jueves, 13 de febrero de 2014

La Federación de Rusia y la República Popular China en la Organización de Cooperación de Shanghai.


Por Adria Espinosa Escobar

La globalización ha estrechado los vínculos entre los distintos países y profundizado la interdependencia, ha cambiado los contenidos y conceptos de la diplomacia, la relación entre los asuntos internos y externos,  el entorno, los temas, los métodos y medios. La diplomacia en la actualidad rebasa el tradicional marco político y llega hasta los campos económico, cultural y militar, hoy los actores de la diplomacia son los Estados, las organizaciones internacionales, corporaciones transnacionales, partidos políticos, parlamentos y organizaciones no gubernamentales.  El proceso de globalización económica se aceleró después del fin de la Guerra Fría, momento a partir del cual, Estados Unidos de Norteamérica quedó como la única potencia hegemónica a nivel mundial.

Ante esta nueva situación mundial la Federación de Rusia y la República Popular China proponen el establecimiento de un nuevo orden político y económico internacional que propicie la creación de un mundo multipolar, la democratización de las relaciones internacionales y la diversificación de los modos de desarrollo económico.
  
Los temores de Rusia y China con respecto a “Estados Unidos de Norteamérica” fueron confirmados por hechos tales como: el despliegue de los movimientos diplomáticos y las alianzas por la región; la prohibición de Estados Unidos de Norteamérica a la Unión Europea de levantar el embargo de ventas de armas a China, el cual se estableció en el año 1989 tras los sucesos de Tiananmen; la ampliación de la Unión Europea y la OTAN hacia el Este y la actitud más activa de Estados Unidos de Norteamérica, desde la antigua Yugoslavia hasta Taiwán; así como la guerra de Kosovo. Todo esto le demostró a China y a Rusia que no podían hacer valer sus intereses, lo cual los compulsó a realizar una serie de intercambios militares-tecnológicos y a adoptar posiciones diplomáticas coincidentes frente a lo que han considerado como “unilateralismo” y “hegemonismo” estadounidense.

La concepción euroasiática de la Federación de Rusia

La política euroatlantista desarrollada por el gobierno de Boris Yeltsin en la Federación de Rusia resultó ser un camino erróneo y artificial que no se correspondía con la historia,  ni la cultura de la población. La poca efectividad de la ayuda occidental y  la desigual competencia en los mercados exportadores occidentales, fueron situaciones muy criticadas por la oposición nacionalista, finalmente se acordó que la copia de esquemas occidentales, carentes de arraigo y raíces en la sociedad rusa, podría crear problemas adicionales más que resolverlos.

La Federación de Rusia eligió finalmente la integración regional con los países de Asia, se estructuró una estrategia hacia esta región y se comenzó a concebir a Rusia como un país euroasiático. De esta manera la estrategia geopolítica de la Federación de Rusia hacia Asia-Pacífico adquirió prioridad sobre la vertiente euroatlántica.

La estrategia trazada por el presidente Vladimir Putin desde su primer mandato, es la que continúa aplicando la Federación de Rusia en la actualidad. Esta política se basa en el retornó a la concepción geopolítica euroasiática a partir de una serie de factores objetivos tales como los recursos naturales y energético. En este sentido la cooperación entre la Federación de Rusia y la República Popular China ha propiciado en gran medida la aproximación de Rusia hacia el Noreste y Sudeste asiático.

Una de las primeras estrategias adoptadas por la Federación de Rusia fue promover  la integración económica, política y militar con los países de la CEI. Rusia necesitaba controlar los mercados, los recursos industriales y las materias primas de la Comunidad de Estados Independientes, para garantizar su crecimiento económico, al mismo tiempo, no podía perder su liderazgo estratégico sobre estas nuevas repúblicas y tenía que proteger a sus importantes minorías, disgregadas por los nuevos países, algunas de ellas enfrentadas entre sí, y otras opuestas a las intensiones hegemónicas internacionales de la Federación de Rusia.

Para consolidar el liderazgo de la Federación de Rusia sobre las áreas de Europa Central, Europa Oriental y Cáucaso,  el gobierno de Vladimir Putin aplicó las siguientes medidas políticas:

1. Incrementó la influencia política, económica y militar en los países vecinos más vinculados a Rusia, tales como: Ucrania, Bielorrusia, Kazajistán; 

2. Se opuso a las iniciativas expansionistas de occidente, especialmente a las de Estados  Unidos de Norteamérica durante la administración Bush.

3. Ejerció presión  sobre los países que se oponían a los intereses de seguridad de la Federación de Rusia, díganse los países bálticos, Moldavia, Georgia y Polonia.

La estrategia de la Federación de Rusia consiste en utilizar los intereses que comparte con los países de la región para desarrollar sus relaciones bilaterales y multilaterales, así como para promover y crear asociaciones que incluyen aspectos geopolíticos y regionales. Rusia define su táctica como pragmática, y su objetivo fundamental es desarrollar los territorios de Siberia y Lejano Oriente, para que la región pueda mantener una integración equilibrada con los países vecinos.
 
En cuanto a seguridad territorial una de las prioridades que tiene el país es parar la entrada de narcóticos desde Afganistán y de activistas islámicos por el sur, la Federación de Rusia presta especial atención a las repúblicas islámicas ex – socialistas soviéticas en Asia Central, con las cuales trata de mantener las mejores relaciones.

El nuevo concepto de seguridad de la República Popular China

Los dirigentes de la República Popular China formularon un nuevo concepto de seguridad en respuesta a los cambios profundos que se produjeron en las relaciones internacionales al finalizar la Guerra Fría. Este nuevo concepto de seguridad promueve la confianza mutua, el beneficio recíproco, la igualdad y la colaboración. Es un concepto amplio, que incluye los siguientes principios: integridad territorial, inviolabilidad de la soberanía, seguridad económica, cultural, ecológica y de la información, así como la lucha contra los crímenes internacionales, la proliferación nuclear, los conflictos étnicos, el tráfico de drogas, el terrorismo y las migraciones transfronterizas.

Las relaciones de la República Popular China con los países de la región se caracterizan por ser pacíficas y amistosas y se basan en los cinco principios de coexistencia pacífica: respeto mutuo a la soberanía y la integridad territorial, no agresión, no injerencia en los asuntos internos de otros países, igualdad y beneficios recíprocos y coexistencia pacífica.  Con el objetivo de mantener la seguridad regional y mundial, la República Popular China promueve su nuevo concepto de seguridad y convoca a aumentar la comprensión y la confianza mutuas mediante el diálogo y la cooperación, aboga por la solución pacífica de las divergencias y los conflictos internacionales.

El gobierno de la República Popular China desarrolla sus relaciones exteriores por diversos canales y a distintos niveles, China aplica el concepto de “diplomacia integral” que se desglosa en: la diplomacia económica, la diplomacia cultural, la diplomacia al servicio del pueblo, la diplomacia militar, la diplomacia de cumbres, la diplomacia parlamentaria, la diplomacia entre partidos y la diplomacia entre los pueblos.

La estrategia de China hacia la región Asia-Pacífico se basa fundamentalmente en el desarrollo de una diplomacia económica, la cual está incluida en la estrategia nacional de desarrollo económico-social del país por constituir un medio eficaz para promover los intereses nacionales y una plataforma importante para fortalecer las relaciones internacionales.  Misiones de la diplomacia económica:

1.  Fortalecer las relaciones económicas, desarrollar la cooperación en lugar de la confrontación para asegurar el mercado necesario para el desarrollo económico de China;

2.    La cooperación en condiciones de igualdad y beneficio mutuo en el campo económico;

3.    Impulsar y desarrollar las relaciones con los países del área;

4.    La integración en los mecanismos económicos globales y la participación en la cooperación económica;

5.     Desarrollar diálogos económicos multilaterales y construir zonas de libre comercio;

6.   Promover la cooperación internacional en los campos de la energía, cambio climático y medio ambiente.       

La  República Popular China compra yacimientos y acciones en importantes corporaciones energéticas y al mismo tiempo concede créditos generosos y costea proyectos de inversión para promover la industria en la región, esto le ha permitido estrechar lazos con los dirigentes locales.

Al mismo tiempo China despliega una “diplomacia cultural”, que tiene como objetivo materializar los intereses nacionales, salvaguardar la integridad territorial, la soberanía y la seguridad nacional. El intercambio cultural con el extranjero es un elemento importante en las relaciones exteriores de China. El país a través de la diplomacia cultural busca:

1.    Salvaguardar la seguridad nacional;

2.    Aumentar el entendimiento recíproco entre el pueblo chino y los pueblos del mundo;

3.    Difundir la cultura tradicional china en ultramar y brindar una visión real al mundo de China;

4.  Elevar la confianza mutua entre China y los países vecinos, a través de intercambios culturales no gubernamentales;

5.   Estabilizar las relaciones de China con aquellos países con los que aún tiene conflictos diplomáticos.

El gobierno chino aplica el principio de cooperación de beneficio mutuo ganar-ganar. Con actitud abierta y pragmática la República Popular China mantiene con los países de la región y las organizaciones internacionales estrechas relaciones de consulta y diálogo sobre las cuestiones de interés común o temas pendientes.

La Organización de Cooperación de Shanghai.

La República Popular China y la Federación de Rusia abogan por el establecimiento de un nuevo orden político y económico internacional,  que sea multipolar, promueven la democratización de las relaciones internacionales y la diversificación de los modos de desarrollo.

Por iniciativa de la República Popular China, en el año 1996 la Federación de Rusia, la República Popular China, Kazajistán, Tayikistán y Kirguizistán fundaron el grupo de los “Cinco de Shanghai”,  este mecanismo limitó la intromisión foránea en Asia Central y creó una atmósfera favorable para la cooperación y el desarrollo de las relaciones entres sus estados miembros. Los primeros encuentros estuvieron dedicados a la solución de los problemas fronterizos, en ese sentido se adoptaron dos documentos fundamentales, el Acuerdo sobre Construcción de Confianza en la Esfera Militar en las Áreas Fronterizas y el Acuerdo sobre la Reducción Mutua de las Fuerzas Militares en las Áreas Fronterizas. 

A raíz de estos acuerdos, la República Popular China (Jiang Zemin) y la Federación de Rusia tomaron medidas a favor del impulso de la confianza mutua en las fronteras, esto a su vez propició  la cooperación en otros terrenos. Por iniciativa del presidente de la Federación de Rusia, Vladimir Putin,  el grupo creo mecanismos para luchar de forma coordinada contra el extremismo religioso, el crimen organizado, el contrabando de armas, el terrorismo, el tráfico de drogas. A su vez, se expandió la cooperación a los campos de humanidades, educación, cultura y economía, ciencia y tecnología, se comenzaron a ejecutar programas conjuntos para el aprovechamiento de la energía, la protección ambiental  y la salvaguarda de  la paz y la seguridad regional  mediante la articulación político-militar.

Los intereses comunes de la Federación de Rusia y la República Popular China en cuanto a la seguridad internacional y la creación de un mundo multipolar, los llevaron a unificar posiciones en los asuntos internacionales. El 15 de junio de 2001 el Mecanismo de Cooperación de Shanghai se convirtió en la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS) e incorporó un sexto país, UzbekistánLa carta y la declaración de establecimiento de la OCS, retoman y amplían los objetivos del mecanismo de los Cinco de Shanghai.
      
La OCS atrae a muchos países de la región Asia Pacífico que buscan un diseño multipolar de las relaciones internacionales, la importancia de este organismo crece a gran velocidad, hay muchos países interesados en ingresar y es reconocido por muchas organizaciones internacionales. Hasta la fecha cuatro naciones han adquirido el estatus de “país observador”: Mongolia en el año 2004 e Irán, la India y Pakistán en el año 2005; Afganistán y Turkmenistán han participado en las cumbres anuales como “invitados distinguidos” Bielorrusia y Sri Lanka son considerados “socios del diálogo”.  
La República Popular China comparte fronteras con Kazajistán, Kirguizistán y Tayikistán, la población china de esas zonas es islámica y quiere separarse de la nación. El gobierno de China caracteriza el irredentismo uigur como las “tres fuerzas maléficas”, las cuales están representadas por “el extremismo, el separatismo y el terrorismo”; la OCS tiene entre sus principales objetivos combatir estos males y a su vez garantizar la estabilidad regional, sus principios básicos están en correspondencia con los principios de la Carta de la ONU; el respeto por la independencia, soberanía e integridad territorial de cada uno de sus miembros; la no interferencia en los asuntos internos del otro, la no utilización de la fuerza contra el otro, ni la amenaza con la misma; la igualdad entre todos los estados miembros; la solución de todas las cuestiones a través de las consultas, la no-alineación y no elegir como blanco a otro país u organización; la apertura y deseo de llevar a cabo toda forma de diálogo, intercambio y cooperación con otros países y organizaciones relevantes internacionales y regionales.

El narcotráfico y las actividades de las organizaciones islamistas son motivos de preocupaciones para La Federación de Rusia, La República Popular China y las repúblicas centroasiáticas.
En el caso de la Federación de Rusia constituye un objetivo de seguridad nacional mantener su influencia económica, política y militar en la región. Con el fin de garantizar la estabilidad estratégica y la cooperación multilateral equitativa en el ámbito internacional, la Federación de Rusia centra sus esfuerzos en  mantener la paridad con Estados Unidos en el campo de las armas estratégicas ofensivas, con el menor coste posible.

La Federación de Rusia ha impulsado iniciativas regionales tales como la creación en el año 2002 de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC),  que es la primera organización intergubernamental de seguridad formalizada en la época de la postguerra fría, la OTSC tiene carácter político-militar y está compuesta por los siguientes países: Armenia, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán, Rusia, Tayikistán y Uzbekistán, en febrero del 2009 sus miembros firmaron el acuerdo que aprueba la creación de la Fuerza Colectiva de Reacción Rápida, que se  utilizará para rechazar cualquier agresión dirigida contra los países miembros, en caso de catástrofes y desastres naturales, así como para realizar operaciones especiales contra el terrorismo, narcotráfico, extremismo y crimen organizado.

El papel de la Federación de Rusia juega en la OCS es importante en cuanto a: garantía de la paz y la seguridad regional, cooperación energética y exportación de materias primas hacia la República Popular China. La República Popular China por su parte ha promovido la integración del comercio de toda la zona euroasiática, con esto busca incrementar el intercambio mercantil entre los países miembros para poder establecer una zona de libre comercio hacia el 2020. Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán aportan carbón, uranio, lana, cuero, ganado, algodón, textiles, trigo, carne y turismo.

Conclusiones

La Organización de Cooperación de Shanghai surge como parte del diseño geoestratégico y geopolítico de la  Federación de Rusia y la República Popular China, es un instrumento y mecanismo de política exterior utilizado por estas dos potencias. 

La alianza sino-rusa traza el camino a seguir y a su vez le concede importancia geopolítica a nivel internacional,  ambas potencias  se opone a los proyectos de la OTAN y a la injerencia de Estados Unidos en Asia Central y el Cáucaso, estos objetivos han sido aceptados por   los países que integran la OCS como propios. 

Esta organización regional estrecha los vínculos políticos, militares y económicos entre la Federación de Rusia, la República Popular China, Kazajistán, Tayikistán, Kirguizistán y Uzbekistán, a su vez refuerza la confianza mutua entre estos estados, crea lazos de nueva vecindad y amistad, impulsa el desarme en las fronteras compartidas, promueve la cooperación regional en diferentes áreas,  exhorta a trabajar juntos para mantener la paz, la seguridad y la estabilidad regionales; insta a  la creación de un nuevo orden político y económico internacional que sea justo, razonable y democrático.

La OTSC está estrechamente vinculada a la OCS y juega un papel geopolítico importante en el transporte y los corredores de energía, los corredores hacia el Este que unen a Asia Central con la República Popular China están militarmente protegidos por la OCS-OTSC.

La Federación de Rusia respondió al “Gran Juego” de Estados Unidos, con una estrategia energética, que se basa fundamentalmente en la exportación de gas natural y petróleo. Poseer las mayores reservas de petróleo y gas natural del mundo, le ha dado la posibilidad de crear un sistema de oleoductos que además de garantizar su propio desarrollo y seguridad energética, propicia el acercamiento hacia Europa a través del incremento de la cooperación energética regional, mantener el abastecimiento y el control del mercado de gas natural europeo tiene gran importancia geopolítica.   

La República Popular China logró concretar sus acuerdos energéticos con Turkmenistán y Kazajistán, este proyecto estrecha los vínculos económicos entre los países de la Organización de Cooperación de Shanghai y al mismo tiempo favorece a la Federación de Rusia ya que los países centroasiáticos ahora disponen de menos gas para enviar a Europa.

La República Popular China persevera en el diálogo y evita la confrontación directa, busca soluciones pacíficas a las divergencias y fricciones, partiendo de los intereses comunes establece asociaciones estratégicas de diversos tipos y relaciones de cooperación con diferentes países, contribuye al desarrollo regional con su propio desarrollo, respalda los esfuerzos para mejorar los sistemas comercial y financiero internacionales, promueve la liberalización y la facilitación del comercio y la inversión.

China se opone a la política imperialista de agresión y guerra y basa su política exterior en los siguientes principios: salvaguardar la independencia, la libertad y la integridad soberana y territorial del país, apoyar la paz duradera internacional y la cooperación amistosa entre los pueblos. Para la solución de los problemas regionales la República Popular China sigue los principios que rigen las relaciones internacionales y aboga por la justicia.
      
Bibliografía

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