lunes, 25 de julio de 2011

Conflicto en Libia: Sin ley



http://tuttaltrastoria.blogspot.com
 Por Nestor Nuñez

Que el Tribunal Internacional de La Haya asumiese con celeridad la encomienda norteamericana y de las restantes potencias occidentales de intentar encauzar a las actuales autoridades libias por crímenes de lesa humanidad, no extraña a nadie medianamente informado.

Al fin y al cabo, así ocurrió tiempo atrás con relación a los dirigentes de la desmembrada Yugoslavia, también a instancias de la Casa Blanca y sus aliados, por solo citar un ejemplo inmediato.

Y es que si vamos a mirar un poco más lejos en este escabroso terreno de la aplicación justa o no de las leyes internacionales y del papel de las entidades globales, la constante que nos abruma no es otra que la finalidad de la mayor potencia del orbe de manejar a su antojo semejante aparato, utilizarlo a capricho, y, desde luego, desentenderse, negar y obsticulizar posibles dictámenes en su contra.

La Organización de Naciones Unidas y sus diferentes dependencias se supone nacieron para evitar conflictos, impartir equidad y hacer un mundo más equilibrado, participativo y racional.

Sin embargo,en la óptica de los aspirantes a hegemonistas, el papel estaba y está reducido al de instrumentos dóciles de las aspiraciones imperiales.

Así, entre sus grandes pifias, las entidades globales santificaron el desalojo de los palestinos de sus tierras ancestrales y la creación, a instancias de occidente, del estado sionista de Israel.

Bajo la bandera de la ONU se cercenó a capricho la geografía vietnamita a fines de la Segunda Guerra Mundial, y se agredió militarmente en la década del 50 a la República Popular Democrática de Corea.

La "protección" de Naciones Unidas fue el telón de fondo del asesinato del primer ministro congoleño Patricio Lumumba en 1961; y no pocas veces las pretendidias "fuerzas de paz" adscritas al máximo organismo internacional han sido solo ejércitos destinados a imponer los criterios de los ricos del orbe.

Y cuando el movimiento progresista internacional ha presionado a fondo a favor de democratizar tales tribunas globales, la repuesta oficial norteamericana no ha sido otra que cortar o atrasar deliberadamente sus aportes momentarios a una ONU aposentada esencialmente en Nueva York, e incluso instar públicamente a la salida de la gran potencia de las filas de Naciones Unidas, "copada por los extremistas", según reza textualmente el Programa de Santa Fé de la ultraderecha gringa para los años 80 de la pasada centuria.

Pero hay más. Y es que lo que se reclama, impone y receta para otros invocando torcidas visiones de las leyes globales, no tiene cabida en el caso norteamericano. 

De hecho, los Estados Unidos ha "negociado" con más de un centenar de naciones, a las que otorga ayudas militares o de otro tipo, que ningún ciudadano de la Unión pueda ser juzgado por violaciones de los derechos humanos o crímenes de lesa humanidad en tales territorios, de manera que en esos casos el Tribunal de La Haya es inoperante y descartado de plano por el "gran fiscal" universal.

Nada, son las licencias que se imponen a cara descubierta, como para insistir ante todos que en el barrio la voz del guapo debe ser acatada sin chistar.
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Fuente: EXCLUSIVO,
23/07/11

sábado, 23 de julio de 2011

ÁFRICOM, la nueva versión neocolonial


África, ese enorme continente que desborda recursos naturales por todo su territorio cuyos países y pueblos han sido explotados durante siglos por las potencias occidentales capitalistas, se enfrenta ahora a una nueva versión de neocolonialismo, el llamado   US. Africa Command (AFRICOM). 

Con una cara humanitaria que propagandiza la ayuda al desarrollo africano, esta agrupación de fuerza organizada por Estados Unidos, se enfila a controlar desde el petróleo, oro, diamantes y todo tipo de minerales hasta sus inmensas riquezas ecológicas. 

AFRICOM: Interés regional.
La mejor definición sobre este comando estratégico la ofreció el ex Secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates, que señaló: sus tareas serán las de reforzar la asociación en materia de seguridad con los países del continente; incrementar las habilidades en las tácticas anti-terroristas en los países receptores; apoyar las estructuras de seguridad de las organizaciones subregionales; y, si fuese necesario, conducir las operaciones militares en el continente.

O sea, AFRICOM garantizará con más eficiencia la dominación militar sobre todo el continente, operación que antes ocupaban el Comando Europeo (EUCOM) y el Comando Central en Estados Unidos (CENTCOM).

Por la década de 1980, CENTCOM describió la importancia del flujo de petróleo del Golfo Pérsico como de interés vital de Estados Unidos y advirtió que emplearía cualquier medio militar, para garantizarlo. Tras su deambular sediento de crudo por el Medio Oriente, ahora la nueva agrupación encamina sus pasos hacia África.

El comando comenzó a funcionar a finales de 2008 con sede en Stuttgart, Alemania, debido a que ningún país africano estuvo de acuerdo en prestarse para acogerlo de forma permanente en su suelo, aunque Washington tiene basado en Djibuti una fuerza de intervención conjunta de 2 000 hombres.

Precisamente es esa nación del Cuerno de África, empezó su “humanitario” accionar con ayuda a las poblaciones que padecen hambruna por las constantes sequías, y extendieron misiones a Etiopía donde construyeron unas pequeñas escuelas y llegaron a Malawi para enfrentar una crisis alimentaria.

El presidente Barack Obama durante una visita que realizó a Ghana, en julio de 2009, declaró que “América tiene la responsabilidad de trabajar con ustedes como socio” y señaló que el AFRICOM contribuiría sobre todo a resolver pacíficamente los conflictos y “no tratará de imponer sistema de gobierno a ninguna nación”.

Las edulcorantes palabras del mandatario norteamericano no se corresponden con la realidad pues en marzo de 2011, con fuerzas de ese comando estratégico, Estados Unidos lanzó la operación Odissey Dawn, con el objetivo final de derrocar al gobierno de Muammar el Gaddafi en Libia.

Como se conoce, esa nación norafricana cuenta con las mayores reservas de petróleo y de agua potable del continente y durante años ese gobierno no ha sido afín a Estados Unidos.
Importancia capital le otorgan los jefes de AFRICOM a establecer una base permanente en el Golfo de Guinea donde se encuentran grandes yacimientos de crudo que garantizarían en buena medida los abastecimientos de ese fundamental combustible si ocurriera algún problema en la inestable zona del Medio Oriente.

El 18 % del petróleo que importa Estados Unidos proviene de África Occidental cuya región posee reservas del crudo calculadas en 60 000 millones de barriles. Interés especial ha puesto en Angola, Chad, Camerún, Guinea Ecuatorial, Cabo Verde, Gabón, Nigeria, Sao Tomé y Príncipe, Senegal y Mali. Además, es una zona mucho más segura que la del Medio Oriente y de bajo costo de transporte pues esta a siete días de la costa este de Estados Unidos.

Solo la producción de petróleo en los países del Golfo de Guinea (Nigeria, Congo, Gabón, Camerún y Guinea Ecuatorial) sobrepasa los 4,5 millones de barriles diarios y supera a la de Irán o Venezuela.

Compañías transnacionales norteamericanas como Exxon Mobil, Chevron, Maraton Oil, Amerada Hess y Ocean Energy invirtieron hasta fines de 2010 más de 50 000 millones de dólares, mientras siguen sus pasos empresas de Francia, Holanda y Gran Bretaña.

El Center for Strategic and International Studies (CSIS), (Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales) significó que “debido a los crecientes intereses estratégicos en la región recomendamos que Estados Unidos conviertan la seguridad y la gobernabilidad en el Golfo de Guinea en una prioridad absoluta de la política exterior de Estados Unidos en relación a África, defendiendo una política firme para la región”. Las administraciones de George Bush y de Barack Obama la han llevado al pie de la letra.

En 2011 la organización militar-humanitaria gastará 8 300 millones de dólares en 440 actividades que enrolan a 41 países del continente y que van desde diligencias diplomáticas, campañas para promocionar ventas de material bélico, cursos y viajes de estudio, hasta la formación y entrenamiento de militares africanos en varias ciudades de Estados Unidos. África sufrió durante cientos de años las políticas de rapiña y saqueo que las potencias occidentales impusieron al continente negro mediante la fuerza militar.

Ahora la versión norteamericana trata de hacer creer que la fundación de AFRICOM llevará ayuda y bienestar a esos países, pero la realidad es que se trata de una nueva forma de controlar política, militar y económicamente a los gobiernos donde se establezcan, o sea, una nueva forma de neocolonialismo.

Un ejemplo reciente fue la construcción del oleoducto que va desde Chad hasta la costa de Camerún que según Organizaciones No Gubernamentales, contaminó el agua, devastó las tierras de cacería de los pigmeos, destruyó cultivos y hasta propagó el SIDA entre los pobladores al contratarse mano de obra golondrina proveniente de distintos lugares.

La obra aportará a las compañías Chevron y Exxon, así como al Banco Mundial, al Banco Europeo de Inversiones y a otros prestamistas, la abultada cifra de 4 700 millones de dólares. Chad recibirá solo 12 millones mientras Camerún 18 millones.

Cuidado pueblos africanos: AFRICOM es la pieza clave para garantizar, bajo amenaza militar, estos y otros leoninos proyectos.

Estados Unidos de América es el más voraz consumidor de petróleo del mundo, que consume el 21,7% de todo el petróleo extraído a pesar de que sólo concentra el 5% de la población mundial; importa el 57% de lo que consume ya que cada vez descansa menos en su propia producción.

«Aunque aumente su eficacia energética, Estados Unidos necesitará nuevos suministradores exteriores, pues se prevé que para 2020 la demanda será de 22.860 millones de barriles al año mientras que su producción interna llegará sólo a los 15.480 millones» , se afirmaba enel informe que Dick Cheney presentó al presidente Bush en 2001 recomendando «la diversificación y aumento del aprovisionamiento exterior» , y advirtiendo del hecho de que «una interrupción significativa del aprovisionamiento exterior pondría en peligro nuestra economía y nuestra capacidad de alcanzar nuestros objetivos económicos y políticos». 
 
E n otras palabras, militarizar las relaciones de Estados Unidos con África. Así, en febrero de 2008 George Bush, el incansable servidor de los intereses de las multinacionales del petróleo, emprendió una gira africana.

Cualquier agresión imperialista siempre se ha presentado públicamente de la manera más altruista posible; en África se presenta como una acción humanitaria para luchar contra la enfermedad y el analfabetismo, para la cosntrucción de viviendas, la atribución de becas, etc... sólo objetivos nobles.

El otro argumento es la lucha contra el terrorismo, que carga con las culpas y sirve incluso para encubrir acciones terroristas del imperialismo estadounidense.

Espero que las líneas que preceden se haya expuesto claramente los verdaderos objetivos de esta nueva agresión, que no ha hecho más que empezar, y que por ello es urgente denunciar desde este mismo momento .

viernes, 22 de julio de 2011

La verdad secuestrada

Por Ricardo Alarcón de Quesada

Reclamo internacional regreso de los cinco cubanos

“Porque nada hay encubierto,
que no haya de descubrirse;
ni oculto que no haya de saberse”
(San Lucas 12.2)




El tema que me han asignado para este seminario se titula “Situación actual del caso de nuestros Cinco Héroes”.

Comenzaré diciendo que desde el punto de vista jurídico ha concluido ya su curso normal. Acudimos ahora a un procedimiento extraordinario, el llamado Habeas Corpus, que es una oportunidad que se ofrece por una sola vez a los condenados después que agotaron sin éxito todos sus recursos apelativos. Si se toma en cuenta los antecedentes son muy remotas las posibilidades de obtener por esta vía la liberación de nuestros compañeros.

Damos este paso, sin embargo, por dos razones fundamentales. La primera es una cuestión de principios: debemos librar esta batalla en todos los terrenos que podamos pues se trata de cinco inocentes que sufren injusta y cruel prisión. La segunda es que sólo alrededor de decisiones tomadas en instancias judiciales se ha logrado quebrar, aunque sea parcial y limitadamente, la férrea censura que los grandes medios de comunicación imponen a este caso.

También podría haber iniciado esta charla diciendo que la situación actual de los Cinco es idéntica a la que encaran hace trece años. Sobre ellos no hay noticias. Sufren un doble encierro, el de sus carceleros y el de los periodistas.

La primera reflexión que habría que hacer es ¿por qué ese silencio mediático? ¿Es que Cuba, su Revolución, sus problemas, han sido temas de escaso interés para esos medios? Ustedes saben que es al revés. Nuestra Patria ha recibido y recibe una atención incomparablemente mayor a la de otros países del Continente; se nos analiza día y noche bajo potentes reflectores y poderosas lupas que tratan, casi siempre distorsionando, los más diversos aspectos de nuestra realidad. Entonces ¿por qué casi nunca han dicho algo sobre este caso? Si los Cinco hubieran cometido algún crimen, si alguno de ellos hubiese hecho o intentado hacer algo contra el pueblo norteamericano ¿tiene alguien la menor duda de que ellos habrían sido tema constante en la propaganda anticubana?

La verdad es que los Cinco son completamente inocentes y son literalmente, sin exageración alguna, héroes, que han sacrificado sus vidas por salvar las nuestras, dando una prueba de altruismo insuperable. No hago un ejercicio de retórica.
Esa verdad consta en documentos oficiales del gobierno de Estados Unidos y de sus tribunales. Que su misión era tratar de descubrir los planes terroristas contra Cuba está con todas las letras en numerosos escritos, desde el Acta acusatoria inicial formulada contra ellos y en varias mociones de la fiscalía al comienzo del juicio y a lo largo de su desarrollo hasta las sentencias que al final les fueron impuestas. Que el propósito del gobierno norteamericano era proteger a los terroristas fue reconocido también en esos documentos y en repetidas intervenciones de la fiscalía, todo lo cual está registrado en las actas del tribunal.

El gran problema que enfrentamos es que el Imperio ha logrado impedir que esa información trascienda a la gente. Su éxito es notable. Ha podido secuestrar la verdad impunemente. No hablo de textos secretos o confidenciales. Me refiero a documentos que han estado y están disponibles para quien acceda al sitio oficial del Tribunal Federal del Sur de la Florida y busque el caso “Estados Unidos versus Gerardo Hernandez et al.” Pero eso sólo lo hacen algunos especialistas o personas particularmente interesadas. El gran público se entera de lo que sucede en los tribunales por las versiones que quieran darle los llamados “medios de información”. Y de este juicio, el más prolongado de la historia de un país que, entre otras cosas, tiene varios canales de televisión y otras publicaciones dedicadas exclusivamente a los tribunales, nada se dijo fuera de la ciudad de Miami. Debo detenerme en este punto.

Como ya les dije estamos ahora enfrascados en la presentación de los recursos de Habeas Corpus. El caso más difícil es el de Gerardo al cual me referiré más adelante.

Pero hay un elemento común en la apelación de todos ellos que se refiere a la conducta de la prensa. Mientras en el mundo entero era ignorado completamente, el juicio tuvo en Miami una desbordada y estridente cobertura de los medios locales que promovieron un ambiente de odio contra los acusados, pero además amenazaron y provocaron a los miembros del jurado y a los abogados y testigos. La propia jueza se quejó varias veces y pidió al gobierno que pusiera fin a una situación claramente violatoria de las normas del debido proceso. Ese fue uno de los factores que llevó a la decisión unánime del panel de la Corte de Apelaciones en el 2005 de anular aquella farsa y ordenar un nuevo juicio, justa decisión revocada después por presiones del gobierno de Bush.

Al siguiente año, en el 2006, se supo que esos “periodistas” de Miami eran pagados por el Gobierno para realizar su deleznable faena. Desde hace 5 años grupos de la sociedad civil norteamericana reclaman a las autoridades que revelen todo lo que aún ocultan sobre el alcance de esta operación millonaria – cuánto pagaron, a quiénes y para qué – en una conjura cuyo descubrimiento es más que suficiente para declarar nulo y sin valor alguno todo el proceso seguido contra nuestros compañeros.

Contra Gerardo se levantó una acusación adicional, una calumnia infame que es la causa por la que fue sentenciado a morir dos veces en prisión. Lo acusaron de “conspiración para cometer asesinato en primer grado”.

Sin embargo aquí tengo este documento fechado el 30 de mayo de 2001. Es de la Fiscalía General de Estados Unidos. Aquí dicen que no podían probar esa acusación y por ello solicitaron retirarla a última hora. Pese a ello, Gerardo fue declarado culpable por un crimen que no existió, que era imposible de probar y, para colmo, por el que ya no lo acusaban.

Pero ¿qué importa que este documento exista si nadie habla de él?

Se acusaba a Gerardo falsamente de haber participado en algo con lo que él no tuvo absolutamente nada que ver: el derribo en febrero de 1996 sobre aguas cubanas de dos aeronaves de un grupo terrorista que se dedicaba sistemáticamente a violar el territorio cubano y anunciaba cada violación y las pregonaba sin pudor en los medios de Miami. Independientemente de que este documento es prueba irrefutable de que la acusación era insostenible hay otro dato muy importante que ilustra sobre la prevaricación de las autoridades norteamericanas.

Para reclamar jurisdicción sobre el incidente Estados Unidos debía demostrar que había ocurrido fuera del espacio cubano. Los radares cubanos registraron el hecho dentro de nuestro mar territorial muy cerca de la ciudad de La Habana. Los radares norteamericanos ofrecían datos confusos o que se contradecían entre sí. La misión investigadora de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) solicitó las imágenes tomadas por los satélites de Estados Unidos pero Washington se negó a mostrarlas. Durante el juicio de Miami la defensa reiteró igual petición y el gobierno volvió a rechazarla. Ahora vuelve a reclamarlo Gerardo en su Habeas Corpus y Washington, otra vez, se niega a permitir que nadie vea esas imágenes. Son ya más de quince años de ocultamiento que revelan el carácter fraudulento del alegato estadounidense. Pero Washington ha logrado que nadie lo denuncie permitiéndole seguir engañando a muchos.

La información es cuestión clave para alcanzar la libertad de Gerardo Hernández Nordelo, Ramón Labañino Salazar, Antonio Guerrero Rodríguez, Fernando González Llort y René Gonzalez Sehwerert. Para ganar esta batalla se necesita movilizar a mucha gente, a millones de personas, y desplegar un movimiento de solidaridad que sea verdaderamente amplio y efectivo.
Cualquier aproximación a este problema, si tiene aunque sea un mínimo de objetividad, debe reconocer que estamos muy lejos de esa meta.

Está comprobado que las grandes corporaciones mediáticas imponen un silencio absoluto sobre este caso, especialmente riguroso en Estados Unidos donde la inmensa mayoría de la población lo desconoce completamente. La ausencia del tema en esos medios no es reflejo de incapacidad profesional de los periodistas sino que obedece a instrucciones precisas, a la decisión política de silenciarlo que procede de los más altos niveles de Washington.

Esperar que esos censores cambien de actitud es una ilusión sin sentido, sería practicar el autoengaño. Denunciarlos por ello una y otra vez, es correcto pero insuficiente porque nuestras reiteradas denuncias apenas tienen repercusión.
Es mucho más, muchísimo más lo que podemos y debemos hacer.

Ante todo hay que apreciar objetivamente el alcance que hoy tiene lo que debemos llamar por su nombre, la tiranía mediática global.

No se trata sólo de lo que dicen o callan los periódicos famosos, las grandes cadenas de televisión o las agencias cablegráficas que deciden sobre la transmisión de noticias en todo el mundo. Todos ellos, unificados en enormes monopolios controlan y manipulan la información y extienden su influencia hasta quienes quieren ser alternativas a esa dictadura global, incluyendo medios que se autodefinen como revolucionarios.

Hay mucha gente en el mundo que se esfuerza por hablar y hacerse oír con recursos muy limitados y han logrado alguna que otra vez penetrar la muralla de la desinformación y el engaño. Nuestros recursos son mucho mayores, los de las Universidades cubanas, sus profesores y estudiantes.

Hagamos como los niños de La Colmenita y preguntémonos sinceramente ¿qué más podemos hacer?

Intervención en la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI),
 
Julio 20, 2011. Tomado de Cubadebate.

Asociaciones francesas rinden homenaje a la Revolución cubana.


Malakoff, 22 de julio de 2011. El proceso revolucionario cubano, su significación histórica y vigencia fue motivo de homenaje por parte de la organización Acción contra el Colonialismo de Hoy, ACCA por sus siglas en francés, miembros de la asociación de solidaridad Francia-Cuba, la juventud comunista de la localidad, sindicalistas y cubanos residentes. 

En respuesta a la convocatoria de Henri Alleg, presidente de la ACCA, los participantes asistieron a un emotivo encuentro de recuerdos y vivencias sobre los principales sucesos que ocurrieron en Cuba tras el triunfo revolucionario del 1ro de enero de 1959.

Alleg hizo hincapié en la vigencia de las ideas y de las acciones en defensa de la Revolución cubana “por su contribución ejemplar al mundo”. Destacó asimismo la solidaridad de Fidel y el Che con la lucha anticolonial del pueblo argelino.

En otro momento del encuentro, el también periodista y escritor, relató pasajes de su visita a la Isla en 1959 y rememoró su encuentro con el Comandante de la Revolución Raúl Castro Ruz, hoy General de Ejército y Presidente de los Consejos de Estados y de Ministros de Cuba, a quien entonces entrevistó para el periódico Alger Républicain. 24 artículos sucedieron a esta entrevista que más tarde fueron condensados en el libro “Cuba Victoriosa”, publicado en Francia.

Por su parte, Leyde E. Rodríguez Hernández, consejero político de la Embajada de Cuba en el país galo, reconoció la fidelidad y solidaridad de todos los presentes en defensa de la Revolución y el socialismo en la Mayor de las Antillas.

Las consecuencias del bloqueo económico comercial y financiero que mantiene Estados Unidos contra Cuba desde hace más de medio siglo y la injusta prisión de los Cinco antiterroristas cubanos en cárceles norteamericanas, fueron temas abordados en profundidad por Rodríguez Hernández.

El diplomático también hizo referencia a los principales resultados del VI Congreso del Partido Comunista de Cuba, dirigidos a la actualización del modelo económico y al fortalecimiento de sus principales conquistas.

Durante el debate, los asistentes mencionaron ejemplos concretos de trabajo y solidaridad con la Isla al tiempo que reconocieron las conquistas sociales alcanzadas a pesar de las constantes agresiones del imperialismo norteamericano.

Esta incitativa sirvió además para conmemorar los 50 aniversarios de la victoria de Playa Girón y de la fundación de la asociación Francia-Cuba; así como el 35 de la creación del comité de Francia-Cuba Malakoff.

Una colección de fotos, libros, banderas y afiches de los años 1959 y 1960  de alto valor histórico se expuso en la Casa de la Vida Asociativa de esta localidad de la periferia parisina y cuya alcaldía es dirigida por el Partido Comunista francés. (Embacuba Francia)

jueves, 21 de julio de 2011

¿Cuánto le paga EE.UU. a las Damas de Blanco? (+ Galería de cheques)

Por Pablo Santiesteban, blog Cambios en Cuba.

 
El último show de las Damas de Blanco tuvo lugar el pasado domingo en el poblado de El Cobre, en la provincia Santiago de Cuba. Uno puede preguntarse, después que todos sus familiares fueran liberados por el gobierno cubano el pasado año, cuál es "DOLOR" que mueve a tales "señoras" a mantener sus provocadores paseos dominicales por la Quinta Avenida o sus "té literarios"?

Como ya se ha dicho otras veces en estas mismas páginas, y tal y como prueban los formularios o actas de pago que acompañan estas líneas, a las también conocidas como Damas del Verde, solo las mueve la pasión por el DÓLAR que reciben, como retribución por su labor mercenaria, del gobierno de Estados Unidos.

 

Al parecer, estas “pacifistas luchadoras” tienen diferentes tarifas; por ejemplo, mientras una esposa gana 75 c.u.c. puede ser que una hermana solo gane 25, o que una madre gane nada más y nada menos que 100 pesos convertibles.


Reina María, a quien trataron de convertir en una figura mediática a raíz de la muerte de su hijo Orlando Zapata, recibía 100 c.u.c. como mínimo una vez al mes. ¿Quiénes serán Aniley Puentes que gana la misma cantidad o Margarita Deulofeu que sólo gana 50? ¿Por qué son diferentes las tarifas de estas Damas de Blanco?


Bajo la condición de “apoyo”, aparecen beneficiados, en la repartición de la ONG fantasma AYUDA HISPANO CUBANO, los mercenarios Martha Beatriz Roque Cabello, Oscar Espinosa y Héctor Palacios. ¿La tía McPato también será “plantilla” de la organización? ¿Oscar y Héctor serán “damas de apoyo”?

El periodista de apoyo de las Damas, Carlos Serpa, el agente Emilio de la seguridad cubana, solo recibía 30 CUC.


Laura Pollán, la líder del grupúsculo, tiene la desfachatez de pagarse y cobrarse ella misma.