Por Luis Hernández Navarro
El 10 de marzo del 2000, Jack Kelly publicó en el USA Today la
historia de Jacqueline, una empleada de hotel cubana que huyó de su
país en una patera. Según el periodista, en su odisea la migrante se
ahogó trágicamente en el estrecho del Golfo. La nota era falsa. La
mujer, cuyo verdadero nombre era Yamilet Fernández, estaba viva.
El
autor de La explosión del periodismo se refiere a narraciones de
fraude periodístico, como los reportajes del júbilo popular en el
momento que derriban la estatua de Saddam Hussein, que en el libro
forman parte del capítulo Mentirosos compulsivos.
La narración de este fraude periodístico y de otros más, como los
reportajes del júbilo popular en el momento de la demolición de la
estatua de Saddam Hussein en Bagdad, el 9 de abril del 2003, forma
parte del capítulo Mentirosos compulsivos, del libro La explosión
del periodismo, de Ignacio Ramonet. Según el analista, la
existencia de este tipo de prácticas es una de las razones por las
que la prensa diaria de pago se ha desacreditado ante sus lectores y
se encuentra al borde del precipicio.
El descrédito de los periodistas, de acuerdo con Ramonet, está relacionado también con la confusión creciente entre comunicación (entendida como la difusión de mensajes complacientes y aduladores en favor de las empresas que las encargan) e información; la concentración monopólica de los medios y el concubinato entre políticos y periodistas.
Antes, asegura el periodista, los periódicos vendían información
a los lectores; ahora lo que hacen es vender consumidores a los
anunciantes.
El descrédito, sin embargo, no es el único problema que enfrenta
la prensa. La época en la que los medios y los periodistas
detentaban el monopolio de la información en la sociedad está
llegando a su fin, afirma Ignacio Ramonet. El impacto del meteorito
Internet ha provocado un cambio sustantivo del ecosistema mediático
y la extinción masiva de los diarios de la prensa escrita. Sin
embargo, los periódicos no van a desaparecer. Por el contrario,
asegura el semiólogo nacido en España y radicado en Francia,
probablemente nunca ha existido un momento más favorable para ser
periodista.
La explosión del periodismo es el último libro de uno de los
principales promotores del Foro Social Mundial y entrevistador del
subcomandante Marcos y de Fidel Castro, publicado en España el año
pasado por Clave Internacional y reeditado por el Instituto Cubano
del Libro.
En apenas 130 páginas, el autor de 20 libros más, director desde 1990 hasta el 2008 de la edición francesa de Le Monde diplomatique, y desde ese año de la edición española de la publicación, dibuja una detallada y vívida radiografía de los problemas que padece el periodismo contemporáneo. Con la precisión del cirujano disecciona a una prensa desubicada tras los impactos de la revolución digital, el surgimiento y expansión de las redes sociales, la fragmentación de los lectores, el colapso de la credibilidad de los medios y el impacto de la crisis económica.
La radiografía que hace, muestra un paciente con graves
problemas. Tan solo entre el 2003 y el 2008, la difusión mundial de
los diarios de pago cayó un 7,9 % en Europa y un 10,6 % en América
del Norte. Solamente en Estados Unidos desaparecieron 120
periódicos, con la pérdida de unos 25 mil empleos. La difusión de la
prensa escrita cae un 10 % al año. Numerosas publicaciones han
sacrificado sus ediciones impresas. El Financial Times paga a sus
redactores solamente tres días por semana.
La explosión del periodismo es, simultáneamente, un ensayo
sobre la prensa escrita y un diagnóstico de sus principales retos,
una crónica de sus aventuras y desdichas a lo largo de los últimos
diez años, y un pequeño catálogo de algunas de sus experiencias
exitosas. Es así como pasa revista y analiza a profundidad casos
como WikiLeaks y lo que llama la excepción tunecina. Entre los factores que explican el agravamiento de la decadencia
de la prensa escrita de pago se encuentran, según el autor de La
tiranía de la comunicación, la especulación financiera (con la
salida en Bolsa de medios de comunicación y fusiones y
concentraciones de los grandes grupos mediáticos), la excesiva
dependencia de la publicidad, la competencia de los periódicos
gratuitos, el envejecimiento del lector de prensa y la pérdida de
fidelidad a los medios escritos.
El libro concluye explicando el éxito de Die Zeit (El Tiempo), el
seminario alemán cuyas ventas se han disparado y que tira medio
millón de ejemplares. La clave de su fortuna consiste, de acuerdo
con Giovanni di Lorenzo, su director, en ignorar los consejos de los
expertos, estudiar las necesidades de sus lectores, renunciar a las
modas y publicar artículos largos, documentados y serios.
La explosión del periodismo es un libro esclarecedor y
actual; un trabajo indispensable para comprender la problemática y
los desafíos de la prensa hoy en día.
Publicado en Granma. (Tomado de La Jornada)