Por:
Dr. Néstor García Iturbe
16
de marzo del 2018.
La palabra globalización es un instrumento
del imperio para encubrir un nueva forma de expansión, en este caso económica,
con la cual fortalece su hegemonía sobre otros países y el régimen de
explotación que somete a los mismos, todo eso encubierto bajo un limitado
beneficio que reciben estos, con el “desarrollo” de sus economías, lo
cual no deja de ser un desarrollo controlado y ajustado a los intereses
económicos de los grandes capitales del imperio y las grandes potencias
mundiales.
Algunos organismos internacionales, en
su definición sobre la globalización, tratan de presentarla como un fenómeno
inexorable, determinado por la historia como parte del progreso de la
humanidad, tendiente a desarrollar una especie de división internacional del
trabajo, que se encamina a la integración de la economía mundial, lo cual no es
cierto.
El Fondo Monetario Internacional, uno de los
instrumentos creados y utilizados en función de los intereses de los grandes
consorcios y de los países donde estos tienen el poder en sus manos, define la
globalización de la siguiente forma:
“La
"globalización" económica es un proceso histórico, el resultado de la
innovación humana y el progreso tecnológico. Se refiere a la creciente
integración de las economías de todo el mundo, especialmente a través del
comercio y los flujos financieros. En algunos casos este término hace alusión
al desplazamiento de personas (mano de obra) y la transferencia de
conocimientos (tecnología) a través de las fronteras internacionales. La
globalización abarca además aspectos culturales, políticos y ambientales más
amplios que no se analizan en esta nota.
En su aspecto más básico
la globalización no encierra ningún misterio. El uso de este término se utiliza
comúnmente desde los años ochenta, es decir, desde que los adelantos
tecnológicos han facilitado y acelerado las transacciones internacionales
comerciales y financieras. Se refiere a la prolongación más allá de las
fronteras nacionales de las mismas fuerzas del mercado que durante siglos han
operado a todos los niveles de la actividad económica humana: en los mercados
rurales, las industrias urbanas o los centros financieros.
Los mercados promueven la
eficiencia por medio de la competencia y la división del trabajo, es decir, la
especialización que permite a las personas y a las economías centrarse en lo
que mejor saben hacer. Gracias a la globalización, es posible beneficiarse de
mercados cada vez más vastos en todo el mundo y tener mayor acceso a los flujos
de capital y a la tecnología, y beneficiarse de importaciones más baratas y
mercados de exportación más amplios. Pero los mercados no garantizan
necesariamente que la mayor eficiencia beneficiará a todos. Los países deben
estar dispuestos a adoptar las políticas necesarias y, en el caso de los países
más pobres, posiblemente necesiten el respaldo de la comunidad internacional a
tal efecto.”
En
esta definición se trata de presentar la globalización como un fenómeno propio
de las transacciones internacionales comerciales y financieras,
como si fueran las “fuerzas del mercado” las que originaron el fenómeno, cuando
el mismo es un producto de la política hegemónica y de explotación a
otros países que han desarrollado Estados Unido y otras potencias mundiales
durante un proceso de inversión indiscriminada, donde prima el interés
del inversionista y no del país donde se realiza la inversión, por lo regular
países pobres, que encuentran en estas nuevas fuentes de empleo, al menos un
poco de oxígeno que les permite continuar respirando.
Oro
medio, en este caso Wikippedia, también nos ofrece su definición del asunto,
cuando plantea “La
globalización es un proceso económico, tecnológico, político, social, empresarial y cultural a escala mundial que consiste en
la creciente comunicación e interdependencia entre los distintos países
del mundo uniendo sus mercados, sociedades y
culturas, a través de una serie de transformaciones sociales, económicas y
políticas que les dan un carácter global.
La globalización es a menudo identificada como un proceso dinámico
producido principalmente por la sociedad, y que han
abierto sus puertas a la revolución
informática, llegando a un nivel considerable de liberalización y democratización
en su cultura política, en su ordenamiento jurídico y económico nacional, y en
sus relaciones nacionales e internacionales.”
Nuevamente
se trata de presentar al monstruo como parte de un proceso de integración
económica y social, a escala mundial donde se destaca la comunicación e
interdependencia entre los distintos países del mundo, cuando en realidad son
acciones forzadas y dirigidas por un país que se beneficiará de las mismas y
otro al cual se le crea una dependencia planificada y por lo regular
permanente, pues su desarrollo queda comprometido con los intereses económicos
del inversionista, regularmente una de las grandes potencias mundiales.
Una
publicación especializada, “El Portal Estadístico” nos describe la
globalización en una forma más comprensible y cercana a la realidad. En este
caso la describe “Como la Inversión Directa Extranjera (FDI),
sencillamente el dinero que invierte una empresa en otra empresa, de un país
diferente. Estas compañías usualmente poseen una parte de la compañía
extranjera en la cual han invertido e influyen en el proceso de producción, la
toma de decisiones y todo aquello que se relaciona con el proceso de
producción, incluyendo los salarios.
Aunque el fenómeno saque en gran medida ventaja de los avances
tecnológicos del siglo 21, así como también de la flexibilidad cultural de la
población en edad laboral de hoy, la inversión directa extranjera tiene una
larga historia, remontándose a los imperios coloniales. No sin críticos, el FDI
generalmente traer ventajas para la compañía inversionista, como el acceso a
los nuevos mercados además de costos de la mano de obra, los materiales y
las instalaciones de producción a un costo disminuido, acorde a la situación
del país donde se realiza la inversión.. La economía local puede sacar provecho
de una infusión de capital, acceso a las nuevas tecnologías, disminución del
desempleo, salarios por encima de la norma nacional, pero la que recibe
beneficios extraordinarios es la empresa que realiza la inversión, amparada en
el proceso de globalización.”
La inversión
de Estados Unidos en el extranjero ha tenido un crecimiento vertiginoso
en los decenios pasados. Las corporaciones multinacionales
estadounidenses, especialmente enfocadas en el incremento de sus beneficios
financieros, han invertido en fábricas en ultramar, que le ofrecen esas
ventajas. Sin embargo, una parte grande de estas corporaciones enfocan la
producción no sólo a suministrar el mercado de Estados Unidos, sino
también la demanda local de los productos que fabrican y competir en el
mercado internacional.
En el año
2016, la inversión acumulada total de Estados Unidos en otros países,
representó 5, 33 trillones de dólares.
De acurdo
con la información obtenida en “El Portal Estadístico” las inversiones
estadounidenses en algunos países desde el año 2000 al 2016 acumulan los
siguientes totales.( En Billones de dólares)
ASIA
PACIFICO 846,68
AUSTRALIA
165,35
JAPON
114,64
ALEMANIA
107,71
CHINA
92,48
MEXICO
87,
64
AFRICA
57,47
ORIENTE
MEDIO 45,93
INDIA
32,94
ITALIA
24,69
Este
ritmo de inversión estadounidense en otros países pudiera calificarse como
“resultado de la globalización”, sin embargo está dirigido, en su
mayoría, hacia países donde el dólar está altamente cotizado cuando se
compara con la moneda del país, lugares donde el realizar una inversión
tiene un costo muchísimo más barato que si se realizara en Estados Unidos,
donde se pagarán salarios muchísimo más bajos que los que podría recibir un
obrero estadounidense realizando la misma labor, donde debido a la nueva
inversión regularmente el país receptor otorga varios años de exención de
impuestos a la empresa inversionista y le permite extraer una alta
proporción de sus utilidades, que regularmente van a parar a los paraísos
fiscales, para que el gobierno estadounidense no pueda imponerles impuestos por
las mismas. En este
caso estamos analizando el proceso inversionista de un país, Estados Unidos,
lanzado contra los recursos del mundo para obtener las mayores ganancias
posibles.
Podemos
también analizar el caso de un país, receptor de inversiones foráneas, que
estimula las mismas ofreciendo sus recursos naturales, su mano de obra barata,
exenciones de impuesto y otra ventajas para que el capitalista encuentre el
mayor beneficio posible invirtiendo en el mismo. Tomemos la República Popular
China como ejemplo en este análisis. Para este ejercicio hemos
seleccionado los diez países que han realizado las mayores inversiones en el
misma, lo que evidentemente ha resultado en un desarrollo de su economía debido
a la Inversión Extranjera Directa, que está sujeta a problemas de los mercados,
internos y externos, el adelanto tecnológico de la inversión realizada, las
relaciones diplomáticas y la política comercial entre China y el país
inversionista.
Estados Unidos: 92,480 millones hasta el 2016.
Anualmente
se invierten cerca de 2,000 millones. La presencia de compañías
estadounidenses se extiende a casi todos los sectores manufactureros o de
servicios pero, según diversos analistas de las relaciones bilaterales, la
desaceleración económica china, una regulación más estricta de los mercados y
un aumento de los costos laborales han llevado a un repliegue de la inversión
estadounidense en los últimos años.
Corea del Sur, cerca de 3,000 millones anuales.
Sus inversiones se concentran en los sectores automotriz e informático-
Singapur: 12,000 millones hasta el 2016.
Anualmente realiza inversiones cercanas a los 2,500 millones de dólares. China es su principal destino de inversiones en Asia. Tiene presencia en las empresas Pvilion Energy Pte, dedicada a los problemas energéticos y Jurong Consultants.
Taiwán: Invierte cerca de 2,500 millones anuales.
A pesar de las diferencias políticas, está entre los primeros inversores en China. Sus inversiones están presentes en el campo de la minería, el sector electrónico y los textiles. Sus empresas de más peso son la Foxconn y Want Want China Holding ltd.
Alemania:
Se registra una inversión promedio de 2,000 millones de dólares anuales
La
inversión germana en China, que dio un salto entre 2009 y 2013, la cual s ha
dirigido la industria automotriz, teniendo presencia de Audi, BMW,
Mercedes and Jaguar Land Rover. La inversión directa alemana también se
ha concentrado en la manufactura de maquinaria y equipamiento, en
particular el sector de alta tecnología.
Reino Unido: Inversiones por aproximadamente 800 millones anuales.
La inversión directa br4itánica se ha centrado principalmente ene le sector farmacéutico
Francia: Inversiones cerca de los 500 millones de dólares anuales
Concentrada en el sector manufacturero, productos químicos, automotriz, alimentos, maquinaria y en el energético. La Renault tiene fuerte presencia en el país. Además de la Electricite de France, Suez, Telecom, Total Oil, Carrefour, Danone y Loreal.Hong Kong
Hong
Kong:
Esta
ciudad ha sido el puente de entrada de la mayor cantidad e inversiones en
China, en algunos casos para empresas y capitales que no desean aparecer
directamente como inversionistas. Se crea una empresa en Hong Kong, algo
relativamente fácil y por medio de la misma se invierte en China. Por
esta vía pudiera llegar dinero proveniente de las drogas y otras actividades
criminales.
Se
han registrado cuantiosas inversiones como las de los primeros mese del2016
ascendente a 33,000 millones de dólares, estas se registraron principalmente en
los sectores electrónico y textil.
Japón:
Japón:
El proceso inversionista japonés presenta
algunas dificultades y ha disminuido, primero por la disputa sobre las islas
Senkaku. Adicionalmente el costo manufacturero chino ha aumentado, por lo que
muchas de las inversiones japonesas se han desviado hacia Vietnam, Cambodia,
Indonesia y Filipinas.El
sector automotriz, junto al electrónico, han sido los más importantes ejes de
la inversión nipona en China.
Holanda:
Operan
en China cerca de 600 empresas holandesas. En su mayoría son pequeñas y
medianas que no tiene más de 50 empleados. La presencia holandesa eta presente
en el sector de la agroindustria hasta servicios. Un buen número se
dedican al comercio electrónico.
Después
de analizar las dos situaciones presentadas, las inversiones de Estados Unidos
en el Exterior y el proceso inversionista que durante años se ha desarrollado
en China, no podemos pensar en una “división internacional del trabajo”,
tampoco en el desarrollo normal de un país, en mi criterio ambos procesos están
impulsados por el afán de lucro, la explotación de la mano de obra barata donde
esta se presente y en casos como el de China, sujeto a que otros países
no ofrezcan mejores ventajas a los inversionistas, incluyendo la propia
mano de obra, como ha sucedido en el caso de Japón y el desvío de sus
inversiones.
Un
país con pocos recursos económicos requiere de la inversión extranjera para su
desarrollo económico, nadie lo duda, sin embargo el proceso inversionista puede
crear dependencias y vulnerabilidades, económicas y políticas, que deben
medirse adecuadamente y estar preparados para ellas.
Algunos
teóricos de la globalización la presentan como un proceso, además de económico
y tecnológico, (que se relaciona directamente con el proceso inversionista)
como político, social y cultural, lo cual adicionan para mostrar como el
proceso se humaniza, ya que no solamente se dedica a la explotación de los
países de poco desarrollo por parte de las potencias mundiales, sino que además
se preocupa por el aspecto social y cultural de los desposeídos.
La
globalización, si fuera un fenómeno para beneficiar a la población mundial y no
solamente a una pequeña parte de esta, los inversionistas, tendría que agregar
en sus propósitos la utilización de las ganancias para resolver los problemas
de hambruna, la carencia de atención médica, los problemas de la educación que
se ponen de manifiesto, principalmente en los países situados en el Sur
del globo terráqueo.
Al
hablar de la globalización no se hace referencia la globalización militar, algo
que ya existe y que pone en peligro la paz mundial. En el caso de Estados
Unidos, que se auto otorgó el papel de gendarme mundial, para defender los
intereses económicos de su clase dominante, tiene perfectamente organizada la
globalización militar, por medio de los Comandos establecidos, los cuales
cubren totalmente el globo terrestre. Pudiéramos decir que esa es una
perfecta globalización.Mientras
que los inversionistas y hombres de negocio estadounidenses van colocando su
dinero en distintos países, como parte del proceso de “globalización” también
los “inversionistas” del Pentágono se preocupan por fortalecer los medios con
que cuentan para la defensa de la “Seguridad Nacional”, representada en este
caso por las inversiones antes mencionadas. Donde puede abrirse o fortalecer
una base militar, esto se realiza, cuando esto no es posible, se cuidan los
intereses económicos distribuyendo cohetería atómica en las fronteras del país
donde está situada las inversiones.
Recientemente
varios medios de prensa han hecho referencia a la “guerra comercial” como algo
que puede iniciarse debido a las medidas proteccionistas que el gobierno de
Estados Unidos está planteando tomar en relación con algunas de sus
importaciones. La “guerra comercial” no h a dejado de existir, en algunos
momentos se ha manifestado con pequeñas escaramuzas y en otros como, puede
suceder ahora, en cruentos combates.
La
“guerra comercial” se ha sostenido por el afán de lucro de las grandes
potencias y los intereses particulares de los inversionistas. Si en definitiva,
se llega a combatir seriamente, tendremos que ver quienes tienen mejores armas
y más resistencia, si los inversionistas y los países donde tiene sus
inversiones, o los que promulgan el proteccionismo.
BIBLIOGRAFIA
BBC.MUNDO.-
Los Diez países que invierten más dinero en China
Departamento
de Defensa de Estados Unidos.- Comando Unificados
El
Portal Estadístico.- Inversiones de Estados Unidos en otros países.
Fondo
Monetario Internacional.- Informe 2015.
Wikippedia.-
¿Qué es la Globalización”
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