lunes, 16 de julio de 2012

La nueva vida de los opositores cubanos en España


 
Por Salim Lamrani
Opera Mundi


En 2010 y 2011, todos los denominados presos “políticos” cubanos fueron liberados tras la mediación de la Iglesia Católica Cubana y del gobierno español. La mayoría de ellos eligió instalarse en España con sus respectivas familias y empezar una nueva vida. Pero el soñado Eldorado europeo no existe en una Península Ibérica golpeada por una grave crisis económica. Algunos incluso quieren volver a Cuba.

            A petición del Vaticano y del gobierno español de José Luis Rodríguez Zapatero, la Iglesia Católica Cubana que dirige el Cardenal Jaime Ortega hizo una mediación con las autoridades de La Habana que desembocó en 2010 y 2011 en la liberación de 127 presos, de los cuales 52 eran considerados “políticos” por Amnistía Internacional.[1] Según esta organización de defensa de los derechos humanos, actualmente no hay ningún preso de conciencia en Cuba.[2] La Iglesia Católica Cubana comparte este punto de vista.[3]
            Algunos sectores acusaron al gobierno cubano, a la Iglesia Católica y al gobierno de Zapatero de obligar a esas personas al exilio. Varios medios informativos occidentales repitieron esa versión.[4] El Partido Popular español (derecha) denunció “el destierro” de los opositores cubanos.[5]
            No obstante, esta versión resiste difícilmente el análisis. En efecto, de las 127 personas liberadas en el marco del acuerdo entre La Habana, el Vaticano y Madrid, 12 eligieron quedarse en Cuba. Laura Pollán, entonces portavoz del grupo opositor “Las Damas de Blanco” y acérrima detractora del gobierno cubano, estuvo clara al respecto: “Nadie ha obligado a ningún preso a abandonar el país. Quien diga lo contrario está mintiendo”. Del mismo modo, varios disidentes afirmaron que en ningún momento las autoridades cubanas les habían pedido que abandonaran el país como condición previa a su liberación.[6]
            Fernando Ravsberg, corresponsal de la BBC en La Habana, también desmintió esa afirmación. Varios opositores que eligieron dejar el país le confesaron que “podrían haberse quedado en la isla de haberlo querido. Aseguran que en ningún momento se les impuso la salida al extranjero como condición para ser puestos en libertad”.[7]

La dolorosa realidad española

            Lejos de encontrar una nación próspera, los disidentes cubanos fueron golpeados con toda fuerza por la crisis económica que afecta a España. La mayoría de ellos se encuentra sin trabajo, sin recursos y a veces incluso sin techo, siendo los centros de acogida de la Cruz Roja los que se encargan de ellos. Según la prensa ibérica, “pasado un año de su llegada, los exiliados han ido perdiendo las ayudas del Gobierno y se están quedando sin recursos, ya que la inmensa mayoría no ha logrado empleo estable”.[8]
            El nuevo gobierno español de derecha decidió eliminar la ayuda otorgada a los disidentes cubanos un año después de su llegada y se negó a prorrogarla doce meses, como estaba previsto al principio, por razones económicas.[9] En efecto, España gastó un promedio de 2.000 euros mensuales por persona, o sea más de 18 millones de euros para cubrir las necesidades de los 115 opositores acompañados de 648 familiares durante un año. El costo se consideró demasiado elevado en un país que cuenta con 5 millones de parados, es decir alrededor del 25% de la población activa.[10]
            No obstante, el Partido Popular (PP) no vaciló en usarlos en su guerra política contra La Habana y llevó a cuatro de ellos a Bruselas para que testificaran y defendieran la necesidad de mantener la Posición Común de la Unión Europea respecto a Cuba (que limita las relaciones políticas, diplomáticas y culturales. Sin embargo se mostró poco agradecido al suprimir las ayudas dejando así a los opositores cubanos la amarga sensación de que los habían utilizado.[11] Desde su llegada a España, éstos no habían dejado de expresar su apoyo al PP y de criticar al PSOE de Zapatero que contribuyó a su liberación.[12]
            Entonces los disidentes cubanos decidieron recurrir a una huelga de hambre para protestar contra esta decisión y expresar su “total desamparo”. “Es la única alternativa que nos queda”, declaró uno de ellos, instalado en una tienda frente al Ministerio de Exteriores español.[13]
            Lejos de ser atendidos por las autoridades españolas, la policía desalojó “brutalmente” a los huelguistas y les ordenó abandonar la plaza.[14] Dawuimis Santana denunció la violencia policial de la cual fueron víctimas: “los arrastraron por el suelo, les golpearon la cara, el brazo, uno tiene la nariz partida”. Cuatro de ellos fueron detenidos.[15] Las fuerzas del orden se muestran generalmente severas con los manifestantes de todo tipo y no hicieron excepción con los opositores cubanos. Algunos observadores señalaron que el Partido Popular, de costumbre tan dispuesto a acudir a la defensa de los disidentes cubanos y a denunciar la “opresión” de la cual eran víctimas en la isla, se mostró esta vez discreto en relación con la actuación de la policía municipal de Madrid contra ellos.[16]
            José Manuel García Margallo, ministro español de Exteriores, reconoció que el caso de los cubanos no era “sencillo” y que éstos se encontraban “en un situación difícil”. Pero rechazó cualquier idea de prorrogar las ayudas financieras debido a la crisis económica que azota el país. Se comprometió como máximo a acelerar el proceso de validación de los títulos universitarios.[17]
            A veces, el desamparo al que se enfrentan los opositores cubanos en España toma giros trágicos. Así, Albert Santiago du Bouchet, instalado en las Islas Canarias desde su liberación, se suicidó el 4 de abril de 2012 porque no soportaba que las autoridades españolas lo abandonaran a su suerte eliminando la ayuda financiera mensual que le concedían.[18] El gobierno español rechazó todo “vínculo directo” entre el suicidio y la decisión de poner fin a la ayuda financiera. No obstante, su familia y varios amigos afirmaron que su precaria situación económica fue la principal causa del drama.[19]

¿Volver a Cuba?

            Contra todo pronóstico, varios disidentes declararon su intención de volver a Cuba, a falta de poder viajar a Estados Unidos, acusando a España de abandono.[20] “Es mejor estar en Cuba que aquí en la calle”, declaró Ismara Sánchez.[21] “Desde el 31 de marzo estoy en la calle”, pues no puede pagarse una vivienda, se quejó Idalmis Núñez. “Ahora es difícil: hemos arrastrado a nuestras familias lejos de casa y no podemos darles de comer. Por primera vez en mi vida tengo cargo de conciencia. Tengo miedo”, admitió otro opositor.[22] “Ya los niños no tienen comida, no tienen leche. Ya los niños no pueden ir a la escuela porque no tienen dinero para el transporte”, expresó el opositor Bermúdez.[23]
            Del mismo modo, Orlando Fundora y su esposa, tuvieron que enfrentar condiciones de vida tan difíciles que hasta añoraron su tierra de origen. En una entrevista a la BBC, Fundora confesó algo inesperado: “Comíamos mejor en Cuba”.[24]
            En realidad, la decisión de regresar a Cuba no es tan sorprendente. A pesar de los recursos limitados de la nación caribeña, las dificultades y vicisitudes cotidianas que engendra el estado de sitio económico que Estados Unidos impone a Cuba desde 1960, el cual afecta a todas las categorías de la población y constituye el principal obstáculo al desarrollo de la nación, el gobierno de La Habana ha edificado un sistema de protección social relativamente eficaz que satisface las necesidades básicas de la población. Así, a pesar de los pesares, el 85% de los cubanos son propietarios de su vivienda. Del mismo modo, se benefician de acceso gratuito a la educación, a la salud y a las actividades culturales. La libreta de abastecimiento les permite recibir cada mes, además del salario, una alimentación de base suficiente para dos semanas. Así nadie queda abandonado a su suerte y el Estado se encarga de las categorías más vulnerables de la sociedad. Por eso, a pesar de los límites en términos de recursos naturales, en Cuba no hay personas sin techo ni niños desamparados en las calles. Por otra parte, con respecto a la infancia, según la UNICEF Cuba es el único país del Tercer Mundo donde no existe la desnutrición infantil.[25]

            A fin de cuentas, Europa no ha sido el Eldorado prometido a los opositores cubanos. Éstos tuvieron que enfrentarse a la brutal realidad económica de la Península Ibérica y descubrieron que los más vulnerables eran abandonados rápidamente a su suerte. También pudieron darse cuenta finalmente de que su Isla no es la antesala del infierno, a pesar de los problemas cotidianos, y de que el sistema de protección social se encarga de proteger a los más débiles.

Fuentes:

http://www.cubadebate.cu/opinion/2012/07/15/la-nueva-vida-de-los-opositores-cubanos-en-espana/
http://operamundi.uol.com.br/conteudo/opiniao/23007/a+nova+vida+dos+opositores+cubanos+na+espanha.shtml

*Doctor en Estudios Ibéricos y Latinoamericanos de la Universidad Paris Sorbonne-Paris IV, Salim Lamrani es profesor encargado de cursos en la Universidad Paris-Sorbonne-Paris IV y en la Universidad Paris-Est Marne-la-Vallée y periodista, especialista de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Su último libro se titula Etat de siège. Les sanctions économiques des Etats-Unis contre Cuba, París, Ediciones Estrella, 2011, con un prólogo de Wayne S. Smith y un prefacio de Paul Estrade. Contacto: Salim.Lamrani@univ-mlv.fr



[1] Amnesty International, «Cuba, Annual Report 2012», 2012. http://www.amnesty.org/en/region/cuba/report-2012 (sitio consultado el 2 de julio de 2012).
[2] Ibid.
[3] Juan O. Tamayo, «Tensa cita de las Damas de Blanco con Iglesia cubana», El Nuevo Herald, 25 de mayo de 2012.
[4] Axel Gyldén, «En exil forcé, un dissident cubain met fin à ses jours», L’Express,7 de abril de 2012.
[5] Público, «Aznar afirma que los presos cubanos sufren ‘un destierro’ en España», 28 de julio de 2010.
[6] Fernando Ravsberg, «La conspiración católico-comunista», BBC, 23 de junio de 2011. http://www.bbc.co.uk/blogs/mundo/cartas_desde_cuba/2011/06/la_conspiracion_catolico-comun.html (sitio consultado el 14 de junio de 2012).
[7] Ibid.
[8] Carmen Pérez-Lanzac, «Exprisioneros políticos refugiados en España protestan tras quedarse sin ayudas», El País, 11 de abril de 2012.
[9] Carmen Pérez-Lanzac, «Entre 2010 y 2011 llegaron a España 767 cubanos: 115 presos y sus familiares», El País, 10 de abril de 2010.
[10] Joaquín Gil, «El Gobierno paga 2.000 euros al mes por cada uno de los 762 disidentes y familiares», El País, 13 de julio de 2011.
[11] Jerónimo Andreu, «Exprisioneros políticos traídos a España por Exteriores hace un año pierden las ayudas públicas», El País, 9 de abril de 2012.
[12] EFE, «Opositores cubanos piden a España una actitud ‘más enérgica’ contra castrismo», 20 de enero de 2012.
[13] EFE, «Diez ex presos cubanos deciden emprender una huelga de hambre en Madrid», 13 de abril de 2012.
[14] Ibid.
[15] Europa Press, «Denuncian la detención de cuatro expresos cubanos que protestaban en Madrid ante el Ministerio de Exteriores», 23 de mayo de 2012.
[16] EFE, «El Partido Popular español exige a Cuba que deje de oprimir a la disidencia», 20 de enero de 2012.
[17] Carmen Pérez-Lanzac, «Exprisioneros políticos refugiados en España protestan tras quedarse sin ayudas», El País, 11 de abril de 2012.
[18] El País, «Fallece un expreso político cubano llegado a España el año pasado», 6 de abril de 2012.
[19] Europa Press, «España no ve ‘relación directa’ entre el suicidio de un disidente y el fin de la ayuda», 9 de abril de 2012.
[20] Juan O. Tamayo, «Ex presos políticos cubanos en España viven pesadilla», El Nuevo Herald, 17 de abril de 2012.
[21] Ríos Biot, «‘Es mejor estar en Cuba que aquí en la calle», El País, 13 de abril de 2012.
[22] Jerónimo Andreu, «Exprisioneros políticos traídos a España por Exteriores hace un año pierden las ayudas públicas», El País, 9 de abril de 2012.
[23] EFE, «Ex presos cubanos denuncian en Madrid su ‘total desamparo’», 10 de abril de 2012.
[24] Fernando Ravsberg, «La conspiración católico-comunista», BBC, op. cit.
[25] UNICEF, Progreso para la infancia. Un balance sobre la nutrición, 2011.


jueves, 12 de julio de 2012

Armamento nuclear: hipocresías escandalosas

Por Immanuel Wallerstein 


El mundo se ha preocupado por un posible Armagedón nuclear desde que Estados Unidos arrojó dos armas nucleares sobre Japón en 1945. Éstas fueron, digamos, las únicas dos bombas atómicas que se han utilizado en alguna guerra real.

Que Estados Unidos poseyera la bomba atómica le dio, por supuesto, una ventaja militar enorme. De ahí siguió que Estados Unidos quisiera mantener un monopolio del arma y que otros países intentaran romperlo. Primero, sobre todo, la Unión Soviética lo intentó, y lo logró en 1949. Lo que se temía como una gran catástrofe resultó una bendición maravillosa. Desde ese punto en adelante las dos superpotencias se trabaron en un acuerdo mutuo, no expresado, de no ser el primero en utilizarla. Pese a las constantes sospechas de cada uno, el acuerdo tácito se mantiene hasta el día de hoy.

Hubo otros, sin embargo, que pensaron que merecían ser parte del club. Gran Bretaña fue invitado a entrar por Estados Unidos. Y tanto Francia como China ignoraron todos los ruegos y presiones de que permanecieran no nucleares. Así, en la década de 1970, los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas eran potencias atómicas.

Fue en ese momento que Estados Unidos hizo el intento de cerrar el club a futuros miembros. Promovió un Tratado de no Proliferación de Armas Nucleares (NNPT, por sus siglas en inglés), que en esencia ofrecía un trato. Si todos los otros (no los cinco) renunciaban a desarrollar armas atómicas obtendrían dos cosas a cambio: 1, el derecho a desarrollar los usos pacíficos de la energía nuclear, y, 2, una promesa de que los cinco nucleares negociarían una reducción de sus arsenales atómicos, encaminados hacia un eventual punto cero.

El mundo entero firmó ese tratado, excepto tres países: Israel, India y Pakistán. Los tres procedieron a desarrollar armamento nuclear. Y pese a las reprimendas iniciales de varios tipos, quienes no fueron invitados al club se volvieron miembros de facto.

Desde el principio han existido dos problemas con este pacto. El primero es que ninguno de los cinco iniciales (mucho menos los tres adicionales) han tenido nunca la intención de reducir su arsenal nuclear y nunca lo han hecho. En fechas recientes, con el fin de que el Congreso estadunidense ratificara una extensión al NNPT cuando expiraran los primeros 25 años planteados en el tratado, el presidente Obama anunció una actualización de las armas estadunidenses. No hay duda de que lo están emulando las otras potencias atómicas.

El segundo problema fue técnico y tuvo implicaciones políticas enormes. Parece que, con el fin de garantizar los usos pacíficos de la energía nuclear, un país necesita alcanzar niveles de competencia técnica tales que, entonces, es muy fácil ir un paso más allá y construir armas atómicas. Este derecho, sin embargo, fue la gran zanahoria que se ha ofrecido a las potencias no nucleares que accedieron a no proliferar.

Eso nos deja en donde estamos ahora. Los cinco atómicos (sin duda los ocho nucleares) han estado mejorando sus armas. Simultáneamente, Estados Unidos (y algunos otros) intenta tenazmente negar a las potencias no nucleares el único derecho que tenían en el tratado que firmaron. Éste es el punto que se debate con Irán. Lo que Estados Unidos e Israel argumentan vociferando es que a Irán no puede confiársele que pueda ejercer el derecho que el tratado le da a Irán, porque entonces, no importa lo que diga ahora, irá un paso más allá. Y entonces, implican, utilizará la bomba para atacar a Israel.

Corea del Norte se retiró del NNPT (aunque un tanto ambiguamente) y ahora es la novena potencia nuclear. Toda una serie de países están siguiendo el mismo camino que Irán, es decir, aumentar el nivel técnico de sus procesos atómicos. Pero Estados Unidos parece pensar que son más dignos de confianza y, por tanto, no hace escándalo público sobre el asunto.

Todo mundo miente con todos los dientes. Los países no están trabajando para evitar una catástrofe nuclear. Están buscando mantener y/o mejorar su posición política vis-à-vis sus supuestos antagonistas. Nadie quiere una bomba para arrojársela a otros. Todo mundo desea una bomba para que nadie le arroje una.

Se trata de un estancamiento total, y continuará siéndolo. No está en el interés de ningún país hacer concesiones. El mundo se mueve, por tanto, hacia la proliferación en todas partes. ¿Es esto peligroso? Por supuesto. ¿Implicará esto necesariamente una catástrofe? Hay muy poca probabilidad. Incluso una probabilidad en mil, sin embargo, es demasiado. Pero dado que nada cambiará, no tenemos otra opción que confiar en que una probabilidad en mil no ocurra antes de que todos recapacitemos. El acuerdo tácito de facto de no utilizar la bomba le funcionó Estados Unidos y a la Unión Soviética. Le ha funcionado a India y Pakistán. ¿Por qué no podría seguir funcionando con más potencias nucleares en el juego, que ahora es no sólo un juego de buscar la ventaja geopolítica sino también prestigio y orgullo? 

Fuentes: La Jornada, Rebelión.
08-07-2012


Traducción: Ramón Vera Herrera

jueves, 5 de julio de 2012

“La teoría de las ventanas rotas”


En 1969, en la Universidad de Stanford (EEUU), el Prof. Philip Zimbardo realizó un experimento de psicología social. Dejó dos autos abandonados en la calle, dos autos idénticos, la misma marca, modelo y hasta color. Uno lo dejó en el Bronx, por entonces una zona pobre y conflictiva de Nueva York y el otro en Palo Alto, una zona rica y tranquila de California. Dos autos idénticos abandonados, dos barrios con poblaciones muy diferentes y un equipo de especialistas en psicología social estudiando las conductas de la gente en cada sitio.
  
Resultó que el auto abandonado en el Bronx comenzó a ser vandalizado en pocas horas. Perdió las llantas, el motor, los espejos, el radio, etc. Todo lo aprovechable se lo llevaron, y lo que no, lo destruyeron. En cambio el auto abandonado en Palo Alto se mantuvo intacto.
  
Es común atribuir a la pobreza las causas del delito. Atribución en la que coinciden las posiciones ideológicas más conservadoras, (de derecha y de izquierda). Sin embargo, el experimento en cuestión no finalizó ahí, cuando el auto abandonado en el Bronx ya estaba deshecho y el de Palo Alto llevaba una semana impecable, los investigadores decidieron romper un vidrio del automóvil de Palo Alto, California. El resultado fue que se desató el mismo proceso que en el Bronx de Nueva York y el robo, la violencia y el vandalismo redujeron el vehículo al mismo estado que el del barrio pobre.
  
¿Por qué el vidrio roto en el auto abandonado en un vecindario supuestamente seguro es capaz de disparar todo un proceso delictivo?
  
No se trata de pobreza. Evidentemente es algo que tiene que ver con la psicología, el comportamiento humano y con las relaciones sociales. 
Un vidrio roto en un auto abandonado transmite una idea de deterioro, de desinterés, de despreocupación que va rompiendo códigos de convivencia, como de ausencia de ley, de normas, de reglas, como que todo vale nada. Cada nuevo ataque que sufre el auto reafirma y multiplica esa idea, hasta que la escalada de actos, cada vez peores, se vuelve incontenible, desembocando en una violencia irracional.
 
En experimentos posteriores (James Q. Wilson y George Kelling) desarrollaron la 'teoría de las ventanas rotas', misma que desde un punto de vista criminológico concluye que el delito es mayor en las zonas donde el descuido, la suciedad, el desorden y el maltrato son mayores.
 
Si se rompe un vidrio de una ventana de un edificio y nadie lo repara, pronto estarán rotos todos los demás. Si una comunidad exhibe signos de deterioro, y esto es algo que parece no importarle a nadie, entonces allí se generará el delito. Si se cometen 'esas pequeñas faltas' como estacionarse en lugar prohibido, exceder el límite de velocidad o pasarse una luz roja y estas pequeñas faltas no son sancionadas, entonces comenzarán a desarrollarse faltas mayores y luego delitos cada vez más graves.

Si los parques y otros espacios públicos son deteriorados progresivamente y nadie toma acciones al respecto, estos lugares serán abandonados por la mayoría de la gente (que deja de salir de sus casas por temor a las pandillas),  y esos mismos espacios abandonados por la gente, serán progresivamente ocupados por los delincuentes.
 
La respuesta de los estudiosos fue más contundente aun, indicando que; ante el descuido y el desorden crecen muchos males sociales y se degenera el entorno.
 
Tan solo vea un ejemplo en casa, si un padre de familia deja que su casa tenga algunos desperfectos, como falta de pintura de las paredes en mal estado, malos hábitos de limpieza, malos hábitos alimenticios, malas palabras, falta de respeto entre los miembros del núcleo familiar, etc., etc., etc., entonces poco a poco se caerá en un descuido de las relaciones interpersonales de los familiares y comenzarán a crear malas relaciones con la sociedad en general y quizá algún día llegarán a caer  en prisión.
 
Esa puede ser una hipótesis de la descomposición de la sociedad, la falta de apego a los valores universales, la falta de respeto de la sociedad entre sí, y hacia las autoridades (extorsión y soborno) y viceversa, la corrupción en todos los niveles, la falta de educación y formación de cultura urbana, la falta de oportunidades ha generado un país con ventanas rotas, con muchas ventanas rotas y nadie parece estar dispuesto a repararlas.
 
La teoría de las ventanas rotas fue  aplicada por primera vez a mediados de la década de los 80 en el metro de Nueva York, el cual se había convertido en el punto más peligroso de la ciudad. Se comenzó por combatir las pequeñas transgresiones: graffitis deteriorando el  lugar, suciedad de las estaciones, ebriedad entre el público, evasiones del pago del pasaje, pequeños robos y desórdenes. Los resultados fueron evidentes.. 

Comenzando por lo pequeño se logró hacer del metro un lugar seguro.

Posteriormente, en 1994, Rudolph Giuliani, alcalde de Nueva York, basado en la teoría de las ventanas rotas y en la experiencia del metro, impulsó una política de 'tolerancia cero'.

La estrategia consistía en crear  comunidades limpias y ordenadas, no permitiendo transgresiones a la ley y a las normas de convivencia urbana.
El resultado práctico fue un enorme abatimiento de todos los índices criminales de la ciudad de Nueva York.
 
La expresión 'tolerancia cero' suena a una especie de solución autoritaria y represiva, pero su concepto principal es más bien la prevención y  promoción de condiciones sociales de seguridad.

No se trata de linchar al  delincuente, ni de la prepotencia de la policía; de hecho, respecto de los  abusos de autoridad, debe también aplicarse la tolerancia cero.
No es  tolerancia cero frente a la persona que comete el delito, sino tolerancia cero frente al delito mismo. 

Se trata de crear comunidades limpias, ordenadas, respetuosas de la ley y de los códigos básicos de la convivencia social humana.    

martes, 3 de julio de 2012

La deuda pública en Francia y en Europa


Los bancos privados se hacen ricos a costa de los ciudadanos


Por Salim Lamrani
Opera Mundi

           Todos los países europeos se enfrentan al problema de la deuda que afecta severamente a las finanzas públicas. Francia, la quinta potencia mundial, tampoco se libra de la crisis que hace la felicidad de los bancos privados.

            Ninguna nación europea se salva del problema de la deuda pública, aunque la gravedad de la crisis difiere de un país a otro. A un lado se encuentran los “buenos alumnos” tales como Bulgaria, Rumania, República Checa, Polonia, Eslovaquia, acompañados de los países bálticos y escandinavos, con un endeudamiento inferior al 60% del PIB. Al otro lado están los cuatro “malos alumnos”, cuya deuda pública supera el 100% del PIB: Irlanda (108%), Portugal (108%), Italia (120%) y Grecia (180%). Entre estos dos extremos se hallan el resto de los países de la Unión Europea, tales como Francia (86%), cuya deuda oscila entre el 60% y el 100% del PIB.[1]
            Los gobiernos europeos de filosofía liberal, simbolizados por la Alemania de Ángela Merkel, son unánimes en cuanto a la importancia que conviene dedicar al “desendeudamiento” público, aplicando políticas de austeridad. Del mismo modo, Pierre Moscovici, a pesar de que es el ministro de Economía francés del gobierno socialista de François Hollande, ha fijado como objetivo prioritario “reducir los déficit”, y se ha comprometido a limitarlos a un 3% del PIB por año, entre otras cosas a través de la reducción de los gastos públicos.[2]
            No obstante, es de notoriedad pública que las políticas de austeridad que promueven la Unión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional y que se aplican en el Viejo Continente, son económicamente ineficaces. Incluso tienen el efecto contrario, ya que lejos de estimular el crecimiento, la reducción de los gastos, la disminución de los salarios y de las pensiones de retiro –además de las consecuencias sociales y humanas catastróficas que ocasionan– conducen inevitablemente a una contracción del consumo. De hecho las empresas se ven obligadas a reducir la producción y los salarios e incluso a prescindir de sus empleados. Consecuencia lógica, los recursos tributarios del Estado disminuyen mientras que sus gastos –para atenuar los efectos del desempleo– estallan, creando así un interminable círculo vicioso, cuyo símbolo es la crisis griega. Así, varios países europeos se encuentran en recesión.

Cómo nació la deuda pública de Francia

En 1973, Francia no tenía problema de deuda y el presupuesto nacional se encontraba equilibrado. En efecto, el Tesoro Público podía financiarse directamente con el Banco de Francia para construir escuelas, infraestructuras viarias, portuarias y aéreas, hospitales y centros culturales, sin tener que pagar una tasa de interés exorbitante, y entonces apenas tenía déficit. No obstante, el 3 de enero de 1973, el gobierno del Presidente Georges Pompidou, él mismo antiguo director general del Banco Rothschild, influenciado por el mundo financiero, adoptó la Ley n°73/7 sobre el Banco de Francia, apodada la “Ley Rothschild” por el cabildeo del sector bancario a favor de su adopción. Elaborada por Olivier Wormser, gobernador del Banco de Francia, y Valéry Giscard d’Estaing, entonces ministro de Economía y Finanzas, la ley estipula en su artículo 25 que “el Tesoro Público no puede ser presentador de sus propios efectos a descuento del Banco de Francia”.[3]
En otras palabras, el Estado francés ya no puede financiar el Tesoro Público contratando préstamos sin interés con el Banco de Francia, sino que tiene que abastecerse en los mercados financieros. Así, el Estado se encuentra obligado a contratar préstamos y pagar intereses a las instituciones financieras privadas, mientras que hasta 1973 podía crear moneda para equilibrar su presupuesto mediante el Banco Central. Los bancos comerciales disponen ahora del poder de creación monetaria mediante el crédito, mientras que antes era una prerrogativa exclusiva del Banco Central, es decir del Estado, y se enriquecen a costa de los contribuyentes, con un estatus de casi monopolio.
            Así, los bancos privados pueden prestar, gracias a los sistemas de reservas fraccionarias, más de seis veces la suma que tienen en moneda central. En otras palabras, por cada euro de que disponen pueden prestar hasta 6 euros gracias a la creación monetaria mediante el crédito. Si no es suficiente, pueden contratar con el Banco Central todos los fondos que necesiten con una tasa a menudo del 0%, con el fin de prestarlo luego… a los Estados con una tasa del 3% al 18%, como es el caso de Grecia. Así, la creación monetaria mediante el crédito representa el 90% de la masa monetaria en circulación en la zona euro.
            Maurice Allais, Premio Nobel de Economía francés, denunció esta situación y afirmó que la creación monetaria debía ser una prerrogativa del Estado y del Banco Central. Según él,

“Toda creación monetaria debe ser del Estado y sólo del Estado: toda creación monetaria distinta de la moneda de base del Banco Central debe ser imposible, de modo que desaparezcan los ‘falsos derechos’ que resultan actualmente de la creación monetaria bancaria […]. Por esencia, la creación monetaria ex nihilo que practican los bancos se parece a –no vacilo en decirlo para que la gente entienda bien lo que está en juego– la fabricación de dinero por falsificadores, tan justamente sancionados por la ley. Concretamente, lleva a los mismos resultados. La única diferencia es que los que se benefician de ello son distintos”.[4]

En la actualidad la deuda de Francia se eleva a más de 1,7 billones de euros. Ahora bien, entre 1980 y 2010, el contribuyente francés rembolsó más de 1,4 billones de euros a los bancos privados sólo a título de intereses de la deuda. Así, sin la ley de 1973, el Tratado de Maastricht y el Tratado de Lisboa, la deuda francesa sería apenas de 300.000 millones de euros.[5]
Francia paga cada año 50.000 millones de euros de intereses, lo que pone dicho pago en el primer puesto del presupuesto, antes de la educación. Con semejante suma, el gobierno podría construir 500.000 viviendas de 100.000€ o crear 1,5 millones de empleos en la función pública (educación, salud, cultura, ocio) con un salario mensual neto de 1.500€. El contribuyente se ve despojado de más de 1.000 millones de euros cada semana en provecho de los bancos privados. Así, la categoría más rica de la población ha recibido del Estado el fabuloso privilegio de enriquecerse a costa del contribuyente sin ninguna contrapartida y sin el menor esfuerzo.
Por otra parte, este sistema permite al mundo financiero someter a la clase política a sus intereses y dictar la política económica mediante las agencias de calificación, ellas mismas financiadas por los bancos privados. En efecto, si un gobierno adopta una política contraria a los intereses del mercado financiero, esas agencias bajan la nota de los Estados, lo que tiene como efecto inmediato el alza de las tasas de interés.
Al mismo tiempo, cuando el Estado y el Banco Central Europeo reflotan los bancos privados en dificultad –es decir, que proceden a su nacionalización de facto sin beneficiarse de ninguna ventaja, como por ejemplo un poder de decisión en el Consejo de Administración-, lo hacen con tasas de intereses menos elevadas que las que esas mismas entidades financieras aplican al Estado.

El sistema de crédito que se ha establecido en Francia desde 1973 y que se ha ratificado en los tratados de Maastricht y de Lisboa sólo tiene un objetivo: enriquecer a los bancos privados a costa de los contribuyentes. Es una lástima que no se abra un debate sobre los orígenes de la deuda pública en Francia en los medios informativos ni en el Parlamento. No obstante, bastaría con devolver la exclusividad de la creación monetaria al Banco Central para resolver el problema de la deuda.

http://operamundi.uol.com.br/conteudo/opiniao/22692/a+historia+da+divida+publica+europeia+como+os+bancos+privados+enriqueceram+as+custas+da+populacao.shtml

*Doctor en Estudios Ibéricos y Latinoamericanos de la Universidad Paris Sorbonne-Paris IV, Salim Lamrani es profesor encargado de cursos en la Universidad Paris-Sorbonne-Paris IV y en la Universidad Paris-Est Marne-la-Vallée y periodista, especialista de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Su último libro se titula Etat de siège. Les sanctions économiques des Etats-Unis contre Cuba, París, Ediciones Estrella, 2011, con un prólogo de Wayne S. Smith y un prefacio de Paul Estrade. Contacto: Salim.Lamrani@univ-mlv.fr





[1] Eurostat, « La dette publique des Etats membres », diciembre de 2011. http://www.touteleurope.eu/fr/actions/economie/euro/presentation/comparatif-le-deficit-public-dans-la-zone-euro.html (sitio consultado el 12 de junio de 2012).
[2] Le Point, « Moscovici : l’Europe, dossier prioritaire, la dette publique est un ‘ennemi’ », 17 de mayo de 2012.
[3] Loi du 3 janvier 1973 sur la Banque de France. http://www.legifrance.gouv.fr/affichTexte.do?cidTexte=JORFTEXT000000334815&dateTexte=19931231 (sitio consultado el 13 de junio de2012)
[4] Maurice Allais, La crise mondiale d’aujourd’hui, Editions Clément Juglar, 1999.
[5] Une histoire de la dette, « Comprendre la dette publique », 7 de octubre de 2011. http://www.unehistoiredeladette.fr/2011/10/07/video-comprendre-la-dette-publique-en-quelques-minutes-et-drcac/ (sitio consultado el 13 de junio de2012). Sociétal, « L’arnaque de la dette publique », http://www.societal.org/docs/dette-publique.htm (sitio consultado el 13 de junio de 2012).