La Cumbre que hoy concluye
demuestra la capacidad de nuestra región para dialogar y concertar posiciones
Discurso pronunciado por el General de Ejército Raúl
Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de la República
de Cuba, en la clausura de la VII Cumbre de la Asociación de Estados del
Caribe, en el Palacio de la Revolución, el 4 de junio de 2016, “Año 58 de la
Revolución”
Excelentísimos Señores Jefes de Estado y de Gobierno,
y demás delegados, observadores e invitados;
Estimado Embajador Alfonso Múnera Cavadía, Secretario
General de la Asociación de Estados del Caribe:
Enviamos nuestro mensaje de condolencias y solidaridad
a la familia del gran campeón de boxeo Muhammad Ali (Aplausos), al pueblo de
Estados Unidos, en especial a la comunidad afroamericana, cuyos derechos
siempre defendió, así como a toda la comunidad deportiva internacional.
Nunca olvidaremos su caballerosidad y ética, su
rechazo a la guerra y su defensa de la paz; su respeto y amistad con el
compañero Fidel y con ese gran boxeador nacido en Cuba, que fue Teófilo
Stevenson, cuyo padre era de San Vicente y las Granadinas, y sus abuelos por la
vía materna de San Cristóbal y Nieves.
La Cumbre que hoy concluye demuestra la capacidad de
nuestra región para dialogar y concertar posiciones sobre los problemas y
desafíos comunes que enfrentamos, y para perseverar en la búsqueda de
soluciones a los mismos, adaptadas a las condiciones, necesidades y prioridades
del área.
Los documentos y decisiones adoptados dan fe de ello.
Hemos encontrado el consenso necesario para pronunciarnos sobre temas
sensibles, de interés común.
La recién acordada Declaración de La Habana reafirma
la vigencia de los principios fundacionales de nuestra Asociación como
organismo de consulta, concertación y cooperación, para adoptar posiciones
comunes entre los Estados, países y territorios del Caribe y promover la
integración, tal como está recogido en el Convenio Constitutivo.
Hemos aprobado acciones concretas en el marco del Plan
de Acción para los próximos tres años, en una variedad de temas de alta
prioridad para todos nosotros.
Pero nos queda mucho por hacer y tenemos grandes retos
que enfrentar, como son las amenazas a la paz y la seguridad internacionales,
los efectos de la crisis económica y financiera internacional, y las
consecuencias del cambio climático.
El debate sostenido demuestra la necesidad y la
capacidad de nuestra Asociación de tratar los temas esenciales de la región, lo
que es imprescindible para continuar los avances en materia de integración y de
cooperación, dado que estos dependen esencialmente de la voluntad política de
los gobiernos y las prioridades comunes de desarrollo.
Hemos reafirmado la importancia de aplicar los
postulados de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz,
firmada por los Jefes de Estado y de Gobierno en enero de 2014, en las
relaciones entre nuestras naciones y con otras contrapartes y socios.
La paz y la estabilidad, la defensa de los intereses
de nuestros pueblos y el ejercicio de la soberanía y la autodeterminación, sin
injerencia externa, son elementos esenciales para avanzar hacia las metas de
integración y cooperación que nos hemos trazado.
Esta coyuntura nos obliga a preguntarnos cómo
consolidar lo alcanzado y seguir adelante. Sabemos todos, por la experiencia de
la década perdida, que una nueva oleada neoliberal, con el desmontaje de las
políticas sociales inclusivas, el aumento de la pobreza y la desigualdad, la
desregulación del mercado, la desprotección ambiental y la disminución del
papel del Estado, nos impedirá cumplir los objetivos de integración regional y
cooperación que nos hemos fijado.
Cuba continuará trabajando, desde la Presidencia del
Consejo de Ministros de la Asociación, con el propósito de seguir
fortaleciéndola y aunando voluntades para hacer frente a los desafíos
colectivos.
Nuestra Asociación fue creada con el objetivo de unir
a toda la familia caribeña, incluyendo a los territorios que forman parte de
estados europeos. Reconocemos la contribución de todos ellos, así como de la
República Francesa y los Países Bajos, en su condición de Miembros Asociados.
Esperamos que lo sigan haciendo y que también se sume el resto de los
territorios caribeños.
Agradecemos la participación y los aportes de las
naciones y organizaciones Observadoras, cuyo número continúa incrementándose,
como muestra del interés que suscita el Caribe en todo el mundo.
Deseo destacar, una vez más, el aporte del Embajador
Alfonso Múnera Cavadía al fortalecimiento de la Secretaría y de la labor de la
AEC en estos años. A partir del próximo mes de agosto, este esfuerzo será
liderado por la Embajadora June Soomer, a quien nuevamente felicitamos por su
elección y le reiteramos nuestro apoyo.
Igualmente agradecemos la presencia de todos ustedes
en La Habana y su compromiso con el avance y la consolidación de la Asociación.
Muchas gracias (Aplausos).
(Versiones Taquigráficas - Consejo de Estado)
Juventud Rebelde
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