viernes, 12 de agosto de 2011

En la gaveta del odio

Un descendiente de uno de los sobrevivientes del vapor La Coubre reveló en La Habana que la compañía operadora del buque pretende mantener en secreto, durante 150 años, documentos que podrían contener pruebas del criminal sabotaje

Por Luis Hernández Serrano

Documentos secretos sobre la voladura del vapor La Coubre, realizada en la tarde del viernes 4 de marzo de 1960, en el muelle Pan American Dock, del puerto de La Habana, se encuentran aún clasificados en Francia por la Compagnie Génerale Trasatlántique, sociedad anónima francesa, operadora de la French Line, con la orden de que se mantengan desconocidos durante 150 años.

Lo anterior fue anunciado en conferencia de prensa efectuada en la mañana del jueves en el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP) por Jean-Francois Guillotin, hijo de uno de los marineros franceses (Jean-Marie Guillotin), que sobrevivió al espeluznante sabotaje en el que perecieron más de cien personas, entre ellos seis franceses, con un número indeterminado de desaparecidos y más de 300 heridos.

En el encuentro, Jean-Francois estuvo acompañado por su coterráneo, amigo y vecino en París, Douglas Hallawell, ex tripulante de los aviones británico-franceses Concorde e historiador del sabotaje a La Coubre. Actuó como moderador el colega de Granma Internacional Jean-Guy Allard.

Comentaron la siniestra pretensión de que no se conozcan los citados documentos, que deben permanecer clasificados todavía 99 años, pues ya han transcurrido 51 del sabotaje.  el propio Comandante en Jefe Fidel Castro en la despedida de duelo de las víctimas, «(…) nosotros sí tenemos razones más que probadas para creer que se trata de un sabotaje (…) y entre los más interesados en que no recibiéramos las armas que traía ese barco para nuestra defensa, estaban los funcionarios del gobierno norteamericano».

«Yo iba a cumplir dos años cuando la explosión de La Coubre, y mi hermanita tenía seis meses de nacida, pero desde los 15 me he dedicado a estudiar el suceso y me parece muy extraño que sigan secretos los documentos que pudieran ser reveladores de tan lamentable explosión», declaró Jean-Francois.

Jean-Guy Allard calificó de «bomba noticiosa» el conocimiento de que importantes documentos permanezcan ocultos en los archivos de la referida naviera francesa, seguramente por un marcado interés de la CIA.

«Mi padre pudo salir ileso de la primera explosión, ocurrida a las 3 y 15 minutos de aquel fatídico día, y que provocara unas 30 víctimas, porque se encontraba dentro de su camarote, escribiéndole una carta a mi madre; y fue por eso precisamente que solo sufrió la pérdida de parte de una oreja y de la audición de ese mismo lado, entre otras leves heridas».

Efectivamente, tuvo la suerte, por la ayuda de los bomberos cubanos y de las personas del pueblo que enseguida corrieron al lugar, de no estar en el barco cuando se produjo la segunda y más intensa explosión, ocurrida 30 minutos después, que, como la primera, estremeció la capital cubana en el lado oeste de la Bahía de La Habana.

Aquella segunda detonación lanzó a distancia restos humanos mezclados con hierros incandescentes y retorcidos, de los cuales hay una muestra a unos metros del muelle conocido justamente hoy como La Coubre, adonde los dos ciudadanos franceses y familiares de los mártires del suceso, colocaron, luego de la conferencia de prensa, una ofrenda floral, acompañados por funcionarios del ICAP.

Jean-Francois comentó también que actualmente existe en Francia una asociación de historia que reúne datos e investiga aquel suceso.

También se supo en la conferencia que en Internet se pueden consultar detalles de la explosión, pero llega un punto en que uno lee que hay información bloqueada, no consultable, hasta que se cumpla un siglo y medio de lo que puede considerarse como un asesinato masivo inaudito.

Con ayuda de un grupo de cubanos —contó el hijo— Jean-Marie pudo rescatar parte de su equipaje y, luego de los primeros auxilios médicos, fue alojado en el Hotel Plaza, en La Habana Vieja.

«Jean-Paul Sartre, el famoso filósofo francés, amigo de Cuba y de Fidel, de visita en esos momentos en La Habana, le dio ropa suya (pantalón y saco), y aunque le quedaban cortos así apareció en algunas fotos, en el cementerio de Colón, que se publicaron en revistas y periódicos de la época», evocó Jean-Francois.

El sobreviviente del terrible sabotaje murió en 1974.

«Mi padre se formó primero en astilleros navales ingleses y después empezó a navegar, por esas cosas que tiene la vida, hasta que se hizo oficial mecánico. Como tal, si no hubiera sido por su amor a mi madre y estarle escribiendo una carta en el camarote, hubiera estado junto a las máquinas del vapor y sería uno de los muertos, uno de los numerosos desaparecidos o de los más de tres centenares de heridos que provocó aquella explosión», apuntó.

Los familiares de los mártires pidieron a Jean-Francois que tratara de que las autoridades francesas desclasificaran los documentos ocultos que seguramente contienen detalles reveladores de la mano enemiga que provocó la tragedia.

Jean-Francois expresó que se han dado algunos pasos diplomáticos y oficiales con ese fin, y recalcó que la Ley de su país prohibe esconder documentos de esa índole durante tanto tiempo, a no ser que atente contra la seguridad del propio Estado galo.

Explicó que en esta, su primera visita a Cuba, estuvieron en el lugar exacto del puerto de La Habana donde ocurrieron las dos explosiones del buque.

Acotó que es muy emocionante para ellos estar en Cuba, hablar con personas del pueblo, ver fotos que no conocían de la voladura de La Coubre, y que les entristece mucho conocer a cubanos que perdieron allí a familiares muy queridos. 

Familiares de los mártires 

Rosario Velasco, viuda de Arturo García Manduley, bracero fallecido aquella dolorosa tarde, pidió a Jean que luchara porque se desclasifiquen esos escritos ocultos para que no se pueda seguir escondiendo por más tiempo la verdad sobre el crimen que los cubanos no olvidamos.

«Llevamos 51 años de dolor. Mi esposo salió a trabajar, me dio un beso y no regresó más a mi lado. Estuvo nueve días grave, hasta que falleció, y nuestros hijos también quieren saber», apuntó.

Zoe Alfaro de la Peña contó que su padre, Carlos Alfaro Galbán, amaba su trabajo de inspector general del puerto, pero su cuerpo fue cercenado y destruido por aquellas explosiones. «No lo pudimos abrazar nunca más», argumentó.

Y Alberto Solís Sotolongo, representando el sentir de las víctimas de aquel sabotaje, dijo que no se puede cejar en el empeño de abrir la caja de Pandora que mantiene en el silencio más brutal aquella felonía, una de las más terribles que sufrieron Cuba y la Revolución triunfante en sus primeros momentos. 

La Coubre

EL vapor La Coubre tenía 4 310 toneladas de peso bruto, 2 155 de peso neto, un calado de 17,8 pies y traía un cargamento de unos 490,156 kilogramos de municiones de explosivos. Pertenecía a la flota de la Compagnie Génerale Trasatlántique, sociedad anónima francesa, operadora de la French Line. En la hoja No. 358 del libro No. 104 correspondiente a la entrada de embarcaciones al puerto de La Habana, aparece registrado el arribo del buque francés el día 4 de marzo de 1960, con el manifiesto de carga No. 1621, a las 08:12 a.m., bajo el mando del capitán George Dalmas.

Los días 13 y 14 de octubre de 1959 ya el buque había estado en La Habana. Para la nueva visita había partido del puerto de Le Havre, en Francia, hacia Hamburgo, Alemania, y Amberes, Bélgica, para regresar nuevamente a Le Havre. Llevaba inicialmente 38 tripulantes, traía 525 cajas de granadas y 967 cajas de municiones de seguridad, según se revela en el libro Girón. Preludio de la invasión. El rostro oculto de la CIA, escrito por Manuel Hevia y Andrés Zaldívar, del Centro de Investigaciones Históricas de la Seguridad del Estado.

Tomado de Juventud Rebelde

En Cuba hijo de francés víctima del sabotaje a La Coubre

Jean François Guillotin, hijo de uno de los seis marinos franceses sobrevivientes del sabotaje al vapor La Coubre (4 de marzo de 1960), se reunió hoy con familiares de cubanos que perecieron en la catástrofe.

Explosión del buque La Coubre. La Habana, Cuba
Explosión del buque La Coubre. La Habana, Cuba
En conferencia de prensa realizada en la sede de Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, en La Habana, Guillotin comentó que aquel día su padre, Jean Marie, se encontraba en la cabina del barco y escribía a su esposa, al momento de la primera explosión.

Relató que el comandante de la embarcación organizó inmediatamente la evacuación y poco después recibieron la ayuda de bomberos, policías y multitud de cubanos que acudieron a prestar auxilio.

Entonces Jean François Grillotin tenía dos años, posteriormente supo que su padre perdió una oreja como consecuencia del fuerte estallido, hecho que causó sufrimientos que han marcado para siempre a su familia.

Lamentablemente, expresó, muchos perecieron luego de la segunda explosión del barco, la cual segó la vida de decenas de personas que realizaban labores de rescate.

El vapor La Coubre era un barco de origen francés que fue objeto de un acto terrorista en el puerto de La Habana, cuando transportaba armas y municiones destinadas a la defensa de la entonces joven Revolución, amenazada por el imperialismo norteamericano.

Tuvieron lugar dos explosiones, que produjeron cerca de un centenar de muertos y 200 heridos.

Al intervenir en el acto conmemorativo, Jean Guy Allard, periodista e investigador del tema, señaló que las autoridades cubanas y la embajada de Francia en Cuba investigan de conjunto para esclarecer más el hecho, obra de la Agencia Central de Inteligencia, de los EE.UU.

Dijo que Jean François puede contribuir en este sentido, ya que posee copias de documentos de la época pertenecientes a la compañía Générale Transatlantic, la cual operaba el barco francés, pero estos no pueden ser divulgados hasta 150 años después del suceso en cuestión.

Los familiares de cubanos fallecidos en la catástrofe agradecieron la visita del francés a La Habana, y lo instaron a que -como hijo de una víctima- haga todo lo posible por lograr que la verdad se conozca y alivie el dolor que han padecido desde hace medio siglo.

Daniela Pérez, bisnieta de Carlos Alfaro, fallecido aquel cuatro de marzo, dijo a la AIN que desde muy pequeña participa en todas las actividades que se realizan para no olvidar las enseñanzas en torno al sabotaje a La Coubre, porque no quisiera que otros niños como ella y sus familias tengan que padecer igual sufrimiento.

(Con información de la AIN)

La Coubre: Frances hijo de víctima, de visita en Cuba en búsqueda de la verdad

Por JEAN-GUY ALLARD

Un ciudadano francés de 52 años, Jean-François Guillottin, hijo de un marino que sufrió heridas, el 4 de marzo de 1960, en la explosión del barco La Coubre en el Puerto de La Habana, visita Cuba esta semana en búsqueda de la verdad sobre este evento, el atentado más mortífero del último siglo en el continente. 

 Guillotin, un director de publicidad con una casa editorial parisina, fue quién, al interesarse a este evento de la vida de su padre, descubrió al consultar el sitio web de la fundación fra cesa French Lines  que heredó de los archivos de la desaparecida Compagnie Générale Transatlantique (CGT), la mención de un expediente de la investigación de los hechos realizada en 1960 por los dueños del buque.

Su sorpresa fue grande cuando vio al lado del nombre del documento, la restricción “Publicable: 150 años”, aparentemente inscrita por los juristas de la CGT al archivarlo.

“Esto se hizo hace mucho tiempo y es algo que parece `por lo menos sorprendente“, comenta Guillotin al contar como la representación diplomática cubana en Paris, al enterarse de la existencia del documento, solicitó la colaboración de las autoridades galas para conocer cual será su situación jurídica actual.

La fundación “French Lines”, retomando una marca que usaba la CGT para sus operaciones, maneja con el propósito de  garantizar la conservación del patrimonio marítimo francés, un servicio de investigación histórica de distintos fondos de empresas de navegación, en su sede de la ciudad portuaria de Le Havre.

“Son gente apasionada de historia, extremadamente bien organizada”, comenta el visitante.

LA COUBRE MARCÓ LA HISTORIA DE MI FAMILIA

“La tragedia de la Coubre marcó la historia de mi familia”, señala el ciudadano francés. “Cuando niño yo me fijaba en como mi padre había escapado a una catástrofe tan importante”.


  “Mi padre no murió en el evento pero sí fue herido y sufrió luego secuelas que lo afectaron en lo cotidiano. Perdió el uso del oído del lado izquierdo y tuvo que someterse a varias operaciones”.

“En el momento de la primera explosión, se encontraba en su cabina, escribiendo a su esposa. Siempre oí mi padre decir que esto fue extremadamente fuerte, y que luego el comandante del barco organizó urgentemente la evacuación que se realizó con la ayuda del personal de socorro cubano”.

La tripulación de La Coubre se quedó una docena de días en La Habana en espera de su regreso a Francia.
“Los marinos se encontraban bastante afectados por la dimensión de la catástrofe en la cual habían perdido seis compañeros, dos de ellos tan destrozados que no se pudo recuperar sus cuerpos”, cuenta Guillotin.  

 “Fue entonces que recibieron la visita de Fidel Castro y del Che Guevara que vinieron saludarlos y expresar su apoyo. Fíjese que mi papa tenía entonces la edad exacta del Comandante, 33 años”. 

 El filósofo y escritor francés Jean-Paul Sartre, entonces de visita con  su esposa la escritora Simone de Beauvoir, se solidarizó y donó parte de la ropa suya a sus compatriotas.

“Se ve a mi padre en una foto tomada en el Cementerio Colon, con un traje demasiado corto. El contaba que se trataba sin duda de uno de los trajes entregado por Sartre, un hombre de pequeña estatura…”

Jean-Marie Guillotin, era oficial de mecánica a bordo de la Coubre. Tenía dos hijos. “Yo tenia entonces dos años y mi hermana seis meses”. Murió accidentalmente en 1974 cuando Jean-François alcanzaba los 16 años.

Guillotin ha conservado los papeles de su padre relacionados con estos días. “

Fueron vestidos, alimentados, hospedados en el Hotel Plaza. Tengo hasta una hoja en la cual mi padre había anotado todos los objetos que perdió en la explosión”.

 Los 22 sobrevivientes franceses de La Coubre fueron luego repatriados a Francia por barco.
 Seis marinos franceses dejaron sus vidas en la criminal explosión.  El primer teniente François Artola, el timonel Jean Buron y los marineros  Lucien Aloi, André Picard, Jean Gendron y Alain Moura murieron, víctimas de esta salvaje agresión. 

 Guillotin tuvo la oportunidad de conversar con varios familiares de víctimas cubanas de La Coubre. “Fue muy emocionante”, comentó.

Personas como  Zoe Alfaro de la Peña, Rosario Velasco Gómez y Alberto Golio Sotolongo no sólo recordaron como la perdida de sus padres en el atentado afectó su existencia y la del conjunto de sus familias sino que pidieron al visitante francés de seguir a su lado en la búsqueda de la verdad.

“Todos sabemos que fue la obra de la CIA”, insistió Golio Sotolongo. En esta época, había aquí en Cuba numerosos actos de terrorismo provocados por agentes de esta agencia norteamericana”.

“¿Como lograr que se desclasifique este documento para que se haga justicia con este criminal sabotaje?”, preguntó.

Guillotin aseguró que existen los mecanismos de acceso a la información que sí pueden permitir una apertura del expediente, al señalar como tuvo la oportunidad de entrevistarse con un importante funcionario de la embajada de su país y que salio muy satisfecho. 

Ocurrido hace exactamente 51 años, el 4 de marzo de 1960, el atentado terrorista de La Coubre ocasionó además de un centenar de muertos, entre los cuales seis miembros franceses de su tripulación, más de 200 heridos y numerosos desaparecidos. El costo de los daños materiales fue luego estimado a unos 17 millones de dólares.

 Cuba ha denunciado en numerosas oportunidades la responsabilidad de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) estadounidense en la explosión de  La Coubre en el puerto de La Habana.    

jueves, 11 de agosto de 2011

Roland Dumas:

“Cuba ha inspirado a muchas generaciones en todo el mundo”

Por Leyde E. Rodríguez Hernández

En su último libro titulado “Golpes y Heridas - 50 años de secretos compartidos con François Mitterrand”, el antiguo Ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Roland Dumas[1], describe sus principales recuerdos e impresiones sobre Cuba.

Ahora alejado de la actividad oficial que entraña la diplomacia, Dumas reconoce sin tapujos cómo la Revolución cubana ha inspirado a muchas generaciones en todo el mundo, aunque él en lo personal no se  considere fascinado con el sistema cubano.

Revela en detalles la admiración de Danielle Mitterrand y Mazarine Pingeot (hija de François Mitterrand) por los avances sociales de Cuba en educación y salud, así como por el Comandante en Jefe Fidel Castro, líder de la Revolución cubana.

Entre otros pasajes y tonalidades que no es mi propósito reflejar en esta nota, el autor reseña la visita de Michel Charasse, senador de Puy-de-Dome, a Cuba, y su conversación calurosa con Fidel Castro durante un desayuno de trabajo. A la sazón los lazos entre ambos países se estrecharon, y es así que, en marzo  de 1995, Fidel es recibido por primerra vez en el Eliseo por François Mitterrand, a solicitud expresa de su esposa Danielle.

Dumas refiere en sus recuerdos que la primera dama rompió en ese momento con el protocolo de la República francesa al besar con fulgor al barbudo, mientras que Mazarine tuvo el gesto de hacerle una visita discreta a Fidel en su alojamiento del Hotel Marigny de Paris.

El escritor narra en sus vivencias los encuentros en Cuba con Ricardo Alarcón de Quesada, Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, quien le propició la posibilidad de saludar a Raúl Castro, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, en ocasión de su visita a La Habana con motivo de sus gestiones en calidad de abogado de un ciudadano francés procesado por la justicia cubana. 

Con particular interés, el excanciller galo afirma que ha mantenido al corriente a la primera dama Carla Bruni-Sarkozy sobre la situación de su cliente en reclusión en la Isla, atestiguando haber visitado las prisiones cubanas, las cuales no son sórdidas como podria imaginarse, pues los presos disponen de teléfonos y su cliente llama a su abogado cubano día y noche si él lo desea.

Estos son algunos de los fragmentos más llamativos dedicados a Cuba en el más reciente libro de Roland Dumas, quien cuenta su impresionante aventura al servicio de la politica exterior francesa. En el recorrido por las páginas de este voluminoso libro, Dumas nos advierte que su verdad ha estado siempre del lado de los progresistas, de los descolonizados y de aquellos que tenían cierta idea de Francia.

El libro “Golpes y Heridas”, publicado por la conocida editorial gala cherche midi, entrega, no sin distancia ni ironía,  una vida de pasión y de combate de una de las personalidades contemporáneas más relevantes de la política y la diplomacia de Francia en la segunda mitad del siglo XX.



[1] En esta obra, no vacila en revelar su curso personal, su visión política y sus elecciones en la vida, como resistente antifascista, su militancia en el Partido Socialista a partir de 1942, su labor como periodista, abogado muy reconocido, diputado y canciller, que luego preside el Consejo Constitucional.

martes, 9 de agosto de 2011

Sepa lo que es el capitalismo


 Por Atilio A. Borón


El capitalismo tiene legiones de apologistas. Muchos lo hacen de buena fe, producto de su ignorancia y por el hecho de que, como decía Marx, el sistema es opaco y su naturaleza explotadora y predatoria no es evidente ante los ojos de mujeres y hombres. Otros lo defienden porque son sus grandes beneficiarios y amasan enormes fortunas gracias a sus injusticias e inequidades. Hay además otros ("gurúes" financieros, "opinólogos", "periodistas especializados", académicos "bienpensantes" y los diversos exponentes del "pensamiento único") que conocen perfectamente bien los costos sociales que en términos de degradación humana y medioambiental impone el sistema. Pero están muy bien pagados para engañar a la gente y prosiguen incansablemente con su labor. Ellos saben muy bien, aprendieron muy bien, que la "batalla de ideas" a la cual nos ha convocado Fidel es absolutamente estratégica para la preservación del sistema, y no cejan en su empeño.


Al menos 218 millones de niños, entre 5 y 17 años, trabajan a menudo en condiciones de esclavitud. 

Para contrarrestar la proliferación de versiones idílicas acerca del capitalismo y de su capacidad para promover el bienestar general examinemos algunos datos obtenidos de documentos oficiales del sistema de Naciones Unidas. Esto es sumamente didáctico cuando se escucha, máxime en el contexto de la crisis actual, que la solución a los problemas del capitalismo se logra con más capitalismo; o que el G-20, el FMI, la Organización Mundial del Comercio y el Banco Mundial, arrepentidos de sus errores pasados, van a poder resolver los problemas que agobian a la humanidad. Todas estas instituciones son incorregibles e irreformables, y cualquier esperanza de cambio no es nada más que una ilusión. Siguen proponiendo lo mismo, solo que con un discurso diferente y una estrategia de "relaciones públicas" diseñada para ocultar sus verdaderas intenciones. Quien tenga duda mire lo que están proponiendo para "solucionar" la crisis en Grecia: ¡las mismas recetas que aplicaron y siguen aplicando en América Latina y África desde los años ochenta!


A continuación, algunos datos (con sus respectivas fuentes) recientemente sistematizados por CROP, el Programa Internacional de Estudios Comparativos sobre la Pobreza radicado en la Universidad de Bergen, Noruega. CROP está haciendo un gran esfuerzo para, desde una perspectiva crítica, combatir el discurso oficial sobre la pobreza elaborado desde hace más de 30 años por el Banco Mundial y reproducido incansablemente por los grandes medios de comunicación, autoridades gubernamentales, académicos y "expertos" varios.
Población mundial: 6 800 millones, de los cuales


  •  1 020 millones son desnutridos crónicos (FAO, 2009)

  •  2 000 millones no tienen acceso a medicamentos (www.fic.nih.gov)

  • 884 millones no tienen acceso a agua potable (OMS/UNICEF 2008)

  • 924 millones "sin techo" o en viviendas precarias (UN Habitat 2003)

  • 1 600 millones no tienen electricidad (UN Habitat, "Urban Energy")

  •  2 500 millones sin sistemas de drenajes o cloacas (OMS/UNICEF 2008)

  •  774 millones de adultos son analfabetos (www.uis.unesco.org)

  • 18 millones de muertes por año debido a la pobreza, la mayoría de niños menores de 5 años. (OMS)

  • 218 millones de niños, entre 5 y 17 años, trabajan a menudo en condiciones de esclavitud y en tareas peligrosas o humillantes como sirvientes (OIT: La eliminación del trabajo infantil: un objetivo a nuestro alcance, 2006)

Entre 1988 y el 2002, el 25 % más pobre de la población mundial redujo su participación en el ingreso mundial desde el 1,16% al 0,92 %, mientras que el opulento 10 % más rico acrecentó sus fortunas pasando de disponer del 64,7 al 71,1 % de la riqueza mundial. El enriquecimiento de unos pocos tiene como su reverso el empobrecimiento de muchos.


Solo ese 6,4 % de aumento de la riqueza de los más ricos sería suficiente para duplicar los ingresos del 70 % de la población mundial, salvando innumerables vidas y reduciendo las penurias y sufrimientos de los más pobres. Entiéndase bien: tal cosa se lograría si tan sólo se pudiera redistribuir el enriquecimiento adicional producido entre 1988 y el 2002 del 10 % más rico de la población mundial, dejando intactas sus exorbitantes fortunas. Pero ni siquiera algo tan elemental como esto es aceptable para las clases dominantes del capitalismo mundial.

Conclusión: si no se combate la pobreza (¡ni se hable de erradicarla bajo el capitalismo!) es porque el sistema obedece a una lógica implacable centrada en la obtención del lucro, lo que concentra la riqueza y aumenta incesantemente la pobreza y la desigualdad económico-social.


Después de cinco siglos de existencia esto es lo que el capitalismo tiene para ofrecer. ¿Qué esperamos para cambiar al sistema? Si la humanidad tiene futuro, será claramente socialista. Con el capitalismo, en cambio, no habrá futuro para nadie. Ni para los ricos ni para los pobres. La sentencia de Friedrich Engels, y también de Rosa Luxemburgo: "socialismo o barbarie", es hoy más actual y vigente que nunca. (Fragmentos tomados de Rebelión)

La concentración de la propiedad de los medios en pequeños grupos unidos por lazos de sangre impide una real democratización de la comunicación.

Raúl Vallejo Corral *

Leí que uno de los sueños del magnate Rupert Murdoch era que su hijo James heredara News Corp., la empresa que gobierna el imperio mediático de Murdoch. La revista Semana (Bogotá, julio 18, 2011, p. 72) en el reportaje “Jaque al rey” comenta que eso “en el mundo corporativo es considerado un acto de nepotismo inaceptable”, y añade: “En su condición de accionista mayoritario tenía la posibilidad de hacerlo, pero cada vez más bloques de accionistas minoritarios protestaban contra ese manejo familiar”.

La comunicación es un bien público que, en Ecuador, es manejado generalmente de manera privada a través de empresas familiares de medios. De hecho, los principales medios de comunicación han sido y son propiedad de al menos dos o tres generaciones, por lo tanto, sus administradores casi nunca rinden cuentas ni a una junta de accionistas ni al público sino a un cónclave de familia. Los Pérez, en relación con El Universo; los Mantilla con El Comercio; los Alvarado con Vistazo y Ecuavisa; los Martínez con Expreso; los Vivanco con La Hora, etc. Lo que en el mundo de las corporaciones es considerado nepotismo, en Ecuador es una práctica que aparece como si fuera algo natural e imposible de ser cuestionado.

Justamente, uno de los graves problemas para el ejercicio de la libertad de expresión es la concentración de la propiedad de los medios en pocos grupos familiares. Esta situación imposibilita la real democratización de sus paquetes accionarios de tal forma que las políticas comunicacionales y los controles internos no dependan de la voluntad omnímoda de un solo dueño sino del criterio debatido y consensuado de una junta de propietarios. Es por ello que, en nuestro país, la personalización de los conflictos lleva a desdibujar totalmente el sentido de la libertad de expresión pues, al final de cuentas, lo que se defiende —en las cuestiones ideológicas y políticas que realmente importan—, no es el bien social de la libre opinión ni el debate de los diferentes puntos de vista de la sociedad sino las creencias personales y simpatías políticas del dueño del me dio. En la práctica, el ser dueño de un medio que no rinde cuentas a nadie, en un país en donde no existen regulaciones y se sataniza el concepto de responsabilidad ulterior, concede al dueño un poder ilimitado pues permite a una persona o a una familia ejercer el poder político sin necesidad de participar en las elecciones toda vez que los gobernantes elegidos tienen que estar en concordancia con el pensamiento del dueño del medio para gobernar sin tanta oposición mediática.

Así, los medios nos han acostumbrado a la exposición de las rencillas y ajuste de cuentas personales en el seno de las contradicciones de una clase social. ¿Por qué el ataque mediático a Henry Raad y los ex dueños de El Telégrafo por parte de Carlos Pérez, el dueño de El Universo, que ordenó poner el nombre de Raad en el urinario público de su periódico? Tales rencillas encierran la pugna por intereses que el público jamás llega a conocer sobre todo porque tales pugnas no son ventiladas de manera transparente sino que son encubiertas de diversas formas. ¿Por qué el ataque de los Isaías, cuando eran dueños de TC y Gama, a Jaime Mantilla, principal de Hoy, o al banquero Fidel Egas, cuando era dueño de Teleamazonas y del grupo Diners, Soho, Fucsia, y Gestión? Las retaliaciones van desde borrar de la cobertura de eventos sociales hasta exacer bar las denuncias políticas en contra de los rivales. En medio de tales rencillas, muchas veces, los periodistas honestos se ven envueltos y casi obligados a tomar partido por uno u otro bando.

Además, como en la práctica son empresas de un solo dueño, esos medios son recalcitrantes a todo tipo de responsabilidad por lo que publican, evaden permanentemente la rendición social de cuentas y se escudan bajo el paraguas de la libertad de expresión de la que jamás se acuerdan a la hora de censurar y/o despedir a un periodista que no coincide con las ideas del propietario del medio. Los ejemplos de este tipo abundan en nuestro país aunque la mayor parte de ellos no trascienden al público justamente porque no se trata de empresas democráticas sino de feudos familiares. Para muestra un botón: el periodista Xavier Lasso fue expulsado de la página editorial de El Comercio por escribir acerca de las acciones positivas del gobierno de Rafael Correa: “La señora Guadalupe Mantilla encontró que yo ya no tenía que seguir en el diario. Simplemente ordenó que no se publicara n mis artículos”, declaró el periodista sobre la censura y el despido que sufrió.

 
El derecho de réplica y el deber de la rectificación

No hay que confundir la libertad de expresión que permite a una persona, periodista o no, opinar sobre una situación determinada con la inculpación que esa misma persona puede hacer de otra a través de un medio periodístico. Por ejemplo, una cosa es opinar, incluso con acritud, acerca del rendimiento de una selección de fútbol o sobre la política económica de un gobierno, y otra cosa es acusar a un funcionario de ese gobierno de enriquecerse en el ejercicio de su cargo o al seleccionador de dicho equipo de hacer negocio con el pase de los jugadores. Una cosa es opinar en contra de la concepción política de un gobernante, otra cosa es acusarlo de cometer un crimen de lesa humanidad. Para lo primero existe el debate público de los distintos actores, para lo segundo es necesario un tribunal de justicia. El problema, en nuestro país, se da porque algunos periodistas, o editorialistas que op inan desde las diversas corrientes políticas e ideológicas, pretenden convertirse en moralistas y fiscales de la sociedad y se vuelven irresponsables en el uso de la palabra a cuenta de una malentendida libertad de expresión.


Frente a la opinión de un editorialista o el reportaje de un periodista en el que se expresan puntos de vista sobre diversos sucesos, existe el derecho de réplica. Esto significa que la persona aludida puede responder en similar tono a las opiniones vertidas por el periodista ya que partimos del supuesto de que nadie es dueño de la verdad y que ésta se construye en el debate de las ideas. Lastimosamente, en nuestro país, los medios han convertido el derecho de réplica casi en una dádiva del director editorial del medio y, salvo que uno tenga cierto reconocimiento social, las réplicas van a refundirse en espacios que no se compadecen con aquellos en los que la opinión o el reportaje de alguien dejó malparada a la persona que resulta involucrada en un suceso. Si un medio fuera democrático permitiría que la réplica ocupara titulación, lugar y extensión similares a la del edit orial o reportaje que la generaron. Pero esto, claro, es impensable en un negocio que ha hecho de la mala noticia o del escándalo los motivos para vender.


La inexistencia del ejercicio del derecho de réplica y la ausencia de responsabilidad ulterior en los medios ecuatorianos ha convertido, lastimosamente, al insulto basado en la fácil adjetivación, a las insinuaciones perversas, y a los juicios apresurados, la más de las veces cargados de una moralina insoportable, en malas prácticas del periodismo. En muchas ocasiones, estas tendencias ocasionan lo que se conoce como un linchamiento mediático y dejan en indefensión jurídica a quienes se ven involucrados en aseveraciones sin sustento, subjetivas o provenientes de la mala entraña de quien las realiza. El caso reciente de las chicas del colegio 28 de Mayo parecería demostrar lo dicho: es probable que la presión moralista de un medio haya llevado a una autoridad escolar a tomar una medida disciplinaria extrema. Lo más terrible es que satanizaron a las chicas por un baile de moda calificado de &ldq uo;erótico” —baile estéticamente horrible para mi gusto pero ese es otro cantar— (como fueron calificados de inmorales el tango, el twist, el bolero, etc., a su debido momento), realizado en una casa particular, en una fiesta privada, que tuvo la mala estrella de aparecer colgado en Youtube, y, lo peor, es que, al final como buenos alumnos de Tartufo, los medios fueron incapaces de realizar su autocrítica: ¿por qué si les parece inmoral el llamado “baile del choque” lo promocionan en los canales de televisión y lo publicitan en diarios y revistas?


Al mismo tiempo, una persona agraviada injustamente por un medio tiene el derecho de exigir una reparación mediática y, llegado el caso, pecuniaria, y el medio, por su parte, tiene que cumplir con el deber de la rectificación. La rectificación es el reconocimiento del medio de que ha cometido una equivocación, de que ha faltado a la verdad o ha exagerado, que ha sacado falsas conclusiones, en definitiva, que ha perjudicado a una persona con una noticia o una opinión. Desafortunadamente, en Ecuador, los medios son reacios a la rectificación: es como si partieran del supuesto de que jamás se equivocan y que tienen la verdad en sus manos. Muchas veces, de manera testaruda, no solo que no rectifican sino que cuando alguien reclama por alguna noticia, el medio se da el lujo de ratificar lo dicho y volver a agraviar al reclamante poniendo una nota de la redacción al reclamo, con la que pretenden deslegitimarlo. En ese sentido, un medio sin responsabilidad ulterior ni regulación alguna puede fusilar mediáticamente a un ciudadano sin que éste tenga la oportunidad de defenderse en igualdad de condiciones. De ahí que se vuelva un imperativo ético y legal el deber de rectificación que tiene un medio.


La diferencia entre el derecho a réplica y el deber de la rectificación es que en el uno, el agraviado tiene el derecho a que su palabra sea publicada por el medio en igualdad de condiciones en la que fue publicada la palabra de quien ha emitido una opinión que lo afecta; en el otro, es el medio el que tiene la obligación de reconocer el error sobre lo dicho en un artículo de opinión, en una noticia o cuando se trata de una inculpación que no puede ser probada.

 
La necesidad de regulación y democratización de los medios

A ciertos dueños de medios y también a ciertos periodistas, igual que a los editorialistas de corte político que por lo general escriben desde sus particulares militancias, se les eriza el cuero cabelludo cuando se habla de regulación. Enseguida esgrimen la muletilla de la libertad de expresión para oponerse a todo tipo de normativa. Pero, desde el momento en que un medio hace uso de un bien público como es la comunicación y desde el momento en que dicho medio hace negocio mediante el usufructo de dicho bien público, la regulación se vuelve imprescindible.


No obstante lo dicho, es necesario también señalar que la regulación no puede ser el pretexto para imponer lo que se conoce como censura previa. Lo peor que le puede pasar a una sociedad democrática es que existan censores del pensamiento y la libre circulación de las ideas; asimismo, nada más nefasto que aquellos inquisidores que determinan qué es lo moral y qué lo inmoral. La regulación implica una normativa en el marco de principios que tienen que ver con el cuidado de la niñez, el impedimento de la propaganda que fomente el racismo y la discriminación por cualquier motivo, la prohibición de incitar a cualquier tipo de violencia y de hacer apología del delito y, en general, aquello que la humanidad reconoce como tópicos a ser desterrados de la convivencia democrática.


La regulación conlleva la responsabilidad ulterior del periodista. Y es que el uso de la palabra y del bien público que es la comunicación y el derecho a la información implica no solo una rendición social de cuentas sino también una responsabilidad personal sobre lo que se dice y la forma en la que se lo dice. Algunos sostienen que la existencia de la responsabilidad ulterior implica una suerte de autocensura pues quien escribe va a estar pensando en las consecuencias de lo escrito. Pero la real autocensura no es hacerse responsable de lo dicho, sino callar una verdad por temor al poder, sea este político, económico o social. A veces, los periodistas callan porque temen malquistarse con el dueño del medio y, en consecuencia, perder el empleo. Saber que se es responsable de lo dicho es todo lo contrario a la autocensura: hacerse responsable de la palabra es practicar la libertad de expresión sin miedo, pues lo que se dice está sustentado por la verdad.


Pero para que exista verdadera libertad de expresión debe existir un proceso de democratización que implica la apertura de los paquetes accionarios de los medios, la apertura a concurso de las frecuencias de radio y televisión, el impulso a los medios de comunicación comunitarios. Que las empresas familiares se transformen en sociedades anónimas que vendan sus acciones en la bolsa, que los directorios sean espacios de amplio debate ideológico, que las directrices sean tomadas por el consenso de una junta de accionista y no por la voluntad todopoderosa de un solo dueño, que los editores de noticias y de opinión rindan cuentas a un directorio con capacidad real de tomar decisiones. Que las frecuencias que son del Estado sean objeto de permanente concurso público de adjudicación de las mismas. Que los medios comunitarios tengan posibilidad real de competir por las frecuencias o por la circulación frente a los monopolios familiares que hoy día existen sin cuestionamiento igual que si su existencia fuera un mandamiento divino.

 
La ausencia de autocrítica en los medios

Tanto en los espacios propiamente periodísticos como en los espacios de entretenimiento de la mayoría de los medios existe una lamentable ausencia de autocrítica. Cierta propensión a la telebasura y a la superficialidad sobre lo que los medios consideran entretenimiento popular son las constantes. Se trata del populismo cultural más espantoso que existe, pues a cuenta de que eso es lo que le gusta a la audiencia los medios carecen de pudor para su programación televisiva o para hacer de ello un reportaje.


Frente a esta crítica los medios responden que el televidente o el lector pueden cambiar de canal o no comprar el periódico o la revista. Aquello es cierto. No obstante, nos encontramos con una serpiente que se muerde la cola puesto que la cultura dominante está construida sobre la base de los gustos de una audiencia formada con los gustos de quienes dominan los espacios de difusión de lo que se llama la cultura popular.


Una telenovela, por ejemplo, es promocionada en los medios escritos —a veces propiedad del mismo canal— a través de la publicación de propaganda disfrazada de entrevista o reportaje a sus protagonistas. Además, ahora en programas de chismes y escándalos, los propios personajes de la farándula de la televisión se han convertido en los protagonistas de las noticias sobre sus amores y desamores. Todo aquello alimenta el morbo de la gente igual que la crónica roja.

 
¿Está la libertad de expresión amenazada en Ecuador?

La libertad de expresión, al menos en el ámbito político, es un derecho que se practica sin cortapisas en Ecuador, tanto que las páginas editoriales de los periódicos están cargadas de editorialistas que opinan lo que les apetece acerca del gobierno y sus funcionarios; en muchos casos, con insultos y rudos calificativos sobre una gestión política, una decisión administrativa que se considera errónea, o una declaración de esas que suelen ser realizadas al paso en algún aeropuerto o evento público. Pero una cosa es la opinión y otra una acusación sin fundamento: frente a la segunda, afortunadamente, existen leyes que le ponen freno pero que no habían sido aplicadas por miedo al verdadero poder: ese que puede aniquilar a una persona publicando permanentemente solo críticas y noticias negativas en su contra y cuyos ejemplos, en algunos medios ecuatorianos, no es difícil de encontrar.


Acerca de otros ámbitos no se practica la misma libertad: todavía existe temor reverencial a opinar sobre ciertas disposiciones eclesiales y la derechización de un sector de la jerarquía católica, por ejemplo; resulta impensable una crítica a la política de los medios desde los propios medios y los “defensores del lector” de los periódicos siguen siendo un mal chiste; la telebasura es aupada y promocionada en los propios canales en complicidad con los diarios; la crónica roja y el amarillismo es un negocio redondo que no admite cuestionamiento alguno. No leeremos jamás una reflexión de esa naturaleza en las páginas editoriales de los diarios simplemente porque los medios no admiten una crítica frontal al modelo de periodismo que ellos mismos han definido como “libre” y cuyos propietarios defienden a ultranza.


Lo que está en crisis en Ecuador es el modelo de propiedad —concentrador, monopólico y familiar— de un bien público como es la comunicación; un modelo que vive sin rendición de cuentas, que manipula políticamente a la sociedad, que ejerce su poder poniendo contra las cuerdas a los gobiernos democráticamente elegidos hasta someterlos a su ideología, que pertenece a unas cuantas familias y que carece de vocación democrática en lo que realmente importa: la propiedad del paquete accionario, la toma de decisiones sobre políticas comunicacionales, y la responsabilidad ulterior frente a la sociedad por el uso de la palabra.


Hoy, las escuchas telefónicas que de manera antiética e ilegal practicaron algunos periodistas de News of the World —uno de los grandes tabloides amarillistas de Murdoch que tuvo que ser cerrado por el propio magnate debido al escándalo de las escuchas—, ya llevaron a la cárcel a algunos mandos importantes de dicho pasquín. A nadie sorprendería que el propio Murdoch tuviera que purgar una pena por lo que hizo la gente de su periódico. Y a nadie por esas latitudes se le ocurre decir que se trata de un atentando a la libertad de expresión. En su número final, que apareció el 10 de julio pasado, News of the World tuvo que rectificar: “Phones were hacked, and for that this newspaper is truly sorry... there is no justification for this appalling wrongdoing.” (“Los teléfonos fueron pinchados y por ello este periódico está realmente arrepentido… no hay justificación para esta atroz mala práctica”). Por el contrario, todos están de acuerdo con que se trata de una de las tantas aristas que se desprenden de la responsabilidad ulterior que tiene el ejercicio del periodismo. Lo que sucede es la pérdida de poder y el final de la impunidad por parte de las empresas familiares mediáticas, la de Murdoch incluida.


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El autor es escritor y catedrático universitario. Políticamente se considera socialdemócrata. Fue ministro de Educación y actualmente es el embajador de Ecuador en Colombia. 

lunes, 8 de agosto de 2011

Gran Bretaña admite el nuevo orden “multipolar”

Autor: Alfredo Jalife-Rahme *
 
No es poca cosa que la principal potencia colonial de los siglos XVIII, XIX y principios del XX, en la voz de su parlamentario y al mismo tiempo ministro de Estado y de la Oficina Foránea y del Commonwealth, Jeremy Browne, haya admitido a regañadientes ¿durante una conferencia magistral recientemente dictada en Londres el 20 de julio?, el nuevo orden “multipolar” al que se debe ajustar Gran Bretaña si no desea pasar a la irrelevancia.

La conferencia de Jeremy Browne fue celebrada en Chatham House, un centro de pensamiento considerado el bastión intelectual de la política exterior de Gran Bretaña, hoy en franca decadencia debido a sus excesos financieristas y su gigantesca deuda a imagen y semejanza de su otro socio anglosajón al otro lado del Atlántico.

Para quien escribe esto no hay nada nuevo que descubrir cuando lo he estado divulgando en todos los multimedia a los que tengo acceso (mejor dicho, donde no me censuran, en especial los socios de los inmundos multimedia de la tripleta Murdoch-Rothschild-Soros (La Jornada, Bajo la Lupa, 24 julio 2011), desde hace bastante tiempo, dicho sea con humildad de rigor, lo cual sinteticé en mi reciente libro cuyo título lo dice todo: El Híbrido Mundo Multipolar: Un Enfoque Multidimensional (Orfila Editores. México. 2011).

El título de la conferencia del británico Jeremy Browne fue sugerentemente  persuasivo: “Navengando en el nuevo orden: Gran Bretaña y los poderes emergentes”.

De entrada expone “tres propuestas directas”:1. “Vivimos una revolución (¡súper-sic!) del orden global”; 2. “Gran Bretaña no debe automáticamente temer (sic) esta revolución”; y 3. Gran Bretaña debe ajustarse a su impacto.

Se trata de “un cambio global trascendental” que se escenifica con “dos revoluciones (sic) de proporciones sísmicas”:1. “La Primavera Árabe” que “supera históricamente al 11 de septiembre en lo que va del siglo” (nota: que apenas lleva 11 años) y; 2. “la revolución de los poderes emergentes, (…) menos visible (sic), de fuego lento, pero más profundo”.

Llama la atención que no haya usado el terminajo “financierista” de “mercados (sic) emergentes”, en el país que inventó el pernicioso neoliberalismo global desde la ya muy vista “mano invisible” de Adam Smith, y en su lugar haya expuesto más correctamente a los “poderes (sic) emergentes” de cuya “revolución” se está “alerta en forma subliminal” y que no se nota en la cotidianeidad, como el proceso del envejecimiento biológico que es “constante, implacable y muy real”.

Jeremy Browne no se atreve a pronunciar el ascenso irresistible de los países Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica (BRICS), los cuales, a mi juicio, son los verdaderos “poderes emergentes” (les podemos sumar Turquía e Irán), independientemente de los gustos y deseos de la política exterior de Gran Bretaña que omite mezquinamente a Rusia y a Sudáfrica (su despreciada antigua colonia).

Jeremy Browne cita fugazmente a sus poderes emergentes: Latinoamérica (¡súper-sic!), China, el Sureste Asiático e India.

Con el fin de demostrar “el cambio profundo del orden mundial” y “la naturaleza dramática de su revolución” divulga tres extractos supuestamente “secretos de la embajada británica en Beijing”:

1. “Antes de 1988 China no tenía carreteras (sic). A finales de 2010, habrá construido 74 mil kilómetros (la segunda red más grande del mundo)”.

2. “China tiene más de 8 mil kilómetros de rieles de tren de alta velocidad, que representan más que el resto del mundo en conjunto. A finales del 2012 China tendrá 13 mil kilómetros de rieles de tren”.

3. “El crecimiento económico y el inmenso progreso industrial significa que la generación presente de chinos goza una vida radicalmente transformada en comparación con la de sus padres y abuelos. Por ejemplo: entre 1949 y 1979 un total de 280 mil chinos viajaron al extranjero, mientras que el año pasado lo hicieron 57 millones de chinos”.

Los datos “asombrosos” de China son “replicados por India, en otros lados de Asia, y en varias partes de Latinoamérica”.

Considera que en 2050 “China, India, Brasil, México (¡súper-sic!) e Indonesia se ubicarán entre las diez primeras economías del mundo”.

Por lo visto, Jeremy Browne se asombra solo y no está muy actualizado: China, India y Brasil ya se encuentran desde hace mucho entre las diez primeras potencias (sin olvidar a Rusia que nunca cita).

México antes de su funesta adopción del neoliberalismo global era ya la séptima potencia industrial mundial (antes de De la Madrid), y pese a dos aciagos sexenios del panismo (Fox y Calderón) que nunca debió haber gobernado (porque no sabe), sumados a tres sexenios neoliberales del priísmo (De la Madrid, Salinas y Zedillo, es decir, de priístas empanizados y/o panistas crípticos, si se prefiere ) ?¡un total de 30 años desperdiciados!?. El país azteca tiene salvación y redención ?sino lo balcaniza antes Estados Unidos?, siempre y cuando abandone el pernicioso neoliberalismo global y siga los pasos ejemplares de Lula.

Con todo y los cataclismos neoliberales tanto del Partido Acción Nacional (PAN) como del Partido Revolucionario Institucional (PRI), sin dejar de lado a sus asociados errantes del Partido de la Revolución Democrática (PRD), México hoy está batallando para conservar el onceavo lugar del Producto Interno Bruto (PIB) global, (datos de 2010, según el Fondo Monetario Internacional). Así que Jeremy Browne no le hace ningún favor estadístico a México al hacerlo esperar otros 40 años, cuando con un sensato sexenio puede acceder en cualquier momento al décimo lugar.

Tampoco Indonesia, que hoy se ubica en el quinceavo lugar del PIB mundial, va a esperar tanto para participar en la nueva arquitectura del poder global.

Jeremy Browne indica que la nueva realidad “multipolar” lo representa el movimiento del G-8 al G-20 (donde, por cierto, brillan intensamente los BRICS).

Da el ejemplo, sin duda plausible, del ascenso de Sud-Corea (territorio exiguo sin recursos naturales, con alrededor de 50 millones de habitantes que ocupa el doceavo lugar de PIB global con incursiones destacadas en la tecnología electrónica y nuclear), que no es por nada siempre señalé, sobre todo, en su comparación con el bajo desempeño de México durante su aciago experimento neoliberal.

México representaba el doble del PIB per capita de Sud-Corea antes del inicio del experimento neoliberal con Miguel de la Madrid Hurtado (seguido por Salinas, Zedillo, Fox y Calderón), ¡hace ya casi 30 años! Hoy Sud-Corea exhibe el doble per capita del “México neoliberal”.

Es decir, con los neoliberales de camuflaje del PRI y los verdaderos fundamentalistas del PAN en treinta años Sud-Corea, sin recursos primarios y en un exiguo territorio, superó cuatro veces (en el PIB per capita) al “México neoliberal”.

Jeremy Browne se extravía en pleitos primitivos contra Corea del Norte e Irán, y luego evoca las cartas mayores de Gran Bretaña con un indiscutible “historial global”, que debe seguir promoviendo, como “nación isleña” que es, el “libre mercado” que maneja como nadie. Es decir, el libre mercado neoliberal geopolítica y geoeconómicamente es consubstancial al alma británica.

Entre las cartas principales de Gran Bretaña ?como sede de la “revolución industrial”, del colonialismo territorial y su neocolonialismo financiero (ostenta la mayor plaza financiera del mundo en la ciudad)?, Jeremy Browne evoca el poderío global de sus multimedias: The Financial Times,  The Economist y la Corporación Británica de Radiodifusión (BBC), que en conjunto hacen que Londres “encabece el debate en el mundo”, además de sus prestigiadas universidades Oxford, Cambridge y la Universidad de Londres (me llama la atención que no haya citado a la London School of  Economics, la cual, por cierto, financiaba el hijo de Muamar Gadafi a quien hoy está bombardeando en su feudo tripolitano), que hacen que “Gran Bretaña configure (¡súper-sic!) la cultura, la música, y la moda (sic) en el mundo”.

Alardea, no sin justificación, que Gran Bretaña ostenta “el mayor número de Premios Nobel” después de Estados Unidos.

Lo más relevante: admite que “nunca el mundo había estado tan interconectado”, lo cual es cierto, y que “nunca había estado a punto de ser tan multipolar”, lo cual es muy discutible ya que la “multipolaridad” ha sido la constante euroasiática desde el túnel ¿inicio? de los tiempos.

Lo que más me llamó la atención es que “nunca” cita la decadencia de Estados Unidos, ni siquiera si Londres seguirá su otrora “relación especial” con Washington en el incipiente nuevo orden “multipolar”, al que las elites gubernamentales y empresariales en Gran Bretaña se están ajustando y pretenden acomodarse sin su viejo aliado transatlántico. ¡Llegó la era de los BRICS!

*Catedrático de geopolítica y negocios internacionales en la Universidad Nacional Autónoma de México

domingo, 7 de agosto de 2011

Gross: ¿Qué ha sucedido entre marzo y agosto?

›Cuba tiene derecho a defenderse. Y es además importante que los pueblos de todo el mundo apoyen este derecho y se opongan a las presiones de los EEUU

Por Arnold August

El cinco de agosto se anunció  que la sentencia de quince años pronunciada el cuatro de marzo por el Tribunal Provincial de La Habana contra Alan Gross, contratado por la Agencia para el Desarrollo Internacional de los Estados Unidos (U.S. AID, sus siglas en inglés), fue ratificada por el Tribunal Supremo Popular. El ciudadano norteamericano apeló la sentencia del Tribunal Provincial Popular a la máxima instancia de justicia en Cuba el 22 de junio, y el resultado fue dado a conocer el cinco de agosto.

En relación con este asunto, desde el cuatro de marzo los medios de prensa internacionales, especialmente los radicados en Miami, Washington y Madrid, están concentrados en La Habana, los juicios de Gross y las apelaciones legales.

Para aquellos que puedan resultar confundidos por la decisión del Tribunal Supremo Popular, sería  útil examinar brevemente qué ha ocurrido en los Estados Unidos — no en Cuba — entre el cuatro de marzo y la fecha de hoy, y así quizás arrojar algo de luz acerca de la decisión del Tribunal Supremo, confirmando la del Tribunal Popular Provincial, la instancia inmediata inferior. Durante estos cinco meses, la administración de Obama ha continuado repitiendo en muchas ocasiones sus acciones como parte de la política de injerencia en los asuntos internos de Cuba, con el pretexto de “promover la democracia". Por ejemplo, recientemente el Congreso ratificó una vez más la decisión de gastar 20 millones de dólares durante el próximo año, explícitamente dedicados a la subversión en Cuba, incluyendo actividades de las del tipo a que Gross se había dedicado, por las cuales había sido arrestado, juzgado, encontrado culpable y sentenciado. En muchas ocasiones la administración de Obama en colaboración con sus mercenarios dentro y fuera de la isla, en modo alguno ha reducido, sino han incrementado sus actividades provocadoras contra la soberanía de Cuba, uno de los principios legales violados por Gross como agente contratado por los EEUU.

Mientras que Obama visitaba a Chile en 21 de marzo del 2011, no mucho después que el juicio y la sentencia de Gross, el Presidente de los EEUU habló acerca de la necesidad de defender la “democracia y los derechos humanos dentro de nuestras fronteras [EEUU y Chile], y de ratificar nuestro compromiso de defenderlos en toda la extensión  del hemisferio....Y sí, eso incluye al pueblo de Cuba.” ¿Cómo pueden pensar los lectores que el gobierno Cubano y la justicia haya tomado esto? Añadiendo insulto a la ofensa, Obama declaró en una entrevista a un diario chileno, como preludio a su visita a Santiago de Chile, que "la experiencia chilena, y más particularmente su exitosa transición democrática y su sostenido crecimiento económico, son un modelo para la región y el mundo."

La noticia acerca de la decisión del Tribunal Supremo Popular de Cuba fue difundida el 5 de agosto, el mismo día en que aquellos de nosotros que seguimos las noticias a través de Telesúr y otros medios alternativos pudimos ser testigos de cómo la policía chilena atacó violentamente a los estudiantes y profesores chilenos que manifestaban en demanda de sus derechos a la educación y sus derechos económicos y políticos.  De acuerdo a fuentes oficiales fueron arrestados 874 y cientos fueron heridos. ¿Es este el ejemplo de lo que Obama entiende como el Chile modelo de democracia y desarrollo económico para Cuba? Las escenas de la brutalidad estatal chilena se parecían más a las de la emblemática Escalinata de la Universidad de la Habana antes del 1 de  enero de 1959, antes del triunfo de la Revolución, cuando la dictadura de Batista, respaldada por el gobierno de los EEUU, desataba su fuerza represiva muchas veces contra la juventud, los profesores y los trabajadores. Fueron muchos los estudiantes asesinados en estos actos en La Habana. Por lo menos hasta el momento de escribir estas líneas no han ocurrido muertes en Chile durante estas confrontaciones.

Pese a las demandas que han llegado a Obama de todos los rincones del planeta, procedentes de ganadores de premios Nobel, parlamentarios individuales, parlamentos y personalidades, pidiéndole liberar a los cinco cubanos presos en cárceles de Estados Unidos, como resultado de un juicio amañado, sin pruebas, ¿qué ha hecho Obama entre el cuatro de marzo y el día de hoy? No ha hecho nada, y nos estamos acercando al período crucial del proceso de hábeas corpus próximo a concluir para Gerardo Hernández Nordelo, sin que se aprecie nada positivo hasta el momento. Los Cinco Cubanos están en prisión desde 1998 porque  trataron frenar la injerencia terrorista en los asuntos internos de Cuba, apoyada por los EEUU.

Si tenemos en cuenta todas estas provocaciones y la confirmación desde la Casa Blanca y el Congreso de los EEUU de sus intenciones de continuar su programa de subvertir el orden constitucional en Cuba, ¿de qué otro modo podían reaccionar el gobierno cubano y la justicia cubana? Ellos no tenían otra alternativa que reafirmar que van a continuar defendiendo su soberanía, como es un derecho para cualquier país del mundo, grande o pequeño.

Alan Gross y su familia deben culpar a su propio gobierno por lo que él promueve. Son ellos en primer lugar quienes lo han involucrado, y al continuar con las mismas políticas contra Cuba desde el cuatro de marzo hasta el presente, no le han dado argumento alguno a la justicia cubana para pronunciarse de modo diferente a como lo ha hecho.

arnoldaugust@hotmail.com
 
Tomado de Cambios en Cuba

sábado, 6 de agosto de 2011

Raúl Roa: genio y figura

Roa visto por Víctor Manuel


Por Leyde Ernesto Rodríguez La Habana
Instituto Superior de Relaciones Internacionales "Raúl Roa García"
Cuando apenas era un muchacho retozón escuchaba con esmero  las anécdotas sobre la Revolución del 30 que narraba un veterano combatiente. Sí, aquella esperanza de la primera mitad del siglo pasado que de un bandazo “se fue a bolina”.

En la retentiva de aquel abuelo lúcido, la figura y el genio de un joven sobresaliente emergían perennes. Se trataba de Raúl Roa García. El viejo contaba sobre el hombre y sobre sus afiladas páginas.

En los años posteriores, yo buscaría con afán y leería con deleite, las compilaciones de ensayos y testimonios del canciller de la dignidad.

Con la lectura de Retorno a la Alborada, En Pie, La Revolución del 30, El fuego de la semilla…—enciclopédicos y gruesos volúmenes— disfruté a un Roa cronista de su tiempo, genuino periodista de amplia cultura y locuaz capacidad expresiva, tribuno y diplomático que puso y expuso su vida al servicio de Cuba.

Al igual que su abuelo Ramón Roa —hombre del 68—, Raúl fue, en el sentido épico y ético de nuestra cultura, un mambí de pluma y machete.

Hay oficios mayores. El periodismo representó para él una de esas grandes pasiones humanas. La profusión de sus textos y la profunda vocación revolucionaria vertida en ellos, nunca hicieron mella en la belleza de estilo, ni en la autenticidad de sus ensayos y comentarios. 
 
Aunque en ocasiones se empeñó en afirmar que no era un “escritor” y alegaba: “Mi estilo se parece a mí como yo a él”, sus condiciones de literato excepcional trascienden en el tiempo. Nos legó —sin proponérselo— una obra que podemos calificar de única. Así lo es por el amplio dominio del lenguaje culto y popular; por las expresiones que en forma de látigo utilizó para desenmascarar a los enemigos de la isla y exaltar —al mismo tiempo— lo mejor de nuestra cultura e identidad nacionales. 

En Roa, tema, estilo y contenido trasuntaban evidente criollismo, sabrosa cubanía.


LA URGENCIA DE PEGAR PALABRAS


La siempre recordada profesora Vicentina Antuña, en la noche de ceremonia de investidura de  Roa como profesor de Mérito de la Universidad de La Habana, sentenció con admiración: “A la trayectoria histórica de Raúl Roa, se halla indisolublemente vinculada su fecunda obra de creación literaria, que abarca los dominios de la prosa en el periodismo y el ensayo, en la biografía y en la crítica literaria, en la oratoria política y académica. Obra multifacética de un escritor revolucionario, es por su impulso vital y  por su brioso contenido, historia y testimonio apasionante de la época tremendamente  conmovida por transformaciones radicales que nos ha tocado vivir. Genuina voz del Alma Mater”.

Vicentina fue clara y amorosa —como siempre. Así concluyó sus palabras sobrecogidas de emoción. Roa, en aquel momento de nutridos e infinitos aplausos irrumpió de repente hacia el podio y corroboró, con sentida modestia, los juicios de la doctora Antuña:

“No solo constituye un honor desmedido este que me concede con legítima autenticidad, la Universidad de La Habana; ha desordenado a la par, por su espontáneo arranque y unánime acogida, el ritmo vegetativo de mi miocardio inocente”.

 
Y conmovido en medio del inusitado espectáculo preguntó de súbito: 

“¿Y qué decir de las palabras desbordadas de mi querida, antañona y juvenil compañera, Vicentina Antuña, mujer de lúcido entendimiento, sensibilidad acendrada, saber cimentado y convicciones indoblegables, sino que brotan de los manantiales puros de su generosidad?” 

Junto a este memorable y simpático pasaje de reconocimiento a la labor de Roa como profesor e intelectual, otro hito harto elocuente de sus dotes literarias está en el cuento breve  “Impotencia”.

Poco divulgado, con fecha 1931 y narrado en primera persona, el protagonista: un chaleco-sweater que él no quería mandar a lavar después de un mes de uso continuo en prisión dice: “Aunque hoy no es 10 de octubre, he amanecido con los ojos profusamente embanderados de lagañas. Y sobre todo con unas urgencias terribles de pegar palabras, no obstante que mi suprema aspiración literaria es escribir sin ellas”.

LA CULTURA AL PUEBLO

 

Que Roa llegó a ser una brillante personalidad de la cultura cubana y de nuestra política nacional e internacional, es cosa sabida. Pero él tenía algo especial: su obra es pura e indisoluble muestra de unidad entre el pueblo y la cultura.

Muy escasos contemporáneos de él lograron combinar al unísono el talento creador como escritor, polemista, periodista y diplomático, con la gracia, estilo popular, quijotesco que lo inmortaliza.

Defendió a capa y espada —“como en sus lecturas de mosqueteros”— aquel ideal de Julio A. Mella: “En lo que a Cuba se refiere, es necesario primero una revolución social para hacer una revolución universitaria”.

El canciller de la dignidad fustigó y pulverizó los seductores cantos pregonados por los agoreros de la seudocultura neocolonial. Aquellas voces aleladas que soñaban vivir y pensar de espalda a la tierra que los vio nacer. En una suerte de calco y copia de Norteamérica.

Vinculado activamente al movimiento revolucionario y a la Liga Antiimperialista de Cuba, que organizara Mella en la década de 1920, participó intensamente, en 1927, en la Universidad Popular “José Martí, que en esa etapa dirigió Rubén. 

Roa llega como un discípulo eminente del filósofo Enrique José Varona, y era ya un lector apasionado y profundo del Apóstol José Martí, Mella y Rubén tendrían a un inestimable compañero. 

Fue un talismán de su generación. Una de las más influyentes personalidades cubanas del siglo XX. El escriba y revolucionario cuya voz y ni pluma podrán acallarse por los siglos de los siglos. “Amén”, estaría diciendo él ahora, muerto de carcajadas y en tono más que burlón, si leyera estas líneas.

REFERENCIA:
Enrique de la Osa. Visión y Pasión de Raúl Roa. Editorial de Ciencias Sociales. La Habana, 1987
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Fuente: La Jiribilla.

http://www.lajiribilla.co.cu/2005/n192_01/192_13.html