lunes, 16 de octubre de 2017

El orden liberal está preñado de falacias

Última jornada del III Conferencia de Estudios Estratégicos


Por Hassan Pérez Casabona⃰

Última jornada del III Conferencia de Estudios Estratégicos

El cierre de la III Conferencia de Estudios Estratégicos: “Transición hacia un nuevo orden internacional: desafíos, amenazas y oportunidades” -convocada por el Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI) y que acogió en su sede el Instituto Superior de Relaciones Internacionales “Raúl Roa García” (ISRI)- sirvió para  proseguir con el examen descarnado sobre las problemáticas contemporáneas, tomando como vórtice el arsenal que emerge de los enfoques marxistas y del pensamiento crítico emancipatorio en general.

En realidad hay que felicitar a los organizadores, pues concibieron una agenda de trabajo que en todo momento garantizó la presentación de ponencias y el desarrollo de debates de alta calidad, en los cuales se enrolaron prestigiosos académicos de casi una treintena de naciones. A ello se añade (valor que incrementó los horizontes del encuentro) la participación de la mayoría de los estudiantes del ISRI, a quienes corresponderá en los próximos años la extraordinaria misión de continuar multiplicando el enorme prestigio de la política exterior de la Revolución Cubana, cimentada sobre la base de una ejecutoria ejemplar a lo largo de décadas y apegada a principios inviolables.

Entre las numerosas temáticas que movilizaron al auditorio –imposible de reseñar cada una de ellas en breves líneas- estuvo la del Dr. José Luis Rodríguez García, asesor del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial (CIEM), titulada: “Escenarios de la economía internacional a mediano plazo: Impactos previsibles para Cuba”. En sus palabras el destacado investigador alertó que: “En el año 2030 se calcula una población en todo el orbe de alrededor de 8500 millones de habitantes, lo cual supondría un incremento de un 30 % de agua, un 40 % de energía y un 50 % de alimentos con respecto a los volúmenes actuales. Esas cifras evidencian los complejos desafíos para la propia existencia de la especie humana. Hay que considerar con mucha fuerza, asimismo, los efectos del cambio climático, las modificaciones en las dinámicas sociopolíticas internas de los países y las relacionadas con los ejes de poder a escala planetaria”.

En su documentada exposición abordó el agotamiento del modelo capitalista. “Solo si mencionáramos los derivados financieros comprobaríamos que por esta vía se generan 1200 billones de dólares, veinte veces el Producto Interno Bruto (PIB) mundial, una de las tantas expresiones de ese orden caótico. Por otro lado, hay una reducción de la hegemonía de Estados Unidos, lo cual no quiere decir que se renuncie a utilizar el poderío militar como instrumento de primer orden para la resolución de las tensiones. El año anterior estallaron 51 conflictos, al tiempo que los ritmos de crecimiento globales disminuyeron del 4 a un 2 por ciento. Para que se tenga una idea de la profundidad en el cambio de los escenarios futuros, la República Popular China pasará de poseer un 7 % dentro del PIB mundial a un 25 % en poco más de diez años, mientras EE.UU., descenderá del 27 al 19 por ciento”, precisó.
Última jornada del III Conferencia de Estudios Estratégicos
Última jornada del III Conferencia de Estudios Estratégicos
Con relación a Cuba, significó el descomunal esfuerzo que se realiza de forma cotidiana para garantizar el sostenimiento de nuestras principales conquistas, en medio de un panorama foráneo verdaderamente desolador. “Tenemos una economía abierta y ello es una condición que no puede ignorarse en ninguna valoración. Entre el 2009 y el 2016 la tasa de crecimiento fue de 2,3 %, si bien nos propusimos un 4 por ciento. Hubo sectores en los últimos años de especial relieve como el turismo el cual, entre el 2015 y el primer semestre del 2017, creció un 35 por ciento”.

De igual manera elogió que: “Hemos honrado los compromisos contraídos en cuanto al pago de deudas y ello, además de acrecentar el prestigio del país, permite que se reactiven mecanismos de financiamientos a corto, mediano y largo plazos, imprescindibles para el desarrollo de la nación en diversos frentes, entre ellos el de infraestructura”. Rodríguez García remarcó que: “Para que crezca el 1 %  el PIB nacional las importaciones deben crecer alrededor del 3 por ciento. En esta línea es útil ganar en claridad también sobre las inversiones extranjeras, estimadas sobre 2000 millones anuales, como vía de garantizar nuestros objetivos estratégicos”, aseveró.

Todo imperio es víctima de sus propias contradicciones

Uno de los paneles que abordó cuestiones concernientes al centro de poder imperial fue el que tuvo como tópico: “Estados Unidos, política interna y exterior en la administración Trump”, bajo la conducción del DR. Raúl Rodríguez Rodríguez, director del Centro de Estudios Hemisféricos y sobre Estados Unidos (CEHSEU) de la Universidad de La Habana. En el mismo se presentaron las ponencias “Algunas consideraciones sobre la proyección de la política interna y exterior de la Administración de Donald Trump”, de la Dra. Soraya Castro Mariño, del CIPI; “Los territorios de la guerra”, de la Dra. Ana Esther Ceceña, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); “Donald Trump y la crisis del imperio estadounidense”, del Dr. Carlos Alzugaray Treto, de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) y la política exterior del gobierno de Estados Unidos y el Derecho Internacional bajo la presidencia de Donald Trump: Un enfoque de sus posibles proyecciones”, del MSc. Harold Bertot Triana, del CEHSEU.

En su trabajo Alzugaray Treto -vinculado a las cuestiones internacionales como diplomático, profesor y analista durante más de cincuenta años- reflexionó sobre varios aspectos, entre ellos las ideas planteadas por Paul Kennedy acerca del “sobredimensionamiento imperial” en su libro Auge y caída de las grandes potencias, catalogado por los expertos como un clásico en la materia.

“Considero que todo imperio es víctima de sus propias contradicciones y eso, invariablemente, los hace caer. Ello no niega que, una vez han desaparecido, dejen huellas surgidas de la amargura y la prepotencia en disímiles facetas”, a lo que añadió: “Estados Unidos está profundamente dividido por sus desigualdades, incluyendo que la clase media se ha ido destruyendo. Es en este contexto que Trump vuelve a la exaltación del excepcionalismo norteamericano y de retomar su codiciado status de number one en la palestra internacional”.

Recordó que uno de los grandes periodistas estadounidenses, Walter Ligman, escribió un texto donde explica la necesidad de un coherencia entre los objetivos y capacidades de una nación, a la hora de llevar adelante sus aspiraciones en política exterior. De no existir una correspondencia entre esas dos cuestiones entonces se produciría lo que Paul Kennedy llamó la “brecha de Ligman”.  “Esta herramienta metodológica es clave, dijo, para hacer una disección con profundidad sobre el momento histórico por el que atraviesan los Estados Unidos”.

Aclaró que: “El orden liberal está preñado de falacias y mentiras. Se trata de una construcción ideal que en verdad nunca existió, mediante la cual se nos impuso un patrón de análisis que desafortunadamente caló hondo en el imaginario popular global”.

En el cierre de su intervención explicó que: “Los partidos políticos estadounidenses llevan tiempo haciéndose inoperantes, si bien ha sido imposible cambiarlos o que desaparezcan. Sigue siendo aquel un sistema marcado por el bipartidismo asociado con republicanos y demócratas. Trump, más allá de las singularidades, es parte de un sistema. Estoy de acuerdo con la idea de Sussan Streight de que los cuatro tablearos donde se juega el orden mundial es en el de la producción, las finanzas, la seguridad y el componente militar, y la comunicación. Estados Unidos sabe que su fuerza hoy no es la que emanó luego de la II Guerra Mundial en ninguno de estos campos, aunque mantenga la posición de vanguardia”, finalizó.

Ceceña, por su parte, trajo ante el público numerosas imágenes y mapas que ponen al descubierto, “Las fechorías y transgresiones que se ejecutan a partir de lo que se denomina como ´brecha crítica´, tomando en cuenta los recursos naturales presentes en las distintas zonas del planeta y las apetencias imperiales que no cesan”.

En una pormenorizada caracterización sobre varias de las figuras que en realidad ejercen un papel preponderante en la administración Trump, subrayó “la procedencia militar de varios de ellos y su participación en diferentes tareas en estructuras como el Comando en Asia Central, donde ensayaron procedimientos y conductas que quieren instaurar a escala global. Es el caso de Michael Flyyn, Asesor de Seguridad Nacional quien tuvo que renunciar apenas el 13 de febrero, a partir, en el plano formal, de sus conversaciones con el embajador ruso en Washington y mentir sobre ello al vicepresidente Mike Pence (es una madeja en realidad mucho más compleja); John Kelly, al frente primero del departamento de Seguridad Interna y desde el 31 de julio Jefe de Gabinete de la Casa Blanca; de Kirsten Nielsen, quien acaba de ser nombrada en la vacante abierta por Kelly en el Homeland Security,
Última jornada de la la III Conferencia de Estudios Estratégicos
Última jornada de la la III Conferencia de Estudios Estratégicos
y de Herbert Raymond McMaster, el cual sustituyó a Flyyn como Asesor de Seguridad Nacional”.

En sus palabras, Ceceña llamó la atención sobre otras figuras que, “si bien a las sombras tienen un poder enorme como Eric Prince, fundador y director de Blackwater; Jared Kusnher, Consejero Superior de Trump (está casado con su hija Ivanka) y Stephen A. Feinberg, presidente de Dyncorp y consejero extraoficial del mandatario estadounidense. No podemos perder de vista las decisiones que adoptan, por el peligro potencial que ellas entrañan, máxime cuando el modus operandi es que no salgan a la luz sus maquinaciones”, espetó.

El panel “Geoestrategia y polos de poder regional y global”, moderado por el MSc. Santiago Espinosa Bejerano, incluyó los trabajos: “Las relaciones India-Estados Unidos: historia, actualidad e implicaciones para el contexto regional asiático”, del Lic. Manuel Alejandro Guerrero Cruz; “La política exterior de Irán. Retos y perspectivas”, de la MSc. Gisselle García Dorén; “La Política de Rebalance hacia la región Asia Pacífico y la era Trump”, del Embajador Pedro Monzón Barata, todos ellos del CIPI; “La política hacia la inmigración en el contexto de la Administración Trump: actualidad y desafíos”, del Dr. Antonio Aja Díaz, director del Centro de Estudios Demográficos (CEDEM) de la Universidad de La Habana y de la MSc. María Ofelia Rodríguez Soriano, de la propia institución, y “Factores en la política de Trump hacia América Latina: retos y oportunidades”, escrita por quien suscribe estas líneas en coautoría con el Dr. Luis René Fernández Tabío, del CEHSEU:

García Dorén expresó: “El gobierno iraní reconoce sus  capacidades como potencia media a escala mundial, con un creciente protagonismo. Se distingue por el desarrollo de una política exterior activa, favorecida por el acelerado proceso de multipolarización económica y política del sistema internacional por parte de las potencias emergentes (como es el caso de los países que integran el grupo BRICS). Entre las principales estrategias desarrolladas por la República Islámica de Irán para la esfera económica está el incremento de la concertación con los países exportadores de petróleo (integrantes de la OPEP y no OPEP), la diversificación de las inversiones en el sector energético y los constantes pronunciamientos en contra de la corrupción. En el ámbito político diplomático se evidencia un aumento en las visitas de alto nivel, con ciertas prioridades, particularmente con Siria y figuras políticas aliadas de la región”.

Sobre el tema nuclear -en un entorno donde el presidente Trump planteó que el acuerdo suscrito por el presidente Barack Obama con el gobierno iraní fue de los “peores arreglos firmados jamás por EE.UU.”- la joven especialista dijo que: “El cumplimiento del proceso de implementación del Plan Integral de Acción Conjunta, firmado por el G5+1 el 14 de julio de 2015, constituye la principal incertidumbre estratégica para la política exterior iraní en el corto plazo. El gobierno persa mantiene su interés en avanzar desde el entendimiento diplomático y continuar desarrollando  el programa nuclear con fines pacíficos. La administración Trump lleva el tema en una escala en la que se distingue un endurecimiento de la retórica y el predominio de una línea dura por parte de las principales figuras vinculadas al ámbito militar estadounidense. La voluntad política del resto de los países firmantes del acuerdo será determinante para que el proceso no retroceda o llegue a los niveles de tensión entre Estados Unidos e Irán alcanzados durante la administración de George W. Bush”.

En sus conclusiones manifestó: “Irán intentará enfrentar a las amenazas externas y abrirse espacios económicos, comerciales y de cooperación en distintas regiones del mundo que le permitan contrarrestar los efectos negativos de las acciones de los polos de poder imperialistas”.

Hay que construir la unidad entre los sectores que no se resignan a la dominación imperialista

Los autores de la ponencia: “Factores en la política de Trump hacia América Latina…”, expresamos como conclusiones preliminares que: “Es en extremo difícil -dado los problemas apuntados, el alto grado de incertidumbre y contradicciones del que es portador la administración de Donald Trump- poder identificar cual es el vector resultante de política exterior hacia la región, ni mucho menos sobre los asuntos particulares y países que han recibido mayor atención y acciones específicas que se puedan valorar. Más allá de los cambios anunciados, y las consecuencias de sus aplicaciones prácticas, en la medida que ello suceda, la oposición de fuerzas políticas internas, las condiciones estructurales de las relaciones, y la permanencia de actores a escala regional y mundial que no se subordinan a sus intereses y dictados, hace pensar en una tendencia a la continuidad de las relaciones interamericanas, si bien erosionados varios de sus presupuestos tradicionales. En la práctica existe una política exterior activa para cada uno de los países y subregiones, en correspondencia con los intereses y desafíos identificados para su sistema de dominación regional. No se descarta el empleo de múltiples instrumentos y entre ellos la creciente manipulación mediática.  Se espera una inclinación mayor al empleo de la fuerza”.

De igual manera consignamos que: “La aplicación de políticas de orientación neoliberal por los gobiernos de derecha, incrementará a todas las luces las protestas de los más variados sectores y ocasionará situaciones de creciente inestabilidad. Las posturas intervencionistas de Trump, expresadas de un modo muy claro, crearán oportunidades a los movimientos de izquierda, progresistas y antiimperialistas para retomar la ofensiva y desplazar del gobierno a las oligarquías pro yanquis.  No será un camino fácil, pero es necesario precisar que si se construye la unidad entre los sectores que no se resignan a la dominación imperialista, es factible avanzar en las experiencias que encontraron nuevos bríos, a partir de la llegada del inolvidable Comandante Hugo Chávez al Palacio de Miraflores, el 2 de febrero de 1999 y del pensamiento de figuras extraordinarias como Fidel y el Che”.

El panel: “La nueva correlación de fuerzas en los Estados Unidos”, el cual fue coordinado por el Dr. Luis Suárez Salazar, de la UNEAC, incorporó las presentaciones: “Donald Trump y el ascenso de la derecha estadounidense: Crisis del liberalismo, caos sistémico e impactos sobre el orden internacional”, del Dr. Carlos Eduardo Martins, de la Universidad Federal de Río de Janeiro; “Continuada decadencia en materia de Ciencia- Tecnología-Innovación. Retos y oportunidades para América Latina y el Caribe”, del Dr. Fabio Grobart Sunshine, del Centro de Investigaciones de la Economía Internacional (CIEI), de la Universidad de La Habana; “Relaciones EE.UU.-Rusia y el regreso de la confrontación: retos y oportunidades”, del MSc. Santiago Pérez Benítez, subdirector del CIPI; “Trump en su laberinto”, del Dr. Marco A. Gandasegui, de la Universidad de Panamá y “Estados Unidos y la nueva correlación de fuerzas político-ideológicas: la dimensión interna”, del Dr. Jorge Hernández Martínez, del CEHSEU”.

El foro: “Desafíos de los movimientos sociales y fuerzas políticas progresistas y de izquierda, frente a la ofensiva de la derecha internacional”, con Orietta Hernández Bermúdez, del CIPI, concentró los trabajos: “Una pedagogía muy otra ante la pedagogía de la pertinencia actual. Tejiendo con el Che ese nuevo andar”, de Samuel Cielo Canales, de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México; “La derecha radical y populista en la Europa Occidental: análisis de su discurso político”, del MSc. Ángel Rodríguez Soler, del CIPI; “La izquierda en el Líbano: su lucha y desafíos”, del MSc. Sultan Saleem Hamade, doctorante libanés de la Universidad de La Habana, y “República Democrática del Congo (RDC): conflicto y desafíos del gobierno de Joseph Kabila”, de la MSc. Yanelexy Soto Soler, del CEHSEU.

En su trabajo Soto Soler afirmó: “Existen pocas probabilidades de que se puedan realizar los comicios en diciembre de este año, tal como se había previsto, por lo que el gobierno de Joseph Kabila tiene numerosos desafíos para evitar que nuevas regiones  se sumen a las ya tradicionales  provincias con focos de conflicto y hacer del mantenimiento de la paz uno de sus ejes centrales como gobierno. Esto debería combinarse, además, con el fortalecimiento de las instituciones que han sido fruto de conversaciones, diálogos y procesos electorales y no dejar espacio a la corrupción entre los miembros del gobierno y de las fuerzas armadas, la aceptación del carácter multiétnico del país a través de la implementación de políticas que garanticen a todas las etnias y grupos sociales, por igual, el acceso a los abundantes recursos con cuenta la RDC, así como su participación  en el sistema político congoleño. La inestabilidad política, como resultado de las guerras y conflictos, así como la carencia de una verdadera plataforma de oposición que se interese por una concepción no patrimonial, nepotista y clientelista del poder, hacen muy difícil alcanzar la paz y a la vez han alejado a la República Democrática del Congo de un desarrollo económico y social sin las grandes ataduras a las potencias occidentales y a las poderosas instituciones financieras que ella controlan, pese a la abundancia de recursos que tiene para emprender este camino”.

Cuba jamás perdió la compostura
El viceministro de Relaciones Exteriores Rogelio Sierra Díaz hizo las conclusiones
El viceministro de Relaciones Exteriores Rogelio Sierra Díaz hizo las conclusiones
En otra de las sesiones de la mesa “Geoestrategia y polos de poder…”, dirigido en esta ocasión por el MSc. Santiago Pérez Benítez, subdirector del CIPI, se sumaron los trabajos: “La relaciones Cuba-UE: principales tendencias e impactos del ejecutivo Trump”, del MSc. Raynier Pellón Azopardo, del CIPI; “La renovada relación Unión Europea-Cuba: una mirada desde el Parlamento Europeo”, de Elvira Isabel Hernández Toledo, del Parlamento Europeo- Izquierda Unitaria Europea, España; “El Congreso en la conformación de la política exterior de Estados Unidos. El caso Cuba después del 17D”, de la MSc. Dalia González Delgado, del CEHSEU y “El Memorando Trump sobre Cuba: inviabilidad de una política fracasada”, escrito por el autor de este trabajo de conjunto con el Dr. Luis René Fernández Tabío.

En dicha ponencia expresamos que: “La regresión en cuanto al tratamiento a Cuba a partir de interpretaciones ideológicas e intervencionistas, que acrecientan las sanciones económicas y las acusaciones infundadas, es una vuelta a las etapas opacas llevadas a cabo por la Casa Blanca. La resultante no puede ser otra que el fracaso, en la medida en que esas decisiones no tienen sustento en la realidad objetiva,  y los procesos en curso en Cuba, Estados Unidos, la región y el mundo. Es oportuno apuntar que los sectores retrógrados que se oponen al avance, de manera previsible no escatimarán esfuerzos y pretextos (sobre ello alertó desde el propio 17 de diciembre el General de Ejército Raúl Castro Ruz) para que la comunicación establecida entre ambos gobiernos implosione. En esta línea debe interpretarse (parece una narración traída por los pelos, e inspirada en un libreto hollywoodesco salido de las etapas más álgidas de la confrontación durante la guerra fría) las supuestas afectaciones a un grupo de diplomáticos estadounidense y su familiares en La Habana, caso en el que no se presentan pruebas y los especialistas coinciden en lo “rocambolesco” del guión escogido. No en balde Marcos Rubio exigió de inmediato el cierre de la legación diplomática en nuestra capital, a todas luces el verdadero objetivo de esas agrupaciones y figuras minoritarias, el cual no pudieron obtener (con independencia de que también se lo exigieron al mandatario) en el Memorándum del 16 de junio”.

A lo que añadimos: “El anuncio del secretario de Estado Rex Tillerson el pasado 29 de septiembre, en el que informó sobre la disminución del personal estadounidense acreditado en La Habana -apenas tres días más tarde de sostener un encuentro con su homólogo cubano- representa no solo una “decisión precipitada”, sino una concesión a esos sectores que desprecian el diálogo como única fórmula viable para allanar el conflicto histórico entre ambas naciones. (…) En realidad este proceder de la actual administración –empeñada hasta la saciedad por presentarse como un ejecutivo original capaz de obtener los mejores dividendos en todas las esferas- no es en modo alguno novedoso. La decisión adoptada, por el contrario, reproduce un patrón en el comportamiento político estadounidense: el uso del pretexto en su doble condición de legitimar, tanto en el plano interno como a escala foránea, la ulterior respuesta gubernamental, más allá de que el “detonante” escogido para llevar a vías de hecho sus pretensiones carezca de veracidad”.

En el epílogo del artículo incluimos que: “La actual coyuntura regresiva representada por la política de Donald Trump hacia Cuba no debe establecerse como tendencia a largo plazo. Ella no responde a los objetivos y motivaciones generales de Estados Unidos, ni a sus intereses económicos ni a su seguridad nacional, que son los factores esenciales en la formación de su política exterior. Ni siquiera encuentra respaldo en los temas principales detrás del lema nacionalista de Trump “America First”; resaltando además que: “Es más, en una demostración de la estatura política de los dirigentes antillanos, se señaló más de una vez que el mandatario estadounidense ha sido mal asesorado, lo que sin dudas establece una puerta abierta para la comunicación directa, y coloca sobre el tapete la capacidad desde este lado para ventilar cualquier asunto. Dicho de otra manera, algo de lo que se han hecho eco decenas de expertos, Cuba ni perdió la compostura ni dejó de propiciar un ambiente para que la diplomacia prosiga desempeñado el rol que asumió  en la última etapa de Obama. Esa manera de proceder demuestra potencia, capacidad de resolución y entereza en el sendero escogido, al tiempo que reconoce la necesidad del diálogo como sendero para ascender a nuevos escalones, en la construcción de la denominada ´convivencia civilizada´”.

Como parte del evento se presentó el libro: “Estados Unidos y la nueva correlación de fuerzas internacional” (Buenos Aires, Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales –CLACSO-, marzo del 2016) perteneciente al Grupo de Trabajo de Estados Unidos de esa institución que festeja su cincuenta aniversario; así como las revistas “Cuadernos de Estudios Estratégicos” y “Cuadernos de Nuestra América”, del CIPI y “Revista Electrónica CariCen. Análisis y debate sobre el Caribe y Centroamérica”, del Centro de Estudios Latinoamericanos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM.

En las conclusiones de esta III Conferencia de Estudios Estratégicos, el viceministro de Relaciones Exteriores Rogelio Sierra Díaz destacó la importancia de los exámenes desarrollados durante los tres días, aportando elementos de gran importancia para entender los desafíos actuales y, sobre todo, construir un orden internacional diferente.  El vicecanciller hizo un recuento de los hitos fundamentales de la política exterior de la Revolución Cubana, diseñada para llevar adelante la heroicidad de nuestro pueblo y defender las causas justas de cualquier latitud, y cuyo paradigma principal es el pensamiento del Comandante en Jefe. “Estamos seguros que otro mundo mejor es posible, y para ello necesitamos de la teoría y el análisis riguroso y comprometido del cual se ha hecho gala en estas jornadas”, concluyó.

Licenciado en Historia; Máster en Seguridad y Defensa Nacional y Profesor Auxiliar del Centro de Estudios Hemisféricos y sobre Estados Unidos (CEHSEU) de la Universidad de La Habana.

domingo, 15 de octubre de 2017

Cuba-EE.UU. ¿Por qué confiar en nuestro enemigo?



nestor.jpegPor Dr. Néstor García Iturbe

Desde que triunfó la gesta insurreccional contra Batista, principal representante de los intereses estadounidenses en Cuba, la Revolución Cubana se convirtió en un enemigo de Estados Unidos.

Durante estos más de cincuenta y cinco años, el gobierno estadounidense y sus agencias de espionaje, se han dedicado a utilizar la mentira entre sus artimañas para tratar de perjudicar a Cuba.

Los juicios que se realizaron a los asesinos al servicio de Batista, plantearon que no tenían todas la garantías legales necesarias. Inventaron la Operación Peter Pan, para intimidar a padres que creyeron el estado cubano les quitaría la patria potestad de sus hijos.  Cuando iniciaron la invasión a Playa Girón, en el propio escenario de Naciones Unidas mostraron aviones estadounidenses que bombardearon distintos lugares del país, como si hubieran sido aviones cubanos. Han construido historias falsas relacionadas con las muertes de Camilo y el Che., tergiversando la historia real y tratando de restar mérito a esos compañeros.

Han planteado que los cubanos en Vietnam torturaban a los prisioneros estadounidenses. Sobre Angola y otros países africanos donde las tropas cubanas estuvieron luchando por la independencia de los mismos, construyeron historias terribles de violaciones, torturas y asesinatos. En distintas oportunidades han planteado situaciones en Cuba que no son ciertas, sobre todo para tratar de erosionar el prestigio de nuestros dirigentes.

Siempre recuerdo aquella frase de Fidel:

“Nos cazaron con la mentira y nos obligaron a vivir con ella
Y a veces nos parece que el mundo se hunde cuando nos dicen la verdad,
Como si no valiera la pena que el mundo se hundiera,
Antes de vivir en la mentira.”

Nuestros enemigos son especialistas en mentiras, por eso no debemos confiar en ellos. Las mentiras que inventan tienen sus objetivos y en todos los casos es el de perjudicar a la Revolución Cubana.

¿Por qué tenemos que confiar en ellos?

En estos días fabricaron otra mentira,  según informaron, un grupo de diplomáticos estacionados en La Habana y sus familiares, han presentado afecciones auditivas.

Muy bien, lo primero que debían haber hecho era presentar al gobierno de Cuba esas personas, con el fin de  que fueran examinadas por nuestros especialistas, para tener nosotros la seguridad de que el planteamiento realizado no es otro engaño de Estado Unidos. 

Eso no afecta en lo más mínimo la inmunidad diplomática de los que según ellos presentan esas afecciones, pero es bastante significativo, que en vez de buscar la causa en el lugar donde ellos dicen se originó el problema, envíen el personal a ser examinado a otro lugar.

También es interesante que solamente se encuentre afectado un pequeño grupo de las personas que en la Habana representan los intereses de Estados Unidos ¿Y el resto del personal, por qué no ha sido afectado?

Considero que esto es una nueva mentira de Estados Unidos, sus agencias de espionaje y sus lacayos para crear histeria y desconfianza en las relaciones entre ambos países.  Recuerden que fue Marco Rubio de los primeros en propagar la noticia del “rayo misterioso”.

“En Estados Unidos no podemos confiar ni un tantito así”      CHE.


Donald Trump en la ONU: un discurso para la historia…… de la infamia



MSc Enrique R. Martínez Díaz
Investigador CIPI, Cuba
 
mundo.jpegCada año, al comienzo del otoño en el hemisferio norte del planeta, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas realiza un período de sesiones (en este caso le corresponde el número 72),  en la cual muchos jefes de estado, de gobierno u otros altos dignatarios de la mayor parte de las naciones miembros de esa organización se personan e intervienen ante el plenario, exponiendo sus consideraciones y criterios  respecto a los principales problemas que aquejan a nuestro planeta.

A las 10:04 minutos del día 19 de septiembre comenzó su discurso Mr. Donald John Trump, presidente de los Estados Unidos de América, la mayor potencia militar y económica del planeta. Pocas veces se ha escuchado un discurso tan lleno de prepotencia y desprecio a la inteligencia de los seres humanos como el pronunciado por tan nefasta figura política.

Su prepotencia y lenguaje politiquero lo llevó a fanfarronear sobre los supuestos logros económicos de su gobierno. Tales exageraciones pueden ser fácilmente corroboradas consultando los reportes de las principales instituciones y tanques pensantes dedicados al estudio de la economía mundial e incluso en los propios Estados Unidos, que no son para nada tan exitosas como los presenta el multimillonario actual inquilino de la Casa Blanca. Basta leer las previsiones del Fondo Monetario Internacional para los años 2017 y 2018, que no se acercan a las promesas de Trump de crecimiento económico; igualmente, la tendencia a la reducción del desempleo, que llegó a 4,4 en Junio de 2017, no comenzó con el gobierno de Trump, sino que viene manifestándose desde 2014. La mayor parte de las encuestas dicen que su popularidad ha caído hasta el 36% en su propio país. (aunque no es menos cierto que muchas de estas encuestas fallaron durante las elecciones).

El señor Trump se dio el lujo de alardear, ante los presentes, no solo del conocido poderío militar de su país, si no sobre el notable incremento de los gastos militares que harán a partir del comienzo del nuevo año fiscal (unos 700 millones de dólares, casi 80 mil millones más que el presupuesto del año anterior). Es casi risible,  si no fuera por lo trágico que realmente es, ver como el principal funcionario de un país que gasta casi el 40% del dinero que se invierte en todo el planeta en armas, incluyendo  que su gasto militar es superior a lo que invierten los nueve países que le siguen en ese nada honorable “ranking”, alardea acerca que gastarán mucho más dinero en incrementar su poderío militar, con la evidente intención de amedrentar a sus eventuales adversarios y al resto del planeta. 

Durante su discurso repitió muchas veces la palabra soberanía, pero al parecer, o Mr. President es muy ignorante en asuntos internacionales, o está muy mal asesorado. El respeto a la soberanía de los estados es en un principio de la Carta de las Naciones Unidas, y para ello, en el Artículo 2,  acápite 1, se establece que “La Organización está basada en el principio de la igualdad soberana de todos sus miembros”[i]. Quiere decir que la intromisión en los asuntos de otras naciones, las amenazas y las agresiones van contra el espíritu de la Carta de las Naciones Unidas; y en ello, el historial de los gobiernos norteamericanos no es nada ejemplificante.

El presidente norteamericano fue sumamente irrespetuoso con el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, si se tiene en cuenta que para pertenecer a la misma se requiere el apoyo de una mayoría de los miembros de la ONU; amén de que su país no es precisamente el más indicado para señalar con el dedo a los supuestos violadores de derechos humanos en el mundo, dado los múltiples casos de racismo y de ultrajes a las mujeres, la violencia, los asesinatos, la mayor densidad de drogadictos en el mundo, etc, que tipifican a esa nación.

Sus bravatas y amenazas contra el gobierno de la República Democrática Popular de Corea no deben haber sido bien vistas incluso entre sus aliados más cercanos; un político responsable y seguro de su fuerza no usa amenazas tan groseras como la de destruir una nación entera, y mucho menos endilga nombretes a un jefe de estado, no importa si simpatice o no con él. De seguro sus propios aliados en la región no se sentirán seguros con tales aseveraciones;  cualquiera puede observar cual es la situación actual del Medio Oriente después de las intervenciones norteamericanas; nada asegura que desatar una guerra en la península coreana no convierta esa región en un infierno, cuyas llamas se extenderían a los países vecinos, y quién sabe hasta dónde, y hasta cuándo. Sin contar que debería tener en cuenta cuanto han contribuido los gobiernos de su país a mantener la crítica situación en la península coreana, con su sostenida presencia militar, sus constantes y amenazantes ejercicios militares y sus sabotajes abiertos a las conversaciones de paz.

Las amenazas a Irán y las acusaciones de apoyar al terrorismo omiten el hecho de que muchas de las organizaciones terroristas que actualmente existen en el Medio Oriente tienen su origen en la etapa en que los gobiernos norteamericanos apoyaban a los llamados “luchadores por la libertad” contra las fuerzas militares soviéticas en Afganistán; olvida también que nunca ha denunciado el terrorismo de estado aplicado por el gobierno de Israel contra los palestinos (Remember Sabra y Shatila, MrTrump.). Y sería bueno preguntarle al presidente estadounidense si sabe quién financió al ISIS, al menos en sus etapas iniciales.

Sus críticas al tratado nuclear con Irán son irrespetuosas y ponen en muy mala posición a la Organización Internacional de Energía Atómica,  a varios de sus aliados europeos, a Rusia y a China; ¿es posible que estos gobiernos sean tan cándidos e incapaces que hayan podido ser engañados con facilidad por los iraníes? (sin olvidar que también habían expertos norteamericanos en esa negociación, seguramente muy calificados). El señor Trump debiera saber que muchos en el mundo recuerdan con claridad como otro presidente norteamericano, tan lleno de soberbia como él, se dio el lujo de descalificar a los expertos de la OIEA e invadió Irak bajo el pretexto de la existencia de unas armas de destrucción masiva que jamás aparecieron. Y todos conocen las consecuencias de tal acción, que aún hoy padece esa nación.

Las acusaciones y amenazas contra el legítimo gobierno de Venezuela se enmarcan la clara política de desestabilización en que se ha empeñado Washington, aplicando las concepciones de un “Conflicto Híbrido”, que incluyen apoyo a la disidencia interna, acciones de servicios especiales, una feroz propaganda, sanciones económicas, amenazas militares y otras muchas acciones. 

Y claramente, no podía dejar el presidente norteamericano de satisfacer a sus aliados del estercolero de Miami y de su dilecto amigo el Senador Marcos Rubio, profiriendo calificativos contra el gobierno de Cuba que otras circunstancias pudieran costarle el puesto a cualquier funcionario de un gobierno medianamente decente; ¿se sometería el presidente norteamericano a un juicio en el cual pudiera presentar pruebas de corrupción contra los gobernantes de la República de Cuba? Y no olvidar su declaración de mantener el bloqueo contra Cuba, a pesar de la repulsa de más de 191 gobiernos en esa misma ONU.

Tampoco es buena la memoria del honorable presidente y la de los que le escriben sus discursos; su reunión con los líderes musulmanes en Arabia Saudita no fue el año pasado (In Saudi Arabia early last year, I was greatly honored to address the leaders of more than 50 Arab and Muslim nations.), sino este año 2017, justamente en Mayo, y no el año pasado, cuando aún no era presidente.

Resumidamente, en este discurso ante la Asamblea de las Naciones Unidas el actual presidente de Estados Unidos demostró su prepotencia e ignorancia, y justificó los criterios de quienes lo consideran una real amenaza para la paz mundial. Un Mundo Mejor es Posible!


[i]Carta de las Naciones Unidas y Estatuto de la Corte Internacional de Justicia, Naciones Unidas, New York, 1991, pág 4

jueves, 12 de octubre de 2017

El socialismo es el horizonte de nuestros pueblos






Las últimas jornadas han sido particularmente emotivas para los revolucionarios de todo el orbe. De un lado, la presencia perenne de la figura inmortal  del Che Guevara –cuyo legado nos llega límpido a 50 años de que imperialistas y cipayos pretendieran infructuosamente esconderlo bajo piedras y páramos-, en la misma medida en que emerge con igual transparencia esa clarinada que partió en dos la historia de la humanidad, cuando un grupo de luchadores rusos, bajo la guía de ese genio que es Vladimir Ilich Lenin, tomó el cielo por asalto en aquel memorable octubre rojo, cien años atrás.

Un atributo de los que no dejamos de soñar es beber de deforma creativa sobre las grandes epopeyas y figuras que, a lo largo del tiempo, cimentaron el camino hacia nuevas utopías. Los símbolos, nadie puede tener duda de ello, forman parte de nuestra coraza ideológica. Lo que ellos representan entraña un legado que, convertido en destacamento de refuerzo en la óptica fidelista, se suma desde posiciones protagónicas a las peleas cotidianas que libramos, en escenarios cada vez más complejos.

Esa convicción nos compulsa a examinar con amplitud, y a considerar sin temor alguno cada uno de sus componentes, los procesos y personalidades que contribuyeron a cambiar el rumbo de los acontecimientos. Ello aconteció, en buena medida, porque  hombres y mujeres de carne y hueso no se quedaron con los brazos cruzados y supieron nadar a contracorriente, bajo la premisa de que –a la larga y pese a revese tácticos- el tiempo y la razón están del lado de los pequeños que no se quiebran y saben mantener la frente erguida.

Esas premisas inspiran a los participantes en las III Conferencia de Estudios Estratégicos: “Transición hacia un nuevo orden internacional: desafíos, amenazas y oportunidades”, la cual fue convocada por el Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI), con el coauspicio del Instituto Superior de Relaciones Internacionales (ISRI) y el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), entidad que festeja cincuenta años de creada.

En la sede del ISRI fue inaugurado este encuentro, considerado por los expertos como uno de los foros de mayor significación concebido desde los enfoques del marxismo y el pensamiento crítico emancipatorio en todo el continente. El Dr. Adalberto Ronda Varona, director del CIPI tuvo a su cargo las palabras de apertura, en las cuales, además de agradecer el trabajo de múltiples instituciones expresó: “En Cuba estamos de pie, luchando y venciendo. Estas sesiones son un homenaje al Che, a CLACSO y la demostración de que tenemos claridad acerca de cuales son los ejes temáticos donde necesitamos concentrarnos desde la ciencia y la teoría revolucionaria”.

 

Dejó constancia en sus palabras sobre el beneplácito de los organizadores de este fórum académico por el hecho de contar con 129 ponencias, en 32 paneles, que representan a 35 universidades, 19 centros de investigación y 13 fundaciones de 25 países, lo que habla a las claras de la ascendencia del encuentro antillano en todo el hemisferio.

La actividad estuvo presidida por José Ramón Balaguer Cabrera, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y jefe de su Departamento Internacional; Elba Rosa Pérez Montoya, ministra del Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente; Marcelino Medina, viceministro primero de Relaciones Exteriores e Isabel Allende Karán, rectora de la casa de altos estudios anfitriona.

El Che está más vivo que nunca

En la jornada inaugural se impartieron dos conferencias especiales. En la primera de ellas el Dr. Pablo Gentili, Secretario General de CLACSO, destacó el orgullo que implica para su organización, la cual agrupa a más de 600 instituciones en 47 países, formar parte de un intercambio de esta naturaleza, dedicado a aportar luces sobre cómo conjurar los grandes desafíos asociados a la lucha antiimperialista a escala global.
Sobre el Guerrillero Heroico afirmó: “La gran responsabilidad que tenemos es recuperar su legado. Necesitamos ser coherentes. El Che no murió. Él nos enseña que hay que vivir como se piensa, para transformarnos cada uno de nosotros en ejemplo de las causas por las que luchamos”.


En su análisis, a través del cual rindió tributo a la memoria del destacado intelectual cubano Fernando Martínez Heredia, recientemente fallecido, explicó que nuestros países son el resultado de “un modelo colonial y esclavista que se instauró durante siglos, el cual perpetuó la pobreza y la exclusión y levantó sociedades sobre la base del saqueo. Ese capitalismo de extracción, que nos expropió la democracia, la participación y los conocimientos, entre muchas cosas que nos usurpó, ha sido montado como una ficción discursiva, que solo puede sostenerse desde la alienación”.

El catedrático argentino dijo que no le gusta pensar la historia como la sucesión de ciclos, “porque ello implica pensar que así como un sistema nace está condenado a morir y ello denota un determinismo fatal que nos aleja de la esencia del asunto. Pienso que lo ocurrido en los últimos quince años fue un impulso, más  allá de las denominaciones y tintes en cada caso, el cual confirma que la historia avanza de manera sinuosa, con curvas inevitables pero también con grandes sorpresas”.

En su disección sobre las experiencias de lucha reciente en la región, subrayó tres cuestiones.  “El éxito de una reforma social -la primera de ellas- depende de decisiones políticas que guían la economía y no de decisiones económicas que guían la política. En mi criterio entender esto es de la mayor importancia. No se trata de que el aumento del precio de productos naturales como el petróleo hiciera que se aplicaran esas políticas. Acceder a esa idea, de la que tristemente se hace eco una parte de la izquierda, es adscribirse a interpretaciones economicistas y despolitizadas las cuales le cercenan la extraordinaria riqueza a lo que sucedió. Estos enfoques no están lejos de las apreciaciones del Banco Mundial”.

Ante un auditorio que siguió con atención sus comentarios afirmó: “Lo que pasó en América Latina fue producto de decisiones políticas que se aplicaron. Desde que el inolvidable Comandante Hugo Chávez se instaló en el corazón del pueblo optó por transformar la sociedad venezolana y ello reflejó una voluntad. Esa idea nos lleva a que es posible proseguir un sendero, con independencia de la cuestión económica (lo que no implica en modo alguno ignorar eta esfera) si se tiene en verdad la voluntad y disposición para avanzar”.

El segundo aspecto que ponderó fue: “La política que combate la pobreza es necesaria para reducir la desigualdad pero no necesariamente la reducción de la pobreza reduce la desigualdad. Ambas lacras son, en América Latina y el Caribe, mucho más que una cuestión económica. El capitalismo contemporáneo produce y reproduce la desigualdad no solo impidiendo que se acceda a bienes de consumo, sino a través de grandes flagelos como la violencia. Vivimos como si hubiera una guerra permanente. Es el área geográfica con mayor tasa de asesinatos del mundo. En Siria, por ejemplo, mueren cada mes más de 2000 personas, en Brasil lo hacen más de 3000. En el Gigante Sudamericano son víctimas mortales de la violencia cada año más de 40 000 personas. Por peleas en los entornos primarios de socialización fallece un 25 %; debido al delito muere otro 35 % y el 40 % restante es debido a la policía y las fuerzas de seguridad que asesinan porque sí a los pobres, los negros y los desprotegidos. De las diez ciudades más violentas del mundo, 7 son latinoamericanas”, añadió.

Sobre esta idea prosiguió: “La violencia es una de las causas más visibles de la desigualdad. Disminuimos la pobreza pero no la violencia. Algunos especialistas de izquierda creen que los pobres generan la violencia, cuando en verdad este sector la sufre. Son los ricos quienes la producen cada vez más a través de formas que brutalizan la discriminación social y la militarización de los espacios. En Colombia, en medio de todos los avatares y el clima generado con el proceso de paz, más de 200 líderes campesinos han sido asesinados por las estructuras paramilitares que nunca desaparecieron”.

Como tercer elemento apuntó: “La democracia vive en un constante estado de amenaza porque la desigualdad corroe. No podemos olvidar la dimensión subjetiva de la democracia. Se trata de una forma de entender y concebir como nos posicionamos dentro de las relaciones de poder que marcan a la sociedades”.
Sobre algunas de las cifras que revelan el profundo abismo entre los privilegiados y los vilipendiados de siempre dijo: “En Chile el 10 % más pobre tiene que trabajar 175 años sin parar si quiere ganar lo que reciben en un mes el 1 % más rico. En República Dominicana serían 200 años, mientras que en Honduras, aunque parezca algo de ciencia ficción, tendrían que haber empezado a laborar 70 años antes de la llegada de Cristóbal Colón (es decir en 1422) si desean vivir con los estándares de los opulentos. En Bolivia, aún en medio del despliegue incesante de Evo Morales, 250 personas tienen el equivalente  al Producto Interno Bruto (PIB) de todo el país. En Guatemala la cifra de portentosos de otra galaxia –en cuyas manos está el equivalente a la riqueza de la nación- es de 100. Todavía más espeluznante: en América Latina 30 personas poseen los recursos de 300 millones de habitantes. No en balde los pobres consideran que este tipo de democracia sirve solo para reproducir el poder de los adinerados”, apostilló.

Meditando sobre la urgencia de explicarle bien a los sectores desprotegidos las naturaleza y el alcance de las transformaciones emprendidas, puso como ejemplo que: “En Brasil se le preguntó a las mujeres beneficiadas en el programa Bolsa Familia, acción llevada a cabo por los gobiernos de Lula y Dilma que mejoró la vida a más de 40 millones de personas. El 75 % de las féminas encuestadas dijo que los éxitos experimentados era gracias a Dios, y solo un 5 % lo relacionó con políticas públicas. Hace unos días estuve en Uruguay y los compañeros del Frente Amplio me contaban que en un estudio similar emprendido por ellos la respuesta fue que las mejorías eran producto del país, sin reconocer el papel transformador de la actividad política.”

Consignó también que la brecha entre hombres y mujeres se incrementó, en cuanto a percibir ingresos y como expresión de un orden erigido sobre el poderío patriarcal. “De las 200 universidades más importantes de América latina solo 18 están dirigidas por rectoras, si bien las féminas son la mayoría de la matrícula”.

En el cierre de su exposición aseveró: “Los procesos de cambios son importantes, pero apenas representan y deben ser pensados como el inicio de una batalla de más larga proyección. Hay que tener cuidado en creer que la democracia es solo un problema de gestión y no de participación popular. La Revolución no es de arriba hacia abajo, ni una actividad secuencial transmitida desde el estado. La Revolución Cubana es un ejemplo impresionante de qué se puede logar con el pueblo como protagonista. Eso me lleva a invocar a un Che inspirador y visionario que se enroló en la travesía de recorrer esta región en su motocicleta junto a su amigo Alberto Granados. Ese viaje en la “Poderosa” le permitió conocer nuestra realidad, desde una ética enorme, acervo que fungió como detonante para su vocación ulterior de luchar sin descanso contra los oprobios que observó. Esa voluntad irrefrenable de actuar del Che tiene que contagiarnos”, finalizó.

Cada cubano lleva consigo a su propio Che

La segunda conferencia especial corrió a cargo de Gerardo Hernández Nordelo, Héroe de la República de Cuba y vicerrector del ISRI. Gerardo, en una muestra de humildad, confesó que sintió un poco de temor cuando recibió la tarea de hablarles a los participantes, de manera especial porque en el público se encontraban varias personas que trabajaron junto al Che, así como intelectuales que se dedican a estudiar su obra.

Dijo que encontró como única solución compartir la manera en que el Che ha estado presente a lo largo de su vida, y que en ello tenía coincidencia con cualquier compatriota, ya que todos los cubanos llevamos con nosotros la icónica figura del revolucionario ejemplar.
 
Fue así que, apoyándose en el testimonio gráfico, desgranó recuerdos desde sus etapa de pionero de sexto grado (los asistentes sonrieron cuando dijo de memoria el texto que se aprendió en Tarará, y con el cual recibía a los visitantes en la casa que el Che utilizó para recuperarse de una de las afecciones pulmonares, producto de los constantes ataques de asma que sufría) pasando por el cumplimento de la misión internacionalista en Angola hasta el período de injusta prisión en cárceles estadounidenses.

“Siempre nos inspiró el ejemplo del Che. En las condiciones más inverosímiles algún recluso conocía su obra. Varias veces, por otro lado, les facilitamos libros a otros que después llegaron a tatuarse su rostro en el brazo. Pese a las políticas por silenciar todas nuestras causas el imperio no pudo impedir que las virtudes  del inolvidable combatiente se esparcieran y germinaran en muchos lugares, incluyendo entre los jóvenes de esta institución llamados a continuar la inmensa obra de la política exterior cubana”, expresó con emoción.

En la propia sesión de apertura la Dra. Ana Sánchez Collazo, directora del Centro de Estudios Martianos (CEM), entregó la Distinción “Pensar es Servir” a CLACSO, “a partir de la extraordinaria labor desarrollada durante estas cinco décadas”, al tiempo que le confirió a Pablo Gentili, el reconocimiento “40 Aniversario del CEM”, tomando en cuenta su labor y liderazgo en el período en el que ha ocupado la Secretaría General de esta institución.

Gentili, a su vez, le otorgó el “Premio Latinoamericano y Caribeño de Ciencias Sociales CLACSO 50 Años” a Suzy Castor, de Haití, quien es desde hace tiempo una de las mentes más lúcidas de la región. Castor, nacida en 1936, es autora de una obra impresionante en el campo de la historia y las ciencias sociales en general. Obligada durante la dictadura Duvalierista al exilio por más de 30 años, residiendo en México y Cuba, se doctoró en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) a principios de los años 70 de la centuria anterior. Castor no pudo asistir a recibir el galardón por cuestiones de salud, pero mandató para ello a la Dra. Milagros Martínez, una de las grandes promotoras del trabajo de la Cátedra del Caribe Norman Girban de la Universidad de La Habana. Martínez remarcó la “marcada honestidad intelectual de Suzy” y “la necesidad de que conozcamos sus investigaciones, las cual reflejan en toda su diversidad y valor esa parte de nuestros pueblos que ha permanecido oculta para las grandes mayorías”. “A Suzy le debemos muchos homenajes por su valentía, llamando las cosas por su nombre, y por ser un referente de lo que significa un intelectual comprometido con su tiempo histórico y el futuro de la humanidad”, precisó.

⃰ Licenciado en Historia; Máster en Seguridad y Defensa Nacional y Profesor Auxiliar del Centro de Estudios Hemisféricos y sobre Estados Unidos (CEHSEU) de la Universidad de La Habana. 

http://www.trabajadores.cu/20171012/socialismo-horizonte-pueblos/