Desde que triunfó la gesta insurreccional
contra Batista, principal representante de los intereses estadounidenses en
Cuba, la Revolución Cubana se convirtió en un enemigo de Estados Unidos.
Durante estos más de cincuenta y cinco años,
el gobierno estadounidense y sus agencias de espionaje, se han dedicado a
utilizar la mentira entre sus artimañas para tratar de perjudicar a Cuba.
Los juicios que se realizaron a los asesinos
al servicio de Batista, plantearon que no tenían todas la garantías legales
necesarias. Inventaron la Operación Peter Pan, para intimidar a padres que
creyeron el estado cubano les quitaría la patria potestad de sus hijos.
Cuando iniciaron la invasión a Playa Girón, en el propio escenario de Naciones
Unidas mostraron aviones estadounidenses que bombardearon distintos lugares del
país, como si hubieran sido aviones cubanos. Han construido historias falsas
relacionadas con las muertes de Camilo y el Che., tergiversando la historia
real y tratando de restar mérito a esos compañeros.
Han planteado que los cubanos en Vietnam
torturaban a los prisioneros estadounidenses. Sobre Angola y otros países
africanos donde las tropas cubanas estuvieron luchando por la independencia de
los mismos, construyeron historias terribles de violaciones, torturas y
asesinatos. En distintas oportunidades han planteado situaciones en Cuba que no
son ciertas, sobre todo para tratar de erosionar el prestigio de nuestros
dirigentes.
Siempre recuerdo aquella frase de Fidel:
“Nos cazaron con la mentira y nos
obligaron a vivir con ella
Y a veces nos parece que el mundo se
hunde cuando nos dicen la verdad,
Como si no valiera la pena que el
mundo se hundiera,
Antes de vivir en la mentira.”
Nuestros enemigos son especialistas en
mentiras, por eso no debemos confiar en ellos. Las mentiras que inventan tienen
sus objetivos y en todos los casos es el de perjudicar a la Revolución Cubana.
¿Por qué tenemos que confiar en ellos?
En estos días fabricaron otra mentira,
según informaron, un grupo de diplomáticos estacionados en La Habana y sus
familiares, han presentado afecciones auditivas.
Muy bien, lo primero que debían haber hecho
era presentar al gobierno de Cuba esas personas, con el fin de que fueran
examinadas por nuestros especialistas, para tener nosotros la seguridad de que
el planteamiento realizado no es otro engaño de Estado Unidos.
Eso no afecta en lo más mínimo la inmunidad
diplomática de los que según ellos presentan esas afecciones, pero es bastante
significativo, que en vez de buscar la causa en el lugar donde ellos dicen se
originó el problema, envíen el personal a ser examinado a otro lugar.
También es interesante que solamente se
encuentre afectado un pequeño grupo de las personas que en la Habana
representan los intereses de Estados Unidos ¿Y el resto del personal, por qué
no ha sido afectado?
Considero que esto es una nueva mentira de
Estados Unidos, sus agencias de espionaje y sus lacayos para crear histeria y
desconfianza en las relaciones entre ambos países. Recuerden que fue
Marco Rubio de los primeros en propagar la noticia del “rayo misterioso”.
“En Estados Unidos no podemos confiar
ni un tantito así” CHE.
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