Por Ernesto Molina Molina.[2]
Julio C. Gambina,[3]reúne
en este tercer libro[4] un grupo de artículos publicados en el blog del autor y en otros medios
durante el 2014.
El libro está
dividido en cinco partes. Una remite al marco internacional y regional. Otra a
la temática local nacional. La tercera relativa a la situación de los
trabajadores y trabajadoras. La cuarta a posicionamiento y debates políticos.
La quinta reúne declaraciones y temas generales.
Parte I: América Latina en el mundo.
América Latina es el
gran laboratorio de cambio político en el mundo, con procesos interesantes para
reflexionar sobre la situación mundial y la crisis sistémica del capitalismo.
Aquí el autor debate acerca del rumbo económico de la región, muy especialmente
cuando empieza a cambiar la situación económica y el interés se asocia al
contenido de la política económica, sea para consolidar la estructura económica
social o para modificarla en un sentido alternativo, anticapitalista.
Precisamente, el autor destaca las diferencias esenciales entre dos tipos de
políticas sociales macroeconómicas: las
políticas sociales compensatorias o para la dominación; y las políticas
sociales alternativas o contra hegemónicas.
Pudiera pensarse
superficialmente que el periodismo económico y político no aporta nada al
conocimiento científico. Cuando se trata de un autor como Julio Gambina, este
no es el caso. Vale la pena, por ejemplo, presentar su aclaración sobre las
diferencias esenciales entre otros dos conceptos: seguridad alimentaria y soberanía alimentaria:
La seguridad
alimentaria parte de una concepción de
resolución del problema desde arriba, en general a cargo del Estado y sin
cuestionar el modelo productivo del agro negocio que hoy impera en el sistema
mundial. El concepto apela a las políticas públicas para asegurar alimentación
a la población, sin cuestionar el modelo de producción ni losprincipales
beneficiarios del modelo, por casolas transnacionales de la alimentación o la
biotecnología. Mientras que la soberanía
alimentaria es producto de la lucha de los pueblos, los trabajadores, los
campesinos, los indígenas. Es una categoría creada por el movimiento popular
campesino a fines del siglo XX, cuando la Vía campesina despliega su lucha
contra la incorporación de la Agricultura en las negociaciones de la OMC. No
solo significa que los pueblos deciden qué comer, sino cómo se produce y quien
lo produce. También implica la lucha por la tierra (reforma agraria popular),
el agua o las semillas.[5]
Se analiza el papel
de China que ha pasado a ser un socio importante en América Latina, en las
áreas comercial, económica y financiera y con ello a intervenir en el modelo
productivo y de desarrollo, especialmente desde la lógica de los países
emergentes, categoría que se discute asociada a los BRICS. El tema es
importante porque la interdependencia que se desarrolla entre América latina y
China es parecida a la que se ha tenido con el “Norte”, es decir, China aporta
productos industriales y América latina intercambia minerales, y en general,
productos básicos. Por tanto, hay que mejorar estratégicamente esa
interdependencia económica, para que sea favorable para ambos socios del “Sur”.
Siempre está el
análisis de la situación en Argentina, inserta en la región latinoamericana y
caribeña, como parte de la disputa mundial en tiempos de transnacionalización.
Y así como Marx tomó a Inglaterra como el mejor campo de estudio para analizar
el sistema capitalista en la forma más desarrollada de su tiempo, hoy es
necesario estudiar el capitalismo nacional en cada región y país, por aquello
del desarrollo desigual del capitalismo.
Parte II: Argentina: deuda y finanzas.
El debate sobre el
endeudamiento público de Argentina resulta fundamental para el autor, no sólo
por la prédica gubernamental relativa al des-endeudamiento, sino por el
carácter condicionante que adquiere la deuda pública respecto de la política
económica.
¿Cómo afecta la
deuda pública a la economía real? La deuda pública implica
que los acreedores del Estado están autorizados a percibir ciertas sumas sobre
la masa de los impuestos públicos.Las riquezas que aún no han sido producidas
ya están comprometidas para ser entregadas a los acreedores del Estado.Adquiere mayor relevancia el conflicto de Argentina con la justicia en
EE.UU y los llamados fondos buitres, que agregó en este tiempo nuevos problemas
a la inserción internacional del país, por lo que es relevante seguir el
proceso de esa conflictividad y la lógica de la búsqueda de consenso social
para la cancelación de la deuda y la búsqueda de condiciones para la
reinserción de Argentina en el mercado financiero mundial.
En esta parte se
pretende trabajar la evolución del conflicto asociado a la deuda pública y
otros problemas estructurales como el déficit energético y el papel de la
empresa petrolera de gestión estatal. Es bueno anotar el nuevo impacto de la
política energética de Estados Unidos en la región. La crisis energética mundial incentivó al gobierno de Barak Obama a
articular una política energética que provocara la caída del precio del
petróleo, como arma para garantizar su seguridad energética, y al mismo tiempo,
debilitar a sus adversarios productores de petróleo (Venezuela, Irán, Rusia,
etc), mediante la extracción de petróleo de esquistos con la tecnología de
fractura hidráulica.
En el período previo a la crisis del 2008, el petróleo
que se importaba representaba casi el
55% del consumo de EE.UU. Los precios del petróleo se duplicaron entre 2001 y
2006; los precios del petróleo aumentaron otro 50% entre 2006 y 2008. En 2008,
el alza vertiginosa de los precios del petróleo causó una caída del valor del
dólar y provocó un deterioro del déficit comercial de mercancías de EE.UU., que
alcanzó $ 840 mil millones.
Parte III: Salarios, precios, empleo.
Salarios, precios y ganancias son el
eje de esta parte, donde la inflación y los debates relativos a sus mediciones
y al impacto diverso en la población constituyen un tema relevante de la
coyuntura local. Varios de los argumentos están pensados en la lógica del
conflicto de los trabajadores por defender el ingreso salarial afectado por la
evolución de los precios. Se trata de considerar el variado impacto de la
política de ingresos, del tipo de cambio y el conflicto ante la lucha por la
distribución del ingreso y la riqueza. El autor destaca como punto importante
la devaluación de la moneda, acontecimiento que definió el año político y
económico y condicionó la disputa política en el campo económico.
Como autor de esta reseña,
quiero añadir un comentario que ayude al lector a interpretar mejor el debate
antes señalado.
Un país que compite internacionalmente, mediante el mejoramiento de la
productividad, tendencialmente revalúa su moneda. Téngase en cuenta que el
patrón oro desapareció desde los años 30 y las monedas son fuertes o débiles en
dependencia de sus capacidades productivas nacionales, más que por las reservas
en oro que posean dichos Estados.
Los países subdesarrollados devalúan sus monedas porque compiten
básicamente mediante altas tasas de explotación e inflación. El aumento de la
explotación es el antídoto de los países subdesarrollados contra la competencia
tecnológica frente a los países desarrollados. Una alta tasa de inflación en el
país subdesarrollado conduce a un salario real bajo. La inflación no aumenta la
producción ni el valor, pero sí reduce el salario real, como regla.
Un empresario capitalista de un país subdesarrollado con alta
inflación, al vender al extranjero, pierde competitividad, a menos que dicho
Estado nacional deprecie la moneda. Gracias a la depreciación se obtiene menos
moneda internacional, es decir, menos valor internacional. Ello equivale a
reducir los precios de sus mercancías en el exterior.
No es casual que siempre los países subdesarrollados firmen acuerdos
con el FMI en los cuales están obligados a combinar fuertes reducciones en los
gastos de bienestar social con una drástica depreciación. Mediante la inflación
los capitalistas obtienen más plusvalía absoluta y mediante la depreciación
pueden vender a precios competitivos en el mercado internacional.
Parte IV: Economía y Política.
El autor aborda diversos
temas que incluyen aspectos coyunturales y estructurales de la organización
económica de la sociedad argentina en el corto y largo plazos. Analiza como
punto de inflexión el golpe de estado en 1976 y su incidencia en el cambio
estructural de la economía local, que trasciende hasta el presente con la
consolidación del modelo productivo y de desarrollo que alimenta la
extranjerización económica.
Los vínculos con China,
nuevo socio en el marco de la diversificación de las relaciones internacionales
aparece como tema de interés para proyectar el presente y el futuro de la
inserción global del país. La polémica incluye la respuesta a la siguiente
pregunta: ¿Qué es más realista, luchar por el socialismo o por el capitalismo
nacional?
¿Existe acaso la
posibilidad real − con un modelo de capitalismo nacional − de lograr una
interdependencia económica favorable al desarrollo de los países del Sur en sus
vínculos comerciales y financieros con los países del Norte? ¿no será más
posible con un Estado socialista, legítimo representante de los intereses de su
pueblo?
Según la teoría
neoliberal, la interdependencia, los nexos tecnológicos en la esfera de las
materias primas, los recursos energéticos y los vínculos económicos que se
desprenden de la división internacional del trabajo son favorables a los países
en desarrollo respecto de los estados imperialistas.La realidad histórica
demuestra lo contrario: la tal llamada “interdependencia" realmente es dependencia socioeconómica y
tecnológica de los países subdesarrollados a los países del “Norte”.
El camino para lograr la interdependencia económica Sur-Sur es
necesariamente una prioridad estratégica. De allí la importancia de impulsar
las relaciones de colaboración económica entre los países de América Latina y
el Caribe; y en general la cooperación Sur-Sur; con vistas a elevar la
capacidad de negociación con el Norte.
Parte V: Declaraciones y acontecimientos.
Esta última parte recoge
posicionamientos colectivos en los cuales el autor intervino con aportes
esenciales o con su adhesión a pronunciamientos colectivos. Se abordan también
cuestiones generales.
Libros como éste, de un
autor comprometido con la causa de los trabajadores, constituyen un buen
ejemplo de aquello de que nos hablara Martí sobre la necesidad de las
trincheras de ideas para enfrentar las ideas del enemigo, pues el lector podrá
apreciar artículo tras artículo, como se utiliza cotidianamente el arma de la
crítica hacia aquellos que intentan y logran a menudo la desmovilización y
desorganización social, de buena parte de la sociedad, y por tanto, hay que
rehacer, una y otra vez, la movilización y organización social de resistencia y
de combate.
Notas:
[1] Julio C. Gambina, Economía y política 3, Escritos coyunturales para
comprender problemas estructurales 2014, Finanzas públicas, modelo productivo y desigualdad, ©FISyP,
Fundación de Investigaciones Sociales y
Políticas, Montevideo.
[2] Miembro Titular de la Academia de Ciencias de Cuba; Profesor Titular del
Instituto Superior de Relaciones Internacionales “Raúl Roa García” y Presidente
de la Sociedad Científica de Pensamiento Económico y Economía Política de la
ANEC.
[3]Julio C. Gambina, Doctor en Ciencias Sociales, de la Universidad de Buenos
Aires (UBA), presidente de la Fundación
de Investigaciones Sociales y Políticas (FISyP),integrante del Comité
Directivo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) entre 2006
y 2012.
[4]El autor es un excelente comunicador, como profesor y escritor
periodístico, logra trasmitir en forma breve los acontecimientos que comenta
con rigor teórico, si bien, no corresponde en artículos y ponencias breves,
hacer una fundamentación científica profunda, sino exponer lo esencial; y en
todo caso, aquel lector que responda a los intereses populares de lucha, se motivará por hallar respuestas más
acabadas.
[5]Julio C. Gambina, Economía y política 3, Escritos coyunturales para
comprender problemas estructurales 2014, Finanzas públicas, modelo productivo y desigualdad, p. 13, ©FISyP, Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas,
Montevideo. (El subrayado es nuestro).
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