Por Leyde E. Rodríguez Hernández
La política
exterior de la Revolución
cubana tiene sus raíces en la más avanzada tradición de lucha de diferentes generaciones
de cubanos por la independencia y la soberanía nacional. Desde el siglo XIX, se
ha nutrido del fuerte carácter patriótico, independentista, latinoamericanista
y del radicalismo antiimperialista expresado en el pensamiento martiano y en
las ideas marxistas y leninistas del líder de la Revolución, el compañero Fidel
Castro Ruz. [1]
El accionar de Cuba
en las relaciones internacionales es también el resultado de la contribución
política de todas las fuerzas revolucionarias que lucharon contra la dictadura
de Batista (1952-1959): el Movimiento 26 de Julio, dirigido por Fidel, el
Directorio Revolucionario 13 de marzo, liderado por José Antonio Echeverría, el
Partido Socialista Popular, conducido por Blas Roca, que más tarde consolidaron
su proceso de unidad con la creación del actual Partido Comunista de Cuba.
La política
exterior de Cuba se basa en principios y sus pronunciamientos son la expresión
de la resistencia cubana al injusto sistema de relaciones internacionales en el
cual los Estados Unidos, como una única superpotencia desde 1991, y sus aliados
europeos, dictan sus condiciones en la política mundial e intentan dominar por
la fuerza militar y el chantaje económico a las naciones del Tercer Mundo.
Desde el triunfo
revolucionario, el 1 de enero de 1959, la política exterior de Cuba se adhiere
y defiende los principios básicos del Derecho Internacional Público. Entre los
más importantes sobresalen: el respeto a la soberanía; la independencia y la
integridad territorial de los Estados; la autodeterminación de los pueblos; la
igualdad soberana de los Estados y los pueblos; el rechazo a la injerencia en
los asuntos internos de los Estados; el derecho a la cooperación internacional
en beneficio e interés mutuo, equitativo entre los Estados; el respeto a las
relaciones pacíficas entre los Estados y demás preceptos consagrados en la Carta de la Organización de las
Naciones Unidas. (ONU).
Cumpliendo con las
disposiciones recogidas en la
Carta de la ONU,
la Revolución
cubana condena toda práctica de hegemonismo, injerencia y discriminación en las
relaciones internacionales, así como la amenaza o el uso de la fuerza militar,
la adopción de medidas coercitivas unilaterales, la agresión y cualquier forma
de terrorismo de Estado.
Al mismo tiempo, la
política exterior de la
Revolución cubana se rige por principios políticos
invariables que prestigian y fortalecen sus posiciones ante la opinión pública
y amplios sectores políticos y gubernamentales a escala mundial. Entre esos
principios pueden mencionarse: el
internacionalismo, la cooperación, el antiimperialismo, la solidaridad y la
unidad entre todos los Estados y pueblos progresistas del planeta.
En la compleja coyuntura
internacional que atraviesa la Humanidad, las líneas estratégicas generales de
la política exterior de la
Revolución cubana podrían resumirse en los siguientes
objetivos:
La lucha contra el
bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra el pueblo
cubano, verdadera guerra económica que ha costado más de 975 mil millones de
dólares a la nación cubana. Para tener una idea de los cuantiosos daños humanos
y materiales, el gobierno de los Estados Unidos confiscó a Cuba más de 493 millones
de dólares desde el 2010 hasta abril del 2012, [2] como parte del bloqueo económico impuesto a la
mayor de las Antillas desde hace más de medio siglo. Bajo el mismo concepto, el
gobierno de los Estados Unidos congeló 223,7 millones de dólares a Cuba en el
año 2009. Igualmente, las autoridades norteamericanas mantienen bloqueadas seis
propiedades en Nueva York y Washington, pertenecientes al Estado cubano. El bloqueo económico, comercial y financiero
de Estados Unidos contra Cuba constituye una violación de la Carta de Naciones
unidas y de las normas del Derecho Internacional.
El rechazo al
bloqueo estadounidense tiene un apoyo casi universal. En el 2011, 186 países
votaron contra el bloqueo en el plenario de la Asamblea General de la ONU y dos en contra: Estados Unidos e Israel, mientras
ocurrieron tres
abstenciones: Islas
Marshall, Micronesia y Palau. Después del año 1992, en que por primera vez en
Naciones Unidas se votó contra el bloqueo y Cuba obtuvo 59 votos a favor de
aquella resolución, se han sumado a la condena al bloqueo 127 países. Incluso,
aliados de Estados Unidos se han visto obligados a votar contra el bloqueo ante
la presión de la opinión pública y la influencia de la mayoría de las naciones
miembros de las Naciones Unidas. Es importante destacar que las Islas Marshall,
Palau, y de Micronesia, ubicadas en el Océano Pacífico, son virtuales
protectorados estadounidenses que fueron
ocupadas por Washington o transferidas a los Estados Unidos al concluir la
Segunda Guerra Mundial.
La integración con
América Latina y el Caribe, ampliando relaciones con la Comunidad de Estados del
Caribe (CARICOM), la
Asociación de Estados del Caribe (AEC), la Asociación
Latinoamericana de Integración (ALADI) y el Mercado Común del
Sur (MERCOSUR), en los marcos de la Alternativa Bolivariana
de las Américas (ALBA), la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), la
Comunidad de Países de América Latina y el Caribe (CELAC), y mediante el desarrollo de la colaboración
médica, en la educación, el turismo y el sector energético, para el beneficio
de los pueblos de América Latina y el Caribe.
Junto a los países
de América Latina y el Caribe, Cuba ha resistido y enfrentado el poder
hegemónico y unipolar estadounidense. Una batalla que tuvo especial relevancia en
la oposición a la política económica neoliberal y el Área de Libre Comercio
para las Américas (ALCA), expresión de un esquema de dominación que persiguió
la anexión de América Latina al gran capital y las transnacionales de los
Estados Unidos.
El desarrollo y fortalecimiento
de los nexos de amistad y colaboración con el Tercer Mundo, contribuyendo, así,
al fortalecimiento del Movimiento de Países No Alineados, y otros foros de
signo progresistas en las relaciones internacionales.
La promoción de la
democratización del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. El
fortalecimiento de esa organización internacional y la defensa de un real
multilateralismo en la política internacional, en correspondencia con las
normas más elementales del Derecho Internacional Público plasmadas en su carta
constitutiva.
La lucha por la
liberación de los Cinco Héroes injustamente encarcelados en los Estados Unidos
por prevenir a Cuba de las acciones terroristas de la mafia cubana-americana
apoyada por el gobierno de los Estados Unidos. Tiene especial significación en
la política exterior cubana, la batalla contra todas las formas de terrorismo
y, en particular, el terrorismo de Estado que ha sido una práctica del gobierno
estadounidense cuando, a la vez, evaden la condena del terrorista de origen
cubano Luis Posada Carriles, y escamotear las demandas de que sea extraditado y
juzgado en Venezuela.
El fortalecimiento
de las relaciones diplomáticas y políticas con Iberoamérica y Europa sobre la
base del respeto mutuo, de consideraciones éticas y de principios invariables
en materia de política exterior.
Es una estrategia
priorizada del gobierno cubano el trabajo con los intelectuales y
personalidades de la cultura. La interacción permanente con sectores de
partidos políticos, organizaciones sindicales, mujeres, estudiantes,
parlamentarios, autoridades regionales, locales y municipales, así como el
mantenimiento de una dinámica amplia de nexos y relaciones de amistad con
muchos sectores de la opinión pública mundial.
En los últimos años,
la política exterior cubana ha obtenido importantes logros internacionales. En
primer lugar, como tendencia principal, se destaca la consolidación de la
capacidad creciente de la
Revolución para derrotar el plan de aislamiento internacional
de Cuba ejecutado por el gobierno de la administración republicana de George W.
Bush y continuado por el demócrata Barack Obama, que ha contado con la
complicidad de sus aliados europeos. Dicha estrategia anticubana ha sido
aplicada con toda fuerza y le han dedicado cuantiosos recursos económicos y
financieros con el fin infructuoso de desestabilizar el sistema político
cubano.
Por el contrario,
Cuba tiene hoy relaciones diplomáticas con 184 miembros de la Organización de
Naciones Unidas y dispone de 148 representaciones en el exterior en 121 países. [3]
También tiene relaciones políticas y
diplomáticas con los representantes de las justas causas del pueblo palestino y
saharaui, en la batalla que desarrollan
por alcanzar el control total de su territorio, constituirse en Estados independientes e integrar la membresía
de las Naciones Unidas.
Una cuestión de
suma trascendencia política es que Estados Unidos no ha podido impedir que la Revolución cubana
amplíe su presencia internacional,
cultive sus lazos de amistad, de cooperación y de respeto con otros países. La Revolución cubana, al
no poder ser aislada por Estados Unidos, tiene en este momento más prestigio,
más autoridad y más relaciones que nunca; y recibe cada vez más delegaciones,
visitas de Jefes de Estados y cancilleres. Los vínculos internacionales de Cuba
se desarrollan a partir de la admiración que ha generado su resistencia y
victoria durante los años difíciles de profundo desafío y crisis económica que
debió enfrentar la Isla.
Por
otra parte, también se profundiza, como nunca antes, la cooperación de la Revolución cubana con
el Tercer Mundo destacándose el desarrollo de la Operación Milagro, para
recuperar la visión de miles de pacientes de América Latina y el Caribe; la continua
graduación de médicos del Tercer Mundo en la Escuela Latinoamericana
de Ciencias Médicas; hasta el curso 2007 - 2008, se habían graduado en centros
de enseñanza en Cuba 52 662 jóvenes de
132 países y 5 territorios de ultramar.
La
matrícula del curso escolar 2008-2009
alcanzó la cifra de 30 mil 987 becarios, procedentes de 121 países de América Latina, El
Caribe, África, Medio Oriente, Asia y Oceanía y 5 territorios de ultramar. En
esta cifra se incluyen donde los estudiantes de la Escuela Latinoamericana de
Medicina, la Facultad Caribeña, la Escuela Internacional de Educación Física y
Deporte, el Nuevo Programa de Formación de Médicos y Enfermeras, diferentes
especialidades de ciencias técnicas y humanidades del Ministerio de Educación
Superior, carreras pedagógicas y de formación artística en las modalidades de
música, teatro, danza y pintura. Del total de becarios 23 838 estudian Medicina, lo que representa un 76.9%. En la
actualidad esos jóvenes graduados, principalmente de países subdesarrollados,
aplican los conocimientos adquiridos en función del desarrollo económico y
social de sus respectivas naciones. [4]
En la actualidad
laboran en el exterior cerca de 50 mil colaboradores cubanos en 98 países y 4 territorios de ultramar, de ellos más de 37
mil pertenecen al sector de la salud.
La política solidaria de la Revolución cubana creó el contingente “Henry
Reeve”, para enfrentar los problemas de salud generados por las catástrofes
naturales en otras naciones. Las brigadas médicas cubanas han prestado su
ejemplar ayuda internacionalistas en Paquistán, Guatemala e Indonesia, países
seriamente afectados por desastres naturales.
Cuba libra en el
plano internacional una batalla de ideas contra las campañas de desinformación
financiadas y organizadas por las instituciones norteamericanas. La política
exterior cubana ha demostrado la hipocresía y la doble moral de los Estados
Unidos y la Unión
Europea en la antigua Comisión de Derechos Humanos. La
diplomacia cubana denunció la oposición de la Unión Europea a una
resolución que demandaba una investigación en el campo de torturas que
estableció los Estados Unidos en la Base Naval impuesta en el territorio ocupado
contra la voluntad del pueblo cubano en la bahía de Guantánamo. La diplomacia
cubana ha exigido en el nuevo Consejo de Derechos Humanos (CDH) de Naciones
Unidas una investigación de los abusos de Estados Unidos en la cárcel que ocupa
en Guantánamo, así como respecto a los vuelos y cárceles clandestinas en el
propio territorio europeo, en las que se tortura y se humilla a los
prisioneros. La Unión
Europea ha obstaculizado hasta hoy la investigación y el
esclarecimiento de estos hechos. [5]
El 11 al 16 de
septiembre de 2006, por segunda ocasión en la historia, Cuba fue sede de la Cumbre del Movimiento de
Países No Alineados (MNOAL). Este movimiento que cuentan con 119 países
miembros. El gobierno cubano ratificó su compromiso con la revitalización y
fortalecimiento de la unidad del MNOAL y asumió su presidencia por un período
de tres años. Como presidente del MNOAL, Cuba trabajó por la paz, el respeto,
la colaboración y el derecho al desarrollo para todos los pueblos, pues propuso
que el MNOAL debe convertirse en un espacio para impulsar la cooperación
Sur-Sur y el desarrollo de proyectos
sociales: la alfabetización, la formación de recursos humanos para la salud
pública y programas que permitan el uso eficiente y racional de la energía.
La elección de la Isla para presidir esa organización
fue un genuino reconocimiento a su trayectoria y defensa de los principios más
nobles del Derecho Internacional. Fue también un homenaje a la resistencia del
pueblo cubano, un reconocimiento a los cientos de miles de cubanos que han
cumplido y cumplen honrosas misiones internacionalistas.
La
interrelación entre política interna y externa.
Cuba es un país con
limitados recursos naturales y financieros que, en poco más de 50 años, tejió
una impresionante red de relaciones internacionales y nexos políticos que le
han permitido evitar ser derrotado por la única superpotencia del sistema internacional
actual, pese a los declarados objetivos de destruirla. Cuba ha sido y es un
actor propositivo en el escenario internacional, con un fuerte liderazgo
tercermundista y constituye un símbolo, un referente incuestionable para
importantes sectores de la opinión pública mundial.[6]
Las relaciones
exteriores de Cuba son parte esencial de su política interna. La acción de Cuba
en el ámbito internacional manifiesta la interrelación dialéctica entre los
componentes esenciales de su política interna y externa. La participación social
en el proceso revolucionario y su apoyo a las políticas gubernamentales
propician mejores perspectivas para la exitosa actuación de Cuba en las
relaciones internacionales.
La política
exterior cubana se ampara en un profundo sentimiento de soberanía y dignidad
nacional. La tradición ética del pensamiento político revolucionario cubano y
de la ejecutoria histórica de la
Revolución contribuye a aumentar su poder político, moral y
de convocatoria mundial. Cuba siempre dice la verdad, nunca miente en lo
internacional y eso es una constante ética de su política exterior.
La Revolución cubana no cambia de posturas según las coyunturas internacionales.
Tampoco abandona a sus amigos, independientemente de las adversidades. Cuba no
ha subordinado los intereses de otros a sus intereses nacionales. Tampoco
emplea los instrumentos de colaboración y ayuda como herramienta para presiones
e injerencias en los asuntos internos de otros Estados. Cuba no discrimina a
los receptores de su colaboración por razones ideológicas, políticas o étnicas.
En un contexto
internacional caracterizado por un desenfrenado militarismo y una grave crisis
económica y social del sistema capitalista liderado por los Estados Unidos, la Revolución cubana ha
demostrado su vocación humanista y su lugar de vanguardia hacia otro sistema
internacional más justo, pluripolar y posible.
[1] Véase de Marcelino Fajardo y Carlos Alzugaray sobre la contribución de
Raúl Roa García, Canciller de la
Dignidad, en la política exterior cubana. Revista Política Internacional (ISRI), Nro. 4,
julio-diciembre, 2004.
[2] La cifra fue confirmada en una comunicación de la Oficina de Control
de Bienes Extranjeros adscrita al Departamento del Tesoro, organismo federal
que califica arbitrariamente a Cuba como nación patrocinadora del terrorismo.
[3] Datos tomados el 10 de abril del 2012 de la página en Internet: www.cubaminrex.cu
[4] Datos tomados el 10 de abril del 2012 de la
página en Internet: www.cubacoop.com. El sitio plantea como fuente el
Centro de Información de la Cooperación, con última actualización 17 de marzo de 2009.
[5] Así fue denunciado por el canciller cubano de la época Felipe Pérez
Roque. Véase su intervención en el segmento de Alto Nivel del Consejo de
Derechos Humanos. Periódico Granma, La Habana, 21 de junio del 2006.
[6] Véase de Santiago Pérez Benítez. Especificidades de la política
exterior cubana: Factores explicativos. Revista
Política Internacional (ISRI), Nro. 5, Enero-junio, 2005.