lunes, 16 de abril de 2018

EE.UU en una coyuntura de vida o muerte



Por Enrique Muñoz Gamarra (*)


Para iniciar este apunte necesito recordar el discurso de Joseph Goebbels, ministro de contra información de Hitler, pronunciado el 18 de febrero de 1943 en el Palacio de los Deportes en Berlín cuando la Alemania fascista pasaba por una etapa crítica después de la derrota del 6to Ejército en Stalingrado que luego justamente lo llevó a su quiebra total, por sus sorprendentes semejanzas en cuanto a la agresividad asumida por el grupo de poder de Washington a partir del año 2001, particularmente por su actual representante en la Casa Blanca.

—”¿Quieren ustedes la guerra total? ”
(Clamor: “Sí, sí, sí” – Aplausos)
—”Si fuera necesario, ¿quieren ustedes una guerra más total y más radical que lo que hoy no podríamos ni siquiera imaginar?”
(Clamor: “Sí” Aplausos).
Miles de voces se unen y gritan: “¡Führer ordena, te seguiremos!”
—”Yo les pregunto: …”
Siguen los gritos: ¡Führer ordena, te seguiremos!”
—”Yo les pregunto: ¿Es la confianza de ustedes en el Führer más grande, más fiel e inquebrantable que nunca.  Están ustedes completa y absolutamente listos para seguirlo donde quiera que él vaya y hacer todo lo que sea necesario para llevar la guerra a un victorioso final? ”
(Aplausos)” (1).

Sorprendentemente la tonalidad de aquellas palabras es absolutamente igual a lo escrito por el presidente estadounidense, Donald Trump, el 11 de abril de 2018 a través de su cuenta personal de Twitter, previamente habiendo prometido el 9 de abril de 2018 decidir en un plazo de 24 a 48 horas sobre una respuesta adecuada a las denuncias de un supuesto ataque químico que habría causado decenas de muertos en Duma, en las afueras de la capital siria.

Sus palabras fueron:

“Rusia promete derribar todos y cada uno de los misiles lanzados contra Siria. ¡Prepárate, Rusia, estarán llegando, bonitos, nuevos e inteligentes! ¡No deberías ser socia del Animal Asesino del Gas que mata a su gente y disfruta!” (2).

El presidente de Estados Unidos ha lanzado esta amenaza después de que el embajador ruso en el Líbano, Alexánder Zasypkin, afirmara que todo misil estadounidense lanzado contra territorio sirio será derribado.

También tuvo este mismo sentido sus declaraciones desde Bedminster (Nueva Jersey, EE.UU.) el 8 de agosto de 2017 cuando la RPDC había logrado colocar un artefacto nuclear de hidrógeno en uno de sus misiles balísticos intercontinentales (ICBM), capaz de alcanzar objetivos en territorio estadounidense.
Entonces sus palabras fueron así:

“Más le vale a Corea del Norte no hacer más amenazas a Estados Unidos. Se encontrarán con un fuego y una furia nunca vistos en el mundo. Él ha estado haciendo muchas amenazas, más de lo normal, dijo .en aparente referencia al líder norcoreano, Kim Jong-un, y “se encontrarán con el fuego y la furia y, francamente, un poder de una magnitud tal que nunca se ha visto antes en este mundo”, agregó” (3).

En realidad, los estadounidenses después de su derrota militar en la península coreana por la gran RPDC han estado desesperados por la nueva situación mundial, incluso han anunciado a través de sus propagandistas que han confeccionado tres nuevas estrategias militares que son de seguridad, defensa y estrategia nuclear, filtrando a través de ellas la posibilidad del uso del armamento nuclear nada menos contra Rusia y China en caso de agresión.

Entonces de lo anterior resulta que algo sorprendente estaba ocurriendo en las contradicciones inter-imperialistas, es decir, pugna de intereses entre Estados Unidos, Rusia y China. Y es que, el que estaba amenazando con el uso de este armamento era precisamente aquel que había sido arrojado de la península coreana por la gran RPDC previamente haciéndolo saber que lo iba liquidar con aquel armamento si no retiraba sus numerosos trastes convencionales de sus fronteras marítimas (península coreana).

De lo anterior resulta lo preocupante de la situación mundial. La agresividad estadounidense, que ha perdido la hegemonía mundial, estaba multiplicada con visos ya muy claros del ascenso fascista en su Estado. Aquello ocurre en medio de una fuerte pugna por mercados y zonas de influencia y en una dura carrera armamentística que debe ser analizado ubicándolo en su verdadero contexto histórico.
Veamos esto:

1.- Los hechos siguen corriendo vertiginosamente:

En realidad la actual geopolítica mundial es complicada para las tres superpotencias capitalistas. En las actuales circunstancias deviene, tal vez más que sus ambiciones por mercados, el derecho a su existencia. Aquello proviene del grave riesgo que implica la actual coyuntura que empuja a un importante reajuste capitalista donde unos son desplazados y otros ascienden a nuevos niveles de poder. Es un periodo excepcional que solo ocurre en coyunturas históricas en el que el conflicto entre los grupos de poder mundial es a muerte. Esto en la actualidad es muy grave, sobre todo, entre los grupos monopólicos de Estados Unidos y Rusia. Hay que tomar nota de esto.

La crisis económica es muy fuerte que exige orientaciones precisas y no ambivalentes. La nueva estructura económica capitalista está en proceso aún no está definido. La gran crisis económica sigue batiéndose. Hay que tomar nota de esto.

Las posibilidades de desarrollo de los polos están latentes y consecuentemente pueden emerger nuevas potencias. China está posicionada. Estados Unidos se resiste a su desplazamiento. Rusia ha tenido resultados positivos en su economía a pesar de las sanciones económicas de Estados Unidos. Y Alemania está a la expectativa, trastabillando entre oriente y occidente. La Unión Europea es una potencia económica muy importante. No olvidemos que China, Rusia e India avanzan sobre esta región denominada Eurasia.

Estados Unidos está parapetado a Europa al unísono de la OTAN y al influjo de las costras burocráticas que controlan los estados europeos, pero, que ya se sienten en las columnas vertebrales de sus economías, fuertes vientos de rechazo a los grilletes que por tantos años los mantuvo postrados a los designios estadounidenses.

Aunque en 2001 China tuvo que pagar su derecho de piso aceptando toda clase de imposiciones para lograr su ingreso a la Organización Mundial del Comercio (OMC) incluyendo el despido de más de 10 millones de mano de obra, no podemos olvidar que desde el año 2010, cuando se rompe la alianza estratégica sino-estadounidense en materia de economía, China lo estaba aplastando violentamente, esto es en el curso de la llamada guerra fría que se había iniciado en ese mismo año (2010) con Estados Unidos.

Cuando recientemente Estados Unidos caldeó aún más aquel conflicto imponiendo nuevas tasas arancelarias a las mercancías chinas (acero y aluminio), aquello simplemente devino en una guerra comercial muy desfavorable y letal para este mismo país (Estados Unidos).

Los hechos que ocurrieron el 26 de marzo de 2018, cuando China dio inicio a la emisión de contratos a “futuro” sobre el petróleo denominado en yuanes (petro-yuanes) desde la bolsa internacional de energía de Shanghái, mostraron finalmente que sus perspectivas no eran buenas.

Desde entonces las preocupaciones de Estados Unidos han aumentado estrepitosamente. Para el grupo de poder de Washington está muy clara su precaria perspectiva. Nada es más importante que romper el círculo vicioso en el que está envuelto en la actualidad. Su catástrofe económica y su desplazamiento geopolítico con empantanamiento militar en varias regiones del planeta inflaman su desesperación. Su ansiedad es resolver esto. El grupo de poder de Washington dice: es ahora o nunca. Aunque todo ya está echado en su contra, está jugándose el todo por el todo. Sabe de las consecuencias que se agitan después del 26 de marzo con el asunto de China y los petro-yuanes-oro.

2.- Para el grupo de poder de Washington la actual coyuntura es de inmensa importancia, inaplazable y de vida o muerte: 

Entonces después de aquella fecha (26 de marzo de 2018) su tensionamiento es total. Aquello significa sobrepasar todas las líneas rojas. Los estadounidenses están muy claros que deben forzar la situación, lo que quiere decir, tensionamiento en primer lugar contra Rusia.

El asunto es bajar la moral de Rusia. No hay otra alternativa para Estados Unidos. Es decir el asunto es ejercer una fuerte presión contra este país hasta que capitule, lo que le permitiría avanzar en los niveles geopolíticos.

Entonces el grupo de poder de Washington ha calado esta situación, ha observado la inmensa importancia de la actual coyuntura, al que considera de inaplazable, de vida o muerte, que si no resuelve puede tener graves repercusiones en un futuro inmediato, lo que quiere decir, que no puede quedarse con los brazos cruzados, tiene que actuar forzando la situación, máxime si se trata de evitar una marcha inexorable a su ruina total.

Para Estados Unidos es fundamental la capitulación de Rusia. Es el que tiene armamento estratégico y la base de su empantanamiento militar en regiones como Siria y el Este de Ucrania, que en los hechos hace estremecer su poderío.

3.- Pero todo depende de la firmeza de Rusia y China:

Consecuentemente Estados Unidos va golpear y va tratar de imponerse sobre Rusia. Va tratar de humillarlo públicamente, mostrándolo como un trofeo de guerra. Esto es decisivo para este país.

Si Estados Unidos logra este objetivo, puede abortar todo lo que hasta aquí se ha logrado en materia de geopolítica mundial. Si Rusia permite esto puede perderlo todo. Al contrario para Estados Unidos, puede darle la posibilidad de tranzar con China en mejores condiciones, recuperando mercados y conteniendo su desplome.

Por supuesto esto de hecho complica los nuevos intentos en las alianzas estratégicas (Pakistán e India pueden retrotraerse. Es un peligro).

Consecuentemente la actual coyuntura rebaza hasta cierto punto el asunto de la pugna por mercados, el asunto ahora es de supervivencia, de supervivencia como superpotencias capitalistas.

No olvidemos que Rusia está en un fuerte reposicionamiento económico y geopolítico sobre la base de su armamentística. Al parecer esto ha sido avistado por Estados Unidos. Su derrota en Siria puede conducirlo a una derrota estratégica. Esto esta aun latente. Allí el asunto es cómo expulsar al ejército estadounidense que esta prendido como ladilla sobre el norte de Siria. Y más aun teniendo en cuenta sus enredos con Turquía que en nada ayudan en la solución del asunto sirio. Más bien la complican aún más. Sirven a los objetivos estratégicos de Estados Unidos. ¿Qué sus negocios con los gasoductos turco-rusos? Aquello puede ser paralizado en cualquier momento. No es un asunto totalmente seguro.

Rusia hasta aquí tuvo importantes avances y logros rápidos. Ahora es cuando debe mostrar aquella vitalidad emergida de aquel proceso. De lo contrario su situación se va complicar. Lo que a partir de aquí debe primar en Rusia es su firmeza en Siria y en cualquier otra región (Venezuela, etc.) en el que se involucre. Esto es clave, de lo contrario sus planes futuros se verán afectados seriamente.

El no uso del armamento nuclear, en la que Rusia es el primer poseedor y primera potencia militar del mundo, obliga a este país mostrar en la presente situación mundial, mucho dinamismo y firmeza en su accionar. No tiene otra alternativa.

En este caso, es clave su firme posicionamiento frente a los últimos hechos, por ejemplo, en Siria. No puede darse el lujo de decir: “Rusia advierte a EE.UU. sobre las consecuencias que enfrentaría si hiere a rusos en ataques a Siria”, induciendo así que solo actuarían si los estadounidenses atacasen su base naval en Tartus y su base aérea en Hmeymin. Esto es contraproducente e incluso visos de capitulación, sus defensas deben cubrir todo el territorio sirio, pues, de lo contrario ¿Para qué sirven las alianzas?

Rusia se juega su prestigio si queda inmovilizado tras el hipotético ataque que entre estos días pretende efectuar Estados Unidos contra Siria. Sencillamente el “Putin victorioso” estará en riesgo.

En un artículo anterior advertía, que si Rusia y China no pasaban a la firmeza, iban a ser barridos por Estados Unidos, pues, este país dispone de una enorme cantidad de armamentística convencional y los riesgos iban a saldarse en negativa sobre todo en aquellas regiones donde existiera debilidad estratégica de estos dos países (Rusia y China).

Aunque el uso del armamento nuclear no está en la agenda ni en el de Estados Unidos ni en el de Rusia, aquello no implica que hayan desaparecido. El armamento estratégico debe ser utilizado como corresponde, como instrumento de contención, es decir, mostrando a la luz pública en el momento oportuno exactamente como disuasivo.

Sobre esto hay varios ejemplos. Uno de ellos es lo que sucedió el 5 de marzo de 2014 en Crimea y Sebastopol cuando se mostraron las armas contundentes en los lugares más visibles para los satélites espías estadounidenses. Y en efecto aquella acción condujo a la segunda derrota militar estadounidense. No hay que olvidar esto. Y otro lo que hizo el presidente ruso, Vladimir Putin, el 1 de marzo de 2018. Aquella línea debe continuarse.

Consecuentemente, lo repito una vez más, la fuerza de la enorme carga armamentística convencional estadounidense solo puede ser contenida mostrando debida firmeza. De lo contrario aquello corre riesgo inminente.

Esto no quiere decir que Rusia no tenga suficiente armamentística convencional para frenar cualquier agresión que pueda sobrevenir desde Estados Unidos, Israel, del conjunto de los países del Golfo Pérsico, de los países europeos o de cualquier otro país. Rusia los tiene. No olvidemos que es la primera potencia militar del mundo.

Finalmente aquí como a manera de refrescar la memoria expongo la firmeza del presidente ruso, Vladimir Putin, en la cumbre del G-8 en Enniskillen (Irlanda del Norte) efectuada el 17 y 18 de junio de 2013:

Como se sabe en esa cumbre el presidente, Vladimir Putin, no se dejó intimidar por el resto de líderes de este grupo, enfrentándolos con mucha energía, particularmente, al entonces presidente estadounidense, Barack Obama, al primer ministro británico de aquel momento, David Cameron, y al ex presidente francés, François Hollande. Esto fue corroborada, según Pepe Escobar, por la canciller alemana Ángela Merkel.

Veamos esto:

“Putin dirigiéndose a la mesa: ‘¿Queréis que el presidente Bacher al-Asad renuncie? Mirad a los dirigentes que habéis instalado en Medio Oriente durante lo que habéis bautizado como ‘Primavera Árabe’. Continua: “Queréis que Rusia abandone a Asad y su régimen y apoye a una oposición cuyos líderes no saben nada excepto emitir fatuas declarando quiénes son herejes, y cuyos miembros –que provienen de un montón de países diferentes y tienen múltiples orientaciones– no saben nada excepto masacrar gente y comer carne humana’. Y dirigiéndose especialmente al presidente estadounidense, Barack Obama: ‘Su país envió su ejército a Afganistán en el año 2001 con la excusa de que estáis combatiendo a los talibanes y a la organización al Qaida y otros terroristas fundamentalistas a quienes vuestro gobierno acusó de realizar los ataques del 11 de septiembre en Nueva York y Washington. Y aquí estáis ahora haciendo una alianza con ellos en Siria. Y usted y sus aliados están declarando su deseo de enviarles armas. Y ahí tenéis a Catar donde vosotros (EE.UU.) tenéis vuestra mayor base en la región y donde los talibanes están abriendo una oficina de representación” (4).

Sospecho que algunos compañeros al leer el presente artículo pueden creer que el analista es un filo ruso. En descargo puedo responder indicando que solo es un análisis geopolítico. Una disciplina que a veces obliga a rebajar el análisis.

Y para terminar, advierto que no podemos olvidar lo que significa el periodo especial al que ha ingresado el mundo tras la derrota militar estadounidense el 14 de octubre de 2017 en la península coreana. Y para estar aún más lúcidos, tener en cuenta que este especial periodo corresponde a la tercera fase de la coyuntura histórica.

NOTAS: 

1.- “Discurso de Goebbels declarando la Guerra Total Observar el siguiente enlace:  http://www.exordio.com/1939-1945/Sounds/goebbels-guerra-total.html
2.- “Trump: “Prepárate, Rusia, los misiles llegarán a Siria”. Nota publicada el 11 de abril de 2018, en: Rusia Today.
3.- “Responderé con un furia nunca vistos en el mundo”: Nota publicada el 8 d agosto de 2017, en: http://www.vanguardia.com/mundo/406010-respondere-con-un-fuego-y-una-furia-nunca-vistos-en-el-mundo-trump-a-corea-del-norte
4.- “La ‘Hermandad’ China-EE.UU”. Autor: Pepe Escobar. Nota publicada el 13 de julio de 2013, en: rebelión y Asia Times Online.

viernes, 13 de abril de 2018

El impacto regional de la crisis brasileña



 Por Camilo López Burian
Doctor en ciencia política, Instituto de Ciencia Política, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de la República.

En los últimos tiempos, Brasil ha perdido visibilidad en el mapa internacional. La sexta economía mundial que discutía la gobernanza global, tanto a nivel económico como político, parece estar distraída del mundo y ausente, mientras en el ámbito interno se desata un episodio más de una crisis política que muestra cómo la democracia brasileña se debilita.

La política exterior brasileña, como toda política exterior, está condicionada por factores internacionales y domésticos, y el convulsionado escenario político actual la afecta sin dudas, algo que debería preocupar a toda la región. Henry Kissinger decía que “hacia donde se incline Brasil, se inclinará América Latina”. 

Desde Estados Unidos y Europa occidental, a mediados del siglo XX, el pensamiento dominante en relaciones internacionales sostenía que el sistema internacional era anárquico. Discutiendo esta idea, desde Sudamérica, algunos intelectuales propusieron y proponen pensar un sistema internacional jerárquico –no anárquico– e invitan a concebir la política exterior en clave autonómica, en cuanto condición que permite a los estados formularla e implementarla independientemente del constreñimiento impuesto por agentes más poderosos.

La autonomía como objetivo estratégico de la política exterior ha sido un elemento central y debatido en la historia política brasileña. Sus elites tomaron posiciones diferentes sobre la importancia de tener una política exterior autónoma o no, a la vez que discutieron, en varios momentos, cuáles eran los caminos o tácticas a aplicar para conseguir ese objetivo.

El proceso de integración regional que comenzó a construirse luego de la redemocratización en la región discurrió en paralelo al ascenso brasileño. El liderazgo o potencial liderazgo brasileño en la región es un asunto debatido académica y políticamente. Desde tiempos de Fernando Henrique Cardoso, el país más relevante de la región decidió redefinir los límites de su zona de influencia de forma más precisa. El ámbito sudamericano se transformó en el espacio territorial priorizado, evitando así la disputa con México.

Sobre el liderazgo brasileño existen argumentos diversos. Unos sostienen que por momentos ha logrado liderar la región, otros lo ven como un potencial líder que no logra hacerlo, algunos señalan que no “paga los costos” de su liderazgo y hay quienes lo ven como un líder que no logra tener el reconocimiento como tal de parte de sus vecinos o que se preocupa más por ser un actor global que de liderar su región. Poco importa ahora si logró o no ser líder, lo indiscutible es que es el país más importante en la región.

Su política exterior, tantas veces reconocida por su estabilidad en el tiempo, tuvo un cambio de orientación sustantiva con la llegada del Partido de los Trabajadores (PT) al gobierno y el triunfo de Luiz Inácio Lula da Silva. De 2003 a 2010, con el embajador Celso Amorim como canciller, el gobierno de Lula tuvo como objetivo una política autónoma “activa y altiva”. Con los pies en la región sudamericana y la mirada puesta en el Sur global. Brasil buscó la autonomía mediante una nueva estrategia, a la que algunos académicos llamaron “autonomía por la diversificación”.1 Guiado por la adhesión a los principios y las normas internacionales, y las alianzas Sur-Sur, incluso regionales, el objetivo fue reducir asimetrías globales y buscar el aumento de las capacidades de negociación con los países desarrollados, en el contexto de un mundo multipolar e intentando evitar la autarquía y el aislamiento, tanto de Brasil como de Sudamérica.

Los tiempos de Dilma Rousseff al frente de la presidencia de Brasil estuvieron marcados por una menor priorización de la agenda internacional. Y la asunción de Michel Temer, luego del juicio político a Dilma, conllevó un cambio radical de orientación en muchas de las políticas públicas de Brasil. La política exterior no fue excepción. Con un discurso duro contra la política exterior de los tiempos del PT, acusándola de ideologizada, el gobierno de Temer propuso su “restauración”. El norte volvería a ser el Norte, la economía, el vector central de la política y Brasil debería abandonar su pretensión de discutir la gobernanza internacional. La política exterior autonomista dejaba paso a una restauración que colocó su fundamento en la idea de “pragmatismo”, palabra que sus emisores consideran sinónimo de ausencia de ideología.

Brasil se encuentra hoy en una crisis política interna enorme que afecta su política exterior y que condiciona la de los países sudamericanos. Un presidente con una bajísima aprobación popular y con altísimo rechazo necesita mayorías para mantenerse en el marco de un sistema presidencialista de coalición y para impulsar su agenda contrarreformista (de reformas de signo contrario a las políticas propuestas por el PT a los ciudadanos). El apoyo parlamentario del presidente radica en un grupo de congresistas autodenominado “Centrão”, compuesto por una decena de partidos que comparten posiciones conservadoras y diputados que integran bancadas como la evangélica, la de los grandes empresarios, la que impulsa políticas de seguridad y la ruralista. Los intereses de estos grupos han impactado sobre políticas ambientales, laborales, la política exterior y comercial brasileña, y el posicionamiento de Brasil en foros internacionales donde otrora era reconocido por su liderazgo. Para ilustrar el asunto: en la última década Brasil era reconocido por su liderazgo internacional en la lucha contra el trabajo esclavo. El año pasado, el Ejecutivo, bajo la presión de grupos que apoyan a Temer en el parlamento, modificó controles a empresas que buscaban combatir esta práctica. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) se manifestó en contra por considerarlo un retroceso y finalmente el gobierno de Temer tuvo que volver sobre sus pasos. Otro ejemplo puede verse en cómo los intereses de grupos económicos han afectado las relaciones económicas de Brasil con otros países.2

El gobierno de Temer implicó un cambio muy importante en la orientación de la política exterior de Brasil al eliminar la idea de una política autonómica, activa y altiva. La crisis interna tiene un impacto negativo en el estatus internacional brasileño, a la vez que el Estado no mantiene una política activa en el ámbito multilateral y ve afectada su capacidad de liderar los procesos regionales y la agenda negociadora externa mercosuriana.

Líder o no, este es un momento malo para que Brasil se proyecte en la región y a nivel global. Y esta es una mala noticia para nosotros y para nuestra región. Pero evaluar este cambio única o centralmente en clave económico-comercial es un error analítico y estratégico. El momento político pone en juego la calidad de la democracia brasileña y sus instituciones. Esperemos que los actores políticos brasileños estén a la altura de los acontecimientos para salvaguardarlas. Y esperemos que desde Uruguay discutamos este asunto preocupados por la economía, pero también por la política, las instituciones y la democracia en Brasil.
  1. Véase Tullo Vigevani y Gabriel Cepaluni (2007). “A política externa de Lula da Silva: a estratégia da autonomia pela diversificação”. Contexto Internacional, 29(2), páginas 273-335.
  2. Sobre el caso de las relaciones económicas entre Brasil y Uruguay, véase “Temer y los lobbies feroces”, Brecha, 20-X-17.

martes, 10 de abril de 2018

EE.UU.- Las prioridades de Trump


GRUPO EL HERALDO 

Dr. Néstor García Iturbe

10 de abril del 2018

Para tratar de entender en algo las acciones que el presidente Donald Trump realiza casi a diario, es importante tener una idea de cuáles son sus prioridades, pues regularmente, las acciones que un país realiza como parte de su política exterior, están vinculadas a las situaciones interna que el mismo intenta resolver.

En mi criterio, la principal prioridad de Trump radica en las elecciones que se efectuarán en noviembre del 2018.

Trump aspira a mantener la mayoría en el Senado y en la Cámara de Representantes, pero con una composición distinta a la que estos cuerpos tienen en la actualidad, con el fin de tratar de sacar de los mismos a los republicanos que no están de acuerdo con su política y que han sido los principales culpables de que varias de las legislaciones presentadas por el presidente no fueran aprobadas, o sufrieran serias modificaciones para lograr su aprobación. Trump quiere una mayoría totalmente incondicional que le permita seguir adelante con sus planes.

La tarea de Trump no es fácil, pues muchos Congresistas, de sólida base de apoyo dentro del partido, con un largo historial y prestigio, han planteado que no se presentarán en las próximas elecciones, muchos de ellos por discrepar de las ideas del presidente, por lo que Trump tendrá que encontrar alguien que aspire, pero con posibilidades de triunfo distintas a las de un político tradicional que ha estado en el Congreso durante años.  Esto fortalece las aspiraciones el partido demócrata, que tendrá un contrincante más débil en ese Estado.

De acuerdo con lo expresado, suman cuatro los Senadores republicanos que han decidido retirarse de la contienda electoral. En cuanto  los republicanos miembros de la Cámara de Representantes, la cifra es mayor, pues totalizan cerca de veinticuatro. Debe tomarse en consideración que un número de Senadores no necesitan reelegirse hasta el 2020,  así que aún pueden quedar en el Congreso  voces disidentes con Trump.

Algunos de los Congresistas que han declarado no aspirarán representan Estados importantes, por lo que sus acciones pudieran también reflejarse en las elecciones del 2020 donde Trump seguramente aspira a ser reelegido. Dentro de los Congresistas que hasta este momento han planteado no continuar en sus cargos, están: los Senadores republicanos  Bob Corker, de Tennessee y Jeff Flake de Arizona, ambos críticos de Trump, a lo que podemos agregar a Lindser Graham, cuyo cargo no se discutirá en las próximas elecciones, pero que también se ha distinguido por no coincidir con las ideas el presidente.

Entre los republicanos  miembros de la Cámara de Representantes, podemos mencionar a Ryan Costello, de Pennsylvania que atribuyó su decisión a la frustración que Trump había creado en él. Otro del mismo Estado, Charlie Dent planeó que la política de la administración era desestabilizadora. El estado de Pennsylvania es importante en las elecciones.

Siempre quedarán en el Congreso, dentro del partido republicano, voces que se opongan a las ideas de Trump, como la del representante Trey Gowdy, de Carolina del Sur, Presidente del Comité para la Supervisión y Reforma del Gobierno, cuyos comentarios hacia Trump no han sido favorables.

El Senador republicano Rand Paul de Kentucky declaró su oposición al nombramiento de Gina Haspel como Director de la Agencia Central de Inteligencia, a lo que se sumó , en este caso un demócrata, John Turner de Dakota del Sur, el que dijo la discusión de este caso llevaría mucho tiempo, en resumen, para no llegar a resultado alguno. Otro que plantea se involucrará en el asunto es el Senador republicano John McCain, de Arizona quien ha planteado preguntará a Haspel sobre su vinculación en los métodos de tortura desarrollados durante la administración Bush.

Estos ejemplos nos permiten definir que en realidad las elecciones de noviembre del 2018 tienen que ser una prioridad para Trump, sobre lo cual está trabajando, pues el está consciente del asunto y la necesidad de resolverlo para continuar son sus planes y garantizar la reelección del 2020 si todo le resulta favorable.

Trump ha logrado mantener el desempleo en el 4,1 por ciento, algo beneficioso para sus aspiraciones. Dentro de esto también ha disminuido el desempleo entre los ciudadanos de la raza negra, que de cerca del 14 por ciento, se encuentra en el 6,9  y algunos de sus planes como el relacionado con la superestructura y la continuación del muro, deben proporcionar un buen número de empleos, algunos como el muro, a latinos.

Las inversiones que algunas empresas, principalmente automovilísticas, tenían planificadas en México, debido a las tarifas que Trump anunció para los autos, se comenzaron  realizar en Estados Unidos, incluyendo una fábrica de la Toyota que fue anunciada radicaría en  Alabama, estado que no tiene tradición en la fabricación de automóviles, pero que tiene un  alto desempleo de ciudadanos de la raza negra.

Trump está asegurando un factor importante según los politólogos estadounidenses, si hay empleo, dinero y buena vida, no importa lo que sucede en el exterior.  Eso es parte de la filosofía de la mayoría del pueblo estadounidense. Siempre habrán grupos de izquierda que protesten, personas honestas que no estén de acurdo con la guerra y otros desmanes del gobierno, pero el sistema prevalece sobre ellos.

La situación de las elecciones se complica con la imposición de tarifas a China y la guerra comercial que esto ha originado.  Inicialmente la administración Trump anuncio la imposición de tarifas por 50 billones de dólares a los productos chinos y ante la respuesta China imponiendo tarifas por ese mismo importe, Estados Unidos subió la parada hasta 100 billones.

Esta situación afecta productores de frijol de soya y carne de puerco de Minnesota, Indiana, North Dakota y Missouri. También a los productores de maíz de Nebraska, Minnesota a Indiana, al igual que productores de carne de res de Nebraska, Missouri, Wisconsin, Montana, Minnesota, la Florida y los de trigo de Montana.

Los demócratas consideran que pueden aprovechar esta situación para las próximas elecciones, entre ellos se encuentran ClaireMcCaskill de Missouri, Tammy Baldwin de Wisconsin, Joe Donnelly de Indiana, John Tester de Montana, Bill Nelson de la Florida y Heidi Heirkamp de North Dakota, todos ellos aspirando en Estados que fueron ganados por Trump en las elecciones pasadas y donde el efecto de las tarifas pudiera cambiar el voto de una buena parte de la población, esto se calcula también afectaría las aspiraciones del senador republicano por Nebraska Deb Fisher.

La famosa guerra económica requiere un análisis particular, además de este  preliminar que hemos realizado, de cómo la misma puede afectar las elecciones en distintos Estados de la Unión. Trump puede estar utilizando sus habilidades como comerciante en el desarrollo de los acontecimientos, con el fin de llegar finalmente a un arreglo que resulte beneficioso para Estados Unidos, pero lo que piense hacer, debe hacerlo lo antes posible, con el fin de que este asunto influya lo menos posible en el resultado de las elecciones de noviembre.

El sabe que no está en las mejores condiciones para noviembre y que el resultado del escrutinio pudiera tener efectos negativos para sus planes futuros.