viernes, 21 de febrero de 2014

Detrás de estos estudiantes se esconde la oposición golpista


Salim Lamrani, Doctor en Estudios Ibéricos y Latinoamericanos a quien entrevistamos sobre los acontecimientos en Venezuela, expresa a El Watan su opinión. Considera que Estados Unidos desempeña un papel clave en la desestabilización de Venezuela. Y que los estudiantes contestatarios no son representativos del mundo universitario.

-Según usted ¿cuál sería el peso real en términos de representatividad y de movilización de los estudiantes protestatarios?

SL: Las actuales manifestaciones en Venezuela son una reminiscencia preocupante de los acontecimientos de abril de 2002 que desembocaron en un golpe de Estado contra el Gobierno elegido democráticamente del presidente Hugo Chávez. Recordemos que en 2002, protestas similares organizadas por la derecha venezolana causaron varias víctimas tanto entre los partidarios del Gobierno como entre sus detractores. Sabemos lo que sucedió después: una parte del ejército en connivencia con los medios privados del país y la oposición radical rompieron el orden constitucional e impusieron una dictadura que afortunadamente sólo duró 48 horas gracias a la movilización masiva del pueblo.
No hay que esconder la cabeza: detrás de estos estudiantes –que están lejos de representar a todos los estudiantes del país– se oculta la oposición golpista y antidemocrática, apoyada política y financieramente por Estados Unidos. La oposición siempre se ha negado a aceptar la voluntad popular desde 1998. El objetivo es desestabilizar el país con el fin de justificar luego un golpe de fuerza. Dado que la derecha venezolana es incapaz desde 1998 de tomar el poder por la vía democrática, opta por la violencia.

-¿Hasta qué punto es legítima la aspiración democrática de la protesta de los estudiantes que se manifiestan en las calles de Caracas contra “la vida cara y la inseguridad”? ¿Acaso estamos frente a una nueva confrontación que opone la oposición liberal a los chavistas, acusados de “absolutismo” por los jóvenes?

SL: En la historia de América Latina, ningún gobierno tuvo tanta legitimidad democrática como el de Hugo Chávez, quien ganó 16 elecciones sobre 17 en 15 años. No obstante los medios occidentales lo criticaban de modo masivo y presentaron una imagen caricatural, lejos de la  realidad del proceso bolivariano. Me parece que la manera en que los medios informativos occidentales presentan la Revolución Bolivariana constituye uno de los mayores fracasos del periodismo.
El actual presidente Nicolás Maduro fue elegido en unas elecciones democráticas reconocidas por las más eminentes instituciones internacionales, desde la Unión Europea pasando por la Organización de Estados Americano y el Centro Carter. Desde su llegada al poder en abril de 2013 hubo dos procesos electorales y triunfó con total transparencia. La inseguridad y la vida cara son pretextos para justificar actos violentos. Resulta curioso ver que las tasas de criminalidad más elevadas se ubican en los Estados gobernados por la oposición. En cuanto a la vida cara, se debe en gran parte a los especuladores que acaparan productos de primera necesidad con el fin de crear penurias artificialmente. Las autoridades tomaron medidas activas para luchar contra esos abusos que constituyen graves delitos.
Hablar de “absolutismo” en Venezuela, un país donde el 80% de los medios son privados y donde la oposición controla amplios sectores de la economía, no es serio.

-¿Acaso Venezuela está viviendo una primavera latina o es otro episodio de lo que se llama la “Guerra Fría 2.0”? ¿Cuál es el papel real de Estados Unidos en los acontecimientos que sacuden a Venezuela?

SL: La democracia venezolana está en grave peligro a causa de las actividades violentas y subversivas de la oposición. El poder se gana en las urnas, no mediante el crimen. Estados Unidos desempeñan un papel clave en la desestabilización de Venezuela. Se trata del quinto productor de petróleo del mundo y la llegada de Chávez al poder permitió al país conseguir su soberanía política, económica y energética. Ahora las riquezas nacionales se destinan a la mayoría y no sólo a las multinacionales estadounidenses y a la oligarquía petrolera del país.

-¿Acaso la división política que caracteriza a Venezuela desde la llegada de Chávez ha dividido a la juventud venezolana en dos campos que se enfrentan con dos nociones antagónicas de la “revolución”?

SL: Ningún gobierno venezolana ha hecho tanto por la juventud del país como el de Hugo Chávez y el de Nicolás Maduro, tanto en términos de educación como de salud, acceso a la cultura y al ocio. Las manifestaciones de algunos estudiantes –la inmensa mayoría procedentes de las clases acomodadas del país– no son representativas de todo el mundo universitario. Antes de la Revolución Bolivariana, el 80% de la población no tenía voz ni voto.

-¿Cómo ve el futuro? ¿Acaso hay un riesgo de inestabilidad en la región?

SL: Toda América Latina condenó las violencias en Venezuela y rechaza los intentos golpistas de la oposición. Las instituciones son fuertes en Venezuela y los dirigentes tienen 15 años de experiencia en la lucha contra la subversión. De todas formas, América Latina jamás aceptará otro 11 de abril de 2002.


*Doctor en Estudios Ibéricos y Latinoamericanos de la Universidad Paris Sorbonne-Paris IV, Salim Lamrani es profesor titular de la Universidad de La Reunión y periodista, especialista de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Su último libro se titula The Economic War Against Cuba. A Historical and Legal Perspective on the U.S. Blockade, New York, Monthly Review Press, 2013, con un prólogo de Wayne S. Smith y un prefacio de Paul Estrade.



jueves, 20 de febrero de 2014

EMPLEO Y FORMAS DE VIDA EN EL CAPITALISMO CONTEMPORÁNEO



Por  Alejandro Nadal

El capitalismo se nutre de empleo asalariado y declara su guerra sin cuartel a las formas de vida que no le están sometidas. Cualquier figura existencial que no esté sometida a las necesidades de valorización del capital es un espacio que debe ser conquistado. El capital nunca ha respetado la noción de formas de vida como un modo alternativo de existencia y desarrollo. Para el capitalismo, cualquier forma de vida no es más que un espacio de rentabilidad y debe ser primero conquistada y después sometida al proceso de valorización (o, si se prefiere, a un proceso de explotación).

Hace aproximadamente 30 años la economía mundial abandonó el esquema del Estado de bienestar y lo reemplazó con el capitalismo de mercado libre. La historia de las fuerzas que motivaron esa transición es compleja, pero para 1984 la decisión ya había sido tomada y el viraje estratégico ya había comenzado. Los poderes establecidos justificaron esta transformación con una promesa de prosperidad y eso suponía dos cosas: una adecuada creación de empleos de buena calidad y una reducción sistemática de la desigualdad. Ninguno de estos objetivos ha sido alcanzado.

Hoy la economía mundial sufre una crisis de empleo y de formas de vida. El mercado laboral a escala mundial ofrece un panorama desolador y el desarrollo de formas de vida alternativas (por ejemplo, en la agricultura de pequeña escala) se encuentra sometido a un ataque despiadado. Basta observar lo que ha sucedido en el llamado mercado laboral mundial. La generación de empleos bien remunerados en las últimas tres décadas ha sido débil y se concentró en los más altos puestos directivos. En contraste, la mayor parte de los nuevos puestos de trabajo perciben bajos salarios y las clases medias han sido comprimidas. La incertidumbre que rodea a los empleos mal remunerados es un mal crónico.

A pesar del aumento en la productividad, las remuneraciones de la clase trabajadora se han mantenido estancadas. En muchos países, las remuneraciones que reciben los empleos de menor calificación se mantienen en los niveles que tenían en 1970. La participación de los salarios en el producto nacional se ha desplomado en todos los países y, por lo tanto, la desigualdad se ha intensificado. 

La tesis de que las remuneraciones se mantienen deprimidas en los empleos de menor calificación porque las nuevas tecnologías conllevan un sesgo en contra de esa clase de empleos es falsa. En realidad, en la mayoría de las economías capitalistas los salarios dejaron de aumentar en la década de los años setenta, mucho antes de que se iniciara el proceso de cambio tecnológico que caracterizó los años noventa. Así que la verdadera explicación de este estancamiento en los salarios radica en una transformación radical de la estructura institucional del régimen de acumulación de capital a escala mundial. Es decir, el estancamiento salarial está más vinculado a la lucha de clases que a cualquier otro factor. 

Los poderes establecidos impusieron a partir de la segunda mitad de los años setenta, el abandono de las metas de pleno empleo, tributación progresiva, y de servicios de salud y educación de buena calidad para la mayoría de la población. Esos objetivos fueron reemplazados por la estabilidad de precios, el balance presupuestal y la idea de que el mercado sería capaz de proporcionar crecimiento económico y empleos suficientes para la población. El supuesto central de este nuevo paradigma económico era que sería necesario eliminar las fricciones que impiden el buen funcionamiento de los mercados. Esa fue la justificación de la guerra en contra de los sindicatos y de toda la cultura de las clases trabajadoras. 

La ‘liberalización’ del mercado de trabajo estuvo basada en la idea de que las reducciones en los costos laborales serían acompañadas por más inversiones y mayor generación de empleo. Esa es la postura de la teoría económica del primer cuarto del siglo XX, antes de la Gran Depresión y antes de que Keynes escribiera su Teoría General. Esa teoría de hace cien años fue desempolvada para justificar el gran viraje: lo más importante es que ignora que la demanda agregada es el gran motor de la inversión y que con salarios deprimidos, lo único que podría mantener la demanda creciendo sería el crédito y el endeudamiento. 

La llamada globalización (de corte neoliberal) es el resultado de colocar a las masas trabajadoras en un plano de competencia a escala mundial. La deslocalización de instalaciones industriales, la fragmentación de procesos productivos para crear maquiladoras y el castigo aplicado a los sindicatos en el plano institucional (y judicial) marcaron la evolución del mal llamado ‘mercado de trabajo’.

La contrapartida de todo este proceso de degradación del trabajo y de destrucción de formas de vida alternativas es la expansión y dominio del capital financiero. De ahora en adelante la lucha a muerte será entre estos dos polos, trabajo y capital financiero. Triunfará el que esté mejor organizado y tenga mejor capacidad analítica.

LA JORNADA   19 de febrero de 2014   MÉXICO


LA GEOPOLÍTICA DE LOS THINK TANKS



     Por Mario Ramos

Una Revolución solo puede ser hija de la cultura y las ideas.
Ningún pueblo se hace revolucionario por la fuerza.
Comandante Fidel Castro


Sin ideas, sin investigación es difícil construir estrategia y política pública, los think tanks son herramientas que se crearon para dejar atrás el trabajo artesanal, son laboratorios de pensamiento y fábricas de análisis y estrategia.

Los think tanks, desde nuestro punto de vista, a pesar de su talante académico, se diferencian de las universidades en que cumplen una función especializada de investigación y asesoramiento a gobiernos u organizaciones políticas, y asumen o se comprometen con determinada línea política o proyecto político, quien diga lo contrario, miente, en este campo consideramos no existen los think tanks neutros. Por esta razón, su eficiencia aumenta porque a pesar de esa relación, mantienen autonomía desde el punto de vista orgánico, es decir, son organizaciones independientes. La experiencia nos dice que si se crean think tanks en el marco de estructuras gubernamentales éstas sufren excesivo estrés e intermitencia en sus procesos de investigación, ya que padecen prácticamente la misma presión a la está sujeto todo ministro/a o gobernante; sin embargo, esto no obstaculiza que se organizasen unidades de análisis en dependencias públicas y desenvuelvan funciones específicas de apoyo a sus autoridades.

Otra razón fundamental por la que los think tanks son más eficientes cuando trabajan de manera independiente, es que no están sujetos a la inestabilidad institucional que por lo general está sujeto todo organismo político, formar equipos de confianza y analistas experimentados es algo que toma tiempo, no se crean think tanks como crear unidades de contabilidad, a un contador se lo puede reemplazar con facilidad, a un analista no.

Otra diferencia entre las universidades y los think tanks es el timing**, dejemos que Bobbio, nos lo explique mejor:

“El científico y el político tienen tiempos diferentes: el primero puede concederse tiempos largos; el segundo casi siempre debe decidir en estado de necesidad y urgencia. También sus responsabilidades son diferentes. La responsabilidad del científico es aclarar los términos de un problema; la del político es resolverlo con una decisión, que no puede aplazarse de manera indefinida.

Además los think tanks se emplean como instrumentos de influencia y penetración en la sociedad civil y difusión de ideas, de ahí la gran importancia que en occidente han adquirido como herramientas de geoestrategia, solo es cuestión de observar el rol que cumplieron por ejemplo, en educar en democracia y capitalismo al desmantelado exbloque socialista.

Así, los think tanks contribuyen a la formación de opinión y por la experticia política que desarrollan suelen asesorar a los candidatos con análisis de escenarios y estrategia.

La suprema habilidad en la política consiste en crear el azar y no sufrirla, nos dice Maurice Joly.

El país con mayor número de think tanks es EEUU, cuenta con 1823, le siguen China con 429 y Reino Unido con 288.  Montobbio*** ‘nos informa’ que:

“se le plantea a España el reto de constituirse en centro o referente global de pensamiento sobre América Latina y sobre el Mediterráneo. Sobre América Latina, no sólo por parte de los think tanks sino también de las universidades y otros actores relevantes, lo que plantea el reto de al menos un think tank español se convierta en referencia mundial de primer nivel sobre América Latina. En este sentido, la creación en noviembre de 2010 de la Red Iberoamericana de Estudios Internacionales RIBEI, que aglutina a 38 centros de estudios y think tanks de América Latina, España y Portugal, y cuya presidencia y secretaría ostenta actualmente el Real Instituto Elcano, constituye un importante paso que puede ayudar a la globalización de todos sus miembros y a reforzar la presencia global iberoamericana en la geopolítica del  pensamiento”.

En ese marco, organizaciones como la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales – FAES, liderada por el expresidente español José María Aznar (muy vinculado con el expresidente colombiano Uribe Vélez), think tank del derechista Partido Popular (PP), muy influyente en España, ha jugado un rol injerencista considerable en la política latinoamericana. Se pretende convertir a España en plataforma de penetración de ideas, por la facilidad que implica compartir la misma lengua.

El Global Go To Think Tank Report es un programa que desde 2007 publica el Think Tanks and Civil Societies Program de la Universidad de Pennsylvania bajo la dirección del Profesor James G. McGann, es un indicador del posicionamiento internacional de los think tanks, desde la particular perspectiva de ese programa.

De acuerdo a ese reporte, entre los 150 mejores think tanks incluido EEUU, el Ecuador tiene en el puesto 125 al Instituto Ecuatoriano de Economía Política (IEEP); en su página web esa organización señala que su misión es la siguiente:

“Somos un centro de estudios privado, independiente y sin fines de lucro dedicado a la promoción de las ideas liberales clásicas: Libertad Individual, Mercados Libres, Gobierno Limitado, Propiedad Privada y Estado de Derecho, a través del análisis, la investigación y difusión de políticas y soluciones para un Ecuador de hombres libres y responsables.”

A esa misma organización se le ubica entre los 15 mejores think tanks con un presupuesto anual inferior a 5 millones de dólares.

En el indicador de los 30 mejores think tanks en transparencia y buen gobierno, en la ubicación 22 se coloca al Grupo FARO, por ejemplo, en su página web se informa de un proyecto de ‘Fortalecimiento de la sociedad civil en el Ecuador’, que consiste en: “... abrir espacios de participación para el desarrollo de capacidades de las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) para influenciar efectivamente los procesos democráticos, desarrollar esfuerzos más efectivos de sostenibilidad y transparencia al interior de las OSC. Es implementado por el Área de Desarrollo de Capacidades de Grupo FARO. Los objetivos de este proyecto se centran en apoyo al trabajo de las OSC y sus capacidades de gestión interna así como las de incidencia pública mediante capacitación y acceso a la información”.

En el campo de los 40 mejores think tanks en el uso de internet y redes sociales, se coloca en el puesto 33 a la Facultad Latinoamérica de Ciencias Sociales–Ecuador (FLACSO). Pero como hemos comentado arriba, desde nuestro punto de vista, la FLACSO no es un think tank, es una prestigiosa universidad de posgrado ecuatoriana.

De acuerdo al mencionado programa, no existen más think tanks en Ecuador, lo que demuestra que su estudio es incompleto y sesgado. En nuestro país hay otras organizaciones, por ejemplo, la Corporación de Estudios para el Desarrollo – CORDES, fundada en 1984 por el neoliberal expresidente Osvaldo Hurtado, que aunque mínimamente, al parecer sigue gravitando en la política ecuatoriana, en su página web se puede leer su lacónica misión: “Contribuir al desarrollo del Ecuador”.

También tenemos a la Friedrich Ebert Stiftung (FES) – ILDIS. En su página web se informa que en el Ecuador FES – ILDIS “se dedica desde hace 39 años al campo de la investigación y al fortalecimiento del diálogo político, académico y social”. Es una organización de ideología socialdemócrata, desconocemos su grado de relación actual con la extinta Izquierda Democrática, partido político socialdemócrata ecuatoriano.

Se han creado en los últimos tiempos centros de investigación en seguridad y defensa como el Centro de Estudios Estratégicos – CESPE, de la Universidad de las FFAA – ESPE, pero si uno revisa su página web no se encuentran trabajos o publicaciones propias, al menos, esa percepción provoca su sitio web. Probablemente realizan estudios muy vinculados a necesidades de las FFAA ecuatorianas y su universidad, de carácter reservado.

Finalmente, cuando de think tanks se trata, la cantidad no importa, sino la calidad.

*Director Centro Andino de Estudios Estratégicos.
**Anglicismo: elección del tiempo o momento oportuno.
***Diplomático español. Fue subdirector general de la Oficina de Planificación y Evaluación y director del Gabinete del Secretario de Estado de Asuntos Exteriores