sábado, 3 de octubre de 2015

Intervención del Ministro de Relaciones Exteriores de la República de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, en la reunión de la Asamblea General de la ONU para conmemorar el 26 de septiembre, Día Internacional para la Eliminación Total de las Armas Nucleares

Nueva York ,30 de septiembre de 2015. 
 
Señor Presidente:
 
La delegación cubana hace suyas las intervenciones realizadas por Ecuador, a nombre  de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la República Islámica de Irán, a nombre del Movimiento de Países No Alineados.
 
Nos reunimos en una coyuntura internacional caracterizada por graves amenazas a la paz y seguridad internacionales, guerras atroces y actos terroristas de extraordinaria crueldad. Vivimos el absurdo de un mundo que realiza gastos exorbitantes en armamentos, incluyendo armas nucleares cada vez más mortíferas,  mientras se  afirma que no hay recursos suficientes para combatir el hambre, la pobreza y las enfermedades.
 
Más que una conmemoración, el Día Internacional para la Eliminación Total de las Armas Nucleares debe ser una jornada de movilización y reflexión, un recordatorio de nuestra responsabilidad colectiva ante el grave peligro que representan las armas nucleares para la paz mundial y la propia supervivencia de la humanidad. 
 
A 70 años del lanzamiento de las bombas atómicas que sembraron la destrucción y la muerte en Hiroshima y Nagasaki, nada puede justificar que la humanidad siga estando amenazada por la existencia de casi 16  mil armas nucleares, más de 4 mil de ellas listas para ser utilizadas de inmediato. La detonación,  intencional o no, de una parte ínfima de estas armas,  tendría desastrosas consecuencias para nuestro planeta.
 
La única manera de garantizar que la humanidad no sufrirá nunca más el terrible impacto de las armas nucleares, es su prohibición completa y eliminación total. Cuba está firmemente comprometida con los esfuerzos internacionales para lograr ese objetivo prioritario.   
 
La firma por los Jefes de Estado y de Gobierno de nuestra región de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz en la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), en La Habana, en 2014, es capital en ese empeño. Consagra el respeto de los principios y normas del Derecho Internacional; una cultura de paz, y el firme compromiso con la promoción del desarme nuclear como objetivo prioritario.
 
Corresponde a las Naciones Unidas declarar  el uso o amenaza de uso de armas nucleares, bajo cualquier circunstancia, como una violación del Derecho Internacional y crimen de lesa humanidad. Es preciso adoptar, sin más demoras, medidas que garanticen la detención de los programas de perfeccionamiento de las armas nucleares, así como el abandono del inadmisible concepto de la “disuasión nuclear” y del papel de las armas nucleares en las doctrinas militares y  en las políticas de seguridad.
 
Las obligaciones en materia de desarme nuclear dispuestas en el artículo VI del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), deben ser cumplidas con acciones precisas y medibles, y plazos específicos.
 
El reciente fracaso de la Conferencia de Examen del TNP reafirma la necesidad urgente de iniciar negociaciones multilaterales, en el marco de las Naciones Unidas, para la pronta conclusión de una Convención que disponga la prohibición y eliminación de todas las armas nucleares. La celebración de la Conferencia de Alto Nivel sobre Desarme Nuclear, convocada por la Asamblea General a más tardar para 2018, será ocasión propicia para ello.
 
Igualmente, y hasta que se logre el objetivo del desarme nuclear total se requiere, sin más dilación, un instrumento internacional mediante el cual los Estados poseedores de armas nucleares den garantías incondicionales y jurídicamente vinculantes de que nunca las emplearán o amenazarán con emplearlas contra los Estados que no las poseen.
 
Señor Presidente:
 
Es responsabilidad de todos salvar nuestro planeta del peligro de las armas nucleares, por el bien de las generaciones presentes y futuras. El desarme nuclear no puede seguir siendo un objetivo continuamente pospuesto y relegado.
 
El momento de pasar a la acción es ahora. Como dijera en su “Mensaje contra la guerra nuclear” el líder histórico de la Revolución Cubana Fidel Castro Ruz: “Los pueblos están en el deber de exigir a los líderes políticos su derecho a vivir. Cuando la vida de su especie, de su pueblo y de sus seres más queridos corren semejante riesgo, nadie puede darse el lujo de ser indiferente, ni se puede perder un minuto en exigir el respeto a ese derecho; mañana sería demasiado tarde”.
 
Muchas gracias
 

Declaración sobre reclamo de prohibición y eliminación total de las armas nuclares.




Los diputados integrantes de la Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea Nacional del Poder Popular  de la  República de Cuba, al conmemorar este 26 de septiembre el Día Internacional para la Eliminación Total de las Armas Nucleares y recordando el 70 aniversario del lanzamiento de las bombas nucleares sobre Hiroshima y Nagazaki, reiteramos el reclamo urgente de prohibición y eliminación total de las armas nucleares de la faz de la tierra. 

Hacemos un llamado a todos los parlamentos del mundo para que promuevan y apoyen acciones encaminadas a lograr ese importante objetivo.

En el planeta existen hoy cerca de 16 000 armas nucleares, más de  4 000 de ellas listas para ser empleadas de inmediato. El uso o la amenaza de uso de estos artefactos, en cualquier circunstancia, constituye  una violación del Derecho Internacional y la Carta de la ONU, y un crimen contra la especie humana.

Recordamos que la Corte Internacional de Justicia, en 1996, llegó a  la conclusión unánime de que existe la obligación de emprender de buena fe y concluir negociaciones encaminadas al desarme nuclear en todos sus aspectos, bajo un control internacional estricto y eficaz. 

Apoyamos  el inicio urgente de negociaciones  multilaterales para la pronta conclusión de una Convención para prohibir la posesión, desarrollo, producción, adquisición, ensayo, almacenamiento, transferencia, uso o amenaza de uso de las armas nucleares, y para estipular su destrucción.

Dicha Convención podría ser adoptada en la Conferencia Internacional de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre Desarme Nuclear, que tendrá lugar a más tardar en 2018.

Los parlamentarios cubanos se enorgullecen de habitar en una región  libre de armas nucleares, y proclamada formalmente como Zona de Paz, en la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, celebrada  en La Habana, el 29 de enero de 2014.

Recordemos que el líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, ha sido un abanderado en la lucha por la prohibición y eliminación de las armas nucleares y otras armas de exterminio en masa.
En una de sus referencias a la necesidad de un mundo mejor, libre de armas nucleares,  sabiamente afirmó:

Los pueblos están en el deber de exigir a los líderes políticos su derecho a vivir. Cuando la vida de su especie, de su pueblo y de sus seres más queridos corren semejante riesgo, nadie puede darse el lujo de ser indiferente, ni se puede perder  un minuto en exigir el respeto a ese derecho. Mañana sería demasiado tarde.”

Comisión de Relaciones Internacionales
 de la Asamblea  Nacional del Poder Popular de la República de Cuba


jueves, 1 de octubre de 2015

España: maniobras y elecciones a la vista


 Por Gustavo Robreño*

Coincidentemente, importantes acontecimientos aparentemente desconectados entre sí por ser de diferente naturaleza tendrán lugar en España de aquí a fin de año. Los pensamientos más agudos e incluso algunos medios de prensa españoles, sin embargo, no los han divorciado totalmente y se refieren a los más recientes pasos dados por el actual gobierno español del Partido Popular (PP) que lo involucran de modo sin precedentes en las estructuras de la OTAN.

Se trata, en primer término de la realización de las maniobras militares “Trident-Juncture 2015” (a las que nos hemos referido anteriormente) desde el próximo octubre hasta el 6 de noviembre y que son consideradas por ese pacto político-militar como las mayores realizadas en el sur de Europa y tendrán como escenario diferentes puntos del territorio español.

Según se ha dado a conocer, de los treinta mil efectivos de 30 países que participarán veinte mil serán españoles y el propósito de tal ejercicio en gran escala serán las intervenciones rápidas en terceros países situados dentro de su vasta e ilimitada esfera de acción.

No es casual que sea España el país escogido por la OTAN para efectuar semejante parafernalia de guerra que no augura otra cosa que futuras agresiones y ataques, invasiones y muertes, contra cualquier otro país árabe o africano o ampliar los caminos para una demencial escalada contra Rusia.

Cualquiera que sean los propósitos y los resultados, es evidente que el actual gobierno del PP desarrolla un acercamiento militar hacia la OTAN y que ello tiene lugar a pocos meses de las elecciones generales, donde ese partido enfrenta seriamente la posibilidad de ser sustituido por otra formación política o una coalición de ellas.

La Trident-Juncture 2015 llega acompañada por la presencia agresiva de buques de guerra de Estados Unidos poseedores de cohetes, que forman parte del sistema antimisiles instalado por Washington en Europa, en la base naval española de Rota (Cádiz). Se une a ello la insólita concesión a perpetuidad -por parte de este mismo gobierno del PP- de la utilización de la base aérea de Morón (Sevilla) a las fuerzas aéreas de Estados Unidos así como la instalación en España del comando AFRICOM, desde donde el Pentágono dirige sus operaciones en África.

La tan llevada y traída “guerra contra el terrorismo” se convierte en el pretexto oficial para tales pasos, que involucran a España de manera prominente en los planes militares de Estados Unidos y la OTAN, una peligrosa consideración que seguramente tendrán en cuenta los electores en los anunciados comicios de diciembre.

Licenciado en Ciencias Sociales y graduado en Relaciones Internacionales. Fue Director General de la Agencia de noticias Prensa Latina. Ha sido colaborador de diversas publicaciones nacionales y extranjeras.

martes, 29 de septiembre de 2015

Celebrado en la ACNU el día internacional para la eliminación total de las armas nucleares

En la sede de la Asociación Cubana de las Naciones Unidas (ACNU) se celebró un panel de expertos, en ocasión del Día internacional para la eliminación total de las armas nucleares (26 de septiembre), auspiciado por la propia Asociación, la Sociedad Cubana de Derecho Internacional de la Unión Nacional de Juristas de Cuba y el Movimiento Cubano por la Paz y la Soberanía de los Pueblos (MOVPAZ). 

El panel estuvo compuesto por los doctores Magda Bauta, profesora del ISRI y miembro de la Sociedad Cubana de Filosofía; Néstor García Iturbe, Profesor Titular del ISRI y miembro de la Sociedad Cubana de Derecho Internacional; Leyde Rodríguez, profesor del ISRI y miembro del MOVPAZ y Carlos Pazos, Presidente de la Filial cubana de la Internacional de Médicos para la Prevención de la Guerra Nuclear (IPPNW).

El encuentro se inició con la presentación del Dr. Néstor García Iturbe, quien ofreció una perspectiva general de la problemática del desarme internacional, con énfasis en el caso de los Estados Unidos. El reconocido profesor planteó la existencia de tres condicionantes para lograr el desarme: la existencia de una situación mundial, la voluntad política de las naciones más poderosas y la no afectación de la economía de los principales países productores de armas. Su ponencia se centró fundamentalmente en la nueva estrategia de defensa nacional de los Estados Unidos. 

Por su parte, el Dr. Leyde Rodríguez abordó los desafíos del desarme nuclear, resaltando la importancia del pensamiento del líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro, sobre ese tema. Entre los aspectos destacados en su exposición estuvieron: el pesimismo dominante y la falta de capacidades de los órganos multilaterales dedicados al tema del desarme, como es el estancamiento de la Conferencia de Desarme; la existencia de nueve Estados declarados por las Naciones Unidas como poseedores de la bomba atómica, los que practican el chantaje nuclear en las relaciones internacionales; el acrecentamiento de las disputas políticas entre Estados Unidos y Rusia; las diferencias en el seno del MNOAL; así como la presencia de grupos terroristas incontrolables. 

El Dr. Carlos Pazos cerró las exposiciones del panel con un recorrido por la historia de la Internacional de Médicos para la Prevención de la Guerra Nuclear. Esa organización no gubernamental mundial, fundada en 1980 por los prestigiosos doctores Bernard Lown (estadounidense) y Evgeny Chazov (soviético), que recibió el Premio Nobel de la Paz en 1985; sin embargo, su accionar se ha visto limitado en América Latina y el Caribe por la falta de recursos económicos en los últimos catorce años. Además, el Dr. Pazos destacó el interés de la filial regional de la IPPNW de celebrar el Congreso mundial de esa organización en Cuba. en mayo de 2016. El último Congreso de la filial regional celebrado en Cuba fue en el año 2001.

La Dra. Magda Bauta fungió como moderadora del panel. De esa manera, los temas tratados por los panelistas fueron relacionados y comentados, lo que facilitó la mejor comprensión por parte de los presentes y el debate posterior.

Entre las ideas que emergieron del debate sobresalió que no solo se debe luchar contra la guerra nuclear, sino también contra la guerra convencional, pues ésta ha cobrado un mayor número de víctimas. Por tales razones, se hizo, además, un llamado al desarme general y completo.

Estuvieron presentes además, el Embajador Pedro Núñez Mosquera, Director General de Asuntos Multilaterales y de Derecho Internacional del MINREX, Soraya Álvarez Núñez, Directora General de la ACNU, Silvio Platero Yrola, Presidente del MOVPAZ y Doris Quintana, Secretaria de la Sociedad Cubana de Derecho Internacional de la Unión de Juristas de Cuba.

Los resultados de este panel propiciarán la elaboración de una Declaración Final de la Sociedad Civil Cubana por la Eliminación Total de las Armas Nucleares que deberá circularse como documento oficial de la Asamblea General de las Naciones Unidas, como contribución al 70 aniversario de la ONU.
 

Mientras persista el bloqueo, continuaremos presentando el proyecto de resolución titulado “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos de América contra Cuba”.


Discurso del General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de la República de Cuba, en el segmento de alto nivel del 70 Período de Sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas, el 28 de septiembre de 2015, “Año 57 de la Revolución”.
(Versiones Taquigráficas - Consejo de Estado)

Estimados Jefes y Jefas de Estado y de Gobierno;
Distinguidos Jefes y Jefas de Delegaciones;
Señor Secretario General de las Naciones Unidas;

Señor Presidente:

Hace 70 años que, en nombre de los pueblos, los miembros de esta organización suscribimos la Carta de las Naciones Unidas. Nos comprometimos a preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra y a edificar una nueva forma de relacionarnos bajo la guía de un conjunto de propósitos y principios, que debían augurar una época de paz, justicia y desarrollo para toda la humanidad.

Sin embargo, a partir de entonces, han sido constantes las guerras de agresión, la intervención en los asuntos internos de los Estados, el derrocamiento por la fuerza de gobiernos soberanos, los denominados “golpes suaves” y la recolonización de territorios, que han sido perfeccionados con formas de actuar no convencionales, con el empleo de nuevas tecnologías y esgrimiendo supuestas violaciones de los derechos humanos.

Es inaceptable la militarización del ciberespacio y el empleo encubierto e ilegal de las tecnologías de la información y las comunicaciones para agredir a otros Estados, como también lo es que se distorsione la promoción y protección de los derechos humanos, utilizándolos de forma selectiva y discriminatoria para validar e imponer decisiones políticas.

A pesar de que la Carta nos llama a “reafirmar la fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana”, el disfrute de los derechos humanos continúa siendo una utopía para millones de personas.

Se niega a la humanidad el derecho a vivir en paz y su derecho al desarrollo. Es en la pobreza y la desigualdad donde deben buscarse las causas de los conflictos, generados por el colonialismo y el despojo de las poblaciones autóctonas, primero, y más tarde por el imperialismo y el reparto de esferas de influencia.

El compromiso asumido en 1945 de “promover el progreso social y elevar el nivel de vida” de los pueblos y su desarrollo económico y social, sigue siendo una quimera, cuando 795 millones de personas sufren hambre, 781 millones de adultos son analfabetos y 17 000 niños mueren cada día de enfermedades curables, mientras que los gastos militares anuales en todo el mundo ascienden a más de 1,7 millones de millones de dólares. Con solo una fracción de ese monto podrían solucionarse los problemas más acuciantes que azotan a la humanidad. Incluso, en los países industrializados ya prácticamente desaparecieron las “sociedades de bienestar”, que se nos presentaban como el modelo a seguir. Los sistemas electorales y los partidos tradicionales, que dependen del dinero y la publicidad, son cada vez más ajenos y distantes de las aspiraciones de sus pueblos.

El cambio climático pone en peligro la existencia de la especie humana, y los Estados deben asumir responsabilidades comunes pero diferenciadas ante la inobjetable realidad de que no todos los países somos responsables por igual de lo ocurrido, ni despilfarramos los recursos naturales y humanos en un consumismo irracional e insostenible.

Las consecuencias del cambio climático son especialmente devastadoras en los pequeños países insulares en desarrollo e imponen una tensión adicional a sus frágiles economías. Lo mismo sucede en África, con el incremento inexorable de la desertificación.

Nos solidarizamos con nuestros hermanos caribeños y demandamos que se les dé un trato especial y diferenciado. Apoyamos a los países africanos y reclamamos para ellos un tratamiento justo, transferencia de tecnología y recursos financieros (Aplausos).

Señor Presidente:

Con la creación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y, particularmente con la firma por los jefes de Estado y de Gobierno, en enero del 2014, de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, ha quedado demostrado que, por encima de nuestras diferencias, podemos avanzar hacia la unidad y la consecución de objetivos comunes en el marco de nuestra diversidad (Aplausos).

En la Proclama, reafirmamos el compromiso inquebrantable con los principios de la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional y de resolver las diferencias de forma pacífica, así como la convicción de que el pleno respeto al derecho inalienable de todo Estado a elegir su sistema político, económico, social y cultural constituye una condición esencial para asegurar la convivencia pacífica entre las naciones. Reclamamos que estos principios sirvan de base a las relaciones de otros Estados con nuestra región.

La República Bolivariana de Venezuela contará siempre con la solidaridad de Cuba frente a los intentos de desestabilizar y subvertir el ordenamiento constitucional, y destruir la obra iniciada por el compañero Hugo Chávez Frías (Aplausos) y continuada por el presidente Nicolás Maduro Moros a favor del pueblo venezolano.

De igual manera, va nuestra firme e irrestricta solidaridad a la República del Ecuador, a su Revolución Ciudadana y a su líder, Rafael Correa Delgado, quien se ha convertido en el blanco del mismo guión de desestabilización aplicado contra otros gobiernos progresistas de la región (Aplausos).

Nos solidarizamos con las naciones del Caribe que solicitan justas reparaciones por los horrores de la esclavitud y la trata de esclavos (Aplausos), sobre todo en un mundo en el que la discriminación racial y la represión de las comunidades afrodescendientes han ido en ascenso.

Ratificamos nuestra convicción de que el pueblo de Puerto Rico merece ser libre e independiente, luego de más de una centuria sometido a la dominación colonial (Aplausos).

Nos solidarizamos con la República Argentina en su legítimo reclamo de soberanía sobre las islas Malvinas, Sandwich del Sur y Georgias del Sur (Aplausos).

Reiteramos nuestro apoyo solidario a la presidenta Dilma Rousseff y al pueblo de Brasil en la defensa de sus importantes logros sociales y de la estabilidad del país.

Reafirmamos nuestro rechazo a la intención de extender la presencia de la OTAN hasta las fronteras de Rusia y a la imposición de sanciones unilaterales e injustas contra esa nación.

Saludamos el denominado acuerdo nuclear con la República Islámica de Irán, que demuestra que el diálogo y la negociación son la única herramienta efectiva para solventar las diferencias entre los Estados.

Renovamos nuestra confianza en que el pueblo sirio es capaz de resolver por sí mismo sus diferencias y demandamos que cese la injerencia externa.

Una solución justa y duradera al conflicto del Medio Oriente exige, inexorablemente, el ejercicio real del derecho inalienable del pueblo palestino a construir su propio Estado dentro de las fronteras anteriores a 1967 y con su capital en Jerusalén oriental, lo que enérgicamente apoyamos (Aplausos).

Durante las últimas semanas nos han impactado las imágenes de las oleadas migratorias hacia Europa, que constituyen una consecuencia directa de las acciones de desestabilización que la OTAN promovió y ejecuta en países del Medio Oriente y África del Norte, y del subdesarrollo y la pobreza imperantes en países del continente africano. La Unión Europea debe asumir, de manera plena e inmediata, sus responsabilidades con la crisis humanitaria que ayudó a generar.

Señor Presidente:

Tras 56 años de heroica y abnegada resistencia de nuestro pueblo, quedaron restablecidas las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos de América.

Ahora se inicia un largo y complejo proceso hacia la normalización de las relaciones, que se alcanzará cuando se ponga fin al bloqueo económico, comercial y financiero; se devuelva a Cuba el territorio ocupado ilegalmente por la Base Naval de Guantánamo; cesen las transmisiones radiales y televisivas y los programas de subversión y desestabilización contra la isla, y se compense a nuestro pueblo por los daños humanos y económicos que aún sufre (Aplausos).

Mientras persista, continuaremos presentando el proyecto de resolución titulado “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos de América contra Cuba”.

A los 188 gobiernos y pueblos que han apoyado aquí y en diversos foros internacionales y regionales nuestra justa demanda, les reitero el eterno agradecimiento del pueblo y el gobierno cubanos por su sostenido respaldo.

Señor Presidente:

Cuba celebra, con profundo compromiso, el aniversario 70 de la Organización de las Naciones Unidas. Reconocemos que en estos años se ha intentado, pero no se ha hecho lo suficiente, para proteger a las generaciones presentes y futuras del flagelo de la guerra y su derecho a un desarrollo sostenible, sin exclusión. La ONU ha de ser defendida del unilateralismo y profundamente reformada para democratizarla y acercarla a los pueblos.

Como señalara en esta misma sala hace 15 años el compañero Fidel Castro Ruz, Líder Histórico de la Revolución Cubana —y cito: “Cualquiera comprende que el objetivo fundamental de las Naciones Unidas, en el siglo apremiante que comienza, es el de salvar al mundo no solo de la guerra sino también del subdesarrollo, el hambre, las enfermedades, la pobreza y la destrucción de los medios naturales indispensables para la existencia humana, ¡Y debe hacerlo con premura antes de que sea demasiado tarde!” —fin de la cita.

Podrá contar siempre la comunidad internacional con la sincera voz de Cuba frente a la injusticia, la desigualdad, el subdesarrollo, la discriminación y la manipulación; y por el establecimiento de un orden internacional más justo y equitativo, en cuyo centro se ubique, realmente, el ser humano, su dignidad y bienestar.

Muchas gracias (Ovación).