lunes, 5 de agosto de 2013

“Nuestra política hacia Cuba, vestigio de la Guerra Fría, es a la vez obsoleta y contraproducente”



Conversaciones con Wayne S. Smith (2/2)
Último embajador de Estados Unidos en Cuba

Por Salim Lamrani

Opera Mundi



  

            SL: Actualmente usted es director de Cuba Project del Center for International Policy basado en Washington. ¿Cuál es el objetivo de esta institución?

            WSS: El objetivo de nuestro proyecto es poner término a la política que consiste en aislar a Cuba desde hace más de cincuenta años y acercar a nuestros pueblos unidos por la historia y la geografía. Deseamos tener relaciones normales con Cuba. Nuestra política hacia la isla, vestigio de la Guerra Fría, es a la vez obsoleta y contraproducente. La cooperación en todos los campos sería beneficiosa para ambos países.

            SL: ¿Por qué Estados Unidos se niega a normalizar las relaciones con Cuba?

            WSS: Han pasado los años y todavía estamos en la misma situación absurda. Siempre me pregunto cuáles son las razones que nos impiden sentarnos a la mesa de negociaciones y hablar de nuestros diferendos para encontrar una solución a este conflicto que dura demasiado. Conversamos con los chinos y tenemos relaciones diplomáticas y comerciales perfectamente normales con ese país. Incluso hemos normalizado nuestras relaciones con Vietnam, contra quien libramos una guerra sangrienta, ¡donde perdimos más de 50.000 soldados!
            Hoy el mundo es diferente. La Unión Soviética desapareció y se acabó la Guerra Fría. Castro declaró hace mucho tiempo que Cuba ya no apoyaría a los movimientos revolucionarios en América Latina. Cuba también expresó varias veces su disposición a sentarse a la mesa de las negociaciones. Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, Cuba ofreció inmediatamente su espacio aéreo y sus aeropuertos para los aviones estadounidenses y expresó su apoyo a Estados Unidos. Cuba había denunciado el terrorismo e hizo partícipe de su voluntad de colaborar plenamente con nosotros en este tema. Cuba firmó las doce resoluciones antiterroristas de las Naciones Unidas.

            SL: ¿Cuál fue la respuesta del Presidente George W. Bush?

            WSS: En vez de aceptar la mano tendida, Bush puso término a todas las conversaciones con Cuba que se habían establecido bajo la administración Clinton, declarando públicamente que en adelante el objetivo de la política exterior de Estados Unidos sería derrocar al régimen cubano. Durante los ocho años siguientes, la política de Washington tuvo como objetivo derrocar al gobierno cubano. Una política absurda e ineficaz.

            SL: ¿Acaso han cambiado las cosas bajo la administración Obama?

            WSS: Se levantaron algunas restricciones relativas a los viajes y a las remesas. Ahora los cubanos pueden viajar a su país de origen cuantas veces quieran, mientras que bajo la administración Bush se limitaba a 14 días cada tres años. También es más fácil ahora organizar intercambios académicos y culturales entre los dos país.
            En los años 60, Cuba fue excluida de la Organización de Estados Americanos y todos los países de América Latina –menos México– rompieron las relaciones con La Habana. Ahora es exactamente lo contrario. Somos el único país de América que no tiene relaciones diplomáticas y comerciales con Cuba. Ahora los aislados somos nosotros y no Cuba.  Como señaló el Presidente Lula de Brasil al Presidente Obama en una cumbre, si no cambiamos esta política obsoleta hacia Cuba, ello dañará nuestra credibilidad internacional.
            Esta política de hostilidad hacia Cuba va contra los intereses de Estados Unidos. Esto no tiene ningún sentido y desgraciadamente no veo a la administración Obama cambiar la situación. Todos pensábamos que su elección permitiría normalizar las relaciones con Cuba, pero no ha sido el caso. Por cierto, suprimió algunas restricciones pero no tomó ninguna medida fundamental que permita la normalización de las relaciones con Cuba. Es muy difícil de comprender.

            SL: Estados Unidos explica que no puede normalizar las relaciones con Cuba por la situación de los derechos humanos. Washington no puede levantar las sanciones contra un país que viola los derechos fundamentales.

            WSS: La cuestión de los derechos humanos es un argumento que no resiste el análisis. Estados Unidos tiene relaciones con China, Vietnam, Colombia y toda una serie de países que presentan una situación de los derechos humanos mucho peor que la de Cuba.
            Por otra parte, si deseáramos mejorar la situación de los derechos humanos, seríamos mucho más eficaces estableciendo relaciones con Cuba.

            SL: Cuba dispone de un partido único que va en contra de los principios democráticos, según Washington.

            WSS: China y Vietnam disponen también de un partido único y eso no constituye ningún problema para nosotros. ¿Por qué sería diferente con Cuba?

            SL: Según Estados Unidos, la represión de la oposición en Cuba impide toda normalización de las relaciones.

            WSS: Soy bastante escéptico. Tomemos el caso de las Damas de Blanco. Se manifiestan libremente en Cuba y publican declaraciones. Yoani Sánchez se comunica con el mundo entero. Las autoridades cubanas no la han encarcelado. Recibo regularmente correos electrónicos del opositor Eliz    ardo Sánchez.
            Por supuesto me gustaría que hubiera más libertad política en Cuba, pero la mayoría de los disidentes actúan libremente en la isla, mientras que no es el caso en numerosos países con los cuales tenemos relaciones diplomáticas y comerciales plenas y completas. Ya no hay ningún preso político en Cuba según Amnistía Internacional.

            SL: Washington también acusa a Cuba de tráfico de seres humanos.

            WSS: En efecto, el Departamento de Estado acusa a Cuba de tráfico de seres humanos y, obviamente, La Habana rechaza categóricamente la acusación afirmando que dispone de los estándares y mecanismos más avanzados de la región para luchar contra esta plaga.
            ¿De qué prueba dispone Washington para sustentar su acusación? La respuesta es sencilla: ninguna. Nos limitamos a acusar a Cuba de no publicar las medidas que toma para luchar contra este fenómeno. El hecho de que Cuba no comunique al respecto no significa que el país se haya convertido en el centro del tráfico de seres humanos. El informe que publica el Departamento de Estado no proporciona ni un solo ejemplo de implicación cubana en este tipo de crimen. Afirma incluso que el código penal cubano sanciona severamente el tráfico de seres humanos. El informe argumenta que la prostitución no es un delito en Cuba. Pero se tolera también en muchos países del mundo, incluso en Estados Unidos.
            En una palabra, los informes anuales del Departamento de Estado al respecto no aportan ni una sola prueba que sustente esas acusaciones. Lo que resulta más grave es que esos falsos informes deliberadamente engañosos arrojan una sombra sobre la credibilidad de todo el programa de lucha contra el tráfico de seres humanos.

            SL: Desde 1982, Estados Unidos mantiene a Cuba en la lista de los países que patrocinan el terrorismo internacional, lo que constituye un obstáculo a la normalización de las relaciones entre ambos países. ¿Qué criterios motivaron la decisión de incluir la isla?

            WSS: En marzo de 1982, decidimos incluir a Cuba en la lista de los países que patrocinaban el terrorismo por su apoyo a la guerrilla en El Salvador. El problema es que nosotros hacíamos exactamente lo mismo ya que apoyábamos a  los contras en Nicaragua, con el fin de derrocar al gobierno sandinista. Por otra parte, en diciembre de 1981, el gobierno cubano me había informado personalmente de que había cesado todo envío de armas con destino a América Central. Mientras Cuba buscaba mejorar las relaciones con Estados Unidos, nuestra respuesta fue ubicarla en la lista de los países que patrocinaban el terrorismo.
            Cuba no debería formar parte de esta lista y le voy a explicar las razones. Hace más de 30 años que colocamos a Cuba en esta lista bajo pretextos falaces que no resisten un solo instante el análisis. Cuba siempre condenó el terrorismo y firmó –repito– las doce resoluciones antiterroristas de las Naciones Unidas. Cuba incluso propuso firmar un acuerdo con Estados Unidos al respecto, oferta que siempre hemos rechazado.

            SL: Washington reprocha a Cuba albergar a miembros de las FARC y de otras guerrillas colombianas.

            WSS: El Departamento de Estado acusa a Cuba de albergar a miembros de la organización separatista vasca ETA y de las FARC colombianas. Conviene subrayar que estos miembros se encuentran en Cuba con el total acuerdo del gobierno español. Por su parte el gobierno colombiano, lejos de acusar a Cuba de albergar a guerrilleros, saludó varias veces la contribución de La Habana en el proceso de paz.

            SL: Estados Unidos denuncia el hecho de que Cuba albergue a fugitivos estadounidenses.

            WSS: Es verdad que ciudadanos estadounidenses condenados por nuestra justicia se han refugiado en Cuba. Pero ello no basta para ubicar a un país en la lista de Estados que patrocinan el terrorismo, incluso según nuestra propia legislación. Cuba se niega a extraditarlos, pero también nos hemos negado a extraditar a Cuba a reconocidos terroristas, responsables de numerosos asesinatos, que se encuentran en nuestro territorio. Desde 1959 no hemos extraditado a ninguno de ellos.
            El Departamento de Estado ha buscado todos los pretextos para mantener a Cuba en esta lista. Por ejemplo, en 2002, Washington acusó a La Habana albergar a terroristas chilenos, lo que el propio gobierno de Chile desmintió. Luego acusamos a Cuba de estar en contra de la guerra en Irak, olvidándonos de que nuestros aliados más cercanos también habían expresado su desacuerdo.
            También acusamos a Cuba de desarrollar armas biológicas. El propio presidente Jimmy Carter, durante su visita a Cuba en 2002, quien tuvo un acceso total a los centros de investigación apuntados por el Departamento de Estado, desmintió esas informaciones.

            SL: Tras el 11 de septiembre de 2001, Bush declaró que a todo país que albergara a un terrorista se le consideraría terrorista. Al mismo tiempo Luis Posada Carriles, un exilado cubano y antiguo agente de la CIA responsable de más de un centenar de asesinatos, se encuentra en Miami y jamás ha sido juzgado por sus crímenes. Hizo estallar un avión civil cubano en pleno vuelo en 1976, lo que costó la vida a 73 personas entre las cuales se encontraba todo el equipo juvenil de esgrima. Es el autor intelectual de la ola de atentados sangrientos que golpearon la industria turística cubana en 1997 y 1998. Reivindicó abiertamente esos actos terroristas en una entrevista en el New York Times el 12 de julio de 1998. ¿Cómo explica esta contradicción entre la retórica gubernamental y la realidad de los hechos?

            WSS: Si seguimos la lógica de Bush, entonces somos un Estado terrorista. No se trata sólo de Luis Posada Carriles. Hay todo un grupo de notorios terroristas de origen cubano que se encuentran en libertad en Estados Unido.
            Washington debería arrestar a Posada Carriles y juzgarlo por sus actos terroristas. Deberían meterlo en prisión. Es del interés del pueblo estadounidense.

            SL: ¿Por qué se niega Estados Unidos a juzgarlo?

            WSS: Nos negamos a juzgarlo a causa de la influencia de la comunidad de exilados cubanos. Por otra parte, dado que fue agente de la CIA, podría hacer declaraciones comprometedoras para todo el aparato gubernamental. Conviene recordar que muchos terroristas cubanos exilados empezaron trabajando en la CIA realizando atentados en Cuba. Una vez que la CIA cerró su base en Miami y cambió de táctica, personajes como Posada Carriles u Orlando Bosch actuaron por su propia cuenta.
            Las pruebas contra Posada son abrumadoras. Documentos desclasificados del FBI y de la CIA muestran que Posada y Bosch estuvieron implicados en el atentado de 1976 que costó la vida a 73 personas, así como en el asesinato de Orlando Letelier, antiguo ministro chileno del gobierno de Salvador Allende, ejecutado en pleno Washington también en 1976, con su asistente Ronnie Moffitt, ciudadana estadounidense. Disponemos también de las grabaciones en las cuales Posada Carriles reconoce ser el autor de los atentados de La Habana de 1997, incluso el del hotel Copacabana que costó la vida al hombre de negocios italiano Fabio di Celmo.
            Nuestra justicia no sancionó ninguno de esos actos terroristas, incluso los que cometió en Estados Unidos contra una ciudadana estadounidense. Al contrario, toleramos eso. Orlando Bosch incluso consiguió el indulto presidencial del presidente George H. W. Bush.
            Cuando Posada Carriles fue juzgado en El Paso, Texas, por un problema migratorio –no por sus actos de terrorismo– pues había entrado en el territorio nacional de modo ilegal, todo ello apareció en el juicio. La jueza Kathleen Cardone, quien debía su puesto al presidente Bush, decidió absolverlo de todos los cargos.

            SL: El caso de los cinco presos políticos cubanos encarcelados en Estados Unidos desde 1998, por infiltrarse en grupúsculos violentos del exilio cubano implicados en actos terroristas contra Cuba, constituye actualmente el principal obstáculo a la normalización de las relaciones entre ambas naciones. ¿Cuál es su punto de vista sobre este asunto?

            WSS: En los años 90, tras el desmoronamiento de la Unión Soviética y el fin de la Guerra Fría, un sector del exilio cubano, deseoso de acabar con el gobierno de La Habana, volvió a recurrir a la violencia terrorista. Cuba dependía entonces del turismo para sobrevivir. Grupúsculos extremistas hicieron estallar decenas de bombas en hoteles en Cuba, ocasionando una caída espectacular del flujo turístico. Decenas de personas resultaron heridas y como dijimos un italiano, Fabio di Celmo, murió tras la explosión de una bomba en el hotel Copacabana.
            Ante la falta de reacción del gobierno de Estados Unidos, que dejaba una completa libertad a estos individuos, Cuba infiltró a sus propios agentes en esos grupúsculos. Tras recolectar suficiente información sobre su actuación, los agentes cubanos transmitieron a La Habana un informe sobre cerca de cincuenta personas implicadas en atentados terroristas contra Cuba.

            SL: ¿Se transmitió esa información a las autoridades estadounidenses?

            WSS: Mejor que eso. En julio de 1998, el gobierno cubano invitó a varios altos responsables del FBI en La Habana y les transmitió toda la información que recolectaron los agentes, que demostraba que varias organizaciones del exilio cubano estaba planificando actividades terroristas y en algunos casos eran responsables de atentados.
            Los cubanos pensaban que con proporcionar esas pruebas al FBI, el gobierno de Estados Unidos tomaría las medidas necesarias para neutralizar a esos individuos.

            SL: ¿Cómo reaccionó Estados Unidos?

            WSS: En vez de eso, el FBI realizó una investigación para descubrir cómo había conseguido Cuba esa información y procedió al arresto de cinco agentes de la seguridad del Estado infiltrados en la Florida. Es verdaderamente lamentable ya que ello arroja una sombra sobre la credibilidad de nuestra política contra el terrorismo.

            SL: ¿No violaron los cinco cubanos la ley estadounidense?

            WSS: Sólo eran culpables de una cosa: eran agentes de una potencia extranjera no declarados ante las autoridades estadounidenses. También eran culpables de delitos menores, como posesión de documentos falsos. En ningún caso estaban involucrados en actividades ilegales.
            No obstante fueron juzgados y condenados a penas de prisión muy severas, es decir, en total, a cuatro cadenas perpetuas dobladas de 77 años, aunque se redujeran las penas en el proceso de apelación. Gerardo Hernández fue condenado a dos cadenas perpetuas más 15 años, Ramón Labañinó a 30 años, Antonio Guerrero a 21 años y 10 meses, Fernando González a 17 años y 9 meses y René González a 15 años. Todo ello por intentar impedir la realización de actos terroristas contra su país. Este juicio es una vergüenza terrible para la justicia de Estados Unidos.

            SL: Se han agotado casi todos los recursos legales. ¿Piensa que la solución de este caso pasará por un acuerdo político entre La Habana y Washington?

            WSS: Muchos de nosotros pensamos que el Presidente Barack Obama autorizaría a la Corte Suprema el estudio del caso. Si el proceso hubiera seguido un curso normal, sin injerencia política, la Corte Suprema habría el caso. En vez de ello, el Presidente Obama pidió explícitamente a la Corte Suprema que no revisara el juicio.

            SL: ¿Por qué tomó el Presidente Obama semejante decisión?

            WSS: Parece que lo presionó la derecha cubanoamericana intransigente que rechaza toda idea de normalización de las relaciones con La Habana. Resulta curioso que le conceda tanto crédito, cuando los sondeos ilustran que su influencia en la comunidad cubana de la Florida es cada vez menos evidente. Cerca del 70% de la opinión pública de Estados Unidos piensa que Washington debería tener relaciones normales con Cuba. Por otra parte, ganó las elecciones en la Florida sin el apoyo de la derecha cubanoamericana.
            Debemos liberar a los cinco inmediatamente pero temo que queda mucho camino por recorrer.

            SL: Evoquemos el caso del ciudadano estadounidense Alan Gross, encarcelado en la isla desde 2009 y condenado a quince años de prisión por colaborar en un programa de la Agencia Internacional para el Desarrollo de Estados Unidos (USAID), cuyo objetivo es conseguir “un cambio de régimen en Cuba”. Había proporcionado a los disidentes equipos de telecomunicación. ¿Qué debe hacer el gobierno cubano, a su parecer?

            WSS: Gross es culpable de los actos de los que se le acusa y violó la ley cubana. Pero creo que debería ser liberado por razones humanitarias. Pienso incluso que los cubanos estarían dispuestos a hacerlo si consiguieran la seguridad de que haríamos lo mismo con los cinco.

            SL: ¿Qué piensa de las sanciones económicas contra Cuba, en vigor desde 1960?

            WSS: La Guerra Fría se acabó en 1991. Deberíamos haber normalizado nuestras relaciones desde entonces. ¿Qué hemos hecho? Exactamente lo contrario. Adoptamos la Ley Torricelli en 1992, la Ley Helms-Burton en 1996 y los dos planes de Bush en 2004 y 2006 que agravan las sanciones contra Cuba. Hemos hecho exactamente lo contrario de lo que habíamos afirmado cuando impusimos las sanciones. Todavía nos encontramos en ese punto. No tengo una explicación lógica. Tengo la impresión de que Cuba tiene el mismo efecto sobre Estados Unidos que la luna llena sobre los lobos. Somos incapaces de actuar racionalmente en nuestra política hacia Cuba.

            SL: ¿Cómo analiza las reformas económicas iniciadas por Raúl Castro?

            WSS: Creo que es el camino correcto. De todos modos, eso tenía que cambiar un día u otro. Debo decir que soy bastante optimista pues Raúl Castro y sus hombres procedentes del ejército son buenos hombres de negocios y lo han demostrado en el sector turístico. Hicieron un excelente trabajo en este campo.

            SL: ¿Qué imagen tienen los ciudadanos estadounidenses de Cuba?

            WSS: El pueblo estadounidense tiene una imagen falsa y sesgada de Cuba pero, por otro lado, es favorable a la normalización de las relaciones. Todos los estadounidenses sueñan con descubrir Cuba, que dispone de una población educada y de un excelente sistema de salud. A guisa de comparación, mire sencillamente el número de ciudadanos estadounidenses que no tiene acceso a un seguro médico.


*Doctor en Estudios Ibéricos y Latinoamericanos de la Universidad Paris Sorbonne-Paris IV, Salim Lamrani es profesor titular de la Universidad de La Reunión y periodista, especialista de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Su último libro se titula The Economic War Against Cuba. A Historical and Legal Perspective on the U.S. Blockade, New York, Monthly Review Press, 2013, con un prólogo de Wayne S. Smith y un prefacio de Paul Estrade.



miércoles, 24 de julio de 2013

La crisis política en Portugal empaña una recuperación económica incierta

El líder socialista portugués, Antonio Jose Seguro
Por Susana Irles
EFE 

La larga crisis lusa de Gobierno se ha interpuesto en el camino de una recuperación económica encallada en el empeoramiento de las previsiones y la presión del mercado, que observa de cerca a Portugal a menos de un año del fin de su rescate.

El desacuerdo político sobre la austeridad puso al borde del colapso la alianza gubernamental y acabó por romper, según reconocieron hoy los conservadores, el diálogo entre partidos abierto a instancias del presidente, Aníbal Cavaco Silva, para sellar un pacto estable de gobernación.

Las tensiones estallaron hace casi tres semanas como un esperado volcán tras más de dos años de ajustes y recortes en los que Portugal sigue sin despejar las incertidumbres de su economía y su fiabilidad para financiarse de manera autónoma.

El propio jefe de Estado luso aludió al fantasma del segundo rescate para pedir a los socialistas y conservadores, hace una semana, un "compromiso de salvación nacional" con el que culminar el rescate financiero, en junio de 2014.

Los temores de la delicada situación financiera se confirmaron días después en las más recientes proyecciones del Banco de Portugal.

El organismo público redujo el crecimiento esperado para 2014 del 1,1 % a un casi imperceptible 0,3 %, a pesar de suavizar en tres décimas la recesión esperada en 2013 (-2 %).

Los pronósticos contrastan con las optimistas cifras que calculaban la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) que concedieron en mayo de 2011 la ayuda externa a Portugal.

El FMI calculó entonces que Portugal crecería un 1,2 % en 2013 y un 2,5 % en 2014.

Pero la fuerte y permanente caída de la demanda interna, del 7 % en 2012, y la multiplicación del desempleo, que subió casi diez puntos desde que se inició el programa de asistencia y roza el 18 %, han retrasado el despegue económico.

Para 2014, los cálculos están determinados también por los recortes presupuestarios esperados, una "pronunciada" caída del gasto público que, según el banco emisor, no compensa el buen desempeño de las exportaciones, y la caída menos acentuada de la demanda interna.

El organismo recuerda además la profunda reforma del Estado pendiente de aprobación y pedida por los acreedores internacionales para estabilizar las finanzas lusas.

Ese ajuste, que ha impedido un acuerdo en las negociaciones partidarias, debe introducir un ahorro permanente de 4.700 millones de euros en las cuentas públicas, equivalente a un 3 % del PIB luso, sobre todo mediante despidos en la función pública y una revisión del sistema de pensiones.

El Gobierno portugués insistió esta semana en que dar marcha atrás y "relajar" la consolidación presupuestaria desbarataría el esfuerzo y la credibilidad externa ganados, y reafirmó su confianza en las "señales positivas" de algunos indicadores.

Sin embargo, la crisis política ha vuelto a colocar al país en niveles de presión financiera superiores al 7 %, a dos puntos de los intereses de su deuda que le obligaron a pedir el rescate en mayo de 2011.

Los intereses de la deuda a largo plazo tocaron el 12 de julio el 8 % y se mantuvieron por encima de la barrera psicológica del 7 % durante la siguiente semana.

La discusión política también pasó factura a Portugal en la subasta de deuda que el Tesoro realizó el miércoles pasado y por la que pagó en los bonos a doce meses un 40 % más de intereses respecto a la anterior emisión.

Al inicio de la crisis de Gobierno, las agencias de calificación internacional Fitch y Standard and Poor's coincidieron en alertar de los "riesgos financieros" para el país y avisaron de que se mantendría la incertidumbre para el cumplimiento del programa de ajustes en cualquiera de los escenarios políticos finales.

Tras el fracaso del diálogo entre los partidos, esas soluciones siguen pendientes de definición mientras los socialistas insisten en pedir elecciones anticipadas y los conservadores esperan seguir en el Gobierno.

Los dos partidos de la coalición en el poder esperan ahora el visto bueno de Cavaco a su remodelación ministerial, propuesta la semana pasada y descartada en aras del fallido acuerdo de salvación nacional.

Fuente: http://www.eldia.es/internacional/2013-07-20/8-crisis-politica-Portugal-empana-recuperacion-economica-incierta.htm

lunes, 22 de julio de 2013

Del error a la mentira



Por Pedro González Munné

Las noticias de la saga del barco coreano con armamento cubano, el evaporado espía norteamericano que secuestró y transportó a una prisión secreta a un musulmán desde Italia a Egipto y el cierre de los cielos de Europa al avión presidencial de Bolivia, demuestran la respuesta feroz de las estructuras de represión, por encima de fronteras, Gobiernos y leyes.

Un mundo donde los grupos de poder deciden el alimento de un pueblo, o la calidad de vida de una generación; o un funcionario aprieta el gatillo de un dron y asesina a un ser humano a miles de kilómetros de distancia; o la privacidad es un concepto obsoleto de apolillados códigos, nos lleva a reconsiderar el respeto a esas instituciones llamadas gobiernos democráticos.

No existen errores para el poder, pues solamente responde a su ambición e intereses hegemónicos, sin límites a su rapacidad. Los beneficios de unos estarán siempre por encima del bienestar y los derechos de nosotros, la mayoría de los otros. Siempre ha sido así y siempre será: es el motivo de Revoluciones, es la razón de la rebelión de los inconformes contra los establecimientos opresivos.

Las mentiras, las ideologías, las campanas de prensa y los variopintos políticos en las escenas teatrales de discursos y parlamentos no constituyen el poder real. La sociedad voraz y violenta del capital no tiene límites en este mundo virtual de hoy, ni existen fronteras a su dominio rapaz y la violencia de sus campañas de hambre y opresión de los pueblos. 

Como dijera el poeta cubano que engendró una Revolución: “Es la hora del recuento, y de la marcha unida, y hemos de andar en cuadro apretado, como la plata en las raíces de los Andes”.

O ellos, o nosotros, no hay otra opción para quien nos ataca.


*Pedro González Munné, es director de La Nación Cubana. Obtuvo cuatro premios nacionales de periodismo en Cuba y la condición de Vanguardia Nacional de la Cultura. Tiene seis libros publicados y prepara “Sin patria pero sin amo”, sobre la emigración cubana en los EEUU.


Henri Alleg, comunista y revolucionario ejemplar

Por: Miguel Urbano Rodrigues: Homenaje a Henri Alleg ante su fallecimiento. Tras la destrucción de la URSS y la reimplantación del capitalismo, fustigó a los intelectuales que renunciaban al marxismo

Esperaba la noticia de la muerte de Henri Alleg. Falleció ayer, miércoles, pero había abandonado prácticamente la vida el año pasado cuando, en vacaciones en una isla griega, sufrió un ACV [Accidente Cerebro Vascular]. Su cerebro quedó tan dañado que la recuperación era imposible.

Quedó semi hemiplégico y pasó los últimos meses en una clínica, caminando hacia el final en una existencia casi vegetativa. Reconocía los hijos, decía algunas palabras, pero su discurso se transformó en caótico.

Me unió a ese hombre una amistad tan profunda que siento dificultad en definirla. A los 90 años pasó una semana en Vila Nova de Gaia, conmigo y mi compañera, y pronunció entonces en la Universidade Popular do Porto una conferencia sobre Argelia y los acontecimientos que sacudían el Islam africano. Por el saber histórico y la lucidez impresionó a cuantos lo escucharon.

Lo admiraba desde hace mucho tiempo, cuando lo conocí en Bulgaria, en l986, durante un Congreso Internacional. La empatía fue inmediata, abriendo la puerta a una amistad que se reforzó cada año.

Henri, tras el 25 de Abril, fue corresponsal de "L'Humanité" en Lisboa. No tuve entonces oportunidad de encontrarlo. Pero en el último cuarto de siglo visitó Portugal muchas veces. La editorial Caminho publicó tres libros suyos ('SOS América', 'O Grande Salto Atrás' y 'O Século do Dragão') y la Editora Mareantes lanzó la traducción portuguesa de 'La Question' (La Tortura), el libro que lo convirtió en famoso y contribuyó a acelerar el final de la guerra da Argelia. Amaba Portugal, especialmente el Alentejo de la orilla izquierda del Guadiana, y admiraba mucho al Partido Comunista Portugués.

Participó en Portugal en diversos Encuentros Internacionales y, en una de sus visitas a Lisboa, fue recibido por la Comisión de Asuntos Extranjeros de la Assembleia da República, debatiendo allí con diputados de todos los partidos grandes problemas de nuestro tiempo, y fue después aplaudido por el Pleno. Recuerdo también el interés excepcional suscitado a su paso por Brasil y Cuba, donde lo acompañé en sus visitas a esos países.

La complejidad del sentimiento de admiración que Henri Alleg me inspiraba me llevó a escribir sobre él y sus libros más páginas de lo que a lo largo de la vida dediqué a cualquier otro escritor. Estas aparecen en libros míos y en artículos publicados en periódicos y revistas de muchos países. Evito por lo tanto repeticiones.

Recuerdo que al leer 'La Grande Aventure d’Alger Republicain' el choque –y la palabra- fue tan fuerte que sugerí en una conferencia que el estudio de ese libro debiera figurar en el programa de todas las Facultades de Periodismo del mundo.

¿Qué encontré de diferente en Henri Alleg?

Reflexionando sobre la fascinación que aquel hombre ejercía sobre mí, concluí que la admiración nacía de la firmeza de sus opciones ideológicas, de un coraje espartano y de una ética excepcional.

En más de una ocasión le dije que veía en él el modelo de los bolcheviques del año 17. Henri se me presentó como el comunista integral, puro, casi perfecto. No conocí otro con quien me identificase tan armoniosamente en el debate de ideas.

Es lamentable que 'Mémoire Algérienne' no haya sido traducido al portugués. En ese libro de memorias, que es mucho más que eso, Henri, en los capítulos finales, permite al lector imaginar el sufrimiento del comunista que acompaña el rápido alejamiento, tras la independencia, de los dirigentes del FLN de los principios y valores que habían conducido a los revolucionarios argelinos a la victoria sobre el colonialismo francés. Pagó un alto precio por la autenticidad con que se distanció del poder en 'Alger Republicain', su periódico, cerrado por Houari Boumedienne, héroe de la lucha por la independencia.

Pesado fue también el precio que pagó en Francia, donde, tras el regreso a Europa, fue secretario de Redacción de "L'Humanité", entonces órgano del CC del Partido Comunista Francés.

Henri Alleg denunció desde el inicio la ola del eurocomunismo que alcanzó los partidos francés, italiano y español, entre otros. Criticó frontalmente la estrategia que llevó al PCF a participar en gobiernos del Partido Socialista que practicaban políticas neoliberales.

En el bello libro que escribió sobre la destrucción de la URSS y la reimplantación del capitalismo en Rusia fustigó los intelectuales que, renunciando al marxismo, se pasaron en rápida metamorfosis a defensores del capitalismo y a posiciones antisoviéticas. Tampoco dudó en criticar al mismo secretario general del PCF, Robert Hue, considerando la orientación imprimida al PCF como incompatible con sus tradiciones revolucionarias de organización marxista-leninista. Pero, contrariamente a otros camaradas, entabló su combate de comunista dentro del Partido como militante.

Tuve la oportunidad en Francia de registrar, en asambleas comunistas a las que asistí, el enorme respeto que Henri Alleg inspiraba cuando tomaba la palabra. Constaté que aun dirigentes por él criticados admiraban la claridad, el fundamento y la dignidad de su discurso crítico.

En los últimos años, a pesar de una salud frágil, compareció en programas de televisión, volvió a Portugal y visitó Argelia de nuevo, donde fue recibido con entusiasmo y emoción. En los EEUU sus conferencias suscitaron debates ideológicos de una profundidad poco común, con la participación de comunistas y académicos progresistas. Y hasta casi al ACV que lo abatió, recorrió Francia, respondiendo a invitaciones de Federaciones Comunistas y otras organizaciones. La juventud, sobretodo, lo aclamaba con ternura y admiración.

La muerte de su compañera, Gilberte Serfaty, en 2010, fue para el un golpe demoledor. «No puedo más sentir la alegría de vivir…» -me contestó cuando lo interrogué sobre el peso de la soledad. Ella, argelina, era también una comunista excepcional. Contribuyó mucho a organizar con el Partido su fuga rocambolesca de la prisión francesa de Rennes, a donde había sido trasladado desde Argelia.

Muchas veces, cuando iba a Francia, me instalaba en su casa de Palaiseau, en los suburbios de París. Henri, que era un gourmet y un gran cocinero, me recibía con auténticos banquetes y preparaba un maravilloso couscous, acompañado de vinos argelinos.

En la última visita a Palaiseau antes da su enfermedad, mi compañera y yo participamos de una cena inolvidable. Eramos cinco: nosotros, Henri, Gilberte y su hijo, Jean Salem, ya entonces un filósofo marxista de prestigio internacional. Recuerdo que en esa noche revisamos el mundo. Henri irradiaba energía; amargado con el presente cenizo de la humanidad, habló del futuro con la esperanza de un joven bolchevique.

Repito: Henri Alleg fue un revolucionario y un comunista ejemplar.

Vila Nova de Gaia,18 de julio de 2013

www.odiario.info


Fuente: http://insurgente.org/index.php/2012-04-11-10-03-53/mundo/item/6382-henri-alleg-comunista-y-revolucionario-ejemplar


martes, 16 de julio de 2013

La indetenible economía china



Por Hedelberto López Blanch

Mientras Estados Unidos y algunos países de la Unión Europea se han dedicado en los últimos tiempos a lanzar guerras para tratar de apoderarse de recursos energéticos que garanticen la continuidad del desarrollo económico, China, con una política basada en la paz y el intercambio respetuoso, se expande por el mundo con acuerdos y alianzas en todos los continentes.

Inteligente maniobra del gigante asiático que mientras su Producto Interno Bruto (PIB) ha crecido en forma interrumpida por dos décadas a un promedio de más del 8 %, los países occidentales desarrollados siguen padeciendo crisis y recesiones.

No resulta desatinada la información emitida por el director de Inversiones de UBS Wealth Management en su columna Project Syndicate, cuando aseguró que tomando en consideración las tasas de crecimiento actuales, la economía de China se duplicará en el transcurso de tan solo nueve años, obligando a Occidente a emular sus prácticas económicas.

Hace seis meses, un documento emitido por el Fondo Monetario Internacional (FMI) auguraba que China alcanzaría y superaría el PIB estadounidense y el de la Unión Europea, en su conjunto, en el 2016.

Ahora otra entidad internacional como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) puntualizó que esa nación podría llegar a ser la mayor economía del mundo por encima de Estados Unidos en 2016.

China ha desarrollado en los últimos 20 años una diplomacia cada vez más activa, y ha llegando a espacios geopolíticos donde antes estaba ausente y en los cuales Estados Unidos y los países occidentales ejercían su influencia e intereses. 

Sin inmiscuirse en conflictos armados, empresas de Beijing estan presentes hoy, y con muy buena aceptación, en Irak, Afganistán, Libia y amplían sus convenios e intercambios con Irán donde occidente impone un bloqueo económico y financiero.

Con Moscú, el comercio bilateral alcanzó en 2012 los 90 000 millones de dólares, aumentará a los 100 000 millones en 2015 y a 200 000 millones de dólares en 2020. Recientemente Rusia y China suscribieron unos 30 acuerdos en energía, inversión militar tecnológica y cultura.  

En regiones rusas como el Extremo Oriente y Siberia Oriental las inversiones del país asiático alcanzan los 20 000 millones de dólares anuales. A partir de 2018, según un reciente protocolo firmado en Moscú, Gazprom suministrará 38 000 millones de metros cúbicos de gas al año a la compañía China National Petroleum Corporation (CNPC) cifra que podrá aumentar a 60 000 millones de metros cúbicos.

El intercambio comercial entre China y los países africanos en 2008 fue de 107 000 millones de dólares con lo cual superó a Estados Unidos como primer socio comercial en ese continente, y en 2012 la cifra llegó a 186 000 millones para completar cuatro años consecutivos por encima de Washington.

El gigante asiático ha logrado que en la mayor crisis económica que padece occidente desde 1930, su país se haya convertido en el primer socio comercial de esa región con lo cual ha dejado atónito, además de a Estados Unidos, a las antiguas metrópolis coloniales: Francia, Inglaterra, Bélgica, Italia, España y Portugal.

En África se han establecido más de 2 000 compañías chinas con una inversión total de 14 700 millones de dólares y esa nación ha otorgado más préstamos al continente negro que los entregados por el Fondo Monetario Internacional (FMI). Además, ha cancelado deudas a 32 países africanos con menos desarrollo; ha construido hospitales, escuelas; ofrece ayuda tecnológica y enviado a expertos agrícolas para colaborar con el desarrollo rural.

En América Latina, el llamado antiguo traspatio de Estados Unidos, el empuje de China avanza con rapidez. Según la  Comisión Económica para América Latina (CEPAL) Beijing se podría convertir en 2017 en el mayor socio comercial de la región y desplazar a Washington que ha mantenido por varias décadas ese privilegio.

Una de las causas que ha influido en ese cambio han sido los problemas financieros en Europa y Estados Unidos lo que han permitido a China convertirse en un importante socio para la región al comprar mayores cantidades de materias primas y entregar créditos blandos para obras de infraestructura y de desarrollo.

Ya la nación asiática es el primer socio de Brasil, Perú y Chile, además de ser el segundo para otras naciones como Venezuela, Cuba y Argentina.

Si hace unos meses se insistía en algunos medios financieros y de comunicación que China podría rebajar sus cifras de crecimiento anual, ahora se afirma que continuará toda la presente década con más de un 8 % de aumento, mientras las naciones desarrolladas occidentales no encuentra el camino para salir de la crisis.

El gigante asiático despliega con gran rapidez sus relaciones comerciales y de colaboración por los diversos continentes lo que hace augurar que dentro de pocos años, junto a economías emergentes e importantes como Rusia, India, Sudáfrica y Brasil, logrará marcar el principio del fin de la hegemonía unipolar que existe actualmente en el mundo.