Chávez demostró que la historia de luchas no concluye.
Un cuarto de siglo atrás la
ultraderecha global se hallaba en estado de gracia. Era tanto el éxtasis
provocado por la desintegración de la URSS, y la debacle del socialismo en
Europa del Este, que llegaron a afirmar que ya no tenían cabida las utopías.
El horizonte solo avizoraba la
proliferación de sociedades de consumo, con ciudadanos desconectados de la
realidad sociopolítica de sus países, enfilados únicamente en el avance
económico. Un nuevo dios, el mercado, irrumpía desenfrenado sin aceptar
siquiera cuestionamientos. Los mall y shopping centers, cual
catedrales contemporáneas, eran ahora el centro del universo. Rendirles
pleitesía devino nuevo mandamiento.
Si en el París de mayo de 1968
(ese en el que los jóvenes se propusieron tomar el cielo por asalto
conquistando nuevamente La Bastilla) se leía “Seamos realistas, hagamos lo
imposible” ahora, según lo agoreros de turno, todo cobraba sentido desde la
óptica neoliberal que preconizaba el abandono de ideales y ensoñaciones. No
hacía falta lamentarnos por el pasado, ni mucho menos pensar en construir un
futuro, simplemente teníamos que concentrarnos en el presente, sin
remordimiento alguno.
En América Latina y el Caribe el
panorama no era menos dramático. Múltiples personajillos asentados en palacios
presidenciales organizaban festines, por la supuesta estocada mortal asestada a
la izquierda.
Carlos Andrés Pérez en Venezuela,
Alberto Fujimori en Perú, Fernando Color de Mello en Brasil, o Carlos Saúl
Menem en Argentina, entre muchos, brindaban por las instauración del Consenso
de Washington y la coronación hemisférica de los “Chicago Boys”, quienes
enseñaron antes las uñas en Chile, bajo el resguardo pinochetista.
No podía perderse un segundo para
aplicar los paquetes de medida del FMI y el Banco Mundial. En el mejor estilo
del fabuloso sprinter norteamericano Carl Lewis, el Hijo del Viento,
quien deslumbraba con su potencia en el hectómetro y el salto largo, cada
cual debía marchar a toda velocidad en su patio, haciendo recortes sociales y
abriéndole las puertas al gran capital monopolista transnacional.
La palabra de orden era
privatizar y bajo esos presupuestos cualquier procedimiento era válido. Ser
competitivos dentro de Wall Street era más importante que ascender al
Olimpo.
En lo ideológico y educativo ese
comportamiento tuvo su correlato. Ya no había que dedicar programas a enseñar
las tradiciones de lucha de nuestros pueblos, ni profundizar en el legado de
los próceres. Lo esencial era el aprendizaje del inglés y la mercadotecnia,
como llaves maestras que certificaban la interrelación con el mundo
desarrollado.
De garantizar ese nuevo
profesional en las universidades (a las que debía controlarse con especial
celo, por su inveterada propensión a los chispazos revolucionarios que
amenazaban con incendiar la pradera) se encargarían la Coca Cola, IBM, General
Motors, Ford y otras compañías exitosas. El incentivo mayor: prometerle a los
muchachos un puesto ejecutivo en alguna de esas firmas, aunque no pudieran
siquiera mencionar algún pasaje de las guerras libertarias.
El Estado tenía que aligerarse y
soltar el fardo pesado de inmiscuirse en la salud, educación o garantizar un
vejez digna a quienes se partieron la espalda trabajando durante décadas de sol
a sol. La eficiencia venía de la mano privada y ello era incuestionable,
además, lo mismo en la administración de carreteras, obras públicas o
establecimientos penitenciarios.
Quien dijo que todo está perdido,
yo vengo a ofrecer mi corazón.
Los seres humanos, sin embargo,
tenemos la capacidad de no dejarnos arrebatar las esperanzas. Es una cualidad
que nos permite sobreponernos a los más complejos desafíos, aunque en
oportunidades vertebrar un respuesta coherente tome más tiempo que el deseado.
Para que ella pueda expresarse coherentemente, es necesaria la existencia de un
reducto que no se quebró durante la tormenta. Fue así siempre y no dejará de
serlo en lo adelante.
Quien resiste la avalancha
enemiga sin plegarse; quien no vende su alma al mejor postor pues prefiere
echar su suerte con los pobres de la tierra; quien sabe que un principio justo
desde el fondo de una cueva puede más que un ejército, no solo se erige en
bastión sino que inspira, con la fuerza de su ejemplo, a mujeres y hombres de
cualquier latitud.
Esa responsabilidad histórica le
correspondió a la Revolución Cubana que, en medio del desconcierto, prosiguió
la construcción con voluntad de acero de su propio camino, demostrando que
había aún mucho por lo que pelear y soñar.
Años después Chávez, Lula, Néstor
y Christina, Correa, Evo, Daniel, Zelaya o Lugo – fomentado un nuevo sistema de
integración, con el ALBA y la CELAC como ejemplos paradigmáticos- confirmaron
que al contrario de los designios de Fukuyama y el resto de los neoconservadores,
todo estaba por empezar.
En los últimos años la
derecha continental (en el enfoque marxista como expresión de múltiples
determinaciones) aparece nuevamente envalentonada. Aspiran a barrer con lo
alcanzado y levantar un orden que coloque lo mercantil en primer plano,
enajenando a las personas de su realidad. Es un viejo anhelo que se recicla
mediante otros procederes y que nos corresponde a los pueblos impedir su
concreción.
Un escenario de lucha.
El Doctor Julio Gambina, de
Argentina, intervino en la conferencia.
Con esa motivaciones acaba de
concluir en La Habana la XIII Conferencia de Estudios Americanos Realidades
y perspectivas de los procesos progresistas y de izquierda en Nuestra América,
organizada durante tres jornadas por el Centro de Investigaciones de Política
Internacional (CIPI), institución académica adscrita al Ministerio de
Relaciones Exteriores de nuestro país, como parte de las diversas actividades
desarrolladas a lo largo del año en homenaje al 90 cumpleaños del Comandante en
Jefe Fidel Castro Ruz.
En la ceremonia inaugural (en la
que participaron Abelardo Moreno, viceministro del Minrex e Isabel Allende
Karam, rectora del Instituto Superior de Relaciones Internacionales “Raúl Roa
García”, entre múltiples personalidades) el doctor Adalberto Ronda Varona,
director de la institución anfitriona, señaló la trascendencia de esta
actividad.
“Realizamos estos encuentros de
intercambio de ideas y debate académico y político, en un momento crucial,
caracterizado por la urgencia de pensar y actuar unidos frente al curso actual
del proceso de reconfiguración que se produce en el mapa político de la región”.
Refiriéndose al momento en que
nos encontramos, añadió: “Se trata de un escenario que se articula bajo la
presión de crisis económica y en el que se cruzan e interinfluyen la
contraofensiva de la fuerza regional e internacional de la reaccionaria y antidemocrática
derecha; la injerencia, agresividad e intereses estratégicos de los EE.UU. con
el apoyo de las nuevas administraciones conservadoras y neoliberales en
Suramérica, más los errores, las oportunidades desaprovechadas y la pérdida de
la iniciativa política de las fuerzas progresistas y de la izquierda. Ello nos
obliga a repensar, reevaluar los acontecimientos y sus resultados, a convertir
el pensamiento crítico nuestroamericano en una efectiva arma y alma de lucha
por la unidad, la integración y la emancipación de nuestros pueblos”.
El evento fue concebido en tres
momentos pues, además de la conferencia como punto central, se desarrolló de
manera previa el Taller: Integración latinoamericana y caribeña frente a
los megacuerdos neoliberales transoceánicos. Desafíos y
perspectivas, mientras que entre el 24 y 28 de octubre tendrá lugar el
curso de actualización Perspectivas económicas y políticas en América
Latina hacia el 2020. Los procesos de cambios en la región. Estudios de casos.
Como expresión del alto nivel de
estos encuentros, durante la Conferencia de Estudios Americanos se presentaron
14 intervenciones especiales en sesiones plenarias y 77 ponencias organizadas
en 18 paneles. Particparon en el evento unos 120 profesionales, de ellos 79
cubanos, en representación de 24 instituciones de diferentes provincias,
fundamentalmente Centros de Enseñanza Superior y de Investigaciones.
La presencia de 35 prestigiosos
analistas de 19 paises de América, Asia y Europa, representando 33
universidades, centros de investigaciones, asociaciones academicas, fundaciones
y organizaciones politicas y sociales, contribuyó al realce del evento.
Dichos estudisos procedían de
Argentina, Alemania, Bélgica, Bolivia, Brasil, China, Colombia, Costa Rica,
Ecuador, EE.UU., España, Honduras, India, México, Panamá, Reino Unido,
República Dominicana, Viet Nam y Cuba. Al curso de actualización se sumaron
representantes de Venezuela y Nicaragua.
El Doctor Darío Salinas, de la
Universidad Iberoamericana de México.
Gran impacto tuvieron las
presentaciones especiales. En las primera jornada dicha distinción recayó en
los doctores Darío Salinas Figueredo, de la Universidad Iberoamericana de
México (“América Latina y el Caribe: objetivos estratégicos en pugna,
recomposición hegemónica y cambios en el mapa político regional”); Julio César
Gambina, Presidente de la Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas,
FISYP, de Argentina (“Crisis mundial, ofensiva capitalista y el papel de los
pueblos de Nuestra América”); Luis Súarez Salazar, UNEAC-ISRI (“La dinámica
entre la revolución y la contrarrevolución en Nuestra América: ¿Un nuevo ciclo
o una nueva etapa?”); Francisco López Segrera, ISRI (“Crisis del
posneoliberalismo y ascenso de la derecha”) y Jairo Estrada Álvarez, de la
Universidad Nacional de Colombia (“Elementos para la comprensión del campo de
fuerzas y la contienda polñitica actual en Nuestra América”).
En la segunda fecha la Embjadora
Isabel Allende Karam, disertó sobre “Fidel, artífice de la política exterior de
la Revolución Cubana”, mientras que en un panel especial plenario intevineron
el Dr. Vicente Palacio de Oteyza, director del Observatorio de Política
Exterior, Fundación Alternativas, de España (“¿Imperio sin imperialismo? EE.UU
y los cambios en América Latina y Europa”); la licenciada Elvira Isabel
Hernández Toledo, Consejera Política, Grupo de Izquierda Unitaria Europea,
Parlamento Europeo, España (“La instrumeentalización europea de los derechos
humanos como ariete contra los procesos progrsistas y de izquierda en
América Latina y el Caribe”); la Dra. Anna Ayuso Poso, CIDOB, España (“El
regionalismo complejo latinoamericano del siglo XXI y las relaciones
multinivel con la Unión Europea”) y el MSc. Raynier Pellón Azopardo, del CIPI
(“Las relaciones entre la Unión Europea y Cuba: retos y oportunidades en el
contexto de una renovada cooperación”).
En la exposición del doctor
Gambina, por ejemplo, este resaltó que: “Hay que precisar de qué tipo de Estado
hablamos. (…) La criminnalidad está en la base del capitalismo comtemporáneo.
Se trata de un sistema que incrementa su carácter especulativo, la compra y
venta de armas y el tráfico de personas y drogas, flagelos que no pueden
erradicarse dentro de las relaciones que promueven estas sociedades. No hay
acuerdos, de otro lado, para condenar a los paraísos fiscales”, precisó.
La rectora Allende Karam destacó
que: “A partir de 1959 Cuba dejó de tener una política panamericanista,
enfilada a la convergencia con EE.UU, para construir un sistema de relaciones
internacionales de marcado cáracter tercermundista y latinoemaricanista, que
defendiera en cualquier esceanario los intereses de los históricamente
olvidados. Ello es fruto, en buena medida, del genio y la entrega de Fidel, el
cual siempre nos enseñó a conversar con nustros interlocutores con el espíritu
de encontrar solcuciones a los complejpos problemas que enfrenta el mundoo. Él
es un maestro del arte del diálogo y la pesuación. Perteenzco orgullosa a un
generación que le corrpondió echar los cimientos del inmenso prestigio con que
contamos hoy en este campo, también bajo las enseñanzas de hombre como el Che y
Roa”.
Otro mundo mejor sí es posible.
El politólogo
cubano Luis Suárez Salazar.
Formando parte del intenso
programa académico se llevaron a cabo diversos paneles, concebidos no solo para
la presentación de las ponencias escogidas de manera previa, sino como real
espacio de debate y formulación de acciones a emprender, uno de los propósitos
cardinales de este encuentro internacional.
Cada uno de eso espacios fue
coordinado por investigadores del CIPI. El No. 1 Desafíos de las fuerzas
políticas en América Latina y el Caribe, tuvo como moderador al MSc.
Juan Ángel Cordero Martínez y contó con las exposiciones de la Dra. Irene León
Trujillo, Directora de FEDAEPS, Ecuador (“Un nuevo momento para el proyecto
latinoamericano”); la Dra. Magnolia Li, Vice Directora de La Escuela de
Estudios Extranjeros de la Universidad de Economía y Comercio Internacional de
Beijing (“La actualidad del Izquierdismo latinoamericano: problemas y
desafíos”); MSc. Raiza K. Olivera Fleita y MSc. Julio César Pérez Verdecia,
Universidad de Matanzas (“La correlación izquierda-derecha en América Latina.
Perspectivas desde el contexto cubano actual”); Lic. Mayra Bárzaga García, CIPI
(“América Latina: Tendencias y actores hacia el 2020. ¿Un nuevo
escenario geopolítico?”) y el Dr. Alejandro Javier Rusconi. Secretario de
Relaciones Internacionales del Movimiento Evita, Argentina (“Desafíos de
las fuerzas progresistas y de izquierda en Argentina frente al avance del
neoliberalismo).
El No. 2, El actual
escenario político latinoamericano y caribeño, fue coordinado por Mayra
Bárzaga García. En él se escucharon las ponencias: “Nuevo Tipo de Movimiento
Laboral”, del Sr. Guillermo Magallón, de la Asociación de Trabajadores
Agrícolas del Occidente, Estados Unidos; “Las perspectivas de los nuevos
movimientos sociales hacia la política: casos específicos de India y México”,
de la Dra. Noorin Khan, del Centro de Estudios Europeos y Latinoamericanos,
India; “Análisis sobre la política exterior y la gobernanza en México”, de la
Dra. Ileana Nieves Velázquez, Facultad de Derecho y Criminología de la
Universidad Autónoma de Nuevo León, México; “Los movimientos juveniles en el
espacio político latinoamericano (2012-2016)” del Lic. Angel Rodríguez
Soler y la MSc. Sunamis Fabelo Concepción, del CIPI y “Bolivia en el
escenario latinoamericano actual”, de la Lic. Orietta E. Hernández Bermúdez,
también del CIPI.
El No. 3 fue dedicado a la Integración,
cooperación, concertación y los megacuerdos globales, bajo la
conducción de la Lic. Lourdes Regueiro Bello. Aquí se escucharon las
exposiciones sobre: “ALBA-TCP y CELAC: oportunidades y desafíos para la
construcción de una geopolítica contra hegemónica latinoamericana y caribeña”,
de la Lic. Aránzazu Tirado Sánchez, de la Universidad Nacional Autónoma de
México; “América Latina ante la firma del Acuerdo de Asociación
Transpacífico”, de la Lic. Yanaisy Sánchez Rodríguez. Centro de Investigaciones
de la Economía Internacional, (CIEI) de Cuba; “Integración, cooperación y
concertación en Nuestra América, sus perspectivas a mediano plazo”, de la
MSc. Claudia Marín Suarez y “Japón en América Latina antes y después del
TPP”, de la MSc. Yunilska González, ambas del CIPI.
En el No. 4, consagrado a
similar temática, y moderado por Claudia Marín Suárez, se debatió sobre:
“Obstáculos contemporáneos a la integración a la luz de la historia”, del
Dr. Oscar Ugarteche, del Instituto de Investigaciones Económicas, UNAM.
México; “MERCOSUR y la nueva situación política en América Latina:
¿profundización o estancamiento?, del Dr. Marcos Antonio da Silva. PROLAM/USP,
Brasil; “Mega acuerdos en Nuestra América: análisis de obstáculos en la
búsqueda del desarrollo sostenible desde una perspectiva medioambiental” de
la estudiante Lil María Pichs Hernández, del ISRI “Raúl Roa García”; “La
integración de América del Norte”, del Dr. Fidel Vascós González, Presidente
de la Sociedad Económica de Amigos del País (SEAP) Cuba y “El desafío
latinoamericano de la ruptura con el eurocentrismo” del MSc. Ramón Artiles
Avela, Universidad Agraria de La Habana.
El No. 5 versó sobre: Estrategias
de seguridad y defensa de EEUU y la OTAN hacia América Latina y el Caribe,
y fue coordinado por el MSc. Raynier Pellón Azopardo. Las ponencias giraron en
torno a: “América Latina y el Caribe en las Estrategias de Seguridad Nacional
de EEUU”, del autor de estas líneas; “La administración Obama y los reajustes
de la política exterior y de seguridad para América Latina y el Caribe. Apuntes
para un balance”, del MSc. Santiago Espinosa; “Proyección geoestratégica de la
OTAN y otros actores hacia América Latina y el Caribe” del Dr. Nelson Roque
Suástegui; “América Latina y su implicación en la carrera armamentista en el
quinquenio 2011-2015” del MSc. Enrique Martínez Díaz, todos ellos del CIPI y “Blitzkrieg
estadounidense en América Latina” del Lic. Pável Alemán Benítez, de la
Facultad de Filosofía e Historia de la Universidad de La Habana.
En su exposición el Dr. Roque,
señaló que: “La seguridad del área, desde el punto de vista militar, EEUU la
garantiza a través del Comando Sur, cuya prioridad consiste en mantener el
control de toda la región, preparar a los ejércitos de los países aliados para
que alivien en cierta medida la tarea de controlar un área tan extensa,
capacitar a los decisores latinoamericanos y caribeños para que respondan a la
ideología e intereses de los EEUU, presten su territorio para asentar las
tropas del Comando y además, obtener la información necesaria que les permita
contener cualquier movimiento social no deseado”.
Martínez Díaz, de igual manera,
aclaró que: “Los principales países imperialistas han continuado desarrollando
sistemas de armas cada vez más modernos, precisos y letales; una de la
características de la época contemporánea es que no siempre se manifiesta esta
competencia, emulación o pugna directamente entre los estados; en su
lugar, las grandes transnacionales de producción de armamentos
(mayoritaria pero no exclusivamente norteamericanas) han continuado e
incentivado este proceso; lo cual no es nada extraño si tenemos en cuenta que
una de las características del Imperialismo, en la medida que va haciendo mayor
su dominio a nivel global, es la internacionalización del Capital. La
inversión en la investigación científica y la aplicación en la esfera militar
se ha mantenido, e incluso se ha hecho aún más provechosa para las empresas del
Complejo Militar Industrial”.
El No. 6 se dedicó a las Estrategias
de seguridad ante el crimen internacional organizado en América Latina y el
Caribe, y tuvo como moderador a Enrique Martínez Díaz. Se escucharon en
el mismo los trabajos: “Las drogas, la piratería y la soberanía: Brasil,
Estados Unidos y la Unión Europea, las perspectivas de la seguridad para el
Atlántico Sur” del Dr. Erico Duarte de la Universidad Federal de Rio Grande del
Sur, Brasil; “Centroamérica: el tema de la lucha contra la corrupción en el
momento político actual de América Latina. Los casos de Guatemala y El
Salvador” del Prof. Rafael Cuevas Molina, de la Universidad Nacional de Costa
Rica; “La agenda de seguridad de CARICOM en torno al crimen trasnacional
organizado (2001-2016)”, de la MSc. Maylin Cabrera Agudo del CEHSEU” y “La red
de ciberseguridad estadounidense y su impacto en América Latina” de la Dra.
Ismene Ithaí Bras Ruiz, de la Universidad Nacional Autónoma de México.
El No. 7 fue
dedicado a: El Derecho y los conflictos: retos para América Latina y el
Caribe, con la conducción de la MSc. Ana María Valido Alou. La
discusión tomó como partida los materiales: “Derechos Sociales en el Siglo XXI:
Comparativa constitucional entre Europa y Latinoamérica” del Dr. Diego López
Garrido, de la Fundación Alternativas de España; “Los Derechos Humanos como
referente normativo en la Integración Latinoamericana y caribeña”, de la
Profesora Gabriela Torres Rómulo y “El Derecho de Integración Latinoamericano y
caribeño. Retos jurídicos en la construcción de la CELAC”, de la Lic. Olga
Victoria Madrigal Álvarez, ambas de la Universidad de Holguín “Oscar Lucero
Moya”; “Los Derechos Humanos en Argentina. Kirchnerismo vs Macrismo” de
la Lic. Martha Gloria Vicente Arango y “Diferencias, diferendos y conflictos”
de la Lic. Leyla Carrillo Ramírez, las dos últimas del CIPI.
Se quiere acabar con el
multilateralismo.
Oneida Álvarez
destacó la importancia de la unidad en la región.
El mencionado Taller Integración
latinoamericana y caribeña frente a los megacuerdos neoliberales transoceánicos
acaparó la atención de varios especialistas. Bajo la conducción de la
experimentada economista Oneida Álvarez se escucharon valiosas intervenciones,
que suscitaron a la vez un debate productivo.
El Dr. Jaime Estay Reyno, de la
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, explicó que: “Los megacuerdos tienen
como telón de fondo avanzar como vías alternativas al margen del multilateralismo,
para después ir contra las mismas instituciones multilaterales”.
La especialista antillana Lourdes
Regueiro Bello alertó que estos proyectos tienen mucho de especulación. Con
relación a los proyectos integracionistas fomentados en la región dijo que:
“Hay que tocar las estructuras de propiedad. Sin ello es imposible avanzar.
Llegar al gobierno es clave, pero no basta. Acumulamos una experiencia tremenda
en la lucha contra el ALCA que debemos retomar. Estamos obligados a mirar mucho
más adelante. Del rentismo es imposible vivir”.
La Dra. Oneida Álvarez, por su
parte, profundizó en muchos de estos tópicos. “Este reacomodo de fuerzas no es
casual. Hay una estrategia imperialista. Tenemos que analizar los vínculos
sistémicos y no quedarnos en lo epidérmico. Están impulsando como parte de su
ofensiva la liberalización y la desregulación del comercio y los capitales. Los
Movimientos Sociales tienen que articular con mucha más integralidad su labor.
Hay que disponer de poleas de trasmisión en lo ideológico para batallar contra
la contradicción capital-trabajo y centro-periferia”.
En otro momento de su reflexión
añadió: “Hay que volver a una especie de Manifiesto Comunista contemporáneo
contra el empuje imperialista. La Academia tiene un papel clave, especialmente
para que haya claridad en la actuación. Nunca antes la integración
latinoamericana enfrentó desafíos tan complejos. No han dejado de existir, por
el contrario, las razones que fundamentaron en el período reciente nuestra
integración. Hay que buscar la unidad ante todo. Hay que transformar las
estructuras económicas o de lo contrario los procesos se vuelven absolutamente
vulnerables. Los errores cometidos son una fuerte de aprendizaje. Hay que
estudiar las contradicciones en Estados Unidos”.
El economista Luis René Fernández
Tabío alertó sobre la estrategia de Estados Unidos mediante los megacuerdos
regionales.
El Dr. Luis René Fernández Tabío,
del CEHSEU, realizó una exhaustiva exposición sobre estos asuntos. En su
ponencia: “Estados Unidos, los Tratados de Libre Comercio Megarregionales y las
Relaciones Interamericanas” se adentró en la esencia de estos procesos.
“La visión estratégica
estadounidense, expresada en la política de integración mediante el llamado
libre comercio en sus distintas modalidades, busca su reposicionamiento como
potencia líder en el proceso de transición del sistema mundial hacia formas
cada vez más multipolares y multilaterales. La prioridad a largo plazo de la
proyección externa de Estados Unidos se pone en Asia Pacifico, como
reconocimiento de los avances económicos allí, pero sin dejar de conceder
importancia crucial a las relaciones interamericanas, baluarte de su posición
geoeconómica y geopolítica mundial.
“Es decir, la política declarada
por la administración Obama de “pivot Asia” no debe interpretarse como una
disminución del interés, protagonismo y hegemonía estadounidense en América
Latina y el Caribe. Nuestra América sigue siendo de interés vital en
términos no solamente económicos, sino desde la perspectiva de su seguridad
nacional, determinada por la cercanía geográfica y las enormes riquezas
naturales disponibles en ella”, explicó.
En relación al devenir de estos
mecanismos, el también Profesor Titular puntualizó: “Los escenarios
perspectivos estarán no solamente y ni siquiera principalmente determinados por
factores de índole económica, como ritmos de crecimiento, aumento de las inversiones,
o la formación de cadenas productivas regionales y globales. Sin duda el éxito
de los resultados económicos es importante, pero también la distribución de la
riqueza, la solución de los principales problemas sociales de la salud, la
educación, la vivienda, entre otros, y en relación con estos últimos, los
efectos de las luchas políticas internas dentro de cada país, y el ascenso o
retroceso de los movimientos sociales progresistas y su capacidad de
colocar y consolidar gobiernos portadores de sus intereses, distinguiendo entre
los proyectos neoliberales y los pos-neoliberales, anti-hegemónicos y
antiimperialistas”.
Alertó, asimismo, que: “Los
populismos de derecha en Europa están ganando terreno político. Quieren cerrar
las fronteras y derribar lo que huela a avance social. Pese a ello tenemos que
ser profundamente optimistas y organizar desde la mayor amplitud la lucha
revolucionaria. La historia, afortunadamente, no terminó y ese mensaje debe
expandirse con claridad por todos los puntos cardinales”.
*El autor es Licenciado en
Historia; Especialista en Seguridad y Defensa Nacional y Profesor Auxiliar del
Centro de Estudios Hemisféricos y sobre Estados Unidos (CEHSEU) de la
Universidad de La Habana.
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