En una época de globalización, signada por procesos y fenómenos complejos de las relaciones internacionales, no debería desconocerse
la utilidad de la Prospectiva para los estudios científicos de las Relaciones
Internacionales. De ahí que, en esta pequeña nota, intento explicar su utilidad y
revalorizar su importancia estratégica.
La Prospectiva, como disciplina y estrategia
metodológica, está orientada fundamentalmente al largo plazo sin que por ello
las técnicas se puedan utilizar en la
actividad operativa de corto y mediano
plazo. La Prospectiva, como disciplina científica, contiene un principio de proactividad necesario y
natural para la construcción del futuro. Por supuesto, no supone una única
forma de hacer y tiene un carácter sistémico. Es una disciplina científica que aún
necesita un cuerpo conceptual robusto. Considero que se encuentra en
construcción pero, desde el punto de vista metodológico, ya abarca e
interrelaciona varios campos del conocimiento de forma sistémica, no lineal, que actúa sobre los
modelos de pensamientos de los individuos. Los modelos de pensamientos, desde la
Prospectiva, están orientados al análisis y construcción del futuro, el cual se
consuma en la realización de estrategias o políticas entramadas con tácticas o
acciones desde el corto al largo plazo. En este sentido, hay que
reconocer que todavía se carece de una visión académica en lo concerniente a
una metodología rigurosa de procesamiento de la información.
La visión de construcción de futuro esta
sesgada por una visión intuicionista y de naturaleza inferencista en base únicamente
de la historia, soslayando los análisis
contraintuitivos que están sumergidos generalmente en la información. Es
importante resaltar que tanto lo estratégico como lo prospectivo mantienen una
relación estrecha y juntos logran potencializar a la inteligencia, siempre
entendida como la capacidad de anticiparse a los hechos, de identificar
amenazas, riesgos y oportunidades para el tomador de decisiones.
También se debe delimitar cuáles son los
ámbitos de conocimiento que tienen la inteligencia estratégica y la
prospectiva:
1.
La
noción de temporalidad: para la inteligencia estratégica la temporalidad es a
corto y, ocasionalmente, a mediano plazo, mientras que la prospectiva busca una
proyección en el tiempo de más largo plazo.
2.
El
objeto de estudio: para la inteligencia estratégica se trata de una
priorización de objetivos a alcanzar a corto plazo. La prospectiva, por su
parte, intenta adelantarse, prevenir o contrarrestar las consecuencias, tanto
de los riesgos, las amenazas como de las oportunidades, una suerte de predicción
del futuro.
3.
La
inteligencia estratégica busca el alcance de objetivos concretos e inmediatos,
es proactiva. La prospectiva es preventiva y se complementa con proyectos a
largo plazo.
4.
Ambas
son complementarias y pueden ser aplicadas a cualquier ámbito especializado:
económico, político, social, financiero y cultural de la Política Internacional.
Con estas pequeñas líneas sobre la
Prospectiva, espero haberlos motivado. Quiero también agradecer la colaboración del profesor, Dr. Leyde E. Rodríguez Hernández, en la edición del comentario y su gentileza de publicarlo en su blog, el cual ya alberga otro trabajo más extenso sobre el pensamiento prospectivo, que usted puede leer a través del vínculo siguiente:
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