Guantánamo, Cuba (PL) Importantes temas de
interés global para la paz y la estabilidad mundiales fueron debatidos durante
el recién concluido IV Seminario Internacional por la Paz y Abolición de las
Bases Militares Extranjeras.
Este año el evento tuvo dos
particularidades, se celebró en medio de una coyuntura política especial,
debido al momento de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, y provino
precisamente de este último país la delegación más amplia, con 109 miembros.
Ambas circunstancias
determinaron que la cuarta edición se convirtiera en una de las más importantes
celebradas hasta ahora y marcara las pautas para próximas jornadas, según
manifestó a Prensa Latina Silvio Platero, presidente del Movimiento Cubano por
la Paz.
Como es costumbre desde
2008, Guantánamo, provincia del extremo oriental donde se encuentra enclavada
la base naval más antigua que posee EE.UU. fuera de su territorio, es la sede
del conclave donde pacifistas de todo el mundo asisten para exponer sus
criterios acerca de los peligros que amenazan a la humanidad.
Cese
del bloqueo y devolución de la base
Entre las intervenciones, la
delegación estadounidense atrajo significativamente la atención de los
asistentes y de la prensa.
Cabe destacar la de la
Coronela (r) Ann Wright, quien se pronunció por la abolición de las bases
militares y denunció el aumento de la presencia de militar de EE.UU en el
mundo.
Al iniciar su intervención,
la pacifista ofreció disculpas al pueblo cubano en nombre de su delegación.
"Nos disculpamos por la
continua presencia de la Base Naval de Estados Unidos aquí en Guantánamo; la
prisión militar estadounidense ha puesto una oscura sombra sobre el nombre de
la hermosa ciudad de Guantánamo", afirmó.
"La base de Guantánamo
es una daga encajada en el territorio cubano; no hace falta esa base como parte
estratégica de Estados Unidos, porque está solo a 90 millas; es que no les
gusta la Revolución y quieren tener este puñal clavado en el corazón de la
tierra cubana", puntualizó.
Wright, quien por más de 40
años sirvió al gobierno de su país, como militar primero y luego como
diplomática, expuso con ímpetu y claridad que el Bloqueo a Cuba es violento,
inhumano y debe cesar.
Mientras, exigió el cierre
de la base naval de Guantánamo y su devolución a sus legítimo dueño, el pueblo
cubano.
"El gobierno de los
Estados Unidos debería resarcir a Cuba de más de un trillón de dólares por los
daños que ha ocasionado este bloqueo a su pueblo y a su economía", recalcó
durante su intervención.
Para Nancy Kohn, miembro del
Comité Internacional por la Paz, la Justicia y la Dignidad de los Pueblos, la
política de Estados Unidos contra Cuba no ha cambiado.
"Las conversaciones que
se producen pueden ser más suaves, pueden aderezarlas, pero al final, su
objetivo de derrocar al Gobierno cubano sigue siendo el mismo",
especificó.
Frida Merrigan, una ama de
casa neoyorkina, integrante del Grupo Stop Torture (Detengan la Tortura), que
congrega a personas de todo el mundo, relató las acciones que desde hace diez
años viene realizando esa organización para exigir el cierre y la devolución
del enclave militar de Guantánamo y el cese del Bloqueo.
La cárcel ubicada en ese
recinto castrense está catalogada por la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos, como uno de los más importantes retos a enfrentar en el continente
americano, y en su interior se encuentran más de cien detenidos por sospechosa
de terrorismo, 52 de los cuales nunca fueron acusados de delito alguno.
Ese centro, según la fuente,
es uno de los más caros del mundo, cuyos gastos ascienden a más de tres
millones de dólares anualmente, por cada detenido.
La devolución de la base y
el cese del bloqueo fueron los dos temas más discutidos y los de mayor consenso
por parte de los participantes.
Armamentismo y Bases Militares
Las armas nucleares y el
aumento de la carrera armamentista, signaron algunas de las sesiones del IV
Seminario y avivaron la polémica sobre la inestabilidad de la paz mundial.
La
conferencia sobre desarme nuclear impartida por el investigador cubano Leyde
Rodríguez, mostró los desafíos que enfrenta la humanidad ante el incremento
desproporcionado de toda la maquinaria armamentista de Estados Unidos y las
potencias occidentales.
Rodríguez
exhortó a desmontar el mito propagandístico que venden las grandes
trasnacionales de la comunicación, de que vivimos en un mundo más seguro.
"La
principal amenaza a la paz y la seguridad internacional sigue radicando en la
existencia de armas nucleares en continuo perfeccionamiento", expresó.
Nos quieren hacer creer que
en la llamada postguerra fría estamos en un mundo más estable y eso no es
cierto, puntualizó; es necesario concientizar y movilizar a los pueblos en la
lucha contra el armamentismo.
"El fracaso de las
Conferencias sobre Desarme y la de No proliferación Nuclear, los grupos
terroristas incontrolables -creados por Occidente-, las 16 mil 500 armas
nucleares existentes, son ejemplos preclaros de lo que está sucediendo",
puntualizó el investigador durante su conferencia, ampliamente aplaudida por
los delegados.
Rodríguez concluyó
recordando que la política exterior cubana ha partido siempre del principio del
"Desarme General y Completo", pues el armamentismo es un fenómeno que
amenaza la paz mundial y contra él debemos luchar.
La política injerencista de
los EE.UU, sus aliados de Occidente y la OTAN, fueron otros de los tópicos
analizados.
Al respecto, el embajador de
Ecuador en Cuba, Edgar Ponce, comparó a Washington como un gran monstruo, cuyos
tentáculos son esas bases de las cuales se sirve el imperio para saquear a los
pueblos del continente y mantener el control de recursos tan importantes como
el agua, el gas o el petróleo.
La solidaridad con la justa
causa de los pueblos palestinos y saharaui, el rechazo a las agresiones contra
Siria y la campaña mediática contra Venezuela, constituyeron también focos de
atención.
Igualmente manifestaron su
decisión de seguir apoyando la lucha de Puerto Rico, para terminar con esa y
otras formas modernas de colonización, y reafirmaron su apoyo a la integración
latinoamericana.
Reiteraron su confianza en
la solución definitiva del conflicto interno colombiano, mediante la aplicación
de los acuerdos aprobados en fructíferos diálogos de paz que se llevan a cabo
en La Habana.
La iniciativa de declarar a
América Latina y el Caribe como Zona de Paz, fue ampliamente respaldada en el
conclave, cuya declaración final, aprobada por unanimidad, reflejó los temas
debatidos.
Para sus organizadores este VI
Seminario Internacional por la Paz y Abolición de las Bases Militares
Extranjeras, dejó bien clara la determinación de los movimientos pacifistas de
luchar por la paz y construir un mundo libre de armamentos y bases militares.
En exclusiva a Prensa Latina,
María Do Socorro Gómez, presidenta del Consejo Mundial de la Paz, expresó que
durante esos días había crecido en todos los participantes la conciencia sobre
la necesidad de cerrar definitivamente esos enclaves, comenzando por el de
Guantánamo, que es el más antiguo que posee EE.UU fuera de su territorio.
Nos marchamos con la
determinación de seguir luchando contra el terrorismo y todas las formas de
genocidio existentes, como las que se comenten hoy contra los pueblos de
Palestina, Siria y la Replica Saharaui, puntualizó a PL la pacifista brasileña.
Han sido fructíferas
jornadas de trabajo, de debate y reflexión, lo cual tiene un valor
incalculable, recalcó, porque estuvimos intercambiando activistas de todos los
confines del planeta.
"En un mundo donde a
diario vemos tantos crímenes y tanto genocidio, llena nuestros corazones que
cientos de personas hayan dedicado parte de su tiempo a pronunciarse a favor de
la paz y por la solidaridad", indicó.
Socorro expresó que no
quería irse sin agradecer al Movimiento Cubano por la Paz y al Instituto Cubano
de Amistad y Solidaridad con los pueblos, por la preparación de este evento que
ya llegó a su cuarta edición.
Quiero reconocer al pueblo
de Cuba y en especial a los guantanameros y la dirección de la provincia por la
grata acogida y por todas las atenciones recibidas durante nuestra estancia
acá.
Me marcho de esta ciudad con
la esperanza y la determinación de que vamos a construir un mundo pacífico, sin
armas nucleares, ni bases militares, concluyó.
* Periodista de la Redacción
Nacional de Prensa Latina.
Em/ale/ycv
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