Centro de Estudios Interdisciplinarios
sobre Nuestra América: José Martí
CEINA
Departamento de Humanidades. Universidad
Nacional del Sur
Bahía Blanca Argentina
Me
levanto con la noticia de la muerte del Comandante Fidel Castro Ruz, me lo informa una compañera de ruta pro - cubana
que lloraba desconsoladamente.Dicen que no hay que llorar, aunque sea
ineludible el nudo grueso que se forma en la garganta en un momento así y que
inevitablemente es portador de lágrimas, que si se contienen agrandan el nudo
que parece dejarnos sin respirar. Ella seguía
llorando y yo agrandaba el nudo y con voz entrecortada le contesto: hay
que tener fuerza, hay que seguir trabajando hay que hacer de la praxis el
centro de ese trabajo.
¿Murió
Fidel? Fidel no muere, Fidel estuvo, está y estará. Cuidado con las heroizaciones, él no las quería, cuidado
con los protagonismos porque él
construyó una revolución de líderes plurales y logró que esa misma revolución
sea pueblo.
Sencillez
en el obrar, verdad cara al sol, ojos
bien abiertos y de frente, resistencia apretando los dientes conteniendo y
conteniéndose en momentos difíciles.
Risa
fresca de repiques contagiosos, amabilidad y brazos abiertos para con un niño
en una marcha, hasta para con un país en problemas, mostrando un
internacionalismo activo y presente en: Angola, Haití y Venezuela, entre muchos
otros, donde médicos y maestros realizaron una labor inconmensurable.
Fortaleza
y planificación en el marco de una revolución que se discute, revisa y avanza
en sus rectificaciones y asientos. Una revolución que no es historia endiosada
sino historia presente, porque el papel de la historia de la revolución ha sido
afirmar historia y hacerse histórica con componentes nuevos de
cada contemporaneidad transitada, así sentenció: ”Dentro de la revolución,
todo; contra la revolución, nada”.
Y una revolución
re-semantizada, decía José Martí: “Venimos
mal de raíz, hay que extirpar la raíz” y dice Fidel Revolución es: "Revolución es sentido del momento
histórico; es cambiar todo lo que debe ser cambiado; es igualdad y libertad
plenas; es ser tratado y tratar a los demás como seres humanos; es emanciparnos
por nosotros mismos y con nuestros propios esfuerzos; es desafiar poderosas
fuerzas dominantes dentro y fuera del ámbito social”... Ambos se conectan se
intervienen y amalgaman en un pensamiento de radicalidad que según Martí
avanzaría en una construcción “con los pobres y oprimidos del mundo…”y afirmaba
Fidel: “Ni los muertos pueden descansar en paz en un país oprimido”. Nuevamente
la sutura.
Esas suturas que enhebran coherencia,
marcan un camino seguro apisonan tierra y a una revolución que logró encarnarse
en la sociedad. ¿Qué significa cultura revolucionaria en un país como Cuba?:la
vida cotidiana misma, eso. El ir a los mismos hospitales, las mismas escuelas, tener
la misma olla reina para cocinar y el mismo frío (heladera). Formar parte de
una cohesión social que se solidariza en cada ciudadano con otro o con quien
sea, la solidaridad es la base de esa cultura revolucionaria que si bien se
sostiene en una estructura política ya está arraigada en la internalidad del
pueblo, como otro signo importante de esa construcción de Cubaníadesde una mismidad como esencia y fenómeno.
Que
significa la muerte de Fidel en todo este escenario, sin duda la perdida física
de un compañero indiscutido, el mejor.
Sin embargo, Fidel está y continúa, no
como mito sino activo y real desplegándoselibremente por los contornos
de ese largo lagarto verde, que hoy como
nunca ha impregnado sus ojos de bondad sin dejar de fijar
atentamente su mirada a la Isla y al mundo.
¡¡COMPAÑERO
FIDEL PRESENTE POR SIEMPRE!!
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