viernes, 29 de junio de 2012

La política exterior de los Estados Unidos hacia Medio Oriente y África Subsahariana (2013-2017). *



Por Leyde E. Rodríguez Hernández

¿Cuál sería la proyección de política exterior de una administración estadounidense, sea demócrata o republicana, hacia el Medio Oriente y el África Subsahariana en el periodo 2013-2017?

La política exterior de los Estados Unidos, para el periodo 2013-2017, deberá tomar en consideración los acelerados cambios económicos globales, los cuales están ejerciendo rápidas transformaciones en el actual sistema internacional.

Las guerras y las revoluciones han sido a través de la historia de las relaciones internacionales elementos constitutivos o forjadores  del moderno sistema de estados, pero hoy la economía adquiere especial relevancia estableciendo nuevas configuraciones de poder con el ascenso de las denominadas potencias emergentes en distintos continentes. En el Medio Oriente y África Subsahariana, la política exterior de los Estados Unidos encuentra ya los incrementos del poderío de Irán y Sudáfrica, para citar solo dos ejemplos de estados y economías que alcanzan mayores protagonismos e influencia política en sus respectivas regiones de actuación.

El eventual triunfo del candidato republicano Mitt Romney significaría darle una nueva oportunidad a los conformadores de política exterior que fracasaron durante la administración de George W. Bush.

Mitt Romney impregnaría mayor radicalismo ideológico a las proyecciones de la política exterior a tono con la tradición política de los Estados Unidos. Lo que constituye algo muy típico de las administraciones republicanas. El candidato Romney, como todos los de su clase, es un convencido del excepcionalismo estadounidense no sólo por las dimensiones militares y económicas que resaltan el poderío de su país, sino por los supuestos valores democráticos y de derechos humanos que promueve en el escenario internacional. Este enfoque ubica a Romney dentro de una tendencia ideológica idealista neoconservadora al estilo del académico estadounidense Robert Kagan, inspirador, en las últimas décadas, de la idea de la Liga de las Democracias en reemplazo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Ante los desafíos energéticos del siglo XXI, los Estados Unidos se encuentran entre las principales potencias mundiales que, para el mantenimiento de su desarrollo industrial, necesita obtener los recursos naturales ya escasos y que, en el caso del petróleo y el gas, se ubican en abundancia en los países del Medio Oriente y el África Subsahariana. Contar con garantías de acceso a estos recursos energéticos, se hace apremiante para los Estados Unidos porque su Producto Interno Bruto (PIB) muestra síntomas de decadencia, reflejándose en la pérdida de su liderazgo productivo mundial, un proceso que podría observarse en toda su magnitud, según estimados, en los años 2016-2017, cuando China probablemente asuma el rango de primera economía global.

Medio Oriente

La victoria del candidato Mitt Romney en las elecciones presidenciales de los Estados Unidos impregnaría un carácter  más agresivo a los enfoques ideológicos y al uso de los instrumentos de política exterior hacia el Medio Oriente. Lo que se traduciría en una mayor voluntad de desplegar una estrategia guerrerista en la región en sintonía con la derecha evangélica y mormona de su partido, así como con los sectores neoconservadores vinculados al capital militar-industrial que representaría.

En esa dirección cobrarían fuerza las siguientes orientaciones ofensivas: 

*Intensificación de las acciones militares contra Siria, incluyendo la posibilidad de una operación unilateral, para lograr el derrocamiento del presidente Bashar al-Asad.  
*Una vez derrotado el gobierno de Siria, cobraría fuerza la obcecación de derrotar violentamente el gobierno de Irán con la participación activa de Israel. 
* La protección militarista de la seguridad de Israel y Arabia Saudita; y la identificación plena del gobierno estadounidense con los sectores militaristas de esos países.

Lo anterior pudiera verse facilitado por el escenario de desestabilización que vislumbra la posibilidad de guerra civil religiosa entre sunitas y chiítas en seis puntos ultrasensibles: Yemen (ocurrió la defenestración del dictador Alí Abdalá, sustituido por el vicepresidente, de acuerdo con el plan qatarí-saudita con bendición de los Estados Unidos/OTAN), Líbano (al borde de la protobalcanización), Siria (la nueva fractura tectónica geopolítica regional y global), Irak (balcanizada de facto en tres provincias etnoreligiosas), Bahréin (intervención militar de las seis petromonarquías sunitas encabezadas por Arabia Saudita para someter la revuelta de la mayoría poblacional chiíta aliada a Irán), y Arabia Saudita, país de mayoría apabullante sunita, que en su región oriental, donde se encuentran sus mayores reservas de petróleo, está en manos de su minoría chiíta.

No existe región alguna del mundo árabe que escape a la perniciosa confrontación entre sunitas y chiítas, lo cual, en última instancia, favorece la estrategia balcanizadora de Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia e Israel.

En ese contexto, los palestinos se verán seriamente afectados, pues Romney considera las fronteras de 1967 como “indefendibles”. No es de esperar, bajo una administración Romney, un cambio que comprenda una solución justa y equilibrada del conflicto entre Israel y Palestina. 

Por otra parte, las organizaciones Hamas y Hezbollah seguirán siendo catalogadas como una amenaza a los intereses de seguridad estadounidenses en la región, lo que serviría de pretexto para actuar militarmente contra las fuerzas que se oponen a la estrategia de dominación de los Estados Unidos en el Medio Oriente.

Las últimas administraciones de los Estados Unidos centraron su política exterior en la llamada guerra contra el “fundamentalismo islámico o el terrorismo”. Estas concepciones parecen mantenerse unidas a otros pronunciamientos discursivos como la “libertad, democracia y dignidad”, por lo que servirían de argumentación a los sectores interesados en provocar una guerra contra Irán, en un espíritu de cruzada o “guerra santa”. Siendo así, Romney también tendría el aval ideológico de numerosas iglesias evangélicas y mormonas que sostienen la creencia de que la política exterior de los Estados Unidos debe desempeñarse siempre desde una posición de fuerza. 

Desde esta perspectiva, Romney prometió que aumentará la presión sobre Irán mediante sanciones económicas y diplomáticas, mientras que no descarta la opción de una acción militar. La campaña electoral por la presidencia dejó entrever que Romney estaría más dispuesto que Obama a emprender una acción militar contra el programa nuclear de Irán con la excusa de impedir que el país persa adquiera armas nucleares. Esto pudiera marcar una diferencia de matices entre ambos candidatos, aunque ya Obama colocó severas sanciones a las exportaciones de petróleo de Irán. 

Todo indica que Romney daría continuidad a las políticas de Obama contra Irán, Iraq, Siria y Afganistán, pero acentuaría el uso de la fuerza militar y el trabajo sucio de influencia política en el Medio Oriente. El repliegue de Iraq seguirá el calendario establecido por el ex presidente George W. Bush; y en cuanto a Afganistán, Obama reconoció que, para fines de 2014, habría riesgos en la retirada de las fuerzas estadounidenses y aliadas en ese país.

Los aliados estratégicos de los Estados Unidos en la región: Israel y Arabia Saudita, exigirán una actuación más belicosa de Washington contra Irán y Siria, así como cualquier otro eventual aliado de estas naciones en la zona.

Independientemente de quien sea el presidente de los Estados Unidos, la política exterior de este país no podría ignorar los esfuerzos de Irán para expandir su influencia política, económica, militar y religiosa en el Oriente Medio; e incluso más allá de esta región mediante la conformación de aliados en los marcos de la cooperación económica y militar anti-hegemónica. 

Uno de los resultados  de la guerra de los Estados Unidos contra Iraq es el ascenso de Irán como la potencia militar preeminente en el Golfo Pérsico, pero cualquier administración estadounidense intentará limitar la capacidad de influencia regional de Teherán, para impedir a tiempo un cambio fundamental de la política de los países vecinos a su favor. En ese sentido, los Estados Unidos trabajarán para garantizar plenamente los intereses de Israel y Arabia Saudita, mientras Turquía será apoyada para contener la propagación de la influencia iraní en el norte de Iraq mediante el fortalecimiento de sus instrumentos militares y de los servicios de inteligencia. 

¿Podría Romney desencadenar intervenciones militares directas con el empleo del ejército de los Estados Unidos, como anteriores administraciones republicanas o daría continuidad al tipo de operación ejecutada en Libia con la implicación directa de sus aliados franceses y británicos?    
   
La ausencia de propuestas novedosas, hace pensar que Romney posee una visión limitada sobre cuál debería ser la política exterior de los Estados Unidos, y que estará propenso, más que Obama, a utilizar los instrumentos militares en el escenario internacional, particularmente en el Medio Oriente, porque el interés geoestratégico de los Estados Unidos, según apuntan diferentes analistas, es completar su proyecto Nabucco: un gasoducto para el transporte del gas natural a través de Europa, el cual parte de Asia Central y de los alrededores del Mar Negro, pasa por Turquía –donde se sitúa la infraestructura de almacenamiento- recorriendo distintos países de Europa del Este y Occidental. Esta sería una forma de diversificación de las actuales rutas de suministro en Europa, dependientes de Rusia.

Los Estados Unidos pretendían incorporar el gas iraní a su plan, y a su vez, el gas proveniente del Mediterráneo oriental: Siria, Líbano e Israel; pero, en julio de 2011, Irán firmó varios acuerdos para el transporte de su gas a través de Iraq y de Siria. Por consiguiente, Siria se convirtió así en el principal centro de almacenamiento y producción, vinculado, además, con las reservas del Líbano. Este acuerdo resultó un fuerte tropiezo para los creadores del proyecto de Nabucco, pues el nuevo escenario geográfico, estratégico y energético que se abre con la alianza entre Irán, Iraq, Siria y el Líbano atrasaría mucho más ese plan.

El proyecto Nabucco estaba diseñado para comenzar la extracción de gas en el 2014 y en un inicio transportaría a los países de la Unión Europea 31 mil millones de metros cúbicos de gas natural procedente del Medio Oriente, de ahí la alianza de los Estados Unidos con la OTAN y la Unión Europea, y la importancia estratégica de eliminar o transformar la situación política interna de Irán y Siria.

Ahora se entiende por qué el objetivo final de los Estados Unidos y Arabia Saudita sería la de interrumpir cualquier alianza siria-iraní tratando de derrotar, en primer lugar, el gobierno del presidente Bashar al Assad. Sin embargo, sin una intervención militar extranjera directa, el régimen sirio es poco probable que se derrumbe. Al Assad seguirá luchando para tratar de acabar con el descontento interno y desbaratar las acciones terroristas dirigidas desde algunos de los pequeños estados del Golfo Pérsico (Qatar, Kuwait, Bahrein, Omán, Emiratos Árabes Unidos y Yemen), todos sometidos a la política estadounidense de enfrentamiento a Siria con la complicidad de la Liga Árabe.  

Los Estados Unidos se mantendrán vigilantes ante la evolución política en Egipto con un gobierno islamista que, con sus problemas económicos internos, podría socavar su capacidad como aliado incondicional, lo que podría  aumentar las tensiones de Egipto con Israel en torno a las cuestiones de seguridad en la península del Sinaí. 

La estrategia estadounidense en el Norte de África estará dirigida a mantener el control sobre Libia, porque facilita el acceso a los recursos naturales y la presencia militar en toda la región, fortaleciendo el control sobre Egipto y el monitoreo de la evolución política interna en Argelia.  

Con Romny en la presidencia de los Estados Unidos, habría un desempeño todavía más protagónico del Comité de Asuntos Públicos Estadounidense--Israelí (AIPAC), institución del poderoso lobby judío en los Estados Unidos, que con un presupuesto de 60 millones de dólares anuales se dedica a sufragar y sobornar instancias gubernamentales, órganos de prensa y políticos en la Administración y el Senado, para que asuman posiciones favorables a Israel, en las  vinculaciones e influencias de la política estadounidense hacia el Medio Oriente.

África Subsahariana

Dada la diversidad del continente africano, y en especial los problemas de enormes proporciones económicas, sociales y políticos de 53 países y más de 1000 millones de personas, siempre ha sido un reto para los Estados Unidos diseñar y poner en práctica una política coherente con respecto a África Subsahariana.

Tradicionalmente los Estados Unidos han tenido dificultades en la definición de los intereses estratégicos en el continente africano, en particular después de la “guerra fría”, y por la histórica debilidad económica de la mayoría de los países. Sin embargo, también persiste la tendencia existente, en los últimos años, a otorgarle una mayor atención al África Subsahariana por las motivaciones estratégicas hacia los factores económicos y comerciales que sobresalen.  

La política exterior estadounidense mostrará, en su discurso, mayor preocupación por la seguridad alimentaria de Etiopía, Tanzania, Kenia, Somalia, así como por la sequía que afecta a la región del Sahel. Es probable que los Estados Unidos intervengan en conflictos por el agua entre países africanos con el argumento de mantener la estabilidad en una región donde Washington observa, en las próximas décadas, un potencial mercado para sus productos. 

Por ese motivo, estaría presente la intención estadounidense de favorecer la creación de una clase media africana, para enfrentar los problemas derivados de los efectos de la pobreza y el hambre, continuando con las condicionadas ayudas que ascendieron, en el 2012, a unos 1100 millones de dólares. Potenciar el sector privado, como ha sido uno de los objetivos de la  Nueva Asociación para el Desarrollo de África (NEPAD), está unido a las prioridades de favorecer las inversiones estadounidenses en la agricultura y la educación.   

Cuando observamos el impacto de las tendencias negativas del crecimiento demográfico en la generación de desempleo y emigración; y que la enfermedad del SIDA será el problema mayor en el África Subsahariana, reduciendo la esperanza de vida de la población, habría que preguntarse: ¿Apostará un gobierno de los Estados Unidos por un nuevo período de estabilidad y paz en esta región? 

Sin embargo, más evidente sería el rol creciente de África Subsahariana en los mercados de energía, proporcionando el 25 % de las importaciones del petróleo de los Estados Unidos, por lo que deberá mantenerse la estrategia de expansión de la presencia y penetración militar de los Estados Unidos en la región, aunque se encubra en la llamada lucha contra el terrorismo. 

A partir de 2013 podría intensificarse la estrategia de contención contra los insurgentes somalíes, tanto contra el grupo de Al Shabaab transnacionalista y su rival nacionalista, el Emirato Islámico de Somalia. Esta estrategia contará con la Misión Africana en Somalia (AMISOM), que incluyen las fuerzas de paz de Uganda, Burundi y Yibuti, y las fuerzas adicionales de Sierra Leona. Las tropas de Kenia continuarán fortaleciendo el cordón a lo largo de la frontera de Kenia con el sur de Somalia. Las fuerzas etíopes fortalecerán un cordón a lo largo de la frontera de Etiopía con el centro de Somalia, también tratando de proteger el territorio e interceptar a los rebeldes islámicos. 

Los Estados Unidos estarán en el centro coordinador de todas estas acciones militares con los países africanos; y, por otra parte, continuarán las acciones encubiertas en el territorio de Somalia. Las fuerzas estadounidenses de operaciones especiales y los vehículos aéreos no tripulados recogerán y compartirán información de inteligencia con el gobierno somalí y sus aliados, para la defensa y control de sus intereses. Además, las fuerzas militares de los Estados Unidos, en el África Oriental y el Cuerno de África, seguirán siendo preparadas para aniquilar la resistencia de los rebeldes somalíes o cualquier otro que se interponga a los planes intervencionistas de la superpotencia. 

La partición de Sudán en dos estados, las intervenciones armadas de la OTAN amparadas por la ONU en Libia, en el 2011, y los recientes golpes de estado en Malí, en marzo de 2012, que produjo la proclamación por parte de un movimiento político del pueblo tuareg en la secesión de la región de Azawad, y en Guinea Bissau, en abril de 2012, evidencian la posibilidad de una creciente inestabilidad asociada a intereses foráneos que se proponen implantar nuevos mecanismos de control y apropiación de los cada vez más codiciados recursos naturales del empobrecido continente. La política exterior estadounidense participará, junto a otras potencias imperialistas, en este rompecabezas de intereses estratégicos.

Por todo lo anterior, tiene alta probabilidad que los Estados Unidos expandan sus operaciones secretas de inteligencia colocando pequeñas bases militares aéreas en el África Subsahariana con Fuerzas de Operaciones Especiales propias y una amplia participación de contratistas militares privados y de tropas africanas. Los aviones espías de los Estados Unidos “desarmados” patrullarán cientos de millas al norte, hacia Malí, Mauritania y el Sahara, donde supuestamente buscarían combatientes de Al Qaeda en el Maghreb Islámico. Este programa tomará importancia adicional por las consecuencias turbulentas del mencionado golpe de Estado en Malí. 

Para los Estados Unidos, por razones económicas y comerciales, será muy importante la estabilidad en Nigeria, Angola y Sudáfrica, tres importantes mercados y abastecedores de hidrocarburos, como son los casos de Nigeria y Angola. 

En el caso de Sudáfrica, potencia emergente integrante del Grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), los estrategas estadounidenses prestarán especial seguimiento a las elecciones de 2014, en las que el presidente sudafricano, Jacob Zuma, tratará de asegurar un segundo mandato como presidente del Congreso Nacional Africano (ANC, siglas en inglés) cargo que efectivamente lo convertiría en el candidato del partido para las elecciones presidenciales de Sudáfrica. 

La política exterior estadounidense tendrá muy en cuenta la labor de concertación política en el seno del grupo de las naciones más industrializadas (G-8), para continuar integrando los principales mercados del África Subsahariana en la economía capitalista global. 

Esa estrategia supondría resultados favorables a los intereses financieros y económicos del G-8 liderado por los Estados Unidos, sin que abandonen la óptica de que sean los países africanos los que se hagan responsables de sus problemas más críticos en materia de política económica, sistemas democráticos, gobernabilidad y seguridad; lo que deben lograr impulsados por las iniciativas que ellos mismos sean capaces de adoptar en los marcos de la Unión Africana.

* Ponencia presentada en el Seminario sobre la política exterior de los Estados Unidos. Centro de Estudios sobre los Estados Unidos de la Universidad de La Habana, Cuba, 29 de junio de 2012.

jueves, 28 de junio de 2012

Cómo resolver la crisis griega


 Por Salim Lamrani 
Opera Mundi

El caso emblemático de la crisis del endeudamiento es Grecia que ha sufrido desde 2010 nueve planes de austeridad de una severidad extrema a los cuales el pueblo griego ha respondido con catorce huelgas generales. No obstante existe una solución.

            El caso de la crisis de la deuda griega  es un caso de manual e ilustra el fracaso total de las políticas neoliberales. En efecto, a pesar de la intervención de la Unión Europea, del Fondo Monetario Internacional y del Banco Central Europeo, a pesar de la aplicación de nueve planes de austeridad extrema  –alza masiva de los impuestos, entre ellos el IVA, alza de los precios, reducción de los salarios (¡hasta un 32% sobre el salario mínimo!) y de las pensiones de retiro, retraso de la edad legal de la jubilación, destrucción de los servicios públicos de primera necesidad como la educación y la salud, supresión de las ayudas sociales y privatizaciones de los sectores estratégicos de la economía nacional (puertos, aeropuertos, ferrocarril, gas, agua, petróleo– que han doblegado a la población[1], hoy la deuda es superior a lo que era antes de la intervención de las instituciones financieras internacionales en 2010.[2]
            No obstante, la crisis griega habría podido evitarse. En efecto, habría bastado con que el Banco Central Europeo hubiera prestado directamente a Atenas las sumas necesarias, con la misma tasa de interés con la que presta a los bancos privados, es decir entre el 0% y el 1%, lo que hubiese impedido toda especulación sobre la deuda por parte del mundo financiero. Ahora bien, el Tratado de Lisboa redactado por Valéry Giscard d’Estaing, prohíbe esta posibilidad por razones difícilmente comprensibles si uno se basa en el postulado según el cual el Banco Central Europeo actúa en el interés de los ciudadanos.[3]
            En efecto, el Artículo 123 del Tratado de Lisboa estipula que “queda prohibida la autorización de descubiertos o la concesión de cualquier otro tipo de créditos por el Banco Central Europeo y por los bancos centrales de los países miembros, denominados en lo sucesivo “bancos centrales nacionales”, a favor de instituciones u organismos, Gobiernos centrales, autoridades regionales o locales, u otras autoridades públicas, organismos de Derecho público o empresas públicas de los Estados miembros, así como la adquisición directa a los mismos de instrumentos de deuda por el BCE o los bancos centrales nacionales”.[4]
            En realidad el BCE sirve directamente a los intereses del mundo financiero. Así, los bancos privados contrataron un préstamo al BCE con la tasa baja de un 0% al 1% y luego especularon sobre la deuda y prestaron ese mismo dinero a Grecia con tasas que van del 6% al 18%, agravando así la crisis de la deuda, que ahora es matemáticamente impagable, ya que Atenas se encuentra en la obligación de contratar préstamos sólo para pagar los intereses de la deuda.[5] Peor aún, el BCE vende a Grecia títulos de su propia deuda a precio de oro, es decir al 100% de su valor, mientras que los adquirió a un 50%, y especula así sobre el drama de una nación.
Por esas razones, resulta imprescindible reformar en profundidad el Tratado Europeo con el fin de autorizar al BCE a prestar directamente a los Estados y evitar así los ataques especulativos del mundo financiero sobre las deudas soberanas, como ha sido el caso en Grecia, Irlanda, España, Portugal e Italia, por citar sólo algunos.

Las lecciones procedentes de la nueva América Latina

            Europa tiene mucho que aprender de la nueva América Latina que representan el Brasil de Dilma Roussef, la Venezuela de Hugo Chávez, la Bolivia de Evo Morales, la Argentina de Cristina Kirchner y el Ecuador de Rafael Correa, en términos de lucha contra el mundo financiero y de recuperación de la soberanía y del destino nacional. Todas estas naciones han escogido ubicar al ser humano en el centro del proyecto de sociedad y librarse del peso de la deuda, con el fin de acabar con la influencia de las instituciones financieras internacionales tales como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
            El Ecuador del presidente Correo señaló el camino a seguir. En efecto, éste logró disminuir la deuda de un 24% a un 11% del PIB sin aplicar medidas de austeridad. Dicha deuda, contratada en los años 1970 por regímenes dictatoriales, era por esencia ilegítima y entraba en la categoría de deuda llamada “odiosa”.[6]
            El concepto de “deuda odiosa”, es decir ilegítimamente impuesta, se remonta a 1898 cuando Estados Unidos, tras su intervención militar en Cuba, decidió decretar unilateralmente la anulación de la deuda que tenía La Habana con Madrid, ya que fue contratada por un régimen colonial ilegítimo.
            Entre 1970 y 2009, Ecuador rembolsó 172 veces el monto de la deuda de 1970. No obstante, debido a los intereses exorbitantes que se impusieron a la nación, el volumen de ésta se multiplicó por 53. Del mismo modo, entre 1990 y 2007 el Banco Mundial prestó 1.440 millones de dólares y Ecuador rembolsó a esta institución la suma de 2.510 millones. El servicio de la deuda representaba entre 1980 y 2005 el 50% del presupuesto nacional, en detrimento de todos los programas sociales.[7]
            A su llegada al poder en 2007, Correa redujo el servicio de la deuda a un 25% del presupuesto y creó una Comisión para la Auditoría Integral del Crédito Público, con el fin de evaluar la legitimidad de la deuda.[8] La Comisión publicó su informe y consideró que la deuda comercial ecuatoriana era ilegítima. En noviembre de 2008, el presidente Correa procedió a la suspensión del pago de un 70% de la deuda pública.
            Consecuencia lógica, el valor de la deuda ecuatoriana perdió un 80% de su valor en el mercado secundario. Quito aprovechó la ocasión para comprar 3.000 millones de su propia deuda por una suma de 800 millones de dólares, realizando así un ahorro de 7.000 millones de dólares de intereses que el país habría pagado hasta 2030.
            Así, mediante una simple auditoría, Ecuador redujo, sin gasto alguno, su deuda de cerca de 10.000 millones de dólares. La deuda pública pasó de un 25% del PIB en 2006 a un 15% en 2010. En el mismo tiempo, los gastos sociales (educación, salud, cultura, etc.) pasaron de un 12% a un 25%.[9]

            Europa debe seguir el camino que ha señalado la nueva América Latina. En efecto, el problema de la deuda pública no puede de ningún modo resolverse mediante la aplicación de medidas de austeridad políticamente desastrosas, socialmente injustas y económicamente ineficientes. Las olas de privatizaciones de sectores claves de la economía nacional y la destrucción de los derechos sociales duramente conquistados tampoco son la solución para una deuda matemáticamente impagable. No obstante, la solución es simple: que el Banco Central Europeo preste directamente a los Estados con la misma tasa de interés que la reservada a los bancos privados y que el poder de creación monetaria sea una exclusividad de los bancos centrales. El interés general debe prevalecer sobre el de los bancos privados. ¿Quién se atreverá en Europa a tomar ejemplo del Nuevo Mundo latinoamericano y tendrá la valentía política de enfrentarse al mundo financiero?

*Doctor en Estudios Ibéricos y Latinoamericanos de la Universidad Paris Sorbonne-Paris IV, Salim Lamrani es profesor encargado de cursos en la Universidad Paris-Sorbonne-Paris IV y en la Universidad Paris-Est Marne-la-Vallée y periodista, especialista de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Su último libro se titula Etat de siège. Les sanctions économiques des Etats-Unis contre Cuba, París, Ediciones Estrella, 2011, con un prólogo de Wayne S. Smith y un prefacio de Paul Estrade. Contacto: Salim.Lamrani@univ-mlv.fr

martes, 26 de junio de 2012

Hollande y el atavismo de la Grandeur


Francois Hollande
Por Germán Gorraiz López

Desde De Gaulle, la resistencia al liderazgo estadounidense ha sido un factor de la política exterior de todos los presidentes franceses, por lo que podríamos asistir al final de la luna de miel de Francia con Obama debido a desacuerdos con la Administración USA en temas puntuales, aunque la discrepancia fundamental será en las formas, (apoyo de De Gaulle a Estados Unidos en la Crisis de los Misiles de Cuba (1.962).

Sarkozy adoptó un enfoque “activista” en asuntos internacionales, involucrándose personalmente y teniendo “el compromiso con la intervención humanitaria” y el aumento del peso específico de Francia en la Geopolítica Mundial como ejes vertebradores de su política exterior”, quedando reducida la política doméstica a un mero instrumento de la política exterior que serviría de catalizador de los valores de la Grandeur y reservándose el poder decisorio en Defensa y Exteriores que pasaron a ser “dominio reservado del Presidente” , pero tras la integración plena de Francia en la OTAN en abril de 2009, el gobierno francés se vio obligado a asumir una mayor responsabilidad en misiones internacionales y a atender la petición de Obama de un incremento sustancial de tropas aliadas en Afganistán , con la consiguiente pérdida de soberanía.

Sin embargo, con Hollande podríamos asistir a una tardía reafirmación de la soberanía francesa que se plasmaría en la sorpresiva retirada de las tropas francesas de Afganistán en el 2012, motivada por el hecho de tener Francia una población musulmana de 5 millones de habitantes, (de los cuales casi 3 millones son ciudadanos franceses), su desorbitante deuda externa (5 billones $) y la consiguiente falta de liquidez monetaria.

Recordar que en Kapisa están desplegados la mayoría de los 3.500 militares franceses presentes en Afganistán y según una fuente occidental del ámbito de la seguridad citada por ‘Le Figaro’, “esta provincia es “una zona peligrosa” que los traficantes de drogas se disputan con los insurgentes talibán y donde la organización de la retirada será complicada para Francia y problemática para Kabul” y que este año se marcharán de Afganistán unos 2.000 soldados franceses, pero otros se quedarán para ayudar y entrenar a las fuerzas afganas y ocuparse del material.

Por su parte, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, ha anunciado que “los aliados deberán cubrir 4.100 millones de dólares anuales necesarios para financiar a las fuerzas afganas en el futuro tras su retirada en el 2014” y a Francia le han pedido que aporte algo menos de 200 millones de dólares (casi 160 millones de euros) al año como parte de la financiación internacional , pero Hollande ha dejado claro que “no se comprometerá a nada mientras no esté claro cómo se va a gestionar ese dinero”.
Escudo Antimisiles: En septiembre de 2009 el presidente Obama ( siguiendo la recomendación del secretario de Defensa y de la Junta de Jefes de Estado) , aprobaba la implementación del nuevo sistema europeo de defensa antimisiles,( European Phased Adaptative Approach (EPAA), que en realidad se trata de un escudo antimisil global en el que los misiles interceptores emplazados en plataformas móviles pueden abatir blancos en un espacio común (a base de datos transmitidos por todos los radares y sistemas de reconocimiento optoelectrónico).

“La implementación del proyecto se realizará a través del sistema defensivo Aegis BMD, integrado en el sistema global de defensa de misiles balísticos BMDS y España emplazará en la base naval de Rota cuatro destructores estadounidenses con sistemas de misiles interceptores SM-3 y el sistema de combate Aegis Phased Adaptative Approach”, citando a Teresa de Fortuny y Xavier Bohigas en su artículo “Escudo Antimisiles en la Base de Rota” (Rebelion.org).

Durante el encuentro con miembros del Club de Debates Valdái, el primer ministro de Rusia, Vladímir Putin, advirtió a EEUU “que el despliegue del sistema estadounidense de defensa antimisiles (DAM) en Europa podría complicar las relaciones entre Moscú y Washingto” según comunicó a RiaNovosti Alexander Rahr, director del Centro Berthold Beinz del Consejo Alemán de Relaciones Exteriores.

Como respuesta rusa, ya se habría culminado el despliegue de misiles sobre plataforma móvil Iskander-M y de tres regimientos en Kozlesk encargados del manejo de los mismos en la provincia de Kaliningrado, (que vuelve a desempeñar el papel de “pistola en la sien de Europa”), como respuesta al escudo antimisil que EEUU y la OTAN planean desplegar cerca de sus fronteras y que según Ria Novosti, “hacia 2020 será capaz de controlar la parte europea de su territorio hasta la cordillera de los Urales”.

Así, no sería descartable que el proyecto de EEUU del Escudo de Misiles Antibalísticos (DAM) fuera visto por Hollande como una pérdida de la soberanía europea,( reviviendo el proyecto de Kennedy de Partnership entre los EE.UU. y Europa para proveer al Reino Unido de misiles Polaris de julio de 1962), lo que podría traducirse en la salida provisional de Francia de las estructuras militares de la NATO en el horizonte del 2014 (emulando a De Gaulle (1.966), quien tras el desmantelamiento de treinta bases estadounidenses en suelo francés volvió a suscribir de nuevo el Pacto Atlántico en 1.969) , con el subsiguiente impacto en la geopolítica europea .

Caso de consumarse el distanciamiento con EEUU , podríamos asistir a un acercamiento político a Rusia (rememorando el viaje de De Gaulle a Moscú ,1966) que se plasmaría en la Ratificación de la Política de Buena Vecindad con la Rusia de Putin, mediante la firma de acuerdos preferenciales para asegurarse el suministro de gas y petróleo rusos e incrementar los intercambios comerciales, debido a la dependencia energética francesa (21% de las importaciones de petróleo y 40% de gas proceden de Rusia) y a que el 40% del comercio exterior ruso se realiza con la UE.

Mantenimiento de la “Force de Frappe”: Aunque la responsabilidad de las fuerzas armadas esté compartida por el Presidente y el Primer Ministro según Constitución Francesa de 1958, un decreto de 1962 sólo atribuye al Presidente la capacidad de autorizar el uso de armamento nuclear.

Recordemos que la “Force de Frappe” nació en 1960 como consecuencia de la proclamación de la V República Francesa por el General De Gaulle. y fue concebida como uno de los elementos clave de la independencia económica, diplomática y militar del país frente a las dos grandes potencias enfrentadas mundialmente (EEUU y la URSS) y que en la actualidad y a pesar del anuncio del presidente galo Sarkozy de reducir el arsenal atómico francés hasta las 300 cabezas nucleares, basa parte de su poder en la utilización de submarinos nucleares balísitcos (SSBN) clase Redoutable y Triomphant I, después de que a finales del pasado siglo se retiraran todos los misiles nucleares de medio alcance basados en tierra (IRBM modelos SSBS S3) y misiles nucleares de corto alcance (SRBM) modelo Plutón.

Por todo ello, no sería descartable una posterior reacción por parte de EEUU con la instalación en el Pirineo navarro de una base de radares (Gorramendi) para escuchar los susurros del Elíseo, así como una contrarréplica de Hollande sustituyendo el patrón dólar por el oro (reeditando la sutil jugada de ingeniería financiera de De Gaulle de mediados de los 70).

Pragmatismo en las relaciones comerciales con China: Tras los desencuentros con China a raíz de la cruenta represión en el Tíbet por el régimen de Pekín y los coqueteos mediáticos de Sarkozy con el Dalai Lama, la severidad de la crisis y el aumento del déficit comercial en la zona económica de la UE forzará a París a una política de pragmatismo económico.

Dicho pragmatismo quedaría plasmado en el inicio de negociaciones para la firma de un acuerdo Global para fortalecer unos intercambios comerciales que representan el 18% del total del comercio exterior de la UE, (no hay que olvidar que China es el principal suministrador de productos a la UE con un montante de 168.200 millones de euros en el 2008), rememorando el pragmatismo visionario de De Gaulle al reconocer a la China Comunista en 1964.

Brasil, ¿“gendarme” de Sudamérica?: Las relaciones con Iberoamérica vendrán marcadas por el pragmático económico y los acuerdos bilaterales para la venta de productos militares y el traspaso de tecnología a los países sudamericanos, siendo las nuevas relaciones entre Bolivia y Francia un claro exponente como ideologías aparentemente antagónicas se fusionan en aras del interés económico (rememorando el apoyo de De Gaulle a algunas empresas que proveyeron de infraestructura para la construcción del metro en México y Chile).

Dichas relaciones económicas se intensificarán especialmente con Brasil (al que tanto Francia como EEUU ven como un potencial aliado en la escena global y al que podrían apoyar para su ingreso en el Consejo de Seguridad de la ONU como miembro permanente), con el consiguiente aumento del peso específico de Brasil en la Geopolítica Mundial y su asunción del papel de “gendarme de los neoliberales” en Sudamérica.

Así, el presupuesto de Defensa de Brasil en 2011 se elevó a los 30.500 millones de dólares (cifra que representa la mitad de todo lo invertido en defensa en toda América del Sur, según el Stockholm International Peace Research Institute) y espera “incrementar el gasto en defensa del 1,5 al 2% para asimilar su presupuesto en este capítulo al del promedio de las otras potencias emergentes del grupo BRICS” según ha declarado Celso Amorim, ministro de Defensa brasileño en una entrevista durante el Foro de Reuters sobre Inversión en América Latina.

Según LATAM, el Gobierno de Dilma Rousseff ha heredado la decisión sobre la compra de los 36 aviones de combate con los que Brasil quiere modernizar su flota, compra por la que compiten la estadounidense Boeing con el F-18 y la francesa Dassault Aviation, con el Rafale y que incluye una inaudita transferencia de tecnología de dichos aviones en contrapartida, estando en juego un contrato estimado por Amorim en unos 5.000 millones $, compra que según afirmó” no se verá alterada por la desaceleración de la economía brasileña, que pasó de un crecimiento de un 7,5 por ciento en el 2010 a un 2,7 por ciento en el 2011”.

Para completar el puzzle, Raúl Zibechi en APC-suramerica.net afirma que el Secretario de Defensa de EEUU, León Panetta ofreció el 25 de Abril una conferencia en la Escuela Superior de Guerra de Río de Janeiro, en la que detalló su propuesta de amplia cooperación estratégica entre EEUU y Brasil y agregó “que la compra de los 36 cazas F-18 puede transformar radicalmente la relación entre ambas industrias de defensa “ por lo que en palabras de Zibechi “ el Pentágono realiza su generosa oferta tecnológica y diplomática (el asiento en el Consejo de Seguridad) a cambio de una sumisión militar y estratégica”.

¿Revitalización de la Francophonie?: Respecto a África, se dará el finiquito a la diplomacia europea basada en las relaciones personales entre los líderes, sustituyéndola por una relación interpares de la metrópolis con sus antiguas colonias. Asistiríamos así a la sustitución del tradicional colonialismo paternalista (De Gaulle) por el de un neocolonialismo que bajo el epígrafe de “garante de los Derechos Humanos” continuaría esquilmando los recursos naturales ( especialmente uranio, platino , cobalto, manganeso, oro y diamantes además del mediático coltán ,(especie de piedra filosofal para el desarrollo de las tecnologías del futuro como la telefonía móvil, ordenadores, videojuegos, armas inteligentes, implantes médicos, industria aeroespacial y levitación magnética), aprovechándose de los endémicos conflictos tribales y rutinarios golpes de Estado y en feroz competencia con EEUU, Rusia , China y resto de la UE.

Por último, asistiremos a la creación de una sociedad subsidiada en los territorios del ultramar francés desperdigados por África, Oceanía y América mediante la ayuda de 580 millones de euros, con el objetivo de asegurar la paz social y poder preparar un nuevo modelo de economía autogestionaria que permita” reflotar a dichos territorios del subdesarrollo y la dependencia de la metrópolis”, fruto de los disturbios acaecidos en la isla de Guadalupe tras la huelga “contra la carestía de la vida” y que se extendió hasta la vecina isla de Martinica.

La solución debería pasar por la sustitución del tradicional colonialismo paternalista francés por una relación interpares de la metrópolis con sus antiguas colonias, dando así finiquito al endémico tratamiento por parte de los sucesivos Gobiernos franceses de los territorios de Ultramar como colonias en lugar de territorios con representación parlamentaria, surgiendo posteriormente un neocolonialismo que intentará la revitalización de la Francophonie como ente político y económico en el escenario mundial en el horizonte del 2020, hija del atavismo de la Grandeur. IPS. 2012-06-04. http://alainet.org/active/55351

Cumbre Río+20 El Norte indiferente, el Sur por salvar el planeta


Por Hedelberto López Blanch
Opciones (Cuba) Ajinten (España)

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible Río+20, que sesionó con más de 100 jefes de Estado y de Gobierno mostró que en el mundo existen dos polos diferentes: uno el de los países en desarrollo que quieren salvar al mundo de los desastres naturales provocados por el hombre, y el otro de las naciones desarrolladas que solo piensan el acelerar sus economías aunque la tierra sufra nefastas consecuencias.

La Cumbre Río+20, que debe su nombre a la histórica Cumbre de la Tierra celebrada en Río de Janeiro hace dos décadas, sesionó los días 20, 21 y 22 de junio con las lamentables ausencias del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, la canciller de Alemania, Ángela Merkel y el primer ministro británico David Cameron (representantes de tres de las potencias capitalistas más fuertes del planeta) que restaron así importancia a la cita.

Pensaron que al desentenderse de los graves problemas que enfrenta la existencia del planeta tierra, los pueblos del mundo no los condenarían por su falta de humanidad y responsabilidad, al ser representantes de potencias con alto grado de participación en las consecuencias de deterioro ambiental que sufre el globo terráqueo.

Aunque estuvieron ausentes, numerosos jefes de Estado de las naciones en desarrollo, levantaron sus voces para denunciar los excesos contra la existencia humana en que incurren los países ricos y las compañías transnacionales.

El Presidente cubano, Raúl Castro Ruz, en su discurso enfatizó: “Dejemos las justificaciones y egoísmos y busquemos soluciones. Esta vez, todos, absolutamente todos, pagaremos las consecuencias del cambio climático.  Los gobiernos de los países industrializados que actúan de esta forma no deberían cometer el grave error de creer que podrán sobrevivir un poco más a costa de nosotros.  Serían incontenibles las oleadas de millones de personas hambrientas y desesperadas del Sur hacia el Norte y la rebelión de los pueblos ante tanta indolencia e injusticia.  Ningún hegemonismo será entonces posible”.  

El mandatario ecuatoriano, Rafael Correa, reclamó la corresponsabilidad de los países desarrollados para salvar el planeta y abogó por un cambio cultural y político en los esquemas de desarrollo.

Los países latinoamericanos, dijo, somos mucho menos consumidores que los países ricos, pero es imprescindible un cambio en la noción de desarrollo, y señaló, que el problema es político y no puede generalizarse un modelo de vida como el de un habitante de Nueva York pues se requerirían cinco planetas para ello. Cómo entender multimillonarios salvamentos bancarios y no ambientales. Todo el mundo sabe quiénes son los que contaminan el ambiente y quiénes los que generan bienes ambientales, indicó.

Por su parte, el Presidente bolivariano Evo Morales rememoró las palabras del líder cubano Fidel Castro en anterior Cumbre cuando dijo "Acabe el hambre y no el hombre", "Páguese la deuda ecológica y no la deuda externa" y señaló que “el capitalismo promueve la privatización y la mercantilización de la biodiversidad y el negocio de los recursos genéticos”. 

Pese a que Obama, Merkel y Cameron no estuvieran, debieron escuchar cuando Morales puntualizó: El capitalismo mercantiliza la naturaleza y convierte cada árbol, cada gota de agua, y cada ser de la naturaleza en una mercancía sometida a la dictadura del mercado, que privatiza la riqueza y socializa la pobreza.

Por la importancia que tenía, el Presidente cubano Raúl Castro, inició su intervención en la Cumbre con estas palabras: Hace 20 años, el 12 de junio de 1992, en este mismo recinto, el líder de la Revolución cubana Fidel Castro expresó: “Una importante especie biológica está en riesgo de desaparecer por la rápida y progresiva liquidación de sus condiciones naturales de vida: el hombre”. 

Y agregó Raúl: Lo que pudo haber sido considerado alarmista, constituye hoy una realidad irrefutable. La incapacidad de transformar modelos de producción y consumo insostenibles atenta contra los equilibrios y la regeneración de los mecanismos naturales que sustentan las formas de vida en el planeta. Las especies se extinguen a una velocidad cien veces más rápida que las indicadas en los registros fósiles; más de cinco millones de hectáreas de bosques se pierden cada año y cerca del 60 % de los ecosistemas están degradados.

Se incrementa la pobreza, crece el hambre y la desnutrición y aumenta la desigualdad, agravada en las últimas décadas como consecuencia del neoliberalismo, agregó.

Luego de referirse a las guerras de nuevo tipo (de rapiña), lanzadas en Medio Oriente y el Norte de África, Raúl significó que “el gasto militar total ha crecido en estas dos décadas a la astronómica cifra de 1,74 millones de millones de dólares, casi el doble que en 1992, lo que arrastra a la carrera armamentista a otros Estados que se sienten amenazados.  ¿A dos decenios del fin de la Guerra Fría, contra quiénes se usarán estas armas?, preguntó.

La anfitriona del evento, la Presidenta de Brasil, Dilma Rousset, reprochó a la Unión Europea y a Estados Unidos que “la sostenibilidad no puede estar a merced de las crisis”. Es decir, que no puede ligarse solamente con el crecimiento económico. 

La declaración final de la Cumbre no fue más allá de la firmada hace 20 años en el mismo escenario de Río de Janeiro pese a los esfuerzos para mejorarlo realizados por Brasil y el Grupo de los 77 + China.

Por eso muchas delegaciones y organizadores del encuentro, así como grupos ambientalistas y de activistas catalogaron el documento como débil.

El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon enfatizó sin ambages durante su discurso de apertura, “voy a ser franco, nuestros esfuerzos no han estado a la altura de la medida del desafío. La naturaleza no negocia con los seres humanos”.

Para la mayoría de los jefes de Estado de Asia, África y América Latina, el documento estableció aspiraciones en lugar de metas obligatorias en temas como seguridad alimentaria, agua y energía.
En el limbo quedaron puntos esenciales como la transferencia de tecnología a los países pobres para acceder a métodos más limpios en la emisión de gases contaminantes. Asimismo, los ricos (fundamentalmente Estados Unidos y Canadá) rechazaron otra vez entregar el fondo de financiamiento del 0,7 % del PIB a los menos desarrollados.

Quedó diluida la propuesta del G-77 + China de crear un fondo de recursos adicionales para enfrentar los desafíos climáticos de 30 000 millones de dólares anuales del 2013 al 2017 y aumentarlo a 100 000 millones a partir de 2018.

El término Economía Verde que promueve la Unión Europea,  es solo un intento por mercantilizar fuentes de vida como el aire, atmósfera, mares. La tesis esgrimida es que se maltratan porque no tienen valor y para dárselo, deben ser propiedad de alguien, o sea, privatizarlos.  

Al respecto, Evo Morales puntualizó que la denominada Economía Verde es un nuevo mecanismo de sometimiento de los pueblos y como el capitalismo, promueve la privatización y la mercantilización de la biodiversidad y el negocio de los recursos naturales.

Los países ricos no han comprendido la gravedad de los problemas ambientales acrecentados en los últimos 20 años como el derretimiento de los glaciares, contaminación y salinización de las aguas, calentamiento global, aumento de las catástrofes naturales, degradación de los suelos, ampliación del hueco en la capa de ozono, etc. 

Como afirmó el Presidente cubano al concluir su discurso, “Estamos urgidos de un cambio trascendental. La única alternativa es construir sociedades más justas, establecer un orden internacional más equitativo, basado en el respeto al derecho de todos; asegurar el desarrollo sostenible a las naciones, especialmente del Sur, y poner los avances de la ciencia y la tecnología al servicio de la salvación del planeta y de la dignidad humana”.

Pese a los obstáculos planteados por las naciones poderosas en la Cumbre Río + 20, lo cierto es que hay un crecimiento de la conciencia ecológica en el mundo y más temprano que tarde se encontrará un camino de salvación que a todas luces será sin el capitalismo.

lunes, 25 de junio de 2012

Paraguay: “Sectores privilegiados detrás de este golpe de Estado”

PL

El presidente paraguayo, Fernando Lugo, dijo hoy que los sectores más privilegiados y conservadores del país están detrás del actual intento de golpe de Estado.

Las declaraciones del mandatario a una radio latinoamericana fueron difundidas aquí por los medios de prensa locales y en ellas el mandatario destacó que esos grupos se unieron para tratar de eliminar el proceso democrático existente en Paraguay.

La gran popularidad de este gobierno no ha bajado a pesar de las deudas que seguimos teniendo con la ciudadanía y para ellos la única manera de entorpecer el proceso es eliminando al Presidente, añadió.

Lugo resaltó el rechazo popular a lo que calificó de "golpe de Estado express" y se refirió a los muchos miles de personas congregadas frente al Congreso Nacional y en otras plazas del país.

Apuntó que se trata de integrantes de movimientos campesinos, obreros, estudiantiles y de la gente más beneficiada con el actual proceso de cambios, los cuales permanecen en vigilia repudiando el juicio político contra el Jefe de Estado.

Reiteró que estará presente en el hemiciclo del Parlamento para responder a las acusaciones hechas por los legisladores de la oposición, quienes abogan porque las cosas permanezcan siempre como fueron en muchas décadas sin cambio favorable alguno.

En relación a la presencia en el país de una misión de cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), explicó que ningún país está aislado en el actual proceso de integración.


Ahora con Unasur y Mercosur estamos unidos todos y creemos en los cambios democráticos y la solidaridad internacional, concluyó.