Este
libro, publicado en el 2008, tiene gran vigencia, incluso, como patrón de
análisis a las administraciones posteriores, las de Barack Obama y Donald Trump, porque mantuvieron, con
distintos matices, el mismo objetivo:
destruir la Revolución Cubana.
El 10 de noviembre
del 2018 falleció el coronel del MININT Néstor García Iturbe, Doctor en
Ciencias Históricas, profesor Titular del Instituto Superior de Relaciones
Internacionales “Raúl Roa García”, y conocedor profundo desde la Revolución
Cubana del conflicto histórico entre Cuba y Estados Unidos.
Últimamente, en
Nuestra América, se ha llevado a la práctica una estrategia de ir ganando
cuotas de poder poco a poco, mediante reformas; y aceptando el camino
eleccionario. Este camino sufre golpes de todo tipo, porque el poder real,
dentro y fuera de cada país, lo ejerce el capital, que no tiene escrúpulos para
corromper, matar y mentir. Lenin no tuvo dudas, no esperó por la Asamblea
Constituyente; y dio el golpe revolucionario en 1917.
No fue casualidad que
El Estado y la Revolución fue el primer libro de Lenin publicado en Cuba
después del triunfo de la revolución. Esta obra clásica constituye un estudio
profundo y enriquecedor de la teoría de Marx acerca de la dictadura del
proletariado; y Lenin deja bien claro que se es o no marxista por la posición
que se asuma hacia esa categoría política definitoria: la dictadura del
proletariado.
Fidel fue un maestro
para ejercer la estrategia revolucionaria. A cada golpe del gobierno de Estados
Unidos, respondió con un contragolpe. Y a cada posible distensión de las
relaciones conflictivas, estuvo dispuesto a la negociación.
De Ford a Bush, constituye
una obra histórica, teórica y estratégica, porque permite mostrar cómo los
intereses de la política exterior de Estados Unidos hacia Cuba no han cambiado
desde mucho antes del triunfo revolucionario en 1959. Lo mismo sucede con la
política exterior de Estados Unidos hacia América latina.
Entre las ideas
esenciales que el autor desarrolla en todos sus capítulos, señalamos las
siguientes:
·
La política exterior
de Estados Unidos hacia Cuba, como hacia cualquier otro país de Nuestra
América, está determinada por el grupo que ostenta el poder, quienes toman las
decisiones basadas en sus intereses económicos. Este grupo es el que gobierna
el país y ni él ni los intereses han cambiado desde mucho antes del triunfo
revolucionario en 1959.
·
En el establecimiento
de la política exterior de Estados Unidos intervienen distintos organismos del
gobierno estadounidense; cada cual con su propósito particular muy definido,
pero que en general mantienen la línea trazada; de ahí que es posible que mientras
la CIA realiza acciones agresivas y subversivas contra Cuba, pudiera el
Departamento de Estado adelantar en algún aspecto del diferendo entre los dos
países; este avance, lógicamente, representa un interés y un beneficio
particular para Estados Unidos, independientemente de lo que signifique para
nuestro país, que no debe ver esto como un cambio de política, pues estaríamos
cometiendo un grave error.
Desde los primeros
años de fundado, Estados Unidos tuvo el interés de anexionar a Cuba. Estados
Unidos intervino en la guerra de 1895, con el pretexto del Maine, y la
república tuvo que soportar en su Constitución la Enmienda Platt, que, aunque derogada
en 1934, sus consecuencias llegan hasta hoy con la Base Naval de Guantánamo.
Los gobiernos precedentes a la Administración Ford (Eisenhower, Kennedy,
Johnson, Nixon) son analizados aquí muy brevemente, como antecedentes de las
distintas políticas agresivas hacia Cuba, con distintos matices, pero bajo un
mismo patrón: la búsqueda de la destrucción de la Revolución Cubana.
Este “modesto
trabajo”, como lo llama el autor, contiene una introducción, 9 capítulos y
documentos muy valiosos en 5 anexos, una verdadera investigación científica. La
estructura por capítulos es la siguiente:
Capítulo 1
Antecedentes históricos.
Capítulo 2
Administración Ford
Capítulo 3
Administración Carter
Capítulo 4
Administración Reagan
Capítulo 5
Administración Bush
Capítulo 6 Administración
Clinton
Capítulo 7
Administración Clinton 2do período
Capítulo 8
Administración Bush (hijo)
Capítulo 9 Epílogo
El arte de engañar y
penetrar en las conciencias de los oprimidos hoy cuenta con verdaderos tanques
pensantes en los Estados Unidos. Es sabido que la ciencia
se pone al servicio del sistema del capital y que una tarea fundamental del
poder socialista es poner la ciencia al servicio de los pueblos. Pero ello
supone también ganar la guerra del pensamiento, sin lo cual no se puede contar
con la subjetividad de los pueblos y actores presentes en la construcción del
Sujeto revolucionario, algo que Fidel supo hacer con excelencia y que la
Revolución Cubana tiene que seguir haciendo, tras la avalancha de mentiras y
mensajes tóxicos que las redes digitales vienen haciendo para ganar las mentes
dentro y fuera de Cuba.
El problema de Cuba llevó a Kennedy al fracaso de Girón,
a la Crisis de los misiles y a convocar La Alianza para el Progreso para evitar
el Problema de su Patio Trasero.
El problema de Cuba llevó a Ford al error de creer que
Cuba, con tal de mejorar sus relaciones con Estados Unidos, haría concesiones
de principios relacionadas con Puerto Rico, Angola y problemas internos de
Cuba.
El problema de Cuba llevó a Carter a una política
zigzagueante con la Isla, primero, para avanzar en las relaciones entre los dos
países; y al final, con el estímulo a las salidas ilegales, que condujo a su
desastre del Mariel.
El problema de Cuba llevó a Reagan a utilizar todas las
vías para agredir a Cuba; se intensificó el bloqueo económico y financiero, se
diseminaron plagas y enfermedades, se prepararon sabotajes y atentados a los
dirigentes cubanos; pero hubo que negociar la paz en Angola y la independencia
de Namibia con Cuba.
El problema de Cuba llevó a Bush a tratar de dañar la
imagen de Cuba en el campo de los derechos humanos y a recrudecer el bloqueo
con la Ley Torricelli, la caída de la URSS y el campo socialista, les hizo
suponer que Cuba no resistiría; y la fruta no cayó.
El problema de Cuba llevó a Clinton a enturbiar las
relaciones con Cuba, con la propuesta y firma de la Ley Helms-Burton, el caso
del niño Elián, manipulado por la mafia de Miami; y al juicio político de los
héroes cubanos, acusados de acciones que no habían realizado. El regreso de
Elián fue una victoria del pensamiento y la verdad de Cuba sobre las
conciencias del pueblo estadounidense.
El problema de Cuba llevó a W. Bush a una alianza
fraudulenta con la mafia cubana de Miami, acrecentar la política agresiva
contra Cuba, se fortaleció la Ley de Ajuste cubano, se acusó a Cuba de producir
municiones bacteriológicas; y con gran desvergüenza, se propuso una “ayuda
humanitaria” a Cuba. Una vez más, la fruta no cayó.
El problema de Cuba llevó a Obama, al final de su
mandato, a restablecer las relaciones diplomáticas con Cuba, reconociendo el
fracaso de la política del bloqueo, pero sin eliminarlo.
Hoy Donald Trump levanta la bandera de la Doctrina Monroe
ante la “amenaza” de la Revolución Bolivariana de Venezuela.
La historia de todas estas administraciones yanquis en
sus relaciones con la Revolución Cubana, muestran matices asociados a diversas
situaciones internas y externas de Estados Unidos, y aunque algunas
administraciones han mostrado un mayor interés en mejorar las relaciones entre
ambos países, las condicionales para que esto suceda evidencian lo contrario:
no existe por parte de Estados Unidos la voluntad política necesaria para
alcanzar un entendimiento, basado en la convivencia civilizada, en el respeto a
la igualdad, la autodeterminación y el respeto a la soberanía de Cuba. En todo
caso, hay que agradecer a Donald Trump que haya despertado a algunos ilusos que
se dejaron dormir con los arrullos del “hermano” Barack Obama, como lo llamó
Fidel en una de sus últimas reflexiones.
Este libro de Néstor García Iturbe muestra cómo el
problema de Cuba es una alerta de por qué la Revolución Bolivariana de
Venezuela representa una “amenaza”para Estados Unidos; y así también, cualquier
otro proceso de izquierda en América latina, como lo ha sido Cuba por 60 años.
Notas:
[1] Néstor
García Iturbe, Editora Política, 2008, ISBN 978-959-01-0788-7
[2] Miembro de Mérito de la Academia de Ciencias de
Cuba; Profesor Titular del Instituto Superior de Relaciones Internacionales
“Raúl Roa García” y Presidente de la Sociedad Científica de Pensamiento
Económico y Economía Política de la ANEC.
No hay comentarios:
Publicar un comentario