Jean François Guillotin, hijo de uno de los seis marinos franceses sobrevivientes del sabotaje al vapor La Coubre (4 de marzo de 1960), se reunió hoy con familiares de cubanos que perecieron en la catástrofe.
Explosión del buque La Coubre. La Habana, Cuba |
En conferencia de prensa realizada en la sede de Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, en La Habana, Guillotin comentó que aquel día su padre, Jean Marie, se encontraba en la cabina del barco y escribía a su esposa, al momento de la primera explosión.
Relató que el comandante de la embarcación organizó inmediatamente la evacuación y poco después recibieron la ayuda de bomberos, policías y multitud de cubanos que acudieron a prestar auxilio.
Entonces Jean François Grillotin tenía dos años, posteriormente supo que su padre perdió una oreja como consecuencia del fuerte estallido, hecho que causó sufrimientos que han marcado para siempre a su familia.
Lamentablemente, expresó, muchos perecieron luego de la segunda explosión del barco, la cual segó la vida de decenas de personas que realizaban labores de rescate.
El vapor La Coubre era un barco de origen francés que fue objeto de un acto terrorista en el puerto de La Habana, cuando transportaba armas y municiones destinadas a la defensa de la entonces joven Revolución, amenazada por el imperialismo norteamericano.
Tuvieron lugar dos explosiones, que produjeron cerca de un centenar de muertos y 200 heridos.
Al intervenir en el acto conmemorativo, Jean Guy Allard, periodista e investigador del tema, señaló que las autoridades cubanas y la embajada de Francia en Cuba investigan de conjunto para esclarecer más el hecho, obra de la Agencia Central de Inteligencia, de los EE.UU.
Dijo que Jean François puede contribuir en este sentido, ya que posee copias de documentos de la época pertenecientes a la compañía Générale Transatlantic, la cual operaba el barco francés, pero estos no pueden ser divulgados hasta 150 años después del suceso en cuestión.
Los familiares de cubanos fallecidos en la catástrofe agradecieron la visita del francés a La Habana, y lo instaron a que -como hijo de una víctima- haga todo lo posible por lograr que la verdad se conozca y alivie el dolor que han padecido desde hace medio siglo.
Daniela Pérez, bisnieta de Carlos Alfaro, fallecido aquel cuatro de marzo, dijo a la AIN que desde muy pequeña participa en todas las actividades que se realizan para no olvidar las enseñanzas en torno al sabotaje a La Coubre, porque no quisiera que otros niños como ella y sus familias tengan que padecer igual sufrimiento.
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