domingo, 27 de septiembre de 2015

El Desarme nuclear debe ser una prioridad…. debemos actuar ahora


Por Leyde E. Rodríguez Hernández
Profesor Instituto Superior Relaciones Internacionales
Movimiento Cubano por la Paz y Soberania de los Pueblos


El 25 de septiembre de 2015 coincidieron varios especialistas en un taller sobre desarme nu­clear organizado por la Asociación Cubana de las Naciones Unidas, la Unión Nacional de Juristas y el Movimiento Cubano por la Paz

La eliminación y prohibición de las armas nucleares es un asunto de máxima prioridad para la seguridad internacional y la protección de la especie humana, coincidieron  varios especialistas en un taller sobre desarme nu­clear organizado por la Asociación Cubana de las Naciones Unidas, la Unión Nacional de Juristas y el Movimiento Cubano por la Paz.

En la cita, que formó parte de las actividades desarrolladas en todo el país a propósito del Día Internacional para la Eliminación Total de las Armas Nucleares, se denunció la proliferación de ese tipo de armamento que, a 69 años de ser usado por primera vez y a casi 25 de concluida la Guerra Fría, continúa siendo un peligro para la humanidad.

Sobre el tema expresé que si revisamos la documentación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y las publicaciones de la prensa internacional encontramos que se han vivido años difíciles para el desarme nuclear por las crisis, tensiones y conflictos que han afectado a la humanidad. Lo peor de todo es que, en este contexto, la prevalencia de las armas nucleares sigue siendo la principal amenaza para la vida en el planeta. Esta situación ha determinado  que, para muchos académicos y periodistas, la ausencia del desarme nuclear sea una frustración, un fracaso de la comunidad internacional. Existe pesimismo en lo que se publica, como parte de la disfuncionalidad de las propias instituciones internacionales vigentes, en cuanto al desarme nuclear.

En mi intervención expliqué que las armas nucleares constituyen la máxima expresión de las relaciones de poder en la política internacional, de un poder ilimitado, catastrófico e irracional. Es por eso que los estados debieran privilegiar una diplomacia para el desarme nuclear, analizando el fenómeno desde las concepciones filosóficas y políticas que generan las estrategias militares y doctrinas de política exterior centradas en la llamada "disuasión nuclear".  Queda claro que preservar la vida en el planeta es un derecho y un deber de alcance global.

Recordé que la OTAN ha saboteado la iniciativa sobre el impacto humanitario que tendría el uso de las armas nucleares en el cambio climático global, si se produce un invierno nuclear y la responsabilidad que tienen también los países europeos que han aceptado las armas nucleares de Estados Unidos en sus respectivos territorios, como son los casos de  Alemania, Bélgica, Italia, Países Bajos y Turquía. 

En este escenario resulta muy importante el llamado de Ban Ki-moon, Secretario General de la ONU: “las consecuencias de que se vuelvan a utilizar armas nucleares, ya sea de manera intencionada o por error, serían terribles. En lo que atañe a nuestro objetivo común de lograr el desarme nuclear, no debemos demorarnos: debemos actuar ahora.”

Por su parte, el Papa Francisco expresó en la Asamblea General de la ONU: “una ética y un derecho basados en la amenaza  de destrucción mutua – y posiblemente de toda la humanidad – son contradictorios y constituyen un fraude a toda la construcción de las Naciones unidas, que pasarían a ser  `Naciones unidas por el miedo y la desconfianza´. Hay que empeñarse por un mundo sin armas nucleares, aplicando plenamente el Tratado de no proliferación, en la letra y en el espíritu, hacia la total prohibición de estos instrumentos”. 

El profesor del Instituto de Relaciones Internacionales, Néstor García Iturbe, destacó la política de doble rasero de algunas potencias imperialistas que se de­claran a favor del desarme, enfatizando la conducta de los Estados Unidos.

En la nación norteamericana, indicó, los gastos de Defensa representan el 20 % de su presupuesto anual, aproximadamente; y los montos destinados a las armas nucleares y su mantenimiento ascienden a cerca de ocho mil millones de dólares.

Además, los estimados para el periodo 2015-2020 indican una mayor introducción de la robótica, del control remoto y de la computación en los armamentos.

El Dr. Carlos Pasos Beceiro explicó el amplio trabajo realizado por la IPPNW (Internacional de Médicos Para la Prevención de la Guerra Nuclear). El panel estuvo moderado por la Dra. Magda Bauta, profesora del Instituto de Relaciones Internacionales y especialista de los temas de desarme en el ámbito multilateral.


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