Por Leyde Ernesto Rodríguez Hernández
Asociación Cubana de Naciones Unidas (ACNU) |
Día Internacional de la PAZ
Existe un consenso general en cuanto a que el ciberespacio posee una serie de características que lo diferencian del resto de los espacios: terrestre, marítimo, aéreo, espacial. Resumidamente:
1. El ciberespacio es un entorno único, en el que el atacante puede estar en cualquier parte del planeta.
2. Intervienen muchos factores, y no sólo elementos estatales sino también privados. Existe una estrecha coordinación entre todos ellos.
3. La confrontación en el ciberespacio presenta frecuentemente las características de un conflicto asimétrico; y es frecuentemente anónimo y clandestino.
4. Permite obtener información sobre objetivos sin necesidad de destruir ni neutralizar ningún sistema, y a menudo, sin delatarse.
5. Permite también ejercer el chantaje; pero, al mismo, tiempo, la defensa puede utilizarlo para la disuasión.
6. Evoluciona rápidamente siguiendo la evolución tecnológica de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC). (Casar, 2012:15)
La política de Estados Unidos hacia Cuba en el área de telecomunicaciones tiene fuertes componentes de bloqueo económico, y de agresión política e ideológica, al utilizar las tecnologías como arma de guerra.
Para el gobierno estadounidense, las plataformas digitales constituyen un instrumento de guerra no convencional contra la nación cubana. De manera sistemática, se desarrollan trasmisiones de estaciones de radioaficionados ubicadas en Estados Unidos que promueven contenido desestabilizador con el fin de propiciar el desorden público y la violencia.
Desde el triunfo de la Revolución, la nación cubana ha tenido que enfrentar ataques radiales y televisivos que contravienen los propósitos y principios de la Carta de Organización de las Nacionaes Unidas (ONU) y disposiciones de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT). En medio de la pandemia de COVID-19, estas agresiones han aumentado. Así se ha manifestado la pretensión de Washington de violar la soberanía de la Isla en lo que respecta a la regulación de flujos de información y uso de los medios de comunicación.
Mientras
Estados Unidos recrudece el bloqueo contra Cuba, aumenta el respaldo financiero
para el desarrollo de plataformas de generación de contenido ideológico, las
cuales llaman abiertamente a subvertir el orden constitucional cubano. Además,
se lanzan convocatorias para la realización de manifestaciones en espacios
públicos y se incita a sabotajes y actos terroristas, incluyendo el asesinato
de agentes del orden y representantes del Gobierno.
Debe recordarse la decisión del Departamento de Estado estadounidense, en enero de 2018, de convocar a un Grupo de Trabajo de Internet para Cuba, que intenta convertir las redes sociales en canales de subversión, enfocado en la creación de redes inalámbricas fuera del control estatal y en la realización de ataques cibernéticos. Existe una clara utilización de recursos financieros por parte del gobierno de Estados Unidos, para financiar plataformas digitales donde se divulguen noticias falsas y tergiversar la verdad sobre Cuba.
Encontramos también innumerables evidencias de que los monopolios de información Facebook, YouTube y Twitter, han violado, en los últimos años sus propias normas y han permitido en sus plataformas mensajes violentos y llenos de odio contra Cuba.
Autoridades oficiales cubanas denunciaron en 2021 que instituciones gubernamentales recibieron recientemente ciberataques. Entre los ejemplos que puedan mencionarse sobresale el sitio de la Presidencia, al cual se le trató de negar el espacio digital, y lo mismo sucedió con medios de comunicación como Granma y Cubadebate, para solo especificar los de mayor alcance nacional e internacional.
Existen
60 sitios webs bloqueados para Cuba, vinculados con procesos de capacitación,
formación profesional, comercio electrónico y hasta de comunicación
interpersonal. Y agregase la imposibilidad de importar tecnología
con más de un 10 por ciento de componente estadounidense.
Con la actual administración de Joseph Biden, el Senado estadounidense ha recrudecido la agresión en este campo, pues se ha manifestado a favor de facilitar supuestos servicios de Internet a la isla, mediante una enmienda al presupuesto promovida por dos senadores republicanos de Florida, Marco Rubio y Rick Scott, con la intención cínica de que el gobierno del presidente Biden “facilite acceso libre, abierto y sin censura a Internet para el pueblo de Cuba”. En su denuncia, el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, expresó en su cuenta de Twitter, que "dicha enmienda sobre Internet en #Cuba contribuye al lucrativo negocio de la maquinaria política-subversiva en Florida”, cuando es el bloqueo el obstáculo fundamental al acceso libre y soberano del pueblo cubano a Internet.
Entre las ideas surgidas por algunos políticos estadounidenses para desarrollar, aún más, la ciber-agresión contra Cuba, mediante el acceso a Internet, identificamos el uso de redes basadas en satélites o globos a gran altitud. El objetivo de la ciber-agresión es eminentemente subversivo y la búsqueda de agitaciones sociales, al igual o peor a las escenificadas en algunas localidades cubanas el 11 de julio de 2021.
Cuba cuenta con un nuevo marco
jurídico en materia de telecomunicaciones, que potenciará, entre otros
aspectos, el modelo de actuación para la respuesta a incidentes de ciberseguridad.
Entre los instrumentos legales aprobados están el Decreto-Ley No 35 de las
Telecomunicaciones, las Tecnologías de la Información y la Comunicación y del
Uso del Espectro Radioeléctrico.
Dicha norma tipifica los diferentes incidentes y hechos en el entorno de la red
de redes, a saber: el ciberacoso, las noticias falsas, bloqueos masivos de
cuentas en redes sociales, pornografía, ciberterrorismo, ciberguerra y
subversión social.
Con esta resolución se pretende garantizar, a través de la gestión de incidentes, la prevención, detección y respuesta oportuna ante posibles actividades enemigas, delictivas y nocivas que puedan ocurrir en el ciberespacio.
En ese sentido, aunque Cuba avanza en la informatización de la sociedad y en el acceso a Internet, en los últimos cinco años se incrementó de forma progresiva y sistemática la agresividad de la política estadounidense contra el pueblo cubano y los estados soberanos que buscan relaciones económicas y comerciales con la Isla.
Lo explicado hasta aquí no podría analizarse haciendo abstracción de las relaciones de poder imperante en la política internacional bajo el influjo de concepciones basadas en la confrontación y la guerra. Por ejemplo, en la Estrategia Cibernética del Departamento de Defensa del Gobierno de los Estados Unidos, se autoriza el uso de armas cibernéticas ofensivas y operaciones ciberofensivas, incluido la posibilidad de llevar a cabo ataques cibernéticos preventivos para disuadir a sus adversarios. Dichas doctrinas agresivas, contentivas de una filosofía guerrerista y amenazante, constituyen un intento de convertir el ciberespacio en un teatro de operaciones militares y de legitimar, en ese contexto, acciones unilaterales de fuerza, por parte de estados que deliberadamente aleguen ser víctimas de usos ilícitos no verificados de las tecnologías de la informática y las comunicaciones.
Sin embargo, Cuba concibe el ciber-espacio como un medio de cooperación internacional. Las Naciones Unidas deben asumir un papel central y erigirse en un foro permanente para el diálogo, la consulta y la cooperación entre los estados Miembros en este campo complejo asociado a las Tecnologías de la Información y la Comunicación; a modo de punto focal para el intercambio de experiencias y saberes sobre incidentes cibernéticos entre los estados.
Por eso pensamos que el uso de las TIC debe ser plenamente compatible con los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional, en particular los principios de igualdad soberana; la solución pacífica de controversias internacionales; la abstención a recurrir, en las relaciones internacionales, a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado, y la no intervención en los asuntos internos de otros estados.
Muchas gracias.
Referencias bibliográficas
Casar Corredera, José Ramón (2012) El ciberespacio. nuevo escenario de confrontación. Monografías del CESEDEN 126. Centro Superior de Estudios de la Defensa, Madrid. https://publicaciones.defensa.gob.es/media/downloadable/files/links/m/o/monografia_126.pdf
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