domingo, 14 de agosto de 2011

Hijo de marino francés herido en sabotaje a La Coubre busca la verdad

Por Jean-Guy Allard


Un ciudadano francés de 52 años, Jean-François Guillotin, hijo de un marino que sufrió heridas el 4 de marzo de 1960 en la explosión del barco La Coubre en el puerto de La Habana, visitó Cuba esta semana en busca de la verdad sobre el atentado. 

Foto: Orlando Pereira (ICAP)
François Guillotin, con camisa blanca, e integrantes del Comité Cubano de Víctimas del Terrorismo rindieron tributo a los mártires del criminal sabotaje.

Guillotin descubrió, al consultar los archivos de la desaparecida Compagnie Générale Transatlantique (CGT), en el sitio web de la fundación francesa French Lines, la mención de un expediente de la investigación de los hechos realizada en 1960 por los dueños del buque.

Su sorpresa fue grande cuando vio al lado del nombre del documento, la restricción "Publicable: 150 años", aparentemente escrita por los juristas de la CGT al archivarlo.

La fundación French Lines, retomando una marca que usaba la CGT para sus operaciones, maneja un servicio de investigación histórica de distintos fondos de empresas de navegación, en su sede de la ciudad portuaria de Le Havre, con el propósito de garantizar la conservación del patrimonio marítimo francés.

LA COUBRE MARCÓ LA HISTORIA DE MI FAMILIA

"La tragedia de la Coubre marcó la historia de mi familia", señala Guillotin. "Cuando niño yo me fijaba en cómo mi padre había escapado a una catástrofe tan grande".

"Mi padre no murió en el evento pero sí fue herido y sufrió luego secuelas que lo afectaron toda la vida. Perdió la facultad del oído del lado izquierdo y tuvo que someterse a varias operaciones".

"En el momento de la primera explosión se encontraba en su cabina, escribiendo a su esposa. Siempre lo escuché decir que la explosión fue extremadamente fuerte, y que luego el comandante del barco organizó urgentemente la evacuación que se realizó con la ayuda del personal de socorro cubano". 

La tripulación de La Coubre se quedó una docena de días en La Habana en espera de su regreso a Francia.

"Los marinos se encontraban bastante afectados por la dimensión de la catástrofe en la cual habían perdido a seis compañeros, dos de ellos tan destrozados que no se pudo recuperar sus cuerpos", cuenta Guillotin.

"Fue entonces que recibieron la visita de Fidel Castro y del Che Guevara que vinieron a expresar su apoyo".

Jean-Marie Guillotin era oficial de mecánica a bordo de La Coubre. Tenía dos hijos. "Yo tenía entonces dos años y mi hermana seis meses".

Guillotin ha conservado los papeles de su padre relacionados con estos días. "Fueron vestidos, alimentados, hospedados en el Hotel Plaza de La Habana. Tengo hasta una hoja en la cual mi padre había anotado todos los objetos que perdió en la explosión".

Los 22 sobrevivientes franceses de La Coubre fueron luego repatriados a Francia por barco.

Guillotin tuvo la oportunidad de conversar con varios familiares de víctimas cubanas de La Coubre. "Fue muy emocionante", comentó.

Ellos no solo recordaron cómo la pérdida de sus padres en el atentado afectó su existencia y la del conjunto de sus familias, sino que pidieron al visitante francés seguir a su lado en la búsqueda de la verdad. "Todos sabemos que fue obra de la CIA", insistió Golio Sotolongo, uno de ellos.

Guillotin tiene la esperanza de lograr la desclasificación de aquel documento. 

Tomado de Granma.

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