Por Marco A. Gandasegui,
hijo
El golpe de Estado
perpetuado el domingo 10 de noviembre en contra del presidente Evo Morales en
Bolivia representa un paso atrás significativo para los pueblos
latinoamericanos y del mundo. Los actores políticos responsables de esta
tragedia han actuado según un guión predeterminado. No 'judicializaron' al
primer mandatario ni lo han arrestado aún. Usaron otra táctica: Movilizaron la
derecha política cuyo centro está en Santa Cruz, con sus pandillas que aterrorizaron
a la población. Lograron generar motines significativos en varios cuarteles de
la policía. La nota triunfal fue la inmovilización de las Fuerzas Armadas
bolivianas que no protegieron el orden constitucional.
Visto desde afuera,
menos de 24 horas después de los acontecimientos, todo indica que el gobierno
de Evo Morales se vio con las manos atadas sin poder reaccionar. El pueblo no
se movilizó, el MAS se paralizó y los mineros - bastión tradicional de
resistencia - aun no se pronuncian. Desconocemos el paradero del presidente
Morales y su equipo de colaboradores así como de la suerte de los millones de
simpatizantes del gobierno popular.
Internacionalomente,
EEUU se mantiene a la espera del desarrollo de los acontecimientos, pero
enviando señales de aprobación del golpe. Los grandes beneficiarios serán las
corporaciones norteamericanas que entrarán a saquear las riquezas bolivianas.
Para ellos será muy fácil ya que Evo Morales organizó la explotación de los
recursos naturales para beneficio de los bolivianos. Las corporaciones
extranjeras sólo tendrán que reorientar las ganancias hacia el exterior. Para
ello cuentan con la asesoría del FMI. Otro gran ganador es la burguesía
paulista de Brasil que ya tiene muchos intereses en Brasil.
Otros vecinos como Argentina,
Chile y Perú, así como Paraguay, podrán aprovechar la coyuntura para 'pescar en
río revuelto' y sacar ventajas económicas y, además, económicas.
En estos momentos cabe
solidarizar con el pueblo boliviano, sus trabajadores y juventud cuya soberanía
ha sido violada. Hay que respaldar su lucha por recuperar las riendas del país.
La Embajada de Venezuela en La Paz fue saqueada por elementos de la
derecha boliviana y se teme por la integridad de sus miembros.
¡Viva el pueblo boliviano!
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