El evento se
desarrolló en el Departamento de Estado después un encuentro bilateral entre
ambos ministros
Bruno Rodríguez, canciller cubano (izq) y John Kerry,
secretario de Estado de EE.UU. durante la conferencia de prensa. Foto: Ismael
Francisco
Conferencia
de prensa conjunta de Bruno Rodríguez Parrilla, ministro de Relaciones
Exteriores de Cuba, y de John Kerry, Secretario de Estado de Estados Unidos, en
el Departamento de Estado, Washington, el 20 de julio de 2015.
(Versiones Taquigráficas–Consejo de Estado)
(Versiones Taquigráficas–Consejo de Estado)
John Kerry.—Buenas tardes a todos.
Es un gran
placer para mí esta tarde dar la bienvenida al Departamento de Estado a mi
colega Bruno Rodríguez, ministro de Relaciones Exteriores de Cuba.
Me disculpo
por estar un poquito atrasados, pero hablamos muchísimo en nuestra reunión
previa, no solamente sobre las relaciones de Cuba y Estados Unidos, sino
también sobre la región, y creo que tuvimos una conversación sumamente
constructiva.
Esta es la
primera visita al Departamento de Estado de un Canciller de Cuba desde el año
1958.
Hoy marca
también la reanudación de lazos diplomáticos entre nuestros países y la
reapertura de nuestras embajadas después de una ruptura que duró 54 años.
Entonces, es una fecha histórica, un día en que se quitan barreras.
Estados
Unidos acoge con beneplácito el nuevo comienzo de sus relaciones con el pueblo
y el gobierno de Cuba. Estamos decididos a vivir como buenos vecinos sobre la
base del respeto mutuo, y queremos que todos nuestros ciudadanos en Estados
Unidos y en Cuba miren hacia el futuro con esperanza. Por ello celebramos este
día, el 20 de julio, porque hoy empezamos a reparar lo que se ha dañado y a
abrir lo que durante demasiado tiempo ha estado cerrado.
Por
supuesto, este hito no significa el fin de las profundas diferencias que
todavía nos separan, lo que sí refleja es la realidad, que la guerra fría
finalizó hace mucho tiempo y que en interés de ambos países va a ser mejor un
acercamiento diplomático que un alejamiento, y que hemos comenzado un proceso
de normalización completa y que, por supuesto, va a llevar tiempo, pero que va
a beneficiar a los pueblos, tanto al de Cuba como al de Estados Unidos.
Este deseo
de mirar hacia delante fue lo que impulsó las conversaciones del día de hoy y
lo que nos ha hecho llegar a este momento. El Ministro de Relaciones Exteriores
y yo hemos abordado una gran cantidad de temas de interés mutuo: la cooperación
en las fuerzas del orden, la lucha contra los estupefacientes, las redes de
comunicaciones, el Internet, temas ambientales, derechos humanos y también la
trata de personas, y, por supuesto, también hablamos sobre la apertura de
nuestras embajadas.
Deseamos
asegurarnos de que estas embajadas puedan funcionar plenamente, y estoy seguro
de que nuestros diplomáticos en ambos países van a tener la libertad de viajar
y conversar con los ciudadanos de todo el país. Para poder liderar ese
esfuerzo, me siento sumamente contento de que tenemos un equipo de primera
clase en Cuba, encabezado por el embajador DeLaurentis, Encargado de Negocios,
quien es uno de los mejores y más experimentados servidores públicos.
Felicito al
ministro de Relaciones Exteriores Rodríguez, por la apertura de la Embajada de
Cuba aquí en Washington esta mañana.
El 14 de
agosto voy a realizar mi primer viaje como Secretario de Estado a Cuba, y
también voy a celebrar una ceremonia similar en nuestra Embajada en La Habana.
Pero antes
de finalizar quiero agradecer a nuestros colegas de Suiza por el papel
fundamental que desempeñaron durante mucho tiempo como un Estado protector que,
por supuesto, terminó siendo por mucho más tiempo del que se contempló
originalmente.
También
deseo agradecer a nuestros amigos del continente que nos instaron, y muchas
veces durante décadas, a que normalizásemos las relaciones diplomáticas y han
acogido con beneplácito nuestra decisión de hacerlo.
Quiero
agradecer la ayuda de nuestra subsecretaria, Roberta Jacobson y todos los
representantes que han trabajado tan denodadamente y que han permitido que se
celebrase este día.
También
deseo reconocer el compromiso de todos aquellos que se interesaron por las
relaciones entre Estados Unidos y Cuba, ya estuvieran de acuerdo o no. Los
cambios no son fáciles, sobre todo cuando las relaciones están profundamente
arraigadas, y aunque nosotros podemos y debemos aprender del pasado, nada es
más fútil que tratar de vivir en el pasado.
El
presidente Obama y yo creemos que podemos satisfacer las necesidades de
nuestros pueblos con políticas para mejorar el futuro. Después de todo no hay
nada para perder, mucho para ganar, alentando los viajes entre nuestros
respectivos países, el intercambio de información de ideas, la reanudación del
comercio y también la remoción de los obstáculos que han dificultado que las
familias se visitasen.
No nos
equivoquemos, el proceso de la normalización plena de las relaciones entre Estados
Unidos y Cuba será largo y complejo, pero obviamente vamos a encontrar algunos
momentos también de frustración. Se va a necesitar mucha paciencia, por lo
tanto debemos comenzar ya este viaje, porque es un viaje que debíamos haber
comenzado hace mucho tiempo.
Hoy, con la
apertura de nuestras embajadas y la visita del Canciller, estamos dando un paso
histórico en la dirección correcta. Tenemos que seguir avanzando en ambos
países y tenemos que trabajar de manera abierta y con respeto.
Deseo
asegurarle a todo el mundo, incluyendo al pueblo de Cuba, que Estados Unidos va
a cumplir con su parte.
Ahora es un
placer para mí darle la palabra a nuestro invitado, ministro de Relaciones
Exteriores, Bruno Rodríguez.
Bruno
Rodríguez.—Buenas
tardes. Perdón por haber llegado tarde.
Acabamos de
sostener un encuentro respetuoso y constructivo con el Secretario de Estado,
John Kerry.
Fue de
especial significación izar la bandera cubana por primera vez, después de 54
años. No habríamos podido llegar a este momento, sin la sabia conducción del
liderazgo histórico de la Revolución, encabezado por Fidel Castro, y sin la
resistencia y autodeterminación del pueblo de Cuba y su firme convicción de
seguir el camino escogido soberanamente.
Hemos
llegado hasta aquí también gracias al apoyo solidario de la América Latina y el
Caribe, de la inmensa mayoría de los países del mundo y de muchos
estadounidenses y cubanos patriotas residentes en este país, que persistieron
durante años en sus esfuerzos para que Cuba y Estados Unidos tuvieran una mejor
relación.
Con el
Secretario de Estado hemos intercambiado sobre los asuntos tratados por los
presidentes Raúl Castro y Barack Obama en su histórico encuentro en la Cumbre
de las Américas en Panamá; sobre el estado actual de las relaciones y los
avances que se han logrado desde los anuncios realizados el pasado 17 de
diciembre, incluyendo la salida de Cuba de la lista de Estados patrocinadores
del terrorismo, donde nunca debió estar, y la ampliación de los intercambios
sobre temas de interés común.
Trasladé el
reconocimiento de nuestro pueblo y gobierno al presidente Obama por su decisión
de trabajar por el cese del bloqueo, de instar al Congreso a eliminarlo
definitivamente, y por su disposición a adoptar medidas ejecutivas que
modifican la aplicación de algunos aspectos de esta política que, aunque han
sido limitadas, van en la dirección positiva.
Hemos
subrayado que el Presidente de Estados Unidos puede continuar usando sus
prerrogativas ejecutivas para contribuir significativamente a la modificación
de aspectos de la aplicación del bloqueo con vistas a su eliminación, no para
buscar cambios en Cuba, que son de la exclusiva soberanía de la república de
Cuba y de los cubanos, sino para atender al mejor interés de los ciudadanos
estadounidenses.
Hemos
insistido en que el levantamiento total del bloqueo es esencial para avanzar
hacia la normalización de las relaciones bilaterales, así como la devolución
del territorio ocupado ilegalmente en Guantánamo y el pleno respeto a la
soberanía de Cuba, así como la compensación a nuestro pueblo por daños humanos
y económicos.
Reiteramos
nuestra invitación a los ciudadanos estadounidenses a ejercer su derecho de
viajar a Cuba, como al resto del mundo, y a las compañías de este país a
aprovechar, en igualdad de condiciones, las oportunidades que Cuba ofrece.
El
Secretario de Estado y yo hemos ratificado el interés en normalizar los
vínculos bilaterales, reconociendo que este será un camino complejo y largo,
que demandará de la voluntad de ambas partes.
He reiterado
al señor Secretario de Estado, la voluntad del gobierno cubano de avanzar en el
proceso hacia la normalización de las relaciones con Estados Unidos sobre bases
de respeto e igualdad soberana, sin menoscabo a la independencia y soberanía de
Cuba y sin injerencias en nuestros asuntos internos.
Es cierto
que existen diferencias profundas entre los gobiernos de Cuba y de Estados
Unidos, en cuanto a nuestras concepciones sobre el ejercicio de los derechos
humanos por parte de todas las personas y en todo el planeta, y también en
temas de derecho internacional, las cuales, inevitablemente, persistirán; pero
estamos convencidos de que ambos podemos cooperar y coexistir de manera
civilizada, sobre la base del respeto de estas diferencias y el desarrollo de
un diálogo constructivo, orientado al bienestar de nuestros países y pueblos
del continente y del mundo.
He
transmitido al Secretario de Estado que será bienvenido en La Habana con motivo
de la ceremonia de reapertura de la embajada de Estados Unidos. Así que le
estaré esperando, señor Secretario, en cualquier momento y le agradezco su
hospitalidad en Washington.
Muchas gracias.
Andrea
Mitchell (NBC).—Señor
Ministro y señor Secretario:
El Ministro
de Asuntos Exteriores dijo que el que todavía tuviésemos la Base Naval de
Guantánamo es uno de los resultados de los deseos de Estados Unidos para
controlar el hemisferio, y el retiro del bloqueo es algo fundamental. ¿Puede
usted responder de esos comentarios de lo que dijo el Ministro de Asuntos
Exteriores? Parecería que esta sería una precondición, o sea que no quería
intervención por parte de Estados Unidos en los temas domésticos de Cuba.
¿Qué
quisiera decir con respecto a los cambios con respecto a los derechos humanos,
incluso esos cambios que son requeridos por el Congreso?
Señor
Ministro, bienvenido a Estados Unidos y al Departamento de Estado. Para todos
nosotros que hemos visto esta relación durante tantos años, debo decir que este
es un evento histórico. Parece indicar que hay precondiciones, incluyendo el retiro
del embargo y la devolución de Guantánamo. ¿Ve usted algún cambio en Cuba, en
el caso de que Estados Unidos tuviera algún requerimiento, antes de que se
lleven a cabo estos eventos?
John
Kerry.—Bueno, no es ninguna sorpresa, porque ha sido un tema de debate a lo
largo del tiempo en el que hemos estado examinando nuestra relación y en que
hemos estado obrando para llegar al día de hoy, de que hay cosas que Cuba
querría ver y cosas que querría ver Estados Unidos.
Ambos hemos
sido sumamente claros el uno con el otro, no ha habido ningún tipo de secreto,
y es por eso que hemos podido construir esta capacidad de llegar al momento
actual.
Con respecto
al bloqueo, el presidente Obama no podía ser más claro al respecto, el
presidente ha llamado al Congreso pidiendo que se retire ese bloqueo. Nuestra
esperanza es que en el transcurso del desarrollo de esta relación a lo largo de
las próximas semanas, meses, años —esperamos que no sean años—, la gente
empiece a ver los beneficios que surgen en ambos países como resultado de este
cambio el día de hoy.
Entonces,
desde luego, nosotros esperaríamos que en el momento más apropiado se retire
este bloqueo y que se puedan construir mayores cimientos para esta relación.
Claro, esto va a requerir más tiempo, todos lo comprendemos, pero esta vez no
hay ningún tipo de discusión ni de intención de parte nuestra de alterar el
tratado con respecto al arriendo; pero nosotros sabemos y entendemos que Cuba
tiene sentimientos fuertes al respecto.
Yo no sé qué
nos depara el futuro, pero les puedo decir que de parte nuestra esa no es parte
de la discusión. Como dije, ambas partes tenemos sentimientos muy profundos.
Nosotros hemos expresado y siempre expresaremos, porque es parte de nuestra
política, es parte de nuestro ADN como país, en Estados Unidos nosotros
expresamos nuestro entendimiento.
Con respecto
a derechos humanos hemos tenido buenos intercambios, pero, como saben, parte
de este arreglo que se llevó a cabo tuvo que ver con un intercambio de personas
y la puesta en libertad de otras. Nuestra esperanza es que a medida que siga
adelante el tiempo, podamos seguir desarrollando aún más.
El día de
hoy lo que comentamos fue cómo llevar esta relación a una relación más fuerte,
más robusta, de una manera eficaz, para poder poner el acento sobre todos los
temas pendientes, para aprovechar al máximo este momento y no perder el futuro
con respecto al bloqueo y a otros temas pendientes.
Nosotros
seguiremos obrando en este sentido. Creo que el día de hoy es el
principio de un esfuerzo constructivo y queremos que así se quede.
Bruno
Rodríguez.—Hemos
finalizado la etapa de intercambios para restablecer las relaciones
diplomáticas y reabrir las Embajadas.
Ha sido
alcanzado un progreso muy importante en el último período. El Gobierno de
Estados Unidos ha reconocido que el bloqueo a Cuba es una política errónea que
le causa aislamiento y provoca daños humanitarios y privaciones a nuestro
pueblo, y se ha comprometido a involucrarse con el Congreso en un debate con el
objetivo de levantarlo.
En segundo
lugar, el Presidente de Estados Unidos ha adoptado algunas medidas ejecutivas,
aún limitadas, pero orientadas en la dirección correcta.
He
intercambiado con el secretario Kerry en relación con los propósitos para el
período siguiente dirigido a la normalización de relaciones bilaterales. No
hemos hablado de condiciones, sino de la necesidad de avanzar mediante el
diálogo sobre bases de igualdad soberana y respeto mutuo a crear un
comportamiento civilizado dentro de las diferencias profundas que existan entre
ambos gobiernos al servicio de los intereses de nuestros respectivos pueblos.
Para mí es
muy importante que se haya abierto hoy una Embajada en Washington y que se
creen los instrumentos diplomáticos que aseguran completo reconocimiento mutuo
y un aporte práctico al desarrollo del diálogo bilateral.
He expresado
también que para Cuba la normalización de relaciones supone la solución de toda
una serie de problemas pendientes, entre los cuales he mencionado el cese del
bloqueo a Cuba, la devolución del territorio de Guantánamo y el completo
respeto a la soberanía de nuestro país.
Hemos
confirmado en la mañana de hoy que existen condiciones para que el diálogo sea
ampliado para expandir la cooperación bilateral de mutuo beneficio entre ambos
países y, por supuesto, siendo necesariamente asimétrica la situación que
existe entre Estados Unidos y Cuba, toda vez que nuestra pequeña isla no
tiene ninguna política discriminatoria contra ciudadanos estadounidenses o
empresas estadounidenses; no aplica ninguna medida coercitiva de ninguna
naturaleza, unilateral, económica; no ocupa ninguna porción de territorio,
precisamente mediante el diálogo han de crearse las condiciones que permitan
avanzar hacia la normalización de relaciones.
Me declaro
complacido con los intercambios que he tenido esta mañana con el secretario
Kerry y con el hecho de que después de los anuncios del 17 de diciembre se
hayan restablecido esta madrugada las relaciones diplomáticas, haya abierto
nuestra Embajada y tenga la oportunidad de recibir al secretario Kerry para la
reapertura de la Embajada de Estados Unidos en La Habana en las próximas
semanas.
Cristina
Escobar
(TV-Cuba).—Muchas gracias.
Ministro
Rodríguez, me gustaría saber cuáles son las ventajas que en este momento
existen después de la apertura de la Embajada, considerando que el bloqueo
todavía sigue, y cuáles son las ventajas que tenemos ahora que tenemos una
Embajada.
Secretario
Kerry, el gobierno de Cuba ha dicho varias veces en el pasado que los
diplomáticos estadounidenses en La Habana han quebrantado el Convenio de Viena.
O sea, ¿van ustedes a respetar el Convenio de Viena, como usted lo ha dicho en
varias ocasiones?
Bruno
Rodríguez.—El hecho de que se hayan restablecido las relaciones diplomáticas y
se abran embajadas en ambas capitales, demuestra, en primer lugar, la voluntad
mutua de avanzar hacia el mejoramiento de las relaciones entre nuestros
países.
En segundo
lugar, establecen nuevos instrumentos que permiten ampliar y profundizar el
diálogo bajo las circunstancias que he descrito.
En tercer
lugar, durante el proceso de conversaciones previas, tal como expresan las
cartas históricas que se han intercambiado el presidente Raúl Castro Ruz y el
presidente Barack Obama, que las bases del normal funcionamiento de estas
misiones diplomáticas son los propósitos y principios de la Carta de Naciones
Unidas, los principios de Derecho Internacional y las normas de las Convenciones
de Viena de Relaciones Diplomáticas y Consulares. Por lo tanto, hemos
arribado a acuerdos en esta materia, y puedo decir que Cuba será absolutamente
respetuosa de dichas disposiciones, sus diplomáticos se atendrán firmemente en
su conducta a esas reglas y crearemos en La Habana todas las condiciones para
el normal funcionamiento de la nueva Embajada de Estados Unidos en nuestra
capital.
John
Kerry.—Yo nada más quiero recalcar lo que ha dicho Bruno. Desde luego, parte de
las negociaciones que han llevado a la apertura de las embajadas era que
teníamos que llegar a un acuerdo con respecto a todas las funciones
diplomáticas. Entonces transcurrió bastante tiempo y la secretaria
adjunta, Jacobson, negoció con su homóloga, y el Canciller y yo nos reunimos y
firmamos un acuerdo que se acata la Convención de Viena y requiere que ambos
países entiendan lo que es necesario y lo que es apropiado en este momento.
Claro, puede estar sujeto a algún cambio en el futuro, pero por ahora estamos
satisfechos, puesto que nos acatamos a la estructura de la Convención de Viena.
Periodista (La Voz de América).—Buenas
tardes, ministro Rodríguez.
Quería saber
si establecieron ustedes algún tipo de ruta, de trayectoria para las charlas y
cuáles son sus prioridades. Y, por lo tanto, ¿prevé usted una apertura política
sobre la libertad de expresión, de asamblea y la legalización de los partidos
de oposición?
Secretario
Kerry, si le puedo preguntar a usted algo sobre el aspecto nuclear. El Consejo
de Seguridad ha votado hoy en la ONU. Los críticos dicen que con respecto a
este convenio, probablemente todo esto se está llevando a cabo antes de que el
Congreso pueda debatir este trato. ¿Cuál es la respuesta de usted ante estas
críticas?
John
Kerry.—Yo quiero recordarles a ustedes, creo que en el caso de ir a la guerra
en administraciones anteriores, el Consejo de Seguridad de la ONU votó antes
del Congreso, pero cosa aun más importante en este caso en particular, con
respecto a este acuerdo, nosotros nos esmeramos en proteger las prerrogativas
del Congreso. En efecto, nosotros pudimos hacer que nuestros colegas en países
soberanos, que no tienen ninguna obligación con el Congreso, estuvieran de
acuerdo en aceptar 90 días de no instrumentación de la Resolución sobre la cual
se votó en el día de hoy.
Todo está
muy bien, o sea que el Congreso pueda interactuar con el Departamento Ejecutivo
y que requiera que hagamos ciertas cosas, pero francamente algunos de estos
países se vieron renuentes, o sea, de que naciones soberanas que tuvieran que
estar sujetas al Congreso de Estados Unidos, entonces elaboramos un
compromiso, y al elaborar ese compromiso lo hicimos de tal manera que protege
las prerrogativas del Congreso de Estados Unidos para que se revise esto en los
próximos 60 días. Dijimos que habría 90 días en el que no habría
instrumentación; o sea, ningún tipo de habilidad o de capacidad del Congreso ha
sido nominado, o sea, esas son sus prerrogativas. Pero, por otra parte, estamos
negociando con otros seis países y eso requiere, desde luego, que haya cierta
medida de sensibilidad y de cooperación multilateral que tiene que tomar en
cuenta el deseo de otras naciones. Al mismo tiempo, fueron bastante
insistentes. O sea, en el hecho de que se llevara a cabo ese voto, porque
estaban negociando bajo el techo de las Naciones Unidas, y pensaron que cuando
completaran su trabajo las Naciones Unidas pudieran emitir su fallo.
Entonces, yo
espero poder seguir adelante a lo largo de los próximos 60 días con testimonios
y con reuniones privadas y cualquier foro que sea necesario, para poder ayudar
al Congreso a entender de que este trato hace exactamente lo que dice; es
decir, previene la posibilidad de que un arma nuclear caiga en las manos de
otro país, mientras que simultáneamente abre la oportunidad a que los Estados
Unidos de este momento en el tiempo, puedan poner a prueba la verificación y
todos esos elementos, en vez de tener que escoger el día de hoy, el tener que
forzar potencialmente un conflicto, casi inmediatamente que si es exactamente
lo que sucedería si el Congreso no acepta este acuerdo.
Bruno
Rodríguez.—(inaudible)
...son recibir al señor Secretario Kerry en las próximas semanas en La Habana,
continuar nuestras conversaciones, establecer los mecanismos apropiados para
ampliar el diálogo en aspectos relacionados con la cooperación bilateral,
orientada al beneficio común y retomar la conversación acerca de los aspectos
sustanciales de la relación bilateral mencionados antes, que determinarán el
proceso hacia la normalización de relaciones.
Debo decir
que la apertura política en Cuba ocurrió en el año 1959, la bandera que izamos
esta mañana en la embajada de Cuba esperó 54 años para regresar a esta capital.
Los cubanos nos sentimos muy felices con la manera en que manejamos nuestros
asuntos internos. Somos optimistas en la solución de nuestras dificultades y
somos muy celosos de nuestra soberanía, de manera que nos mantendremos en
permanente consulta con nuestro pueblo, para cambiar todo lo que necesite ser
cambiado por voluntad soberana y exclusiva de los cubanos.
Jorge
Gestoso
(Telesur).—Tengo que admitir que estoy... Porque yo escucho al Secretario
Kerry, que habla perfecto español y al Ministro Rodríguez, que habla
perfectamente el inglés. O sea que yo no sé en qué idioma voy a plantear la
pregunta original.
Empecemos
con el señor Secretario Kerry. ¿Opina usted que esta nueva era de relaciones
con Cuba sea el reconocimiento de que las políticas de los Estados Unidos de
aislar a países en Latinoamérica que difieren de sus opiniones políticas,
simplemente no funciona?
¿Opina usted
que los viajes recientes a Caracas del señor Thomas Shannon sea el principio de
un intento para reconstruir la relación con Cuba?
Ministro Rodríguez, ¿se puede tener relaciones con Estados Unidos cuando Estados Unidos da todas las señales de que no quiere levantar el bloqueo o el embargo —como le dicen aquí— y no quiere retirarse de Guantánamo? ¿Y para aquellos escépticos que en realidad lo que ven aquí es un cambio de estrategia que Estados Unidos durante más de medio siglo trató de cambiar a Cuba desde afuera, ahora haya implementado una manera creativa para intentar cambiarla desde adentro?
Gracias.
Bruno
Rodríguez.—Puedo decir
que el hecho de que se hayan restablecido las relaciones diplomáticas y se
estén abriendo ambas embajadas muestra una voluntad mutua de avanzar hacia la
normalización de relaciones bilaterales.
No fue poco
escuchar en apenas 15 minutos, en diciembre pasado, al Presidente de los
Estados Unidos de América reconocer que la política de bloqueo a Cuba había
sido errónea, había ocasionado daños y privaciones al pueblo cubano y había
provocado aislamiento al gobierno de Estados Unidos. Se ha abierto hoy una
embajada con un país al que se reconoce totalmente soberano, aunque es una isla
pequeña y vecina.
Debo decir
que, precisamente, el restablecimiento de relaciones diplomáticas y la apertura
de embajadas es apreciada por mi país como una señal de avanzar hacia una
relación civilizada, a pesar de las diferencias, y tendrá sentido únicamente si
el bloqueo es levantado; si podemos, en efecto, resolver los problemas
pendientes desde hace más de un siglo y si podemos componer una nueva clase de
relaciones entre Estados Unidos y Cuba distinta a la que ha existido a lo largo
de toda la historia.
De manera
que, en efecto, nosotros sentimos que en el reconocimiento de la necesidad de
levantar el bloqueo a Cuba, en el hecho de que en las conversaciones que hemos
tenido, incluida la mañana de hoy, percibimos respeto a la independencia de
Cuba, a la autodeterminación de nuestro pueblo. El hecho de que podemos hablar,
como aprecio que hemos hablado el Secretario de Estado y yo, en condiciones de
absoluta igualdad soberana, pese a las diferencias, demuestra como ha ocurrido
en los hechos que nos han traído aquí hoy, que el diálogo es provechoso y que
Estados Unidos y Cuba, por mandato del pueblo norteamericano y del pueblo
cubano, estamos en condiciones de avanzar hacia un futuro de relaciones
diferentes a las que hemos acumulado a lo largo de nuestra historia, y que
responda, precisamente, a los mejores intereses de nuestros ciudadanos.
Hay un orden
internacional, se reconoce el Derecho Internacional como la norma de conducta
civilizada de los Estados, hay principios universalmente aceptados y estos son
los que han permitido llegar hasta este minuto y los que orientarán nuestra
conducta de relación hacia el futuro.
John
Kerry.—Bueno, yo he aprendido en mi vida pública que no hay nada más difícil
que el intentar cambiar actitudes y creencias arraigadas profundamente, que se
basan en experiencias personales.
También he
aprendido, obviamente, en la experiencia en la que me uní al senador John
McCain en un esfuerzo de 10 años para intentar cambiar nuestras relaciones y
llegar a la paz, para terminar con la guerra después de que habían pasado 20
años desde que había terminado la guerra; pero había batallas muy profundas en
nuestro país sobre ese tema, y durante ese tiempo, con mucho esfuerzo, pudimos
mostrar a la gente que había un camino mejor.
Hace un par
de semanas tan solo, el Secretario del Partido Comunista de Viet Nam estaba
aquí visitando al Presidente, el día de hoy tenemos relaciones comerciales y
las cosas están cambiando rápidamente en ese país, no tan rápidamente como
querrían varias personas, pero por lo menos están cambiando. Entonces, es así
con Cuba, todavía hay pasión, todavía hay sentimientos muy profundos. Aquí en
Estados Unidos hay muchos cubanoamericanos que han contribuido a la vida en
nuestro país, muchos de ellos se oponen al cambio. Algunos opinan que ha
llegado el momento de cambiar.
Cuando yo
presté mi servicio en el Senado de Estados Unidos había muchos que pensaban que
con el tiempo nuestra política de aislamiento simplemente no estaba
funcionando, nos estábamos autoaislando, y pensamos que después de todos esos
años había llegado el momento de intentar algo nuevo.
El
presidente Obama está haciendo eso en este momento, cuando habló de este cambio
de política: si quieren excavar un hoyo muy profundo y siguen excavando y no
encuentran lo que están buscando, dejen de excavar. Queda muy claro que
nosotros hemos escogido un trayecto distinto, diferente. La gente me dice, la
gente que ha visitado Cuba siente, advierte la emoción, las posibilidades; pero
estoy convencido de que a medida en que vayamos resolviendo estos temas, vamos
a encontrar un mejor camino que va a satisfacer las necesidades de ambos
pueblos, de ambos países, y es por ello que el Presidente nos ha puesto sobre
este camino. Durante años, años y años él sentía, percibía que el pueblo cubano
era el que estaba pagando el precio más alto y que no estábamos alcanzando el
tipo de relación que tenemos ahora.
Con respecto
a Venezuela, el apoderado legal del Departamento de Estado, Tom Shannon, ha
tenido varias conversaciones con Venezuela, tuvimos una conversación muy
productiva antes de la Cumbre de las Américas en Panamá.
Estados
Unidos ha dicho repetidas veces que nosotros querríamos tener una relación
normal con Venezuela y nos hemos acercado en un diálogo para cambiar ese
diálogo. Y, claro, hay diferencias con el presidente Maduro y su gobierno, y
hemos planteado esas diferencias y hablamos de ellas.
También el
día de hoy el ministro Rodríguez y yo hablamos específicamente de Venezuela,
con la esperanza de encontrar una mejor manera para salir adelante, ya que se
beneficiaría toda la región. Si ningún país es un chivo expiatorio, entonces,
sí de hecho todos los países están obrando para resolver esos problemas. Ese
será nuestro objetivo. Esperamos seguir adelante con este diálogo con
Venezuela. Esperamos que nuestras relaciones diplomáticas con Cuba puedan
alentar un mejor diálogo con Venezuela; pero quizás, incluso, esfuerzos para
ayudar a Colombia a poner fin a su guerra de 50 años, y otras iniciativas.
No vamos a
estar desbordándonos de expresiones, con expresiones de un optimismo excesivo
para encontrar estas capacidades específicamente, pero sabemos que las vamos a
buscar. Opinamos que esto va a incidir y vamos a seguir obrando en este
sentido, y creo que este va a ser el beneficio que surgirá del día de hoy.
Con el
inicio de relaciones diplomáticas nos comprometemos en hablar de nuestras
diferencias, encontrar terrenos en el que podemos trabajar mancomunadamente
para ayudar al pueblo de Cuba y de Estados Unidos y a los pueblos de toda la
región.
Muy bien,
muchas gracias a todos por su asistencia.
Que tengan buenas tardes.
Fuentes: Granma
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