(Versiones Taquigráficas - Consejo de
Estado)
Santidad:
Desde su arribo a tierra cubana, nuestro pueblo
le acogió, y hoy le despide, con sentimientos de respeto y afecto.
Su visita ha transcurrido en un ambiente de mutua
comprensión. Su encuentro con los cubanos le ha dado la oportunidad de
conocernos mejor y constatar la justeza de nuestros propósitos.
Cuba ha tenido como su principal objetivo la
dignidad plena del ser humano. Somos conscientes de que ésta no solo se
construye sobre bases materiales, sino también sobre valores espirituales, como
la generosidad, la solidaridad, el sentimiento de justicia, el altruismo, el
respeto mutuo, la honradez y el apego a la verdad.
Hacer el bien común fue un principio que
aprendimos del padre Félix Varela.
Luego, José Martí
escribió que “ser cultos es la única manera de ser libres” y nos convocó
a “conquistar toda la justicia”.
Conferimos suprema importancia a la familia,
favorecemos todo lo que la enaltece y privilegiamos el papel de los padres en
la educación de los hijos. Cuidamos de la niñez como nuestra mayor esperanza y
alentamos a la juventud, sin ningún paternalismo, a la participación libre y
creadora en las realizaciones de nuestra sociedad.
Reconocemos la contribución patriótica de la
emigración cubana, desde el aporte decisivo a nuestra independencia de los
tabaqueros de Tampa y Cayo Hueso y todos los que fueron sostén de los anhelos
de José Martí, hasta los que se oponen hoy a quienes atacan a Cuba y manipulan
el tema migratorio con fines políticos. Hemos realizado prolongados esfuerzos
hacia la normalización plena de las relaciones de Cuba con su emigración que
siente amor por la Patria y por sus familias y persistiremos en ellos por la
voluntad común de nuestra Nación.
Es este un pueblo justo que se enorgullece de las
virtudes de sus cinco hijos condenados por luchar contra el flagelo del
terrorismo y defender la verdad, que los acompaña en cada minuto de su
inmerecido encierro y comparte los sentimientos de sus familias que sufren.
Satisface a nuestro país estar entre los que más
han hecho por la vida, la libertad y la dignidad humana.
Compartimos la certeza de que sólo la
movilización de la conciencia de los pueblos, el respeto mutuo, el diálogo y la
cooperación permitirán al mundo hallar soluciones a los más graves problemas.
Santidad:
Hemos encontrado muchas y profundas
coincidencias, aunque, como es natural, no pensemos lo mismo sobre todas las
cuestiones.
El pueblo cubano, abnegado e instruido, ha
escuchado con profunda atención cada una de las palabras que Su Santidad le ha
ofrecido.
Por su decisión de visitarnos, por sus afectuosos
sentimientos hacia los cubanos, que siempre recordaremos, le expreso, en nombre
de Cuba y en el mío propio, nuestra profunda gratitud y aprecio.
Muchas gracias.
Tomado de Cubadebate