martes, 9 de julio de 2019

Cruce de espadas en Singapur


Por MSc Enrique R. Martínez Díaz, 
Profesor Auxiliar, CIPI

En el hotel Shangri-La, en la ciudad de Singapur, se realizó, entre el 31 de Mayo y el 2 de Junio, la  edición correspondiente al año 2019  del evento Diálogo Shangri-La, también denominado XVIII Cumbre de Seguridad de Asia,   convocado por el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS por sus siglas en inglés), cuya sede principal se encuentra en Londres.

En el mismo participaron importantes personalidades políticas y académicas, y fue inaugurado por el Primer Ministro de Singapur Lee Hsien Loong. Durante varias sesiones se analizaron importantes temas referidos a la seguridad en la región asiática o del Indo-Pacífico, como la han estado calificando los principales personeros de la superpotencia anidada en Washington.

Es nuestro interés resaltar en este trabajo los aspectos fundamentales, a nuestro juicio, tratados por dos de los principales participantes en dicho evento, que,dada su relevancia, comprenderán los lectores nuestras razones paradestacarlos: el entonces Secretario de Defensa en funciones de los Estados Unidos, Mr. Patrick M. Shanahan, y el Ministro de Defensa Nacional de la República Popular China, General Wei Fenghe.

La intervención del Secretario de Defensa norteamericano fue durante la primera sesión, plenaria No 1del evento, el día 1 de Junio de 2019. Su discurso fue denominado por el Dr John Chipman, director del IISS, como “la visión de EE.UU. sobre la seguridad en el Indo-Pacífico”.

El Secretario de Defensa de los EE.UU. en su discurso hizo una descripción de como su gobierno valora la situación en la región que ellos denominan Indo-Pacifico (y que, ¿curiosamente?, coincidecon los límites del Área de Responsabilidad del Comando Unificado de sus fuerzas armadas que se despliega en dicha área, el llamado United States Indo-Pacific Command; por cierto que en una parte de su discurso destacó que es el más poderoso de todos los Comandos estadounidenses).

Tras destacar la importancia económica de esa región, y el peso de ese tipo de  relaciones entre los EE.UU. y los países de la misma, manifestó que se consideraban un país de la región y que abogaban, ante todo, por un “Indo Pacífico Próspero, Libre y Abierto”.  Al resaltar el auge económico de la región en los últimos años, hizo referencia a que la región había tenido en los últimos 70 años una relativa paz y estabilidad. Parece que el conocimiento de la historia no es uno de los requisitos para ser Secretario de Defensa en EE.UU.;  Mr. Shanahan al parecer olvidó que varios de los conflictos militares más importantes ocurridos en el planeta después de la conclusión de la  II Guerra Mundial tuvieron como escenario precisamente esa región: baste recordar la Guerra de Corea 1950-1953, y la Guerra de Vietnam, 1964-1975 (en las cuales EE.UU. jugó un papel principal, algo que al parecer el Secretario de Defensa soslayó); sin olvidar el actual conflicto en Afganistán (aunque en su favor podemos decir que, según como reparten el mundo los norteamericanos entre sus Comandos, Afganistán pertenece al Área de Responsabilidad del Comando Central, no al Comando Indo-Pacífico). Parece que la paz a la que se refirió Mr Shanahan es la de los sepulcros.

Hizo referencia a los países que consideran sus aliados en la región: Japón, Corea del Sur, Australia, Tailandia y Filipinas; y a los que consideran “socios” (partners), destacando entre estos a la India, a la cual los norteamericanos al parecer se esfuerzan en comprometer con sus intereses, a pesar de que los gobernantes de Nueva Dehli, con objetivos políticos propios,tratan de mantener un equilibrio en sus relaciones con las diferentes grandes potencias.

El Secretario de Defensa norteamericano enunció los aspectos que consideraba fundamentan su denominada “visión de un Indo-Pacífico libre y abierto”, y planteó que se basaba en “principios duraderos de cooperación internacional”:

• respeto a la soberanía e independencia de todas las naciones, grandes y pequeñas;
• resolución pacífica de disputas;
• comercio e inversión libres, justos y recíprocos, que incluye la protección de la propiedad intelectual;
• adherencia a las normas y normas internacionales, incluida la libertad de navegación y sobrevuelo.

Mr Shanahan planteó que la región Indo-Pacífico es la más importante dentro de las concepciones estratégicas norteamericanas, y que ello está consignado en varios de los documentos principales del gobierno norteamericano, como son la Estrategia de Seguridad Nacional de 2017 y otro documento que curiosamente fue hecho público casi simultáneamente con el Diálogo Shangri-La,  el Reporte de la Estrategia  Indo-Pacífico (Indo-Pacific Strategy Report), del 1 de Junio de 2019.

Tales documentos confirman el interés principal que asigna Washington a dicha región, intensificado desde que la ex Secretaria de Estado Hillary Clinton hablara del llamado Pivot  hacia la región, en un artículo denominado “America´s Pacific Century”, que apareció en la revista Foreign Policy de Noviembre de 2011. Posteriormente este enfoque recibió la denominación de Rebalance, y enmarcado en dos documentos estratégicos de la administración Obama, la Strategic Guidance (Lineamientos Estratégicos) del Departamento de Defensa (DOD) del año 2012,  y la Estrategia de Seguridad Nacional de 2015. Entre otros aspectos, planteaban cambiar la proporción de las  fuerzas aeronavales norteamericanas desplegadas en los oceános Atlántico/Pacífico, que era en aquel momento 50%/50%, a una de 40%/60% en favor del Pacífico. La actual administración, aun cuando ha tratado de desmarcarse de la mayor parte de las posturas de su antecesor (al menos en la parte discursiva), ha mantenido e incluso reforzado esa postura.

Pero la parte realmente sustanciosa de la exposición de Mr. Shanahan fue lo referido a China. En un primer momento, sin aludir directamente al gigante asiático,  el Secretario de Defensa dijo: Quizás la mayor amenaza a largo plazo para los intereses vitales de los estados de la región proviene de actores que buscan socavar, en lugar de defender, el orden internacional basado en normas. Estos actores socavan el sistema al usar incrementadas acciones indirectas,  y argumentos retóricos para explotar a otros económica y diplomáticamente y coaccionarlos militarmente. Desestabilizan la región, buscando reordenar sus comunidades vibrantes y diversas hacia su ventaja exclusiva.
Vemos esto manifestado en una variedad de comportamientos y actividades en todo el Indo-Pacífico, un conjunto de herramientas de coerción, que incluye:

• desplegar sistemas avanzados de armas para militarizar áreas en disputa, desestabilizando el status quo pacífico al amenazar con el uso de la fuerza para obligar a los rivales a hacer concesiones;
• usar las operaciones de influencia para interferir en la política doméstica de otras naciones, socavando la integridad de las elecciones y amenazando la estabilidad interna;
• involucrarse en acuerdos depredadores de la economía y lacerantes de la   soberanía, lubricados por la corrupción, que aprovechan las apremiantes necesidades económicas para estructurar negocios desiguales que benefician de manera desproporcionada a una parte; y
• promover el robo patrocinado por el estado de la tecnología militar y civil de otras naciones.

En contraste con una visión libre y abierta ampliamente compartida por la región, algunos parecen querer un futuro donde el poder determina el lugar y la deuda determina el destino; donde las naciones no pueden hacer uso de los recursos naturales dentro de sus zonas económicas exclusivas; donde los arrecifes de coral son dragados y destruidos, con consecuencias ecológicas y económicas desastrosas; donde los medios de vida de los pescadores están en peligro, ya que se les niega el acceso a las aguas que ellos y sus ancestros han pescado durante generaciones; donde la libertad de navegación y el sobrevuelo internacional están restringidos; y donde se ignora el respeto fundamental por la dignidad de todas las personas y se suprimen las libertades religiosas.

No, amigos míos, no se estaba refiriendo a EE.UU. y sus grandes empresas transnacionales, aun cuando no decía claramente a quien se refería.  Más adelante sería mucho más directo: China puede y debe tener una relación de cooperación con el resto de la región también, pero el comportamiento que erosiona la soberanía de otras naciones y genera desconfianza en las intenciones de China debe terminar. Hasta que lo haga, nos enfrentamos a una visión miope, estrecha y parroquial del futuro, y defendemos un orden libre y abierto que nos ha beneficiado a todos, incluida China.

Si a esto sumamos que en el documento Reporte de la Estrategia  Indo-Pacífico, que fue hecho público el mismo día que Mr. Shanahan pronunciaba su discurso, se califica a la República Popular China (RPCH)como un “poder revisionista”(ítem 2.1, página 7 del documento), podemos comprender que claramente las acusaciones hechas por el Secretario de Defensa estadounidense están dirigidas hacia la RPCH.
Entre otros aspectos relacionados con la situación en la región, hizo referencia a la continuidad del apoyo norteamericano a Taiwán, incluida la venta o entrega de armamentos.

En la parte final de su discurso se refirió a las medidas que toma EE.UU. para mantener y reforzar sus capacidades militares en la región,  incluidos el incremento de gastos militares (de ellos, más de 104 mil millones de dólares en investigación y diseño de nuevas armas y medios de combate para el año 2020); despliegue de más buques y aeronaves de combate en la región, y la continuación de un elevado número de ejercicios militares y operaciones de todo tipo, incluidas las llamadas Operaciones de Libertad de Navegación en el Mar Meridional de China. Hasta aquí lo más significativo a nuestro criterio del discurso del Secretario de Defensa de los EE.UU.[i] en el Diálogo Shangri-La.

Al día siguiente, en la 4ta plenaria de dicho evento, hizo una intervención el Ministro de Defensa de la RPCH y Consejero de Estado, General Wei Fenghe. En el mismo el mismo hizo una valoración de la situación internacional, y principalmente de la región. 

En su discurso, el Ministro de Defensa expuso que los avances de su país no han sido a cuenta de agresiones o conquistas, sino del trabajo del pueblo chino, y de que el mismo ha establecido relaciones de cooperación con otras naciones, ya sea en la región asiática como en otras partes del mundo. Al referirse a las palabras de Mr. Shanahan, expresó, entre otras cosas, lo siguiente: Tomamos nota de que los Estados Unidos expusieron ayer su perspectiva sobre los asuntos regionales. Creemos que cualquier perspectiva de este tipo debe tener en cuenta la seguridad y los intereses comunes de los países de la región. Ningún enfoque de los problemas regionales debe recurrir a los bloques militares, ni debe socavar los intereses de los demás. Tenemos diferentes puntos de vista con el lado estadounidense sobre varios temas, y nos oponemos firmemente a sus palabras y acciones equivocadas con respecto a Taiwán y el Mar del Sur de China.

Al exponer sus puntos de vista, el General Fenghe habló de la necesidad de elegir entre paz y desarrollo; inquirió respecto a quienes provocaban las guerras y conflictos, y que estos eran problemas que debía enfrentar la comunidad internacional;  se pronunció respecto a que algunos países buscaban la colaboración internacional, y el avance económico mutuo, y otros recurrían al proteccionismo, así como se retiraban de los tratados internacionales. Recordó también el que algunos hablan del “choque entre civilizaciones”,  y planteó que su país busca el diálogo. 

También habló de la política de defensa de su país, manifestando que la misma no busca la expansión, sino la protección de su territorio nacional, y rechazó las llamadas teorías de la “amenaza china”, enfatizando la adherencia al desarrollo pacífico. Planteó más adelante que su país respeta a todas las naciones, grandes o pequeñas, y desea el desarrollo para todas por  igual. También se refirió a que no deseaban la confrontación comercial con EE.UU., pero que no harían concesiones.

Posteriormente, hizo referencia a varios temas en los cuales sus criterios diferían de los planteamientos del Secretario de Defensa de EE.UU.; el primero fue respecto a la situación de Taiwán; planteó que esta es parte de China, y que su país no renunciaba a la reunificación, preferiblemente de forma pacífica; recordó que en EE.UU. se venera a Abraham Lincoln por ser un presidente que evitó la escisión del país; al referirse a la Ley de Relaciones con Taiwán de EE.UU.,  inquirió si era esa una ley internacional o norteamericana, y rechazó el que ese país, o cualquier otro,  interfiriera en lo que considera es un asunto interno de China.

Respecto a la situación en el Mar Meridional de China, planteó que los países de la región han estado negociando para solucionar los diferendos entre las partes, pero que ello no ha significado que se haya obstaculizado la navegación en ese mar, por el cual dijo que circulaban más de 100 mil buques anualmente, sin que se hayan reportado interferencias en ese tráfico, hecho que afectaría a varios países de la región, incluida la propia China. Preguntó si no era más perjudicial para la navegación por el mismo el despliegue en operaciones militares de buques de guerra de países que no son ribereños del mar, en nombre de la libertad de navegación, pero que pudieran ser fuente de conflictos o accidentes.

También se refirió a la situación en la península coreana,  manifestando la voluntad de su país por una solución negociada que asegure la paz y la estabilidad en la misma, y en el Este de Asia, que combine la desnuclearización con un mecanismo de paz duradero.

Finalmente se refirió a las relaciones entre la RPCH y EE.UU., recordando que cumplirán pronto 40 años. Se refirió a la necesidad de la cooperación y a evitar la confrontación. Manifestó que: “De cara al futuro, los dos países deben buscar el consenso de los dos jefes de estado y promover una relación China-Estados Unidos que ofrezca coordinación, cooperación y estabilidad.”

En este evento realizado en Singapur ha sido habitual que los representantes de las naciones asistentes expongan sus puntos de vista, no siempre coincidentes. En varias ocasiones, particularmente en las más recientes, han existido controversias análogas entre las partes china y norteamericana respecto  la situación en la región. Por un lado, EE.UU., dado sus intereses globales y su acrecentada presencia militar en la región, expresa su voluntad de mantener a toda costa su postura de “liderazgo”, como se proclama en muchos de sus documentos estratégicos; es visible además que, para justificar el incremento de sus gastos militares, precisa encontrar pretextos, y el avance económico y militar chino le encaja perfectamente.

Por su parte, el gobierno de Beijing percibe que EE.UU. busca evitar que el gigante asiático continúe avanzando y establezca relaciones beneficiosas en regiones del mundo que  los norteamericanos consideraban sus área de influencia o cotos reservados.

No sería ocioso recordar que en la mentalidad de los “halcones” estadounidenses está el que mediante la confrontación y el auge de la Carrera Armamentista (amén de errores internos) lograron la disolución de la URSS y del Campo Socialista europeo; pueden estimar que provocar una reacción similar de la RPCH les ofrezca resultados análogos.

Consideramos que el estudio de los discursos y otros documentos de eventos como el Diálogo Shangri-La es muy interesante para los estudiosos de los temas relacionados con la seguridad y la paz internacional, por lo que recomendamos a los interesados acceder a los mismos. Ojalá que estos intercambios verbales permitan que impere el entendimiento entre tan poderosos adversarios, y evite una escalada en los enfrentamientos que pudiera afectar la paz mundial. ¡Un Mundo Mejor es Posible!

Bibliografía

Clinton, Hillary. America’s Pacific Century. Foreign Policy, Washington, October 11, 2011, ,(https://foreignpolicy.com/2011/10/11/americas-pacific-century/ )
Fenghe, Wei. Fourth Plenary Speech Shangri-La Dialogue 2019, Singapur, June 2, 2019, (https://www.iiss.org/-/media/files/shangri-la-dialogue/2019/speeches/plenary-4---general-wei-fenghe-minister-of-national-defence-china-transcript.ashx )
Shanahan, Patrick M. First Plenary Speech. Shangri-La Dialogue 2019, Singapur June 1, 2019, (https://www.iiss.org/-/media/files/shangri-la-dialogue/2019/speeches/plenary-1--patrick-shanahan-acting-secretary-of-defense-united-states-transcript.ashx)
The Department of Defense. INDO-PACIFIC STRATEGY REPORT. Washington June 1, 2019. (https://media.defense.gov/2019/May/31/2002139210/-1/-1/1/DOD_INDO_PACIFIC_STRATEGY_REPORT_JUNE_2019.PDF)
The White House. The National Security Strategy of the United States of America.   Washington, December 2017 (https://www.whitehouse.gov/wp-content/uploads/2017/12/NSS-Final-12-18-2017-0905.pdf)



[i] Nota: Los párrafos  en cursiva son traducciones hechas por el auto


El reporte de la estrategia Indo-Pacífico del Departamento de Defensa de los EE.UU


Por MSc Enrique R. Martínez Díaz,
Profesor Auxiliar, CIPI

El 1 de Junio de 2019 fue hecho público en el sitioweb del Departamento de Defensa (DOD) de los Estados Unidos de América (EE.UU.) un documento denominado Reporte de la Estrategia Indo-Pacifico (INDO-PACIFIC STRATEGY REPORT).  La emisión de este documento, ¿coincidió?, con la participación del entonces Secretario de Defensa en funciones de EE.UU., Mr. Patrick M. Shanahan, en  la  edición correspondiente al año  2019  del evento Diálogo Shangri-Lá, también denominadoXVIII Cumbre de Seguridad de Asia,   convocado por el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS por sus siglas en inglés), cuya sede principal se encuentra en Londres.

El documento tiene cuatro partes, con la siguiente denominación: Introducción; Panorama Estratégico del Indo-Pacífico: Tendencias y desafíos; Intereses Nacionales de EE.UU. y Estrategia de Defensa; y Mantener la Influencia de EE.UU. para alcanzar sus objetivos nacionales.

Este documento confirma el interés principal que asigna Washington a la región Indo-Pacífico, intensificado desde que la ex Secretaria de Estado Hillary Clinton hablara del llamado Pivot  hacia la región, en un artículo denominado “America´s Pacific Century”, que apareció en la revista Foreign Policy de Noviembre de 2011. Posteriormente este enfoque recibió la denominación de Rebalance, y enmarcado en dos documentos estratégicos de la administración Obama, la Strategic Guidance (Lineamientos Estratégicos) del Departamento de Defensa (DOD) del año 2012,  y la Estrategia de Seguridad Nacional de 2015. 

Subsiguientemente, la actual administración norteamericana lo ha recalcado, tanto en su actividad política (por ejemplo, en Febrero de 2017 el entonces Secretario del DOD, James N. Mattis, en su primera visita al exterior se dirigió a Japón y Corea del Sur; no a países de la OTAN); como en sus documentos estratégicos: la Estrategia de Seguridad Nacional de 2017, la Estrategia de Defensa Nacional de 2018; los diferentes reportes del Director Nacional de Inteligencia, de los Comités del Congreso, etc; la participación en importantes eventos en la región, como el Foro Regional de la ASEAN y el Diálogo Shangri-lá, y confirmado con la emisión del documento objeto de este artículo, ratifican a nuestro criterio que, independientemente de que EE.UU. como principal potencia imperialista a nivel global tiene intereses en todo el planeta e incluso más allá, como es el espacio exterior, es en la actualidad en la región que ellos denominan Indo-Pacífico donde concentran y continuarán concentrando sus intereses estratégicos y sus principales contingentes militares, pues allí se encuentra el país que consideran su principal rival a nivel global, la RPCH, la cual además tiene importantes lazos con otro adversario importante, la Federación de Rusia.

Los autores  del documento insisten en la pertenencia de EE.UU. a la región, avalada porque cinco de los 50 estados que integran esa nación tienen costas en ese océano,  uno de ellos un archipiélago (Hawaii); además de otras posesiones norteamericanas en  ese océano: Guam, Samoa Americana, Isla Wake y la Comunidad de las Islas Marianas del Norte (CNMI). Hacen referencia a la evolución histórica de los lazos de esa nación con la región del Pacífico desde 1784, aunque de  forma bastante sucinta,  autovanagloriándose de una supuesta influencia en el avance económico y en la “relativa paz y estabilidad” de los últimos 70 años; al parecer la memoria histórica de los funcionarios del DOD es muy corta, pues obvian eventos, nada pacíficos,  de gran importancia a nuestro juicio, como las  Guerras  de Corea y de Vietnam durante el siglo pasado, y en la cual EE.UU. tuvo un papel bastante nefasto por cierto.

En otra parte del documento en el mismo se exponen 4 principios que según la parte norteamericana son los que este país persigue:

1. Respeto por la soberanía e independencia de todas las naciones;
2. Resolución pacífica de controversias;
3. Comercio libre, justo y recíproco basado en inversión abierta, acuerdos transparentes y conectividad;
4. Adherencia a las reglas y normas internacionales, incluidas las de libertad de navegación y sobrevuelo.

El lenguaje empleado por los autores del documento no parece a nuestro juicio concordar con la real conducta de EE.UU.  en esa región, teniendo en cuenta la histórica tendencia a la intervención y al  empleo de la fuerza militar por ese país, la actual política proteccionista en el plano económico del gobierno de Mr Trump, su rechazo a los tratados internacionales, etc.

En esta parte se hace un intento de comparar las supuestas políticas “abiertas” de EE.UU. con acciones de otros países, claramente aludiendo a la República Popular China (RPCH),  a la que dedican especial atención, calificándola  de poder revisionista;  aunque destacan el avance económico de esa nación, critican que este país, de acuerdo a sus criterios, tiene una conducta internacional más “asertiva” o buscadora de fricciones  “en la búsqueda de un conjunto más amplio de intereses políticos, económicos y de seguridad”.

En el informe se acusa a la RPCH de socavar el sistema internacional desde dentro explotando sus beneficios mientras que  simultáneamente erosiona los valores y principios del orden basado en reglas (reglas a las que el propio presidente norteamericano renuncia cuando afecta lo que considera sus intereses); de aplicar políticas represivas en la región de Xingiang contra la minoría musulmana; también plantean que la violación de las normas internacionales por parte de China se extiende ademásal exterior, incluyendo actividades de espionaje (algo que al parecer la CIA y otras agencias estadounidenses no hacen), robos cibernéticos dirigidos a la propiedad intelectual y la información comercial y tecnológica confidencial de proveedores de servicios.

Hacen referencia a la militarización de objetivos en el Mar Meridional de  China y realización de acciones violentas en las disputas marítimas en ese mar; igualmente acusan a la RPCH de realizar patrullajes y maniobras  militares en las cercanías de Taiwán;  hacen una importante referencia al desarrollo militar de la RPCH, señalando que “busca la hegemonía regional del Indo-Pacífico en el corto plazo y, en última instancia, la preeminencia mundial en el largo plazo”.  Se refieren a las  inversiones chinas en una amplia gama de programas militares y de armamentos, diseñados para mejorar la proyección de poderío: fuerzas nucleares; operaciones  complejas en el ciberespacio, el espacio y las operaciones de guerra electrónica; capacidades de limitación de acceso/ denegación de área (A2 / AD), incluidos los dominios aéreo y marítimo.

Respecto a Rusia, al que califican como “actor maligno revitalizado”, consideran que su  influencia en la región continúa aumentando a través de la difusión nacional y la modernización militar, tanto en sus fuerzas convencionales como en sus fuerzas estratégicas. También se refieren a las ventas de armamento rusas en la región.

Destacan la colaboración de la RPCH y Rusia en los ámbitos diplomático, económico y de seguridad, y que estas naciones frecuentemente se oponen conjuntamente a medidas patrocinadas por EE.UU. en el  Consejo de Seguridad de la  ONU. Destacan que: “En general, comparten una preferencia por un orden mundial multipolar en el que Estados Unidos es más débil y menos influyente”. 

Se refieren a la República Popular Democrática de Corea (RPDC), a la cual denominan “estado villano” (rogue state), calificación que viene de la etapa del expresidenteGeorge W. Bush; plantean que este país seguirá siendo un desafío de seguridad para el DOD, sus aliados en la región, etc, hasta que se  logrela desnuclearización definitiva y totalmente verificable.

También se refieren al desarrollo por la RPDC de armas convencionales, tecnología nuclear, misiles balísticos y agentes químicos, que según ellos suministran a países como Irán y Siria. También acusan a ese país de  violaciones y abusos de los derechos humanos, incluidas las violaciones de la libertad de expresión; hacen referencia además al llamado problema de los secuestrados japoneses.También acusan a este país de burlar las sanciones internacionales y la campaña de presión liderada por los Estados Unidos a través del compromiso diplomático, la presión contra el régimen de sanciones y la evasión de sanciones directas. 

 En el documento el DOD cataloga como desafíos o amenazas transnacionales, que afectan la región de Indo-Pacífico, los siguientes: el terrorismo; comercio de armas ilícitas; tráfico de drogas, humanos y vida silvestre; la piratería; patógenos peligrosos, la proliferación de armas y los desastres naturales. Respecto a fenómenos naturales, señalan que amén de ser una región propensa a los terremotos y volcanes como parte del Anillo de Fuego del Pacífico, la región del Indo-Pacífico sufre regularmente desastres naturales como monzones, huracanes e inundaciones,  terremotos y actividad volcánica, así como las consecuencias negativas del cambio climático (es llamativo que señalen esto, siendo el gobierno de los EE.UU. un consecuente denegador del Cambio Climático, incluso recientemente en la reunión del G 20).

El Tercer Capítulo del documento se refiere a los Intereses Nacionales de EE.UU. y su Estrategia de Defensa. Los intereses de seguridad nacional de los EE.UU. están consignados en la Estrategia de Seguridad Nacional de 2017, páginas 3 y 4. Plantean que su Estrategia para el Indo-Pacífico deberá está en conexión con estos intereses, que tiene tanto valor global como regional, especialmente en  una región de una importancia estratégica y económica.

 A partir de las misiones previstas para el DOD en su Estrategia de Defensa nacional de 2018, valoran como fundamental su poder militar para mantener la posición de “liderazgo” (término que generalmente utilizan) o hegemonía a nivel global, y en los diferentes teatros de operaciones, como es el caso del Indo-Pacífico (recordar que este coincide con el Área de Responsabilidad del Comando Indo-Pacífico, USINDOPACOM). 

Establecen una denominada Línea de Esfuerzo 1 Preparación, hacen referencia a que la EDN de 2018 establece que el DOD debe emplear sus recursos en formas que mejoren la letalidad, la capacidad de recuperación, la agilidad y la preparación de la Fuerza Conjunta, y a emplear los recursos e inversiones necesarios para modernizar y rediseñar las Fuerzas Armadas de EE.UU., así como desarrollar capacidades y conceptos operativos innovadores. 

El USINDOPACOMes el que posee la mayor cantidad de fuerzas destinadas a un Comando Unificado fuera del territorio continental de EE.UU.; esto se corresponde con lo previsto en el llamado Rebalance (de la anterior administración), que planteaban cambiar la proporción de las  fuerzas aeronavales norteamericanas desplegadas en los océanos Atlántico/Pacífico, que era en aquellos momentos (cuando el gobierno de Obama) de 50%-50%, a una de 40%-60% en favor del Pacífico. La actual administración, aun cuando ha tratado de desmarcarse de la mayor parte de las posturas de su antecesor (al menos en la parte discursiva), ha mantenido e incluso reforzado esa postura.

Para el futuro pretenden incrementar este despliegue de fuerzas, incluyendo reforzar sus capacidades en Asia Sur, Sudeste Asiático y Oceanía. Por ejemplo, se habla de establecer una base en Papua-Nueva Guinea en coordinación con Australia.

En otras Líneas de Esfuerzo hacen referencia a las alianzas y asociaciones que poseen en la región, las que consideran les aportan ventajas no comparables con las que tienen otras potencias. No obstante, debemos significar que por determinadas razones, EE.UU. no pudo crear una alianza militar tipo OTAN en esa región en épocas anteriores (recordar el fracaso de la SEATO, y la casi inexistencia del tratado ANZUS). EE.UU. establece varias categorías en sus asociaciones regionales, de acuerdo al grado de comprometimiento de cada país con sus objetivos y políticas; estas son: 

* Alianzas: Japón, Corea del Sur, Australia, Filipinas y Tailandia.
* Asociaciones: Singapur, Taiwán, Nueva Zelanda y Mongolia
* Asociación  Principal de Defensa: India
* Asociaciones Emergentes: Sri Lanka, las Maldivas, Bangladesh y Nepal
* Relaciones de Seguridad con socios del Sudeste Asiático: Vietnam, Indonesia y Malasia
* Compromisos de seguridad: Brunei, Laos y Camboya
* También se refieren a compromisos con las Islas del Pacífico.
* Además hacen referencia al papel de aliados extrarregionales que operan eventualmente en la región, como Gran Bretaña, Francia y Canadá.

Con respecto a los aliados, uno de los elementos en que ha insistido el actual gobierno norteamericano es el llamado Reparto de la Carga, o sea, que estos aliados o socios les ayuden a costear los gastos que representan para EE.UU. mantener estas grandes agrupaciones de fuerzas fuera de su territorio. También se plantean que sus aliados o socios adquieran más armamento y medios de combate norteamericanos; participen en ejercicios militares combinados, etc. 

Dos aspectos importantes debemos señalar: Taiwán es considerado importante dentro del documento, y hacen referencia a las entregas de armamento al mismo y a que este enfrenta lo que ellos consideran una amenaza por parte de la RPCH; y el caso de la India,  a la cual le dan un status especial y a nuestro criterio es evidente que pretenden involucrar más en su rivalidad con China, aun cuando a nuestro juicio el gobierno hindú trata de mantener un equilibrio en sus relaciones con las grandes potencias, en base a sus propios intereses.

Un aspecto de interés de EE.UU. en lo que denominan: Apoyar la libertad y el acceso a los comunes globales.  Ante lo que ellos consideran  reclamaciones marítimas  excesivas y otros elementos, EE.UU. se autoasigna el papel de garante de la llamada libertad de navegación aérea y marítima, y proclaman que sus fuerzas continuarán volando, navegando y operando donde el derecho internacional lo permita, y alentarán a aliados y socios a hacer lo mismo. Esto enmarca las llamadas   Operaciones de Libertad de Navegación, o FONOP, que aducen realizan para para proteger el orden económico estable y mantener la capacidad de respuesta de las fuerzas estadounidenses. Es muy curioso este interés, sabiendo que EE.UU. no ha ratificado la Convención de Derechos del Mar de las Naciones Unidas, por problemas en el Congreso de esa nación.

Amén  de sus alianzas y asociaciones directas con los diferentes países, plantean que buscan diferentes estructuras que asocien a EE.UU. con dos o más aliados o socios; entre ellas están las llamadas Asociaciones Trilaterales: plantean que una de ellas es la que enlaza a la República de Corea, Japón y los EE.UU., que incluye: aplicación de las sanciones contra la RPDC (UNSCR); el intercambio de información; guerra antisubmarina; Defensa contra Mísiles Balísticos(BMD); guerra antiminas; y los esfuerzos en Asistencia Humanitaria/Alivio de Desastres (HA/DR).  Otra de estas alianzas trilaterales incluye a EE.UU.  Japón y Australia, “para mejorar la seguridad en toda la región y aumentar la interoperabilidad; aumentar el intercambio de información; y capacidades de construcción”. Otra variante trilateral, según los autores del documento, enlaza a EE.UU. con la  India y Japón; incluye lo que denominan el diálogo trilateral, que se dirige por el Departamento de Estado de EE.UU., y que completó su novena iteración en abril de 2018. Este diálogo refuerza la cooperación trilateral en las áreas de conectividad y desarrollo de infraestructura, lucha contra la proliferación de armas de destrucción masiva, contraterrorismo, seguridad marítima, y HA/DR. 

En el documento se significa también la importancia de organizaciones subregionales, como la ASEAN, y la participación de EE.UU. en el Foro Regional de esa organización (generalmente debate problemas de seguridad): así como sobre la participación de EE.UU. en la  Cumbre de Asia Oriental (EAS), presidida por el jefe rotatorio de la ASEAN. 

También plantean que el DOD  apoya el llamado restablecimiento de las consultas del cuadrilátero diplomático, o QUAD, entre Estados Unidos, Australia, India y Japón, que se han reunido tres veces a nivel de Subsecretario desde noviembre de 2017. Plantean que las consultas se centran en mantener el orden basado en normas en el Indo-Pacífico, aumentar la conectividad de acuerdo con el derecho y las normas internacionales, y coordinar los esfuerzos de lucha contra el terrorismo y la seguridad marítima.

Finalmente, las conclusiones del Reporte sobre la Estrategia Indo-Pacífico del DOD de los EE.UU. vuelven a ratificar que ese país se considera una nación del Pacífico y  que tiene un interés natural y duradero en el mismo.  Recalcan su denominada visión de un Indo-Pacífico libre y abierto. Manifiestan su voluntad de continuar actuando en la región, en medio de la llamada “competencia” con otras potencias (evidentemente y especialmente la RPCH).

Consideramos que del estudio del documento puede colegirse que EE.UU. continuará concentrando sus intereses en la región que ellos denominan Indo-Pacífico, fundamentalmente mediante el despliegue y modernización de sus fuerzas armadas: esta tendencia se mantendrá en los próximos años, y tendrá repercusiones en los planos políticos, económicos, militares y de toda índole, incluyendo una intensificación de la Carrera Armamentista global, debido a la evidente identificación por la parte norteamericana de la RPCH y Rusia como rivales estratégicos, lo cual no aleja la posibilidad de confrontaciones bélicas.

Por ello es necesario recordar las palabras de nuestro Comandante en Jefe: Luchar por la paz es el deber más sagrado de todos los seres humanos, cualesquiera que sean sus religiones o país de nacimiento, el color de su piel, su edad adulta o su juventud.

Bibliografía

Castro Ruz Fidel. Luchar por la paz es el deber más sagrado de todos los seres humanos La Habana, 2016 (http://www.cubadebate.cu/reflexiones-fidel/2016//02/21/luchar-por-la-Paz-es-ei-deber-mas-sagrado-de-todos-los-humanos/)
Clinton, Hillary. America’s Pacific Century. Foreign Policy, Washington, October 11, 2011, (https://foreignpolicy.com/2011/10/11/americas-pacific-century/ )
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