jueves, 26 de febrero de 2015

Europa se debate entre crisis y conflictos


Por Iván Morales Morales

Europa se debate entre crisis y conflictos. En Grecia esperan solución a sus problemas.

Foto: EFE
La zona europea, y cada uno de sus países miembros, sigue siendo noticia por los conflictos que se tejen en su interior y, sobre todo, por la crisis económica que hace tambalear los preceptos de un sistema muchas veces defendido. Nuevamente las posibilidades de un conflicto militar en Ucrania, nación que llora sus miles de muertos, otros tantos desplazados y cuantiosos daños materiales en infraestructura, así como las tensas negociaciones entre Grecia y la troika europea para sacar a los helénicos de la debacle financiera actual fueron algunos de los temas analizados este miércoles por los especialistas participantes en el foro radiotelevisivo Mesa Redonda.

El tema inicial de la tarde noche de mitad semana estuvo reservado para los convenios entre el nuevo gobierno griego y los representantes de la eurozona. Al respecto, el profesor del Instituto Superior de Relaciones Internacionales (ISRI), el doctor Leyde Rodríguez Hernández, significó que los mismos acontecieron en medio de un contexto geopolítico tan delicado como el que se vive en ese territorio con alrededor de 11 millones de habitantes.

Para el investigador, resultaba fundamental para la Unión Europea (UE) resolver la conflictividad existente en ese país. De ahí que se aceptaran, dijo, entre otros acuerdos, la lucha contra el fraude y el contrabando de tabaco y combustible, y la batalla por erradicar la evasión fiscal, fenómeno que causa cuantiosas pérdidas monetarias para los gobiernos miembros de la comunidad.

Asimismo, al responder a una pregunta del moderador del espacio, el catedrático aseveró que tanto la gobernante coalición de izquierda Zyriza, como los integrantes del bloque político, se vieron precisados a ceder en sus propuestas, pues de no llegar a un arreglo existía la posibilidad de que la asfixia financiera se apoderara de Grecia.

En un siguiente momento de su intervención, y como parte de otro de los asuntos abordados en la Mesa Redonda, el profesor del ISRI destacó que la crisis sistémica que vive hoy el capitalismo está incidiendo negativamente en Europa, y una muestra de ello es la reactivación de las fuerzas conservadoras. Dichos movimientos, añadió, dedican sus esfuerzos a ahogar a los gobiernos de avanzada cuando llegan al poder a través de trabas políticas y fuertes mecanismos de presión. De igual forma, el 2015 –aunque no percibo una salida a la crisis económica- será un año clave para la región por las elecciones, concluyó. Ucrania no faltó a la Mesa. 

La escritora y periodista, Elsa Claro, expresó que detrás de los acuerdos de Minsk están los intereses del gobernante en la nación ubicada al este de Europa. O sea, acotó, es una estratagema por parte de Petro Poroshenko para reagrupar fuerzas y vencer a los separatistas. En ese sentido, el analista del Centro de Investigaciones de Política Internacional del Ministerio de Relaciones Exteriores, el Dr. Nelson Roque Suástegui, aseguró que allí se busca consolidar a la Organización del Tratado del Atlántico Norte en su rol de garante de la seguridad de las naciones miembros. Sin dudas, la situación en Grecia y sus negociaciones con la troika europea se mantendrán en la categoría de noticia, pues se siguen dando hechos significativos en torno a una población helénica que espera ansiosa un “golpe de timón” de su gobierno capaz de sacar a flote a un país envuelto en una compleja situación económica, financiera y humanitaria. Lo mismo sucede con el conflicto en Ucrania, una nación que debe abogar por el establecimiento de la paz.

lunes, 23 de febrero de 2015

Gerardo regresó al ISRI



Por Lisa Robaina Acosta

Por necios como él, es que se nos ponen los pelos de punta y decidimos que nuestra elección de ser necios también, ha sido lo más acertado que hemos hecho en nuestra condición de cubanos que defienden su Revolución. Es uno de los tantospensamientos, que como ráfaga pasa por la mente al escucharlo hablar.

Gerardo regresó al ISRI. Regresó a sus Cuatro Letras, al espíritu de su anterior edificio. Dijo que aquí se hizo verdaderamente revolucionario, y es fácil creerle, porque cuando se estudia la historia universal, El capital de Marx, las obras de Lenin, la historia de nuestro país y de nuestra diplomacia, uno comienza a ver y a comprender lo que le rodea criticando las abismales desigualdades que existen en el mundo, e identificando la raíz de su existencia: el imperialismo, los imperialistas y todos sus parientes ambiciosos. Uno crece entonces, y desea revolucionar las cosas. Crea o se une a un proyecto para ello, y se torna indiscutiblemente revolucionario. Gerardo tuvo la suerte, como nosotros, de nacer en el país donde se gestó el proyecto adecuado para los revolucionarios que luchan contra el imperialismo.

Gerardo fue el jueves pasado otro alumno, tan alumno que pareciera que contaba anécdotas de solo dos cursos atrás. Alguien lo llamó Gerald, alguien que seguramente hablaba con él por primera vez, pero se sintió tan afectuoso que pareciera que eran amigos de toda la vida. Es exactamente eso a lo que inspira el papá de Gema cuando se le escucha. 
Escapa ‘o sí, Gerardo puede hablar de lo que sea, y no solo el compromiso y las ganas de escuchar su voz es lo que invita a quedarse atónito. Es por sobre todas las cosas, lo que dice, y cómo lo hace.

Con tacto y contacto. Gerardo toca el corazón, y hasta las historias más desagradables de su tiempo en prisión llegan de la forma en que él desea que sean vistas: sin afectar a nadie, sin provocar que la gente sienta pena por él, sino empatía y orgullo. Sus bromas son espontáneas, profundas y hacen que te sonrías por fuera, y por dentro. Ese es él. De mirada profunda. Capaz de recordar a todos por sus nombres. Capaz de emocionarse y llorar, y en el mismo instante hacer reír.

Gerardo dijo cosas en la tarde de este jueves que no pueden ser olvidadas.

Gerardo reflexionó con un auditorio, que perfecta y necesariamente pudiera ser toda Cuba: NECESITAMOS CONOCER NUESTRO PASADO. Se eriza la piel cuando adviertes cuánto siente esa máxima que pone en lo alto de su discurso. Esta Isla está llena de historia, dice; muchas de las calles libres por las que hoy transitamos fueron escenarios sangrientos donde dieron la vida miles de cubanos para hacer posible el sueño por el que luchaban. Los jóvenes no debemos pensar solo en el presente y el futuro, que son tiempos importantes; debemos conocer y sentir lo que nos precedió, nuestras raíces, para valorar lo que tenemos, para agradecerlo.

Luego toca uno de sus puntos fuertes en materia de deporte: la pelota. Y no lo hace para cambiar de tema. Lo hace para hablar de política y de cómo seguir defendiendo la Revolución. Establece una metáfora que provoca que la gente haga ese gesto con la cabeza de decir que sí, pero en silencio. Un sí sentido, como resultado de un análisis que se produce a la par de su acertada explicación. Y así, de su respuesta a alguien que le pide un consejo para la juventud, Gerardo explica que el momento histórico que vivimos es como un gran juego de pelota que llega a su año 56; que en el desarrollo del partido el pitcher ha lanzado bolas de más de 90 millas, pero que el equipo home club ha sabido mandarlas muy lejos. Añade que ha habido algunos strikes, pero que el juego va a favor del equipo local. Y advierte, alerta, que el contrario cambiará su estrategia de lanzamiento e intentará hacer un tenedor, una bola curva (porque con las rectas no le ha resultado); pero que nunca abandonará el objetivo final que es ganar el partido. Aunque con el regreso al juego de cinco jugadores estrella, dimos jonrón con las bases llenas, hay que estar claro que el choque no se acaba hasta el último out, y que hasta ese momento tiene que entregarse todo en el terreno. Es evidente su claridad a la hora de explicar la situación actual, y se corrobora que cuando se vive en el monstruo, se le conocen mejor aún las entrañas.
 Cuando le preguntaron cómo habían sido sus años preso, ubica al auditorio en el contexto económico de aquel país y habla del estado constructivo de la prisión. Luego menciona momentos desagradables que vivió: de los 17 meses en el hueco o cuando se quitaba la vida algún conocido. Y revela entonces sus luces; explica cómo pudo sobrevivir. Habla de dos cosas: de su Adriana, y de sus ideales. Dice que hay algo que hace a un hombre infranqueable: creer en una causa, y defenderla. Y con el mismo tono de voz, sin vestigios de nada que no sea entusiasmo, Gerardo confirma que nunca tuvo nada de qué arrepentirse, y que cuando el fallo de la Corte de Atlanta negó su apelación, desconectó el plus del proceso legal porque sabía que de ahí no saldría nada, y concluyó en que si tenía que terminar sus días en prisión, de viejo, lo haría. Sinceramente, era como escuchar alDavid de En silencio ha tenido que ser.

Sus cuatro hermanos y él eran lo mismo para Gerardo en aquellas circunstancias. Sin adulaciones, es de grandes la forma en que cuenta cómo decidieron ir a juicio los cinco juntos aun cuando individualmente se verían afectados.

Y la Isabel de este David, con olor a bebita, se ve grande también contando su historia; no solo de amor sino de amistad. Toda radiante mostró fotos que les tomó a sus dos amores para enseñar cuánto se parecen. Mi diamante, dice refiriéndose a la niña, y a uno se le aprieta el pecho de tanta emoción.

Hasta a Uruguay llegó la alegría del regreso de los CINCO. Enorgullece saber que en plenas votaciones la gente ponía banderas cubanas en sus carros para celebrar, con el ISRI en las noticias. El ISRI, que como dice quien estuvo todo el tiempo con lágrimas en los ojos al ladito de Gerardo, es ISRI, porque isrinianos como nosotros poblamos sus aulas.

Qué bueno caballero. ¡Qué bueno de verdad! Qué alegría verlo con nuestro pulóver, y en aquella foto de una simulación como nuestro Ágora; y con una copia de la tesis, tesis que haremos nosotros también; y con un libro que nos leímos y leeremos a nuestros hijos: La Edad de Oro, dedicado con amor para Gemita; y con una medalla de graduado; y verlos a los dos, él y ella, héroes de carne y hueso, con una muñequita negra pionera, que como toda buena cubana, se convierte en bandera.


P-E-R-D-U-R-E P-O-R S-I-E-M-P-R-E L-A R-E-V-O-L-U-C-I-Ó-N C-U-B-A-N-A

miércoles, 18 de febrero de 2015

El gobierno de los Estados Unidos y el deseo de doblegarnos

Por Fernando M. García Bielsa

Vuelvo al tema, que considero crucial, acerca del pulseo a que estamos obligados ante la influencia y las pretensiones de la potencia del norte.

Justo esta semana, cuando escribía estas líneas, el presidente Obama, en su entrevista para el portal estadounidense Vox, ha reconocido que su política exterior tiene una “dosis de realismo”, por lo que EE.UU. “en ocasiones tuerce el brazo a los países cuando no hacen lo que queremos”.

Es por ello aún más pertinente llamar la atención acerca de algunas de las ideas que sobre la dominación, la subversión y el poder a ejercer para doblegar a otros han elaborado ideólogos del mundo capitalista. Precisamente por aportar una óptica y reflejar intenciones muy alejadas de las nuestras, esta aproximación a las propias palabras del adversario puede resultar interesante.

Aparte de la conocida y temprana ambición por parte de los círculos de poder de los Estados Unidos por anexar a Cuba, y de las lecciones que brinda toda nuestra historia con ese vecino, podemos también sacar enseñanzas del pensamiento imperial per se.

Al respecto hay interesantes textos a considerar provenientes de esos medios. Con ello dejamos de lado y no pretendemos entrar aquí en el muy importante y complejo tema del Poder, que ha sido tratado extensamente por muy serios autores, tanto en la actualidad como desde tiempos ancestrales.

Para empezar citemos al politólogo Robert Dahl, que fue presidente de la Asociación Americana de Ciencia Política, quien definía el poder como “la habilidad para lograr que otros hagan lo que de otro modo no harían”.

Un concepto parecido fue desarrollado por el académico Joseph S. Nye Jr., en ocasiones funcionario del aparato civil del “Departamento de Defensa” (léase ministerio de la guerra), quien desde finales de los ‘80s, viene argumentando que la naturaleza de las fuentes del poder están cambiando hacia factores tales como la tecnología, la educación, la “industria del entretenimiento”, el crecimiento económico, y otros, algunos de los cuales caen dentro de lo que denomina “soft power” (poder suave). Por aquellos años Nye argumentaba que los Estados Unidos en lo adelante, y cada día más, ejercería su dominación y “liderazgo” a partir del amplio predominio y “atractivo con que cuenta en términos de imagen”, en influjo de sus medios de difusión, su industria cinematográfica, su música, su modo de vida, etc., y que dejaría de recurrir progresivamente al uso de su fuerza bruta y el poder militar.

En esto último, evidentemente, se equivocó.  Todos sabemos que EEUU pretende dominar por medio de la violencia y la arrogancia. Solo basta ver los aletazos y el caos que genera en esta etapa de su declinación.

Pero volvamos a lo que nos interesa en cuanto a conocer mejor “por donde vienen”. Este ideólogo hace una distinción entre el “poder suave” respecto a la capacidad de forzar (command power), que se ejerce tanto mediante amenazas y uso directo de la fuerza (“garrotes”), como por medio de dádivas (“zanahorias”), que gracias a los recursos económicos del país le permite comprar voluntades y encandilar a muchos.Sin recurrir a las “zanahorias”– dice Nye – hay también una manera indirecta de ejercer el poder. “Un país puede lograr los resultados que prefiere en la política internacional debido a que otros países quieren seguirlo o se han sumado a un sistema que produce tales efectos. En este sentido es igual y tan importante establecer la agenda y estructurar las situaciones en la política internacional, como lo es lograr que otros cambien en determinadas situaciones”.Y agrega: “…Si un estado puede hacer su poder legítimo a los ojos de otros, encontrará menos resistencia a sus deseos…, si puede sostener instituciones de apoyo que alienten a otros estados a canalizar o limitar sus actividades por vías que sean las preferidas del estado dominante, este podría no tener la necesidad de ejercer más costosos poderes coercitivos o duros durante situaciones de regateo y negociación”.Este autor resalta las que considera ventajas comparativas de EE.UU. dadas la atracción de las ideas, símbolos y mitos de su “industria cultural” respecto a otros centros importantes de poder en el mundo.

Alega que ello le permite consolidar su “liderazgo” y predominio, incluso para alterar el comportamiento y los deseos del adversario, darle forma a sus preferencias y lograr que otros quieran hacer lo que EE.UU. quiere.Según esta línea de pensamiento sobre la que se basa buena parte de la acción de los distintos vectores del imperio, éste está en capacidad de estructurar las creencias y preferencias de otros, lo que haría su dominación más perdurable que si descansara solo sobre otros medios de control activo. 

Mediante el “poder suave” y la atracción de su cultura y valores los Estados Unidos adquiere la habilidad de manipular la agenda de opciones políticas, de tal manera que haga que el adversario o los actores en juego dejen de expresar u optar por ciertas preferencias “debido a que ellos lleguen a percibirlas como poco realistas e inalcanzables”.Un ángulo complementario de la cuestión lo vemos en las palabras de David Rothkopf, director del gabinete de consultorías de Henry Kissinger, cuando expresaba: “Compete al interés económico y político de los Estados Unidos el vigilar que si el mundo opta por un idioma único, éste sea el inglés; que si se orienta hacía normas comunes tratándose de comunicación, de seguridad o de calidad, sean bajo las normas americanas; que si las distintas partes se unen a través de la televisión, la radio y la música, sean con programas americanos; y que, si se elaboran valores comunes, estos sean valores en los cuales los americanos se reconozcan".Todo ello pesa en un contexto donde efectivamente la cultura fabricada en serie y los conceptos y los modelos capitalistas son los hegemónicos en el mundo e indudablemente se han venido asomando en nuestra sociedad. Se hacen presentes ya ni siquiera de forma subrepticia.

Explícitamente los voceros del gobierno de Obama han dicho que quieren penetrarnos con sus “valores” y montarse – por una parte – en las que consideran nuestras vulnerabilidades y – por otra – en la apertura necesaria que nuestro país está haciendo al emprendimiento privado en pequeña escala y al incremento de la inversión extranjera. El imperio alimenta con ello la esperanza de dar un sustento objetivo y clasista a esas ideologías de codicia individualista, consumismo, superficialidad y enajenación. Lenin, en su “Informe al XI Congreso del Partido” (marzo 1922), luego de señalar que la apuesta de la burguesía (remanente entonces) tenía una base social receptiva en “el estado de ánimo de miles, decenas de miles…”, agregaba: “No nos atacan de frente, no nos agarran por el cuello…; a pesar de todo, la lucha contra la sociedad capitalista es cien veces más encarnizada y peligrosa, porque no siempre vemos con claridad dónde está el enemigo y quién es nuestro amigo”.

Sabemos que el poder se ejerce en una relación con otros, por lo que está claro que la otra parte también cuenta. Aunque nuestra relación con EE.UU. es asimétrica, estos 55 años de Revolución demuestran que sí podemos mantener nuestra dignidad y soberanía. Previsión es poder, y organización también. El propio Nye y otros reconocen que la cohesión política es muy importante, tanto para influir como para contrarrestar y defenderse ante un poder intruso.Nuestro pueblo patriótico está consciente sobre la necesidad de defender su cultura, símbolos y valores frente a tal influjo desnaturalizador. Corresponde a cada cual armarse con nuestros principios y tradiciones nacionales; corresponde a nuestro sistema educativo, a los medios comunicacionales, a nuestra sociedad organizada y a todos ARTICULAR EL CÓMO enfrentar los cantos de sirena y diferenciar acerca de estas influencias extrañas e indeseables.Es urgente hacerlo. A pensamiento es la guerra que se nos hace; ganémosla a pensamiento, nos indicó Martí.- - - 

- - El grueso de la citas fueron tomadas del libro “Bound to Lead – The Changing Nature of American Power”, de Joseph S. Nye Jr., de 1991. En portada incluye el siguiente comentario de Zbigniew Brzezinski: “Este libro es una oportuna y contundente respuesta a quienes hacen conjeturas pesimistas y han proclamado la inevitabilidad del alegado decline de los Estados Unidos”

Fuente: ELHERALDO

viernes, 13 de febrero de 2015

Estados Unidos: Obama, el bloqueo y la nueva estrategia hacia Cuba



Por Leyde E. Rodríguez Hernández    
                           
Los acontecimientos del 17 de diciembre de 2014 marcan un antes y un después en la conflictiva relación entre Cuba y los Estados Unidos. Se puede aseverar que las declaraciones del Presidente Obama constituyen el mayor giro de la política exterior de los Estados Unidos hacia Cuba en los últimos 50 años. 

Es, al mismo tiempo, una victoria estratégica de América Latina y el Caribe tras el amplio apoyo que Cuba ha recibido de toda la región, a la cual se encuentra integrada y coopera en salud, educación, cultura, deportes, y aumenta los nexos económicos y comerciales. América Latina y el Caribe han exigido a Obama el fin del bloqueo económico, comercial y financiero y la normalización de las relaciones con Cuba, como una premisa ineludible para el avance de los vínculos de Washington con la región. De ahí que la reciente Cumbre de la CELAC celebrada en Costa Rica, los días 28 y 29 de enero de 2015, publicó una declaración especial sobre la necesidad de poner fin al bloqueo contra Cuba.

La declaración de Obama sobre la revisión de la injustificable inclusión de Cuba en la Lista de Países Patrocinadores del Terrorismo Internacional y la decisión de restablecer las relaciones diplomáticas de los Estados Unidos con el gobierno cubano, son el resultado de un conjunto de factores que incidieron directamente, a saber: el reconocimiento estadounidense de que la política de “guerra fría”, aplicada por más de 50 años, ha sido un fracaso y que lo único logrado es el aislamiento del gobierno de los Estados Unidos en el concierto latinoamericano y caribeño; la heroica lucha y fidelidad a los principios del pueblo cubano; el hecho de que América Latina y el Caribe viven una nueva época de transformaciones, que han permitido favorables debates para Cuba, como por ejemplo, en el 2009, en la Cumbre de las Américas en Puerto España, Trinidad y Tobago; además del voto reiterado de 188 Estados contra el bloqueo en las Naciones Unidas y la permanente solidaridad de millones de personas en todo el mundo hacia la causa de la Revolución Cubana.

La posición de Cuba se ha caracterizado por compartir con el Presidente Obama la disposición de avanzar hacia la normalización de las relaciones bilaterales, una vez que sean restablecidas las relaciones diplomáticas. Ambos procesos implican la adopción de medidas mutuas para fomentar la confianza, mejorar el clima entre ambos países y progresar en la cooperación bilateral. Para el gobierno cubano, el restablecimiento de las relaciones diplomáticas es el inicio de un largo proceso hacia la normalización de las relaciones bilaterales, pero esta no será posible mientras exista el bloqueo, no se devuelva el territorio ilegalmente ocupado por la Base Naval de Guantánamo, no cesen las transmisiones radiales y televisivas violatorias de las normas internacionales, no haya compensación al pueblo cubano por los daños humanos y económicos causados por la agresiva política contra la Isla.

No obstante, se abren nuevas oportunidades para que ambos países pasen del viejo esquema de confrontación abierta a otro de contradicciones y fricciones bilaterales, permitiendo, probablemente, nuevos espacios de diálogo y colaboración mutua, sin que esto signifique olvidar la naturaleza imperialista de los Estados Unidos.


Cambio en la estrategia estadounidense hacia Cuba


Es evidente que la estrategia de los Estados Unidos hacia Cuba se intenta modificar, a partir del reconocimiento del fracaso de la vieja política de confrontación directa con el gobierno cubano. Las medidas unilaterales de Obama, con el argumento de “ayudar al pueblo cubano”, no resuelven lo fundamental que es el levantamiento del bloqueo, aunque permiten intercambios en algunos sectores de la economía: construcción, agricultura, telecomunicaciones, con el marcado interés de ganar espacios de influencia política en la sociedad cubana y potenciar el sector privado, lo que, en el imaginario estadounidense, podría desatar procesos que conducirían al restablecimiento del capitalismo y un futuro cambio de régimen en La Habana.

Para lograr esos fines, la diplomacia estadounidense cifra sus esperanzas en el apoyo a la “sociedad civil”. En su lógica injerencista está constituida por los pequeños y fragmentados grupos organizados y financiados por distintas instituciones norteamericanas. Y esto es así porque, según las reglas de juego que trata de imponer el gobierno de los Estados Unidos, como preámbulo a una futura normalización de vínculos diplomáticos con Cuba, está el manido tema de los derechos humanos, la democratización –a imagen y semejanza de sus dictámenes- y el “empoderamiento del pueblo”, que sin mucho esfuerzo, significa un intento de deslegitimar a los líderes de la Revolución Cubana y seguir las nuevas pautas redefinidas por los negociadores del Departamento de Estado.

Es importante recordar que Roberta Jacobson, la subsecretaria de Estado para Asuntos Hemisféricos de los Estados Unidos, designada por la Casa Blanca al frente del equipo negociador estadounidense que visitó recientemente La Habana, dejó claro, con hechos y palabras, quiénes son para Washington, los que supuestamente representan la sociedad civil cubana, que para nada es el pueblo que habita y construye en la isla.

Los propios representantes del gobierno norteamericano, incluyendo Obama, han expresado abiertamente que la política actual hacia Cuba es un cambio de método, pero no de los objetivos estratégicos de esa política centrados en el intento de destruir a la Revolución Cubana.

Toda negociación con una potencia imperialista impone desafíos a su contraparte. Para Cuba se trata de encontrar una convivencia civilizada, pacífica entre las dos naciones, sin que esto represente una vuelta al pasado de subordinación neocolonial que sufrió la isla hasta 1959. El gran reto para Cuba es contribuir a solucionar el conflicto histórico con los Estados Unidos preservando la independencia y la soberanía nacional, aunque siga existiendo, por largo tiempo, un diferendo que, para ser resuelto, requerirá de largas rondas de negociaciones diplomáticas. Para citar solamente un ejemplo, el gobierno de los Estados Unidos se niega, rotundamente, a devolver el territorio ilegalmente ocupado por la Base Naval de Guantánamo porque dicen que la base militar en Guantánamo es importante para ellos. Más allá de que la base no tiene ninguna importancia militar – salvo el centro de torturas -, ello no otorga a los Estados Unidos ningún derecho a mantener la ocupación de una parte del territorio cubano, como si las necesidades o designios de los Estados Unidos se pudieran imponer por encima de la soberanía de Cuba, lo que constituye una violación flagrante del Derecho Internacional.

La gran mayoría de los cubanos estamos conscientes que para seguir avanzando en el mejoramiento de las relaciones con los Estados Unidos, el gobierno de ese país, sea demócrata o republicano, debe tratar a la parte cubana con respeto, como iguales. El pueblo cubano es muy respetuoso de la cultura y de la sociedad estadounidense, y considera que ambos países pueden ayudarse y cooperar en asuntos que afecten o beneficien a ambas naciones: salud, educación, deportes, ciencia y tecnología, agricultura, en la lucha contra el narcotráfico, el terrorismo, en el enfrentamiento a los fenómenos meteorológicos producidos por el cambio climático, entre otros sectores.

En fin, en cuanto a Cuba, se inicia una nueva etapa de mayor perspicacia y rigor en el combate político e ideológico, en la que, por largo tiempo, el pueblo cubano tendrá que luchar denodadamente por su unidad, por el mantenimiento de la plena soberanía e independencia de la nación.


Obama tiene facultades para debilitar el bloqueo


Existe una orientación de las nuevas medidas del Presidente Obama, en materia de agricultura, construcción y telecomunicaciones, de colocar recursos a los sectores emergentes de la economía cubana, como es el cuentapropismo (privado). Sin embargo, Obama también pudiera permitir en otros sectores de la economía todo lo que ha autorizado en el ámbito de las telecomunicaciones con evidentes objetivos de influencia y subversión política. Existe un claro interés en los estrategas estadounidenses de apostar a la introducción en Cuba del modo de vida de las sociedades occidentales, afectando a grupos sociales que sólo han conocido las limitaciones económicas y materiales producidas por el bloqueo, como es el caso de la juventud cubana.

Es por eso que las fuerzas de la sociedad civil socialista cubana deberán estar muy vigilantes en la defensa de las conquistas alcanzadas por la Revolución y ante eventuales escenarios de desmovilización de la población frente a la manipulación mediática de la gran prensa internacional, que enfatiza en la conclusión del conflicto y la agresión de los Estados Unidos contra Cuba.

En realidad, el Presidente Obama solo ha tomado algunas decisiones ejecutivas para modificar ciertos aspectos del bloqueo, lo que tiene un impacto restringido sobre las políticas de actualización del modelo económico cubano. El Presidente Obama tiene facultades para debilitar el bloqueo, vaciando una parte considerable de su contenido mediante el otorgamiento de licencias para el comercio. De estimularse a hacerlo, sí tendría un impacto real en las transformaciones del modelo económico cubano. En general, las medidas expuestas por Obama son muy limitadas, porque todavía están prohibidos los créditos y el uso del dólar en las transacciones financieras internacionales de Cuba, los ciudadanos norteamericanos aún no pueden viajar libremente a la isla y se impide que viajen por vía marítima. También continúa prohibida la adquisición, en otros mercados, de equipos y tecnologías que tengan más de un 10 % de componentes norteamericanos y las importaciones por los Estados Unidos de mercancías que contengan materias primas cubanas, entre muchas otras.

De todo esto cambiar, en los próximos años, se eliminarían los principales obstáculos que verdaderamente impiden el desarrollo de la economía cubana, significando un notable impulso a las políticas de actualización del modelo económico, el cual necesita de financiamiento, inversiones, tecnologías y mercados. Por eso, Cuba ha considerado de gran trascendencia la decisión de Obama de sostener un debate en el Congreso con el fin de la eliminación del bloqueo.