Por Hedelberto López Blanch
Rebelión
Mientras la Unión Europea busca con desespero variantes para detener la
profunda crisis económica y financiera que padece debido a las políticas
neoliberales instauradas en los últimos años, los integrantes del BRICS (Brasil,
Rusia, India, China y Sudáfrica) elaboran nuevos planes para incrementar su
desarrollo y convertirse en un grupo de avanzada a nivel mundial
En el viejo continente, los 27 miembros de la Unión Europea, tratan de salvar al euro y a sus economías con la aplicación de políticas de austeridad que lejos de mejorar la situación, disminuyen el poder adquisitivo de la población, incrementan el desempleo y debilitan la producción real lo que a la larga, según los analistas, acrecentarán los problemas actuales.
En la IV Cumbre del BRICS prevista para los próximos 28 y 29 de marzo en Nueva Delhi, India, se discutirán problemas medulares como la forma de enfrentar la recesión mundial y la crisis financiera, la gobernabilidad global, la reforma de las organizaciones internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, y analizarán la situación alimentaria en el orbe, la seguridad energética, salud, ciencia, tecnología y urbanización.
Otro de los asuntos que se tratará en el cónclave será la forma en que podrán ayudar a Europa a salir de la crisis financiera, un hecho que hasta hace unos años sería impensable, es decir, países en desarrollo que salven de la debacle económica a los prepotentes europeos. Entre las propuestas se baraja que el grupo compre deuda de la zona euro o que participe en los mecanismos de rescate del bloque.
Y esta situación sucede por el impulso que han tomado las economías de sus cinco integrantes. Para el banco internacional de inversiones Goldman Sachs, el BRICS superará en 2032 el Producto Interno Bruto (PIB) de todas las economías desarrolladas.
El grupo ya se ha convertido en una poderosa asociación de las principales economías emergentes con miras a integrar a otros países como Corea del Sur, Indonesia y Vietnam. En esa dirección, recientemente el embajador indonesio en Moscú, Jauhar Oratmangun, anunció que su país planea unirse al bloque.
Indonesia, una de las economías más grandes de Asia y miembro del G20, es el cuarto país más poblado del mundo, y según expertos, pronto estará al mismo nivel económico de esas naciones.
Asimismo, Jartum puede contribuir a expandir la influencia del BRICS, en el sudeste de Asia y en el mundo islámico, pues aparece como uno de los principales miembros de la Organización de Cooperación Islámica. En 2011 su PIB fue de 6 % y para este año se prevé que llegue a 6,7 %, solo superado en la zona asiática por China e India.
Los cinco integrantes de la agrupación poseen la mitad de la población mundial, el 30 % de la superficie terrestre, el 25 % del PIB global y el 35 % de las reservas de divisas.
Cuentan con numerosos recursos naturales que van desde petróleo y gas (sobre todo Rusia y Brasil, hasta bauxita, oro, plata, manganeso, níquel, fosfato, platino, tungsteno, plomo, zinc, estaño, uranio, carbón, diamantes, energía eléctrica, etc.). También producen alimentos y sus economías se compaginan pues lo que le puede faltar a uno, el otro lo posee.
Una iniciativa que pone en ascuas la utilización del dólar como moneda de su intercambio comercial es la realizada por el Banco de Desarrollo de China que propuso firmar un acuerdo con el bloque para ampliar préstamos en yuanes.
Esta es una forma de impulsar la internacionalización del yuan o renmimbi, y a la par, China podrá reducir las inmensas reservas en dólares que posee. Beijing tiene por delante el desafío de competir con el billete verde en créditos y transacciones internacionales y por tanto deberá realizar algunos arreglos financieros.
Expertos bancarios calculan que la participación de esa moneda en el comercio regional podría llegar al 50 % en solo tres años.
Los analistas aseguran que esa posibilidad junto al crecimiento económico que han tenido los miembros del BRICS puede atraer a nuevos miembros hacia el bloque.
Con los países desarrollados en profunda crisis económico-financiera-ambiental-social, y las monedas fuertes en constantes vaivenes, las naciones emergentes estan en busca de mayor estabilidad con otros horizontes monetarios.
Otro golpe efectivo para el adelanto económico y la tranquilidad financiera de sus miembros, resultará la posible aprobación durante la IV Cumbre de un banco multilateral propuesto por la India.
Se prevé que esa entidad, junto a un fondo de inversiones, sea financiada exclusivamente por las economías emergentes para impulsar proyectos productivos en esos países.
Como el BRICS es el bloque de más rápido crecimiento en el mundo, la concreción de la oferta india profundizaría la fuerza de sus integrantes a nivel internacional en momentos en que las naciones emergentes tratan de lograr una mayor influencia dentro de los organismos financieros como el FMI y el BM.
En esas instituciones, los países desarrollados han impuesto (por su poder económico y financiero) que el presidente del BM sea un norteamericano y el del FMI un europeo.
Ante las repercusiones de la crisis financiera mundial, el BRICS establece mecanismos para dar respuestas viables y oportunas a los eventuales golpes financieros dentro y fuera de las naciones miembros.
Aunque con diferentes variaciones estructurales e ideológicas, Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica han apostado por llevar adelante una cooperación económica-financiera y hasta política, en algunos aspectos, que los esta convirtiendo en un grupo de poder que puede enfrentar los embates de las grandes potencias occidentales.