Dr. Néstor García Iturbe
10 de abril del 2018
Para tratar de entender en algo las acciones
que el presidente Donald Trump realiza casi a diario, es importante tener una
idea de cuáles son sus prioridades, pues regularmente, las acciones que un país
realiza como parte de su política exterior, están vinculadas a las situaciones
interna que el mismo intenta resolver.
En mi criterio, la principal prioridad de
Trump radica en las elecciones que se efectuarán en noviembre del 2018.
Trump aspira a mantener la mayoría en el
Senado y en la Cámara de Representantes, pero con una composición distinta a la
que estos cuerpos tienen en la actualidad, con el fin de tratar de sacar de los
mismos a los republicanos que no están de acuerdo con su política y que han
sido los principales culpables de que varias de las legislaciones presentadas por
el presidente no fueran aprobadas, o sufrieran serias modificaciones para
lograr su aprobación. Trump quiere una mayoría totalmente incondicional que le
permita seguir adelante con sus planes.
La tarea de Trump no es fácil, pues muchos
Congresistas, de sólida base de apoyo dentro del partido, con un largo
historial y prestigio, han planteado que no se presentarán en las próximas
elecciones, muchos de ellos por discrepar de las ideas del presidente, por lo
que Trump tendrá que encontrar alguien que aspire, pero con posibilidades de
triunfo distintas a las de un político tradicional que ha estado en el Congreso
durante años. Esto fortalece las aspiraciones el partido demócrata, que
tendrá un contrincante más débil en ese Estado.
De acuerdo con lo expresado, suman cuatro los
Senadores republicanos que han decidido retirarse de la contienda electoral. En
cuanto los republicanos miembros de la Cámara de Representantes, la cifra
es mayor, pues totalizan cerca de veinticuatro. Debe tomarse en consideración que
un número de Senadores no necesitan reelegirse hasta el 2020, así que aún
pueden quedar en el Congreso voces disidentes con Trump.
Algunos
de los Congresistas que han declarado no aspirarán representan Estados
importantes, por lo que sus acciones pudieran también reflejarse en las
elecciones del 2020 donde Trump seguramente aspira a ser reelegido. Dentro de
los Congresistas que hasta este momento han planteado no continuar en sus
cargos, están: los
Senadores republicanos Bob Corker, de Tennessee y Jeff Flake de Arizona,
ambos críticos de Trump, a lo que podemos agregar a Lindser Graham, cuyo cargo
no se discutirá en las próximas elecciones, pero que también se ha distinguido
por no coincidir con las ideas el presidente.
Entre los republicanos miembros de la
Cámara de Representantes, podemos mencionar a Ryan Costello, de Pennsylvania
que atribuyó su decisión a la frustración que Trump había creado en él. Otro
del mismo Estado, Charlie Dent planeó que la política de la administración era
desestabilizadora. El estado de Pennsylvania es importante en las elecciones.
Siempre quedarán en el Congreso, dentro del
partido republicano, voces que se opongan a las ideas de Trump, como la del
representante Trey Gowdy, de Carolina del Sur, Presidente del Comité para la
Supervisión y Reforma del Gobierno, cuyos comentarios hacia Trump no han sido
favorables.
El Senador republicano Rand Paul de Kentucky
declaró su oposición al nombramiento de Gina Haspel como Director de la Agencia
Central de Inteligencia, a lo que se sumó , en este caso un demócrata, John
Turner de Dakota del Sur, el que dijo la discusión de este caso llevaría mucho
tiempo, en resumen, para no llegar a resultado alguno. Otro que plantea se
involucrará en el asunto es el Senador republicano John McCain, de Arizona
quien ha planteado preguntará a Haspel sobre su vinculación en los métodos de
tortura desarrollados durante la administración Bush.
Estos ejemplos nos permiten definir que en
realidad las elecciones de noviembre del 2018 tienen que ser una prioridad para
Trump, sobre lo cual está trabajando, pues el está consciente del asunto y la
necesidad de resolverlo para continuar son sus planes y garantizar la
reelección del 2020 si todo le resulta favorable.
Trump ha logrado mantener el desempleo en el 4,1 por ciento, algo beneficioso para sus aspiraciones. Dentro de esto
también ha disminuido el desempleo entre los ciudadanos de la raza negra, que
de cerca del 14 por ciento, se encuentra en el 6,9 y algunos de sus
planes como el relacionado con la superestructura y la continuación del muro,
deben proporcionar un buen número de empleos, algunos como el muro, a latinos.
Las inversiones que algunas empresas,
principalmente automovilísticas, tenían planificadas en México, debido a las
tarifas que Trump anunció para los autos, se comenzaron realizar en
Estados Unidos, incluyendo una fábrica de la Toyota que fue anunciada radicaría
en Alabama, estado que no tiene tradición en la fabricación de
automóviles, pero que tiene un alto desempleo de ciudadanos de la raza
negra.
Trump está asegurando un factor importante
según los politólogos estadounidenses, si hay empleo, dinero y buena vida, no
importa lo que sucede en el exterior. Eso es parte de la filosofía de la
mayoría del pueblo estadounidense. Siempre habrán grupos de izquierda que
protesten, personas honestas que no estén de acurdo con la guerra y otros
desmanes del gobierno, pero el sistema prevalece sobre ellos.
La
situación de las elecciones se complica con la imposición de tarifas a China y
la guerra comercial que esto ha originado. Inicialmente la administración
Trump anuncio la imposición de tarifas por 50 billones de dólares a los
productos chinos y ante la respuesta China imponiendo tarifas por ese mismo
importe, Estados Unidos subió la parada hasta 100 billones.
Esta
situación afecta productores de frijol de soya y carne de puerco de Minnesota,
Indiana, North Dakota y Missouri. También a los productores de maíz de
Nebraska, Minnesota a Indiana, al igual que productores de carne de res de
Nebraska, Missouri, Wisconsin, Montana, Minnesota, la Florida y los de trigo de
Montana.
Los
demócratas consideran que pueden aprovechar esta situación para las próximas
elecciones, entre ellos se encuentran ClaireMcCaskill de Missouri, Tammy
Baldwin de Wisconsin, Joe Donnelly de Indiana, John Tester de Montana, Bill
Nelson de la Florida y Heidi Heirkamp de North Dakota, todos ellos aspirando en
Estados que fueron ganados por Trump en las elecciones pasadas y donde el
efecto de las tarifas pudiera cambiar el voto de una buena parte de la
población, esto se calcula también afectaría las aspiraciones del senador
republicano por Nebraska Deb Fisher.
La
famosa guerra económica requiere un análisis particular, además de este
preliminar que hemos realizado, de cómo la misma puede afectar las elecciones
en distintos Estados de la Unión. Trump puede estar utilizando sus habilidades
como comerciante en el desarrollo de los acontecimientos, con el fin de llegar
finalmente a un arreglo que resulte beneficioso para Estados Unidos, pero lo
que piense hacer, debe hacerlo lo antes posible, con el fin de que este asunto
influya lo menos posible en el resultado de las elecciones de noviembre.
El
sabe que no está en las mejores condiciones para noviembre y que el resultado
del escrutinio pudiera tener efectos negativos para sus planes futuros.
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