jueves, 28 de mayo de 2015

Siete años después, la crisis sobrevive en Europa

Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda
Fotos: Roberto Garaicoa

Siete años después, la crisis que tuvo su génesis en Estados Unidos y llegó al Viejo Continente con la fuerza globalizadora del capitalismo, aún se expande por las arenas políticas, económicas, sociales y militares de los países de la Unión Europea. Ahí están los sucesos recientes en España, Grecia y Ucrania para confirmarlo.

El experto Leyde Rodríguez no le dio muchas vueltas al abordar el asunto: “La crisis forma parte de los desafíos y contradicciones de la Unión Europea”. Y Santiago Pérez respaldó la perspectiva desde el enfoque de un problema sistémico y estructural, de la cual España es parte y también víctima, al igual que Grecia, Portugal… países que sufrieron los impactos de las medidas neoliberales.

En el caso puntual de España, parte de las ramificaciones de esa crisis se ha hecho evidente con los últimos comicios regionales y municipales, en los que sufrieron un fuerte revés los partidos tradiciones y emergieron formaciones políticas como Podemos y Ciudadanos.

Pese a ser el más votado el domingo, el Partido Popular (PP) obtuvo su peor resultado en 20 años en unas elecciones, ya perdió casi 2,5 millones de votos en relación con los comicios de 2011, mientras hubo un ascenso impetuoso de la izquierda en grandes ciudades como Madrid y Barcelona.

El bipartidismo —a base del PP y del Partido Socialista Obrero Español (PSOE)— registró un profundo deterioro al lograr alrededor del 50 por ciento de los votos, muy por debajo del 65,3 por ciento alcanzado hace cuatro años.

En tanto, en Grecia, el mapa político también se reconfiguró con la formación Syripas, quien ha tenido que enfrentarse a la bancarrota en la que los mandatarios anteriores dejaron al país, y se niega a saldar deudas con más recortes que perjudiquen al pueblo.

Para la experta Elsa Claro, si nos atenemos a las informaciones que están circulando por Internet, parece que se va a llegar a un acuerdo entre Grecia y la Troika (FMI, UE, Banco Central Europeo), aunque el problema ha demorado en dilucidarse porque el Gobierno griego se ha negado a afectar más a la población y a hacer lo que le plantea el FMI,  lo que implicaría que no tendría forma de moverse para lograr crecimiento.

En su opinión, este es el primer país que sufre el descalabro de la crisis. Y por suerte “Alexis Tsipras —primer ministro de la nación helénica— y su grupo han luchado para llegar a un acuerdo de renegociación de la deuda sin afectar a la gente, sin intervenir a los fondos de pensiones”.

En Grecia, puntualizó, la situación sigue siendo muy delicada, porque incluso aunque se logre el acuerdo, hay una erosión enorme de tipo financiera, porque han salido más de 60 mil millones de dólares del país en los últimos cuatro meses y el Estado no tiene dinero.

Las fórmulas neoliberales, dijo, ha sido a lo que más se ha recurrido en estos países en crisis, lo que ha generado bajos salarios, desempleos y otros problemas sociales. Chipre, por ejemplo, está en pésimas condiciones y, en España, aunque tiene áreas como Baleares que tiene una recuperación económica, el país solo tiene un crecimiento del uno por ciento, lo cual habla de que no se ha recuperado.

En su intervención en la Mesa Redonda, ahondó en que países como Gran Bretaña hoy tienen más de un millón y medio de pobladores que van a comedores humanitarios. “Y estamos hablando de un país encumbradísimo”.

Santiago Pérez insistió en que se trata de una crisis estructural del capitalismo desarrollado, de la que el propio Obama dijo que era la peor después de la del 33. “Arrancó en 2008 en Estados Unidos y evidentemente tiene sus reflejos a nivel de los sistemas políticos. Y el hecho de que haya crecimiento no hay indicios de que estén saliendo del bache”.

Advirtió que todo esto ha tenido implicaciones geopolíticas, porque no pocos países han buscado en esa zona determinadas salidas. “El caso ucraniano es paradigmático, porque golpeó al presidente y se han visto implicados Rusia, con poder nuclear, la Unión Europea y Estados Unidos”.

La Unión Europea, advirtió, fue arrastrada por el poder norteamericano a seguir las sanciones contra Rusia en medio de estas tensiones, sin embargo han tenido que reaccionar por el nivel de pérdidas que le ha costado esta postura.

“Con el pretendido aislamiento a Rusia no lograron los resultados esperados en cuanto a su debilitamiento. De hecho, las recientes visitas de Kerry y de la Merkel, confirman que esa oposición que montaron a nadie le conviene”.

También el anuncio ruso-británico de cooperar estrechamente para resolver la crisis en Siria indica que Occidente parece haber comprendido que la confrontación con Rusia no tiene un buen final.

Igualmente se ha alertado de que una eventual entrada de Ucrania a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) provocaría tensiones irreversibles. Si se quiere que Ucrania sea un amigo de Europa y un puente con Rusia, pero no un miembro de la OTAN ni de la Unión Europea (UE), entonces hay que impulsar políticas coherentes con este objetivo. “Pero si el propósito es adherir Ucrania a la OTAN, entonces se crearán tensiones irreversibles”, han reconocido altas autoridades británicas.

En tanto, la situación interna en Ucrania sigue frágil. “Si bien funciona el protocolo de Minsk, todavía la paz es muy inestable. Además, se avecinan elecciones, y será absurdo pretender que Donetsk y Lugansk, con más de 6 mil muertos en la confrontación, quieran sumarse a esta contienda”.

Sobre el rol de Rusia en la situación ucraniana, Santiago Pérez precisó que han sido una contención poderosa, aunque ellos siempre han asumido que lo que allí ocurre es un problema interno.

El profesor Leyde Rodríguez, por su parte, puso la mirada en la respuesta de Europa al tema migratorio, la cual calificó de triste. “Las intervenciones de los buques no será la solución del problema. Lo que allí está sucediendo está asociado a la brecha entre el norte y el sur en materia de desarrollo económico. Y aunque la UE es uno de los mayores donantes en África, ellos han exacerbado el éxodo. Son cientos de miles las personas que llegan todos los días, y no es acertado el uso de los mecanismos militares para enfrentar el tráfico de personas. Todo esto solo servirá de pretexto para las políticas antimigratorias, el resurgimiento de fuerzas de extremo fascista y la xenofobia”.

El experto Leyde Rodríguez no le dio muchas vueltas al abordar el asunto: 
“La crisis forma parte de los desafíos y contradicciones de la Unión Europea”. 


Para la experta Elsa Claro, si nos atenemos a las informaciones que están 
circulando por Internet, parece que se va a llegar a un acuerdo entre Grecia 
y la Troika (FMI, UE, Banco Central Europeo).

Santiago Pérez insistió en que se trata de una crisis estructural del capitalismo 
desarrollado, de la que el propio Obama dijo que era la peor después de la del 33. 


La periodista Jennifer Zubizarreta Arias, en un recorrido por Internet, destacó 
los sucesos más trascendentales.

martes, 26 de mayo de 2015

Primer Girón Tecnológico



Pasajes de la Historia de la Revolución Cubana y su relación con la Política Exterior

Por Carlos Martínez Salsamendi *


Primer Girón Tecnológico: así se tituló un reportaje sobre la develación en Moa de una escultura de Demetrio Presilla al cumplirse el 51 aniversario de la puesta en marcha de la planta niquelífera Pedro Soto Alba.

Fue efectivamente un hecho que constituye una hazaña de la naciente revolución en el orden tecnológico, la que, dirigida directamente por el comandante Ernesto Che Guevara, tuvo a Presilla al frente de un grupo de ingenieros y técnicos que laboraron en la planta de Nicaro, y de jóvenes que participaron en el proceso de construcción de la fábrica de Moa y se incorporaron, estimulados por el Che, a los esfuerzos por la incipiente industrialización del país.  

En una corta época en la que trabajé en el Centro Coordinador para el Desarrollo del Norte de Oriente (*),  en la profesión que había estudiado – economista – tuve la oportunidad de conocer a Presilla y muchos de los ingenieros y técnicos que, junto a los obreros que también contribuyeron a levantar la planta Pedro Soto Alba (**), aportaron a dicha hazaña. 
También me adentré en la parte técnico-económica, del proyecto, al contribuir a la traducción del inglés de su voluminosa documentación. Además de conocer algunas interesantes anécdotas, pude constatar de primera mano lo que constituyó ese “primer Girón tecnológico”.  ¿Por qué de ese calificativo?

La fábrica de Moa originalmente fue una inversión de la Freeport Sulphur Co., gigante de la industria químico-minera  estadounidense, diseñada específicamente para procesar el mineral laterítico de una extensa zona de la región nororiental cubana, con una composición y cualidades superiores a las conocidas que se procesaban en Nicaro.   Era un proceso con la tecnología más avanzada para la época, que se le sigue reconociendo como tal. La empresa estadounidense llevaría el nombre de Moa Bay Mining Company.

En realidad lo que se producía en Moa no era un producto terminado.  Era un material – una especie de lodo - que después de beneficiado, se enviaba por mar a la planta de la empresa en el sur de los Estados Unidos sobre el Golfo de México para la terminación del proceso – níquel más cobalto metálico.  Incluso, el barco también fue diseñado específicamente para tales propósitos.  Llevaba el mineral semi procesado en unas tolvas.  De esta manera la empresa se ahorraba el pago del arancel aduanero al no importar un mineral procesado sino como materia prima para la industria.  En el viaje de retorno, el barco traía el ácido sulfúrico, insumo principal para el proceso de Moa.   ¿Sería, además, otra muestra de dependencia neocolonial?

Una de las anécdotas que me contaron fue que el Che se lamentó de haber firmado el decreto de nacionalización de la fábrica cuando el barco estaba para los Estados Unidos y no un poco después cuando el barco estuviera en aguas cubanas.

La Pedro Soto Alba  y su proceso fueron diseñados por un reconocido ingeniero de la India, Tuhin K. Roy, que fue también el principal ingeniero químico que diseñó la fábrica en territorio de los Estados Unidos, y un grupo de profesionales de su país altamente calificados en la materia que trabajaban  para la Freeport Sulphur.  Pero, igual que en el caso de las refinerías de petróleo estadounidenses, los que pronto dejarían de ser los dueños se llevaron toda la documentación técnica de la planta cuando todavía no se habían concluido las pruebas para su posterior puesta en marcha, seguros de que nunca pudiera ser operada por los cubanos.  De ahí, el alto valor del desempeño de Presilla, su equipo y los trabajadores que lograron arrancar la planta de Moa.

Presilla, oriundo de una zona cercana a Mayarí Abajo, en la hoy provincia de Holguín, trabajó en la fábrica de Nicaro y llegó a ser su jefe técnico principal.  Alto y corpulento, era un personaje singular, simpático, ocurrente y bonachón, aunque estricto en el cumplimiento de las normas y disciplinas técnicas.  En la fábrica andaba con un casco de protección metálico que tenía las huellas de los golpes que le daba cuando se enfadaba ante el incumplimiento de algún técnico u obrero; se enorgullecía en mostrarlo como casi un trofeo de guerra.  Gozaba de gran respeto de los dirigentes y trabajadores y, especialmente del Che, quien le reconocía sus méritos y entrega.

Supe también sobre una anécdota de tal reconocimiento del Che a Presilla y de la condición humana del Guerrillero Heroico: en una ocasión le plantearon que Presilla tenía dos esposas en aquellos momentos, una en la Habana y la otra en Nicaro – conocí a las dos -.  La de la Habana era lo que se le llama en la región oriental, una indiana por el color de la piel y sus bonitos rasgos físicos.  La de Nicaro era una negra alta y de belleza exuberante; parecía una diosa de ébano que llamaba poderosamente la atención cuando caminaba por las calles del poblado de Nicaro.  El Che desestimó la queja, que tenía pretensiones de chisme, y ripostó que lo que había que considerar era lo que Presilla había significado y seguía significando para la producción de níquel, y no meterse en su vida personal.

Además de lograr la puesta en marcha de Moa, Presilla y los ingenieros y técnicos que lo acompañaron en aquella hazaña, brindaron también una demostración de sus altos conocimientos profesionales y la dedicación a defender los intereses de Cuba.  A finales de la década de 1960, Tuhin K. Roy presentó al Gobierno revolucionario – ya el Che estaba en tierras bolivianas - un mega proyecto que por sus objetivos resultó de gran interés por lo que podría significar para el desarrollo del país.

Con el nombre de Aprovechamiento Integral de los Minerales de Pinares de Mayarí, el proyecto consistía en: A partir de los minerales lateríticos de la meseta Pinares de Mayarí, extraer el níquel y cobalto, llevándolos a níquel y cobalto metálicos; con el residuo, que se conoce como “colas”, se extraían otros valores metálicos como el cromo,  manganeso y alúmina, y obtener al final un mineral con alto valor de hierro que haría rentable una siderurgia, propuesta a microlocalizarse en Felton, en la bahía de Nipe frente a Nicaro por el Occidente.

El proyecto fue presentado con una profusamente detallada documentación técnica, incluido el estudio de factibilidad económica.  Parecía una magnífica oportunidad para la economía cubana.  El proyecto, una vez aceptado, costaba una suma considerable de millones de dólares.  Conllevaba, además, grandes inversiones en infraestructura e industrias de apoyo.

Para el estudio de la propuesta se constituyó un grupo integrado por los mejores ingenieros y técnicos cubanos de las fábricas de Nicaro y Moa  en el que estaban, entre otros,  Presilla y los que junto a él llegaron a arrancar la Pedro Soto Alba.  De algunos, recuerdo los nombres de los ingenieros Preval, Israel y Ventura.  Al frente del estudio y su evaluación estaba el ingeniero Álvaro Hernández Lora, uno de los profesionales que, en su política de sumar,  el Che captó para la creación del Ministerio de Industrias, y que en aquel momento dirigía el Centro Coordinador para el Desarrollo del Norte de Oriente.

Fui testigo de las intensas sesiones de trabajo entre el grupo cubano y el equipo de profesionales también altamente calificados que acompañaban al señor Roy; las sesiones  de trabajo se celebraron en la Habana y en Nicaro.  Para mi satisfacción y la de todos los que conocían sobre el proyecto guardo con especial recuerdo las extensas discusiones en las que el grupo cubano, con sólidos argumentos, fueron demostrando las deficiencias y los errores que desvirtuaron los beneficios que pretendían “vender” sus autores.

En definitiva, no solo se le ahorró al país varios millones por el proyecto, sino que se evitó que hubiera sido un fiasco una gigantesca inversión para un falso objetivo dirigido al necesitado desarrollo económico de Cuba. ¿Sería también una acción intencional, aunque solapada, en la ya declarada política de sabotaje económico contra la Revolución cubana? 

Por todo ello me alegró sobre manera la noticia del homenaje permanente a Demetrio Presilla.

La Habana, mayo, 2015.

* Profesor del Instituto Superior de Relaciones Internacionales (ISRI). Cuba


(*) En otro trabajo me referiré a ese Centro, constituido a instancias del Che.
(**) Miembro del Ejército Rebelde, muerto en el combate por la toma del puesto del ejército del dictador Batista en dicha localidad oriental.


jueves, 14 de mayo de 2015

En crisis los antiguos partidos de izquierda en Europa

Por Richard Ruíz Julien*


Es casi imposible, al analizar el panorama político europeo, no coincidir con analistas que le adjudican la pérdida del espíritu comunitario, algo perjudicial para el futuro cercano y lejano de una Unión Europea enfrentada, además, al vertiginoso desarrollo de nacionalismos.


Donde apenas unos años atrás predominaba el pensamiento socialdemócrata, hoy domina una crisis de la ideología y la cultura política en toda la dimensión de su concepto, con base en la pérdida de credibilidad de los partidos tradicionales.

Por ello, varios especialistas no dudan en afirmar que la socialdemocracia es una corriente política en retroceso en Europa, con postulados básicos muy distintos a los defendidos en una época por el alemán Willy Brandt, el sueco Olof Palme o François Mitterrand, en Francia.

Existen formaciones de nombres con los cuales se intenta vender una agenda socialdemócrata, más de denominación que de contenido, y prácticamente es un eufemismo llamarse Partido Socialista o Socialdemócrata cuando en realidad las políticas aplicadas son otras.

De acuerdo con el profesor de política internacional del Instituto Superior de Relaciones Internacionales de Cuba, Leyde Rodríguez, las décadas de 1960, 1970 y 1980 son punto de partida para acercarse a las causas de conflictos internos de la socialdemocracia.
Pero sobre todo, considera, es a partir de la década de 1990 cuando los partidos de este tipo fueron absorbidos por el neoliberalismo.

En la década de 1980, puntualiza Rodríguez, el sistema económico capitalista entra en una crisis de acumulación, que se agudiza en el final de la centuria.

Tal paso del mencionado sistema ocurre al acogerse a las políticas trazadas por el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, la propia Comisión Europea y sus estructuras, pero seguidas de cerca por Estados Unidos y sus aliados.

Bajo indicaciones económicas específicas de otras potencias, Bruselas, Bélgica (principal sede administrativa de la Unión Europea), comienza a ejecutar programas de ajuste estructural, o de austeridad y de reducción de presupuestos para cada uno de los países europeos, precisa el catedrático.

Según el también doctor en ciencias históricas, la esencia de los mismos arremete contra los programas sociales: menos dinero para salud, educación o seguridad social.

Tales servicios eran antes asumidos o mantenidos por el Estado y por los partidos socialistas o de la socialdemocracia en la época del modelo de bienestar, no sólo en Europa sino en otras partes del mundo.

La propia sociedad, aclara Rodríguez en entrevista con Prensa Latina, le pasó la cuenta a los partidos traidores y, al quedar sin el suficiente apoyo electoral, su poder comenzó a restringirse hasta verse en la obligación de compartirlo con sus aparentes enemigos históricos, los ultraderechistas.

El programa de la socialdemocracia plantea originalmente una economía mixta controlada por vías democráticas.

Hoy esto en la mayoría de los países europeos no existe, en opinión del investigador, pues de un lado está la falta de control popular de las clases medias sobre la política económica y de otro la privatización, con la creación de desempleo y marginación.

La economía europea pasó a un control trasnacional, no sólo por parte de las empresas de la propia región, sino de las estadunidenses o de otros continentes, las cuales dominan en la actualidad, junto a elites económicas europeas y el poder financiero de la Unión.
Por otra parte, como asegura el analista, los programas subvencionados son mínimos y están en retroceso.

La propia socialdemocracia desvirtuó el sistema de asistencia social diseñado para contrarrestar la pobreza y asegurar los ingresos de los ciudadanos, sobre todo en los casos de enfermedad, desempleo o jubilación.

Ahora es normal ver fragmentación, polarización, incertidumbre, donde antes había participación activa y con una gran afinidad en los programas social-demócratas, agrega.
La socialdemocracia durante el siglo XX se proponía crear organismos gubernamentales reguladores de la empresa privada, en defensa del trabajador y del consumidor.

Pero los trabajadores, apunta Rodríguez, se quedaron casi sin derechos laborales ante el avance imparable de la economía de mercado y la pérdida de fuerzas aglutinadoras, entre ellas los sindicatos.

La socialdemocracia no supo o no tuvo intención de defender esos derechos laborales. Se desterró en el olvido la plataforma de la economía de mercado regulada, donde el Estado garantiza su funcionamiento.

Algunos aspectos más positivos o progresistas, los cuales permitieron se catalogara esa fuerza política como la vasta izquierda europea, quedaron en el camino.

Así ocurrió con temas como el ecologismo, la protección ambiental con sus leyes y financiamiento, la búsqueda de energía alternativa y el combate al calentamiento global.
Hablaban de distribuir las riquezas y financiar los gastos de gobierno sobre la base de impuestos a las clases de mayores ingresos, destaca el profesor.

Sin embargo, aclara, ya es inútil ocultar paraísos fiscales, multimillonarios que tratan de evadir impuestos y los efectos de las políticas de austeridad y de la crisis sobre la mayoría de los sectores, aún más en los jóvenes.

Las estadísticas precisan que actualmente Grecia tiene el 60 por ciento de desempleo juvenil y Francia ronda el 20 por ciento, similar a España.

Por otra parte, los socialdemócratas durante toda una época histórica buscaban soluciones al problema migratorio, favorecían el multiculturalismo. Al dejar de lado esas cuestiones también perdieron base social en una Europa cada vez más diversa.

Muchos definen la actual situación de inmigración como un conflicto Norte-Sur, resalta Rodríguez, en el cual las naciones del África subsahariana, del África del Norte, Oriente Medio, huyen de la pobreza, de los conflictos armados y van a Europa en busca de refugio, mejor vida y atención humanitaria.

La Unión Europea, en medio de una crisis financiera, no les brinda las condiciones mínimas necesarias ni permite acoger tantos indocumentados como en otra época.
Los políticos buscan, entonces, una respuesta, una justificación a los problemas europeos en la inmigración, añade.

Así, partidos socialdemócratas terminan por acogerse a políticas antinmigrantes, con el consiguiente aumento del racismo y la xenofobia hacia sectores no europeos, sea de índole étnica o ideológica, en el caso de quienes se oponen a directrices de la extrema derecha.

El ejemplo específico del Partido Socialista (PS) francés, dirigido por François Hollande, es lamentable en ese sentido; de ahí sus índices bajos de popularidad, alrededor del 40 por ciento, a pesar de la discreta mejoría después de los ataques terroristas al semanario Charlie Hebdo, apunta Rodríguez.

El catedrático destaca la existencia en el seno del PS de una minoría izquierdista; pero funciona ideológicamente como un partido de derecha, con iguales intereses que los de su predecesor, Nicolas Sarkozy, y con idéntica subordinación a Estados Unidos.

Tenemos también a Reino Unido, agrega, donde fuerzas consideradas progresistas, de izquierda moderada o socialdemócratas, como el Laborismo, asumen programas de derecha, tratan de llevar a Europa hacia adentro, hacia sus propias fronteras e, incluso, cuestionan el espacio de libre intercambio.

Otro caso es el Movimiento Socialista Panhelénico en Grecia que, aunque ya resultó vencido por Syriza en las últimas elecciones, los analistas ni siquiera le predicen posibilidades de volver al panorama político, al contar con un currículum de daños continuos al bienestar social.

De las llamadas formaciones socialdemócratas en el poder en Europa pocas tienen, para agravar la situación, una mayoría absoluta, salvo algunos países de menor influencia en el contexto regional, como Eslovaquia.

Las coaliciones determinan. Allí está los ejemplos de Albania, Alemania, Austria, Bulgaria, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Lituania, Luxemburgo, Moldavia, Montenegro, República Checa, Rumania, San Marino, Suecia y Suiza.

El mapa político europeo es complejo, más cuando se refuerza otra peligrosa moda: el lenguaje islamofóbico y la instauración de políticas que justifican la violencia, la acción policial contra sectores minoritarios y amparan la aparición de formaciones como el Frente Nacional de Marine Le Pen, en Francia.

Las fórmulas ensayadas en las últimas décadas para mejorar la convivencia en Europa fracasaron total o parcialmente, sentencia.

La integración no consiguió, para muchos, los objetivos deseados, y ese fracaso se refleja en una clientela política incapaz de redefinirse o de contrarrestar las percepciones alentadas en círculos políticos, intelectuales y mediáticos neoconservadores.

Para romper el statu quo, la socialdemocracia europea deberá salir de la zona de confort, replantear su plataforma y aclarar las confusas identidades que aprovecha astutamente el discurso de la derecha.

 Prensa Latina
 3. abril, 2015