sábado, 24 de febrero de 2018

Una nueva estrategia para la “defensa” de los intereses imperialistas del gobierno de EE.UU



MSc Enrique R. Martínez Díaz, Investigador CIPI

A principios del año 2018 se publicó por el Secretario de Defensa de los EE.UU., Mr. Jim Mattis, el resumen o versión restringida de la nueva Estrategia de Defensa Nacional (EDN)[i] de ese país. Este documento se elabora por  el  Departamento de Defensa (DoD), a fin de cumplimentar, en lo que a ese Departamento (equivale a ministerio) concierne, de lo planteado en la Estrategia de Seguridad Nacional que promulga el Presidente de los EE.UU.
El anterior documento con igual denominación fue promulgado en 2008; en el año 2012 la administración Obama presentó un documento denominado Orientación  Estratégica de Defensa (StrategicDefenseGuidance), que cumplió objetivos similares, a pesar del cambio de denominación.

En esencia, la EDN[ii] es “un documento aprobado por el Secretario de Defensa para determinar la actuación por las Fuerzas Armadas de Estados Unidos en coordinación con las agencias del Departamento de Defensa y otros instrumentos del poder nacional en interés de alcanzar los objetivos de la Estrategia de Seguridad Nacional”.

Una valoración de este documento nos hace concluir que, tal como podía esperarse de su vinculación con el contenido de la Estrategia de Seguridad Nacional (ESN 2017) hecha pública en Diciembre de 2017, está matizado por un tono abiertamente militarista.

En este documento, como se anuncia en su portada, se hacen públicas las principales medidas que pretende tomar la alta dirigencia político-militar del imperialismo norteamericano para mantener la “ventaja militar”  que consideran tienen respecto a los probables o eventuales adversarios, identificados en la ESN 2017.

En unas 11 páginas en formato PDF son expuestos por los personeros del Pentágono su visión sobre el “entorno estratégico” a nivel global,  los “objetivos” del DoD  y como pretenden cumplirlos, mediante la “construcción de una fuerza más letal”, “reforzar las alianzas y atraer nuevos socios”, y “reformar el Departamento”.

Reiterando los supuestos de la ESN 2017, la República Popular China (RPCH) y la Federación de Rusia son presentadas como potencias rivales que pretenden variar el status global, favorable al dominio imperialista norteamericano y de sus aliados, con lo cual el papel de “liderazgo” ejercido por EE.UU. sería sustituido por un orden mundial “multipolar”. Esto significaría la pérdida para los halcones de Washington de su posición dominante, por ello, en la EDN se hace énfasis en la necesidad de mantener y reforzar la superioridad militar estratégica de la que ha gozado EE.UU. prácticamente desde el fin de la II Guerra Mundial, pero sobre todo después del derrumbe de la URSS. La EDN considera esta situación como  la principal amenaza o reto para EE.UU., poniendo en un segundo plano al terrorismo, lo que constituye un cambio respecto a las anteriores estrategias: La competencia estratégica interestatal, no el terrorismo, es ahora la principal preocupación en la seguridad nacional de EE. UU..[iii]

Las FF.AA. de EE.UU. reciben el presupuesto militar más grande del planeta desde hace más de 70 años, y en los últimos 10 años (2007-2016), de acuerdo a la base de datos del Instituto para Estudios de la Paz Internacional de Estocolmo (SIPRI por sus siglas en inglés)[iv], el gasto militar de esa nación fue el 38,9% de todo lo que gastó en el planeta ( 6 billones 397,3 miles de millones de dólares, de un total de 16 billones 443 mil millones de dólares). Su gasto militar ha sido equivalente en los últimos años  al que han  ejecutado las 9 naciones que le siguen en ese “ranking”.

En armas nucleares, solo Rusia tiene una cifra comparable, y entre ambas, copan más del 90 % de todas esas armas en el globo; estas son las cifras que ofrece el sitio web de la Federación de Científicos Norteamericanos (Federation of American Scientist)[v] para finales del año 2017:

PAIS
OJIVAS DESPLEGADAS
TOTAL
RUSIA
1710
6800
ESTADOS UNIDOS
1650
6600
FRANCIA
280
300
CHINA

270
REINO UNIDO
120
215
ISRAEL

80
PAKISTAN

130-140
INDIA

120-130
RPDC

10-20
TOTAL
3760
14550





Es bueno recordar que de acuerdo a los tratados START III, para este año tanto EE.UU. como Rusia deben reducir el nivel de ojivas nucleares desplegadas a 1550, con 800 medios de lanzamiento por cada parte; estos son cantidades inferiores a las del peor momento de la Guerra Fría, cuando cerca de 70 mil armas nucleares se encontraban en los arsenales. No obstante, dadas las capacidades y poder destructivo de estas, el riesgo para la humanidad de autoaniquilarse sigue presente. La recientemente publicada Postura Nuclear de los EE.UU. plantea que en  los próximos años esa nación modernizará sus arsenales nucleares y los diferentes portadores (la llamada Tríada Estratégica).

Además de estas capacidades nucleares, EE.UU. es la nación con la flota aérea y naval más grande del globo, incluyendo más de la mitad de los portaaviones existentes, y que además, son todos de propulsión nuclear y mucho más grandes que los que poseen los demás países, y que pueden operar cada uno entre 80 y 100 aviones de combate, aproximadamente el doble de lo que transporta el mayor portaaviones no norteamericano existente actualmente.

Es, además, el único país que públicamente tiene asignados mandos militares para operar en todo el planeta, los llamados Comandos Unificados de designación regional[vi]; esto se apoya en más de 587 bases militares de diferentes tipos que poseen fuera de su territorio (según datos públicos, pues se conoce que además EE.UU. tiene en muchos países “amigos” bases secretas que no son reconocidas como tal).

Sin embargo, todo ese enorme poderío no resulta suficiente para los halcones de Washington, necesitan más (con el consiguiente beneplácito de las empresas del Complejo Militar Industrial). Por ello, el Presupuesto de Defensa del Año Fiscal 2018 (FY 2018) se aproxima a los 700 mil millones de dólares (cerca de 80 mil millones más que el anterior), y según recientes informaciones, para el FY 2019 se solicitarán más de 716 mil millones de dólares.

Uno de los aspectos interesantes de la actual política norteamericana de reforzar su capacidad militar e incrementar los gastos militares puede tener como premisa la intención de obligar a los presuntos “rivales estratégicos” a involucrarse en un reforzamiento de la Carrera Armamentista, similar a lo que sucedió con la URSS entre 1947 y 1991, y cuyos resultados fueron favorables a EE.UU.; cabe preguntarse: ante todo, tanto China como Rusia, ¿caerán en la misma trampa?; por otra parte, para EE.UU. ¿serán segundas partes igualmente buenas?

Además de las potencias consideradas rivales, a los que catalogan también como “poderes revisionistas”, la EDN presenta a la República Popular Democrática de Corea y a la República Islámica de Irán como “regímenes deshonestos” que amenazan a EE.UU. y sus aliados en Asia y el Medio Oriente respetivamente. Consideran también, aunque a un nivel inferior, las amenazas de las organizaciones terroristas internacionales y las redes delincuenciales.

Otro elemento importante es que la EDN presenta un escenario en que su manifiesta superioridad es impugnada en todos los llamados “dominios”: aire, tierra, mar, espacio y ciberespacio. Todo ello justifica a ojos de los estrategas imperiales la necesidad de aumentar y modernizar su aparato militar.

Otro aspecto al que hacen referencia es al desarrollo de armas de destrucción masiva y la posibilidad de que estas caigan en manos de organizaciones terroristas, incluyendo especialmente las armas biológicas, debido al desarrollo actual de las investigaciones en el área de la biotecnología.

En los objetivos que persigue el DoD de EE.UU. para mantener la superioridad a nivel mundial que favorece a esa nación (y especialmente a las grandes transnacionales, a quienes realmente representan), está mantener a su favor la “competencia estratégica” con la RPCH y Rusia; “disuadir y contrarrestar” a los “regímenes deshonestos” de Irán y la RPDC, y “vencer las amenazas terroristas a los Estados Unidos y consolidar nuestros logros en Iraq y Afganistán”.

Los objetivos de defensa[vii] incluyen:

• Defender el territorio de EE.UU. contra ataques;
• Mantener las ventajas militares de la Fuerza Conjunta, tanto a nivel mundial como en   regiones clave;
• Disuadir a los adversarios de la agresión contra nuestros intereses vitales;
• Permitir a las contrapartes interinstitucionales de EE. UU. promover la influencia e intereses de los EE. UU .;
• Mantener equilibrios de poder regionales favorables en el Indo-Pacífico, Europa, Medio Oriente y el Hemisferio Occidental;
• Defender a los aliados de la agresión militar y reforzar a los socios contra la coacción, y compartir justamente las responsabilidades para la defensa común;
• Disuadir, prevenir o disuadir a adversarios estatales y actores no estatales de adquirir, proliferar o usar armas de destrucción masiva;
• Prevenir que los terroristas dirijan o apoyen operaciones externas contra el territorio de los Estados Unidos y nuestros ciudadanos, aliados y socios en el exterior;
• Asegurar que los dominios comunes permanezcan abiertos y libres;
• Realizar de forma continuada nuestras actividades con accesibilidad y rapidez, a medida que cambiamos la mentalidad departamental, cultura y sistemas de gestión; y
• Establecer una Base de Innovación de Seguridad Nacional del siglo veintiuno incomparable que apoye efectivamente las operaciones del Departamento y respalde la seguridad y la solvencia.

En estos objetivos hay ciertos elementos que son dignos de comentar, aparte de lo que ya hemos mencionado: uno de ellos se refiere a las regiones   en las cuales consideran necesario mantener “equilibrios de poder favorables”, y que coinciden, como es lógico,  con lo planteado en la ESN 2017.

En particular, resulta a nuestro criterio resaltar la región que ellos designan como Indo-Pacífico.  Es indudablemente que EE.UU. ve con preocupación que el ascenso económico de la RPCH pone cada vez más en precariedad su posición en dicha área, pues a pesar de tener importantes aliados en la región (principalmente Japón, Corea del Sur y Australia), estos mismos países actualmente tienen como principal socio comercial a China, y esto ocurre igualmente con los propios EE.UU.; además, la RPCH tiene en su poder una suma considerable de los Bonos del Tesoro norteamericanos. A esto se suma que la RPCH ha elevado sus capacidades militares, especialmente su poderío aéreo y naval, que no tiene la proyección global estadounidense, pero que al nivel del teatro de operaciones del Este de Asia es considerable, y según los criterios del Pentágono, puede limitar las capacidades norteamericanas de actuar en áreas como los mares del Este y Sur de China, así como zonas del Pacífico cercanas al continente asiático. Una de las apuestas norteamericanas es explotar las contradicciones en la región, sobre todo con los países de la ASEAN y con la India, un poder en ascenso, de gran crecimiento económico en los últimos años y con una población que probablemente superará a la de China en un futuro cercano.

Otro aspecto a destacar en la EDN es que, a pesar de que reconocer que una “competencia estratégica” a nivel global requiere el empleo de todos los elementos del poder de una nación (lo que puede conjugarse con los conceptos esbozados por la anterior administración cuando esgrimía el concepto del “Poder Inteligente” –que tenía como base combinar los llamados poderes “Duro” y “Blando”), en esencia recalca el papel del poder militar como principal : “Una fuerza más letal, alianzas y alianzas sólidas, innovación tecnológica estadounidense y una cultura de desempeño generarán ventajas militares decisivas y sostenidas para los EE. UU.”[viii]

Otro elemento que consideramos necesario destacar es el referido a lo que denominan  dominios comunes”; en anteriores estrategias también se han referido a estos asuntos. Llaman la atención, en nuestro juicio, los equilibrios semánticos que realizan los norteamericanos para no utilizar el término que emplea la ONU y prácticamente el resto de la comunidad mundial: Bienes Comunes Globales (Global Commons en inglés). Con este término se identifican cuatro dominios o áreas: la Alta Mar, la Atmósfera, la Antártida y el Espacio Exterior. Los principales convenios internacionales plantean que estos “bienes comunes globales” no están sujetos al arbitrio de ningún estado o grupo de estados en específico, sino que son patrimonio de toda la Humanidad; no obstante, parece que el gobierno de EE.UU., en función de su autodesignado “liderazgo”  a nivel planetario (por ser la nación imperialista más rica y poderosa), se siente con el derecho de actuar como garante o administrador de tales bienes. Sabiendo que el gobierno de esa nación representa ante todo los intereses de las grandes transnacionales y trusts financieros, no podemos dejar de asociar nuestro pensamiento con la famosa frase de “poner al lobo a custodiar a los corderos”.

Plantean en la EDN 2018 que se esforzarán en tres líneas o direcciones, que serán: reconstruir y fortalecer sus FF.AA.; reforzar y ampliar las alianzas; y mejorar el funcionamiento del DoD.

Para fortalecer sus FF.AA. enfatizan en que la preparación para vencer en una guerra es fundamental, “lograr la paz mediante la fuerza” es una premisa que destacan. Plantean también modernizar todo su aparato militar (lo cual debe causar mucha alegría a las grandes empresas productoras de armamentos), incluyendo las fuerzas nucleares; presentan los dominios espacial y ciberespacial como fundamentales; igualmente enfatizan incrementar sus capacidades de Mando, Control, Comunicaciones, Computación, Inteligencia, Vigilancia y Reconocimiento (conocido en la terminología militar norteamericana con las siglas C4ISR).

También hacen hincapié en desarrollar sus capacidades para la defensa contra mísiles (para ello hacen referencia al desarrollo de estas capacidades por los nuevos “estados villanos”: RPDC e Irán); igualmente, pretenden incrementar la capacidad de las fuerzas conjuntas de operar en entornos bajo disputa, sobre todo de las fuerzas de despliegue avanzado, las que deberán tener  una estructura más ágil, desconcentrada y menos vulnerable, de acuerdo a sus criterios; además, se refieren al desarrollo de los sistemas autónomos como una tendencia importante (los robots, drones, etc, cada vez serán más visibles en el campo de batalla futuro), y el desarrollo de una logística más “ágil y resistente”.

Los ambiciosos objetivos de esta EDN hacen referencia a otros muchos aspectos; queremos destacar lo que ellos denominan “Empleo Dinámico de la Fuerza”, para garantizar poder actuar en cualquier  lugar del planeta con mayor capacidad (o como ellos dicen, letalidad). Otro aspecto destacado es el objetivo de elevar la calificación y las habilidades de los militares, así como del personal civil que trabaja para el DoD, incluyendo el desarrollo científico tecnológico, lo que, claramente, se ajusta a la época actual.

En otro acápite de la EDN hacen consideraciones sobre la necesidad de “fortalecer las alianzas y atraer nuevos socios”; en la misma destacan la importancia  del sistema de alianzas de EE.UU. en todo el planeta, y como estas refuerzan su poderío a nivel global; de paso, hacen insistencia en la necesidad de compartir las responsabilidades, y desarrollar lo que ellos llaman interoperatibilidad, que en esencia quiere decir que estas fuerzas estén más preparadas para obedecer a sus jefes norteamericanos y puedan cumplir bien su papel; para ello pretenden incrementar las maniobras y ejercicios. En esta vuelven a resaltar la importancia de la llamada región Indo-Pacífico (que coincide con el Área de Responsabilidad del Comando del Pacífico, por más señas), la que quieren mantener “libre y abierta” (especialmente para que las grandes transnacionales norteamericanas mantengan e incrementen sus ganancias).

También  destacan la necesidad de fortalecer la OTAN, sobre todo para detener el “aventurerismo  ruso”, y que sus aliados de esa organización eleven sus gastos militares y modernicen sus arsenales (si es comprándole armas al Complejo Militar Industrial de EE.UU., mejor) al nivel que les exige Washington. 

Se refieren asimismo a crear coaliciones en el Medio Oriente, para que no esté dominado por “poderes hostiles a EE.UU.”, y permita abastecimiento estable de combustible y rutas comerciales seguras. Se proponen “consolidar” sus logros en Afganistán, Irak y Siria, y lograr la derrota duradera de los terroristas, así como “contrarrestar” a Irán. Respecto al Hemisferio Occidental, valoran la necesidad de que este se mantenga “pacífico”; respecto a África, la referencia principal es al apoyo al enfrentamiento al terrorismo.

La parte final se refiere al objetivo de perfeccionar la estructura del DoD, y de lo que se plantea  puede deducirse que esa institución tiene una burocracia bastante extensa y que afecta, a criterio de Mr Mattis y sus asesores, el funcionamiento de las FF.AA.; al respecto queremos significar que dentro de lo que se conoce como el Complejo Militar Industrial (CMI), ese aparato tiene un determinado peso; los restantes elementos del CMI, como son las grandes empresas productoras de armamentos y servicios a las FF.AA. (que son la piedra angular del mismo); los Think Tanks” y otros centros de investigaciones de todo tipo, incluyendo universidades y “colleges”; los lobbies en el Congreso, etc, se interrelacionan con el aparato del DoD en busca de los contratos, que significan cientos de miles de millones todos los años.  Y eso genera también corrupción y malversación de recursos. Por solo poner un dato, recientemente salió un informe sobre una auditoría realizada por una empresa privada contratada por el DoD que detectó que no se puede saber adónde fueron a parar nada menos que 800 millones de dólares gastados por la Agencia de Logística de la Defensa[ix].

Un aspecto en que insisten es en lo que ellos llaman la Base de Innovación de Seguridad Nacional, que les permitirá, según consideran, continuar desarrollando la  introducción de armas y medios de combate cada vez más sofisticados.

Finalmente, el Secretario de Defensa hace unas conclusiones bastante concisas, y ajustadas al contenido del documento. 

Conclusiones

La EDN 2018, en su versión pública, refleja la posición abiertamente militarista del equipo de gobierno del presidente Trump, y apuesta por reforzar la superioridad militar estratégica que actualmente tiene esa nación respecto a aquellos países que  considera adversarios.

Consideramos que la postura expresada de actuar “desde posiciones de fuerza” incrementará las tensiones en los principales escenarios globales,  especialmente en regiones como el Indo-Pacífico, Europa y Medio Oriente, que son resaltadas como fundamentales para EE.UU.; el actual incremento de fuerzas militares norteamericanas en Afganistán, el aumento de los bombardeos y acciones punitivas, y las presiones al gobierno pakistaní, demuestran que la opción bélica es considerada la principal por el gobierno estadounidense para solucionar los problemas internacionales; al parecer, las experiencias de Vietnam y los 17 años de guerra en Afganistán no han hecho reflexionar a los “halcones de Washington”. 

La Carrera Armamentista a nivel global se incrementará, tanto en nivel de gastos como la introducción de armas y medios de combate cada vez más costosos y sofisticados; ello, unido a la política norteamericana de “castigar” a los países que voten contra ellos en organismos internacionales, contribuirá seguramente al aumento del hambre y la miseria a nivel global, aunque, será muy beneficioso para el Complejo Militar Industrial estadounidense y las empresas productoras de armas de otros países capitalistas desarrollados, sobre todo europeos.

Es probable que, de acuerdo a lo planteado en esta EDN, la presencia militar norteamericana y la realización de ejercicios bélicos en diferentes regiones del mundo se incremente, con el consiguiente riesgo de algún “error” pueda generar un conflicto militar.

Ante estos peligros que amenazan a la humanidad, por la agresividad de los imperialistas, solo nos queda cumplir con lo escrito por el líder histórico de la Revolución Cubana, Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz: Luchar por la paz es el deber más sagrado de todos los seres humanos, cualesquiera que sean sus religiones o país de nacimiento, el color de su piel, su edad adulta o su juventud.[x]

Notas:

[i]Department of DefenseSummary of the 2018 NationalDefenseStrategy of theUnitedStates of AmericaSharpeningthe American Military´sCompetiveEdge , Washington, January 2018
(https://www.defense.gov/Portals/1/Documents/pubs/2018-National-Defense-Strategy-Summary.pdf)
[ii]nationaldefensestrategy — A documentapprovedbytheSecretary of DefenseforapplyingtheArmedForces of theUnitedStates in coordinationwithDepartment of Defense agencies and otherinstruments of nationalpowertoachievenationalsecuritystrategyobjectives. AlsocalledNDS. JointPublication  1-02 Department of DefenseDictionary of Military and  AssociatedTerms 8 November 2010 (As AmendedThrough 15 February 2016 ) (https://fas.org/irp/doddir/dod/jp1_02.pdf )
[iii] EDN 2018, página 1.
[iv] SIPRI MilitaryExpenditureDatabase (  https://www.sipri.org/databases/milex)
[v] FAS, Status of Nuclear Forces.   (https://fas.org/issues/nuclear-weapons/status-world-nuclear-forces/)
[vi] En el sitioweb del DOD se presenta un mapa del mundo con las llamadas Áreas de Responsabilidad de los Comandos; cualquiera que tenga la curiosidad, podrá ver que todo el planeta está dividido en tales áreas, tanto países amigos como enemigos. EE.UU. no descarta la realización de acciones militares en ningún lugar del mundo; además, tiene un Comando Espacial y un Cibercomando.
[vii] EDN 2018, página 3
[viii] EDN 2018, página 4
[ix] Carrasco Martín, Juana. Misión Imposible, auditar al Pentágono. Juventud Rebelde, La Habana, Febrero 6 de 2018.(http://www.juventudrebelde.cu/internacionales/2018-02-06/mision-imposible-auditar-al-pentagono )
[x] Castro Ruz Fidel Luchar por la paz es el deber más sagrado de todos los seres humanos (http://www.cubadebate.cu/reflexiones-fidel/2016//02/21/luchar-por-la-Paz-es-ei-deber-mas-sagrado-de-todos-los-humanos/)

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