ElHeraldo
Introducción
Las
elecciones presidenciales estadounidenses del año 2016, han creado una
situación interesante en relación con el futuro desarrollo de las relaciones
entre Cuba y Estados Unidos.
Si
la ganadora de esas elecciones hubiera sido Hillary Clinton, el panorama sería
un poco menos incierto, pues era lógico esperar que la sustitución de un presidente
representante del grupo político (1) que se denomina partido demócrata, por
otro de la misma tendencia no traería como consecuencia grandes cambios en la
conducción de la política exterior hacia Cuba, más bien una continuidad.
Sin
embargo, los resultados electorales se inclinaron por el representante de otra
tendencia política, la denominada republicana y no podemos negar que la persona
que resultó vencedora, Donald Trump, ha sido bastante impredecible y
característico en las ideas que ha expresado de cómo conducir la presidencia,
lo cual lo convirtió en un personaje contradictorio con los valores
tradicionales de su propio grupo político, razón por la cual algunos del mismo
declararon no lo apoyarían en sus aspiraciones presidenciales e inclusive manifestaron
su apoyo al aspirante de la tendencia contraria.
Estos
resultados pueden tener influencia en la forma en que la nueva administración
conduzca su política hacia Cuba y los elementos de continuidad, seguramente
serán valorados en detalle por los nuevos encargados de la misma. Habrán
situaciones que se continuarán desarrollando con la misma tendencia que lo
hacía la administración anterior, pero otras seguramente tendrán cambios.
Precisamente,
este trabajo tratará de dar una perspectiva de cómo se pudieran desarrollar los
acontecimientos, fundamentando esto en algunas ideas expresadas por Trump, en
opiniones de expertos y en los propios criterios del autor, que se fundamentan
en la lógica que debe llevar este proceso y como se pudiera aplicar la misma,
sin dejar de tomar en consideración que pudieran aplicarse soluciones distintas
a las expuestas en el trabajo, pues no es precisamente la lógica lo que ha
caracterizado a Trump.
El
análisis que expondremos, no puede estar ajeno a las declaraciones realizadas
por el presidente electo, Donald Trump, en relación con la desaparición física
del Comandante en Jefe, Fidel Castro al que denominó “Dictador Brutal”, que
había causado inimaginables sufrimientos.
Esto
no pronostica un comienzo muy feliz para la continuidad de una relación
diplomática que tiene sus características muy particulares como consecuencia de
los más de cincuenta años de hostilidad desplegados por Estados Unidos contra
Cuba.
Es
una evidente falta de respeto, un calificativo injusto, que demuestra
ignorancia, además de mostrarse como una persona influenciable, que puede ser
engañada fácilmente, como lo ha sido, por las personas que se le han acercado
en la ciudad de Miami. Según Trump, este grupo le otorgó su voto en las
elecciones, pero los resultados publicados demuestran que los votos de la
mayoría de esas personas fueron a la cuenta de Hillary Clinton, ese es otro
aspecto en el que lo están engañando, pues todavía Trump no conoce bien con qué
tipo de individuos está tratando.
El
equipo de gobierno que está conformando Trump tiene como característica el
estar integrado por viejos halcones que tomarán las riendas de las agencias
relacionadas con la Seguridad Nacional y un grupo de millonarios, quizás el
mayor grupo de millonarios que en época alguna haya estado en el gabinete de un
presidente. Los parámetros de selección del gabinete, nos puede dar una idea de
cómo y con qué propósitos se conducirán las acciones, tanto de política
interna, como en política exterior.
Trump
no puede hacer contra Cuba mucho más de lo que organizó George W. Bush con las
Comisiones para la Cuba Libre entre 2004 y 2008, ni la acumulación de
agresiones de todos los presidentes que lo antecedieron. A pesar de aquel
barraje de hostilidad, por más de cincuenta años, Cuba sobrevivió. El
nacionalismo cubano, inspirado en las ideas de Martí, Fidel y otros que
lucharon por la independencia de la Isla, ha probado saber derrotar todas esas
políticas de agresión y sobrevivir, con dificultades, pero sin
doblegarse.
Como
el propósito de nuestro trabajo es precisamente exponer la situación que
pudiera encontrarse en las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos
después de enero del 2017, utilizaremos para hacerlo el razonamiento más lógico
posible, tomando en consideración lo que pudieran ser los intereses de ambos
países y como se manifestarán estos.
Trataremos
de hacer un análisis lo más objetivo posible. La objetividad nos permitió
plantear el triunfo electoral de Trump, a pesar de estar convencidos de que sus
ideas siempre estarían al lado de la clase dominante estadounidense, a la cual
él pertenece.
Durante
su campaña, Trump decía lo que realmente pensaba una buena parte de la
población de Estados Unidos , supo utilizar las necesidades y demandas de esta
para ganarse su apoyo y ser la “gran esperanza blanca” que traería nuevamente
un nivel de vida aceptable para la misma, esto en cierta manera asustó al
establishment que le negó, casi totalmente, su apoyo, pero ahora todos vuelven
a unirse y el establishment confía en que el nuevo presidente será uno de los
tantos presidentes que ha pasado por la Casa Blanca.
El
lema de su campaña presidencial, “Let’s
Make America Great Again” no es solamente para los que en
Estados Unidos viven en las peores condiciones, también es fuente de esperanza
para los grandes intereses económicos de la nación.
Cómo
hombre de negocio, e identificado con la situación económica real que sufre la
mayoría del pueblo estadounidense, el 99 por ciento, considero existen
posibilidades de que tome medidas tendientes a mejorar esta, entre las cuales
pudieran incluirse algunas encaminadas a incrementar el comercio con Cuba,
principalmente la eliminación del bloqueo.
La
eliminación del bloqueo puede tener diferentes objetivos.
-Proporcionar
a las empresas estadounidenses un nuevo mercado, tanto de suministros como para
situar sus productos. Esto, además de tener un efecto sobre el desempleo, será
una fuente de utilidades para los que participen en el intercambio comercial
con la Isla.
-Internacionalmente
será una acción que ha sido apoyada por la totalidad de los países del mundo en
la Organización de las Naciones Unidas, por lo que permitirá mejorar la imagen
externa de Estados Unidos.
-Es
una acción solicitad de forma reiterada por Cuba, pero la decisión sobre la
misma se tomará en el Congreso de Estados Unidos, en la forma que dicho
Congreso desee y en los términos y plazos que el mismo determine, sin que Cuba
intervenga.
-Será
un nuevo y adicional mecanismo de lucha contra la Revolución Cubana, pues
permitirá que más de un millón de estadounidenses visiten la Isla, trayendo su
influencia política, se abrirán en Cuba oficinas de representación de cientos
de empresas estadounidenses, algunas de las cuales servirán de fachada para el
trabajo de la CIA contra nuestro país.
En
cuanto al Turismo y otros negocios comenzará la dependencia cubana de las
empresas estadounidenses con las cuales mantengan relaciones comerciales. La
prensa estadounidense tendrá las puertas abiertas para trabajar y difundir mentiras
sobre las realidades de Cuba. Se ampliarán los intercambios de todo tipo y la
filosofía de la Ley Torricelli. Las acciones de People to People cubrirán todo
el territorio nacional.
Con
el levantamiento del bloqueo Trump continuará las actividades de subversión
político ideológico iniciadas por Obama y llevará estas a un grado superior.
Ese es mi criterio y considero debemos prepararnos para esto.
Sin
embargo, enero del 2017 será un momento en que Trump deberá dedicar su atención
a un buen número de situaciones, dentro de las cuales se encuentra la política
hacia Cuba y por sus manifestaciones, además de los criterios de algunas
personas de las cuales se está rodeando, me permito considerar que durante sus
primeros meses en la Casa Blanca, sin romper relaciones diplomáticas, se
experimentarán retrocesos relacionados con algunos de los “arreglos” a los que
se habían llegado con la administración Obama.
I.-
Relaciones diplomáticas
Las
relaciones entre Cuba y Estados Unidos han pasado por distintas fases a través
de la historia, la normalización de estas relaciones siempre ha sido
preocupación de ambos países.
En
nuestra opinión, la mejor forma de describir la situación de este fenómeno, ha
sido la adoptada por el grupo de trabajo que redactó el Informe al Presidente
del Council on Foreign Relations, titulado “Cómo conducir las relaciones con
Cuba en el Siglo XXI”, en dicho informe se plantea: “que, de hecho, los Estados Unidos
y Cuba no han tenido relaciones normales desde que Estados Unidos intervino en
la guerra entre Cuba y España en 1898.” (2)
Esta
aseveración pudiera referirse a un período mucho mayor, anterior a 1898, de
forma tal que cubriera la Guerra de los Diez Años, (1868-1879) y los primeros
años de la Guerra de Independencia que se inició en 1895. En momento alguno
Estados Unidos benefició a los insurrectos que luchaban contra España para
obtener su libertad, por el contrario, preferían que la isla se mantuviera bajo
el yugo español, pues esto beneficiaba sus intereses económicos.
La
entrega de la isla de Cuba a su primer gobierno, estuvo acompañada de acciones
vejaminosas, como la imposición de la Enmienda Platt, que obligaron se aceptara
como un Apéndice a la Constitución de Cuba, para poder hacer la entrega al
gobierno cubano.
Lo
que pudiera haber sido la independencia de Cuba, se convirtió en el inicio de
la etapa neocolonial, que terminó el primero de enero de 1959 con el triunfo de
la Revolución Cubana.
La
hostilidad estadounidense se puso de manifiesto desde los primeros días del
triunfo revolucionario, como lógica consecuencia de que su aliado Batista,
había perdido una guerra en la que Estados Unidos le había ofrecido todo su
apoyo, tanto financiero como en armas. Aquella había sido una victoria de los enemigos
de su aliado y por lo tanto también lo consideraban una derrota.
La
derrota de la tiranía batistiana trajo como consecuencia la huida hacia Estados
Unidos de un grupo de personas que habían estado relacionadas con la misma,
donde se incluyeron miembros de las fuerzas armadas, muchos de ellos asesinos y
torturadores, que fueron recibidos sin objeción alguna y se convirtieron en los
primeros instrumentos utilizados por el gobierno estadounidense en la política
hostil contra la Revolución Cubana.
Este
período inicial de hostilidad se incrementó a partir del 3 de enero de 1961,
con la ruptura de las relaciones diplomáticas entre ambos países, lo cual
desató una serie de agresiones que lo sucedieron, todas encaminadas a la
eliminación de la Revolución Cubana. Más de cincuenta años de agresiones de
todo tipo, pero la Revolución, con dificultades, siguió adelante.
Tocó
a la administración Obama el reconocer que la política seguida por más de
cincuenta años había sido un fracaso. Cuba y Estados Unidos reanudaron sus
relaciones diplomáticas el 20 de julio del 2015, pero lo planteado en el
informe del Council on Foreign Relations no se había resuelto.
El
restablecimiento de relaciones diplomáticas no implica necesariamente la
normalización de estas, pues las acciones de la administración Obama en ningún
momento han sido lo suficientemente significativas como para borrar la
hostilidad y agresividad que se manifestaba en un grupo de leyes contra Cuba.
Tampoco se han cambiado los objetivos de la política, que han seguido siendo el
destruir la Revolución Cubana. Tenemos relaciones nuevas, con leyes viejas y
métodos más sofisticados. En realidad, la hostilidad se ha mantenido.
La
llegada de Donald Trump a la Casa Blanca establece una interrogante en cuanto a
este proceso iniciado por Obama. Sobre lo que este considera en relación con el
mismo, en varias oportunidades el ahora presidente electo, ha realizado
declaraciones contradictorias sobre el asunto, algunas de las cuales
consideramos conveniente citar.
En
septiembre del 2015, al preguntarle sobre la apertura en relación con Cuba,
dijo que consideraba era bueno (“I
think it´s fine”).
“Yo creo que es bueno. Pero considero
que debíamos haber hecho un mejor trato.” Declaró al
periódico The Daily Caller.
En
el mes de marzo dijo que consideraría abrir un hotel en Cuba.
En
una declaración a la estación de televisión CNN dijo: “Quizás esto no funcione, pero
puedo decirle, Cuba tiene un buen potencial y considero que es bueno atraer a
Cuba hacia nosotros.”
Recientemente,
en la ciudad de Miami, planteó que las decisiones tomadas por Obama en relación
con Cuba “solamente
beneficiaban al régimen de Castro”.
“Pero todas las concesiones que Barack
Obama le ha otorgado al régimen de Castro, fueron realizadas por Órdenes
Ejecutivas, lo que significa que el próximo presidente puede dejarlas sin
efecto. Eso es lo que yo haré, a menos que el régimen de Castro acepte
nuestras demandas.”
“Estas demandas incluyen libertades
políticas y religiosas para el pueblo de Cuba y la liberación de los presos
políticos” declaró Trump.
Es
importante tomar en consideración en su total extensión las declaraciones de
Trump, pues algunos órganos de prensa las cercenaron y no publicaron lo
relacionado a las condicionales que Trump estableció para mantener las
relaciones.
Cuando
se habla de libertades políticas y religiosas y se habla en serio, el señor
Trump podrá encontrar amplias libertades en Cuba. Cuando se mencionan los
“presos políticos” y se habla en serio, se dará cuenta que esa categoría de
preso no existe en Cuba.
Si
hacemos caso omiso a la propaganda anti cubana de ciertos grupos de exilados,
de los asalariados de Estados Unidos en Cuba, y si el gobierno de Estados
Unidos, bajo la presidencia de Donald Trump, realiza las averiguaciones
correspondientes para llegar a la verdad, se dará cuenta que acorde a sus
declaraciones, no existen dificultades para continuar el proceso de
mejoramiento de relaciones entre los dos países.
El
error que cometió la administración Eisenhower en enero de 1961, cuando rompió
relaciones diplomáticas con Cuba, implicó que se retiraran del país los
diplomáticos estadounidenses, la estación de la CIA y otros funcionaros que
Estados Unidos necesitaba para conocer qué era lo que estaba sucediendo en
Cuba, además de tratar de influenciar en el curso de los acontecimientos.
La
ruptura de relaciones diplomáticas provocó un cambio significativo en el Plan
de Operaciones Encubiertas contra Cuba, que trajo como consecuencia otro error,
modificar las intenciones de organizar grupos armados en las montañas por el de
realizar una invasión que ocupara una cabeza de playa y permitiera establecer
un gobierno provisional, reconocido por Estados Unidos, con la finalidad de
eliminar por completo la Revolución Cubana.
Aquellos
planes fracasaron, como todos saben, pero Cuba buscó un aliado que le pudiera
suministrar las armas necesarias para enfrentar las acciones enemigas. En esos
momentos la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas apareció como el aliado
que Cuba necesitaba, gracias a los errores cometidos por Estados Unidos.
En
resumen, mi consideración es que las relaciones diplomáticas entre ambos países
no se interrumpirán nuevamente, aunque se presentarán algunas dificultades en
las mismas.
Estados
Unidos y en especial la administración Obama ha cometido nuevos errores en su
política hacia Cuba, que en vez de colaborar a mejorar las relaciones entre
ambos países han tenido el efecto contrario. Algo similar puede decirse de las
declaraciones de Trump relacionadas con la desaparición física del Comandante
en Jefe, Fidel Castro, las que además de irrespetuosas, parecen ser el preludio
de un regreso a los momentos en que la hostilidad y la propaganda anticubana
determinaban la política de Estados Unidos hacia Cuba.
Un
reajuste de las relaciones con la administración Trump será necesario para que
estas continúen avanzando, sin embargo, es bastante difícil que en los primeros
meses del nuevo gobierno se realicen avances modestos, pues en esos meses la
administración Trump se dedicará a la revisión de lo avanzado por Obama y en
tratar de resolver algunos problemas internos, para lo que Trump necesitará el
mayor apoyo posible con el fin de poder materializar un número de promesas de
su campaña y dentro de ese apoyo, espera contar con el de los Congresistas de
origen cubano, abanderados de la política hostil hacia Cuba.
Es
posible que, como lo planteó en su campaña, deje sin efecto algunas de las
Órdenes Ejecutivas firmadas por Obama, pero considero que sobre todo las de los
viajes a Cuba de las personas de origen cubano, otros amparados en licencia y
el envío de remesas, no se afecten, pues estas forman parte de los planes de
subversión político ideológica que se continuarán desarrollando contra la
Isla.
Cuba,
sin hacer concesiones de principios, puede tener una fructífera relación con
Estados Unidos, siempre y cuando la nueva administración no repita los errores
del pasado y su política sea un poco más comprensiva y transparente, lo que
permitirá que podamos mantener una relación menos hostil, como vecinos,
provechosa y productiva para ambos países, después de unos meses de reajuste en
las negociaciones que se mantengan.
2.- Los “arreglos” con Obama
Seguramente,
en la agenda de trabajo del presidente Trump uno de los puntos será la revisión
de los “arreglos” que la administración Obama realizó con Cuba.
Trump
conoce y lo ha dicho, que estos “arreglos” se realizaron mediante el mecanismo
de la Orden Ejecutiva y que él, como nuevo presidente puede dejarlas todas sin
efecto.
Sin
embargo, en sus propias declaraciones, Trump plantea los argumentos que
pudieran utilizarse para que sus acciones contra Cuba no sean totalmente
radicales y perjudiquen el proceso que se había iniciado en pro de una relación
menos hostil y más beneficiosa entre los dos países.
El
magnate republicano dijo:
·
“Las decisiones tomadas por Obama
solamente benefician al régimen de Castro.”
·
Dejará
sin efecto las Órdenes Ejecutivas, “a
menos que el régimen de Castro acepte nuestras demandas”. “Estas demandas
incluyen libertades políticas y religiosas para el pueblo de Cuba y la
liberación de los presos políticos”.
En
realidad, las decisiones tomas por Obama, a las que Trump hace referencia
benefician en un grado mayor a las empresas estadounidenses que a las cubanas,
pues estas se ven impedidas de disfrutar de una relación comercial recíproca,
precisamente por la vigencia actual del bloqueo económico, comercial y
financiero.
Otro
grupo de decisiones, contenidas en los famosos “paquetes” de Obama, van dirigidas
a que el sector privado y los cubanos que tienen familiares en Estados Unidos,
tengan un mayor poder económico y la posibilidad de influenciar en los asuntos
políticos.
Otras
de esas decisiones, también contenidas en los mencionados “paquetes”, son
dirigidas a promover en Cuba la subversión político ideológica y por lo tanto,
continuar socavando la unidad del pueblo y la integridad de la
Revolución.
Sobre
las libertades políticas y religiosas para el pueblo de Cuba y la existencia de
presos políticos, son aspectos sobre los cuales el gobierno Revolucionario no
tiene objeción alguna en establecer un análisis de conjunto con el gobierno de
Estados Unidos, sobre una base de igualdad y respeto, donde se tomen en
consideración este tipo de situación en ambos países.
Hasta
el momento, los distintos aspectos incluidos en esos “arreglos”, son los
siguientes:
·
Acuerdo
para el restablecimiento de las Relaciones Diplomáticas. ( refleja los
intereses de ambos países)
·
Memorando
de Entendimiento sobre y conservación y manejo de áreas marinas protegidas. (
beneficio para ambos países)
·
Declaración
Conjunta para la cooperación en la protección del medio ambiente.
(beneficio para ambos países)
·
Plan
Piloto para el restablecimiento de la transportación directa del correo postal.
( de interés para ambos países)
·
Memorando
de Entendimiento sobre el establecimiento de vuelos regulares.
( interés de ambos países, pero mayor
beneficio para las líneas aéreas
estadounidenses )
·
Programa
de colaboración para la capacitación de profesores de idioma inglés. (beneficio
para ambos países)
·
Memorando
de Entendimiento para la cooperación en el mejoramiento de la seguridad de la
navegación marítima. ( interés de ambos países)
·
Memorando
de Entendimiento para la cooperación en la agricultura. ( interés de ambos
países y mayor beneficio para las empresas agrícolas estadounidenses)
·
Memorando
de Entendimiento entre el MININT-Aduana General de la República y el
Departamento de Seguridad Interna de EE.UU. para la cooperación en la esfera de
la seguridad de los viajeros y el comercio. ( interés de ambos países)
·
Memorando
de Entendimiento entre el MINSAP y el Departamento de Salud de EE.UU. para la
cooperación en la esfera de la salud. ( interés de ambos países)
·
Arreglo
entre el IACC y la Agencia de Seguridad del Transporte (TSA) de EE.UU. para el
despliegue de oficiales de seguridad a bordo de los vuelos chárter que operan
entre ambos países. ( de interés de Estados Unidos)
·
Acuerdo
para la cooperación en la lucha contra el tráfico ilícito de estupefacientes y
sustancias psicotrópicas. (interés de ambos países)
·
Memorando
de Entendimiento en el área del control, investigación, vigilancia, seguimiento
y evaluación del cáncer. ( interés de ambos países , mayor beneficio para
Centros Hospitalarios y Empresas Farmacéuticas estadounidenses)
·
Si
tomamos en consideración algunas decisiones de la Administración Obama y
administraciones anteriores, que pudieran ser modificadas por el presidente
Trump, sería necesario incluir:
·
Venta
a Cuba de alimentos, sobre la base de “cash and carry”.Si los elimina o limita,
perjudicaría a empresas estadounidenses productoras de alimento y a los
trabajadores de las mismas.
·
Viajes
a Cuba de personas de origen cubano.
Si
modifica lo establecido por Obama, de forma tal que estas personas sientan
mayores limitaciones para hacer sus viajes que las que actualmente tienen,
causaría un efecto contraproducente en las mismas.
·
Envío
de remesas a Cuba de personas de origen cubano.
Esto
es algo similar a lo que expusimos en el párrafo anterior, con la adición de
que las remesas están, en algunos casos, dirigidas a que las personas que las
reciben incrementen su poder económico, como parte de los planes de subversión
político ideológica desarrollados por Obama.
·
Viajes
a Cuba de estadounidenses cuyos viajes estén autorizados por las licencias que
regulan los mismos.
Ya
este aspecto, en cierta medida, está limitado por los doce tipos de licencias
existentes. El limitarlo más actuaría también contra los planes de subversión
político ideológica desarrollados por Obama y los intereses de la Agencia
Central de Inteligencia que regularmente incluye sus agentes en dichos viajes.
·
Regulaciones
de gasto en Cuba para los estadounidenses que viajan amparados en las
licencias.
Los
gastos autorizados hasta el momento pudieran calificarse de moderados a
insignificantes. Realmente desde el punto de vista económico no resuelven un
gran problema a Cuba, pero satisfacen en cierta medida los reclamos de
estadounidenses que viajaban a la isla y a su regreso a Estados Unidos deseaban
llevar algunos tabacos y ron para brindar a sus amistades.
Existen
otras decisiones más, pero considero que con estos ejemplos son suficientes
para el análisis que deseo realizar si Trump modificará esto o no.
Si
se decide a modificar alguna de las decisiones señaladas y esto implica el
limitar el efecto de las mismas, no tengo dudas de que un buen número de
personas en Estados Unidos se opondrán a que eso se realice.
Sobre
este aspecto mencionado por Trump, amenazando anular todo lo que realizó Obama,
considero que se hará una revisión por la nueva administración, que es posible
se realicen algunas modificaciones, pero que la mayoría de los asuntos se
mantendrán muy cercano a lo que en estos momentos está vigente, donde existe
mutuo interés, o el mayor beneficio es para la parte estadounidense.
3.-
El bloqueo económico, comercial y financiero
El
bloqueo comercial, económico y financiero fue impuesto con la esperanza de
que el mismo ahogara la Revolución Cubana y en un momento determinado los
cubanos tuvieran que pedir perdón a Estados Unidos para que lo quitaran y
pudiéramos subsistir.
Nada
de eso ha sucedido, la Revolución Cubana, con dificultades, ha continuado
avanzando y viviendo, ampliando sus relaciones comerciales con otros países, en
las que Estados Unidos ha estado ausente y por lo tanto, ha perdido muchas
oportunidades comerciales y económicas, que de no existir el bloqueo, tendrían
participación en las mismas y ahora son otros países los que sacan provecho de
estas. El bloqueo se ha convertido en una real contradicción al pragmatismo
estadounidense y un freno a la iniciativa de sus hombres de negocio.
En
repetidas oportunidades, el presidente saliente, Barack Obama planteó lo
inútil que en estos momento resulta el bloqueo, además de expresar que en su
opinión, el mismo debía levantarse. Considero que esta opinión de Obama es el
reflejo de empresas y corporaciones deseosas de comenzar a tener relaciones
comerciales con Cuba y recibir utilidades que el bloqueo le impide obtener.
En
las declaraciones realizadas por Obama y las instrucciones que impartió después
del 17 de diciembre del 2014 con el fin de crear las mejores condiciones
posibles para el restablecimiento de relaciones diplomáticas con Cuba, planteó
a su equipo, que debía iniciar conversaciones con el Congreso encaminadas al
levantamiento del bloqueo a Cuba. Algo se hizo, pero sin resultados.
En
los últimos años, se han presentado en el Congreso de Estados Unidos un
reducido número de proyectos de ley encaminados a liberar algunos aspectos
relacionados con el bloqueo.
El
proyecto de ley HR 664, nombrado Freedom to Travel to Cuba Act of 2015, fue
introducido por los representantes Mark Sanford (R-SC 1st.) y James
Mc Govern (D-MA 2nd). El mismo establecía la posibilidad de que los
ciudadanos estadounidenses pudieran viajar libremente a Cuba.
Este
proyecto tenía 127 co-patrocinadores, 109 demócratas y 18 republicanos.
El
proyecto de ley HR 3238,
denominado The Cuba Trade Act of 2015, introducido por los representantes Tom
Emmer (R-MN 6th) y el representante Cathy Castor (D-Fl 14th), permitiría a
los negocios privados comerciar sin restricciones con Cuba. Este proyecto tenía
22 co-patrocinadores, 12 demócratas y 10 republicanos.
El
proyecto de ley HR 3687, titulado Cuba Agricultural Export Act, introducido
por el representante Eric A. Crawford (R-AR 1st), permitiría el utilizar
créditos en las exportaciones agrícolas de Estados Unidos a Cuba y además el
realizar inversiones en la agricultura privada en Cuba. Este proyecto tenía 38
co-patrocinadores, de ellos 15 demócratas y 23 republicanos.
Lo
interesante de estos proyectos, era precisamente, que un número de demócratas y
republicanos se vincularon a los mismos, por lo que existió un interés
bipartidista en ellos, aunque realmente limitado. No obstante todo eso, puede
decirse que existen antecedentes de interés de ciertos congresistas por el
asunto.
Ahora
vamos a Trump. Él es un hombre de negocio y como otros muchos hombres de
negocio, debe reconocer el beneficio de que las limitaciones financieras,
económicas y comerciales entre los dos países desaparezcan, para que todos los
negociantes puedan establecer relaciones que le brinde utilidades a sus
empresas. Lo importante no es exactamente lo que sucedió, sino lo que va a
suceder.
En
una de sus últimas declaraciones hizo referencia a que podría revertir todo lo
realizado por Obama, pues este, para hacerlo, se había amparado en las
potestades que le ofrecía el poder emitir el documento denominado Orden
Presidencial, lo cual él, como presidente, tiene la posibilidad de anular.
Sin embargo, planteó también que el futuro de las relaciones entre ambos países
estaría determinado en que Raúl Castro y él pudieran ponerse de acuerdo.
Aquí vuelven a incidir las declaraciones de Trump sobre la desaparición física
de Fidel, que indican cualquier acuerdo debe tomar su tiempo.
Recuerdo
mi entrevista, hace varios años, con el presidente de la American Leaf Tobbaco
Company, propietaria de la patente Partagas en Estados Unidos. La
Revolución Cubana le había nacionalizado las tierras donde sembraban el tabaco,
los almacenes y la fábrica.
La
propuesta de este señor era la siguiente. Cuba le daba la exclusiva de la
distribución de los puros Partagas en Estados Unidos por cinco años y ellos no
harían reclamación alguna por los bienes nacionalizados. Al final de los
cinco años, la patente pasaba a ser propiedad de Cuba. Si Cuba lo consideraba
conveniente ellos continuaban distribuyendo Partagas en Estados Unidos o Cuba
se hacía cargo del asunto.
Según
el ejecutivo , en esos cinco años ganarían mucho más dinero que lo que valía lo
nacionalizado y además, recuperaría una buena parte de las pérdidas, que les
había representado, todo el tiempo que debido al bloqueo su empresa no había
podido vender ni un puro Partagas en Estados Unidos.
Esa
es la forma de pensar de un hombre de negocio. Algo parecido me fue ofrecido
por otras empresas que habían sido nacionalizadas en Cuba, cuyo interés era
iniciar cuanto antes el intercambio comercial y no continuar perdiendo
utilidades, ni que las oportunidades fueran aprovechadas por distintos países,
como los rusos, chinos, franceses, españoles y otros. “Time is Money” y
si continuaban perdiendo tiempo, iban a seguir perdiendo dinero.
Existen
empresas que están realmente deseosas de poder comerciar con Cuba y el bloqueo
es lo único que se lo impide.
El
comercio de puros, de distintas marcas, pudiera llegar a cerca de 900 millones
de dólares anuales.
El
comercio anual del Ron Habana Club pudiera representar cerca de 500 millones de
dólares.
El
turismo sería también una fuente importante de negocio. Pudieran viajar a Cuba
anualmente 1 millón de estadounidenses, que gastarían en pasaje internacional
un promedio de 400 dólares, según el lugar de procedencia, eso serían 400
millones de dólares para las empresas transportadoras. Si cada uno de ellos
realiza una estancia de una semana en Cuba, tendrían que pagar un paquete
turístico de aproximadamente 550 dólares, lo cual importa 550 millones de
dólares que recibirán las agencias turísticas estadounidenses, de lo cual una
parte la recibirá Cuba.
Sobre
esto último, las empresas estadounidenses dedicadas a la transportación de
pasajeros, en las últimas semanas han solicitado licencia para más de 60 vuelos
semanales entre distintos aeropuertos de Cuba y Estados Unidos.
Sobre
este aspecto y según conocemos, relacionado con los campos de Golf, ya las
empresas de Trump estuvieron explorando posibilidades. Como ahora las
empresas las operan sus hijos, no debe sorprendernos que en algún grupo de
hombres de negocio que visite Cuba, de los que viajan con bastante frecuencia,
se incluya un ejecutivo de las empresas de sus hijos. Especialmente empresas
interesadas en la industria turística, en los últimos meses han visitado Cuba
cerca de 60, deseosas de iniciar negocios lo antes posible.
El
comercio de medicinas y vacunas puede ser también un aspecto importante a
considerar. El precio que se le fija a la medicina en Cuba es relativamente
bajo, sobre todo más bajo que el que se obtiene cuando se produce el mismo
medicamento en Estados Unidos, donde la mano de obra es mucho más cara. Los
tratamientos que se realizan en Estados Unidos tienen precios exorbitantes y la
diferencia entre el precio de compra en Cuba y lo que tenga que pagar el
paciente en Estados Unidos por la utilización de estas medicinas, puede
representar un ingreso de cientos de millones de dólares para las clínicas
y laboratorios estadounidenses.
El
níquel cubano, importante para la industria estadounidense, se está cotizando
en el mes de noviembre a 11,000 dólares la tonelada. Si de nuestra producción,
bastante comprometida con otros países que son compradores habituales,
hiciéramos el favor de vender a Estados Unidos 1,000 toneladas, esto importaría 11
millones de dólares.
El
levantamiento del bloqueo pudiera originar la exploración y explotación
conjunta entre empresas estadounidenses y empresas cubanas de la zona económica
marítima de Cuba, donde se plantea existen yacimientos de petróleo y
donde la presencia estadounidense pudiera garantizar la aplicación de técnicas
que permitan la explotación con altas medidas de seguridad. ¿Cuántos millones
de dólares implicaría esta operación? Es un poco aventurado calcularlo,
pero serían cientos.
La
zona franca del puerto de Mariel resultaría también de gran interés para
empresas estadounidense. Este puerto esta convenientemente situado para
barcos que salgan de la Florida, Luisiana, Texas y otras ciudades cuyas costas
se encuentran en el Gofo de México. Es un puerto moderno, habilitado para la
recepción de contenedores y de amplias facilidades, en cuya zona franca, además
de tener la posibilidad de establecer industrias, las empresas
estadounidenses pudieran contar con almacenes cuya operación y mantenimiento
sería mucho más barato que los que pudieran tener en su país. Estos almacenes
no solo servirían para suministrar a Cuba los artículos que requiera comprar,
sino también para desde esos almacenes distribuir hacia clientes de Centro
América y el Caribe.
Existen
otros productos sobre los que empresas estadounidenses han mostrado interés, al
igual que existen infinidad de productos fabricados en Estados Unidos sobre los
que Cuba está interesada, dentro de ellos productos y equipos agrícolas,
medicinas, equipos de distintos tipos, herramientas y máquinas herramientas,
equipos de transporte marítimo, terrestre y aéreo, suministros para la
industria turística, sistemas y programas de computación y otros.
El
intercambio comercial entre los dos países puede alcanzar un alto nivel,
beneficiado por la cercanía existente entre ambos, que no requiere altos costos
de transportación, ni almacenaje en grandes cantidades, pues la fuente de
suministro se encuentra a pocas horas en avión y dos o tres días en barco, si
es que los almacenes no se sitúan en Cuba.
La
situación económica de Estados Unidos, con un alto déficit Comercial y
Financiero, los 94 millones de personas que se encuentran fuera de la fuerza
laboral y por lo que oficialmente se dice que el desempleo es de un 4.9 por
ciento, lo cual no es cierto, la política planteada por Trump de cancelar los
Acuerdos de Libre Comercio y el regreso a Estados Unidos de puestos de trabajo
que se enviaron a otros países, requiere un comercio liberado y un mercado que
ayude en cierta medida al mejoramiento de la situación interna de Estados
Unidos. Las relaciones comerciales, económicas y financieras con Cuba
pudieran ayudar en algo a ese propósito.
Algunos
han tratado de plantear que Donald Trump está en deuda con la comunidad
cubana por haber ganado La Florida. Los que dicen eso no se han molestado en
analizar cómo se manifestó el voto cubano americano en dichas elecciones, donde
Hillary Clinton recibió la mayoría de los votos de dicha comunidad, por lo que
no hay duda alguna y Trump puede sentirse libre de tomar las decisiones sobre
Cuba que considere más conveniente, además de que, según encuestas realizada,
cerca del 65 por ciento de los cubanos residentes en La Florida favorecen un
mejoramiento de las relaciones con Cuba.
El
levantamiento del bloqueo favorecerá la imagen internacional de Estados
Unidos, mostrará al mundo que se está desarrollando una política más racional y
además eliminará las posibilidades de que el próximo año, en la Asamblea
General de las Naciones Unidas, Cuba presente nuevamente la resolución sobre el
bloqueo. Pudiera Trump inclusive plantear que esa acción responde al
cumplimiento de una resolución tomada en la última asamblea del organismo.
Además de eso, la acción beneficiaria las relaciones de Estados Unidos con
América Latina y otro países, que se sienten limitados en cierta manera para
realizar operaciones con Cuba por temor a ser multados por la OFAC.
Esta
acción, por parte de Estados Unidos, requiere no solamente el deseo de Trump,
sino además que el Congreso apruebe lo que el mismo proponga. Un Congreso
como el que trabajará con Trump, donde ambas cámaras tendrán mayoría
republicana, presenta condiciones muy favorables para acordar el
levantamiento del bloqueo a Cuba, independientemente de que algunas voces
de oponentes se escuchen en el hemiciclo congresional.
Cuando
se habla del Congreso no podemos olvidarnos de los grupos de presión.
Precisamente dentro de estos grupos están los que representan al sector
agrícola, muy interesado en poder comerciar con Cuba sin límites y regulaciones
de tipo alguno. Si analizamos los resultados de las últimas elecciones
presidenciales encontraremos que una buena parte del éxito de Trump se debe al
apoyo que recibió de los votantes procedentes de la comunidad blanca rural y la
comunidad ex urbana, que es dominada por el sector agrícola.
Sopesando
la importancia de este sector de la población, comparado con el que integran
las personas de origen cubano, fácilmente Trump puede llegar la conclusión
sobre qué sector debe favorecer, el que desea ampliar los negocios con Cuba o
el que desea mantener la hostilidad. Trump pudiera dejarse llevar por su
intuición de hombre de negocio.
El
levantamiento del bloqueo, puede ser otra, dentro de las sorpresas que ya nos
ha dado Donald Trump. Marcará una nueva etapa en la normalización de las
relaciones entre Cuba y Estados Unidos y beneficiará el entendimiento y la
confianza entre ambos países, que se reflejará en otros aspectos de las relaciones
sobre los cuales se deberá continuar conversando.
3.-
La Base Naval estadounidense en la Bahía de Guantánamo
La
Base Naval estadounidense radicada en la Bahía de Guantánamo fue estudiada por
Estados Unidos en el año 1899, durante el período de ocupación posterior al fin
de la guerra contra España.
El
estudio lo realizó la tripulación del buque USS Eagle, comandado por el
Teniente F.F. Fletcher. En el mapa que confeccionaron aparecen marcados los
límites actuales de la base, al igual que datos técnicos sobre la profundidad
de la bahía, los horarios de las mareas y las características del fondo.
Es
evidente que desde mucho antes de situar la base entre las que Cuba debía
arrendar por tiempo indefinido, de acuerdo con el apéndice impuesto por Estados
Unidos a nuestra Constitución, ya la misma estaba entre las que habían
seleccionado para el desarrollo de sus planes contra Cuba y América Latina.
En
el año 1901 el gobierno de Estados Unidos inició los pasos para legalizar el
despojo a Cuba de las tierras donde se encuentra la Base. Estas acciones se
iniciaron en el Congreso de Estados Unidos, en el que el Senador por
Connecticut, Orville H. Platt, el 25 de febrero de 1901, presentó una enmienda
que lleva su nombre, para ser agregada al proyecto de ley (H.R.14017), que
autorizó los créditos para mantener el ejército de Estados Unidos durante el
año fiscal que terminaba el 30 de junio de 1902.
El 27 de febrero se discutió la misma y se aprobó en el Senado. El día primero de marzo se discutió y aprobó sin modificación alguna en la Cámara de Representantes y de inmediato fue sancionada por el presidente McKinley.
El día 2 de marzo de 1901, el gobernador militar de Cuba, general Leonard Wood informó al doctor Domingo Méndez Capote, presidente de la Convención Constituyente cubana de la aprobación y sanción de dicha ley, así como de la Enmienda que se le había agregado a la misma, cuyo contenido íntegro le trasladó, con instrucciones de que fuera incorporado como un Apéndice a la Constitución de la República de Cuba.
La Constitución había sido votada y aprobada el 21 de febrero, por lo que el referido Apéndice llegaba tarde. No obstante se abrieron nuevamente las sesiones de la Convención Constituyente para cumplir la orden recibida e incluir el Apéndice en la Carta Magna cubana, lo que después de largos debates y la inconformidad de algunos delegados, se aprobó en la reunión del día 12 de junio de 1901. Finalmente la Constitución se promulgó el 20 de mayo de 1902.
El 27 de febrero se discutió la misma y se aprobó en el Senado. El día primero de marzo se discutió y aprobó sin modificación alguna en la Cámara de Representantes y de inmediato fue sancionada por el presidente McKinley.
El día 2 de marzo de 1901, el gobernador militar de Cuba, general Leonard Wood informó al doctor Domingo Méndez Capote, presidente de la Convención Constituyente cubana de la aprobación y sanción de dicha ley, así como de la Enmienda que se le había agregado a la misma, cuyo contenido íntegro le trasladó, con instrucciones de que fuera incorporado como un Apéndice a la Constitución de la República de Cuba.
La Constitución había sido votada y aprobada el 21 de febrero, por lo que el referido Apéndice llegaba tarde. No obstante se abrieron nuevamente las sesiones de la Convención Constituyente para cumplir la orden recibida e incluir el Apéndice en la Carta Magna cubana, lo que después de largos debates y la inconformidad de algunos delegados, se aprobó en la reunión del día 12 de junio de 1901. Finalmente la Constitución se promulgó el 20 de mayo de 1902.
Fundamentado
en lo estipulado en la Enmienda Platt, que a la vez resultó ser el Apéndice a
la Constitución cubana, se firmó entre Cuba y Estados Unidos el Convenio de
16-23 de febrero de 1903, para el arrendamiento a los Estados Unidos de tierras
en Cuba para estaciones carboneras y navales. Esto fue recogido en el Tratado
Permanente, aprobado el 22 de mayo de 1903, que determinaba las Relaciones
entre la República de Cuba y los Estados Unidos de América de 22 de mayo de
1903. Otra imposición del gobierno de Washington.
Los
distintos convenios y tratados impuestos por Estados Unidos y firmados por el
gobierno de Cuba, desde 1903 hasta el de 1934, que fue el último sobre el
asunto, ratifican que la Base Naval de Guantánamo podrá utilizarse
exclusivamente como estación carbonera o naval, para ningún otro fin, lo cual
el gobierno de Estados Unidos ha violado, al construir una cárcel en dicha
Base.
El
día 3 de enero de 1961, en una reunión en la Casa Blanca, bajo la dirección del
presidente Eisenhower, donde se analizaba la ruptura de relaciones diplomáticas
con Cuba, el propio presidente se preocupó sobre la situación en que quedaría
la Base si las relaciones se rompieran. Después de discutir el asunto se
concluyó que la ruptura no afectaría el tratado que garantizaba la utilización de
la Base por parte de Estados Unidos. (Departamento de Estado, Relaciones
Exteriores de Estados Unidos, 1961-1963, Volumen X, Cuba 1961-1962).
Cuando
el señor Barack Obama se ha referido a la Base Naval estadounidense en
Guantánamo, en momento alguno ha planteado su devolución a Cuba, cuando más, el
cierre de la cárcel existente en dicho lugar que representa una verdadera
afrenta internacional y muestra de que dentro de los violadores de los Derechos
Humanos debe darse un lugar preferencial a Estados Unidos.
Durante
la reciente campaña electoral, el señor Donald Trump se refirió a la Base
durante un evento llevado a cabo el día 23 de febrero del 2016 en Soparos,
Nevada, según reportó el Washington Post.
Ene
te caso Trump manifestó que dejaría abierta la cárcel, pero trataría de que el
costo de operación de la misma fuera más barato. Señaló asombrado que el
gobierno de Estados Unidos gastaba 40 millones de dólares mensuales en mantener
aquel lugar. Y que él trataría de abaratar dicho costo para que fuera de 5 a 3
millones mensuales.
Entonces,
como parte del discurso, dijo una frase, a todas luces irreflexiva. “Quizás en nuestro acuerdo con Cuba
dejaremos que ellos ocupen el lugar y nos reembolsen lo que hemos invertido en
el mismo, porque probablemente nosotros estamos pagando renta.”
En
declaraciones más recientes, el Sr. Trump consideró el beneficio de mantener la
cárcel existente en la mencionada base, e inclusive envía a la misma más
personas cuya peligrosidad pudiera afectar la Seguridad Nacional de Estados
Unidos.
Podemos
agregar a todo esto que James N. Mattis, nominado para ocupar la Secretaría de
Defensa, cuando era el Jefe del Comando Sur, abiertamente planteo su desacuerdo
con Obama sobre el cierre de la prisión existente en la Base Naval estadounidense
de Guantánamo.
Por
último, recientemente, el día 5 de diciembre del 2016, el Senador Tom Cotton
(R-ARK) planteó a la administración Obama que no realizara más traslados de los
detenidos en la cárcel existente en la Base Naval de Guantánamo, después de
haberse anunciado un nuevo traslado.
El
Senador se refirió a los detenidos que se encuentran en Guantánamo como “lo peor de lo peor y se requiere que
se mantengan dónde están para que no puedan regresar al campo de batalla y
atacarnos nuevamente.”
Amnistía
Internacional, por el contrario estimula los traslados, pues según plantean, “a él (Trump) le gustaría encarcelar
allí más personas sin acusación probada ni juicio, e instaurar allí,
nuevamente, las prácticas de ahogamiento y otra formas de tortura”.
La
Base Naval estadounidense existente en la Bahía de Guantánamo, está
involucrada, al menos, en tres situaciones de importancia para Estados Unidos.
Forma
parte de los planes agresivos del Comando Sur contra América Latina.
Por
encontrarse en Cuba, país oficialmente reconocido como Enemigo, al ser incluido
en la Ley de Comercio con el Enemigo, desde el punto de vista táctico y
estratégico tiene una singular importancia en caso de un conflicto armado entre
ambas naciones.
La
Base incluye una cárcel, cuyos prisioneros han sido detenidos sin tener pruebas
suficientes del delito del cual se les acusan, ni haber sido sometidos a juicio
y se mantienen en la misma, violando las leyes de los propios Estados Unidos.
Esta situación no es fácil de resolver y el mejor ejemplo de que es así, está
en que siendo la primera orden del presidente Obama al iniciar su mandato, hace
cerca de ocho años, la cárcel y la mayoría de los prisioneros, se mantienen en
las mismas circunstancias.
De
acuerdo con mi criterio, este problema de la Base no será de los que la
administración Trump dedicará mucho tiempo. La Base continuará siendo un
enclave de Estados Unidos a pesar de los reclamos del Gobierno de Cuba por su
devolución.
5.-
Radio y Televisión Martí
En
el año 1983 bajo la ley 98-111 (Ley de Transmisiones Radiales para CUBA) se
creó Radio Martí, siendo Ronald Reagan presidente de Estados Unidos. En mayo de
1985, esta emisora comenzó oficialmente sus transmisiones. Realmente este fue
un engendro promovido por la administración Reagan, en coordinación con la
Fundación Nacional Cubano Americana.
De
acuerdo con la ley antes mencionada, Radio Martí debe regirse por el reglamento
de la Voz de las Américas (VOA), agencia federal a la cual fue adscrita. La
estación de radio es financiada por el gobierno estadounidense y depende de la
Oficina de Transmisiones para Cuba (OCB).
En
1986 se comenzaron las investigaciones sobre la factibilidad de establecer un
sistema televisivo diseñado contra CUBA y es el momento en el que se empieza a
hablar de TV Martí. Las trasmisiones de este canal se iniciaron, en marzo de
1990 desde cayos de la Florida.
La
TV Martí, al igual que Radio Martí, es financiada por el propio gobierno
estadounidense con el fin de promover y fomentar la desinformación en la isla,
con las trasmisiones subversivas que realizan hacia CUBA, según se plantea,
“para romper el bloqueo informativo impuesto por la dictadura cubana.”
La
Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA), ha jugado un papel esencial en la promoción
y divulgación de los proyectos de estas emisoras y a su vez, ha ejercido
influencia para lograr la aprobación de medidas legislativas en el Congreso
para el financiamiento y continuidad de las mismas.
La
Oficina de Transmisiones para Cuba gasta anualmente cerca de 400 000 dólares
con el propósito de trasmitir TV Martí vía satélite. Los presupuestos
destinados a Radio y TV Martí han ido en aumento desde el año fiscal 2004,
aunque en el año fiscal 2007 la Cámara de Representantes aprobó un presupuesto
anual de 36 millones 100 mil dólares, por lo regular la aprobación anual está
cercana a los 30 millones de dólares.
De
acuerdo con fuentes oficiales, Washington ha gastado 860 millones de dólares en
sostener Radio y TV Martí desde 1985 hasta el 2016.
La
efectividad de estos medios de divulgación ha sido pobre, a pesar de todo el
dinero derrochado en los mismos. A esto debe agregarse que las transmisiones de
ambos y su presencia en el espacio radial y televisivo cubano es totalmente
ilegal, pues las realizan sin el consentimiento de las autoridades cubanas
encargadas de este asunto, de acuerdo con lo establecido en las Normas
Internacionales de Transmisión y Frecuencia.
En
cuanto a Radio Martí, su programación es mala y las noticias que divulga no se
ajustan a la realidad, por lo que muchos de los que eran sus oyentes
habituales, han dejado de serlo. Cómo emisora pirata, trata de introducirse en
las frecuencias no ocupadas del espacio radial, que cada vez son menos y su
señal se ve opacada por emisoras cubanas que se reciben con más potencia.
En
cuanto a TV Martí, prácticamente desde que comenzó a transmitir la señal ha
sido interferida, por lo que no se capta en aproximadamente el 95 por ciento
del territorio de la isla. Esto tratan de resolverlo con el envío semanal a
Cuba de cerca de 40,000 discos tipo CD, que por lo regular tampoco llegan a su
destino.
Dentro
de los aspectos señalados por Cuba para poder considerar que las relaciones
entre Cuba y Estados Unidos se encuentran en un estado normal, está la
eliminación de estas emisoras, que además del contenido de sus transmisiones,
de carácter totalmente subversivo, se realizan de forma ilegal, sin el
consentimiento del gobierno cubano.
Durante
la administración Obama se estuvo analizando la posibilidad de que ambas
emisoras pasaran a formar parte del sector privado, aunque se mantendría una
buena parte del financiamiento de las mismas. Esto resuelve que ambas emisoras
no se consideren propiedad del gobierno estadounidense, pero no resuelve la
ilegalidad de las transmisiones que realizan contra la Revolución Cubana.
Radio
y Televisión Martí forman parte de los planes de subversión político ideológica
contra Cuba, los cuales consideramos continuarán desarrollándose, por lo que
estas emisoras se mantendrán transmitiendo, independientemente de la
ineficiencia y las dificultades técnicas que las mismas confrontan.
Los
más de 30 millones de dólares que anualmente se destinan a dichas emisoras,
representan un importante y en algunos casos, el único ingreso, de las personas
que se vinculan a las mismas, por lo regular, exilados integrados a las
organizaciones contrarias a Cuba en las que también militan los Congresistas
encargados de que se apruebe el presupuesto.
De
acuerdo con todos estos argumentos considero que Radio y Televisión Martí
continuarán emitiendo sus señales dirigidas hacia Cuba ya sea en la situación
en que ahora se encuentran, encubiertas como si estas pertenecieran al sector
privado, pero realizando una actividad totalmente ilegal de introducirse en el
espacio cubano sin la debida autorización.
VI.-
Ley de Ajuste Cubano
La
ley de Ajuste Cubano fue aprobada el 2 de noviembre de 1966 por el presidente
norteamericano Lyndon B. Johnson. Esta ley da continuidad a la política
migratoria adoptada por el presidente Kennedy durante su mandato.
La
misma establece una vía más fácil y rápida de obtener la residencia permanente
y acogerse a los beneficios que son conferidos a los inmigrantes cubanos, siempre
y cuando cumplan con los requisitos de admisibilidad y hayan entrado al país
por un puerto establecido. La decisión de otorgar a los cubanos un estatus
dentro de los Estados Unidos, es tomada por el fiscal general bajo sus
prescripciones y con absoluta discreción.
Esta
ley se promulgó con la idea de legalizar la entrada al territorio de Estados
Unidos de toda una serie de personas que después del triunfo de la Revolución
llegaron a dicho país, inicialmente, individuos que en su mayoría habían actuado
como funcionarios y miembros de las fuerzas armadas del tirano Batista, con los
cuales la autoridades estadounidenses tenía compromiso de aceptarlos por haber
sido sus instrumentos en Cuba.
Con
posterioridad a esa oleada y en la medida que la Revolución se radicalizaba
comenzaron a llegar los representantes de la burguesía cubana posteriormente
sus empleados y otros que aspiraban a ser burgueses y ahora veían tronchadas
sus aspiraciones. A eso le siguieron un número de personas que la propaganda
yanqui estimulaba para que abandonaran el país y a las cuales les ofrecían
refugio seguro en las tierras del norte.
El
Memorando Meissner, de abril 19 de 1999, emitido por la directora del Servicio
de Inmigración y Naturalización de los Estados Unidos, es la interpretación de
la Ley de Ajuste Cubano y plantea bajo qué condiciones se establecen las
solicitudes de los inmigrantes cubanos y se les otorga el “paroled”. Al mismo
tiempo, señala a los agentes de inmigración la aplicación más suave y flexible
de los requisitos de admisión de cubanos en los Estados Unidos.
Por
otra parte, la política “pies secos pies mojados”, tuvo como antecedente la
Orden Ejecutiva 12807 de mayo de 1992, emitida por el presidente estadounidense
George W.H. Bush, debido al incremento de la inmigración haitiana hacia Estados
Unidos. Esta política alcanza su máxima expresión con la aplicación del
memorando. Establecía, según los acuerdos migratorios de 1994-1995, que
cualquier ciudadano cubano que fuera detenido en aguas norteamericanas sería
devuelto a Cuba, sin embargo, si era detenido en tierra estadounidense podía
acogerse a la Ley de Ajuste Cubano y disfrutar todos los privilegios que
alcanzaban los inmigrantes cubanos una vez llegados a Estados Unidos.
En
la práctica, se demuestra que el gobierno estadounidense admitiría a todo tipo
de personas en su territorio, sin prestar atención a las vías por las cuales
llegaran. Esto fomenta aún más las salidas ilegales, inseguras y desordenadas
y, por tanto, la violación de los Acuerdos Migratorios de 1994-1995, que
planteaban una regulación moderada de las migraciones entre Cuba y Estados
Unidos.
Detrás
de la Ley de Ajuste Cubano hay un sinnúmero de contradicciones entre lo
planteado y lo que verdaderamente se lleva a la práctica. Esto se puede
dilucidar si analizamos el siguiente fragmento de la misma:
“Be it enacted by the Senate and House of
Representatives of the United States of America in Congress assembled that, not
withstanding the provisions of section 245(c) of the Immigration and
Nationality act, the status of any alien who is native or citizen of Cuba and
who has been inspected
and admitted or paroled into the United States subsequent to
January 1,1959 and has been physically present in the United States, for at
least two years, may
be adjusted by the Attorney General, in
his discretion and under such regulations as he may prescribe,
to that of an alien lawfully admitted for permanent residence if the alien
makes an application for such adjustment, and the alien is eligible to receive
an immigrant visa and is admissible to the United States for permanent
residence. Upon approval of such an application for adjustment of status, the
Attorney General shall create a record of the alien admission for such an
application or date of his last arrival into the United States, whichever date
is later the provisions of this Act shall be applicable to the spouse and child
of an alien described in this subsection, regardless of their citizenship and
place of birth, who are residing with such alien in the United States” (tomado
del documento Cuban Adjustment Act November 2nd,1966 ).
En
él se expresa que aquella persona nativa o nacionalizada cubana, previamente
inspeccionada y que posea los requisitos de admisión de la Ley de Naturalidad e
Inmigración, podrá ser considerado por el Fiscal General como extranjero
admitido legalmente y así obtener la residencia en los Estados Unidos de manera
permanente. Todo ello bajo la discreción y regulaciones propias del fiscal.
Mientras
que la Ley de Inmigración y Naturalización establece requisitos para permanecer
en suelo norteamericano, el gobierno de los Estados Unidos ha quebrantado su
código pues, sin previa inspección del individuo y sin analizar la vía por la
que arribó al país, admite a cualquier ciudadano cubano e incluso le facilita
la estancia permanente en el país. Lo anterior manifiesta hasta qué punto llega
el interés político de utilizar la migración contra Cuba.
La
implementación de la Ley de Ajuste Cubano ha motivado el incremento de la emigración
irregular de los cubanos, fundamentalmente hacia Estados Unidos. Esta situación
se evidencia a partir del estudio, por parte de la Guardia Costera
estadounidense, de cubanos que han intentado emigrar en el período 2015-2016.
La cifra de migrantes registrados este año fiscal es de 7358 respecto a la del
año anterior, lo que representa un aumento en un 65% respecto al índice de
inmigraciones ilegales interceptadas durante el 2015 (EFE Miami, 30 de
septiembre de 2016).
Marco
Rubio, Senador republicano por la Florida y Ted Cruz, Senador republicano por
Texas, hijos de cubanos, han estado promoviendo la modificación de la Ley de
Ajuste Cubano pues según ambos, la mayoría de los que se acogen a la misma no
son perseguidos políticos que salen huyendo de Cuba, pues después de estar dos
años en Estados Unidos viajan a Cuba de vacaciones y nada les sucede, regresan
sin contratiempo. El modificar la ley no es el anularla, las ideas de Rubio y
Cruz es mantener el estímulo a los cubanos que estén interesados en emigrar,
pero disminuir los beneficios, de forma tal de que el instrumento sea más
económico.
Según
se ha planteado por Rubio, Estados Unidos gastó $680 millones en 2014
destinados a beneficios públicos para inmigrantes cubanos, que en muchos casos
viajan constantemente a la isla y los gastan allá, y algunos hasta se han
vuelto a establecer en Cuba, mientras parientes o amigos les cobran la ayuda y
se la envían.
En
mi criterio la propuesta de ambos será la que la administración Trump adopte,
con el fin de ahorrar dinero, actuar acorde a los intereses de sus compinches
entre la Comunidad Cubana de Miami y mantener el estímulo a los cubanos que
estén interesado en emigrar, para continuar la presión política contra Cuba y
poder decir que todavía hay muchos que huyen del comunismo.
VII.-
Planes de subversión político ideológica
Puede
decirse que desde el triunfo de la Revolución el gobierno estadounidense ha
estado realizando acciones de subversión político ideológica contra Cuba.
Un
grupo de emisoras radiales radicadas en la Florida pudieran señalarse como las
pioneras en estas actividades, unidas a la diseminación de noticias falsas y
calumniosas por la prensa establecida de aquellos días.
La
invasión por Playa Girón contó con su emisora propia que estuvo transmitiendo
partes de guerra sobre los triunfos de los invasores hasta que los mismos
cayeron en manos del Ejército Rebelde y las Milicias.
La
operación Peter Pan, que trajo como resultado la salida de Cuba de cerca de
20,000 niños, formó parte de estas acciones.
Cada
administración estadounidense, además de las medias del bloqueo, el
aislamiento, los ejercicios militares intimidatorios, el fomento de grupos
armados, la estimulación y dirección del terrorismo, la introducción de plagas
y enfermedades, también dedico esfuerzos a la subversión político ideológico,
además de reflejar en leyes como la Torricelli y la Helms Burton los
lineamientos concretos para estas acciones.
La
administración Obama ha utilizado la subversión política ideológica como uno de
sus instrumentos principales en la guerra contra Cuba. Además de otros fondos
que son asignados al Departamento de Estado, la Oficina de Transmisiones para
Cuba, la USAID, la CIA, la DIA, el FBI, el Departamento de Seguridad de la
Patria y otras agencias del gobierno estadounidense.
Tomando
el año 2015 para tener una idea total de los fondos destinaos por la
administración Obama a su guerra contra Cuba, tendríamos el siguiente
resultado:
(En millones de dólares)
Oficina
de Transmisiones para Cuba. (OCB) 30.0 (Radio y TV Martí).
Contratistas
para la OCB. Periodistas para viajar 0.5 y hacer artículos sobre
Derechos Humanos.
Departamento
de Estado, para sufragar la oposición 15.0
USAID
para la ayuda a “prisioneros políticos” 6.3
NED
para varios proyectos 3.7
Subtotal
2015 55.5
A
esto debe agregarse lo gastado contra Cuba por la CIA, DIA, FBI, Seguridad de
la Patria, Comercio, Tesoro y otros, cuyas cifras tenemos, pero por no
corresponder a una fuente pública consideramos mejor no incluirlo en la tabla.
Para
dar un ejemplo de la política injerencista que ha desarrollado la
administración Obama contra Cuba tomaremos como ejemplo la NED, para exponer
los fondos que recibe dicha institución y los proyectos en los cuales trabaja
contra nuestro país.
Podemos
decir que para el trabajo de subversión y diversionismo contra Cuba, la
NED recibió en el año 2014 la cantidad de 3, 057,104 dólares y en el 2015, la
cantidad de 3, 681,301, lo que representó un aumento de 624,197 dólares en el
dinero asignado al organismo, un poco más del 20 por ciento de aumento,
mientras la administración Obama mantenía conversaciones con nuestro gobierno y
enviaba al país varios funcionarios.
Los
proyectos que forman estos totales son:
Diario
de Cuba.- 2014,
$280,002.- 2015, $283,869. Proporcionará una plataforma informativa para ser
utilizada por periodistas independientes, artistas, académicos para denunciar
las violaciones a la liberta, la democracia y los derechos humanos en Cuba.
Directorio
Democrático Cubano.- 2014, $650,000.- 2015, $650,000.- Promover el
activismo cívico en Cuba. Organizará programas para dar asistencia y asistencia
técnica a los activistas de base para desarrollar su trabajo en Cuba.
CubaNet
News Inc.- 2014, $208,000.- 2015, $224,562.- Incrementar la actividad de
los periodistas independientes para divulgar información sobre Cuba no
censurada relacionada con la economía, situación social, política y cultural.
La información se publicará on line y se utilizarán ciudadanos con medios
informales para divulgarla dentro de Cuba.
Asociación
de Iberoamericanos por la Libertad.- 2014, $90,000.- 2015, $120,145.-
Promover
el diálogo entre los miembros de la sociedad civil que actúan en la isla con
los que están en el exilio. También se desarrollarán campañas relacionadas con
la falta de valores democráticos en Cuba.
Asociación
Editorial Hypermedia.-
2014, $49,471.- 2015, $51,188.- Garantizar la publicación de las obras de los
escritores e intelectuales independientes, que tratan sobre los problemas de la
libertad en Cuba.
Centro
por una Cuba Libre.-
2014, $102,000.- 2015, $107,000.- Suministrar ayuda humanitaria y financiera a
prisioneros políticos, sus familias y activistas de derechos humanos en Cuba,
de forma tal que puedan continuar su actividad en la forma más efectiva.
Centro
de Investigación y Capacitación de Emprendedores Sociales de Asociación Civil.- 2014, $65,104.- 2015,
$68,064.- El CICES preparará a sus agentes para actuar como líderes juveniles
en Cuba, promover la democracia y la libertad de expresión. También divulgará
por sus medios en América Latina la situación de la juventud en Cuba.
Grupo
Internacional para la Responsabilidad Social Corporativa en Cuba.-
2014,
$215,000.- 2015, $290,000.- Para preparar agentes dentro del movimiento
sindical, promover los derecho sindicales y suministrar a los líderes
sindicales independientes con equipos técnicos y recursos financieros para que
puedan incrementar su actividad dentro del movimiento obrero.
Personas
en Crisis.- 2014, $173,889.- 2015, $209,888.
Para
dar preparación y asistencia técnica a periodistas independientes, encargados
de divulgar noticias sobre problemas sociales, políticos y económicos
relacionados con la falta de democracia y libertad.
Fundación
del Alma Cubana.- Inc. 2014, $75,000.- 2015, $85,000.- Dar ayuda
económica a artistas independientes para que puedan crear y producir su trabajo
critico a la sociedad que limita sus libertades y la democracia. También colaborar
con grupos de músicos para que organicen sus propios estudios y eventos donde
puedan mostrar creaciones artísticas no acordes con la línea oficial.
Acercamiento
Humanitario Evangélico Cristiano a Cuba.- 2014, $60,074.- 2015, $70,000. Para que la organización
EchoCuba promueva eventos y materiales sobre la libertad de religión, la
democracia y la libertad.
Instituto
Cubano por la Libertad de Expresión y Prensa Inc.- 2014, $107,000.- 2015, $123,692.-
Diseñado para promover libertad de información en grupos de base a todo lo
largo de la isla, ayudarlos a crear órganos de prensa de la comunidad para
distribuir a los residentes de las distintas localidades.
Instituto
Político para la Libertad, PERU.- 2014, $85,000.- 2015, $99,996.-
Dar
preparación a los agentes en democracia, la utilización de internet y las redes
sociales y herramientas de acceso a información.
Plataforma
Internacional Para los Derechos Humanos en Cuba.- 2014, $75,000.- 2015,
$85,000.- Agentes cubanos tratarán de incluir los Derechos Humanos en las
negociaciones de la Unión Europea con Cuba.
Instituto
Lech Walesa POLONIA.- 2014, $100,000.- Proporcionar preparación a los
activistas de la sociedad civil en relación a la transición democrática del
gobierno, fundamentado en la experiencia Polaca, la que pudiera ser útil para
desarrollar la cubana.
Observatorio
Cubano de Derechos Humanos.- 2014, $100,000.- 2015, $83,687.- Para
organizar actividades donde representantes de la sociedad civil cubana puedan
divulgar sus criterios en Estados Unidos, América Latina y Europa, sobre las
libertades y la democracia en Cuba
Asociación
de Personas en Crisis CVO.- 2014, $90,000.- Dar preparación a los activista
relacionada con la posibilidad de una transición en el gobierno de Cuba. Se
trabajará con grupos de abogados independientes, blogueros, maestros y otros
miembros de la comunidad para que incrementen la eficiencia de su trabajo.
Plataforma
de Integración Cubana.-
2014, $100,892.- 2015, $113,299.- Trabajar en la promoción sobre los problemas
raciales en Cuba. Se trabajará con Académicos, Artistas y activistas con el fin
de publicar un periódico que resalte los problemas en Cuba de los afros
descendientes. Se organizarán eventos para crear una preocupación
internacional sobre este asunto.
Promoción
de Lideres y Valores Democráticos en Cuba.- 2014,
$110,000.- 2015, 122,000.- Promover valores
democráticos e ideas que fortalezcan el liderato de los agentes pro democracia
en Cuba.- Incluye preparación técnica e información sobre el activismo
pacífico, organización de grupos en las comunidades, promoción de los derechos
humanos y la democracia.
Promoción
de Jóvenes Dirigentes y Participación.- 2014, $13,052.- 2015, $16,530.-
Para dar preparación en valores democráticos a jóvenes agentes que se proyecten
como futuros líderes de la sociedad civil cubana.
Defensores
de los Derechos Humanos en Cuba.- 2014, $85,000.- 2015, $25,599.- La
actividad se desarrollará por el Instituto Internacional sobre Raza, Igualdad y
Derechos Humanos con el fin de incrementar la actividad en la sociedad cubana
de los miembros y defensores de la actividad LGBT (lesbianas, gays, bisexuales
y transexuales)
Ayuda
Legal para la Sociedad Civil Cubana.- 2014, $16,000.- 2015, $18,000.-
Abogados que suministrarán asistencia legal a ciudadanos cubanos y activistas
que luchan por la democracia y las libertades en Cuba.
Suministrando
Asistencia Legal en Cuba.- 2014, $64,586.- 2015, $52,991.-Proporcionar
asistencia legal a ciudadanos cubanos y activistas de la sociedad civil.
Proyecto
de la Sociedad Libre, Inc.- 2015, $80,000.- Recoger y organizar la memoria
de las violaciones de los Derechos Humanos en Cuba. Producir informes con estos
materiales para divulgarlos en Cuba y en el exterior.
Promoción
de Participación Ciudadana.-
2015, $65,000.- Este proyecto promoverá la interacción de los agentes con los
miembros de la comunidad, con el fin de ayudar a solucionar los problemas que
padece la comunidad. Los agentes ayudarán a preparar la documentación y discutirán
con las autoridades locales la búsqueda de soluciones.
Fortalecer
la capacidad de la Sociedad Civil en el Proceso Político Democrático.- 2015, $111,000.- Incrementar la
capacidad de los agentes dentro de la Sociedad Civil para participar y promover
elecciones democráticas en la isla. Se prepararán técnicamente para proponer
cambios en la Ley Electoral, de acuerdo con las normas internacionales
establecidas, con el fin de lograr elecciones libres y sin fraudes.
Fortalecer
la capacidad de los Abogados de Derechos Humanos.- 2015, $99,908.- Esta
actividad se realizara utilizando a la AMERICAN
UNIVERSITY, la cual invitará, pagando todos los gastos, a un
grupo de abogados cubanos para que participen en los cursos anuales de
preparación en Derechos Humanos, esto a la vez se aprovechará para trasladar
los problemas de los Derechos Humanos en Cuba.
Personas
en Crisis, ESLOVAQUIA.-
2015, $90,230.- Impartir preparación a los agentes para que desarrollen un
pensamiento crítico en relación con la transición democrática en Cuba. El
trabajo lo desarrollara la organización PIPA.
Instituto
Prensa y Sociedad.-
2015, $59,823.- Incrementar las habilidades para realizar investigación por
parte de los periodistas independientes y promover la imagen de estos en Cuba y
América Latina.
Apoyo
a los activistas de Derechos Humanos.- 2015, $90,000.- Proporcionar ayuda
humanitaria y financiera con el fin de fortalecer las capacidades de actuación
de los defensores de los Derechos Humanos en Cuba. La organización HUMAN RIGHTS
divulgará las actividades que realicen y la situación de los derechos humanos
en Cuba.
Vista
Larga Foundation Corp.- 2015, $70,000.- Para fortalecer la capacidad de
escritores y artistas independientes en Cuba, para que puedan publicar sus
trabajos y exhibir sus obras sin la censura oficial. Promover la colaboración
entre los intelectuales cubanos y “cubano americanos”, organizar festivales
conjuntos en la presentación de libros y obras de arte.
(Fuente.-
Reporte Anual de la NED, años 2014 y 2015)
Todo
lo relacionado con la Subversión Política Ideológica contra la Revolución
Cubana debe continuar, es posible que se realicen pequeños ajustes y que se
exija un poco más de eficiencia a los que reciben el dinero destinado a estas
actividades, pero en ningún momento se darán por terminadas las mismas.
Debemos
recordar que como exigencias por parte de Estados Unidos, Trump mencionó más
libertades políticas, más libertades religiosas y libertad para los que han
llamado “presos políticos” y considero ese será el centro de los planes que se
desarrollen.
VIII.- Compensaciones
Este
problema resulta un poco más difícil de discutir que los anteriores. Sobre el
mismo ya se han realizado dos encuentros entre delegaciones de ambos países y
según el anuncio han sido solamente para ir conociendo el estado en que se
encuentra la situación.
Según
la información que hemos podido conocer, las empresas estadounidenses que
fueron nacionalizadas, tenían una reclamación original de 1,9 billones de
dólares, a los que sumados los intereses llegaban a cerca de 8 billones.
Cuba,
acorde a los daños humanos y materiales sufridos como consecuencia de los actos
terroristas contra el país, las muertes causadas por dichos actos y la invasión
de Playa Girón, la introducción de plagas y enfermedades, los daños causados
por el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto durante más de
cincuenta años, más otras actividades realizada con el propósito de causar
muerte, destrucción e inestabilidad en el país, reclama la suma de 121 billones
de dólares.
A
las complicaciones propias de una conciliación de esta índole a la que por lo
regular deben dedicarse años de estudio, presentación de documentos, validación
y aceptación de estos para poder llegar a una cifra final aceptada por ambas
partes, se suman los reclamos de personas que en el momento de ser
nacionalizadas sus propiedades eran ciudadanos cubanos y ahora son
estadounidenses.
Estas
personas aspiran a ser incluidas en la conciliación y estar representados por
la parte estadounidense, como ciudadanos de ese país.
Existen
otras complicaciones dentro del proceso iniciado que deben tomarse en
consideración, por lo que las mismas pudieran dilatar por años la solución del
asunto, salvo que ambos países decidan condonar la deuda establecida e iniciar
de cero las operaciones. Esta sería una solución práctica que no desechamos.
Conclusiones
Las
relaciones de Cuba con la administración Trump, durante los primeros meses de
actuación de la misma, tendrán un mediano grado de dificultad, que irá
disminuyendo en la medida que el intercambio comercial y económico entre las
dos naciones aumente.
Dentro
de las medidas más importantes que considero se tomarán, estará la eliminación
del bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba. La modificación de
la Ley de Ajuste Cubano pudiera resultar también un paso importante. La Base
Naval estadounidense en la Bahía de Guantánamo y la cárcel se mantendrán, al
igual que los planes de subversión político ideológica contra la Revolución
Cubana. El problema de las compensaciones pudiera resultar un largo camino a
recorrer.
Las
medidas incluidas en los “paquetes” de Obama, relacionadas con los viajes a
Cuba y el envío de remesas por parte de los residentes estadounidenses de
origen cubano, no sufrirán grandes modificaciones.
La
eliminación del bloqueo traerá como consecuencia la eliminación de la
prohibición de viajes turísticos para los ciudadanos estadounidenses, algo para
lo cual las líneas aéreas ya están preparadas. El “tsunami” turístico pudiera
derrumbar las capacidades hoteleras cubanas, pero traerá beneficio para los
arrendatarios particulares que desde hace meses construyen y se están
preparando para este momento.
Los
beneficios económicos que reciban las empresas estadounidenses con
posterioridad a la eliminación del bloqueo, se reflejarán en las relaciones
políticas y diplomáticas, sin que esto implique un entendimiento total entre
Estados Unidos y Cuba, pues la isla mantendrá sus principios soberanos y las
posiciones internacionalistas en defensa de otros pueblos del mundo, lo cual
chocará con los intereses estadounidenses y la llamada Seguridad Nacional de
Estados Unidos.
Realmente,
nos esperan meses interesantes, donde el pragmatismo estadounidense deberá
coordinarse con la dialéctica, inteligencia y chispa cubana para no perder
tiempo en este momento tan importante.
Noviembre
2016
Notas
1.
El
autor considera que en Estados Unidos hay un partido político que representa
los intereses de la clase dominante. Este partido, a los fines electorales y
para dar la sensación de que el sistema es multipartidista y democrático, se
divide en dos grupos políticos, uno denominado demócrata y otro denominado
republicano, que controlan totalmente las elecciones e impiden a otras fuerzas
políticas existentes en la nación el convertirse en partidos políticos a nivel
nacional y compitan con ellos en igualdad de condiciones en el proceso
electoral. La denominación correcta del sistema, en vez de democracia, es plutocracia.
2.
(2) Council on Foreign Relations. Informe al
Presidente. Como conducir
las relaciones con Cuba en el Siglo XXI. 12 de enero de 1999.
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