lunes, 11 de abril de 2016

Fuerte agitación mundial: crisis militar del Pentágono



Por Enrique Muñoz Gamarra (*)

www.enriquemunozgamarra.org

Sorprendente, desde comienzos de este mes de febrero de 2016, sobre todo en su segunda quincena, el mundo vive una fuerte agitación a consecuencia de la brillante ofensiva militar del ejército antiimperialista sirio que está expulsando de todos los rincones de su patria al grupo criminal paramilitar "Estado Islámico" engranaje del ejército estadounidense, que ocasionó inmensos dolores al valiente pueblo sirio.

Lo anterior, no índica, sino, una grave crisis militar delPentágono. Es su fracaso militar en esta región que viene desde cuando inició sus operaciones en marzo de 2011. En ese momento esto ya era muy claro cuando allí se estableció el gran impasse difícil de remontarla. Ahorapretende parar la brillante ofensiva del ejército antiimperialista sirio, con cumbres de Ginebra III y exigencias de firmas de alto el fuego. En esto me auno firmemente a lo dicho por el presidente sirio, Bashar Al Assad, que dijo: "un alto al fuego se cumple entre dos Ejército y no entre un Estado y grupos terroristas". Además con lo siguiente: “Turquía y Arabia Saudita juegan el papel de extorsionistas en caso de que fuésemos a una nueva ronda de negociaciones”-

En este sentido los apuntes periodísticos están corriendo de esta forma: “Calentando motores: Arabia Saudita empieza los preparativos para invadir Siria”. “A esa iniciativa también se unieron Emiratos Árabes Unidos, Baréin y Turquía”. “Cazas de EE.UU. volarán cerca de la frontera rusa como parte de ejercicios militares en Finlandia”. “Washington habla con Moscú de lograr la “paz” en Siria… … mientras envía buques de la banda terrorista OTA N al flanco sur de Rusia”. “Jefe de la CIA: El EI tiene armas químicas y es capaz de fabricarlas”.Arabia Saudí: Si Al-Asad no deja el poder, será apartado por la fuerza”.

La guerra psicológica en que está empeñado el Pentágono a fin de presionar a Rusia, Irán y el valiente ejército antiimperialista sirio, es muy fuerte.

Este (el Pentágono) simplemente no quiere aceptar los grandes cambios que se han dado en el mundo desde 2008 que incluso ha llevado a la perdida de la hegemonía mundial estadounidense.

Quiere esconder la bancarrota de su economía. Cierto este país está en bancarrota económica. Esto hay que decirlo con grandes letras. Está fuertemente presionado por la gran crisis económica mundial. Y en este momentoa un paso de la implosión por las grandes tempestades económicas que se aproximan. 

Pero, sobre todo quiere esconder estos tres hechos gravitantes en la coyuntura actual:
Primero,lo ocurrido en mayo de 2014. En el que según el FMI la economía China había pasado a ser la mayor economía capitalista del mundo. Entonces había superado a Estados Unidos en Paridad de Poder Adquisitivo. China representa el 16,479% del PIB mundial frente al 16,277% de Estados Unidos, esto según se desprende de las últimas estadísticas de la organización.

Segundo, también lo ocurrido en octubre de 2014. El acuerdo de fundación del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (AsianInfrastructureInvestment Bank o BAII), una institución financiera internacional propuesta por el gobierno de China y con cargo de redacción de estatutos internos a finales de 2015, el mismo que se cumplió el 25 de diciembre de 2015 y, abierto oficialmente el 16 de enero de 2016. Es un banco que tiene mucha trascendencia en la geoeconomía mundial. Actualmente tiene 57 miembros (incluye a Alemania, Reino Unido, Australia y Corea del Sur).

Tercero, también lo ocurrido el 01 de diciembre de 2015.Ese día el Fondo Monetario Internacional anunció el ingreso del yuan en la canasta de reservas –junto al dólar, el euro, el yen y la libra esterlina-, es decir, a las monedas que el FMI utiliza como activo internacional en lo que supone el reconocimiento del poder de China en la economía mundial. Esto significa que la cesta del FMI estará compuesta a partir de esa fecha por un 47,7% de dólares, un 30,9% de euros, un 10,9% de renmimbis, un 8,3% de yenes y 8,09% de libras esterlinas.

Pero la actual agitación que conmueve al mundo es a consecuencia de la desesperación estadounidense por su derrota militar y el apabullamiento de sus engendros en Siria. Ahora mismo estamos viendo como sus títeres aúllan desesperadamente.


La historia, aunque zigzagueante, siempre avanza hacia adelante. Esa es la razón por la que los comunistas viven con gran optimismo y con brillantes perspectivas. ¿Los fascistas qué perspectivas tendrán? Jamás olvidemos esto.

Siria antiimperialista: !!!Hasta la victoria Final!!!
(*) ENRIQUE MUÑOZ GAMARRA:
Sociólogo peruano, especialista en geopolítica y análisis internacional. Autor del libro: “Coyuntura Histórica. Estructura Multipolar y Ascenso del Fascismo en Estados Unidos”. Su Página web es: www.enriquemunozgamarra.org

viernes, 8 de abril de 2016

Europa vende su alma



Iosu Perales*

Tras las dos guerras mundiales (más de 70 millones de muertos) y el holocausto que dejaron a Europa exhausta económica y socialmente, en la década de los cincuenta, la visión de futuro de algunos apóstoles de la unidad, como Schuman, Monet y Spaak, supuso el inicio de una recuperación también moral, allá donde todo era vergüenza y ruinas. Pensaron que las tragedias ocurridas en el siglo XX eran suficientes y que era necesaria una reconstrucción integral del continente, al menos de su parte occidental. Un par de décadas después una Europa jubilosa cantó un himno a la alegría y paseó por el planeta su supuesta superioridad democrática y de principios morales.  

Ahora esta misma Europa agoniza y mediante una decisión de la vergüenza contrata a un gobierno sicario para que sea el brazo ejecutor de una política ilegal y violenta contra los refugiados. El sicario es el gobierno de Turquía y las víctimas quienes huyen de las persecuciones que sufren en sus propios países, Siria, Irak, Afganistán, Pakistán, Yemen, Eritrea… El himno de la alegría es ahora una melodía fúnebre. Claro que ya la Unión Europea miró para otro lado demasiado tiempo cuando milicias serbias asesinaron de forma salvaje a ocho mil musulmanes en Srebrenica. 

Ahora, la manera democrática de afrontar la crisis de los refugiados consiste en patrocinar y financiar un mapa de campos gigantescos de concentración, desde donde se deportan, devuelven y reprimen a refugiados, a cambio de 6.000 millones de euros, la anulación de los visados para los ciudadanos turcos y la promesa de acelerar el ingreso de Turquía a la UE. Por debajo, fuera de la luz pública, quién sabe qué otras concesiones se hacen a un país que viola todos los artículos de los Derechos Humanos. Así es como los refugiados son convertidos en mercancía con la que se trafica sin transparencia alguna, en condiciones más propias de las mafias que de instituciones democráticas. 

Pero no es sólo la Comisión Europea culpable de esta deriva que marca un antes y un después en el proyecto europeo. Está también la responsabilidad de los gobiernos. Echemos una mirada al gobierno belga: “Devuélvanlos al mar. Vayan en contra de la ley, me temo que no me importa si los hunden, los quiero devueltos” ha dicho en una reunión inter-gubernamental el ministro del Interior de Bélgica, Jan Jambon, según ha denunciado en la cadena de televisión BBC el ministro de Inmigración del gobierno griego Ioannis Mouzalas. Por su parte el primer ministro del Reino Unido, David Cameron, se ha referido a los refugiados como si fueran bichos a combatir: “Esa plaga que sobrevuela Europa”. Lo dice quien representa al colonialismo más brutal sufrido por África.

El gobierno español no dice esas cosas, aunque a lo peor lo piensa. Pero ¿está cumpliendo sus compromisos? El gobierno del Partido Popular afirmó que acogería a 16.000, hoy son 18 los refugiados que han llegado procedentes de Italia. O sea, hay gobiernos que, como Hungría, levantan muros y disparan, en tanto que otros se aprovechan simplemente de su brutalidad para mirar hacia otro lado y limitarse a un boicot pasivo. 

El asunto, no obstante, no empieza y acaba en la responsabilidad del gobierno del PP. Los partidos políticos, no hacen nada digno de mención a favor de los refugiados. Pareciera que los Derechos Humanos no son populares, no dan votos. El caso es que ya me gustaría que los partidos que llevan semanas tratando de llegar a un acuerdo para formar gobierno dedicaran al menos un 50% de sus energías para fomentar la movilización de la sociedad. Hablan de cambio en las políticas estatales, lo cual está muy bien, mientras que una tragedia humana ocurre en las fronteras Mediterráneas. 
Me alegra que al menos se haya extendido en la sociedad las críticas a las políticas de la UE. Pero hay que decir que esta Europa es la misma que sometió a Grecia, que arremetió contra su democracia y le impuso medidas de austericidio. Es la misma Europa que ya venía desde los Tratados de Lisboa matando la política por encargo del poder financiero. Y esto es así porque Europa, mejor dicho la Unión Europea, ha sido raptada por poderes que conspiran contra la ciudadanía de a pie y la democracia. 

Creo que la UE se encuentra ante su mayor crisis en el proceso de integración. La crisis de refugiados es el mayor reto al que se encuentra Europa. El espacio Shengen, un pilar básico de la UE, está en coma. Y la política europea de vecindad mediterránea ha fracasado. ¿Qué hacer ahora? 

Es difícil ser optimista a la luz de las divisiones escenificadas en el Consejo Europeo. A pesar de todo, aunque sea para salvar un poco de honra se hace necesaria una profunda reforma de la política migratoria que se apoye en el derecho de las personas a ser protegidas y acogidas. Europa no dispone de un sistema de asilo común. La reforma debe incluir la apertura de vías legales para la presentación de peticiones de asilo en los consulados y un reparto equitativo de las cargas de refugiados de obligatorio cumplimiento. Pero también es necesario un marco legal para una gestión solidaria que atienda las migraciones laborales, familiares, etc. 

Ahora bien, la ola de refugiados proseguirá si no se acaba con los conflictos armados que la empujan. En primer lugar se debe poner fin a la venta de armas a escenarios en guerra. En segundo término parece urgente abrir corredores humanitarios en países en conflicto. En tercer lugar las vías diplomáticas deben ocupar las mayores energías para detener los enfrentamientos armados y abordar los escenarios postconflicto.

En resumen, tanto los gobiernos, como la Comisión Europea, Naciones Unidas y muy especialmente Estados Unidos (la destrucción de Irak está en el origen de buena parte de lo que estamos viviendo) deben implementar una acción coordinada y sostenida para parar las guerras y abrir procesos eficaces de reconstrucción. Occidente, que ya se encargó de esquilmar e incluso de bombardear a los países ahora sumidos en conflictos, debe asumir su responsabilidad en la construcción de la paz. 

Pero seamos sensatos. Poco podemos esperar de quienes han vendido el alma de Europa. Nos queda decir NO y nos queda la calle.


 ALAI.org  


*Politólogo especialista en Relaciones Internacionales y en materias de Cooperación al Desarrollo, vinculado a redes sociales transnacionales y a ONGs. Ha publicado numerosos artículos de opinión en prensa escrita y revistas digitales y es autor de varios libros.

miércoles, 6 de abril de 2016

La nueva derecha en Brasil

Por Raúl Zibechi*

La hegemonía en las calles brasileñas pertenece hoy a la derecha, por primera vez en 50 años. Poco antes del golpe de Estado de marzo de 1964, la derecha protagonizaba grandes manifestaciones contra el presidente progresista João Goulart, como la Marcha de la Familia con Dios por la Libertad en São Paulo, que congregó a cerca de 300 mil personas.

Bajo la dictadura la izquierda ganó las calles. A contrapelo, impuso modos de protesta, símbolos y discursos que sentaron su hegemonía hasta el 20 de junio de 2013. Ese día comenzó la llamada Revuelta de los Coxinhas (término peyorativo para referirse a varones blancos de clase media alta, engreídos, pitucos en lenguaje rioplatense).

Lo que sucedió aquella noche en las principales ciudades del país aún no ha sido dilucidado, pero lo cierto es que aprovechando manifestaciones masivas del Movimento Passe Livre (MPL) contra el aumento de las tarifas del transporte urbano, decenas de miles de coxinhas con la bandera de Brasil y los colores verdeamarelo desembarcaron en las marchas, agredieron y expulsaron a quienes portaban símbolos de izquierda y tomaron el control de las manifestaciones.

No es la simple reproducción de la vieja derecha católica y militarista que apoyó el golpe de 1964. Es una nueva derecha: sin partido, de clase media alta (con ingresos de más de cinco salarios mínimos), apoyada por empresarios industriales mientras el agrobusiness está en el gobierno; que acepta el aborto, el matrimonio igualitario, la despenalización de la mariguana y la gratuidad de los servicios públicos. Pero se opone a las cuotas para estudiantes negros en las universidades y cree que Bolsa Familia la perjudica.

Es un error pensar que actúan digitados por los medios, como si fueran autómatas. Lo que no quiere decir que los medios estén al margen de la actual coyuntura brasileña. Es una derecha militante, que tiene estrategia y organizaciones propias, laica, politizada, formada en universidades privadas y públicas.

La primera acción de calle fue convocada por el Movimiento Cívico por el Derecho de los Brasileños, más conocido como Cansei (me cansé), el 17 de agosto de 2007, a la que asistieron 5 mil personas cuando aún latía el mensalão, el primer escándalo de corrupción que sacudió al gobierno del PT desde 2005. Las crónicas de prensa ironizaban sobre las marcas exclusivas de ropa que lucían los manifestantes, quienes fueron rechazados por los más importantes dirigentes del socialdemócrata PSDB, entre ellos el ex presidente Fernando Henrique Cardoso.

Pese a la fugacidad del movimiento, nació un patrón de acción que luego se repite: gritos de fuera Lula, participación de actrices y actores populares de telenovelas, apoyo de la Federación de Industrias de São Paulo (FIESP) y de la Orden de Abogados de Brasil (OAB), y expulsión de personas que portaban banderas del PSDB porque se definen como anti-partidos.

Pero lo decisivo fue lo sucedido entre 2007 y 2013, aunque es poco atendido por los medios y los analistas. La nueva derecha creció en los centros de estudiantes de universidades públicas que eran bastiones de la izquierda. El caso más significativo sucedió en la Universidad Nacional de Brasilia (UNB).

En 2009 se creó el grupo Alianza por la Libertad, autodefinido como liberal, que ganó la dirección del centro de estudiantes en 2011 con 22 por ciento de los votos, ante la fragmentación de las izquierdas. Fue reelegida por cuarta vez en 2015, con 60 por ciento de los votos, desplazando a las agrupaciones del movimiento estudiantil. La UNB había protagonizado luchas muy importantes como la ocupación de la rectoría en 2008, exigiendo la renuncia del rector denunciado por corrupción.

Alianza por la Libertad, vinculada al grupo Estudiantes por la Libertad (financiado por fundaciones neoliberales y anticomunistas de Estados Unidos) y al Instituto Liberal, se concentró en temas cotidianos de los estudiantes, como la limpieza de los baños y la seguridad en el campus. Mientras el movimiento estudiantil planteaba sus demandas en términos generales, la derecha buscaba soluciones concretas muy elementales. Sus principales apoyos estaban en las facultades de ingeniería, derecho y economía.

En esos años la derecha ganó otras universidades estatales como Minas Gerais y Rio Grande do Sul, y creció en otras, siempre rechazando la política partidaria, acusando a los militantes de izquierda de buscar cargos de confianza. Sus cuadros se formaban en institutos y organizaban agrupaciones de nuevo tipo.

En paralelo, se expandieron las marchas contra la corrupción. En 2011 hubo marchas en 25 ciudades, siendo la de Brasilia la más numerosa con 20 mil personas con el apoyo de la OAB. Los manifestantes llevaban banderas brasileñas y cantaron el himno nacional, lo que indica que un movimiento legítimo fue cooptado por la derecha más militante.

La hipótesis es que antes de la explosión de junio de 2013 la nueva derecha ya era una fuerza social y tenía experiencia en la conducción de masas, justo cuando la militancia de izquierda abandonaba la calle y se volcaba hacia el Estado. La nueva derecha creó una cultura de protesta en la calle, lo que le permitió reconducir las marchas hacia sus objetivos. Sobre la base de esas experiencias, en 2014 nacen los grupos que hoy convocan millones: Movimento Brasil Livre, Vem Pra Rua y Revoltados On Line.

¿Por qué las izquierdas no han sido capaces de entender este avance de una nueva derecha y todo lo atribuyen a los medios? Una respuesta, provisoria, es que no se comprende la realidad desde las instituciones sino desde la calle. La página passapalavra.info fue la primera en advertir lo que se venía, la misma noche del 20 de junio, al igual que ex miembros del MPL, como el antropólogo Paíque Duques Santarém y el filósofo Pablo Ortellado. Esta nueva derecha no puede combatirse con argumentos ideológicos, sino en la disputa viva de la vida cotidiana.

Fuente: La Jornada

*Escritor y pensador-activista uruguayo, dedicado al trabajo con movimientos sociales en América Latina.

martes, 5 de abril de 2016

¿Gato por liebre? Notas sobre la visita de Obama a Cuba

Por Santiago Pérez Benítez
Cubadebate

Obama en la Plaza de la Revolución. Al fondo, la figura del Che Guevara, el guerrillero argentino-cubano asesinado en Bolivia bajo órdenes de la CIA. Foto: Dennis Rivera/ AP

La vista del Presidente Barack Obama a Cuba ha revelado aspectos estratégicos en su política hacia la isla, América Latina y otras partes del mundo. Entre ellos se encuentran:

1) Prioridad al tema Cuba. Está claro que para el Presidente Obama, Cuba ha resultado un asunto de primera atención desde el 17 de diciembre del 2014. Esta propia visita, de prácticamente tres días, la composición de su delegación, así como la cobertura mediática que le han brindado los grandes medios ejemplifican esta prioridad. Cuba ha sido uno de los pocos temas positivos del “legado de Obama” y donde ha conseguido el apoyo de la opinión pública norteamericana, cubana y de prácticamente todos los gobiernos de América Latina y del mundo.

2) Excepcionalidad de EEUU. También Obama ha sido el único presidente que ha visitado Cuba y que se ha sentido con el derecho de criticar públicamente, exhortar y presionar al liderazgo cubano y a los sectores sociales a que realicen “cambios” en la sociedad. En cualquier manual de ciencia política a esto le llamarían “arrogancia del poder” e injerencia en los asuntos internos de Cuba. Ello parte de la noción de que a EEUU, por ser excepcionales, les asiste este derecho, aplicado además a la isla, que consideran parte de su esfera de influencia. Está claro que también hay un componente de colocación de Obama ante las presiones del  establishment norteamericano [1] (recordar que EEUU no es sólo Obama, y que éste abandona la presidencia en 9 meses). Dicho  establishment le demanda presionar a Cuba y lograr “avances concretos” en la agenda de EEUU, ante la percepción de que Cuba no ha hecho las concesiones esperadas.

3) Desmontaje del antimperialismo. Todo el despliegue oratorio, simbólico de Obama, de Michelle, y su actuación en Cuba han estado destinados, entre otros objetivos, a desmontar la imagen histórica negativa que ha tenido EEUU en el pueblo cubano, y que tiene profundas raíces y motivos. [2]

4) Extensión a América Latina. Si logran llevar a las mentes latinoamericanas que EEUU ya no persigue una visión imperialista con Cuba, lo que complementarían con el viaje simbólico a Argentina, y el pedido de perdón por el apoyo a la junta militar argentina en los setenta, Washington se ubicaría en una mejor posición política y de imagen ante el continente. [3] Esto les ayudaría a demostrar que la actual ofensiva de la derecha no tiene que ver con EEUU y que es resultado de los problemas propios de la izquierda venezolana, brasileña y de los demás países progresistas. EEUU busca reacomodar su lacerada hegemonía ideológica, social y política en el continente, que ven como propio, ante el avance de otros actores internacionales y la crisis regional.

5) Política de cambio de régimen, ampliada. Si bien se mantiene la política de legitimar a la contrarrevolución interna y de darle proyección internacional como elementos de subversión; la nueva proyección de Obama busca extender la influencia norteamericana a toda la sociedad cubana, sobre todo a los sectores identificados en esta visita; religiosos, cuentapropistas, jóvenes, la llamada sociedad civil y funcionarios estatales y partidistas.

De manera directa Obama incluyó en la ecuación del “cambio de sistema” la participación de la comunidad cubana en EEUU como gestora de las modificaciones al interior de Cuba y de la “reconciliación”.

El nuevo matiz, además, estriba en el llamado “leading from behind” que ha aplicado la Doctrina Obama, y que en este caso se traduce en que se haga el “cambio” con las manos de “otros”, reduciendo la visibilidad de las agencias, Embajadas, actores gubernamentales, sociales, de negocio y no gubernamentales de EEUU.

El argumento vendido por el mediático Presidente al gran público fue que la clave de su curso era la “preocupación” por el bienestar del pueblo cubano y que los cambios “sugeridos” y las acciones de EEUU sólo buscarían dicho bienestar.

En esta lógica de “encantamiento” se incluyen las acciones populistas y mediáticas que realizó el inquilino de la Casa Blanca en  Cuba, típicas de sus campañas electorales al Senado y a la Presidencia de la Unión, sólo que muy bien aplicadas al entorno e idiosincrasia nacionales.

Forma parte de la estrategia la llamada “paciencia estratégica” reflejada en la Estrategia de Seguridad Nacional de enero del 2015, y que para Cuba implicaría esperar que los “cambios” se sucedan de manera “natural”, sobre todo después que desaparezca la dirección histórica del país. [4] Es sabido que EEUU monitoreará y liderará todos estos procesos con su línea multidimensional de influencia política, económica, cultural, de valores, acciones encubiertas y a través de los intercambios con los cubanos.

6) Flexibilización paulatina del bloqueo.Con esta visita la poca legitimidad política que le quedaba al andamiaje del bloqueo fue erosionada aún más por el propio Obama, lo que resultó sin dudas positivo.Se ha reflejado claramente durante las acciones pre y durante la visita la táctica de no hacer los cambios posibles en el área del bloqueo de manera integral, rápida, sino paulatina, medida a medida, con la tónica de ir calibrando sus consecuencias y “medirles el aceite”. También se busca utilizar las futuras flexibilizaciones como zanahorias para propiciar los cambios en Cuba por parte de sus autoridades, previendo ulteriores problemas económicos de la Isla por el debilitamiento de sus principales aliados internacionales.

7) Interés en hacer el curso actual irreversible.Con la adopción de las medidas positivas de estos últimos días en el ámbito económico, incluyendo el uso del dólar, la mayor facilidad para los viajes, la autorización a negocios conjuntos en el área hotelera, el acuerdo para la realización de vuelos y viajes marítimos, entre otros, la Administración busca desatar dinámicas en los vínculos bilaterales y de cooperación que resulten difíciles de revertir en el futuro por próximas administraciones, menos comprometidas en la relación con Cuba, independientemente de su signo. El apoyo que ha tenido de sectores empresariales y en general de la sociedad norteamericana ha sido importante, y la aparición de intereses concretos, junto a la solución de problemas comunes con Cuba, ha sido también otro de los objetivos estratégicos de la política de EEUU que deben ser tenidos en cuenta a la hora de hacer un balance más profundo de las relaciones bilaterales.

Si me preguntaran, calificaría de exitosa la estancia de Obama en la Isla, tanto para Cuba como para EEUU, pues cada cual obtuvo ventajas políticas, económicas, diplomáticas y mediáticas. Coincido con el politólogo Rafael Hernández que señala que antes Cuba y EEUU se encontraban enfrentados en un ring de boxeo, mientras que ahora el enfrentamiento pasa a darse ante un complejo tablero de ajedrez. Los norteamericanos tuvieron la brillantez de un Fisher, pero los cubanos las de un Capablanca. Creo que el ajedrez es, sin dudas, deseable, aunque hace pensar más a Cuba, con mayor previsión, y de manera más novedosa y flexible. Al mismo tiempo, sugeriría no olvidar los entrenamientos que demanda el boxeo y otros deportes de combate. EEUU es, simplemente, impredecible….

 

Notas

 

[1] En excelente artículo de la Revista Atlantic sobre la llamada Doctrina Obama, basado en entrevistas al Presidente, éste menciona el peso que tiene en Washington el llamado establishment de política exterior y las presiones que se ejercen sobre la Casa Blanca. Cfr. “The Obama Doctrine”. Jeffrey Goldberg. “The Atlantic”. Número de abril 2016.

[2] En una entrevista a la cadena ABC durante la visita, Obama expresó “Durante 50 años ellos han usado la agresión de EEUU o los intereses nuestros en el cambio de régimen como una excusa para explicar porqué tienen que protegerse de la disidencia dentro de Cuba (…) lo que he indicado es que no podemos forzar los cambios en Cuba – pero si podemos hacer y, haremos, es defender los derechos que nosotros consideramos universales”. Programa “World News tonight with David Muir”. ABC News.com. 21 de marzo, 2016.

[3] Previo a la visita, el Asesor de la Casa Blanca Ben Rhodes ha expresado que “Nuestra apertura hacia Cuba también nos ha creado nuevas posibilidades en América Latina, región que de manera uniforme se oponía a nuestra política y que ahora da la bienvenida a nuestro nuevo comenzar” Ben Rhodes. President Obama is going to Cuba. Here’s why.The White House. 18 de febrero 201 5.
[4]En una entrevista el pasado año, Obama daba las claves de su estrategia “Nuestra teoría original sobre el tema no es que veamos de manera inmediata los cambios ni un debilitamiento del control del régimen de Castro, sino de que con el paso del tiempo vas creando las bases para una transformación sustancial”. Entrevista a Olivier Knox, Yahoo News, 14 de diciembre 2015.

lunes, 4 de abril de 2016

El pueblo cubano cree en sus propios esfuerzos


Por Hassan Pérez Casabona

Hace solo unas horas el Gran Maestro Leinier Domínguez, el trebejista antillano más destacado en los últimos tiempos, cuyo Elo de 2732 lo coloca en el escaño 24 mundial, según el último ranking de la Federación Internacional, confesaba en un programa televisivo que en el ajedrez moderno los jugadores de la élite le prestaban especial importancia a todas las etapas de una partida.

“Ahora, reveló con su sencillez tradicional el “Ídolo de Güines”, hay que trabajar con la misma intensidad las aperturas, el medio juego y los finales. Es muy importante también –añadió quien lleva ocho años por encima de los 2700 puntos- cuidar todo lo concerniente al tiempo en cada jugada, para que este no se vuelva en tu contra”.

El Presidente Barack Obama en su discurso a la sociedad civil cubana en el Gran Teatro Alicia Alonso El Presidente Barack Obama en su discurso a la sociedad civil cubana en el Gran Teatro Alicia Alonso.

Alegorías a un lado, la reciente visita del presidente Barack Obama a Cuba cumplió, de principio a fin, con propósitos muy bien definidos por él y sus principales asesores, especialmente motivados, de una u otra manera, porque el factor tiempo ya no es un recurso en abundancia para el primer afroamericano en ocupar la más alta responsabilidad política en Estados Unidos.

Desde esa óptica nada fue resultado de la improvisación, desde la biografía oficial entregada para la divulgación, pasando por el descenso de la escalerilla del Air Force One con una sombrilla protegiendo a su esposa Michelle de la lluvia, hasta cada palabra de su discurso ante una representación de la sociedad civil, en el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso. [1]

No niego con este análisis el innegable carisma de Obama para conducirse en diferentes escenarios, ni su capacidad como orador (no en balde se impuso en el 2008, y reeligió en el 2012, derrotando a adversarios que lo superaban en experiencia política y mecanismos de recaudación monetaria) ni digo en modo alguno que todo es construcción mimética, siguiendo un guión preestablecido, pero nadie puede soslayar que desde hace décadas (afianzamiento de la televisión mediante, exacerbado con la llegada de Internet y las redes sociales) las apariciones públicas de la máxima figura imperial están enfocadas, en un sentido mayoritario, aspirando a captar la percepción favorable de aquellos que en las urnas darán continuidad o ruptura a su presencia dentro del establishment; ecuación que se acrecienta si sus actividades tienen de trasfondo –como en este caso- el fragor de un año con elecciones presidenciales reservadas.

Por supuesto que este no era, por innumerables razones, un viaje más para el jefe de la Casa Blanca. Esta vez llegaría a una nación que desde el 1ero de enero de 1959 escogió su destino, para convertirse en la Cuba revolucionaria, firme, inclaudicable y solidaria que tanta admiración concita en todo el orbe.

A escala universal estaba claro (el propio Obama se refirió a ello) que ni el entorno ni la forma de concretarse su intercambio con la Mayor de las Antillas eran similares a enero de 1928, cuando su predecesor Calvin Coolidge arribó a nuestro país a bordo de un buque de guerra, para participar en la VI Conferencia Panamericana auspiciada por la dictadura de Gerardo Machado, convirtiéndose así hasta este domingo 20 de marzo en el único mandatario en ejercicio del poderoso vecino en tocar suelo cubano.

Al igual que establece la prestigiosa cadena multinacional Telesur, a la hora de examinar los procesos sociales, debemos colocar los hechos en contexto, obteniendo con ese procedimiento claves para entender y aquilatar dicha vista, que movilizó en su cobertura alrededor de 1500 periodistas (un centenar de ellos convocados por el aparato gubernamental norteamericano) de unos 400 órganos de más de medio centenar de naciones.

·         Nada de lo que ha sucedido desde el 17 D es una dádiva a Cuba, sino la confirmación de que los pueblos que se mantienen erguidos ven coronado, al final, los intereses estratégicos a los que consagraron su lucha. Pocas veces en la historia la principal potencia económica y militar tuvo que reconocer el fracaso de las políticas implementadas durante cinco décadas, con relación a un pequeño archipiélago, sin recursos naturales cuantiosos ni armas nucleares, que fue capaz de resistir y vencer todas las embestidas.

·         Estados Unidos comprendió que si aspiraba a tener una relación en otro plano con América Latina y el Caribe, no podía seguir con la posición obcecada de aislar a Cuba. No estábamos ya (algo que cada año martillaba sobre ellos con las votaciones aplastantes en la Onu contra el bloqueo) en la época en que utilizando a la Oea como instrumento (a la que Roa calificó con tino insuperable como `Ministerio de Colonias´) nos condenaron en Punta del Este y maniobraron para que solamente México mantuviera sus vínculos diplomáticos con nosotros.

El ex presidente de Venezuela, Hugo Chávez le entregó a Barack Obama en el 2009 el libro LAs Venas Abiertas de América Latina, de Eduardo Galeano El ex presidente de Venezuela, Hugo Chávez le entregó a Barack Obama en el 2009 el libro LAs Venas Abiertas de América Latina, de Eduardo Galeano 
Apenas tres meses después de que Obama ocupara el Salón Oval, en abril del 2009, los presidentes de la región, con el inolvidable Comandante Chávez al frente obsequiándole el emblemático libro de Eduardo Galeano Las venas abiertas de América Latina, patentizaron en Puerto España que era imposible proseguir excluyendo a Cuba del seno de una comunidad donde la Mayor de las Antillas cosechó, a través de su ejecutoria ejemplar, enorme prestigio. En el 2012, Cartagena de Indias acogió la última reunión sin la presencia de Cuba. Allí Correa, Chávez, Daniel, Evo y otros líderes exigieron que si no estaba nuestro país en la venidera cita, dicho mecanismo desaparecería. El mensaje llegó a Washington con toda fortaleza y en Panamá, en abril del 2015, la Revolución ocupó el escaño que siempre mereció por derecho propio.

·         El pueblo cubano, con sólidas convicciones y uno de los mayores poseedores en el planeta de cultura política, alcanzada en la lucha denodada por desarrollar su proyecto revolucionario, no en una urna de cristal sino en el “vórtice del huracán”, entendió desde las palabras iniciales de nuestro presidente Raúl Castro que se trataba de un enorme desafío, pero al mismo tiempo de una gran oportunidad, la cual debíamos encarar apoyados en el extraordinario caudal histórico, cultural e ideológico a nuestra disposición, que tiene en José Martí y Fidel Castro a sus figuras paradigmáticas. Fue el Apóstol quien alertó (y esa enseñanza ha estado latente desde entonces) que “de pensamiento era la guerra mayor que se nos hace. ¡Ganémosla a pensamiento!”.

·         Tanto en el proceso de restablecimiento de relaciones diplomáticas (concluido con las ceremonias de izamientos de las respectivas enseñas nacionales en Washington, el 20 de julio, y en La Habana, el 14 de agosto pasado) como durante las conversaciones ulteriores en el afán de “normalizar” los vínculos entre los dos países, Cuba demostró la voluntad de intercambiar respetuosamente y en calidad de iguales con EE.UU, con la seguridad de que, a pesar de nuestras múltiples diferencias podemos lograr una convivencia civilizada.

·         Si algo llenó de orgullo a nuestro pueblo –y a millones de personas en todo el orbe- es que lo alcanzado en esta etapa ha sido manteniendo incólumes nuestros principios, tanto en el ámbito interno como en la proyección internacional. Durante los últimos meses la Revolución, y nuestros dirigentes, brillaron todavía más precisamente por preservar los ideales que constituyen la esencia de nuestro sistema político, económico y social.

En la arena internacional, desde la intervención del General de Ejército en la Cumbre de la Celac en Costa Rica, en enero del 2015, pasando por sus palabras en la reunión extraordinaria del Alba-Tcp en Caracas, en marzo, o los diversos discursos que pronunció durante su estancia en Nueva York, al calor del 70 aniversario de la Onu, en septiembre, y muy especialmente su brillante exposición en la Cumbre de Panamá en abril, una y otra vez se ratificó los pilares irrenunciables sobre los que sustentamos nuestra política exterior. Un símbolo hermoso de esa firmeza es la visita oficial que realizó a Cuba el viernes 18 de marzo el presidente bolivariano Nicolás Maduro, a quien además Raúl colocó con emoción sobre su pecho la más alta condecoración de nuestro Estado: la Orden José Martí.

·       La visita de Obama tuvo, en varias direcciones, un carácter profundamente simbólico. Fue una oportunidad, como planteó el editorial de Granma del 9 de marzo, para que entrara en contacto directo con nuestra realidad. A los cubanos no parece normal, porque forma parte de lo cotidiano, pero impresiona en cualquier latitud la extraordinaria tranquilidad que reina en nuestras calles, con una población capaz de recibir a sus visitantes con respeto y cordialidad, garantizando que nada perturbe la hospitalidad con que debe tratarse a los huéspedes.

Desafortunadamente esa no es la tónica en otras geografías. Pensemos, por ejemplo, en las manifestaciones de protesta que casi seguramente encuentre Obama en Argentina, o en las reuniones del G-7 y el G-20 (en todos los sitios donde las efectúan se congregan miles de ciudadanos para fustigar los desmanes del capitalismo) o en México que, 24 horas antes de la llegada del papa Francisco el 12 de febrero, vio estallar una revuelta en una instalación carcelaria, donde murieron unas 50 personas.

·         Su discurso en el Gran Teatro de La Habana fue concebido para satisfacer los aspectos medulares de diferentes auditorios. En él están contenidas las líneas directrices de su pensamiento, no solo sobre las relaciones con Cuba, sino acerca de tópicos relacionados con el capitalismo y el sistema político estadounidense.

·         Fue una pieza oratoria bien hilvanada, estructuralmente, pero con múltiples carencias de contenido, de un lado, al tiempo que una buena parte de los asuntos tratados fueron expuestos con un grado impresionante de superficialidad, tendencia que cada vez gana mayor espacio en el mundo capitalista donde, en los discursos de los políticos, se tocan asuntos como si fueran titulares de prensa, que no son desarrollados en toda la complejidad que ellos encierran, pero con la certeza de que generan matrices que calan en las personas, la mayoría de las cuales está desprovista de las herramientas filosóficas, históricas y culturales necesarias para decodificar el mensaje que le presentan, telepromter de por medio, articulado en buena medida como si se tratase de una puesta en escena teatral.

Ser cultos es el único modo de ser libres
Ese no es el panorama reinante en el público antillano que escuchó a Obama, acreedor del fabuloso caudal que proporcionan los conocimientos y las ideas como sustento de la libertad y la plenitud, en su comportamiento como seres humanos. Fue también el Héroe Nacional quien nos legó ese concepto cimero de que “Ser cultos es el único modo de ser libres”, que Fidel complementó hace unos años, al afirmar que “Sin cultura no hay libertad posible”. El pueblo cubano sabe que democracia no es sinónimo de pluripartidismo (demócratas y republicanos son apenas desgajamientos de un mismo tronco) y que si en realidad “tenemos que tener la valentía de reconocer la verdad”, como señaló Obama, no se puede ignorar olímpicamente el bloqueo, los sabotajes y crímenes como el de Barbados (cuyo 40 aniversario se cumplirá el próximo 6 de octubre) el dengue hemorrágico y el resto de las privaciones y sufrimientos que hemos tenido que enfrentar, únicamente por atrevernos a caminar con la cabeza erguida y hablar con voz propia. [2]

·         Hay una idea que en los últimos meses reiteran Obama y sus funcionarios: debemos dejar la historia atrás para no ser prisioneros de ella. Ningún pueblo, incluyendo el estadounidense, pudo llevar adelante sus más caras aspiraciones renunciando o echando por la borda las raíces de las que proceden. Quien no conoce de donde viene, no tiene donde asirse e, invariablemente, está condenado a irse de bruces por enarbolar una mirada de corta dimensiones.

Para fundar e ir en busca de objetivos estratégicos hay que partir inexorablemente de las esencias que proporciona el conocimiento histórico. Ella, no aprendida en blanco y negro sino desde la riqueza que le confiere su devenir contradictorio, no aprisiona ni cercena las aspiraciones de los pueblos. Por el contrario es una rampa de lanzamiento fecunda hacia nuevos horizontes, garante al mismo tiempo de que no se produzcan extravíos en dicha búsqueda.

Los cubanos, en esa línea, tenemos en nuestra historia uno de los principales tesoros para las actuales y luchas venideras. Prescindir de ella sería como entregar las armas principales para la lucha. De ella, a través de análisis creadores, donde cada vez más coloquemos cada pieza en su lugar, sin dogma alguno y con espíritu realmente dialéctico, extraeremos enseñanzas y encontraremos motivaciones para construir el futuro al que aspiramos.

Uno entiende que EE.UU., tenga otros enfoques sobre la importancia de la historia, porque la de ellos está plagada de capítulos oscuros pero, en el mejor de los casos, no deben aludir a este campo, mucho menos pretender que con declaraciones pragmáticas van a desmovilizarnos en un frente que al igual que la cultura constituye “escudo y espada de la nación”. Nuestro pueblo cree en sí mismo porque conoce en qué condiciones, realizando qué esfuerzos y guiados por quienes fuimos capaces de permanecer enhiestos cuando otros se plegaron, creyendo en cantos de sirenas y en los corifeos que vaticinaban el fin de la historia.

Sabe también que esa fortaleza nos llevó a desempeñar papeles de honda significación en el concierto internacional (deberían esculpirse en un monumento las palabras de Su Santidad Francisco de que Cuba es la capital mundial de la unidad) y que a aquellos trasnochados que le pronosticaban horas a la Revolución solo los recuerdan los pocos cipayos que le rendían pleitesía.

·         En el mensaje de Obama hay una marcada exhortación a los jóvenes como los responsables de la construcción del futuro, ante el elemento particular de que se está produciendo un cambio generacional en Cuba. El papel de la juventud en la historia de Cuba tiene un peso tan especial que el Comandante en Jefe afirmó, el 2 de julio de 1994, en uno de los momentos más cruentos de nuestra resistencia heroica, que “Esta es una Revolución de obreros, campesinos y estudiantes”.En lo adelante ese papel se intensificará porque, en buena lid, es la propia dirección revolucionaria quien ha estimulado siempre que los jóvenes no sean actores de reparto, sino que ocupen lugares protagónicos en la transformación social que acometemos.

·         El país que recibió al presidente Obama acumula una experiencia de lujo en intercambiar con prominentes figuras políticas, religiosas, empresariales, culturales, deportivas de todos los continentes. Solamente en el 2015 recorrieron nuestras calles 184 delegaciones oficiales, 25 de ellas encabezadas por Jefes de Estado o Gobierno. Incluso en septiembre del 2006, cuando fuimos sede de la Cumbre de los No Alineados, 56 máximas figuras de igual número de países compartieron entre nosotros.

Si a ello le sumamos que los últimos tres Sumos Pontífices de la Iglesia Católica han tenido contacto con el pueblo cubano, y que hace poco más de un mes se produjo en La Habana el primer encuentro desde el año 1054 entre un Papa y el Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa, entonces resulta inobjetable concluir que gozamos de un prestigio enorme en el ámbito político.

A los ojos de los millones de personas que por estos días han seguido los acontecimientos en nuestro país Cuba sale fortalecida porque, desde la fuerza que le proporcionan las convicciones emanadas de ideas y no de fanatismo alguno, fue capaz de acoger con cordialidad y gran altura al representante principal de la nación con la que hemos estado en conflicto, de una u otra manera, por más de 200 años.

Notas y citas.

[1] En el texto oficial sobre la trayectoria del cuadragésimo cuarto presidente de Estados Unidos se plantea que “Su historia es una historia estadounidense, los valores del corazón de Estados Unidos, una educación en el seno de una familia de clase media, la dedicación al estudio y al trabajo para salir adelante, y la convicción de que una vida con tantas bendiciones debía vivirse para servir al prójimo” o “Después de cursar sus estudios universitarios gracias a los préstamos estudiantiles y las becas obtenidas”. Casi al final se afirma que “Como senador por el estado de Illinois, trabajó con la oposición para moderar la influencia de los grupos de presión, asegurar las armas de destrucción masiva y promover la transparencia gubernamental reportando todos los gastos del Gobierno en Internet”. Granma, sábado 19 de marzo de 2016, p. 2.

[2] Recordaba el Dr. Jorge Hernández Martínez, director del Centro de Estudios Hemisféricos y sobre Estados Unidos de la Universidad de La Habana (CEHSEU), en la Mesa Redonda de la Televisión Cubana del propio martes 22 de marzo, cómo en la década del 50 del siglo pasado Cuba estaba llena de partidos políticos y fue una etapa profundamente antidemocrática, donde todas las semanas se asesinaban a estudiantes, jóvenes en general, obreros y campesinos porque se manifestaban contra la dictadura o participaban en alguna movilización.