viernes, 21 de septiembre de 2012

Por qué Venezuela se retira de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos


Por Salim Lamrani
Opera Mundi

            El 28 de julio de 2012, el presidente Hugo Chávez hizo partícipe de su decisión de retirarse de la Comisión Interamericana de los derechos humanos, tras el fallo que condena a Venezuela por malos tratos a un detenido sancionado por terrorismo y que se fugó a Estados Unidos. Caracas denuncia un veredicto político.

            El 24 de julio de 2012, la Corte Interamericana de Derechos Humanos hizo pública su decisión de condenar al Estado venezolano de ser “internacionalmente responsable por la violación del derecho a la integridad personal y por los tratos inhumanos y degradantes en perjuicio del señor Raúl José Díaz Peña”. La instancia juzgó que “su detención habría sido ilegal y arbitraria y habría estado sometido a un régimen de detención preventiva que habría sobrepasado los límites establecidos en la ley penal, invocando una presunción de peligro de fuga”. La CIDH también condenó al Estado venezolana a indemnizar a Díaz Peña con 15.000 dólares.[1]

¿Quién es Raúl José Díaz Peña?

            Raúl José Díaz Peña es un prófugo venezolano de la justicia severamente sancionado por los tribunales por terrorismo y refugiado en Estados Unidos. En 2003, Venezuela vivía una situación de polarización política extrema tras el golpe de Estado abortado contra el presidente democráticamente elegido Hugo Chávez y el sabotaje petrolero que costó a la economía venezolana la suma de 10.000 millones de dólares. Ambos fueron organizados por la oposición con el apoyo explícito de Estados Unidos que había reconocido a la junta golpista de Pedro Carmona Estanga, entonces presidente de Fedecámaras –organización que agrupa los intereses económicos del país– y actualmente refugiado en Colombia.
            El 25 de febrero de 2003, una facción radical de la oposición compuesta de Felipe Rodríguez, José Colina Pulido, Germán Varela López, Silvio Mérida y Raúl José Díaz Peña, decidida a derrocar a Hugo Chávez, colocó varias bombas en el Consulado General de la República de Colombia y en la Embajada de España. El objetivo era acusar de los atentados terroristas a los partidarios del presidente venezolano, los cuales habrían actuado en represalia por la decisión de Bogotá y de Madrid de reconocer a la efímera junta golpista de abril de 2002.[2]
            No obstante el plan fracasó, pues las autoridades del país arrestaron a Díaz Peña y sus cómplices ese mismo día. Tras su juicio, el 29 de abril de 2008, la justicia venezolana lo condenó en primera instancia a 9 años y 4 meses de cárcel por terrorismo. En mayo de 2012, un juez decidió conceder un régimen de semi-libertad a Díaz Peña y le permitió pasar los fines de semana con su familia y ejercer una actividad profesional. En septiembre de 2010, Díaz Peña huyó y se refugió en Estados Unidos.[3]

¿La CIDH, una jurisdicción independiente?

            Órgano jurídico de la Organización de Estados Americanos, entidad bajo fuerte influencia de Estados Unidos –a tal punto que los países de América Latina y el Caribe decidieron crear la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en diciembre de 2011, con el fin de emanciparse de la sombra tutelar de Washington y de su fiel aliado canadiense –, la CIDH es sospechosa de parcialidad hacia los gobiernos de izquierda en América Latina.
            Así, contra todo pronóstico, a partir de 2005 la CIDH aceptó estudiar el caso de Díaz Peña a petición de la Venezuela Awareness Foundation, una organización de la oposición a Hugo Chávez. Ahora bien, para poder analizar un asunto, los estatutos de la entidad interamericana estipulan que se deben agotar primero todos los recursos jurídicos del país de origen, lo que no es el caso para Díaz Peña. Es la primera vez en la historia de la justicia interamericana que la CIDH acepta estudiar el caso de un individuo condenado por terrorismo en su propio país, prófugo de justicia y cuyo juicio sigue abierto, en violación de su propia Convención. Hasta hoy, la CIDH no ha dado explicaciones al respecto.[4]
            Nicolás Maduro, canciller venezolano, expresó su consternación y anunció que su país se retiraría de la organización. “Es lamentable haber tenido que dar este paso, pero Venezuela se ha visto obligada, dadas las decisiones aberrantes y abusivas que se han tomado contra nuestro país durante 10 años. Ningún país de Europa ni Estados Unidos aceptarían que la CIDH protegiera a un terrorista”, declaró[5] La diplomacia venezolana acusa a la entidad de “complicidad con la política de Washington de protección a los terroristas” y exigió “que apliquen los principios de universalidad, imparcialidad, objetividad y no selectividad en el examen de las cuestiones de derechos humanos”.[6]
            En efecto, desde la llegada de Hugo Chávez al poder en 1999, la CIDH multiplicó las decisiones e informes desfavorables a Venezuela, en proporciones ampliamente superiores al resto de América Latina. Así, desde su creación en 1959 y hasta la llegada de Hugo Chávez al poder en 1999, la CIDH sólo emitió cinco decisiones condenando las violaciones de los derechos humanos en Venezuela. En cambio, entre 2000 y 2012, la CIDH condenó a Caracas 36 veces. Así, en el espacio de 12 años, la CIDH condenó a Venezuela 7 veces más que durante los 40 años anteriores, marcados por exacciones de todo tipo y particularmente el Caracazo del 27 y 28 de febrero de 1989, sublevación popular contra la vida cara, que el ejército y la policía reprimieron en sangre, dejando un saldo de 3.000 civiles asesinados[7].
Por otra parte, durante el golpe de Estado de 2002, la CIDH, como Estados Unidos, reconoció abiertamente a la dictadura de Pedro Carmona en una carta que Santiago Antón, entonces secretario de la CIDH, dirigió a ése[8]. Maduro no dejó de recordar este episodio que arroja una sombra sobre la credibilidad y la fama de la entidad interamericana: “La Comisión reconoció a los golpistas y negó el apoyo al presidente Hugo Chávez”.[9]
            El presidente Chávez confirmó que su país se retiraría de la CIDH.[10] “Venezuela se retira de la Corte Interamericana de Derechos Humanos por dignidad y la acusamos ante el mundo de ser indigna de llevar ese nombre de derechos humanos apoyando al terrorismo”, subrayó.[11] La CIDH “ni siquiera nos llam[ó] para consultarnos. Aquí hubo un juicio, una condena, hay testigos de que ese terrorista le puso bombas a la embajada de España y de Colombia, eso se comprobó”, agregó.[12]

La reacción de Estados Unidos

            Por su parte, Washington fustigó la decisión de Caracas. Victoria Nuland, portavoz del Departamento de Estado declaró que “Venezuela estaría enviando un mensaje profundamente lamentable acerca de sus compromisos con los derechos humanos y la democracia” al resto del continente, si se retirara de la jurisdicción de la CIDH. Nuland alabó la entidad interamericana y expresó su respeto por ella.[13]
            No obstante, la posición de Estados Unidos no está exenta de contradicciones. En efecto, contrariamente a todos los países de América Latina, Estados Unidos, así como Canadá, siempre se ha negado a someterse a la jurisdicción de la CIDH y no reconoce su autoridad pues estima que viola su soberanía nacional.

            La reciente decisión de la CIDH relativa a Venezuela suscita varias interrogantes. ¿Por qué la CIDH aceptó estudiar el caso Ruiz Peña antes que se agotaran todos los recursos en Venezuela, violando así su propia Convención? ¿Cuáles fueron las motivaciones que llevaron a los magistrados a emitir una decisión favorable a un individuo que los tribunales venezolanos condenaron severamente por terrorismo y que es prófugo de justicia refugiado en Estados Unidos? ¿Acaso son políticas o jurídicas? ¿Acaso habría estudiado el caso si Ruiz Peña fuera colombiano, mexicano o chileno? ¿Cuál fue el papel de la CIDH en el golpe de Estado contra Hugo Chávez y la democracia venezolana en abril de 2012? En una palabra, ¿es la CIDH imparcial con respecto a Venezuela?


 *Doctor en Estudios Ibéricos y Latinoamericanos de la Universidad Paris Sorbonne-Paris IV, Salim Lamrani es profesor encargado de cursos en la Universidad Paris-Sorbonne-Paris IV y en la Universidad Paris-Est Marne-la-Vallée y periodista, especialista de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Su último libro se titula Etat de siège. Les sanctions économiques des Etats-Unis contre Cuba, París, Ediciones Estrella, 2011, con un prólogo de Wayne S. Smith y un prefacio de Paul Estrade. Contacto: lamranisalim@yahoo.fr




[1] Corte Interamericana de Derechos Humanos, «Caso Díaz Peña vs. Venezuela», 26 de junio de 2012. http://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_244_esp.pdf (sitio consultado el 31 de julio de 2012).
[2] Agencia Venezolana de Noticias, «Venezuela rechaza el fallo de CIDH a favor del terrorista Díaz Peña», 24 de julio de 2012.
[3] Ibid.
[4] Ibid.
[5] Agence France-Presse, «Venezuela denunciará a la CIDH ‘en las próximas horas’», 26 de julio de 2012.
[6] Ministerio del Poder Popular para Exteriores, «Comunicado», República Bolivariana de Venezuela, 24 de julio de 2012. http://www.mre.gob.ve/index.php?option=com_content&view=article&id=22219:comunicado-oficial-mercosur&catid=3:comunicados&Itemid=108 (sitio consultado el 31 de julio de 2012).
[7] Telesur, «Venezuela afirma tener suficientes pruebas de la doble moral de la CIDH», 2 de mayo de 2012. http://www.telesurtv.net/articulos/2012/05/02/el-canciller-venezolano-nicolas-maduro-dijo-que-cidh-responde-a-intereses-de-eeuu (sitio consultado el 31 de julio de 2012).
[8] Ibid.
[9] Agence France-Presse, «Venezuela denunciará a la CIDH ‘en las próximas horas’», op.cit.
[10] Agence France-Presse, «Chávez dice que ya dio ‘las instrucciones’ para que Venezuela salga de CIDH», 28 de julio de 2012.
[11] EFE, «Insulza confía en que Venezuela no dejo la Corte IDH», 27 de julio de 2012.
[12] Alejandro Montiel, «Doble rasero de CIDH evidenciado con fallo que favorece a terrorista que atentó contra embajadas en Caracas», Prensa Presidencial, República Bolivariana de Venezuela, 26 de julio de 2012.
[13] Agence France-Presse, «EEUU estima que si Venezuela abandona Corte IDH enviará mensaje ‘lamentable’», 25 de julio de 2012.

Las nuevas contradicciones de la disidente cubana Yoani Sánchez


Por Salim Lamrani
Opera Mundi

            En el espacio de unos años, la disidente cubana Yoani Sánchez se ha convertido en la principal figura de la oposición al gobierno de La Habana. Ninfa egregia de los medios informativos occidentales, no obstante, la bloguera no escapa de sus propias contradicciones.

            Yoani Sánchez tiene una visión bastante peculiar de su país, que comparte en su blog Generación Y, creado en 2007. El punto de vista es acerbo y sin matiz. La realidad cubana aparece descrita de modo apocalíptico y cuenta su vida cotidiana compuesta de sufrimientos y privaciones. Critica duramente al gobierno de La Habana y le hace responsable de todos los males.

“Mi hijo me pregunta si habrá almuerzo hoy”

            “Mi hijo me pregunta si habrá almuerzo hoy”, escribe en una crónica del 29 de junio de 2012, en “una sociedad donde cada gestión está rodeada de obstáculos e impedimentos, mucho más si se produce de forma independiente”.[1] “Una de esas escenas recurrentes es la de perseguir los alimentos y otros productos básicos en medio del desabastecimiento crónico de nuestros mercados”, se queja.[2] Afirma que lucha diariamente contra “los obstáculos de la vida”. [3]
            En efecto, incluso afirma tener dificultades para alimentar a su propio hijo “ante la verticalidad de un gobierno totalitario”[4], que pretexta una “eterna amenaza extranjera para descalificar a los incómodos”.[5] Según ella, “con unos centavos que se le sumen a un alimento, el termómetro de la angustia cotidiana se dispara, los grados de la inquietud se incrementan”. [6]

Contradicciones

            Al leer esas líneas parece que la joven disidente cubana sufre hambre y se encuentra en total desamparo. Pero sus afirmaciones resisten difícilmente el análisis. Lejos de hallarse en la precariedad, Yoani Sánchez goza de condiciones de vida materiales privilegiadas con respecto a la inmensa mayoría de sus compatriotas. En efecto, en la edición del 23 de julio de 2012 del diario español El País descubrimos que la bloguera realizó un reportaje sobre “los 10 mejores restaurantes de la renovada cocina cubana”.[7]
            Convertida en gastrónoma y crítica culinaria, Sánchez establece una clasificación de los diez mejores restaurantes de la capital cubana y describe con muchos detalles los suculentos menús propuestos por un precio medio de “20 euros”, es decir el equivalente a un mes de salario en Cuba. Así, el Café Laurent, el Decamerón, el Habana Chef, La Casa, La Mimosa, La Moneda Cubana, Le Chansonnier, Mamma Mía, Rancho Blanco y Río Mar consiguen sus votos.
            Inevitablemente surgen varias preguntas. Para poder establecer una clasificación mínimamente seria, la joven opositora tuvo que visitar por lo menos unos cincuenta restaurantes de La Habana cuyos menús cuestan en torno a 20 euros como promedio. ¿Cómo puede Yoani Sánchez – que afirma tener dificultades para alimentar a su propio hijo– gastar un presupuesto de 1.000 euros – ¡suma que equivale a cuatro años de salario medio en Cuba!– en visitar los restaurantes más selectos de la capital cubana? ¿Por qué una persona que afirma interesarse por la suerte de sus conciudadanos realiza un reportaje sobre los restaurantes de lujo en Cuba, que pocos cubanos pueden frecuentar?

El verdadero nivel de vida de Yoani Sánchez

            En realidad, Yoani Sánchez no sufre ningún problema de orden material. En efecto, desde que integró el universo de la disidencia, su vida cambió de modo considerable. En el espacio de unos años, la joven opositora recibió múltiples distinciones, todas financieramente remuneradas. Así, desde la creación de su blog en 2007, la bloguera ha sido retribuida a la altura de 250.000 euros en total, es decir un importe equivalente a más de 20 años de salario mínimo en un país como Francia, quinta potencia mundial. El salario mínimo mensual en Cuba es de 420 pesos, es decir 18 dólares o 14 euros, por lo que Yoani Sánchez ha conseguido el equivalente a 1.488 años del salario mínimo cubano por su actividad de opositora. Jamás ningún disidente en Cuba –quizás en el mundo– ha conseguido tantas distinciones internacionales en tan poco tiempo. Por otra parte, el diario El País abrió sus páginas a las crónicas de Sánchez a cambio de una remuneración que oscila alrededor de 150 dólares por artículo, es decir una suma equivalente a 8 meses de salario mínimo en Cuba.[8]

            Yoani Sánchez, nueva figura de la oposición cubana, se encuentra lejos de vivir en total desamparo. Al contrario, dispone de un tren de vida que ningún otro cubano puede permitirse y, contrariamente a lo que afirma, su hijo no sufre ninguna carencia alimentaria. La disidente, que primero emigró a Suiza antes de elegir regresar a Cuba, es lo bastante sagaz como para comprender que al adoptar cierto tipo de discurso, agradaría a poderosos intereses contrarios al gobierno y al sistema cubanos. Éstos, a su vez, sabrían mostrarse generosos con ella.


*Doctor en Estudios Ibéricos y Latinoamericanos de la Universidad Paris Sorbonne-Paris IV, Salim Lamrani es profesor encargado de cursos en la Universidad Paris-Sorbonne-Paris IV y en la Universidad Paris-Est Marne-la-Vallée y periodista, especialista de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Su último libro se titula Etat de siège. Les sanctions économiques des Etats-Unis contre Cuba, París, Ediciones Estrella, 2011, con un prólogo de Wayne S. Smith y un prefacio de Paul Estrade. Contacto: Salim.Lamrani@univ-mlv.fr


http://operamundi.uol.com.br/conteudo/opiniao/23965/as+novas+contradicoes+da+dissidente+cubana+yoani+sanchez.shtml

[1] Yoani Sánchez, «A la distancia de un CLIC», Generación Y, 28 de junio de 2012. http://www.desdecuba.com/generaciony/ (sitio consultado el 26 de julio de 2012).
[2] Yoani Sánchez, «Mayorista vs minorista», Generación Y, 5 de junio de 2012. http://www.desdecuba.com/generaciony/ (sitio consultado el 26 de julio de 2012).
[3] Yoani Sánchez, «El futuro con Mariela Castro», Generación Y, 28 de mayo de 2012. http://www.desdecuba.com/generaciony/ (sitio consultado el 26 de julio de 2012).
[4] Yoani Sánchez, «Fuenteovejuna», Generación Y, 13 de junio de 2012. http://www.desdecuba.com/generaciony/ (sitio consultado el 26 de julio de 2012).
[5] Yoani Sánchez, «¿Buen talante?», Generación Y, 12 de junio de 2012. http://www.desdecuba.com/generaciony/ (sitio consultado el 26 de julio de 2012).
[6] Yoani Sánchez, «Cerdo en ‘cajita’», Generación Y, 16 de mayo de 2012. http://www.desdecuba.com/generaciony/ (sitio consultado el 26 de julio de 2012).
[7] Yoani Sánchez, «Los nuevos chefs de La Habana. Los 10 mejores restaurantes de la renovada cocina cubana», El País, 23 de julio de 2012. http://elviajero.elpais.com/elviajero/2012/07/23/actualidad/1343057020_608376.html (sitio consultado el 26 de julio de 2012).
[8] Yoani Sánchez, «Premios». http://www.desdecuba.com/generaciony/?page_id=1333 (sitio consultado el 26 de julio de 2012).

martes, 28 de agosto de 2012

La actualidad de la Crisis de los Misiles


Hace 50 años, el mundo se encontraba al borde de una guerra nuclear. La Guerra Fría llegaba a su punto más álgido cuando, ante la amenaza de una intervención norteamericana, la Unión Soviética decidía colocar una base con misiles de alcance intermedio en la recientemente comunista isla de Cuba, a pocos kilómetros de la costa norteamericana.

Tras 13 días de tensión, los presidentes de ambas potencias mundiales decidieron poner fin al asunto llegando a un acuerdo en donde el Kremlin retiraba los misiles a cambio de que la Casa Blanca no interviniera en Cuba. Si bien en un primer momento este acuerdo pareció favorecer a los Estados Unidos, pocos meses después se descubrió que la negociación había incluido el desmantelamiento de unos misiles norteamericanos en Turquía, lo que convirtió a la Unión Soviética en la principal beneficiada por dicho acuerdo.

Hoy por hoy, la discusión en torno a la instalación de un escudo antimisiles de la OTAN en territorio europeo vuelve a enfrentar a estas dos potencias. Según el gobierno de Rusia, la insistencia por parte de los Estados Unidos para colocar este escudo en Europa pone en peligro la seguridad de su país, ya que amenaza el balance estratégico existente. Los objetivos de dicho sistema de armas no están claros ni para los países europeos, que se encuentran bajo presión norteamericana. Si el escudo llegara a tener como objetivo la defensa ante un eventual ataque ruso, Estados Unidos estaría violando el acuerdo nuclear alcanzado recientemente, lo que llevaría necesariamente a una nueva carrera armamentista.

La tensión entre ambos países creció aún más debido al anuncio de la reestructuración de la Armada de la Federación Rusa, y la confusión que se generó en torno a un rumor sobre la reapertura de una base naval rusa en Cuba.

Sin embargo, finalmente se aclaró que no se trataba de una base naval, sino simplemente de un punto de apoyo logístico para la Armada rusa.

El rumor se había generado a partir de supuestas declaraciones del Comandante en Jefe de la Armada, el Vicealmirante Víctor Chirkov, que anunciaban la creación de puntos de asistencia y suministro en Cuba, las islas Seychelles y Vietnam, en donde habían funcionado bases navales soviéticas durante la época de la Guerra Fría. Estos rumores generaron preocupación principalmente por parte de Estados Unidos, que interpretó la situación como una especie de reedición de lo sucedido en 1962.

A estas confusiones, se le sumaron también las declaraciones sobre la base de Tartus en Siria, en donde la Rusia tiene otros puntos de apoyo técnico y que hoy funciona como centro de mantenimiento y abastecimiento para la Flota del Mar Negro. Teniendo en cuenta la crisis que se encuentra atravesando Siria en la actualidad, el escenario geopolítico se tornó mucho más complejo. La base de Tartus  es una de las dos bases que Rusia mantiene en el exterior de su país, junto con la base de Sebástopol, en la península de Crimea, en Ucrania.


Actualmente se está construyendo una nueva base en el puerto de Ochamchira, en el Mar Negro, en la República de Abjazia. Esto también puede generar nuevas tensiones con la OTAN, ya que Rusia reconoció la independencia de esa región separatista luego de la guerra con Georgia en 2008.

Esa misma guerra fue la que impulsó en la Federación Rusa un proceso de reforma de las Fuerzas Armadas, basado en las fallas que se tornaron visibles a partir de ese conflicto. Hasta el año 2008, las Fuerzas Armadas habían sufrido un fuerte proceso de desinversión producto de la crisis que atravesó el país a partir de la desintegración de la Unión Soviética. Durante la década de los 90 y principios de los años 2000, la Armada rusa, por ejemplo, se limitó a cumplir funciones de patrullaje y protección costera.

Con el objetivo de revertir esta situación, en los últimos años se ha comenzado un proceso de modernización de las tres fuerzas, incluyendo una reestructuración de las mismas y una fuerte inversión en desarrollo tecnológico y capacidades materiales para poder tener la capacidad de operar en cualquier parte del mundo.

Sin embargo, el perfeccionamiento de los sistemas de defensa, tanto navales como aéreos y espaciales, no se correspondería con un intento de reanudar una carrera armamentista, sino que tiene como objetivo fortalecer el desarrollo de la nación y asegurar su soberanía e integridad territorial.