jueves, 29 de septiembre de 2016

Martí El Apóstol[i]



 Por Ernesto Molina Molina [ii]

La lectura de los dos prólogos que preceden la edición de esta polémica biografía, me han hecho recordar a otros autores controvertidos por algunas de sus obras memorables y fructíferas, pero polémicas. Este es el caso de “Azucar y Población en las Antillas”,  de Ramiro Guerra Sánchez (1880-1970), destacado historiador y pedagogo cubano.

A pesar de sus planteamientos objetivos que denuncian la pérdida de la soberanía nacional, la entrega del suelo cubano al capital extranjero y su prédica en contra del latifundismo, Ramiro Guerra estaba asociado políticamente a los elementos conservadores de la burguesía cubana e incluso colaboró con el gobierno del dictador Gerardo Machado en su última etapa, como secretario de la Presidencia de la República (1932-1933).

La posición pequeño burguesa de Ramiro Guerra no impidió a muchos revolucionarios enjuiciar con justeza esta obra. Las verdades científicas a las cuales arribó Ramiro Guerra en su obra “Azúcar y Población en las Antillas”, se convirtieron en palancas para cambiar la realidad cubana en manos de los revolucionarios que representaban los intereses, no sólo del pequeño productor agrario, sino de los intereses más progresivos de todo el pueblo, incluyendo los intereses de la clase social portadora del socialismo.

Algo semejante sucede con esta biografía de Jorge Mañach. Cubanos y extranjeros hemos disfrutado de este libro − como en una novela histórica − y hemos visto así de carne y hueso a nuestro “Apóstol”, como aprendimos a llamarlo desde niños. 

El primer prólogo, de Luis Toledo Sande, en 18 páginas logra sintetizar las valoraciones críticas que a lo largo de casi medio siglo este libro ha merecido de distintas personalidades, a favor y en contra.

Y lo que he llamado segundo prólogo, es nada menos que el prefacio escrito por Gabriela Mistral para la traducción al inglés de esta obra editada en Nueva York en 1950 por The Devin-Adair Co. Este prefacio, titulado “Algo sobre Jorge Mañach”, le permite a la autora definir con elegancia artística lo mejor de esta biografía:

En este libro nada poderoso, pero cargado de la electricidad que llamamos “acción”, está la gesta del antillano que se partió como la granada en dos gajos desiguales: la literatura y la hazaña civil. En ambos, José Martí aparece en esa pura rojez de fuerza y de sangre, en fruto cabal, y por tanto, ensangrentado. (p. XXV).

El capítulo XXIII de esta biografía, titulado “El ÁGUILA” se inicia así:

En el invierno de 1889-90 un acontecimiento de resonancia continental tiene lugar en los Estados Unidos: la primera Conferencia de Naciones Americanas. (…) Nunca como en ese invierno debió de sentir Martí el rubor de su patria sin voz en el celebradísimo “concierto de los pueblos libres de América”.

Solo quiero añadir en esta reseña algunas ideas económicas y políticas presentes en José Martí y que son de gran actualidad, porque el Apóstol logró alertar sobre la dominación monetaria de Estados Unidos sobre Nuestra América y lo hizo precisamente, cuando analizó el “convite” del ÁGUILA. 

Y en efecto, en 1889, con motivo del Congreso Internacional de Washington, Martí declara: “Porque es la verdad, que ha llegado para la América española la hora de declarar su segunda independencia.”. [iii]

Martí ya reconocía que el poder del imperialismo norteamericano se extendía por América Latina, que el problema  nacional de América Latina no había terminado y que estaba asociado al problema social de Estados Unidos también. En esa Conferencia Panamericana de 1889, los Estados Unidos  invitan  a los países latinoamericanos a discutir 6 asuntos de “interés común”.

1)  Creación de una línea de vapores para el tráfico comercial entre los dos pueblos del Continente.

2)  Unión monetaria (Una moneda común).

3)  Unión aduanera.

4)  Sistema uniforme de pesos y medidas.

5)  Extradición de criminales

6)  Arbitraje internacional.

Martí comprende de inmediato los objetivos ocultos de los Estados Unidos y desde las páginas del Diario “La Nación”, de Buenos Aires, fustiga la conferencia y expone sus  verdaderos propósitos: “Las entrañas del Congreso están como todas las entrañas donde no se les ve.”.[iv]

Martí prevé que los Estados Unidos se proponen dominar a la América Latina mediante el empleo de un arma más eficaz aún que la dominación política absoluta; la supremacía económica.

Jamás hubo en América, de la independencia acá, asunto que requiera más sensatez, ni obligue a más vigilancia; ni pide examen más claro y minucioso, que el convite de los Estados Unidos potentes, repletos de productos invendibles, y determinados a extender sus dominios en América, hacen a las naciones americanas de menos poder, ligadas por el comercio libre y útil con las pueblos europeos, para ajustar una liga contra Europa y cerrar tratos con el resto del mundo. De la tiranía de España pudo salvarse la América española; y ahora después de ver con ojos judiciales los antecedentes, causas y factores del convite, urge decir, porque es la verdad, que ha llegado para la América española la hora de declarar su segunda independencia.[1]

Martí prefiere el comercio menos desventajoso con Europa:

1. Porque los productos  europeos son más baratos y mejor manufacturados.

2.  Porque de esta forma se puede mantener un  equilibrio necesario entre las grandes potencias imperialistas, de forma tal que la América Latina puede mantenerse  en medio de estas contradicciones, sin caer en manos de Estados Unidos.

Por todo ello expresa Martí:

Quien dice unión económica dice unión política. El pueblo que compra manda. El pueblo  que vende sirve. Hay que equilibrar el comercio para asegurar la libertad. El pueblo que quiere morir vende a un solo pueblo, el que quiere salvarse vende a más de uno. El influjo excesivo de un país en el comercio de otro se convierte en influjo político...Cuando un pueblo fuerte quiere dar batalla a otro, compele a la alianza y al servicio a los que necesitan de él. Lo primero que hace un pueblo para llegar a dominar a otro es separarlo de los demás pueblos. El pueblo que quiera ser libre, sea libre en  negocios... Ni uniones de América contra Europa, ni de Europa contra un pueblo de América.[2]

De hecho, Martí refleja en cierta forma, el reparto económico y territorial al que aspira Estados Unidos y por el cual compite contra Europa en América Latina. Y frente a este hecho alerta a los pueblos latinoamericanos y los convoca a la unión. En carta a Gonzalo de Quesada en 1889 le predice el peligro que se yergue sobre Cuba:

Sobre nuestra tierra, Gonzalo, hay otro plan más tenebroso que lo que hasta ahora conocemos y es el inicio de forzar a la Isla, de precipitarla a la guerra, para tener pretexto de intervenir en ella, y con  el crédito de mediador y de garantizador, quedarse con ella. Cosa más cobarde no hay en los anales de los pueblos libres: ni maldad más fría..[3]

En 1891, Martí pudo participar en la Conferencia Monetaria como delegado de la república de Uruguay. Sus criterios aparecen publicados en ese mismo año por la Revista Ilustrada de Nueva York, en el informe de la comisión plenaria como coautor y hay una valoración en su ensayo “Nuestra América” (1891).

La Conferencia comienza sus sesiones el 7 de Enero de 1891.

Como a Martí le dificultan las credenciales, como a otros delegados, se logra que la Conferencia no avance y es el 4 de Febrero cuando  son iniciados en firme las sesiones.  La prensa de Estados Unidos publica una ley que establece la acuñación de la plata. Establecer una moneda común para Estados Unidos y América Latina, aunque mejorara las relaciones comerciales entre Estados Unidos y América Latina, perjudicaría el intercambio con Europa, con la cual América Latina tenía fuertes y provechosos intercambios comerciales. La aspiración de Estados Unidos era asumir el papel hegemónico en el comercio y en la circulación monetaria, pues eran ellos los que acuñaban la moneda.

Martí no está en contra de la moneda única, pero que sirva a todos y que además se establezca la debida paridad del oro y la plata; como esto no puede lograrse en lo inmediato, Martí propone posponer este proyecto. De establecerse ahora una moneda común, los Estados Unidos con su superproducción económica invadirían con sus mercancías los mercados del Sur: El influjo excesivo de un país en el comercio de otro, se convierte en influjo político.

En el informe final de la Comisión, redactado y leído por Martí, se reconoce la posibilidad de establecer el bimetalismo. La Conferencia  fracasa, Estados Unidos no logra imponer su criterio de una moneda única.

La Conferencia condena el intento de cualquier país por establecer una moneda o relación oro-plata que fuera en perjuicio del resto de las naciones del mundo  o de algún otro país que pudiera formar parte de la unión, pues: “Las manos de cada nación -dice el informe- deben estar libres para desenvolver sin trabas el país, con arreglo a su naturaleza distintiva y a su elementos propios”.[v]

Es interesante como Martí penetra en los peligros de una relación fija y arbitraria entre  el oro y la plata:

---si el obstáculo mayor para la elevación de la plata y su relación fija con el oro es el temor de su  producción excesiva y valor ficticio en los Estados Unidos, ¿qué conveniencia puede haber, no para los países de Hispano América que producen plata, ni para los Estados Unidos mismos en una moneda que asegure mayor imperio y circulación a la plata de los Estados Unidos....[vi]

Federico Engels en carta a Bernstein, de 1882, había señalado:

El bimetalismo es cada día más imposible debido al hecho de que la relación de valor entre oro y plata, por lo menos hasta hace poco constante,  y que se modifica lentamente, está sometida en la actualidad a violentas fluctuaciones diarias, como consecuencia del colosal incremento de la producción, especialmente en América del Norte.[vii]

Martí había sido elegido relator de la Conferencia, al quedar disuelta, se hacen 3 proposiciones:

1) Que reconociendo plenamente la gran conveniencia que vendría al comercio de la creación de una moneda o monedas internacionales, no se cree por ahora oportuno recomendarla, vista la actitud de algunos de los grandes poderes comerciales de Europa hacia la plata, como uno de los metales en curso, y los diversos tipos de relación establecidos entre el oro y la plata por los varios países representados en la comisión.

2) Que muchas de las dificultades para el establecimiento de una moneda o moneda internacionales podrían desaparecer con la adopción del bimetalismo y el establecimiento de una relación común entre el oro y la plata por los grandes poderes comerciales.

3)  Que sería conveniente que se reuniese en Londres o en París, una Conferencia Monetaria Universal, con la asistencia de los países americanos y que la Comisión recomienda la asistencia a ella de todas las Repúblicas.

Y pudo así Martí en ese invierno evitar el rubor de su patria − que si tuvo la más alta y esclarecida voz en el celebradísimo “concierto de los pueblos libres de América”.

 Notas:

[1] José Martí, O.C. T.6, p. 46.
[2] José Martí, O.C, T.2,  pp. 130-131.
[3] José Martí, O.C, T. 6, p. 128.


[i] Jorge Mañach, Biografía, Editorial de Ciencias Sociales, la Habana, 2015. 

[ii] Miembro Titular de la Academia de Ciencias de Cuba; Profesor Titular del Instituto Superior de Relaciones Internacionales “Raúl Roa García” y Presidente de la Sociedad Científica de Pensamiento Económico y Economía Política de la ANEC.
[iii] José Martí, Obras Completas, en 28 tomos, T.6 p. 46, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1975.
[iv] José Martí, O.C. T.6,  p.121.
[v] José Martí, O.C, T.6, p. 153.
[vi] José Martí, O.C, T6, p. 162.
[vii] C. Marx, F. Engels, Cartas sobre “El Capital”, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1976, pp. 320-321.

viernes, 23 de septiembre de 2016

GI[i] JOE MIRA HACIA EL 2035



MsC Enrique R. Martínez Díaz, 
Investigador CIPI

Recientemente, para más exactitud el 14 de Julio de 2016, fue hecho público por el Vicealmirante Kevin D. Scott, Director de Desarrollo de la Fuerza Conjunta del Departamento de Defensa (DoD) de los EE.UU.,  un documento denominado Ambiente Operacional Conjunto 2035, La Fuerza Conjunta en un Mundo Desordenado y Disputado (Joint OperatingEnvironment 2035, The Joint Force in a Contested and DisorderedWorld)[ii], o, como prefieren llamarlo los norteamericanos, JOE 2035.Este documento sucede a uno anterior, elaborado en el 2010, que evaluaba la situación mundial para el año 2030 y hacía un conjunto de consideraciones de cuáles serían las misiones de las Fuerzas Armadas de EE.UU. (FF.AA.EE.UU.) para garantizar la seguridad de esa nación y sus objetivos a nivel internacional.

Para la elaboración de este documento se contó, de acuerdo al V.Alm. Scott, con el análisis de documentos elaborados por, y con la cooperación de, el Consejo Nacional de Inteligencia,  los Departamentos JI- 3 Operaciones y JI- 5 Política y Planificación Estratégica  del Estado Mayor Conjunto, la Agencia de Inteligencia para la Defensa, y la Universidad Nacional de la Defensa de los EE.UU.,  además de la cooperación de otras instituciones, incluidas algunas de países aliados.

De acuerdo a los autores, el documento se encaminó a dar respuesta a tres interrogantes principales:

  • ¿Cuáles serán las condiciones y tendencias que definirán el entorno futuro de la seguridad?
  • ¿Cómo pudieran estas  condiciones y tendencias influir para cambiar el futuro carácter de la guerra?
  • ¿Qué misiones tendrá necesidad de realizar la Fuerza Conjunta (Joint Force[iii])(FC) en el Futuro?

El documento se divide en tres grandes secciones. En la primera se describen los cambios sociales, económicos y tecnológicos que están en marcha y que pudieran afectar el actual  entorno de seguridad mundial, y su vinculación con Estados Unidos. En la segunda se analiza cómo la interacción de estos cambios pudiera afectar las formas en que se desarrollará la guerra en el entorno de 2035. La tercera y  final se refiere al conjunto de misiones en las que ya está involucrada la FC y cómo estas pueden evolucionar en el período analizado.Las tres partes o capítulos en las cuales se divide el documento se denominan:

          El Entorno de Seguridad Futuro en 2035
          Contextos de los Futuros Conflictos
          Implicaciones para la Fuerza Conjunta.

Los elaboradores de JOE 2035 hacen una valoración bastante sombría del futuro en la primera parte, considerando la posibilidad de un entorno de conflicto en el orden mundial para 2035, valorando que  varios Estados tendrán la voluntad política, la capacidad económica y la fuerza militar para intentar imponer sus intereses (ya no serán solo los estadounidenses los que podrán hacerlo), y que la correlación de fuerzas para el 2035 no será igual que la existente a finales del Siglo XX y comienzos del Siglo XXI, en la cual EE.UU. era la única superpotencia; la brecha entre EE.UU. y las potencias emergentes se reducirá.

Según el documento, respecto a los estados que pueden significar un desafío para los EE.UU. y el orden internacional actual, favorable  a ellos, plantean: "Crecientes poderes que incluyen, por ejemplo, a China, Rusia, India, Irán y Brasil han expresado en repetidas ocasiones su descontento con los papeles que desempeñan, el acceso y su autoridad dentro del sistema internacional actual"  A estos también se pueden agregar organizaciones regionales que  los norteamericanos parecen ver con preocupación, como son los casos de la Organización de Cooperación de Shanghai o la Unión Económica Euroasiática, que plantean pueden para el 2035 tener una importancia global mucho más significativa. No dejan de considerar  otros países como probables adversarios o que afecten a la seguridad internacional, como es el caso de la República Popular Democrática de Corea (RPDC).

En sentido general, los militares norteamericanos plantean que para el 2035,  existirán nuevos polos de poder económico, habrá un rebalance en el poder energético a nivel planetario, se debilitarán las alianzas tradicionales de EE.UU., y surgirán nuevas asociaciones, incluyendo no solo a estados, sino a otras organizaciones y entidades.

Dentro de los aspectos que consideran tendrán nuevas manifestaciones, están, en lo referido a  que dentro de la lucha por los poderes regionales por alcanzar y afianzar su poder, se producirán:
  • El refinamiento de estratagemas híbridos estatales (acciones directas por las fuerzas de los países combinadas con otros elementos, como fuerzas de operaciones especiales, agentes, etc)
  • La continuación de las guerras mediante “representantes” o “proxies”, o sea, por grupos u organizaciones que no actúan bajo la bandera de una potencia, sino aparentemente a su propio nombre, ó que son apoyados por una potencia.
  • Establecimiento de fuerzas nucleares regionales disuasivas.
En lo relacionado con el alcance global de los poderes regionales, en el documento destacan tres áreas o esferas de conflicto:
  • Se incrementará la competencia por el control de los espacios marítimos y aéreos.
  • Surgimiento de nuevos países que compartirán la actividad en el espacio extraterrestre y la competencia militar en el mismo.
  • Crecimiento de las fuerzas dirigidas por los estados en el ciberespacio, y de sus capacidades.
Con respecto a las organizaciones internacionales, el documento plantea que habrá una evolución en las funciones y características de las mismas, y que el escenario para 2035 estará caracterizado por:
  • El enfrentamiento a las reglas establecidas.
  • La erosión de las actuales instituciones del orden internacional.
  • La emergencia de nuevas instituciones del orden internacional.
Con respecto a la situación de lo que ellos denominan “estados frágiles” o “fallidos”, tendrá las particularidades siguientes:

  • Continuará el colapso interno de estados débiles.
  • Fracturación de estados débiles por poderes externos. 
  • Dispersión incontrolada de armas de destrucción masiva.
  • Incapacidad de contener enfermedades infecciosas. 

Un aspecto importante en el cual hacen un análisis bastante objetivo a nuestro juicio, es el referido a lo que ellos denominan Geografía Humana y el futuro de la FC, donde plantean que existirán afectaciones globales debido al crecimiento de la población mundial, que se acercará a los 9 mil millones de personas, fundamentalmente en los países subdesarrollados, unido al incremento de las migraciones; el crecimiento de los entornos urbanos y su afectación a los problemas de seguridad; el desarrollo de conflictos ideológicos; el surgimiento de polos alternativos de autoridad; y el incremento de la violencia privatizada.

Relacionado con Ciencia, Tecnología e Ingeniería, y la futura FC se refieren al peso de los siguientes aspectos:
  • Investigaciones Científicas multidisciplinarias
  • El significado de los Sistemas y de la Integración de Sistemas.
  • La emergencia de espacios de competencia entre medidas y contramedidas
  • Proliferación de tecnologías de información.
  • La emergencia de nuevas tecnologías de alto costo.
En este acápite o parte del documento, los autores se extienden explicando varias de las nuevas tecnologías y sistemas que están en desarrollo y que se introducirán en los arsenales militares.

La segunda parte o capítulo del trabajo se denomina  Contexto de los Futuros Conflictos, y en el mismo los analistas del Pentágono valoran seis elementos, variables o contextos:
  • Violenta competencia Ideológica.    Ideas irreconciliables comunicadas y promovidas   por  redes de identidad a través de la violencia.
  • Amenazas al territorio norteamericano y su soberanía. La invasión, la erosión, o desconocimiento de la soberanía EE.UU. y la libertad de sus ciudadanos mediante la coacción.
  •  Balance Geopolítico Antagónico. Adversarios cada vez más ambiciosos que maximizan su propia influencia al tiempo que limitan de forma activa la influencia de  EE.UU.
  •  Bienes Globales Comunes alterados. Aplicación de la exclusión y la fuerza en espacios y lugares disponibles para todos, pero que no son propiedad de nadie.
  • Una Competencia por el Ciberespacio. Una lucha por definir y proteger de forma creíble la soberanía en el ciberespacio.
  • Regiones destruidas y reordenadas.  Estados que no pueden hacer frente a las fracturas políticas internas, los factores de estrés ambientales o la interferencia externa deliberada.
Dentro de lo que los norteamericanos consideran como Violenta Competencia Ideológica hacen referencia, fundamentalmente, a formaciones tanto étnicas como religiosas, y que, según ellos difunden sus ideologías o concepciones por diferentes medios, incluido Internet.  Teniendo en cuenta la situación actual, parece que se refieren fundamentalmente a los grupos musulmanes, especialmente en la Región de Medio Oriente y el Norte de África, donde operan lo que ellos denominan Organizaciones Extremistas Violentas (ViolentExtremistOrganizations, VEO), destacando entre ellas a Al Qaeda y el ISIS.

Al valorar esta situación, refieren que determinados estados, Rusia, China e Irán, realizarán acciones para identificar, activar y dirigir algunos de estos grupos para promover sus objetivos. Los militares norteamericanos y los académicos que los apoyan en estas investigaciones al parecer olvidan el papel que juegan ellos mismos y sus aliados en la región, como Israel y Arabia Saudita.Otro aspecto interesante que señalan es la posibilidad de que surjan en Europa grupos violentos para enfrentar las oleadas de inmigrantes, que según ellos pueden variar la composición etno-religiosa de países del llamado Viejo Continente.

En la tercera parte del documento, los funcionarios del DoD consideran que “EE.UU. enfrentará una gama amplia de desafíos emergentes -y a menudo imprevistos-  en el futuro ambiente de seguridad que presentará tanto la disputa de normas, y el desorden persistente. Los objetivos estratégicos y militares específicos de EE.UU. para enfrentar estos desafíos serán muchos, de múltiples etapas, con diferentes  fases, y  articulado  a   tiempos, lugares, y gama de circunstancias específicas”. Sin embargo, plantean que el JOE 2035 valora  un rango de  metas estratégicas para describir las condiciones globales de compromiso nacional y articular un resultado aceptable   para cualquier esfuerzo estratégico americano concreto. Éstos son:   

1. Adaptarse a las condiciones cambiantes- asegurar que EE.UU. pueda  enfrentar eficazmente  los cambios que surjan en el ambiente de seguridad.  
2. Manejar los antagonismos e imponer  costos- desestimular los cambios en el ambiente de seguridad que sean  desfavorables a los EE.UU. 
3. Castigar la agresión y revertir las ganancias- bloquear y deshacer cambios en el ambiente de seguridad,   peligrosos o disociadores para EE.UU.
 4. imponer el cambio y dar fuerza a los resultados- procurar los cambios deseados al ambiente seguridad que sean favorable a los  EE.UU. 

En este aspecto, plantean que  papel de la FC es aplicar el poder militar para apoyar el logro de metas estratégicas en concierto con otros elementos de poder nacional. Para alcanzar eficazmente este rango de objetivos, la FC asume cuatro tipos de tareas militares permanentes contra una serie de competidores y en   respuesta  a un rango de fenómenos. Éstos son:   

1. Perfilar o contener,  para ayudar a los EE.UU.  para enfrentar y adaptarse a las cambiantes  condiciones de seguridad internacional. 
2. Disuadir o negar,  para enfrentar  la conducta antagónica de competidores o imponer  costos a competidores o adversarios que toman la acción agresiva.  
3. Interrumpir o degradar, castigar la acción agresiva de un adversario o forzar a un adversario a retirarse de las ganancias obtenidas.  
4. Compeler o Destruir,  para imponer los cambios deseados al ambiente de seguridad internacional y  como consecuencia dar fuerza a esos resultados. 

Para apreciar la amplitud y profundidad del desenvolvimiento de las misiones militares, el rango de metas estratégicas y  sus tareas militares asociadas, los autores del documento plantean que estas deben examinarse según los FUTUROS CONTEXTOS DE CONFLICTO. Los autores de JOE 2035 plantean que estas misiones no se priorizan entre ellas ni se indica la probable voluntad particular de la FC por cualquiera de ellas. 

A juicio de los autores del JOE 2035, aunque la guerra es en sí algo permanente en la condición humana, el carácter de la guerra está siempre en evolución.  Estos cambios en el carácter de la guerra demandan la atención del DoD. Plantean que, al  llegar a una comprensión del rango potencial de  los futuros objetivos estratégicos de EE.UU. y las tareas militares permanentes, el Contexto de los Futuros Conflictos  permite la identificación de las misiones  requeridas de la FC, de acuerdo a sus criterios. El abanico de esas misiones refleja la necesidad de enfrentar simultáneamente amenazas de gran impacto a un  orden internacional favorable, con la necesidad de enfrentar perturbadoras amenazas de bajo rango que emergen de un mundo desordenado. No obstante, estas misiones no pueden ser vistas como un conjunto claramente definido, preciso y concreto, sino más bien, como un punto de partida para el dialogo entre los planificadores militares y sus líderes políticos, expresan los analistas norteamericanos.

ALGUNAS CONSIDERACIONES

Este documento tiene gran actualidad, y en la opinión del autor, de importancia especial, ya que refleja los criterios y consideraciones de jefes y analistas del Departamento de Defensa de los EE.UU., y probablemente con más exactitud, de los jefes y oficiales de la Junta de Jefes de Estado Mayor y del Estado Mayor Conjunto, sobre las particularidades que pudiera tener la situación internacional para el año 2035, los conflictos en esa época, y como las FF.AA. norteamericanas deben enfrentarlas.

No es sorpresivo que la visión de los autores del trabajo esté permeada de la convicción de que EE.UU. es, y por derecho debe seguir siendo, la potencia principal a nivel global, manteniendo, como les agrada exponer, el llamado Liderazgo a nivel global; que EE.UU. tiene intereses que deben defender a toda costa, así como al sistema de aliados y socios que los secundan. Aun cuando usan con profusión  el término “adversario” para referirse a quienes pueden constituirse en los enemigos o contrarios a sus intereses, países como la República Popular China, la Federación de Rusia, la República Popular Democrática de Corea o la República Islámica de Irán son nombrados en el trabajo en varias ocasiones, especialmente los dos primeros.

Del contenido del trabajo se puede deducir que los altos jefes militares están conscientes que la superioridad relativa de EE.UU. respecto a aquellos países que ellos consideran adversarios se reducirá para el año 2035, y que el poderío militar será la herramienta principal de la que dispondrán las élites imperialistas norteamericanas para asegurar sus intereses. Aun cuando del contenido del trabajo se puede deducir que no consideran que exista una alta posibilidad de enfrentamientos entre las grandes potencias,  si apreciamos que ellos valoran la probable ocurrencia de enfrentamientos entre países o grupos de diferente denominación, tras de los cuales actúen esas potencias (podemos llamarlos grupos delegados o “proxies”); de igual manera, consideran que algunas de estas llamadas “potencias emergentes” pueden presionar a países cercanos o ubicados en las llamadas “zonas de influencia”,  y valoran como EE.UU. puede actuar ante tales situaciones.  Parece que los autores del trabajo olvidan el papel de EE.UU. en América Latina en el siglo XX, ni su intromisión en el Sudeste Asiático, ó en el Medio Oriente.

Los probables escenarios de enfrentamientos que son presentados pueden considerarse ajustados a las tendencias principales, no obstante, dejan de tener en consideración que muchos de los conflictos, sobre todo en  los países pobres y subdesarrollados, no son causados por la acción de factores externos o grupos extremistas, sino por las pésimas condiciones de vida de millones de personas, y del subdesarrollo fruto de la explotación colonialista e imperialista a que ha sido sometida la mayor parte del planeta; de igual forma, no tienen en cuenta que muchos de los grupos que ellos denominan terroristas o violentos, en muchas ocasiones han sido promovidos o alentados por sus propias acciones políticas, o de sus aliados y socios (generalmente con su anuencia cuando menos).

En el trabajo, y sobre todo en las conclusiones que elaboraron los autores, se transluce la visión militarista y la idea de solucionar mediante el empleo de la fuerza la mayor parte de los conflictos; también es clara la idea sobre la necesidad de reforzar las FF.AA. norteamericanas e incrementar los gastos militares, sobre todo para adquirir tecnologías cada vez más sofisticadas. Creemos que este es un mensaje que está dirigido al Gobierno y al Congreso de los EE.UU., y hay grandes posibilidades de que tenga éxito. Quien escribe estas líneas está convencido que en los próximos años, las limitaciones que impuso el Congreso de mayoría Republicana a los presupuestos del DoD serán levantadas, y se aumentarán los gastos militares de forma notable, salga quien salga electo presidente en las próximas elecciones.

En particular, es muy importante el papel que le asignan al enfrentamiento que consideran se producirá por el dominio de los llamados Bienes Globales Comunes, sobre todo en el ciberespacio; este dominio puede convertirse en un escenario de confrontaciones a nivel global de graves consecuencias. No es ocioso destacar también las referencias a la aplicación de la Guerra No Convencional, que pudiera tener una aplicación mucho más amplia.

Un aspecto que es importante tener en cuenta es que del contenido del trabajo se transluce el criterio o concepción norteamericana referente a su “derecho” a utilizar los llamados Bienes Globales Comunes en su beneficio (o más bien, en beneficio de las transnacionales); manipulan concepciones, especialmente en el pretendido derecho  de operar con sus fuerzas aeronavales en áreas o regiones lejanas de su territorio, y que,  de acuerdo a las normas internacionales, pertenecen a otras naciones: en esto ponemos como ejemplo la ZEE[iv] de los estados, que, aunque la COVEMAR[v] no confiere derecho de soberanía total a los estados sobre la misma, si le asigna determinada jurisdicción, y no justifica la realización de ejercicios navales por estados extranjeros en las mismas; igualmente la manipulación del concepto de “paso inocente”, que excluye de por si la realización de cualquier tipo de operación militar, que, como se sabe, es cualquier cosa menos un acto “inocente”; ese es el caso de las llamadas “Operaciones de Libertad de Navegación”.

Finalmente, consideramos que este trabajo transluce el pensamiento militar imperialista de los estamentos del Pentágono, que tendrán cada vez más un peso importante en la política de ese país, ante la realidad de la reducción de su superioridad estratégica a nivel global. Habrá que estar preparados para ello.

 Notas:

[i] Las siglas GI significan, en la terminología militar estadounidense, General Infantry (otra versión le da el significado de GovermentIssue, asunto de Gobierno); generalmente, a un soldado de filas se le denomina GI o private; Joe es el diminutivo de Joseph, o José,  en inglés. GI JOE  es una forma de llamar a un soldado X, o sea, el soldado Joe (Pepe). GI JOE es también el nombre que se le da a unos muñecos, así como a “comics”, y es también el título de varias películas norteamericanas de ciencia ficción, donde presentan a un supersoldado yanqui  del futuro.
[ii]DoD, JOINT OPERATING ENVIRONMENT 2035,JOE 2035, The Joint Force in a Contested and Disordered World,.Washington DC, July 16, 2016 ( www.dtic.mil/doctrine/concepts/joe/joe_2035_july16.pdf)
[iii] Fuerza Conjunta (Joint Force). Se refiere a la acción unida y coordinada de los cuatro componentes de las FF.AA de EE.UU.: El Ejército  (ARMY), la Fuerza Aérea (USAF), la Marina de Guerra (NAVY) y el Cuerpo de Infantería de Marina (MARINES)
[iv] Zona Económica Exclusiva.
[v] Convención de las Naciones Unidas Convención sobre Derecho del Mar