el desarrollo de la educación, la ciencia y la cultura.

Advierto además que somos capaces de producir los alimentos y las riquezas materiales que necesitamos con el esfuerzo y la inteligencia de nuestro pueblo. No necesitamos que el imperio nos regale nada. Nuestros esfuerzos serán legales y pacíficos, porque es nuestro compromiso con la paz y la fraternidad de todos los seres humanos que vivimos en este planeta.

 Fidel Castro Ruz
 Marzo 27 de 2016
  10 y 25 p.m.

Tomado de Granma

jueves, 24 de marzo de 2016

Estados Unidos-Cuba: "El gran hermano ahora quiere ser su amigo, su aliado, su sangre"


Puede dejar su comentario en este Blog, lo publicaremos en esta página.

Aguzar el ojo: Tiempos de revisión para la autoafirmación del socialismo en Cuba.


Por Adriana Rodríguez
Directora del CEINA -Centro de estudios Interdisciplinarios sobre Nuestra América-
Co-coordiadora de CECIES
Universidad Nacional del Sur-Bahía Blanca-ARGENTINA-Miembro de la lista  (bloqueHache)

Compañeros bloqueros y simpatizantes,  mi saludo afectuoso desde La Habana. La idea es compartir algunas reflexiones  sobre   nuestra querida isla de Cuba como un compromiso personal de dar a conocer su situación actual.  Motivan este escrito,  los acontecimientos que estoy viviendo aquí desde los primeros días de enero y que han vivido también algunos companeros de la Universidad, me atrevo a comentarles con fundamentos respaldatorios de la prensa cubana y declaraciones de diversos actores políticos, la magna tarea que con esfuerzo está realizando Cuba en la autoafirmación de su socialismo. 

Acontecimientos tales como la llegada del Papa y la del Jefe la Iglesia ortodoxa en un espacio elegido como este, según sus propias palabras: “porque  respeta la libertad de cultos y la dignidad del hombre”, la visita del presidente Barack Obama y el recital de los Rollings Stone que arriban a la Isla en pocos días, si bien constituyen  hechos  heterogéneos y disimiles los aúna y cohesiona la gran repercusión mediática que dispara repetidamente en la idea de “la apertura de Cuba”, su posible “cambio hacia el capitalismo”, “la caída del socialismo” o el “cambio de régimen” o  “de sistema”.

Algunas cosas para aclarar: Cuba nunca estuvo cerrada sino bloqueada  desde que los Estados Unidos impusieron  esta  medida luego de la invasión y posterior derrota en Bahía Cochinos, una revancha que luego se convierte en ley y se mantiene hasta nuestros días. 

Debe quedar claro, Cuba sigue bloqueada a pesar de la puesta en marcha de medidas de la llamada formalización de relaciones con EEUU, que avanzaron en algunos temas económicos, de circulación de personas, transporte y correspondencia entre Cuba y Estados Unidos pero NO en el levantamiento del bloqueo. Esto  a pesar de las numerosas editoriales del New York Times y de las propias declaraciones de Obama-2014-2015, que sostienen que el Bloqueo a Cuba es una medida obsoleta y que no ha dado resultado, obviando además que produce innumerables daños al Estado y Pueblo cubano. El mundo se ha levantado en las Naciones Unidas contra el este flagelo pero ha primado el  veto del país del Norte.  

Por otro lado, se tiene claro aquí y lo ha afirmado Raúl Castro, Miguel  Díaz-Canel Bermúdez y el canciller Bruno Rodríguez Parrilla entre otros,  que a pesar de lo señalado, el bloqueo está más firme aún, ya que países como Francia o empresas incluso norteamericanas que  establecieron tratos comerciales con Cuba,  han sido multadas con abultadas cifras, noticia que  ha circulado por diferentes medios. 

También entender que Cuba es dueña de diagramar su política exterior bajo el principio de la Libre Autodeterminación de los Pueblos. Y si hay algo que se vive y respira aquí es soberanía,  del país y por ende de las decisiones. Vemos que frente a la llegada de Obama,  el jueves antecedió una visita del presidente venezolano: Nicolás Maduro, quien recibió la distinción más importante de Cuba que es la Orden José Martí, frente a las declaraciones de Estados Unidos contra Venezuela y las solicitudes de la oposición venezolana violando todo tipo de norma democrática. Cuba muestra  una vez más su posición nuestroamericanista. 

Y comprobamos que con respeto  se recibe al presidente de los Estados Unidos, con respeto pero afirmando las diferencias, acá no cambiaron ni la constitución, ni las formas de elección que parten de abajo hacia arriba con pre selección de candidatos monitoreados por el pueblo a través de los CDR (Comités de Defensa de la Revolución), la Federación de Mujeres Cubanas, y la Asociación de Combatientes. De allí que no se entienda la palabra régimen, ni las imputaciones contra su forma político organizacional.

Frente a lo señalado, es decir que paralelamente a los hechos mencionados que el mundo vive como novedad y Cuba como  normalidad,  se difunden en la Isla películas como Cuba Libre (2015), que muestra la intervención norteamericana en el intervalo de final de la guerra de 1898 y la firma de la paz, remarcando las conductas engañosas de los Estados Unidos para neutralizar las acciones cubanas. Se multiplican los videos sobre las agresiones que ha recibido Cuba  y se reeditan documentales  sobre la operación Peter Pan, misión propulsada por Estados Unidos y los contra-revolucionarios que sacaron a miles de niños de la Isla hacia ese país.  La invasión de Bahía de Cochinos, el atentado de Barbados, la agresión en hoteles y los ataques a Fidel Castro.  

También es muy frecuente la presencia de los cinco héroes cubanos -ex presos del imperio- liberados el pasado año,  en actividades académicas, culturales, escolares y barriales.  Como así  la del Movimiento Nacional Juvenil Martiano que cumple una inconmensurable tarea en la juventud. 

Resulta común compartir distintos actos con figuras políticas: asesores del presidente, como es el caso de Abel Prieto. Asesores del Consejo de Ministros, Diputados, Delegados nacionales, provinciales y de circunscripción, intelectuales revolucionarios históricos como Roberto Fernández Retamar, Armando  Hart Dávalos, y Fina García Marruz, entre otros. 

La idea es mantener la memoria viva para las generaciones entrantes que ya están en el gobierno y en diversos lugares,  ocupando cargos importantes en los medios de comunicación, las organizaciones civiles y los sindicatos. Sin contar las direcciones de la FEU y la OCLAE que son de estudiantes universitarios y están ocupadas actualmente las dos por mujeres.  

Todo lo señalado no se percibe si no se está inmerso en la sociedad cubana, dentro de ella participando en la multiplicidad de tareas que aparecen todos los días y en la cotidianeidad de ir al agro[i] y hacer una fila porque “aparecieron los huevos”, “hay guayabas a dos pesos” o “bajaron del camión el tomate y la malanga”, frases que solidariamente se transmiten entre vecinos. El entrenamiento diario del cubano por su alimentación de base cooperativa  y orgánica, es toda una experticia que  puede resultar trabajosa pero a la vez une, sostiene el valor de relación vecinal fortaleciendo no el término frío de la sociabilidad sino de la socialización, en un clima donde el humor y la alegría constituyen un rasgo típico.

Y esta socialización, se observa también en la salud de base netamente preventiva y de acceso para todos, que parte de los médicos de familia, sigue a los policlínicos y Hospitales Públicos Generales y de distintas especialidades. La elaboración de medicamentos que en base a una investigación sostenida y sólida avanza en vacunas contra distintos tipo de cáncer, recomposición de los tejidos atacados por infartos masivos, enfermedades inmunológicas, el pie diabético, entre muchas otras.

La educación es gratuita en todos los niveles con fuerte entrenamiento social y currículas que aún en las carreras  técnicas contemplan materias históricas y humanísticas. Todo graduado al finalizar tiene garantizado su puesto de trabajo.

Una agenda cultural del pueblo y para el pueblo que se divulga constantemente en la TV cubana,  la prensa y la radio. Expresiones culturales como el ballet tradicional, moderno y contemporáneo. El rol del teatro, en salas que se suceden en algunas avenidas como Línea, cuadra por cuadra, los cines y los emprendimientos independientes son moneda corriente. Y la feria del libro que se celebra anualmente en el mes de febrero, un verdadero acontecimiento que convoca a todo el pueblo que se dirige a la parte más alta de la fortaleza de La Habana a participar de diversos eventos, junto con la presentación de novedades editoriales. De La Habana, la feria se repite en ciudades importantes como Cienfuegos, Pinar del Río, Santiago de Cuba, etc., respetando también la posibilidad de acceso a los textos y actividades  en toda la isla. 

Y algunos frente a lo que digo se mantendrán incrédulos, otros sin conocer ni darse oportunidad de indagar niegan a la revolución cubana  Y finalmente los Otros más masivos, aquellos  que nunca han salido del capitalismo, ni en sus lecturas ni en sus vivencias dispararán las preguntas/afirmaciones clásicas y  repetidas. Ah! cabe agregar que  las mismas se emiten  siempre con un pero adelante, de todo aquello que se intenta preguntar afirmando. 

-  Pero si Cuba está llena de turistas. Es cierto es la vía que se eligió para salir del período especial en una isla que no tiene recursos más  que su naturaleza feraz y envidiablemente bella en cada rincón de su territorio.

-  Pero si algunos cubanos reciben remesas y esto ocasiona divisiones en la sociedad. No se hace más que cumplir con lo que ocurre en todos los países donde llegan remesas. No puede impedir la circulación de dinero. Y por mucho tiempo además el envío de remesas estuvieron prohibidas por los Estados Unidos.

-  Pero los cubanos tienen sueldos miserables. Es cierto que los sueldos no son altos ni hay grandes diferencias entre ellos. Pero hay que contar la ayuda alimenticia y de aseo que da la libreta  a cada ciudadano cubano, los precios módicos de los artículos de consumo. El bajísimo precio de los servicios luz, gas, agua y teléfono. El acceso gratuito a salud, educación e incluso a actividades de ocio. Igualmente este es el reto mayor que el socialismo cubano debe superar. 

-  Pero si muchos cubanos se quieren ir o se intentan ir y se les prohíbe salir. Las salidas de los cubanos de Cuba  tienen una base netamente económica y se realizaron fundamentalmente durante el llamado período especial donde la isla queda sin la ayuda de la URSS y debe re-diseñar estrategias de supervivencia y salidas económicas.

Estas emigraciones fueron impulsadas también por Estados Unidos mediante “la ley de pies secos y pies mojados” que otorga la ciudanía norteamericana a los ciudadanos cubanos que llegan por la vía del escape.  Mientras esto no se cumple con otros inmigrantes que llegan por vía ilegal. 

Ahora, con la nueva ley migratoria de 2012 que eliminó  restricciones para salir de Cuba, el problema radica en que los Estados Unidos  no otorga visas y a la vez no deroga “la ley de pies secos y pies mojados”, incitando las salidas ilegales. 

Cabe aclarar que los ciudadanos de Estados Unidos no estaban autorizados a ingresar a Cuba y debían hacerlo por terceros países. Si bien actualmente esto ha sufrido modificaciones, las salidas de estadounidenses siguen teniendo limitaciones.

Hay que dejar en claro que a pesar de lo dicho no estamos intentando recrear una sociedad perfecta, precisamente el motor de la autocrítica y la revisión es lo que mantiene vivo al socialismo vivo y abierto. Vivo para actuar y no esclerotizarse.  Abierto para “cambiar todo aquello que debe ser cambiado”, según el concepto de Revolución de Fidel Castro, pero en la esencia y nuez del socialismo cubano.

La historia de Cuba fuera y en el socialismo muestra grandes cicatrices: una sociedad de explotación de base esclavista en la etapa colonial, la llamada reconcentración en la última etapa de la guerra de independencia cuando los españoles levantaron verdaderos  campos de concentración donde encerraban a los  cubanos disidentes. La inauguración de las garras del imperialismo moderno luego de su independencia formal que se tradujo en intervenciones políticas e institucionales, incluso en su primera carta orgánica de 1902 que, mediante la Enmienda Platt, da anuencia a la usurpación territorial para la instalación de bases navales como la de la actual Guantánamo. Las dictaduras sangrientas de Gerardo Machado y Morales y Fulgencio Batista. 

En construcción dialéctica la otra cara de la historia exhibe también al padre de la patria nuestroamericana: José Martí, a Enrique José Varona, a Rubén Martínez Villena, a Julio Antonio Mella, Fidel Castro, Camilo Cienfuegos, Ernesto “Che Guevara”  y  Raúl Castro  entre tantos actores eslabonados hacia este socialismo que ha subsistido un periodo especial, frente a la caída del campo socialista.  

A no olvidarse, aquellos que vaticinaban también su caída en esa época. Cuba ha superado agresiones de todo tipo entre ellas las críticas malintencionadas  de los monopolios mediáticos y hoy también de algunos presidentes de la región que le piden que normalice su sistema político o que se abra cuando la cierran. Esos mismos, que inclinan a sus países mirando al Pacífico, en una alianza suturada al imperialismo norteamericano, una alianza que hace caso omiso a una política hemisférica genuina y soberana. Esos mismos que no ven  pueblo en los desocupados, en los precarizados. Esos expoliadores de la palabra, de las leyes que tanto dicen respetar, del liberalismo de las libertades recortadas.

Escribo estas líneas a minutos de la llegada de Obama en una tarde de domingo habanera donde inexplicablemente ha empezado a llover.  En medio de una ciudad donde se planifica cuidadamente tanto la seguridad del presidente norteamericano como la lucha por no dejar entrar al Zika, erradicar el Dengue, el Chikungunya y la fiebre amarilla con fumigaciones obligatorias y testeos domiciliarios médicos semanales a toda la población. También la seguridad de circulación libre de todos los habitantes de la isla, es cuidada de la misma forma convirtiendo a Cuba en uno de los países más seguros del mundo. 

Compañeros vayan mis palabras a todos aquellos que piensan que un mundo mejor es posible, que las utopías se alcanzan para conformar otras superadoras. Que nos debe unir la humildad, el trabajo conjunto y la lucha por construir sociedades justas en un devenir continuo. 

Un abrazo solidario

Adriana Rodríguez (bloqueHache)

v      Recomiendo consultar editoriales de los diarios Granma, Juventud Rebelde y Trabajadores en versión digital (mes de marzo) y leer también discursos citados especialmente el del Canciller Bruno Rodríguez Parrilla, viernes 18 de marzo. 







[i] Los agros son los mercados comunitarios donde se compran las verduras y otros alimentos. La palabra aparecieron se remite a que están a la venta o llegaron tales o cuales productos.  La producción baja directamente de los productores al agro.