martes, 10 de diciembre de 2013

Palabras de Raúl en Johannesburgo: “Rendimos emocionado tributo a Nelson Mandela” ( Video)

Presidente Jacob Zuma:

Familiares de Nelson Mandela:

Altos Dignatarios:

Hermano pueblo de Sudáfrica:

Rendimos emocionado tributo a Nelson Mandela, a quien se reconoce como símbolo supremo de dignidad y de consagración inclaudicable a la lucha revolucionaria por la libertad y la justicia; como un profeta de la unidad, la reconciliación y la paz.

Junto a sus compañeros de lucha, dirigió a su pueblo en la batalla contra el apartheid, para abrir el camino hacia una nueva Sudáfrica, no racial y unida en la búsqueda de la felicidad, la igualdad y el bienestar de todos sus hijos, para superar las secuelas del colonialismo, la esclavitud y la segregación racial.

Ejemplo de integridad y perseverancia, encabezó luego el esfuerzo dirigido a la eliminación de la pobreza, la reducción de la desigualdad y la creación de oportunidades para todos.

Mandela es un ejemplo insuperable para América Latina y el Caribe, que avanzan hacia la unidad e integración, en beneficio de sus pueblos, respetuosos de su diversidad, con la convicción de que el diálogo y la cooperación son el camino para la solución de las diferencias y la convivencia civilizada de quienes piensan distinto.

La Humanidad no podrá responder a los colosales desafíos que amenazan su propia existencia, si no lo hace mediante una nueva concertación de esfuerzos entre todas las naciones, como la vida de Mandela preconiza.

Cuba, que lleva en sus venas sangre africana, surgió en la lucha por la independencia y por la abolición de la esclavitud y, posteriormente, ha tenido el privilegio de combatir y construir junto a las naciones africanas.

Jamás olvidaremos el emocionado homenaje de Mandela a nuestra lucha común, cuando nos visitó, el 26 de julio de 1991, y dijo: “el pueblo cubano ocupa un lugar especial en el corazón de los pueblos de África”.

Recuerdo su entrañable amistad con Fidel Castro, símbolo de la hermandad entre africanos y cubanos, quien expresó:

“Nelson Mandela no pasará a la historia por los 27 años consecutivos que vivió allí encarcelado sin ceder jamás en sus ideas; pasará porque fue capaz de arrancar de su alma todo el veneno que pudo crear tan injusto castigo; por la generosidad y la sabiduría con que en la hora de la victoria ya incontenible supo dirigir tan brillantemente a su abnegado y heroico pueblo, conociendo que la nueva Sudáfrica no podría jamás construirse sobre cimientos de odio y de venganza”.

¡Honor y gloria eternas a Nelson Mandela y al heroico pueblo de Sudáfrica!

Muchas gracias.




 
Palabras de Raúl en Johannesburgo: “Rendimos emocionado tributo a Nelson Mandela” ( Video)

Furor en las redes sociales por breve apretón de manos entre Obama y Raúl ( Foto y Video)



El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, estrechó la mano al presidente de Cuba, Raúl Castro, en lo que se ha convertido en una imagen histórica producida en el memorial a Nelson Mandela, celebrado este martes en Johannesburgo, afirma EFE.

Raúl Castro sonrió mientras Obama le daba la mano mientras se dirigía al estrado del estadio Soccer City, en un gesto sin precedentes. Esta es la primera ocasión en la que ambos mandatarios se saludan públicamente, tal y como captaron las cámaras, añade la agencia oficial española.

El presidente estadounidense ha sido el primero de varios mandatarios internacionales que han tomado la palabra en el adiós a Mandela, fallecido el pasado jueves.

El presidente de Cuba, Raúl Castro, y la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, entre otros, también participarán en los discursos.

En la red social Twitter, la imagen se convirtió en viral poco después de que fuera captada por las cámaras.


 

Furor en las redes sociales por breve apretón de manos entre Obama y Raúl ( Foto y Video)

http://www.cubadebate.cu/noticias/2013/12/10/furor-en-las-redes-sociales-por-breve-apreton-de-manos-entre-obama-y-raul/

lunes, 9 de diciembre de 2013

50 verdades sobre Nelson Mandela



Por Salim Lamrani
Opera Mundi


            El héroe de la lucha contra el apartheid marcó para siempre la historia de África. En el crepúsculo de su existencia, Nelson Mandela es venerado por todos. No obstante las grandes potencias occidentales se opusieron hasta el último instante a su combate por la emancipación humana y apoyaron al régimen racista de Pretoria. 

1.      Nacido el 18 de julio de 1918, Nelson Rolihlahla Mandela, apodado Madiba, es el símbolo por excelencia de la resistencia a la opresión y al racismo y de la lucha por la justicia y la emancipación humana. 

2.      Procedente de una familia de trece hijos, Mandela fue el primero en cursar estudios en una escuela metodista y estudió derecho en la Universidad de Fort Hare, la única que aceptaba entonces a gente de color en el régimen segregacionista del apartheid. 

3.      En 1944, se adhirió al Congreso Nacional Africano (ANC) y particularmente a su Liga de Juventud de obediencia radical. 

4.      El apartheid, elaborado en 1948 tras la victoria del Partido Nacional Purificado, instauraba la doctrina de la superioridad de la raza blanca y dividía a la población surafricana en cuatro grupos distintos: los blancos (20%), los indios (3%,) los mestizos (10%) y los negros (67%). Este sistema segregacionista discriminaba a los 4/5 de la población del país. 

5.      Se crearon bantustanes, reservas territoriales destinadas a la gente de color, para hacinar a las poblaciones no blancas. Así, el 80% de la población tenía que vivir en el 13% del territorio nacional, muchas veces desprovisto de recursos naturales o de sector industrial, en la mayor indigencia.

6.      En 1951, Mandela se convirtió en el primer abogado negro de Johannesburgo y tomó la dirección del ANC de la provincia del Transvaal un año después. También fue nombrado vicepresidente nacional. 

7.      A la cabeza del ANC, lanzó la defiance campaign contra el régimen racista del apartheid y utilizó la desobediencia civil contra las leyes segregacionistas. Durante la manifestación del 6 de abril de 1952, fecha del tercer centenario de la colonización de Sudáfrica por los blancos, Mandela fue arrestado y condenado a un año de prisión. Desde su arresto domiciliario de Johannesburgo, creó células clandestinas del ANC. 

8.      En nombre de la lucha contra el apartheid, Mandela preconizó la alianza entre la ANC y el Partido Comunista Surafricano. Según él, “el ANC no es un partido comunista sino un amplio movimiento de liberación que entre sus miembros incluye a comunistas y a otros que no lo son. Cualquier persona que sea miembro leal del ANC, y que acepte la disciplina y los principios de la organización, tiene el derecho de pertenecer a sus filas. Nuestra relación con el Partido Comunista Sudafricano como organización se basa en el respeto mutuo. Nos unimos con el Partido Comunista Sudafricano en torno a aquellos objetivos que nos son comunes, pero respetamos la independencia de cada uno y su identidad individual. No ha habido intento alguno por parte del Partido Comunista Sudafricano de subvertir al ANC. Por el contrario, derivamos fuerza de esa alianza”. 

9.      En diciembre de 1956, Mandela fue arrestado y acusado de traición con más de un centenar de militantes antiapartheid. Tras un proceso de cuatro años, los tribunales lo absolvieron. 

10.  En marzo de 1960, tras la masacre de Sharpeville perpetrada por la policía contra los manifestantes antisegregación que costó la vida a 69 personas, el régimen del apartheid prohibió el ANC. 

11.  Mandela fundó entonces el Umkhonto we Sizwe (MK) y preconizó la lucha armada contra el régimen racista surafricano. Antes de optar por la doctrina de la violencia legítima y necesaria, Mandela se inspiró de la filosofía de la no violencia de Gandhi: “Aunque nos alzamos en armas, no era nuestra opción preferida. Fue el régimen del apartheid el que nos obligó a tomar las armas. Nuestra opción preferida siempre ha sido la de encontrar una solución pacífica al conflicto del apartheid”.

12.  El MK multiplicó entonces los actos de sabotaje contra los símbolos y las instituciones del apartheid, preservando al mismo tiempo las vidas humanas, lanzó con éxito una huelga general y preparó el terreno de la lucha armada con un entrenamiento militar de sus miembros. 

13.  Durante su estancia en Argelia en 1962 tras la invitación del Presidente Ahmed Ben Bella, Mandela aprovechó la oportunidad para perfeccionar sus conocimientos sobre la guerra de guerrillas. Argel puso a disposición del ANC campos de entrenamiento y apoyo financieramente a los resistentes antiapartheid. Mandela recibió allí una formación militar. Se inspiró profundamente en la guerra de Liberación Nacional del pueblo argelino contra el colonialismo francés. Tras su liberación, Mandela dedicó su primer viaje al exterior a Argelia en mayo de 1990 y rindió tributo y homenaje al pueblo argelino: “Es Argelia la que hizo de mí un hombre. ¡Soy argelino, soy árabe, soy musulmán! Cuando regresé a mi país para enfrentarme al apartheid, me sentí más fuerte”. Recordará que fue “el primer surafricano entrenado militarmente en Argelia”.

14.  Mandela estudió minuciosamente los escritos de Mao y de Che Guevara. Se convirtió en un gran admirador del guerrillero cubano-argentino. Tras su liberación, declarará: Las “hazañas revolucionarias [de Che Guevara] —incluso en nuestro continente— fueron de tal magnitud que ningún encargado de censura en la prisión nos las pudo ocultar. La vida del Che es una inspiración para todo ser humano que ame la libertad. Siempre honraremos su memoria”.

15.  Cuba fue una de las primeras naciones que brindó su ayuda al ANC. Al respecto, Nelson Mandela subrayará: “¿Dónde hay un país que haya solicitado la ayuda de Cuba y que le haya sido negada? ¿Cuántos países amenazados por el imperialismo o que luchan por su liberación nacional han podido contar con el apoyo de Cuba? Debo decir que cuando quisimos alzarnos en armas nos acercamos a numerosos gobiernos occidentales en busca de ayuda y solo obtuvimos audiencia con ministros de muy bajo rango. Cuando visitamos Cuba fuimos recibidos por los más altos funcionarios, quienes de inmediato nos ofrecieron todo lo que queríamos y necesitábamos. Esa fue nuestra primera experiencia con el internacionalismo de Cuba”.

16.  El 5 de agosto de 1962, tras 17 meses de vida clandestina, Mandela fue arrestado y encarcelado en Johannesburgo, gracias a la colaboración de los servicios secretos de Estados Unidos con el régimen de Pretoria. La CIA dio a las fuerzas represivas del apartheid la información necesaria para la captura del líder de la resistencia surafricana. 

17.  Acusado de ser el organizador de la huelga general de 1961 y de salida ilegal del territorio nacional, fue condenado a cinco años de prisión. 

18.  En julio de 1963, el régimen procedió al arresto de 11 dirigentes del ANC en Rivonia, cerca de Johannesburgo, sede de la dirección del MK. Todos fueron acusados de traición, sabotaje, conspiración con el Partido comunista y complot destinado a derrocar al gobierno. Mientras estaba en prisión, Mandela fue acusado de los mismos cargos. 

19.  El 9 de octubre de 1963 empezó el famoso juicio de Rivonia ante la Corte Suprema de Pretoria. El 20 de abril de 1964, frente al juez afrikáner Quartus de Wet, Mandela desarrolló su vibrante alegato y subrayó que frente al fracaso de la desobediencia civil como método de combate para conseguir la libertad, la igualdad y la justicia, frente a las masacres de Sharpeville y a la prohibición de su organización, el ANC no tuvo más remedio que recurrir a la lucha armada para resistir a la opresión. 

20.  El 12 de junio de 1964, Mandela y sus compañeros fueron declarados culpables de sedición y condenados a cadena perpetua. 

21.  El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas denunció el juicio político de Rivonia. En agosto de 1963, condenó el régimen del apartheid y llamó a las naciones del mundo a suspender sus suministros de armas a Sudáfrica. 

22.  Las grandes naciones occidentales como Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia, lejos de respetar la Resolución del Consejo de Seguridad, apoyaron al régimen racista surafricano y multiplicaron los suministros de armas. 

23.  Desde De Gaulle hasta el gobierno de Giscard, Francia fue un fiel aliado del poder racista de Pretoria y se negó sistemáticamente a brindar su apoyo al ANC en su lucha por la igualdad y la justicia

24.  París, que nunca dejó de suministrar material militar a Pretoria, incluso proveyó a Sudáfrica de su primera central nuclear en 1976. Bajo los gobiernos de De Gaulle y de Pompidou, Sudáfrica era el tercer cliente de Francia en materia de armamento. 

25.  En 1975, el Centro Francés del Comercio Exterior (CFCE) señaló que “Francia está considerada el único verdadero apoyo de Sudáfrica entre los grandes países occidentales. No sólo suministra al país lo esencial de los armamentos necesarios para su defensa, sino que además se ha mostrado benevolente, más incluso, un aliado, en los debates y los votos de las organizaciones internacionales”. 

26.  Encarcelado en Robben Island, con el número 466/64, Mandela vivió allí 18 años de su existencia en condiciones de una extrema dureza. No podía recibir más de dos cartas y dos visitas al año y estuvo separado de su esposa Winnie –que no tenía permiso para visitarlo– durante 15 años. Fue condenado a los trabajos forzados, lo que afectó seriamente su salud, sin lograr jamás quebrar su fuerza moral. Impartía cursos de política, literatura y poesía a sus camaradas de fortuna y llamaba a la resistencia. A Mandela le gustaba recitar el poema Invictus de William Ernest Henley: “It matters not how strait the gate/How charged with punishments the scroll./I am the master of my fate:/I am the captain of my soul”. 

27.  El 6 de diciembre de 1971, la Asamblea General de las Naciones Unidas calificó el apartheid de crimen contra la humanidad y exigió la liberación de Nelson Mandela. 

28.  En 1976, el gobierno surafricano propuso a Mandela la liberación a cambio de que renunciase a su lucha. Madiba rechazó firmemente la propuesta del régimen segregacionista.

 29.  En noviembre de 1976, tras las revueltas de Soweto y la sangrienta represión que desató el régimen de apartheid, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas impuso un embargo sobre las armas con destino a Sudáfrica.

30.  En 1982, Mandela fue transferido a la prisión de Pollsmoor, cerca de Cap. 

31.  En 1985, Pieter Willen Botha, presidente de facto de la nación, propuso liberar a Mandela si se comprometía a cambio a renunciar a la lucha armada. El líder de la lucha antiapartheid rechazó la propuesta y exigió la democracia para todos: “un hombre, un voto”.

32.  Frente al recrudecimiento de las operaciones de guerrilla del MK, el régimen segregacionista creó escuadrones de la muerte con el fin de eliminar a los militantes del ANC en Sudáfrica y en el extranjero. El caso más famoso es el de Dulcie September, asesinada en París el 29 de marzo de 1988. 

33.  La movilización internacional a favor de Nelson Mandela culminó con un concierto en Wembley en junio de 1988 en homenaje a los 70 años del resistente surafricano, que fue seguido por 500 millones de personas en televisión. 

34.  El elemento decisivo que puso fin al apartheid fue la estrepitosa derrota militar que las tropas cubanas infligieron al ejército surafricano en Cuito Cuanavale en el sureste de Angola en enero de 1988. Fidel Castro envió a sus mejores soldados a Angola tras la invasión del país por el régimen de Pretoria apoyado por Estados Unidos. La victoria de Cuito Cuanavale también permitió a Namibia, hasta entonces ocupada por Sudáfrica, conseguir su independencia.

 35.  En un artículo titulado “Cuito Cuanavale: batalla que terminó con el apartheid”, el historiador Piero Gleijeses, profesor de la Universidad Johns Hopkins de Washington, especialista de la política africana de Cuba, apunta que “la proeza de los cubanos en el campo de batalla y su virtuosismo en la mesa de negociaciones fueron decisivos para obligar a Sudáfrica a aceptar la independencia de Namibia. Su exitosa defensa de Cuito fue el preludio de una campaña que obligó a la SADF [ejército sudafricano] a salir de Angola. Esta victoria repercutió más allá de Namibia”. 

36.  Nelson Mandela, durante su visita histórica a Cuba en julio de 1991, recordó aquel episodio: “La presencia de ustedes y el refuerzo enviado para la batalla de Cuito Cuanavale tienen una importancia verdaderamente histórica. ¡La aplastante derrota del ejército racista en Cuito Cuanavale constituyó una victoria para toda África! ¡Esa contundente derrota del ejército racista en Cuito Cuanavale dio la posibilidad a Angola de disfrutar de la paz y consolidar su propia soberanía! ¡La derrota del ejército racista permitió al pueblo combatiente de Namibia alcanzar finalmente su independencia! ¡La decisiva derrota de las fuerzas agresoras del apartheid destruyó el mito de la invencibilidad del opresor blanco! ¡La derrota del ejército del apartheid sirvió de inspiración al pueblo combatiente de Sudáfrica! ¡Sin la derrota infligida en Cuito Cuanavale nuestras organizaciones no habrían sido legalizadas! ¡La derrota del ejército racista en Cuito Cuanavale hizo posible que hoy yo pueda estar aquí con ustedes! ¡Cuito Cuanavale marca un hito en la historia de la lucha por la liberación del África austral! ¡Cuito Cuanavale marca el viraje en la lucha para librar al continente y a nuestro país del azote del apartheid! La decisiva derrota infligida en Cuito Cuanavale alteró la correlación de fuerzas en la región y redujo considerablemente la capacidad del régimen de Pretoria de desestabilizar a sus vecinos. Este hecho, conjuntamente con la lucha de nuestro pueblo dentro del país, fue crucial para hacer entender a Pretoria que tenía que sentarse a la mesa de negociaciones”.

 37.  El 2 de febrero de 1990, el régimen segregacionista, moribundo tras la derrota de Cuito Cuanavale, se vio obligado a legalizar el ANC y aceptar negociaciones. 

38.  El 11 de febrero de 1990, Nelson Mandela finalmente fue libre tras 27 años de cárcel. 

39.  En junio de 1990, se abolieron las últimas leyes segregacionistas tras la presión que imponen Nelson Mandela, el ANC y el pueblo. 

40.  Elegido Presidente del ANC en julio de 1991, Mandela recordó los objetivos: “En el ANC siempre estaremos al lado de los pobres y sin derechos. No solamente estaremos junto a ellos. Vamos a asegurarnos de que más temprano que tarde los pobres y sin derechos rijan la tierra en la que nacieron y que —como expresa la Carta de la Libertad— sea el pueblo el que gobierne”. 

41.  Fuertemente criticado por su alianza con el Partido Comunista Surafricano por las potencias occidentales que seguían apoyando al régimen del apartheid durante el proceso de paz, Mandela replicó de modo contundente: “No tenemos la más mínima intención de hacer caso a los que nos sugieren y aconsejan que rompamos esa alianza [con el Partido Comunista]. ¿Quiénes son los que ofrecen estos consejos no solicitados? Provienen mayormente de los que nunca nos han dado ninguna ayuda. Ninguno de esos consejeros ha hecho jamás los sacrificios que han hecho los comunistas por nuestra lucha. Esa alianza nos ha fortalecido y la haremos aún más estrecha”. 

42.  En 1991, Mandela condenó el persistente apoyo de Estados Unidos al régimen del apartheid: “Estamos hondamente preocupados por la actitud que la administración Bush ha adoptado con respecto a este asunto. Ese fue uno de los pocos gobiernos que estuvo en contacto habitual con nosotros para examinar la cuestión de las sanciones y le hicimos ver claramente que eliminar las sanciones sería prematuro. Sin embargo esa administración, sin siquiera consultarnos, sencillamente nos informó de que las sanciones estadounidenses se iban a anular. Consideramos que eso es totalmente inaceptable”. 

43.  En 1993, Mandela recibió el Premio Nobel de la Paz por su obra a favor de la reconciliación nacional. 

44.  Durante el primer escrutinio democrático de la historia de Sudáfrica, el 27 de abril de 1994, Nelson Mandela, de 77 años, fue elegido Presidente de la República con más del 60% de los votos y gobernó hasta 1999. 

45.  El 1 de diciembre de 2009, la Asamblea General de las Naciones Unidas votó por unanimidad de sus 192 miembros una resolución que decreta el 18 de julio Día Internacional Nelson Mandela, en homenaje a la lucha del héroe surafricano contra todas las injusticias. 

46.  Si hoy día Mandela es saludado por todos, desde hace décadas, las potencias occidentales lo consideraron un hombre peligroso y lo combatieron apoyando el régimen del apartheid. 

47.  Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña fueron los principales aliados del régimen del apartheid, al que apoyaron hasta el último momento. 

48.  Si Estados Unidos venera hoy día a Nelson Mandela, de Clinton a Bush pasando por Obama, conviene recordar que lo mantuvo en la lista de miembros de organizaciones terroristas hasta el 1 de enero de 2008.

49.  Nelson Mandela recordó varias veces los lazos inquebrantables que ataban a Sudáfrica a Cuba: “Desde sus días iníciales, la Revolución Cubana ha sido una fuente de inspiración para todos los pueblos amantes de la libertad. El pueblo cubano ocupa un lugar especial en el corazón de los pueblos de África. Los internacionalistas cubanos hicieron una contribución a la independencia, la libertad y la justicia en África que no tiene paralelo por los principios y el desinterés que la caracterizan. Es mucho lo que podemos aprender de su experiencia. De modo particular nos conmueve la afirmación del vínculo histórico con el continente africano y sus pueblos. Su invariable compromiso con la erradicación sistemática del racismo no tiene paralelo. Somos conscientes de la gran deuda que hay con el pueblo de Cuba. ¿Qué otro país puede mostrar una historia de mayor desinterés que la que ha exhibido Cuba en sus relaciones con África?”

 50.  Thenjiwe Mtintso, embajadora de Sudáfrica en Cuba, recordó la verdad histórica a propósito del compromiso de Cuba en África: “Hoy Sudáfrica tiene muchos amigos nuevos. Ayer estos amigos se referían a nuestros líderes y a nuestros combatientes como terroristas y nos acosaban desde sus países a la vez que apoyaban a la Sudáfrica del apartheid. Esos mismos amigos hoy quieren que nosotros denunciemos y aislemos a Cuba. Nuestra respuesta es muy simple, es la sangre de los mártires cubanos y no de estos amigos la que corre profundamente por la tierra africana y nutre el árbol de la libertad en nuestra Patria”. 

*Doctor en Estudios Ibéricos y Latinoamericanos de la Universidad Paris Sorbonne-Paris IV, Salim Lamrani es profesor titular de la Universidad de La Reunión y periodista, especialista de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Su último libro se titula The Economic War Against Cuba. A Historical and Legal Perspective on the U.S. Blockade, New York, Monthly Review Press, 2013, con un prólogo de Wayne S. Smith y un prefacio de Paul Estrade. 


viernes, 6 de diciembre de 2013

Nelson Mandela, la Revolución Cubana y los valores universales

Por Leyde E. Rodríguez Hernández

En un discurso que Nelson Mandela, premio Nobel de la Paz y ex-presidente de Sudáfrica, pronunció, en Cuba, el 26 de julio de 1991, dejó plasmado para la historia su admiración hacia la Revolución Cubana, su líder histórico Fidel Castro Ruz y el pueblo de la Isla, cuando dijo: 

“El pueblo cubano ocupa un lugar especial en el corazón de los pueblos de África. Los internacionalistas cubanos hicieron una contribución a la independencia, la libertad y la justicia en África que no tiene paralelo por los principios y el desinterés que la caracterizan.

Desde sus días iníciales, la Revolución Cubana ha sido una fuente de inspiración para todos los pueblos amantes de la libertad.

Admiramos los sacrificios del pueblo cubano por mantener su independencia y soberanía ante la pérfida campaña imperialista orquestada para destruir los impresionantes logros alcanzados por la Revolución Cubana.”

Mandela también mostró su agradecimiento al pueblo cubano por la desinteresada ayuda que le han ofrecido a África:

“Yo me encontraba en prisión cuando por primera vez me enteré de la ayuda masiva que las
fuerzas internacionalistas cubanas le estaban dando al pueblo de Angola —en una escala tal que nos era difícil creerlo— cuando los angolanos se vieron atacados en forma combinada por las tropas sudafricanas, el FNLA financiado por la CIA, los mercenarios y las fuerzas de la UNITA y de Zaire en 1975. 

Nosotros en África estamos acostumbrados a ser víctimas de otros países que quieren desgajar nuestro territorio o subvertir nuestra soberanía. En la historia de África no existe otro caso de un pueblo que se haya alzado en defensa de uno de nosotros.

Sabemos también que esta fue una acción popular en Cuba. Sabemos que aquellos que lucharon y murieron en Angola fueron solo una pequeña parte de los que se ofrecieron como voluntarios. Para el pueblo cubano, el internacionalismo no es simplemente una palabra, sino algo que hemos visto puesto en práctica en beneficio de grandes sectores de la humanidad.”

Mandela terminó su discurso diciendo:


“¡Viva la Revolución Cubana!

¡Viva el compañero Fidel Castro!”


En esta hora de la desaparición física de Nelson Mandela, honramos  al amigo de Cuba que se ganó el respeto y la admiración de miles de luchadores por la justicia social alrededor del mundo. Al hombre convertido en símbolo de lucha contra el régimen del apartheid, al rebelde que no pudieron doblegar en la lucha por el ideal de una sociedad libre, democrática y no racial. Con su vida extraordinaria, Mandela demostró, como dijo José Martí, que una idea justa desde el fondo de una cueva puede más que cualquier ejército.

El propio Mandela había dicho sobre su existencia: “He dedicado toda mi vida a la lucha del pueblo africano de Sudáfrica; he luchado contra la dominación blanca y contra la dominación negra. He soñado con el ideal de una sociedad libre y democrática… un ideal por el cual deseo vivir para lograrlo. Pero si fuera necesario, un ideal por el cual estoy dispuesto a morir.” 

Mandela fue un ejemplo digno de luchador valiente e inquebrantable, por valores legítimos que, en el siglo XXI, siguen siendo universales.  

jueves, 5 de diciembre de 2013

Acuerdo Occidente-Irán. El yuan en la mira

Por Raúl Zibechi

Alainet


El acuerdo firmado con el mayor enemigo de Estados Unidos desde la caída de la Unión Soviética, identificado como el “eje del mal”, es un sacudón en la geopolítica mundial de incalculables consecuencias. Lo que está en juego, además de la paz, es la continuidad del petrodólar, o sea la hegemonía de la moneda estadounidense.

Hace unos meses parecía inalcanzable. Antes de la primavera árabe era imposible. Pero después del acuerdo que evitó una invasión a Siria, forzado por Rusia, todo parece posible en Medio Oriente y, tal vez, en otras partes del mundo. El entramado de alianzas que durante medio siglo mantuvo cierta estabilidad en la región se ha desvanecido. Los tres aliados tradicionales de Estados Unidos, Israel, Arabia Saudí y Egipto, van perfilando caminos divergentes respecto a la superpotencia, mientras Rusia ensaya su retorno y China aumenta su protagonismo en una región clave.

Como ya aceptan todos los analistas y buena parte de los medios, Washington ya no juega solo en el tablero global. Algunos asesores que siempre han jugado un papel determinante en las decisiones de la Casa Blanca, como el influyente Zbigniew Brzezinski, Consejero de Seguridad Nacional de Jimmy Carter (1977-1981), venían pregonando un acuerdo con Irán desde la llegada a la presidencia de Hassan Rohani, conocido por su pragmatismo. “El Congreso se está finalmente avergonzando de los esfuerzos de Netanyahu por dictar la política estadounidense”, escribió en su cuenta twitter días atrás (Eldiario.es, 15 de noviembre de 2013).

El acuerdo firmado entre los integrantes permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia), más Alemania, con Irán, tiene una duración de seis meses y establece una reducción del alcance del programa nuclear iraní a cambio de suavizar el embargo internacional. Irán se compromete a rebajar a la mitad el uranio enriquecido al 20 por ciento, no enriquecer a más del 5 por ciento en el futuro, y a no aumentar la capacidad de enriquecimiento de la planta de uranio de Natanz ni de los reactores de Fordow y Araki, ni a construir nuevas instalaciones aceptando la supervisión de la Agencia Internacional de Energía Atómica.

Washington a su vez se compromete a suspender el boicot al petróleo iraní, desbloquear fondos de Teherán en el exterior, suspender las sanciones sobre la industria automotriz y a los servicios aéreos, además de permitir la compra por Irán de alimentos, medicamentos y equipos médicos.

El acuerdo alcanzado en la madrugada del domingo en Ginebra tiene varias ventajas para las partes: se asegura que Irán no desarrollará armas nucleares y preserva su derecho a desarrollar un programa de energía atómica con fines pacíficos. Podría ser el primer paso en 35 años para llegar a un entendimiento de largo plazo entre la República Islámica y Occidente, aunque persisten focos de tensión y desavenencias tanto en la región como a escala más global. Por diferentes motivos, los principales ganadores son Irán, Estados Unidos, Rusia y China, mientras los más perjudicados son Arabia Saudí e Israel. Francia procuró descarrilar las conversaciones, pero finalmente debió ceder.

El realismo de Obama

Comprender las dificultades de Washington es el tema clave, ya que es el actor que había construido el edificio de la gobernabilidad global que ahora se resquebraja. Intentar restaurar su influencia pasa por un acuerdo con Teherán, pero no por los motivos que se aducen. En efecto, es altamente improbable que Irán pueda construir un arma nuclear en un plazo breve. Todo indica que en el futuro inmediato seguirá habiendo sólo una potencia nuclear en la región, Israel. Por otro lado, Paquistán e India se convirtieron en potencias nucleares sin el consentimiento de Washington, pero el primero es ahora su aliado y coquetea con el segundo.

El problema para Obama está en otro lado: necesita un urgente reposicionamiento geopolítico. La creciente influencia de Rusia en la región y sobre todo de China en el mundo, llevaron al Pentágono a establecer la estrategia del “pivote Asia Pacífico” para contener al país que visualiza como su principal competidor. Todos sabemos que el futuro de la economía mundial pasa por Asia. Además, desde el comienzo de la primavera árabe en 2011 Washington perdió aliados vitales que antes eran incondicionales: Turquía, Israel, Arabia Saudí, Irak. Demasiada inestabilidad que le impide concentrarse en Asia. Por eso el analista Pepe Escobar escribe: “Washington quiere más influencia en el suroeste de Asia, y en toda Eurasia” (Russia Today, 15 de noviembre de 2013).

“Con el acuerdo temporal obtenido con Irán en Ginebra, Barack Obama acaricia el mayor éxito de política exterior de su presidencia y Estados Unidos la mejor oportunidad de un rediseño de la geopolítica mundial desde la caída del Muro de Berlín” (El País, 25 de noviembre de 2013). Si ese acuerdo no se obtuvo antes fue porque el frente interno estadounidense no lo permitía. Si se consigue ahora, es por la necesidad de reposicionarse en una región a la que está atado de pies y manos. Tres años atrás, cuando Brasil y Turquía llegaron a un acuerdo para que Irán enriqueciera uranio fuera del país, “estaba haciendo una concesión que ahora no necesitó hacer”, destacó el ex canciller y actual ministro de Defensa Celso Amorim (Folha de São Paulo, 27 de noviembre de 2013).

Para Irán era urgente una tregua, sobre todo aliviar las sanciones que sacuden su economía. La inflación alcanzó el 30 por ciento, la desocupación el 20 por ciento. Las exportaciones de petróleo, que representan el 80 por ciento de los ingresos del gobierno, cayeron a la mitad. La moneda iraní, el rial, se devaluó el 100 por cien frente al dólar y los precios de los alimentos se duplicaron. Es cierto que Irán siguió exportando crudo a más de 30 países, entre ellos India y China, y que la mitad de su comercio con Beijing se realiza en yuanes, lo que afecta al dólar. Además el levantamiento de las sanciones aportará 8 mil millones de dólares a Teherán por el acceso a activos congelados en el exterior y la reanudación del comercio.

Si el acuerdo se consolida y avanza en los próximos seis meses, la Casa Blanca tendrá las manos más libres para dedicarse a lo que realmente le importa: cercar a China apoyándose en Japón, Corea del Sur y Australia. Y, por supuesto, en su flota de portaaviones y su red de bases militares.

La nueva alianza saudí-israelí

La diplomacia china aseguró que el acuerdo firmado es “sólo el comienzo” y destacó que aún queda un largo camino por recorrer (Xinghua, 25 de noviembre de 2013). “China continuará facilitando las conversaciones y desempeñará un papel constructivo en este sentido”, dijo el portavoz de la cancillería.

China es probablemente el país más interesado en evitar una guerra en la región, que involucraría a varias potencias y llevaría al cierre del Estrecho de Ormuz en el Golfo Pérsico, por donde pasa el 20 por ciento del petróleo que se comercializa en el mundo. Si eso sucediera, el precio podría duplicarse y los flujos podrían interrumpirse afectando principalmente a los países asiáticos y a Europa. Por el contrario, Washington camina hacia la autosuficiencia energética y sus fuentes de abastecimiento se encuentran más diversificadas que las de su principal competidor.

Para Moscú es importante poner fin a la guerra en Siria y “cambiar el énfasis de derrocar a Bachar al Assad a combatir el terrorismo” (The Brics Post, 25 de noviembre de 2013). Algo similar sucede con el gobierno iraquí de Nouri al Maliki, que necesita superar la terrible polarización entre sunitas y chiítas que ha sumido al país en el caos, una década después de la invasión estadounidense. En ambos casos el papel de Teherán no es menor. Aliado de los presidentes de Irak y Siria, puede convertirse en pieza clave para bajar los decibeles, apoyándose en la cada vez más influyente diplomacia rusa.

Pero la cuestión clave es la nueva alianza entre Israel y Arabia Saudí. El primer ministro Benjamín Netanyahu regañó en conversación telefónica a Obama ya que considera “un error histórico” la firma del acuerdo con Irán, porque “el mundo se ha convertido en un lugar mucho más peligroso” (Russia Today, 26 de noviembre de 2013). Por su parte, la familia real saudí se mostró indignada con el acuerdo con Irán. Los saudíes sufrieron en poco tiempo la doble derrota de ver cómo se les escapó de las manos el esperado triunfo en Siria y ahora cómo su archienemigo Irán se convierte en interlocutor privilegiado de Washington, desafiando su liderazgo en la región.

Algunas fuentes sostienen que los servicios secretos israelíes y saudíes están trabajando juntos para preparar ataques en suelo iraní, mientras la BBC aseguró hace varias semanas que Arabia Saudí pretende conseguir armas nucleares a través de Pakistán, cuyo programa atómico apoyó en su momento. Más grave aún es que Riad está dispuesto a facilitar drones, aviones cisterna y helicópteros, además de su espacio aéreo, para un ataque israelí a Irán.

Lo más probable, empero, es que los nuevos aliados no ataquen directamente a Irán sino que intensifiquen el enfrentamiento en el frente sirio y, probablemente, en Líbano, donde la milicia chiíta Hezbolá sigue siendo un problema para Tel Aviv. Al parecer el ataque suicida contra la embajada de Irán en Líbano, que costó la vida a 23 personas hace dos semanas, sería parte de la escalada que se prepara en la región para intentar contrarrestar la nueva relación de fuerzas. El otro punto débil es la Franja de Gaza, donde el delegado de la ONU declaró que la crisis humanitaria como consecuencia del bloqueo israelí al gobierno de Hamas ha llegado a “todos los servicios esenciales, como hospitales, clínicas, estaciones de bombeo de aguas residuales” (Asia Times, 27 de noviembre de 2013).

Medio Oriente fue el nudo de la hegemonía estadounidense desde 1945. Ahora ya no lo es y su interés se desplaza gradualmente hacia Asia Pacífico. Pero en esta zona que sigue teniendo una importancia estratégica, la cosas se han complicada demasiado para Washington. Desde la caída de Hosni Mubarak durante la primavera árabe perdió el control de Egipto. Israel se ha convertido en un aliado problemático y Arabia Saudí está mirando hacia China. Las principales piezas del ajedrez estratégico se mueven cada una por su lado sin un mando central que las pueda regular.

Petróleo y dólares

El escenario sobre el que se mueven las principales potencias en Medio Oriente fue diagramado, durante la Primera Guerra Mundial, por Francia e Inglaterra a través del acuerdo secreto Sykes-Picot, el 16 de mayo de 1916, arbitrando sus respectivas áreas de influencia en la región cuando el petróleo adquirió importancia estratégica al sustituir al carbón como combustible de las marinas de guerra. En febrero de 1945, retornando de la Conferencia de Yalta, el presidente Franklin Roosevelt desembarcó en el Canal de Suez para reunirse con la autoridad saudita, Ibn Saud, consolidando una alianza por la cual la potencia victoriosa de la Segunda Guerra Mundial sustituyó el papel que había tenido Inglaterra.

La Casa de Saud se convirtió en el principal abastecedor de petróleo barato a la potencia que era responsable de casi la mitad del PIB global. El reciente informe de la Agencia Internacional de Energía señala que gracias a las nuevas técnicas como la fractura hidráulica, Estados Unidos alcanzará y superará a Arabia Saudí como principal productor de petróleo. Y señala que eso se producirá en 2015. Como quien dice, un viraje que está a la vuelta de la esquina.

Para Estados Unidos es importante asegurar su autosuficiencia energética, toda vez que la dependencia de las importaciones ha sido uno de sus flancos más débiles. Pero el papel de Riad queda en el aire. A comienzos de 2012 China y Arabia Saudí firmaron un acuerdo para la construcción de una enorme refinería para producir 400 mil barriles diarios en 2014, en el puerto de Yanbu, en el mar Rojo. La estatal china Sinopec será propietaria de un 37,5 por ciento de la refinería junto con la saudí Aramco que tendrá el 62,5 por ciento.

El acuerdo representa “una asociación estratégica en la industria de la refinería entre uno de los principales productores energéticos de Arabia Saudí y uno de los principales consumidores del mundo”, afirmó el presidente de Aramco, Khalid Al-Falih (China Daily, 16 de enero de 2012). China importa el 56 por ciento del petróleo que consume; el reino saudita es el principal proveedor de petróleo de China y el mayor exportador de crudo del mundo. China participa en proyectos de construcción de infraestructuras en Arabia Saudí, incluyendo áreas como ferrocarriles, puertos, electricidad y telecomunicaciones. Lo que se está gestando es un viraje de larga duración en el área petrolera mundial y muy en concreto en la presencia china en una región, y en un país, que fue pilar de la hegemonía de Washington.

El año 2012 registró ese viraje: China desplazó a Estados Unidos como principal importador de crudo saudí. Pero el tema es más profundo: en 1972 Estados Unidos y Arabia Saudí acordaron que todo el petróleo vendido por la monarquía sería nominado en dólares estadounidenses. Así nació el petrodólar que fue adoptado por casi todos los países y se convirtió en el sostén de la economía de la superpotencia, otorgándole una ventaja que ningún otro país poseía.

En 1975, todos los países de la OPEP habían acordado fijar el precio de sus propias reservas de petróleo en dólares estadounidenses a cambio de armas y protección militar. Este sistema del petrodólar, más conocido como “petróleo por dólares”, crea una inmediata demanda artificial de dólares en todo el mundo. Al aumentar la demanda mundial de petróleo, también aumenta la demanda de dólares de Estados Unidos. De ese modo el dinero que gasta el mundo fluye a través de la Reserva Federal asegurando la financiación de la deuda estadounidense. Además, tiene el privilegio de hacerse con el petróleo del mundo gratuitamente, al imprimir los billetes con los que paga.

Si el petrodólar se derrumba, el dólar se termina como moneda de reserva lo que marcará el fin de la hegemonía estadounidense. Los países integrantes del BRICS empezaron a comerciar en sus propias monedas, en particular China y Rusia. La llave la tiene Arabia Saudí. El día que deje de vender su petróleo en dólares, el sistema financiero y Wall Street sentirán un impacto demoledor. Recordemos que la verdadera razón para la invasión a Irak fue que Saddam Hussein decidió vender su petróleo en euros.

El declive del dólar se acelera en los últimos años con acuerdos entre China y Emiratos Árabes Unidos, Brasil, Rusia y los BRICS entre ellos, pero también Japón y Australia, para utilizar sus propias monedas (Geab 72, febrero 2013). A comienzos de 2013 el Laboratorio Europeo de Anticipación Política señalaba que “levantar las sanciones a Irán es la primera etapa para el pago en euros del petróleo importado por Europa” y añadía que el viejo continente no debería “hacerse cargo de la inestabilidad y la debilidad de la economía estadounidense”.

Esta tendencia choca de frente con la internacionalización del yuan, la moneda que más se ha apreciado frente al dólar. Síntoma de lo que se viene es el vertiginoso aumento de las compras de oro por los bancos centrales en 2012, las mayores desde 1964 (CNBC, 14 de febrero de 2013). El Banco Popular de China acaba de informar que “el país ya no se beneficia con el aumento en sus tenencias de moneda extranjera”, por lo que puede frenar la compra de dólares (Bloomberg News, 21 de noviembre de 2013). China tiene reservas de 3,6 billones de dólares, el triple que cualquier otro país y más que el PIB de Alemania.

Una característica de los tiempos de transición suele ser la aceleración de los cambios y, sobre todo, la tendencia a resolver los conflictos por la vía militar. El acuerdo con Irán aplaza una guerra en Medio Oriente, pero puede acelerar la tensión en Asia Pacífico.

- Raúl Zibechi, periodista uruguayo, escribe en Brecha y La Jornada y es colaborador de ALAI.

lunes, 2 de diciembre de 2013

‘Bye bye Monroe, hello Troilo’


Pese a lo que digan muchos, Estados Unidos no se ha “retirado” de Latinoamérica. Su presencia es relevante en cuestiones económicas, políticas, asistenciales y militares. Y los países de la zona no deben confundirse.

Por Juan Gabriel Tokatlian

Recientemente, el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, proclamó lo que en los hechos ya resultaba evidente a mediados de la década pasada: el ocaso de la doctrina Monroe.Un conjunto de factores estructurales de diversa índole, de tendencias globales y regionales y de transformaciones de envergadura en muchos países del continente —incluido, por supuesto, EE UU— fueron confirmando los límites y los costes de la diplomacia coercitiva, de la capacidad de Washington de intervenir unilateralmente en los asuntos internos de América Latina y de lograr, sin consultar a nadie, la satisfacción de sus principales objetivos en el área.

Quizás de modo un tanto ingenuo, algunos observadores en la región detectaron en las palabras de Kerry una nueva vocación de aislacionismo de Estados Unidos respecto a Latinoamérica. Con escasa base empírica, hubo otros que percibieron que el gesto de Kerry era la constatación de que Estados Unidos ya se había “ido” de América Latina. La consecuencia natural de esas dos lecturas fue enseguida una sola: bye bye Monroe, adiós Estados Unidos.

Probablemente resulte más preciso reconocer que el fin de la doctrina Monroe no implica el “retiro” o el “olvido” de Estados Unidos con relación a América Latina. Es posible que resulte útil comenzar a hablar de la doctrina Troilo como una suerte de sustituto simbólico a propósito de las relaciones interamericanas. Aníbal Troilo no fue un político latinoamericano, sino uno de los más grandes bandoneonistas argentinos. Nocturno a mi barrio fue una composición suya especial: no solo la escribió en 1968, sino que fue la única que interpretó en 1972. Su letra viene al caso. En aquel soberbio tango, Troilo decía: “Alguien dijo una vez que yo me fui de mi barrio. ¿Cuándo? ¿Pero cuándo? Si siempre estoy llegando”. La letra tanguera se puede usar para discernir cómo, a pesar de las apariencias y de algunos diagnósticos altisonantes que han ido surgiendo en la propia América Latina, los datos concretos más recientes muestran que Estados Unidos nunca se “fue” de la región: hello Troilo.

Según un estudio, en 2012 la inversión fue cinco veces mayor que en los cinco años anteriores. Por ejemplo, es cierto que el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) se desvaneció en 2005 en la Cumbre de las Américas de Mar del Plata. Pero Estados Unidos ya suscribió y ratificó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte con México y Canadá, el Tratado de Libre Comercio con Centroamérica y República Dominicana y los tratados de comercio bilaterales con Chile, Colombia, Perú y Panamá. Mientras Mercosur no ha definido una mirada medianamente consistente hacia el Atlántico ni tiene una perspectiva consensuada con relación al otro océano que baña las costas de América Latina, la Alianza del Pacífico (Chile, Colombia, Perú y México) se suma, por interés propio, a la denominada pivot strategy mediante la cual Estados Unidos busca afirmar su proyección de poder en Asia, acompañada por aliados regionales, y rodear a Beijing para limitar la influencia china en la cuenca del Pacífico. Paralelamente, Estados Unidos continúa siendo, a pesar del avance de China en América Latina, el principal inversor en México y la cuenca del Caribe según el último informe de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) en la materia. Además de acuerdo a la misma fuente, y a pesar de la persistente crisis económica interna, “en 2012 las empresas transnacionales de Estados Unidos fueron responsables del 24%” de la inversión extranjera directa en América Latina; “un porcentaje mayor que el de los cinco años anteriores”.

En cuanto a políticas contra el narcotráfico, y al margen de que se cuestione en la región la llamada “guerra contra las drogas”, Washington ha llevado a cabo el Plan Colombia, la Iniciativa Andina, el Plan Mérida, la Iniciativa de Seguridad de la Cuenca del Caribe y la Iniciativa de Seguridad Regional para Centroamérica. La creación en 2009 del Consejo Sudamericano de Defensa fue trascendental, pero se produjo después de que Estados Unidos volviera a restablecer en 2008 la IV Flota que había sido disuelta en 1950 y que ahora tiene como misión principal combatir el crimen organizado transnacional. Es cierto que en diciembre de 2000 se cerró la infausta Escuela de las Américas, donde se adiestraron tantos dictadores de la región, pero el total de latinoamericanos entrenados en Estados Unidos entre 1999 y 2011 fue, según el sitio web Just the Facts (www.justf.org) de 195.807 —superior a algunas de las décadas de mayor contacto intramilitar en el continente—. A ello hay que sumar la consolidación de bases en Centroamérica y el Caribe y la ampliación de facilidades militares, como el despliegue de radares y el aumento de operaciones contra las drogas, en esa zona próxima que Washington considera su “tercera frontera”.

Por más diversificación de la asistencia que han buscado los Estados latinoamericanos, la ayuda total a la región de Estados Unidos sigue destacándose sobre el resto de países: 17.317 millones de dólares para el periodo 2009-2014. La asistencia militar y policial de Estados Unidos a América Latina, 6.821 millones de dólares entre 2009-2014, supera la cantidad brindada por cualquier otra nación extrarregional. Si bien la región apuntó a tener fuentes distintas en cuanto a la provisión de armamentos, el total de ventas de armas de EE UU a Latinoamérica fue de 11.191 millones de dólares entre 2006 y 2011. Aunque Estados Unidos se replegó de Ecuador al finiquitarse su uso de la base de Manta y no logró que fuese constitucional el acuerdo con Colombia para usar siete bases militares de ese país, Washington logró sellar dos compromisos con Brasilia —el acuerdo de cooperación en defensa de abril de 2010 y el acuerdo de seguridad en información militar de noviembre de ese mismo año— e iniciar la readecuación de un acuerdo de cooperación en defensa con Perú de 1952. Corresponde aclarar asimismo que según el Stockholm International Peace Research Institute, EE UU es el segundo proveedor de armamentos de Brasil después de Francia y antes de Alemania y Suecia.

En todo momento del año hay hasta 4.000 efectivos militares desplegados a lo largo y ancho de la región.

En buena parte de la opinión pública y política persiste la idea de que la cuestión de los drones (vehículos aéreos no tripulados) y de las fuerzas de operaciones especiales se manifiesta fuera de la región; en especial, en Asia Central, Próximo Oriente y el norte de África. Sin embargo, los drones operan en los límites entre Estados Unidos y México y ya hay ensayos con dichos vehículos para interceptar cargamentos de drogas en el Caribe, al mismo tiempo que, según una nota del The Washington Post de julio de este año, los militares estadounidenses han empleado drones, los llamados ScanEagles,en Colombia. Por su parte, las Special Operations Command South, en el marco del Comando Sur con sede en Miami, vienen desarrollando ejercicios con varias fuerzas armadas de la región y el Air Force Special Operations Command ha estado activo en América Central desde 2009. Cabe destacar que en el último año ha surgido un interés de las firmas constructoras de drones en Estados Unidos para desplazar a Israel como principal proveedor de los mismos, mientras que el almirante William McRaven, al frente del Special Operations Command, indicó en 2012 la voluntad del Pentágono de expandir el rol de las fuerzas de operaciones especiales en América Latina, a pesar de no ser esta un área desde donde se ponga en jaque la seguridad nacional de Estados Unidos. Las afirmaciones de McRaven coinciden con lo expresado a principios de este año por el general Sean Mulholland del US Special Command South. Hay que añadir que, según una nota de comienzo de 2013 de Associated Press, en todo momento del año hay hasta 4.000 efectivos militares de Estados Unidos desplegados a lo largo y ancho de América Latina.

En síntesis, Estados Unidos no ha sido pasivo ni irrelevante en materia de relaciones interamericanas, ya sea en lo económico, en lo político, en lo asistencial y en lo militar. Nunca se “fue” de la región: está ahí. La doctrina Monroe perdió vigencia, pero eso no significa que Estados Unidos se haya retirado de América Latina. En realidad, Washington siempre está “llegando” a la región: bye bye Monroe, hello Troilo.

El gran desafío para la región es saber cómo manejar esas relaciones y cómo avanzar en la autonomía internacional de América Latina, salvaguardando los intereses nacionales de cada país. La región se equivoca si confunde el reconocimiento de parte de Estados Unidos de nuevas realidades mundiales y continentales con inactividad por parte de Washington respecto a la región. El error podría ser mayúsculo si no se entiende que es imperativo para Latinoamérica desagregar temas y discernir coyunturas en sus relaciones con Estados Unidos: al final del día ese país es, simultáneamente, proveedor de orden y desorden en el continente.

Juan Gabriel Tokatlian es director del Departamento de Ciencia Política y Estudios Internacionales de UTDT.

LA CUARTA PÁGINA