lunes, 16 de abril de 2018

No cejaremos en nuestro empeño de construir el socialismo

Réplica de Bruno Rodríguez Parrilla, ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, a Mike Pence, vicepresidente de Estados Unidos, en la VIII Cumbre de las Américas, en Lima, Perú, el 14 de abril del 2018.
 

(Versiones Taquigráficas-Consejo de Estado)

El señor Vicepresidente de los Estados Unidos de América parece mal informado, ignora la realidad, oculta la verdad.

Quiero preguntarle directamente al señor Pence si la Doctrina Monroe guía o no a su gobierno, en su política hacia América Latina.

Quiero responderle con palabras de Bolívar: «Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia para plagar la América de miserias en nombre de la libertad».

Quiero citar a Martí: «Cuanto hice hasta hoy, y haré, es para impedir que los Estados Unidos se extiendan por las Antillas y caigan con esa fuerza más sobre las tierras de América».

Es nada democrático atacar a Venezuela y mencionar al presidente Nicolás Maduro Moros, cuando ha sido excluido y no está aquí para responderle.

Rechazo las referencias insultantes a Cuba y a Venezuela y la actitud humillante para la América Latina y el Caribe que ha asumido.

El vacío moral del gobierno de los Estados Unidos no puede ser, no es una referencia para la América Latina y el Caribe.

En los últimos cien años cargan con la responsabilidad por los abusos más brutales contra los derechos humanos y la dignidad humana. Todos los gobiernos despóticos en la región, todos sin excepción, han sido impuestos o han recibido apoyo del gobierno de los Estados Unidos, incluidas las más crueles dictaduras militares. Hechos vergonzosos como la Operación Cóndor o el golpe cruento de Estado en Chile están sobre la conciencia de gobiernos norteamericanos.

El país del señor Pence ha sido el primero y el único en usar el arma nuclear contra civiles inocentes. Es responsable de guerras criminales y de cientos y cientos de miles de muertos, de masacres de civiles, incluidos niños, mujeres y ancianos, a los que llaman daños colaterales.

Es responsable de actos de tortura, de desapariciones, ejecuciones extrajudiciales y secuestros.
El gobierno de los Estados Unidos es el autor de violaciones masivas, flagrantes y sistemáticas de los derechos humanos de sus propios ciudadanos afroamericanos, de los hispanos, de los migrantes y de las minorías.

Es una vergüenza para la humanidad que en ese país de extrema riqueza haya decenas y decenas de millones de pobres.

Tienen un patrón racial diferenciado en sus cárceles y en la aplicación de la pena de muerte; es donde más errores judiciales asociados a la ejecución de personas ocurre; es donde mueren estudiantes por armas de fuego, cuyas vidas fueron sacrificadas al imperativo del lobby político, en particular en la Florida.

El gobierno de los Estados Unidos ha recibido decenas y decenas de millones de dólares del lobby de las armas, y un senador miamense ha recibido no menos de 3 millones por el mismo concepto.

Miami es donde están las mafias políticas, donde se refugian terroristas internacionales confesos y es también el lugar del famoso fraude electoral del año 2000.

No ha dicho el señor Pence, cuando habla de corrupción, que su país es el centro del lavado de activos financieros del narcotráfico y del contrabando de armas hacia el sur que desestabiliza países enteros.

El sistema electoral que lo ha elegido y el legislativo, en el que él ha servido mucho tiempo, es corrupto por naturaleza, porque está sustentado de manera insólitamente legal en las contribuciones financieras corporativas y los llamados Comités de Acción Política.  

Es el gobierno que impone un proteccionismo feroz, que no toma en cuenta que arruinará la industria, la agricultura y el empleo en toda nuestra región.

Es donde el lobby político ha impuesto la idea de que el cambio climático es un invento antinorteamericano.
Es el sistema político y electoral donde ha habido escandaloso tráfico con los datos privados de decenas de millones de sus ciudadanos.

Si a su gobierno le interesara el bienestar, los derechos humanos y la libre determinación de los cubanos, podría levantar el bloqueo, colaboraría con nuestra cooperación internacional, en vez de sabotearla, y daría fondos a los programas de colaboración médica cubana en el mundo y a los programas de alfabetización.

Se ha referido de manera insultante a Cuba. Respondo con el texto de la Proclama de la América Latina y el Caribe como Zona de Paz, firmada en La Habana por los Jefes de Estado de la América Latina y el Caribe en el 2014, cuyos principios incluyen el derecho inalienable de los pueblos y de los Estados a darse libremente su propio sistema político, económico, social y cultural.

Le respondo también con un párrafo del documento histórico firmado en el acontecimiento de esta época, en el aeropuerto internacional José Martí, de La Habana, por Su Santidad el Papa Francisco y por Su Santidad el Patriarca Kirill, quienes escogieron a Cuba para firmar un documento que dice:

«Nuestro encuentro fraterno ha tenido lugar en Cuba, en la encrucijada entre el Norte y el Sur, el Este y el Oeste. Desde esta Isla, símbolo de las esperanzas del “Nuevo Mundo” y de los dramáticos acontecimientos de la historia del siglo XX…».

Estamos a pocas horas de que se cumplan 57 años de los bombardeos de aviones estadounidenses a aeropuertos en Cuba, en los que murieron cubanos en defensa de nuestra independencia y soberanía, en cuya despedida de duelo se proclamó el carácter socialista de la Revolución Cubana, y sorprende que a tantas décadas el vicepresidente Pence haya venido aquí a usar el mismo lenguaje que llevó a gobiernos de entonces a realizar ese terrible acontecimiento.

Los hechos transcurridos en los últimos años demuestran que la convivencia entre Estados Unidos y Cuba es posible, productiva y puede ser civilizada.

Para eso no espere él, ni la delegación que ahora ocupa el escaño que acaba de abandonar, que Cuba ceda en un milímetro de sus principios, ni ceje en su empeño de construir el socialismo.

Muchas gracias.
(Cubaminrex-Granma)

Remarks by Vice President Pence at First Plenary Session of the Summit of the Americas (Ver respuesta de Cuba en próxima publicación))


THE VICE PRESIDENT:  Secretary General Almagro, President Vizcarra, Presidents, Prime Ministers, and leaders from across the Western Hemisphere — it is my great honor to join you today, as Vice President of the United States of America, at the 8th Summit of the Americas.

And I bring greetings and great respect to each of you from the 45th President of the United States of America, President Donald Trump.

As you are all well aware, last night, at President Trump’s direction, the United States, together with our allies France and the United Kingdom, launched precision strikes to cripple Syrian dictator Bashar al Assad’s chemical weapons program.

We acted in response to Assad’s horrific use of chemical weapons on his own citizens one week ago — an attack that horrified and shocked the conscience of the world. The United States assesses that the Syrian regime was responsible for this attack, and that chlorine and possibly nerve agents were used.

As President Trump said, these were “crimes of a monster.”  And together with our allies, we took action in the wake of that “barbarism and brutality.”  And I’m pleased to report that the strike by the United States, UK, and French forces was effective, overwhelming, and successful.

We delivered a clear and unambiguous message to the Syrian regime: The United States and our allies will not tolerate the use of chemical weapons against innocent men, women, and children; and we are prepared to deter any further use of chemical weapons by the Assad regime.

The United States and our allies will continue to integrate all instruments of our national power in this moment.  And as President Trump made clear, our nation is ready to “sustain this response until the Syrian regime [abandons] the use of prohibited chemical agents.”  Assad and his patrons would do well not to test our resolve or the capabilities of the Armed Forces of the United States.

The President also sent a message to the two nations that are most responsible for “supporting, equipping, and financing the criminal Assad regime” — Russia and Iran.

Even now, Russia is deliberately spreading disinformation about Assad’s heinous actions and even their own complicity in this crime.  But the horrific pictures of dead children, the videos of suffering people prove what happened.  Russia’s lies will crumble in the face of truth.  And as the President said to both Russia and Iran, nations can be judged by the company they keep.

Allow me to take a moment to thank the nations here who have already offered their expressions of support for last night’s military action.  Prime Minister Trudeau of Canada and President Santos of Colombia and others, we are grateful for your support. As President Santos said earlier today in support of the actions to, in his words, “punish [the] use of [chemical weapons] and seek their total elimination” — and we’re grateful for that moral clarity.

But today, I call upon every nation in this hemisphere of freedom to support this military action taken by the United States and our allies and to support it publicly, and also to add to that your condemnation expressed by nearly everyone here of Assad’s regime’s use of chemical weapons.  The civilized world must send a message of resolve and unity that we will not accept such barbaric attacks now or ever.

With that, let me say, Mr. President, it is a great pleasure to be in Lima, and it’s my great privilege to address this historic summit. President Vizcarra, let me thank you, and congratulate Peru for hosting this 8th Summit of the Americas.

Peru has done a magnificent job on the summit.  And in fact, it has inspired the United States to announce today that we will be submitting a bid to host the 9th Summit of the Americas, three years from now, in 2021.  And we’ll see if we can do just as well as Peru has done.
We gather today to continue a great work.  Twenty-four years ago, the nations of the Western Hemisphere came together in Miami, Florida, to chart a new era for ourselves and our posterity.  At that first Summit of the Americas, we issued a Declaration of Principles, in which this body agreed to work together as never before to advance the prosperity and democratic values, as well as institutions and security in our hemisphere.

The United States is proud to stand with free nations across this hemisphere in pursuit of these noble goals. President Trump sent me to South America last year to deliver our message of commitment to the region.  It’s a message I will deliver again when I visit Brazil next month.
But under President Donald Trump, the United States will always put the security and prosperity of America first. But America first does not mean America alone.  The United States has always cherished our neighbors and friends across this region.  Our nations are bound together by geography, but also by history and by an enduring aspiration for freedom.

Ours was always meant to be a hemisphere of freedom. As the charter of the Organization of American States declares, “the historic mission of America is to offer… a land of liberty.”  And as President Trump has said, the United States seeks “a future [in the Western hemisphere],” in his words, “where the people of each country can live out their own dreams.”  From the very first day of our administration, we have also taken decisive action to make this vision a reality.

Like the citizens of your nations, the people of the United States seek a future of opportunity and prosperity.  That’s why, in America, I’m pleased to report to our friends and allies present that this administration has been rolling back burdensome regulations in record numbers, we’ve been unleashing our boundless natural resources, and quite recently President Trump signed the largest tax cuts and tax reform in American history.

And the results have been dramatic.  Businesses large and small across the United States have created nearly 3 million jobs.  Unemployment is at a 17-year low.  Companies are investing in the United States again.  Confidence is back, and growth is back.  A strong America and a growing America is back.

Our President has also placed a renewed emphasis on trade relationships that are fair and reciprocal.  While the United States trades nearly three times as much with our neighbors in the Western Hemisphere as we do in China, we recognize that there is still tremendous opportunity to forge stronger and more balanced trade relationships across this region.

Our administration has already taken action to reach new deals and update existing agreements, and we’re encouraged by the progress we’ve mad.  Last year, in Colombia, I announced that the United States will allow Colombian Haas avocados into the U.S. market, while Colombia has expanded access for U.S. rough rice.

And as we speak, I’m pleased to report the United States is working very closely with Canada and Mexico to modernize the North American Free Trade Agreement.  We believe we are fairly close to a deal, and we’re going to be working earnestly to make that a reality for all of our nations.

Beyond trade, the United States will continue to share our traditions of entrepreneurship throughout the region.  I’m honored to be joined today by Ivanka Trump, who is a great champion for women’s economic empowerment all over the world. She helped organize our administration’s new “2X Women’s Initiative.”  And as Ivanka announced in Lima yesterday, through this vital program, the United States will invest an unprecedented $150 million to support women entrepreneurs throughout Latin America.

These actions, we know, will strengthen the prosperity for the people of the United States, and strengthen prosperity across this region.  But ultimately, as we gather today, we all recognize, with few exceptions, that we cannot forget that security is the foundation of our prosperity.

For despite our progress, as we gather here for this historic summit, the challenges facing the Western Hemisphere remain.  We see the gangs and criminal syndicates that plague our cities and towns.  We see the illegal drugs that poison our children and tear families apart.  We see a flow of migrants fleeing hardship and oppression in their homelands.  And we see the migration of criminals, human traffickers, drug traffickers, and even terrorists making their way across our borders.

In the category of terrorists, the United States actually refuses entry to seven known or suspected terrorists every day — nearly 2,500 a year are stopped.  We have real challenges for security at our borders.

Just yesterday, we were reminded of the threats that we face when Marxist narco-terrorists in Ecuador brutally killed two journalists and their driver.  And I extend the condolences and the prayers of the American people to the victims and their families and the people of Ecuador.
Under President Donald Trump, the United States is working hard to confront these security challenges.  We’re securing our borders, enforcing our laws, removing dangerous drug dealers and violent criminals from our streets as never before.

We’ve also taken significant steps to strengthen our partnerships with nations across the wider region.  Our efforts include the Caribbean Basin Security Initiative to stop the flow of drugs, expanded security collaboration with Mexico, security assistance to a wide array of Central American countries.  And be assured: We will continue to deepen our security relationships with countries across the region in the years ahead.

President Vizcarra, let me commend Peru for your ambitious agenda for this summit: “Democratic Governance Against Corruption.” This is a vitally important issue that bears upon the long-term prosperity as well as the wellbeing of the people of this hemisphere, and I commend this body’s agreement on the Lima Commitment earlier today.

Corruption emboldens vicious criminals and endangers public safety.  Corruption corrodes the foundations of democracy as well, and undermines trust in government.  For we know as corruption grows, freedom and prosperity wither.

And as all freedom-loving nations know as well, the greatest corruption of government is when the people lose their voice, their vote, their freedom, and their basic human rights under the heavy hand of dictatorship.  And the free nations of this conference are right to focus in renewed ways on ending dictatorship here in the New World.

As we speak, a tired communist regime continues to impoverish its people and deny their most fundamental rights in Cuba.  The Castro regime has systematically sapped the wealth of a great nation and stolen the lives of a proud people.  Our administration has taken decisive action to stand with the Cuban people, and stand up to their oppressors.

No longer will the United States fund Cuba’s military, security and intelligence services — the core of that despotic regime.  And the United States will continue to support the Cuban people as they stand and call for freedom.

But Cuba’s dictatorship has not only beset its own people, as we all well know — with few exceptions in this room acknowledging that.  Cuba’s dictators have also sought to export their failed ideology across the wider region.  And as we speak, they are aiding and abetting the corrupt dictatorship in Venezuela.

In Venezuela, as in Cuba, the tragedy of tyranny is on full display.  As this body knows well, Venezuela was one of our hemisphere’s richest nations once, and not too long ago. It is now among the poorest. Venezuela was also once a flourishing democracy.  It has now collapsed into dictatorship and tyranny.

Now let me be clear, the responsibility for the Venezuelan people’s suffering can be laid at the feet of one man — Nicolas Maduro.  He promised his people he would restore prosperity, but delivered them only deeper poverty.  He promised them safety and security, but Venezuela is now riven by chaos and rampant crime.  Nicolas Maduro promised the people of Venezuela renewed greatness, and he has only brought a nation to its knees.

Just yesterday, I met with four courageous leaders of the Venezuelan opposition — great defenders of democracy who have been forced to flee their homeland or face Maduro’s wrath.  They described to me how Maduro has corroded Venezuela’s democracy and corrupted the upcoming election. They also told me about the heartbreaking humanitarian crisis their family, friends, and fellow Venezuelans now face.  It’s heartbreaking to think about.

I saw it firsthand when I visited Colombia last year along the border of Venezuela.  But today, nearly 9 out of 10 Venezuelans live in grinding poverty.  Venezuela’s grocery stores are all but empty.  Food and daily necessities are often impossible to find.  Hospitals lack the most basic medical services and supplies, putting lives at risk and causing untold misery and death.

And every day, some 5,000 Venezuelans flee the land of their birth, in the largest cross-border mass exodus in the history of our hemisphere.  Under the Maduro regime, Venezuela is essentially a failed state.  Failed states know no borders.

Venezuela’s ongoing collapse is already affecting economies across the region.  It’s giving drug traffickers and transnational criminal organizations new opportunities to endanger our people.
President Trump has made it clear: The United States of America will not stand idly by as Venezuela crumbles.  Our administration has already imposed strict financial sanctions on more than 50 current or former senior Venezuelan officials.  And three weeks ago, we cut off the so-called “Petro” from the United States’ financial system.

Last month, we also announced that we are providing, through the generosity of the American people, $2.5 million to help meet the needs of vulnerable Venezuelans living in Colombia.  And yesterday, it was my privilege to announce that we’ll add nearly $16 million more dollars of direct aid to assist Colombia’s efforts to come alongside those Venezuelans.

To be clear, the United States and our allies and partners stand ready to do more, much more, to directly support the long-suffering Venezuelan people.  But the world deserves to know that as the people of Venezuela suffer, lacking basic humanitarian aid, Nicolas Maduro stands in the way.  Maduro stands today, refusing to allow humanitarian assistance simply because he claims there is no humanitarian crisis, as his people starve and die and flee.

I’ll never forget when my wife and I visited the border of Venezuela in a visit to Colombia last year.  We met a grandmother who had just made the long journey with her five grandchildren out of their small town in Venezuela.  She told me, with tears in her eyes, how the poverty had become so acute, her grandchildren had to stand in line at 5:00 in the morning to get a ticket to buy a piece of bread at 5:00 in the afternoon.  And that was the sum total of sustenance that was available to their family.

And today, we call on the Maduro regime to open up their country to life-saving aid the Venezuelan people so desperately need.  Allow me to thank the many nations here who have already taken action to support the Venezuelan people with assistance and aid — nearly two million that have been displaced thus far.  And the compassion and generosity of nations across this region is inspiring to see.

Let me also thank all those that have stepped forward to join us to rebuke and isolate the dictator Maduro and his brutal regime through economic and diplomatic means.  Costa Rica has refused to let Venezuela’s Minister of Defense land on its territory, setting a precedent for other nations to deny Venezuela official travel.

Canada has sanctioned more than 40 Venezuelan officials.  Argentina and Brazil led the effort to suspend Venezuela from Mercusor.

Panama designated more than 50 Venezuelan officials as high risks for money laundering and recalled its ambassador from Caracas.

And Peru withdrew Venezuela’s invitation to this summit.  Mr. President, that sent a powerful message that Maduro and dictatorship and his despotism is not welcome here, and I commend you.

To all of you whose nations have taken action: Thank you for you stand.  Thank you for your stand for freedom in our hemisphere.

But let me say on behalf of President Donald Trump: The United States believes now is the time to do more, much more. Every free nation gathered here must take stronger action to isolate the Maduro regime.  We must all stand with our brothers and sisters suffering in Venezuela.  And I can promise you, the United States will not rest.  We will not relent until democracy is restored in Venezuela and the Venezuelan people reclaim their birthright of libertad.

And I believe with all of my heart, Mr. President, as I close, that that day will come.  For as Simón Bolívar declared, and I quote, “A people that loves freedom will in the end be free.”  And the people of the New World love freedom, and have proved throughout the generations the capacity to fight for it, to achieve it, to defend it.

This New World, from its very birth, was destined to be a hemisphere of freedom.  In the long annals of our shared history, names like Bolívar, San Martín, and Martí stand shoulder to shoulder with Washington, Jefferson, and Lincoln as champions of freedom and great defenders of the freedom — the freedom that each one of us are endowed with by our Creator.
As we gather here, we have much work yet to do.  So today, let us rededicate ourselves that most cherished ideal.  Let us strive with all our strength to reach the day when freedom reigns in every nation across the New World.

And as we go forward, let’s have faith — faith in the boundless capacity of the people of the New World to advance the principles that have always been the source of our greatness.
And let us have that other kind of faith.  Remember to pray for people that are struggling under the weight of tyranny, remembering, as the Good Book says, that “where the spirit of the Lord is, there is freedom.”

And with the courage of our citizens, with the conviction of the leaders gathered here, and with God’s help, I know this New World will prove, once more, that no force on Earth can overcome freedom.

Thank you.  May God bless all the people and nations of this great Western Hemisphere, and may God bless the United States of America.  (Applause.)
END

https://www.whitehouse.gov/briefings-statements/remarks-by-vice-president-pence-at-first-plenary-session-of-the-summit-of-the-americas/


Cuba no desea la confrontación, pero no cederá un milímetro en sus principios


Excelentísimo Señor Martín Vizcarra Cornejo, Presidente de la República del Perú;
Excelentísimos Señores Jefes de Estado y Gobierno:
 

Rindo homenaje al pueblo del Perú, al que nos unen entrañables lazos desde las guerras de independencia y en el esfuerzo común en salud o ante desastres naturales.

Sabemos que el pueblo peruano repudia las provocaciones contra la delegación cubana de los últimos días.

Expreso solidaridad y condolencias a la República del Ecuador, extensivas a familiares de los periodistas asesinados.

El cambio profundo en las relaciones hemisféricas que reclamó el Presidente Raúl Castro Ruz en la pasada Cumbre, sencillamente, no ha ocurrido.

Nuestra América, martiana y bolivariana, conjunto de naciones, del Río Bravo a la Patagonia, unidas por un destino común en la búsqueda de su segunda y definitiva independencia, sigue siendo saqueada, intervenida y vilipendiada por el imperialismo norteamericano que invoca la Doctrina Monroe para ejercer dominación y hegemonía sobre nuestros pueblos.

Es una historia de guerras de conquista, despojo de territorios, invasiones y ocupaciones militares, golpes de Estado e imposición de sanguinarias dictaduras que asesinaron, desaparecieron y torturaron en nombre de la democracia y la libertad.  Una larga historia de rapaz expoliación de nuestros recursos.

Hoy existe el peligro del retorno al uso de la fuerza, la imposición indiscriminada de medidas coercitivas unilaterales, incluso, de golpes militares cruentos.

No debe subestimarse la gravedad de la declaración, arbitraria e injusta, de la República Bolivariana de Venezuela, cuna de la independencia latinoamericana y segunda reserva de hidrocarburos, como una amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional de la superpotencia.

La exclusión del presidente Nicolás Maduro Moros de esta Cumbre es una afrenta a todos los pueblos de Nuestra América y un retroceso histórico impuesto por el actual gobierno de los Estados Unidos.

Como voz de la hermana y heroica Venezuela, estamos aquí para defender su libre determinación y para reiterar la invariable solidaridad de Cuba con la unión cívico-militar bolivariana y chavista del pueblo venezolano, encabezada por su Presidente constitucional. Deseamos éxitos a la próxima elección presidencial en Venezuela.

A nombre de Cuba, invoco la Proclama de la América Latina y el Caribe como Zona de Paz, firmada por los Jefes de Estado y Gobierno en el 2014.

No olvido tampoco la ausencia de Puerto Rico.

Recuerdo que las Malvinas son argentinas.

Hace pocas horas el gobierno de la República de Cuba condenó enérgicamente el ataque perpetrado por los Estados Unidos y algunos de sus aliados de laOTAN contra la República Árabe Siria.  Esta acción unilateral, ilegal, sin evidencias ni conclusiones de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas, cuyo equipo busca pruebas en el terreno, constituye una flagrante violación de los principios del Derecho Internacional y de la Carta de las Naciones Unidas, que agudizará el conflicto en ese país y en la región.

Cuba rechaza firmemente el empleo de armas químicas y otras de exterminio en masa por cualquier actor y en cualquier circunstancia.

Nuestra América, con sus culturas e historia, el amplio territorio, la población y sus enormes recursos, puede desarrollarse y contribuir al equilibrio del mundo; pero es la región con la más desigual distribución de la riqueza del planeta.


El 10 % más rico amasa el 71 % de la riqueza y, en dos años, el 1 % de la población tendrá más que el 99 % restante. Carecen los pueblos de acceso equitativo a la educación, la salud, el empleo, el saneamiento, la electricidad y el agua potable.

Solo avanzaremos mediante la integración regional y el desarrollo de la unidad dentro de la diversidad que condujo a la creación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).

Los hechos recientes demuestran que la OEA, y especialmente su Secretario General, son meros instrumentos de los Estados Unidos.

Ahora, el objetivo es restablecer la dominación imperialista, destruir las soberanías  nacionales  con  intervenciones no convencionales, derribar a los gobiernos populares, revertir las conquistas sociales y reinstaurar, a escala continental, el neoliberalismo salvaje. Para ello se utiliza la lucha contra la corrupción como un arma  política; los fiscales y jueces actúan como «partidos políticos», y se impide a los electores votar por candidatos con fuerte apoyo popular, como es el caso del Presidente, preso político, Luiz Inácio Lula da Silva, cuya libertad demandamos.


Se oculta aquí que la corrupción prevalece entre gobernantes, parlamentarios y políticos conservadores y en los sistemas electorales, en los bancos del Norte, donde ocurre el lavado de activos financieros, incluso, provenientes del narcotráfico; en las transnacionales que sobornan, en las leyes y modelos políticos corruptos, por naturaleza, al basarse en el dinero, en los «intereses especiales» corporativos.

Se manipula a las personas a partir de la propiedad privada monopólica sobre los medios de comunicación y las plataformas tecnológicas.

En las campañas electorales no hay límites éticos, se promueve el odio, la división, el egoísmo, la calumnia, el racismo, la xenofobia y la mentira; proliferan tendencias neofascistas y se prometen muros, militarización de fronteras, deportaciones masivas, incluso de niños nacidos en el propio territorio norteño.

En el hemisferio aumentan las violaciones masivas, flagrantes y sistemáticas de los derechos humanos civiles y políticos, y económicos, sociales y culturales de cientos de millones de seres humanos que no hablan ni asisten a estas cumbres.

¿De qué democracia y valores se habla aquí?, ¿de los del presidente Lincoln o del «sueño» de Martin Luther King, que enaltecerían al pueblo estadounidense, al que nos unen vínculos indisolubles?, ¿o de los de Cutting, los que  provocaron la guerra con México y la extirpación de su territorio, o de los del supuesto «antisistema» extremista conservador que gobierna hoy en los Estados Unidos de América?

Cuba no aceptará amenazas ni chantaje del gobierno de los Estados Unidos. No desea la confrontación, pero no negociará nada de sus asuntos internos ni cederá un milímetro en sus principios. En defensa de la independencia, la Revolución y el socialismo, el pueblo cubano ha derramado su sangre, asumido extraordinarios sacrificios y los mayores riesgos.

Los progresos alcanzados en los últimos años en las relaciones bilaterales, basados en la absoluta igualdad soberana y en el respeto mutuo, que ahora se revierten, mostraron resultados tangibles y que la convivencia civilizada, dentro de las profundas diferencias entre los gobiernos, es posible y beneficiosa para ambos, y para todos en el hemisferio.

El bloqueo y la persecución financiera se endurecen, provocan privaciones a nuestro pueblo y violan los derechos humanos, pero crece también el aislamiento del gobierno estadounidense en todo el mundo, en la propia sociedad estadounidense y en la emigración cubana, respecto a esa política genocida, obsoleta y fracasada.

Aumenta igual la repulsa internacional a la ocupación de nuestro territorio en Guantánamo por la Base Naval y el Centro de detención y tortura enclavado en ella.

Sufre total descrédito el pretexto para reducir el personal de las Embajadas y afectar el derecho a viajar de los cubanos y de los estadounidenses.

El próximo 19 de abril, en el año 150 de nuestras luchas de independencia, con la constitución de una nueva Asamblea Nacional del Poder Popular culminarán las elecciones generales. Las cubanas y cubanos, especialmente los más jóvenes, estrechamente unidos al Partido, que es el Partido de la Nación, fundado por Martí y por Fidel; junto a Raúl, conmemoraremos firmes, seguros y optimistas la victoria contra la agresión mercenaria de Playa Girón.

Muchas gracias (Aplausos).
(Cubaminrex-Granma)

EE.UU en una coyuntura de vida o muerte



Por Enrique Muñoz Gamarra (*)


Para iniciar este apunte necesito recordar el discurso de Joseph Goebbels, ministro de contra información de Hitler, pronunciado el 18 de febrero de 1943 en el Palacio de los Deportes en Berlín cuando la Alemania fascista pasaba por una etapa crítica después de la derrota del 6to Ejército en Stalingrado que luego justamente lo llevó a su quiebra total, por sus sorprendentes semejanzas en cuanto a la agresividad asumida por el grupo de poder de Washington a partir del año 2001, particularmente por su actual representante en la Casa Blanca.

—”¿Quieren ustedes la guerra total? ”
(Clamor: “Sí, sí, sí” – Aplausos)
—”Si fuera necesario, ¿quieren ustedes una guerra más total y más radical que lo que hoy no podríamos ni siquiera imaginar?”
(Clamor: “Sí” Aplausos).
Miles de voces se unen y gritan: “¡Führer ordena, te seguiremos!”
—”Yo les pregunto: …”
Siguen los gritos: ¡Führer ordena, te seguiremos!”
—”Yo les pregunto: ¿Es la confianza de ustedes en el Führer más grande, más fiel e inquebrantable que nunca.  Están ustedes completa y absolutamente listos para seguirlo donde quiera que él vaya y hacer todo lo que sea necesario para llevar la guerra a un victorioso final? ”
(Aplausos)” (1).

Sorprendentemente la tonalidad de aquellas palabras es absolutamente igual a lo escrito por el presidente estadounidense, Donald Trump, el 11 de abril de 2018 a través de su cuenta personal de Twitter, previamente habiendo prometido el 9 de abril de 2018 decidir en un plazo de 24 a 48 horas sobre una respuesta adecuada a las denuncias de un supuesto ataque químico que habría causado decenas de muertos en Duma, en las afueras de la capital siria.

Sus palabras fueron:

“Rusia promete derribar todos y cada uno de los misiles lanzados contra Siria. ¡Prepárate, Rusia, estarán llegando, bonitos, nuevos e inteligentes! ¡No deberías ser socia del Animal Asesino del Gas que mata a su gente y disfruta!” (2).

El presidente de Estados Unidos ha lanzado esta amenaza después de que el embajador ruso en el Líbano, Alexánder Zasypkin, afirmara que todo misil estadounidense lanzado contra territorio sirio será derribado.

También tuvo este mismo sentido sus declaraciones desde Bedminster (Nueva Jersey, EE.UU.) el 8 de agosto de 2017 cuando la RPDC había logrado colocar un artefacto nuclear de hidrógeno en uno de sus misiles balísticos intercontinentales (ICBM), capaz de alcanzar objetivos en territorio estadounidense.
Entonces sus palabras fueron así:

“Más le vale a Corea del Norte no hacer más amenazas a Estados Unidos. Se encontrarán con un fuego y una furia nunca vistos en el mundo. Él ha estado haciendo muchas amenazas, más de lo normal, dijo .en aparente referencia al líder norcoreano, Kim Jong-un, y “se encontrarán con el fuego y la furia y, francamente, un poder de una magnitud tal que nunca se ha visto antes en este mundo”, agregó” (3).

En realidad, los estadounidenses después de su derrota militar en la península coreana por la gran RPDC han estado desesperados por la nueva situación mundial, incluso han anunciado a través de sus propagandistas que han confeccionado tres nuevas estrategias militares que son de seguridad, defensa y estrategia nuclear, filtrando a través de ellas la posibilidad del uso del armamento nuclear nada menos contra Rusia y China en caso de agresión.

Entonces de lo anterior resulta que algo sorprendente estaba ocurriendo en las contradicciones inter-imperialistas, es decir, pugna de intereses entre Estados Unidos, Rusia y China. Y es que, el que estaba amenazando con el uso de este armamento era precisamente aquel que había sido arrojado de la península coreana por la gran RPDC previamente haciéndolo saber que lo iba liquidar con aquel armamento si no retiraba sus numerosos trastes convencionales de sus fronteras marítimas (península coreana).

De lo anterior resulta lo preocupante de la situación mundial. La agresividad estadounidense, que ha perdido la hegemonía mundial, estaba multiplicada con visos ya muy claros del ascenso fascista en su Estado. Aquello ocurre en medio de una fuerte pugna por mercados y zonas de influencia y en una dura carrera armamentística que debe ser analizado ubicándolo en su verdadero contexto histórico.
Veamos esto:

1.- Los hechos siguen corriendo vertiginosamente:

En realidad la actual geopolítica mundial es complicada para las tres superpotencias capitalistas. En las actuales circunstancias deviene, tal vez más que sus ambiciones por mercados, el derecho a su existencia. Aquello proviene del grave riesgo que implica la actual coyuntura que empuja a un importante reajuste capitalista donde unos son desplazados y otros ascienden a nuevos niveles de poder. Es un periodo excepcional que solo ocurre en coyunturas históricas en el que el conflicto entre los grupos de poder mundial es a muerte. Esto en la actualidad es muy grave, sobre todo, entre los grupos monopólicos de Estados Unidos y Rusia. Hay que tomar nota de esto.

La crisis económica es muy fuerte que exige orientaciones precisas y no ambivalentes. La nueva estructura económica capitalista está en proceso aún no está definido. La gran crisis económica sigue batiéndose. Hay que tomar nota de esto.

Las posibilidades de desarrollo de los polos están latentes y consecuentemente pueden emerger nuevas potencias. China está posicionada. Estados Unidos se resiste a su desplazamiento. Rusia ha tenido resultados positivos en su economía a pesar de las sanciones económicas de Estados Unidos. Y Alemania está a la expectativa, trastabillando entre oriente y occidente. La Unión Europea es una potencia económica muy importante. No olvidemos que China, Rusia e India avanzan sobre esta región denominada Eurasia.

Estados Unidos está parapetado a Europa al unísono de la OTAN y al influjo de las costras burocráticas que controlan los estados europeos, pero, que ya se sienten en las columnas vertebrales de sus economías, fuertes vientos de rechazo a los grilletes que por tantos años los mantuvo postrados a los designios estadounidenses.

Aunque en 2001 China tuvo que pagar su derecho de piso aceptando toda clase de imposiciones para lograr su ingreso a la Organización Mundial del Comercio (OMC) incluyendo el despido de más de 10 millones de mano de obra, no podemos olvidar que desde el año 2010, cuando se rompe la alianza estratégica sino-estadounidense en materia de economía, China lo estaba aplastando violentamente, esto es en el curso de la llamada guerra fría que se había iniciado en ese mismo año (2010) con Estados Unidos.

Cuando recientemente Estados Unidos caldeó aún más aquel conflicto imponiendo nuevas tasas arancelarias a las mercancías chinas (acero y aluminio), aquello simplemente devino en una guerra comercial muy desfavorable y letal para este mismo país (Estados Unidos).

Los hechos que ocurrieron el 26 de marzo de 2018, cuando China dio inicio a la emisión de contratos a “futuro” sobre el petróleo denominado en yuanes (petro-yuanes) desde la bolsa internacional de energía de Shanghái, mostraron finalmente que sus perspectivas no eran buenas.

Desde entonces las preocupaciones de Estados Unidos han aumentado estrepitosamente. Para el grupo de poder de Washington está muy clara su precaria perspectiva. Nada es más importante que romper el círculo vicioso en el que está envuelto en la actualidad. Su catástrofe económica y su desplazamiento geopolítico con empantanamiento militar en varias regiones del planeta inflaman su desesperación. Su ansiedad es resolver esto. El grupo de poder de Washington dice: es ahora o nunca. Aunque todo ya está echado en su contra, está jugándose el todo por el todo. Sabe de las consecuencias que se agitan después del 26 de marzo con el asunto de China y los petro-yuanes-oro.

2.- Para el grupo de poder de Washington la actual coyuntura es de inmensa importancia, inaplazable y de vida o muerte: 

Entonces después de aquella fecha (26 de marzo de 2018) su tensionamiento es total. Aquello significa sobrepasar todas las líneas rojas. Los estadounidenses están muy claros que deben forzar la situación, lo que quiere decir, tensionamiento en primer lugar contra Rusia.

El asunto es bajar la moral de Rusia. No hay otra alternativa para Estados Unidos. Es decir el asunto es ejercer una fuerte presión contra este país hasta que capitule, lo que le permitiría avanzar en los niveles geopolíticos.

Entonces el grupo de poder de Washington ha calado esta situación, ha observado la inmensa importancia de la actual coyuntura, al que considera de inaplazable, de vida o muerte, que si no resuelve puede tener graves repercusiones en un futuro inmediato, lo que quiere decir, que no puede quedarse con los brazos cruzados, tiene que actuar forzando la situación, máxime si se trata de evitar una marcha inexorable a su ruina total.

Para Estados Unidos es fundamental la capitulación de Rusia. Es el que tiene armamento estratégico y la base de su empantanamiento militar en regiones como Siria y el Este de Ucrania, que en los hechos hace estremecer su poderío.

3.- Pero todo depende de la firmeza de Rusia y China:

Consecuentemente Estados Unidos va golpear y va tratar de imponerse sobre Rusia. Va tratar de humillarlo públicamente, mostrándolo como un trofeo de guerra. Esto es decisivo para este país.

Si Estados Unidos logra este objetivo, puede abortar todo lo que hasta aquí se ha logrado en materia de geopolítica mundial. Si Rusia permite esto puede perderlo todo. Al contrario para Estados Unidos, puede darle la posibilidad de tranzar con China en mejores condiciones, recuperando mercados y conteniendo su desplome.

Por supuesto esto de hecho complica los nuevos intentos en las alianzas estratégicas (Pakistán e India pueden retrotraerse. Es un peligro).

Consecuentemente la actual coyuntura rebaza hasta cierto punto el asunto de la pugna por mercados, el asunto ahora es de supervivencia, de supervivencia como superpotencias capitalistas.

No olvidemos que Rusia está en un fuerte reposicionamiento económico y geopolítico sobre la base de su armamentística. Al parecer esto ha sido avistado por Estados Unidos. Su derrota en Siria puede conducirlo a una derrota estratégica. Esto esta aun latente. Allí el asunto es cómo expulsar al ejército estadounidense que esta prendido como ladilla sobre el norte de Siria. Y más aun teniendo en cuenta sus enredos con Turquía que en nada ayudan en la solución del asunto sirio. Más bien la complican aún más. Sirven a los objetivos estratégicos de Estados Unidos. ¿Qué sus negocios con los gasoductos turco-rusos? Aquello puede ser paralizado en cualquier momento. No es un asunto totalmente seguro.

Rusia hasta aquí tuvo importantes avances y logros rápidos. Ahora es cuando debe mostrar aquella vitalidad emergida de aquel proceso. De lo contrario su situación se va complicar. Lo que a partir de aquí debe primar en Rusia es su firmeza en Siria y en cualquier otra región (Venezuela, etc.) en el que se involucre. Esto es clave, de lo contrario sus planes futuros se verán afectados seriamente.

El no uso del armamento nuclear, en la que Rusia es el primer poseedor y primera potencia militar del mundo, obliga a este país mostrar en la presente situación mundial, mucho dinamismo y firmeza en su accionar. No tiene otra alternativa.

En este caso, es clave su firme posicionamiento frente a los últimos hechos, por ejemplo, en Siria. No puede darse el lujo de decir: “Rusia advierte a EE.UU. sobre las consecuencias que enfrentaría si hiere a rusos en ataques a Siria”, induciendo así que solo actuarían si los estadounidenses atacasen su base naval en Tartus y su base aérea en Hmeymin. Esto es contraproducente e incluso visos de capitulación, sus defensas deben cubrir todo el territorio sirio, pues, de lo contrario ¿Para qué sirven las alianzas?

Rusia se juega su prestigio si queda inmovilizado tras el hipotético ataque que entre estos días pretende efectuar Estados Unidos contra Siria. Sencillamente el “Putin victorioso” estará en riesgo.

En un artículo anterior advertía, que si Rusia y China no pasaban a la firmeza, iban a ser barridos por Estados Unidos, pues, este país dispone de una enorme cantidad de armamentística convencional y los riesgos iban a saldarse en negativa sobre todo en aquellas regiones donde existiera debilidad estratégica de estos dos países (Rusia y China).

Aunque el uso del armamento nuclear no está en la agenda ni en el de Estados Unidos ni en el de Rusia, aquello no implica que hayan desaparecido. El armamento estratégico debe ser utilizado como corresponde, como instrumento de contención, es decir, mostrando a la luz pública en el momento oportuno exactamente como disuasivo.

Sobre esto hay varios ejemplos. Uno de ellos es lo que sucedió el 5 de marzo de 2014 en Crimea y Sebastopol cuando se mostraron las armas contundentes en los lugares más visibles para los satélites espías estadounidenses. Y en efecto aquella acción condujo a la segunda derrota militar estadounidense. No hay que olvidar esto. Y otro lo que hizo el presidente ruso, Vladimir Putin, el 1 de marzo de 2018. Aquella línea debe continuarse.

Consecuentemente, lo repito una vez más, la fuerza de la enorme carga armamentística convencional estadounidense solo puede ser contenida mostrando debida firmeza. De lo contrario aquello corre riesgo inminente.

Esto no quiere decir que Rusia no tenga suficiente armamentística convencional para frenar cualquier agresión que pueda sobrevenir desde Estados Unidos, Israel, del conjunto de los países del Golfo Pérsico, de los países europeos o de cualquier otro país. Rusia los tiene. No olvidemos que es la primera potencia militar del mundo.

Finalmente aquí como a manera de refrescar la memoria expongo la firmeza del presidente ruso, Vladimir Putin, en la cumbre del G-8 en Enniskillen (Irlanda del Norte) efectuada el 17 y 18 de junio de 2013:

Como se sabe en esa cumbre el presidente, Vladimir Putin, no se dejó intimidar por el resto de líderes de este grupo, enfrentándolos con mucha energía, particularmente, al entonces presidente estadounidense, Barack Obama, al primer ministro británico de aquel momento, David Cameron, y al ex presidente francés, François Hollande. Esto fue corroborada, según Pepe Escobar, por la canciller alemana Ángela Merkel.

Veamos esto:

“Putin dirigiéndose a la mesa: ‘¿Queréis que el presidente Bacher al-Asad renuncie? Mirad a los dirigentes que habéis instalado en Medio Oriente durante lo que habéis bautizado como ‘Primavera Árabe’. Continua: “Queréis que Rusia abandone a Asad y su régimen y apoye a una oposición cuyos líderes no saben nada excepto emitir fatuas declarando quiénes son herejes, y cuyos miembros –que provienen de un montón de países diferentes y tienen múltiples orientaciones– no saben nada excepto masacrar gente y comer carne humana’. Y dirigiéndose especialmente al presidente estadounidense, Barack Obama: ‘Su país envió su ejército a Afganistán en el año 2001 con la excusa de que estáis combatiendo a los talibanes y a la organización al Qaida y otros terroristas fundamentalistas a quienes vuestro gobierno acusó de realizar los ataques del 11 de septiembre en Nueva York y Washington. Y aquí estáis ahora haciendo una alianza con ellos en Siria. Y usted y sus aliados están declarando su deseo de enviarles armas. Y ahí tenéis a Catar donde vosotros (EE.UU.) tenéis vuestra mayor base en la región y donde los talibanes están abriendo una oficina de representación” (4).

Sospecho que algunos compañeros al leer el presente artículo pueden creer que el analista es un filo ruso. En descargo puedo responder indicando que solo es un análisis geopolítico. Una disciplina que a veces obliga a rebajar el análisis.

Y para terminar, advierto que no podemos olvidar lo que significa el periodo especial al que ha ingresado el mundo tras la derrota militar estadounidense el 14 de octubre de 2017 en la península coreana. Y para estar aún más lúcidos, tener en cuenta que este especial periodo corresponde a la tercera fase de la coyuntura histórica.

NOTAS: 

1.- “Discurso de Goebbels declarando la Guerra Total Observar el siguiente enlace:  http://www.exordio.com/1939-1945/Sounds/goebbels-guerra-total.html
2.- “Trump: “Prepárate, Rusia, los misiles llegarán a Siria”. Nota publicada el 11 de abril de 2018, en: Rusia Today.
3.- “Responderé con un furia nunca vistos en el mundo”: Nota publicada el 8 d agosto de 2017, en: http://www.vanguardia.com/mundo/406010-respondere-con-un-fuego-y-una-furia-nunca-vistos-en-el-mundo-trump-a-corea-del-norte
4.- “La ‘Hermandad’ China-EE.UU”. Autor: Pepe Escobar. Nota publicada el 13 de julio de 2013, en: rebelión y Asia Times Online.