domingo, 5 de abril de 2015

Cumbre de las Américas - Los temas que no interesan a Obama: paz, bases militares y militarismo, entre otros no menos importantes.


Por Leyde E. Rodríguez Hernández

La Cumbre de las Américas abordará, inevitablemente, temas que parecen no ser de interés para el gobierno estadounidense, como la paz, la presencia de bases militares en el hemisferio y el militarismo contra América Latina y el Caribe, que pone al continente sobre aviso de un nuevo intervencionismo militar en la zona o sobre la posibilidad de  planes de golpes de Estado en países progresistas contrarios al hegemonismo de los Estados Unidos en la región: Venezuela, Ecuador, Bolivia, Argentina, Brasil, aunque estos no serían los únicos.

Así lo demuestra el reciente aumento de la presencia militar en Latinoamérica, con particular significación en Honduras, [1] en la base aérea estadounidense de Soto Cano, conocida como ‘Palmerola’, a 86 kilómetros de Tegucigalpa, donde han alojado una nueva unidad especial constituida por 250 marines, al menos cuatro helicópteros pesados y un catamarán anfibio de alta velocidad, destinado a transportar tropas y medios entre puertos dentro de un teatro de operaciones.[2] La nueva unidad, denominada ‘Fuerza de Tarea de Propósito Especial Aire-Tierra de Marines-Sur’ o ‘SPMAGTF-South’ (de ‘Special Purpose Marine Air-Ground Task Force-South’), estará operativa en la región entre junio y noviembre de 2015. Ya, desde el 1 de abril, la base aloja la unidad, según informó, a su vez, La Iguana TV.

Las distintas fuentes coinciden en que  la nueva fuerza intervencionista es “de respuesta a crisis”, según las concepciones imperialistas estadounidenses. Su misión declarada es la colaboración en adiestramiento con fuerzas militares al servicio de la derecha hemisférica, “asistencia humanitaria” y “operaciones antidroga”. Es bien conocido que los Estados Unidos ha recurrido a estos pretextos para invadir militarmente a otros países en la región, tradicionalmente con la venia de la Organización de Estados Americanos (OEA): el tristemente célebre ministerio de colonias yanquis.

Como suele suceder, la creación de la nueva fuerza surgió a una semana de la visita del jefe del Comando Sur de los Estados Unidos, John Kelly[3], a Honduras, donde participó en la Conferencia Centroamericana de Seguridad Transnacional, donde asistieron representantes y jefes de las Fuerzas Armadas de 14 países, incluidos Canadá, México, Colombia, República Dominicana, Haití y Costa Rica.

Todo está interrelacionado, recuerden que, en su momento, el ex presidente  hondureño Manuel Zelaya declaró su intención de convertir Soto Cano en un aeropuerto civil con financiación de la ALBA, una decisión rechazada por el embajador del Imperio en Honduras. Entonces, Zelaya, un presidente elegido democráticamente, fue depuesto en un cruento golpe de Estado organizado por los Estados Unidos en junio del 2009. La base militar, clave para los intereses de Washington en toda la región, fue protagonista del golpe contra Zelaya, y podría convertirse, junto a otras bases en el Caribe y en el Sur Latinoamericano en puntal para nuevos zarpazos militares contra países independientes, progresistas y soberanos contrarios a la dominación imperialista.

El nuevo gobierno hondureño, en una decisión indigna, canceló la decisión del anterior Ejecutivo y la ‘Palmerola’ se quedó en su lugar. La noticia sobre la creación en ella de una nueva unidad especial coincidió con la intensificación de las tensiones entre los Estados Unidos y Venezuela, tras el fracaso de un intento de golpe de Estado, con factura estadounidense, en la patria de los libertadores Simón Bolívar y Hugo Chávez, y la proclamación de un decreto presidencial  por parte de Obama, el 9 de marzo, en que se acusa, con total desatino, a Venezuela como “una inusual y extraordinaria amenaza a la seguridad nacional y la política exterior de los Estados Unidos”, cuando sabemos que, en rigor, la seguridad nacional del Imperio es la inseguridad de América Latina y el Caribe, e incluso planetaria. 

En este contexto, resulta de extraordinaria importancia la propuesta del 30 de marzo de 2015 presentada por el Secretario General de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Ernesto Samper[4], de eliminar todas las bases militares de los Estados Unidos en el territorio latinoamericano. Y diría también caribeño, donde se encuentra la ilegal base naval de Guantánamo, que ofende la dignidad del pueblo cubano, y otras instalaciones militares susceptibles de ser utilizadas en una aventura militar contra cualquier país del  hemisferio. 

Respecto a la Cumbre de las Américas que se celebrará este 10 y 11 de abril en Panamá, Samper expresó: "Un buen punto de la nueva agenda de relaciones entre los Estados Unidos y América Latina sería que no haya bases militares norteamericanas en Suramérica”. Samper rechazó las medidas unilaterales de los Estados Unidos contra Venezuela, y consideró que el evento que se celebrará en Panamá es oportuno para replantear las relaciones del Gobierno norteamericano con la región.

Pero dijo más: "en un mundo globalizado como el actual uno no puede pedir reglas de juego globales para la economía y mantener el unilateralismo para la política. Ningún país tiene derecho a juzgar la conducta del otro ni muchísimo menos a imponerle sanciones o castigos por su propia cuenta". De igual forma Samper condenó que "un país que no ha ingresado al sistema interamericano de Derechos Humanos formalmente se reserve el derecho a hacer juicios", en relación con la política exterior de Washington hacia América Latina, anclada en los tiempos de la confrontación que caracterizó a  la “guerra fría”.

Samper destacó que una de las grandes expectativas de la Cumbre es el encuentro del presidente de Cuba, Raúl Castro; y su homólogo estadounidense, Barack Obama. Sin embargo, destacó que lo importante es abordar el estado de las reuniones diplomáticas y la exigencia del levantamiento del bloqueo económico, comercial y financiero contra la isla. Además resaltó que se deben abordar "otros temas, no sólo lo que le interesan a los Estados Unidos", entre ellos el medioambiente, equidad de género o derechos humanos, en ambas Américas. En esta VII Cumbre, también se espera que la Unasur pida al presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, que derogue la orden ejecutiva emitida el pasado 9 de marzo, en la que agrede a Venezuela tras acusarla de ser una “amenaza inusual y extraordinaria” para la seguridad del país norteamericano.

Es lógico pensar que de no derogarse dicha orden ejecutiva contra Venezuela, será muy difícil imaginar una nueva relación entre las dos Américas.

Notas:


[1] Véase las informaciones al respecto publicadas por los sitios en Internet Resumen Latinoamericano y Russia Today. 3 de abril de 2015 

[2] De acuerdo con el portal defensa.com, la ‘Palmerola’ suele albergar a entre 500 y 600 soldados estadounidenses de manera permanente. Véase las informaciones publicadas por los sitios en Internet Resumen Latinoamericano y Russia Today. 3 de abril de 2015

[3] Aunque sus nombres se parecen, no confundir con Kerry, el Secretario de Estado de los Estados Unidos. Aunque bien pudieran ser apellidos para un dúo musical, por su pronunciamiento melódico: Kelly y Kerry: uno, desde el “poder duro,” y el otro, desde el “poder blando”, buscan el control y la subordinación de América Latina y el Caribe, su antiguo traspatio, a los intereses hegemónicos del Imperio.

[4] Véase las declaraciones del Secretario General de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Ernesto Samper en:

Cumbre Borrascosa


Por: Dr. Néstor García Iturbe

Como  todos seguramente recuerdan, existe una película que se denominó Cumbres Borrascosas. En estos momentos el nombre de dicha película nos viene a la mente, vinculándolo a la reunión que se debe llevar a cabo en Panamá entre los días 10 y 11 de abril, que promete ser una Cumbre Borrascosa.

Desde que la Cumbre comenzó a organizarse, el problema de la asistencia de Cuba tuvo su repercusión en la misma.  Un buen número de países plantearon que si Cuba no era invitada ellos no asistirían.  Estados Unidos había planteado, como en otras ocasiones, que Cuba no debía estar presente, sin embargo, finalmente accedieron a que se invitara, debido a la presión ejercida por los países latinoamericanos.

En relación con Cuba, Estados Unidos inició un proceso para el restablecimiento de relaciones diplomáticas, con el propósito de tener establecidas las mismas y abiertas las correspondientes Embajadas antes del inicio de la Cumbre, lo cual, por el curso de los acontecimientos, al parecer será una meta difícil de cumplir. 

El gobierno de Washington, hasta el momento, no ha podido solucionar dos de los principales requisitos exigidos por Cuba para que esto pueda llevarse a cabo, aunque, quizás sorprendan y actúen con tal rapidez que los resuelvan antes de la Cumbre. Estados Unidos considera que una Cuba, con la cual se han restablecido  relaciones diplomáticas, deberá ser menos crítica y agresiva contra las posiciones estadounidenses. Tengo el criterio, de que también en eso están equivocados, y que la situación de las relaciones entre los dos países, no cambiará mucho lo que Cuba expondrá en dicha reunión.

La situación con Venezuela no augura mucha tranquilidad durante  la Cumbre.  La insólita posición de Estados Unidos, declarando a la hermana república “un peligro para su Seguridad Nacional ”, ha tenido una fuerte oposición, tanto en la propia Venezuela como en la mayoría de los países del continente. La acción estadounidense ha sido respondida con toda la fuerza necesaria por parte del gobierno de Maduro, que además, ha recogido millones de firmas, las cuales anunció entregaría al Premio Nobel de la Paz durante el transcurso de la magna reunión.

¿Cuál será la  actitud de Obama al encontrarse con el representante de un gobierno que calificó como  “un peligro para la Seguridad Nacional de Estados Unidos”? ¿Le extenderá la mano para saludarlo? ¿Recibirá Obama los documentos que contienen millones de firmas apoyando a Venezuela?

Quizás en los cálculos de Obama estaba que la cumbre se realizaría después del éxito del golpe de estado, por lo que no sería Maduro el representante de Venezuela. El golpe de estado sucumbió, Maduro estará en la cumbre, y estamos seguros que su  discurso,  expondrá claramente  la determinación del pueblo de Venezuela de luchar, hasta las últimas consecuencias, por su independencia y soberanía, palabras no gratas a los oídos estadounidenses.
 
Considero que los discursos   de otros países, no solamente se referirán a la situación venezolana y el apoyo al gobierno de Maduro, sino que además, mencionarán las acciones que Estados Unidos ha desarrollado contra los mismos.

Correa había anunciado que no era seguro si asistiría a la Cumbre, esto lo dijo partiendo de la acción estadounidense contra Venezuela, la cual consideró de inaceptable. Sin embargo, es posible que aproveche la oportunidad para poder decirle a Obama, en su propia cara, lo que piensa de la política que está siguiendo y los sentimientos del pueblo Ecuatoriano y América Latina sobre la misma.

Evo Morales y Daniel Ortega, que desde el principio se sumaron al fuerte movimiento de apoyo a Venezuela  y que mantienen una política independiente y defensora de los intereses de sus naciones, seguramente tendrán  bastante que decir en la Cumbre y no precisamente halagos hacia Estados Unidos.

Dilma y Cristina, han estado sufriendo las maniobras de Estados Unidos en contra de su persona, su gobierno y el país que representan.  Pudiera decirse que en los últimos meses los estadounidenses han estado trabajando fuerte para librarse de ellas, quizás por el criterio equivocado, que representan el punto más débil entre los que se oponen a sus designios.  Estoy completamente seguro, que los discursos de estas presidentas van a ser cruciales en el desarrollo de la Cumbre.

En la Cumbre de Panamá, Obama sufrirá las borrascas promovidas por la política hegemónica, imperial, prepotente y agresiva, que Estados Unidos  ha continuado desarrollando contra Nuestra América.

 Recuerden que, el que siembra vientos, recoge tempestades.

Nicolás Maduro y la post Cumbre de Panamá


Por Gaspar Velásquez Morillo

Circunstancias tan, pero tan exigentes, han rodeado la presidencia actual en la República Bolivariana de Venezuela, no obstante, Nicolás Maduro no se ha dejado acorralar, minimizar y menos opacar y la curva ascendente de aprendizaje le hace colocar como en una verdadera Revelación Política Gubernamental en el mundo, que quizás no sea reconocida por cartelizados diarios y revistas internacionales quienes a contracorriente de la historia serán mezquinos y no aceptaran en calificar al presidente venezolano como Personalidad del Año.

Aunque tengo la certeza que a Nicolás Maduro ese reconocimiento o no, no le quita el sueño, ni le perturba su concentración mental.

Nicolás Maduro, su gobierno, el pueblo se han enfrentado de tú a tú con el criminal Imperio estadounidense, ya ambos contrincantes se miran frente a frente: el Imperio alega que “nunca ha propiciado invasiones, ni derrocamientos de gobiernos en el mundo y mucho menos ha planificado magnicidio” provocando la risa hasta de los propios corresponsales de prensa en las propias ruedas de prensa del Imperio; de contra parte, Nicolás Maduro, su gobierno, el pueblo, con pruebas en manos devela públicamente el prontuario criminal y genocida de las administraciones gubernamentales de EE.UU., desde la época en vida del Libertador Simón Bolívar como hasta el presente; lo cierto es, que las solidaridades de muchísimos gobiernos y pueblos del mundo con Venezuela, es por demás evidente y reafirman los señalamientos del gobierno y del pueblo venezolano.

Ese sentimiento internacional a favor de Venezuela, lo cultivó el Comandante Supremo Hugo Chávez Frías, quien con claridad se desplegó en distintos escenarios institucionales y populares mundiales develando la complicidad y sumisión de supuestos “líderes”, así como de gobiernos conservadores del mundo genuflexos al Imperio, pero también develó con prueba en mano éste Segundo Libertador de Venezuela, la esencia imperial, lo cual le ganó simpatía y aceptación a nivel de internacional entre gobiernos, pueblos e inspiró a muchos gobiernos emergentes y estimuló a muchos pueblos a gritar sus verdades.

El proceso de formación de Nicolás Maduro recibido de parte del Comandante Chávez, además, de su formación propia y militante, le permitió elevarse por encima de mezquindades, de ataques de enemigos naturales e irreconciliables pero también recibió sorpresivos ataques embadurnados de retórica pseudo revolucionaria pero que en el fondo sumaba a favor del Imperio y de las oscuras fuerzas subterráneas proimperialistas, de modo pues que Nicolás Maduro permitió descubrir otras insospechadas aristas que de ahora en delante hay que mirar con sumo cuidado, mientras la historia se encargará de centrifugar. Ahora lo descrito, nos hace sospechar – y no es nuestra culpa o prejuicio - cuando alguien o algunos se autocalifiquen de “Analista Político o Intelectual” sea de derecha o se autocalifiquen de izquierda, porque puede ser un montaje para disparar dardos envenenados o de hacer tantos análisis para no llegar a nada de la nada. Prostituyeron la Ciencia Política, aunque aplaudo que todo el mundo se exprese.

El desaguisado Decreto Imperial –Edicto Real- siguiendo sugerencia de apátridas en Venezuela, y el Imperio actuando de forma visceral, cae en su propia trampa y desde muchas partes del mundo señalan al Imperio de su alevosía, ventajismo, prepotencia, de amenaza de invasión y de guerra a Venezuela, pues los pueblos, han perdido sus miedos y han tomado la consciencia de su nuevo papel en lo que parece ser el Nuevo Siglo para los Pueblos.

Los medios de comunicación privados en Venezuela, también en el resto de América Latina, así como dentro del mismo Imperio, le corresponde -y tratan por todos los medios- limpiar el rostro al presidente estadounidense Barack Hussein Obama, de edulcorar la justificación de la Invasión y Guerra contra Venezuela, pero esa intimidación despertó el sentimiento patrio y se revitalizan las mejores expresiones del enfervorizado espíritu gladiador de nuestro pueblo.

Por lo pronto, siguen vigentes las contradicciones: Capital – Trabajo, Imperio – Nación, Gobierno – Pueblo, Pueblo – Pueblo. Nicolás Maduro y su gobierno ha de seguir profundizando el Gobierno de Calle, acelerar a conciencia la transición y que ese proceso gubernativo, sea una escuela, una nueva escuela ideopolítica para “aprender a gobernar obedeciendo” dirigiéndose con visión estratégica, a la Paz, Democracia, Producción y Justicia. A la par, seguir generando un proceso de Pedagogía Patria en el seno de la Fuerza Armada Nacional quien ha dado pasos agigantados y continuar de forma acentuada la Unión Cívico Militar para pasar a la nueva fase de: Pueblo Uniformado. Según reseña el Ministro de la Defensa y Comandante del Comando Estratégico Operacional que  más de 40.000 ciudadanas y ciudadanos han expresado su disposición a sumarse a las milicias territoriales.
En lo relativo a la Elección Parlamentaria, el gobierno revolucionario, debe desplegar a una mezcla de generaciones que han encontrado su crecimiento ideopolítico y sus aprendizajes con adecuados métodos de dirección inducidos por la gran escuela que representó en sí, el propio Comandante Chávez. 

Por las características de la estructura gubernamental constitucional, el parlamento se convierte y es, una plataforma de lucha de clases, contralora y decisoria de las políticas gubernamentales -y viene a la memoria como muchas veces- el admirado y lamentablemente fallecido ex Presidente de la Asamblea Nacional William Lara -quien en su oportunidad- tuvo que batirse muchas veces solo contra los mejores caballos de la oposición, porque en muchos casos a William Lara, lo dejaron sólo desde las propias filas de quienes se decían estar con la Revolución pero que el tiempo develó que esos diputadillos eran unos infiltrados y otros eran vacilantes, pero el curso de procurar una Asamblea Nacional con profunda raigambre popular, de clase y comprometida con los más caros intereses de la República se ha venido logrando, cuyo protagonismo es inobjetable, en la construcción de la República Bolivariana de Venezuela, en la Refundación de la Patria de y para las y los venezolanos de bien.

Nicolás Maduro, vaya pues, los resultados de esas largas madrugadas, de largas noches y largos días de reflexión y disposición, de aprendizajes de lucha, pues, le correspondió a Ud., ese honor, esa distinción y de forma por demás disciplinada, entonces, el pueblo, el gobierno y como dice la canción: vamos andando…

Que sirva de guía desde ya, previo, en y post Cumbre de Panamá la reflexión y seguimiento estricto en el desempeño de la arena nacional e internacional la: Sección Quinta. De las Relaciones Internacionales contenida en el texto constitucional de la República Bolivariana de Venezuela.

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jueves, 2 de abril de 2015

El legado de Obama será un fracaso en América Latina



Abr 01, 2015

Por Eva Golinger

A medida que América Latina se prepara para la próxima Cumbre de las Américas en la Ciudad de Panamá el 09 al 10 mayo, el tema que se avecina no solo va a ser el reencuentro tan esperado de Cuba con la organización, de la que fue excluida durante cincuenta años bajo presión de Estados Unidos, sino tambien el reciente acto de agresión contra Venezuela del presidente Obama. Toda la región ha rechazado por unanimidad la Orden Ejecutiva de Obama emitida el 09 de marzo 2015 que declara a Venezuela "una amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y la política exterior de Estados Unidos", y ha pedido al presidente de Estados Unidos que derogue su decreto.

En una declaración sin precedentes el 26 de marzo de 2015, los 33 miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que representa a toda la región, expresaron su oposición a las sanciones del gobierno de Estados Unidos contra funcionarios venezolanos, refiriéndose a ellos como "la aplicación de medidas coercitivas unilaterales contrarias al derecho internacional." La declaración además manifestó "el rechazo del Decreto Ejecutivo emitido por el Gobierno de los Estados Unidos de América el 9 de marzo 2015" lo cual la CELAC considera que “sea revertido".

Incluso los aliados de Estados Unidos más cercanos como Colombia y México firmaron el comunicado de la CELAC, junto con países económicamente dependientes de Estados Unidos como Barbados y Trinidad, entre otros. Ésta podría ser la primera vez en la historia contemporánea que todas las naciones de América Latina y el Caribe han rechazado una política estadounidense en la región, desde el unilateral bloqueo de Estados Unidos contra Cuba.

Irónicamente, la justificación del presidente Obama para descongelar las relaciones con Cuba, anunciado en una transmisión simultánea con el presidente Raúl Castro el 17 de diciembre de 2014, se basó principalmente en lo que él llamó una "fracasada política" de Washington hacia la isla caribeña. Más de cincuenta años de sanciones unilaterales y hostilidad política sólo habían servido para aislar a Estados Unidos internacionalmente, mientras que Cuba reforzó sus propias relaciones con la mayoría de los países del mundo y ganó el reconocimiento internacional por su asistencia humanitaria y su solidaridad con pueblos hermanos.

Sin pausa, Obama abrió la puerta a Cuba, admitiendo el fracaso de Washington, y luego la cerró a Venezuela, implementando una política casi idéntica de sanciones unilaterales, hostilidad política y falsas acusaciones de amenazas a su seguridad nacional. Antes de que la región tuvo tiempo para celebrar el desprendimiento de la soga alrededor de Cuba, la misma fue apretada contra Venezuela. ¿Por qué, se preguntó la región, el presidente Obama impone una comprobada política fracasada contra otra nación en el hemisferio, especialmente durante un período de relaciones renovadas?

Teniendo en cuenta que la guerra permanente de Estados Unidos contra el terrorismo califica a cualquier presunta amenaza a su seguridad– sea de donde sea - un objetivo viable de su vasto poder militar, Venezuela no iba a sentarse tranquilo frente a un ataque inminente. La nación sudamericana inmediatamente lanzó una campaña internacional para denunciar la Orden Ejecutiva de Obama como un acto de agresión contra un país que no representa ninguna amenaza a nadie. El presidente Nicolas Maduro publicó una Carta Abierta al Pueblo de los Estados Unidos en el 17 de marzo 2015 en el New York Times, alertando a los lectores sobre los pasos peligrosos que el gobierno de Obama estaba tomando contra un país vecino. La carta instó a los ciudadanos estadounidenses a unirse a llamadas demandando que Obama derogue su Orden Ejecutiva y levante las sanciones contra funcionarios venezolanos.

La región reaccionó rápidamente. Apenas 48 horas antes se de que fuera emitida la Orden Ejecutiva de Obama, una delegación de Cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), en representación de los doce países de América del Sur, había viajado a Venezuela para reunirse con funcionarios del gobierno, representantes de la oposición y miembros de la sociedad civil. UNASUR ha estado mediando el diálogo entre el gobierno y la oposición desde que las protestas antigubernamentales estallaron el año pasado y dejaron más de 40 muertes en el país y una inestabilidad generalizada. El hecho de que el decreto de Obama llegó justo después de la visita de UNASUR fue percibido como un desprecio ofensivo de la capacidad de América Latina para resolver sus propios problemas. Ahora Washington había intervenido para imponer su voluntad de nuevo. UNASUR respondió con un fuerte rechazo de la orden ejecutiva de Obama y exigió su inmediata abolición.

Además, varios países emitieron declaraciones individuales rechazando las sanciones de Washington contra Venezuela y su designación como una "amenaza inusual y extraordinaria" a la seguridad nacional de Estados Unidos. Argentina expresó que “la gravedad de dicha denuncia no sólo causa consternación por la dureza inusual de sus términos, casi amenazantes, sino que además provoca estupor y sorpresa... Lo absurdo e injusto de la acusación es lo que causa la consternación”. La presidenta Cristina Fernández dejó claro que cualquier intento de desestabilizar a Venezuela sería visto como un ataque a la Argentina también. El presidente boliviano, Evo Morales expresó su pleno apoyo para el presidente Maduro y su gobierno y criticó a Washington, "Estas acciones antidemocráticas del presidente Barack Obama amenazan la paz y la seguridad de todos los países de América Latina y el Caribe".

El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, tuiteó que el Decreto de Obama debe ser una "broma de mal gusto", recordando que tal acción indignante, "nos recuerda las horas más oscuras de nuestra América, cuando recibíamos las invasiones y dictaduras impuestas por el imperialismo... ¿Entenderán que América Latina ya cambió?"

Nicaragua llamó la Orden Ejecutiva de Obama "criminal", mientras que el ex presidente uruguayo, el muy popular José Pepe Mujica, llamó a cualquier persona que considera a Venezuela una amenaza "loco".

Más allá de América Latina, 100 parlamentarios británicos firmaron una declaración rechazando las sanciones de Estados Unidos contra Venezuela y pidieron al presidente Obama rescindir su Orden Ejecutiva declarando a Venezuela una amenaza. Más de cinco millones de personas han firmado peticiones en Venezuela y en Internet a nivel mundial exigiendo derogar la Orden Ejecutiva.

Por otra parte, el grupo de las Naciones Unidas G77 + China, que representa 134 países, también emitió una declaración de firme oposición a la orden ejecutiva del presidente Obama contra Venezuela. "El Grupo de los 77 + China, deplora estas medidas y reitera su firme compromiso con la soberanía, la integridad territorial y la independencia política de la República Bolivariana de Venezuela...El G77+China hace un llamado al Gobierno de Estados Unidos para que evalúe y ponga en práctica alternativas de diálogo con el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, bajo los principios de respeto a la soberanía y la autodeterminación de los pueblos. En consecuencia, insta a que dicha orden ejecutiva sea derogada".

Y luego está la declaración de la CELAC. La totalidad de América Latina ha rechazado esta última política regional de Obama, justo cuando él pensaba que había hecho incursiones pioneras al sur de la frontera. Como era de esperar, la Casa Blanca ha calculado mal las prioridades regionales, una vez más, subestimando la importancia de la soberanía, la independencia y la solidaridad para los pueblos de América Latina.

Si bien América Latina celebra la disminución de las tensiones entre Estados Unidos y Cuba, la región no va a cruzarse los brazos y dejar que Venezuela sea atacado. Si el gobierno de Obama realmente quiere ser un socio regional, entonces tendrá que aceptar y respetar la América Latina de hoy: una región fuerte, unida y repotenciada con una visión política colectiva de independencia e integración. Cualquier otra manera de relacionarse con la región, más allá de las relaciones respetuosas, basadss ​​en los principios de la igualdad y la no intervención, sólo tendrá un resultado: el fracaso.

Tomado de RT

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