Por Pascualino Angiolillo Fernández
El presente artículo trata sobre la importancia de
aproximarse a una teoría bolivariana de las relaciones internacionales
que sirva de sustento a las nuevas formas de integración que se desarrollan en
el espacio latinoamericano y caribeño. El autor parte del hecho de argumentar
que la red de doctrinas y normativas existentes en el campo de las
relaciones internacionales, poseen enfoques vinculados estrechamente a
circunstancias políticas de una época de conflicto y confrontación, por lo que
considera que la difusión a escala global, de tales “marcos referenciales”
cuidadosamente diseñados por las potencias hegemónicas, requieren de una muy
especial atención, por cuanto que, los mismos traen inscritos consigo
“códigos de interpretación” que procuran introducirse en el
sistema internacional de manera premeditada para crear una
estandarización en la percepción de la realidad, la cual, en muchas ocasiones,
van sistemáticamente restringiendo los principios básicos, de soberanía,
independencia y libre autodeterminación de los Pueblos.
La existencia de (Teorías de las Relaciones
Internacionales que no han evolucionado) vislumbra, en opinión del autor,
una realidad desfavorable y perturbadora a los cambios que trae consigo las
nuevas formas de integración regional, por lo que dicho “conservadurismo
internacional” se considera que responde a una estrategia premeditada de
actores dominantes en el campo internacional, de cuyas tareas entre otras se
desprende: La difusión de patrones de pensamiento que
orienten las relaciones entre los Estados Nación.
Concluye el autor destacando la necesidad de
descubrir las circunstancias históricas, psicológicas y sociológicas
que han incidido en la difusión del conocimiento y por consiguiente la
“universalización de criterios de interpretación de la realidad”. Afirmando que
tal situación es lo que permitirá el quiebre de “una hegemonía
sostenida en el campo de las relaciones internacionales”, “status quo” que hoy
en día está siendo desmantelado gracias a los nuevos enfoques que trae consigo
la integración latinoamericana y caribeña como parte de una nueva geopolítica
internacional impulsada por nuestro Comandante Supremo de la Revolución
Bolivariana Hugo Rafael Chávez Frías.
Descriptores: Teoría Bolivariana, Relaciones
Internacionales, Emancipación, Gran Nacionalismo Docente, Hegemonía,
Status quo, Conservadurismo Internacional, Marco Referencial, Doctrina de
los Nenúfares, Documentos Santa Fe, Doctrinas y Resoluciones Legitimadoras de
la Intervención.
Una Teoría Bolivariana para la Emancipación y la
Integración Latinoamericana y Caribeña
Doctrinas y Resoluciones Legitimadoras de la
Intervención
Al aproximarse en términos
generales al concepto de “ciencia”, en lo abstracto, o a alguna ciencia en lo
particular, suele interpretarse que la misma plantea en su esencia las
formas del conocimiento humano, caracterizado por su veracidad o adecuación
entre: “la representación cognoscitiva y la realidad, objetiva o subjetiva, que
se pretende conocer”. 1
A este respecto,
parafraseando a Calduch,2 se considera que esta forma de
conocimiento no es innata en la naturaleza humana, sino que la percepción de la
realidad es interpretada a través de códigos adquiridos por el hombre a lo
largo del tiempo mediante determinadas actividades que este realiza como
miembro de una comunidad y siguiendo las reglas que la misma impone para
la satisfacción de sus demandas.
Bajo este
enfoque, la “ciencia” es vinculada a la “actividad científica”, del ser
pensante como parte integrante de una comunidad en una fracción o segmento de
tiempo, que con el transcurrir de los años, representa la propia historia
de la humanidad.
Otro significado del
término “ciencia” es el que alude al resultado de la “actividad científica”, es
decir, a la presentación del conocimiento y teorías científicas
plasmadas en libros, textos, documentos, programas de enseñanza, las cuales
permiten a los seres racionales, el comunicar y transmitir la ciencia,
comprobarla, discutirla, refutarla y perfeccionarla. A tal
respecto, el autor Kuhn 3 en su texto: “La Estructura de las
Revoluciones Científicas” (1962), establece la siguiente relación:
Si la ciencia es la constelación de
hechos, teorías y métodos reunidos en los libros de texto actuales, entonces
los científicos son hombres que, obteniendo o no buenos resultados, se han
esforzado en contribuir con alguno que otro elemento a esa constelación
particular. (Subrayado lo nuestro).
Coincidiendo con Calduch, se
considera que la ciencia surge de la obtención del conocimiento, mediante la
observación de patrones regulares, de formas de percepción de la realidad, las
cuales son afectadas por las leyes generales y principios difundidos
universalmente. Ahora bien, si es cierto que, existen también
otras categorías del conocimiento humano como la “inspiración”, la cual
se sustenta y nutre de la actividad artística; “la revelación,” que fundamenta
el conocimiento y las conductas religiosas; orientada por “la intuición” o
evidencia inmediata, que se obtiene sin un especial esfuerzo racional o la
“experiencia”, que se alcanza mediante el aprendizaje o la repetición del
método de prueba-error. Entonces, se puede afirmar que, la ciencia es
histórica, y a través de su historia podemos llegar a desentrañar los
distintos significados y alcances que se le ha dado en cada período del devenir
humano, así como también, podemos desentrañar los diversos modos de actuación
científica, a través de los cuales se han alcanzado los conocimientos
considerados como científicos en cada segmento del tiempo.
Los acontecimientos
acaecidos en los tiempos de la Guerra Fría, incidieron en la mayoría de los
Estados Nación del mundo a enfocar los temas del conflicto en sus múltiples
formas, impactando directamente en la globalización de teorías,
doctrinas y resoluciones en el campo de las relaciones internacionales, cuyos
enfoques vinculados estrechamente a las circunstancias políticas de la época,
respondían a los intereses de potencias poderosas. Dichos modelos,
supuestos o postulados continúan aún vigentes y fomentan acuerdos entre
los Estados Nación del sistema internacional, los cuales otorgan visos de
legalidad y generan obligaciones entre los actores intervinientes. .4
La difusión a
escala global, de tales “marcos referenciales” cuidadosamente diseñados por las
potencias hegemónicas, requieren de una muy especial atención, por cuanto que,
los mismos traen inscritos consigo “códigos de interpretación” que
procuran introducirse en el sistema internacional de manera
premeditada para crear una estandarización en la percepción de la
realidad, la cual, en muchas ocasiones, van sistemáticamente restringiendo los
principios básicos, de soberanía, independencia y libre autodeterminación de
los Pueblos. Una prueba de ello, por ejemplo, la podemos encontrar en los
conocidos documentos de Santa Fe, en donde los Estados Unidos de Norteamérica
ayudados por sus asesores de inteligencia, diseñaron y pusieron en práctica de
manera consecuente, una agenda política injerencista hacia los países
latinoamericanos y caribeños, con la firme intención de instaurar a través de
sus oscuras operaciones políticas, a gobiernos títeres que respondieran a
los intereses de sus corporaciones; además de instaurar reformas económicas
neoliberales en la región, que le dieran paso a sus “inequitativas
inversiones”, tal como lo muestra el conocido “Consenso de Washington”.
La Nueva Doctrina de los Nenúfares Diseñada por
EE.UU.
“Irónica estrategia de aproximación de medios
para atender con prontitud las catástrofes naturales en nuestra región”.
En la actualidad,
como una nueva versión de los Documentos de Santa Fe, podemos comentar la
arbitraria estrategia imperialista de aproximación y proyección de sus fuerzas
militares en nuestra región, bajo el irónico pretexto de la lucha contra el
narcotráfico. Esta estrategia les ha permitido inundar de bases militares
norteamericanas el espacio suramericano y caribeño, además de justificar
la reactivación de su cuarta flota, para navegar en un teatro de
operaciones, el cual, ellos consideran como su área de interés e
influencia. Hoy en día, tales excusas, procuran renovarse con un nuevo
discurso por parte de los Estados Unidos, en donde un mordaz “síndrome
proteccionista” de atender con prontitud y oportunidad a las catástrofes
naturales que se pronostican en el espacio Suramericano y Caribeño, es el
pretexto para aproximar medios militares y civiles en áreas muy cercanas
a los pasos interoceánicos suramericanos y del Caribe, o en donde, no por
casualidad, tales situaciones de riesgos se pronostican en sectores cercanos a
las grandes reservas de petróleo, minerales estratégicos, gas, agua dulce y
biodiversidad del planeta.5
El término “nenúfar” o “lily pad”
en inglés, es utilizado para definir aquellas: …”plantas acuáticas con flores
que crecen en lagos, lagunas, charcas, pantanos o arroyos de corriente lenta,
estando usualmente enraizadas en el fondo”. Este término es utilizado en
sentido figurado, para ejemplarizar el uso que las ranas les dan para
aproximarse y cazar mejor a sus presas.
Ilustración 1. La Nueva Doctrina de los Nenúfares
utilizada por EE.UU., como pretexto para la aproximación de medios militares en
el espacio suramericano y caribeño
En la “Décima Conferencia de
Ministros de la Defensa de las Américas”, realizada del 8 al 10 de octubre de
2012, en Punta del Este, República Oriental del Uruguay, la delegación de
EE.UU, asistió con un avión tipo Boeing trayendo consigo toda una comitiva “muy
preocupada por los temas de defensa en el hemisferio” destacándose los
siguientes personajes: León Edward Panetta, para aquel entonces, Secretario de
Defensa de Estados Unidos de Norteamérica, quien fuera Director de la CIA en el
gobierno de Bush hijo; Frank Mora, Sub Secretario de Defensa para el Hemisferio
Occidental; el General de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos Douglas Fraser,
para aquel entonces, Comandante del Comando Sur; el General del Cuerpo de
Marines de EE.UU John F. Kelly, quien actualmente ostenta el cargo de Fraser; a
quienes se le sumó, la Embajadora de Estados Unidos en Uruguay, Julissa
Reynoso, de raíces Dominicanas, quien es miembro del conocido “Consejo de
Relaciones Exteriores de EE.UU”, el mismo Consejo vinculado históricamente a
los temas del “nuevo orden mundial, el Grupo Bilderberg y la teoría de la
conspiración”.6
En la precitada reunión
y con poco disimulo, uno de los ejes temáticos que insistentemente los
norteamericanos defendían en la mesa de discusiones, utilizando, no por
casualidad, a Guatemala como país modelador, a Chile como país relator y
a Canadá, Trinidad y Tobago y Uruguay, como países correlatores; fue el eje
temático referido a los “desastres naturales y la protección al medio ambiente
y la biodiversidad”, de nuestra rica, independiente y soberana región
suramericana y caribeña.
Este panel de
representantes del gobierno imperial, durante todas las fases de la reunión,
manifestaba reiteradamente su interés en establecer “Bases adelantadas de
atención rápida a las catástrofes naturales”, a las que sus expertos
pronosticadores ubicaban con una pitonística y nostradámica precisión, en áreas
de gran valor geoestratégico del espacio suraméricano y caribeño. Ellos
manifestaban que dichas plataformas aglutinarían a personal y equipos militares
con elementos de protección civil, listos para reaccionar bajo la
dirección de sus experimentados mandos. A mismo tiempo que se auto
atribuían una “moral de experticia”, adquirida en su participación durante el
pasado terremoto de Haití.7
Como es bien sabido, la
Conferencia de Ministros de Defensa de las Américas, se constituye en el
instrumento diplomático-operativo de la Junta Interamericana de Defensa,
entidad que a su vez depende de la Organización de Estados
Americanos (OEA). Esta Junta Interamericana de Defensa (JID), está
compuesta por los siguientes órganos: El Consejo de Delegados; La Secretaría y
el Colegio Interamericano de Defensa (CID). En este último centro educativo, en
opinión del autor, es donde se diseñan las doctrinas y resoluciones
legitimadoras de la injerencia y la intervención en el
hemisferio.
A todas estas nuevas
versiones de una renovada agenda injerencista, se le suma toda una operación
mediática enmarcada dentro del conocido concepto de “Guerra de Cuarta
Generación”, la cual, procura minar las bases de la cultura tradicional de los
países suramericanos y caribeños y debilitar a sus movimientos populares de
izquierda, por cuanto que, dicho modelo ideológico, se encuentra en
franca contraposición al modelo capitalista que las potencias imperialistas
defienden.
Para
alcanzar este fin, ellos aplican, lo que Noam Chomsky llama: “la
estrategia de la gradualidad”. Parafraseando al precitado autor, tal estrategia
consiste: En procurar hacer que se acepte una medida inaceptable. Este fin se
alcanza, cuando tales medidas son dosificadas gradualmente y a cuentagotas por
años consecutivos. Es así como los países dominantes, en el trascurrir de
la historia, fueron introduciendo en el sistema internacional, una serie de
marcos referenciales y criterios de interpretación de la realidad, ajustados en
función a sus intereses y conveniencias. Tal gradualidad permitió a los
monopolios hegemónicos, el garantizar que la sociedad internacional asumiera
como natural aquellos cambios, los cuales, en otras condiciones, pudieran haber
provocado una revolución.
Como se puede observar,
las doctrinas y resoluciones legitimadoras de la intervención, han sido por
años, cuidadosamente elaboradas en los laboratorios de los grupos de poder
hegemónicos, las mismas persiguen una unidad de pensamiento que respondan a los
intereses de las potencias imperialistas. A tal respecto el autor Britto, G.
(2009) en su obra “América Nuestra Integración y Revolución” al referirse a
las Doctrinas y Resoluciones Legitimadoras de la Intervención expresa lo
siguiente: …”para asegurar la hegemonía hemisférica, Estados Unidos formula
doctrinas internacionales y normativas que se ajustan como guantes a sus
estrategias de dominación”… (Tomo II, p.223).
Coincidiendo
con el precitado autor, es considerado que, la red de
doctrinas y normativas existentes en el campo de las relaciones
internacionales, son fomentadas por las potencias internacionales quienes
promueven, como actores dominantes de la comunidad internacional, normas y
procedimientos que responden a sus intereses.
Dichas normas
procuran universalizarse como un sistema de creencias, hasta constituir un
marco referencial, que al ser practicado globalmente, se infiltra
sistemáticamente como una doctrina en el campo de las relaciones
internacionales. Con esta estrategia los Estados potencias, logran
llevar sus intereses nacionales, a niveles supranacionales, en donde las
normas y resoluciones que se generan, inspiradas por dichas doctrinas,
premeditadamente elaboradas, se constituyen en acuerdos y convenios de
obligatorio cumplimiento.8
El Gran Nacionalismo Docente en el espacio
Latinoamericano y Caribeño
Atendiendo a todo
lo arriba expresado, causa extrañeza la escasa evolución que ha tenido a
lo largo del tiempo las teorías de las relaciones internacionales, del mismo
modo, igual impresión resulta observar, el interés manifiesto de los
monopolios académicos y bibliográficos de continuar difundiendo, hasta en las
más recientes obras y estudios académicos, las tradicionales teorías del
idealismo y realismo político, como los únicos referentes teóricos que
sustentan las relaciones internacionales.
En opinión del
autor, el mantenimiento de este marco referencial, soportado por un
sistema lógico-deductivo, elaborado en circunstancias históricas muy alejadas
de la actualidad, no debe ser considerado como un modelo a seguir, por lo
que los sistemas educativos de los Estados deben reaccionar y esforzarse en
promover y difundir investigaciones con enfoques que promuevan el nuevo sistema
de relacionamiento que actualmente se configura en el espacio suramericano y
caribeño.
Es por ello, que la
iniciativa de creación de un Instituto Suramericano y Caribeño de Defensa, en
el marco de la Unión de Naciones Suramericanas y Caribeñas (UNASUR),
resulta en una excelente medida para unificar criterios emancipadores propios,
los cuales por años se mantuvieron dispersos a efectos de un sistema educativo
hegemónico, cuyas teorías y doctrinas en el campo de las relaciones
internacionales, le otorgaron legitimidad, abriendo paso a siglos de dominación
por parte de potencias imperialistas. 9
Coincide
el autor Britto, G. en su obra “América Nuestra” al expresar:
…” el control del Estado
burgués sobre la educación a través de libros y manuales…El Estado docente
latinoamericano es identificado como enemigo primordial por los asesores de
política exterior de Estados Unidos. Así el Documento Santa Fe I expresa alarma
porque “El Control del Estado sobre la educación está aumentando a través de
los libros de texto y manuales y las burocracias educacionales exigen más”
(Santa Fe I, 1988)”.Citado en Britto, G. (2009) p.329. (Subrayado lo nuestro).
De igual manera
se considera que, la marcada difusión de los antivalores del capitalismo, la
mora investigativa en materia de producción de nuevos constructos teóricos en
el campo de las relaciones internacionales que respondan a las nuevas
realidades de la comunidad internacional, ha incidido en la ausencia de
teorías propias que sustenten las nuevas formas de relacionamiento que se
configuran en el espacio latinoamericano y caribeño.
Este planteamiento
es fundamentado por el autor Vieira, P.( 2005 ) al expresar: …”la
nueva ola de globalización que pretende la universalización de los mercados más
que la armonización de políticas, ha producido un vacío teórico reflejado
en la pérdida de rumbo y falta de claridad conceptual de la integración
latinoamericana”… (p.3). (Subrayado lo nuestro).
La mora
investigativa en materia de producción de nuevos constructos teóricos en el
campo de las relaciones internacionales que respondan a las nuevas realidades
de la comunidad internacional, ocasiona en muchos casos enfoques ecléticos cuya
combinación no se adecúa a las realidades actuales, ocasionando dificultades en
el avance de los nuevos sistemas de relacionamiento que se configuran en la
región latinoamericana y caribeña. 10 A tal respecto señala el autor Del
Arenal, C., lo siguiente:
La compleja realidad actual, que
impide negar la importancia de los Estados como la de actores transnacionales,
de las relaciones interestatales como las de las relaciones transnacionales, de
situaciones de conflicto como las de cooperación, hace que la teoría de
las relaciones internacionales haya optado, en cierta medida, por una
solución ecléctica, de compromiso. Cada uno de los paradigmas estudiados, con
su énfasis exclusivo en determinadas dimensiones de la realidad internacional,
se basa en una dimensión importante de las relaciones internacionales, pero
tiende a olvidar otras dimensiones igualmente importantes. En este sentido, los
diferentes paradigmas serían en realidad más complementarios que opuestos,
puesto que mostrarían las diferentes dimensiones de una sola y única realidad,
que es a la vez cooperación y conflicto, interdependencia y dependencia,
continuidad y cambio. (Del Arenal, C. 2005, p.41.) (Subrayado lo nuestro).
En opinión del autor, las
teorías de las relaciones internacionales, deben evolucionar y adecuarse a las
nuevas realidades que se configuran en el espacio suramericano y caribeño, a
tal respecto el autor Shembri, R., al referirse a la necesidad de pregonar
nuevos procesos de integración que respondan a las realidades históricas de los
actores internacionales, expresa lo siguiente:
...desde los años sesenta, por décadas se ha venido
planteando en Latinoamérica la necesidad de desarrollar un proceso de
integración de los Estados y pueblos latinoamericanos, máxime teniendo en
cuenta los elementos históricos comunes que líderes de la independencia y
republicanos, cuales fueron Bolívar, San Martín y Morazán, plasmaron en su
momento al pregonar la necesidad de unión de las naciones recién independizadas
de España. (Subrayado lo nuestro).
Por todo lo arriba
expuesto, es considerado por el autor, que las teorías existentes en el campo
de las relaciones internacionales, por una parte, fueron desarrolladas
bajo circunstancias históricas en donde los intereses nacionales y
el deseo de acumular poder resultaba muy persuasivo para dominar el
comportamiento de los Estados dentro del complejo sistema internacional y, por
la otra, su fuente de inspiración como árbitro y regulador, se basó en los
conflictos; por lo que se considera que estas teorías en la actualidad no
sustentan del todo, a las nuevas formas de integración regional que se
configuran en el espacio latinoamericano y caribeño.
Por tal razón se
hace imperativa la aproximación a una Teoría Bolivariana de las Relaciones
Internacionales, por cuanto que, la misma representa un poderoso instrumento
para argumentar y persuadir con hechos y razones, la vigencia del pensamiento
de los próceres y héroes independentistas suramericanos. Asimismo, el construir
un sistema educativo latinoamericano y caribeño, que promueva los principios,
valores y creencias propias a sus realidades geohistóricas, servirá por una
parte, de sustento teórico para orientar la nuevas formas de relacionamiento
que actualmente se configuran en la región y por la otra, de modelo a
seguir para recontextualizar las nuevas realidades del sistema internacional, a
los fines de garantizar la satisfacción real de las expectativas de los
elementos que integran el espacio suramericano y caribeño, a fin de gestar una
conciencia de unidad e identidad común en beneficio de las futuras
generaciones. Es por ello que las viejas teorías deben evolucionar, puesto que
el realismo político beneficia a las potencias militares más poderosas del
planeta y el enfoque idealista, al cual, en opinión del autor, se le es
atribuido erróneamente una paternidad Wilsoniana, pretende dejar en manos de
organizaciones internacionales manejadas por los Estados Potencias, las
intervenciones en los conflictos armados, con el supuesto irónico de
tratar de evitar el flagelo de la guerra.
Los Procesos de Integración Latinoamericana y
Caribeña.
En América Meridional,
se vienen produciendo procesos de integración que procuran afrontar las
asimetrías existentes para garantizar la seguridad, erradicar la pobreza,
corregir las desigualdades sociales y asegurar una creciente calidad de
vida los pueblos.
Estas nuevas formas de
integración que se configuran en el espacio suramericano y caribeño, basan sus
realidades en principios y valores muy diferentes a los contenidos en las
teorías tradicionales de las relaciones internacionales. A tal respecto,
señala en autor Vieira, P. en su ensayo: “Evolución de las Teorías sobre
Integración en el contexto de las Relaciones Internacionales” (2005), lo
siguiente:
…”A veces se tiende a pensar
que las teorías de las relaciones internacionales son suficiente explicación de
los procesos de integración y que las teorías sobre la integración son un
componente secundario de las relaciones internacionales. El problema puede
estar en que en nuestro medio no se ha brindado suficiente importancia al
componente teórico de la integración, lo cual ha llevado a adoptar en
muchos casos teorías de las relaciones internacionales” (p.3). (Subrayado lo
nuestro).
El proyecto de
Unión de Naciones Sudamericanas, se constituye en una iniciativa de
integración exclusiva de las naciones de América al sur de Río Grande, por tal
razón, la misma es excluyente de todo intento de dominación que
pretenda imponer los Estados Unidos de Norteamérica en el continente.
Esta tradición hegemónica es
sustentada por Chomsky (2004) cuando afirma que: “Estados Unidos ha
dominado por mucho tiempo la región con dos métodos principales: la violencia y
el estrangulamiento económico. De manera general, los asuntos internacionales
muestran más que un ligero parecido con la mafia.” (p. 2).
Por otra parte, el
aproximarse a una Teoría Bolivariana de las Relaciones Internacionales, servirá
de orientación en los avances de los mecanismos de integración regional y
acuerdos suscritos en el marco de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y
Caribeños (CELAC); Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) y Alianza
Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA); asegurando que los
mismos mantengan una estrecha correspondencia con las aspiraciones históricas
de los pueblos que la conforman dicha comunidad, evitando además la influencia
directa de organismos internacionales y regionales, tales
como la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Organización de
Estados Americanos (OEA), que han perdido credibilidad por su abierta
inclinación hacia intereses hegemónicos.11
Conclusiones:
Por todo lo antes
expuesto, es considerado por el autor, que todo estudio del desarrollo de
una ciencia, en este caso, la ciencia de las Relaciones Internacionales,
“exige, junto al conocimiento de los conceptos, axiomas y leyes que se han
formulado por sus diversas teorías, una necesaria reconstrucción del proceso
histórico a través del cual han emergido y han sido dadas a conocer”.
Más aún, si
dichas teorías han sido elaboradas por comunidades de seres humanos, en épocas
cuyos métodos, enfoques y códigos estaban predominantemente influenciados por
los criterios de un grupo de actores dominantes y que pudieron de alguna
manera, ser introducidos premeditadamente, como una estrategia para difundir
patrones universales que respondieran a sus intereses de dominación.12
La posición ontológica
del autor asume una postura que muestra una firme oposición al “conservadurismo
internacional”, considerándose este, como una corriente de pensamiento que
intenta mantener una continuidad y que se opone a toda iniciativa que promueva
en los actores internacionales, nuevos enfoques emancipadores.
La existencia de
(Teorías de las Relaciones Internacionales que no han evolucionado),
vislumbra una realidad desfavorable y perturbadora a los cambios en esta
materia. Dicha situación problemática, más se profundiza en opinión del autor,
cuando como producto de su visión de la realidad, se asume como muy probable,
que dicho “conservadurismo internacional” responde a una estrategia premeditada
de actores dominantes en el campo internacional, de cuyas tareas entre otras se
desprende: La difusión de patrones de pensamiento que
orientan las relaciones entre los Estados Nación y otros
actores internacionales. Es por ello que coincide el autor con las visiones de
“hegemonía, bloque hegemónico y supremacía” así como con el de la llamada
"superestructura", en la metáfora de Marx), desarrolladas por el
filósofo marxista Antonio Gramsci, como un elemento desde el cual, se puede
realizar una acción política y como una de las formas de crear y reproducir la
hegemonía. 13
Asimismo, se coincide en que
existencia de una “hegemonía cultural”, concepto que fue desarrollado el
precitado filósofo, para explicar las razones por las cuales una sociedad que
pudiese observarse aparentemente libre y culturalmente diversa, es en realidad
dominada, en este caso, por una de sus clases sociales.
En este sentido,
Gramsci considera que dicha dominación se materializa ya que …”las
percepciones; explicaciones; valores y creencias de ese sector llegan a ser
vistos como la norma, transformándose en los estándares de validez universal o
de referencia en tal sociedad, como lo que beneficia a todos cuando en realidad
solo beneficia o beneficia preferencialmente a un sector dado”.
En opinión del autor,
esta visión de Gramsci, es perfectamente aplicable en dimensiones
supranacionales, por cuanto que el concepto de “clases sometidas” puede
sustituirse por los países del mal llamado “tercer mundo” y el “proyecto
burgués”, al cual se refiere el autor, en este caso, serían los postulados de “las
tradicionales teorías de las relaciones internacionales”.14
Es por ello que partiendo de
los paradigmas ontológicos arriba descritos, se considera que los principios
que orientan las relaciones internacionales en el espacio suramericano y
caribeño confrontan “marcos referenciales”, que históricamente, como se
argumenta en el presente artículo, han sido introducidos por sociedades
hegemónicas, como un “patrón normativo o “estándar”, el cual, al ser promovido
y difundido a través de una constelación de teorías y doctrinas contenidas en
libros, textos y programas, inciden en el mantenimiento de un criterio único de
percepción de la realidad.
Por lo arriba indicado,
se considera que como resultado de una nueva geopolítica internacional, los
actores del espacio latinoamericano y caribeño debemos interpretar la realidad
internacional, con un enfoque estratégico distinto a los códigos que traen
inscritos consigo las tradicionales teorías de las relaciones internacionales,
contenidas en los textos y programas de estudios.
El procurar descubrir
las circunstancias históricas, psicológicas y sociológicas que han incidido en
la difusión del conocimiento y por consiguiente la “universalización de
criterios de interpretación de la realidad” es lo que permitirá el quiebre de
“una hegemonía sostenida en el campo de las relaciones internacionales”,
“status quo” que prevalece, gracias a las tradicionales teorías
premeditadamente elaboradas. Ante tales reflexiones se asume, que las
teorías tradicionales que sustentan las relaciones internacionales, traen
consigo inscritas códigos y enfoques de actores dominantes, estrechamente
ligados a circunstancias políticas propias de una época de conflicto y
confrontación y en donde se hace evidente la predominancia de los
intereses nacionales de las potencias hegemónicas. 15
Es por ello que el
reciente anuncio de la retirada de la Junta Interamericana de Defensa por parte
de los países miembros de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA)
es un excelente paso para alcanzar esa emancipación.
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Nacional de la República Bolivariana de Venezuela en Septiembre de 2007.
Programa de la Patria (2013).
Segundo Plan Socialista, para el período 2013 -2019, Partido Socialista Unido
de Venezuela. Disponible en: http://www.chavez.org.ve/programa-patria-venezuela-2013-2019/introduccion/#.URlL7B3a2So
1 La ciencia sigue adelante con toda su fuerza cultural
y social, y cada día más, al convertirse en un fenómeno que afecta globalmente
a toda la Humanidad: (1) Por la mayor educación social generalizada en todas
las sociedades del mundo. (2) Por la influencia de la tecnología que la
hace aplicable a la realidad en poco tiempo.(3) Por los medios de comunicación,
que facilitan la rápida divulgación y «vulgarización» de los conocimientos. (4)
Porque se convierte así en un instrumento de poder, económico, político y
cultural. El problema de su fundamentación y construcción deviene un problema
filosófico en el llamado posmodernismo que ciertamente tiene una conciencia clara:
La verdad no es necesaria ni universal, sino producto humano y por tanto
cambiante y contingente. La propia ciencia, la filosofía, la literatura o el
arte en general y la propia dinámica cultural y social, desbordarán siempre el
discurso científico abriendo horizontes de nuevos metadiscursos respecto a la
propia ciencia, a los contenidos culturales y sociales, a la vida cotidiana, el
ejercicio del poder o la acción moral y política. Fuente: Enciclopedia
Wikipedia, 2007. (Página Web en línea). Disponible: https://es.wikipedia.org/wiki/Ciencia [Consulta:
2013, Abril 14].
2 Calduch, C. “Apuntes de Teorías de las
Relaciones Internacionales”, Facultad de Ciencias de la
Información. Universidad Complutense de Madrid.(2003). p.4
3 KUHN,T.S- “The Structure of Scientific Revolutions”.- Edit. University of
Chicago Press; Chicago, 1ª ed. 1962. Traducción de Agustín Contin.- La estructura de las
revoluciones científicas.- Edit. Fondo de Cultura Económica; 6ª ed. 1971; pág.
21.
4 Pacta sunt servanda es una locución latina, que se traduce como "lo pactado
obliga", que expresa que toda convención debe ser fielmente cumplida por
las partes de acuerdo con lo pactado. Constituye un principio básico del derecho civil
(específicamente relacionado con los contratos) y del derecho internacional.
En materia internacional
se señala que: "Todo tratado en vigor obliga a las partes y debe ser
cumplido por ellas de buena fe" (según lo señala el artículo 26 de la Convención de Viena sobre el Derecho de los
Tratados de 1969 y mismo artículo de la Convención de Viena sobre el Derecho de los
Tratados celebrados entre Estados y Organizaciones Internacionales o entre
Organizaciones Internacionales de 1986). Esta
consigna, acuñada en épocas de la antigua Roma y según la cual “los pactos
deben honrarse”, es una de las bases fundacionales de la confianza que la
sociedad deposita en sí misma. Fuente: Enciclopedia Wikipedia,
2007. (Página Web en línea). Disponible: http://es.wikipedia.org/wiki/Pacta_sunt_servanda
[Consulta: 2012, Octubre 22].
5 En lengua inglesa, una lily pad es
una hoja flotante en un lago o estanque, al modo de los nenúfares, que sirve de
apoyo para la rana que, salto a salto y de hoja en hoja, se aproxima acechante
hacia el incauto insecto que en breve devorará. No crea el lector que este
comentario se refiere a curiosas escenas de la naturaleza; su contenido es
bastante más crudo, porque, como enseguida se verá, la rana es el símbolo
de las fuerzas armadas de EE.UU., los nenúfares son un nuevo tipo de base
militar reducida, que se va extendiendo por el mundo y al que voy a referirme
específicamente, y los insectos son los países sobre los que la política
exterior de EE.UU. extiende sus tentáculos. Fuente: kaosenlared.net.
Disponible: http://www.kaosenlared.net/america-latina/item/60730-nen%C3%BAfares-en-suelo-uruguayo.html.
[Consulta: 2013, Junio 18].
6 En los años 1960, grupos como la John Birch Society y
el Liberty Lobby dedicaron muchos de sus ataques a las Naciones Unidas como
vehículo para crear "Un Gobierno Mundial", promoviendo una posición
de desconfianza y aislacionismo en relación a ese organismo. Adicionalmente,
Mary M. Davison, en su The Profound Revolution (1966) trazó el origen de la
supuesta conspiración del Nuevo Orden Mundial a la creación del Sistema de
Reserva Federal en EEUU por un "grupo de banqueros internacionales"
que posteriormente habrían creado el Consejo de Relaciones Exteriores (CFR) en
ese país como "gobierno en las sombras". Cabe considerar que en
aquellas fechas la frase "grupo de banqueros internacionales" se
entendía como referencia a personas tales como David Rockefeller o a la familia
Rothschild.
Posteriormente, y a partir de la década de 1970, Gary
Allen sostiene que el término Nuevo Orden Mundial es utilizado por una élite
internacional secreta dedicada a la destrucción de todos los gobiernos
independientes. Con ese autor el mayor peligro deja de ser la conspiración
cripto-comunista y se transforma en la élite globalista que algunos identifican
con el atlantismo del Grupo Bilderberg. Fuente: Enciclopedia Wikipedia, 2007.
(Página Web en línea). Disponible: http://es.wikipedia.org/wiki/Nuevo_Orden_Mundial.
7 Véase artículo titulado: “El Síndrome 2012. El Efecto
Haití, y El Proyecto Haarp, La Gran Conspiración”, del autor: Lorenzo Angiolillo
Fernández, disponible en: http://www.aporrea.org/actualidad/a93923.html.
8 El autor Calduch, R. Define el concepto de Potencia
Internacional citando a Smouts, como: …”aquel estado: «.. más o menos
poderoso según su capacidad de controlar las reglas del juego en uno o varios
ámbitos-clave de la competición internacional y según su agilidad para
relacionar tales ámbitos para -alcanzar con ello una ventaja». Esta definición,
que contiene los elementos esenciales de cualquier Estado que se configura como
potencia internacional, nos resultará muy útil para delimitar otros conceptos
próximos, pero diferenciables entre sí, como son los de gran potencia o los de
potencia media, ya sea ésta regional o sectorial. Siguiendo con esta progresiva
acotación conceptual del tema y utilizando una afortunada expresión de TOYNBEE,
podemos definir a una gran potencia como: «La potencia política cuya acción se
ejerce en toda la extensión .del ámbito máximo de la sociedad en cuyo marco
opera». Ahora bien, así definida la gran potencia vemos que sólo es
identificable al término, de potencia mundial en la medida en que la sociedad
internacional en cuyo marco se desarrolla y actúa, sea efectivamente, una sociedad
mundial. Ello es un fenómeno histórico relativamente reciente ya que su
consumación se alcanza en el transcurso del siglo XIX. Con anterioridad a esta
etapa no todas las grandes potencias cabe identificarlas con potencias
mundiales”. Fuente: Calduch, R.- Relaciones Internacionales.- Edit. Ediciones
Ciencias Sociales. Madrid, 1991. p.1
9 Tal consideración es sustentada además por el autor
Deustua, A. (2004), cuando expone: …”como puede verse, la falta de consenso
académico sobre las variables principales que componen una disciplina compleja
como las relaciones internacionales inhibe fuertemente la precisión sobre su
naturaleza y su especificidad. Si su ubicación en el ámbito de las ciencias
sociales puede estar en cuestión, la disciplina carece de masa crítica
conceptual básica lo que debilita su aspiración científica y plantea, más bien,
su fragilidad cognitiva y su gran dispersión. Ello no coadyuva a que se
le identifique como disciplina singular aunque así se la considere. Por lo
demás, los múltiples aportes de otras ciencias son ciertamente enriquecedores
de la disciplina, pero favorecen también su ambigüedad…” Deustua, Alejandro.
“Comentario crítico a la Teoría de Relaciones Internacionales” Entrevista de la
Academia Diplomática del Perú. Contexto.org (2004). (p.9). (Subrayado lo
nuestro).
10 A tal respecto expresa el autor Vieira, P., en su
ensayo: “Evolución de las Teorías sobre Integración en el contexto de las
Relaciones Internacionales”, lo siguiente: …”este mundo en desarrollo
experimenta la sensación que las teorías de las relaciones internacionales como
el realismo y el neorrealismo han servido a las grandes potencias que son las
únicas en condiciones de ejercer el poder preconizado por estas teorías y esto
en detrimento de los países en desarrollo, que se convierten en simples
validadores de aquellos que lo poseen. Es aquí donde aparece la importancia de
la integración como medio e instrumento para el mundo en desarrollo compensar
las enormes diferencias frente a los estados desarrollados, pues ella permite
entre otras tener un poco más de poder para negociar en mejores condiciones que
haciéndolo de manera aislada. Pero para lograrlo es necesario volver a
construir unas teorías que tengan en cuenta el contexto latinoamericano”.
Fuente: Vieira, P. Papel Político, núm. 18, diciembre, 2005, pp. 235-290. Ed.
Pontificia Universidad Javeriana Bogotá, Colombia. 2005. (p.3). Disponible en: http://www.redalyc.org/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=77720389010.
(Subrayado y resaltado lo nuestro).
11 A tal respecto el Presidente de la República
Bolivariana de Venezuela, Hugo Rafael Chávez Frías en su Discurso ante la
Sexagésima Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas del 15
de septiembre de 2005 en Nueva York, expresó al referirse a la ONU, lo
siguiente: …”Mientras avanzamos hacia un nuevo modelo de Naciones Unidas que
haga cierto y suyo ese nosotros de los pueblos, hay cuatro reformas urgentes e
irrenunciables que traemos a esta Asamblea. La primera, la expansión del
Consejo de Seguridad tanto en sus categorías permanentes como en las no
permanentes, dando entrada a nuevos países desarrollados y a países en
desarrollo como nuevos miembros permanentes. La segunda, la necesaria mejora de
los métodos de trabajo para aumentar la transparencia y no para disminuirla,
para aumentar el respeto y no para disminuirlo, para aumentar la inclusión. La
tercera, la supresión inmediata, seguimos diciéndolo desde hace seis años desde
Venezuela, la supresión inmediata del veto en las decisiones del Consejo de
Seguridad, ese vestigio elitesco es incompatible con la democracia,
incompatible con la sola idea de igualdad y de democracia. Y en cuarto lugar el
fortalecimiento del papel del Secretario General, sus funciones políticas en el
marco de la diplomacia preventiva, debe ser consolidado. La gravedad de los
problemas convoca a transformaciones profundas, las meras reformas no bastan
para recuperar el nosotros que esperan los pueblos del mundo, más allá de las
reformas reclamamos desde Venezuela la refundación de Naciones Unidas, y como
bien sabemos en Venezuela, por las palabras de Simón Rodríguez, el Robinson de
Caracas: “O inventamos o erramos”. Chavez, H. (2005). Fuente: Disponible: http:
//www.rebelion.org/noticia.php?id=37928. [consulta,
15/02/2013]. (Subrayado lo nuestro).
12 La historia de la ciencia deja de ser la historia de
las teorías y se constituye en el planteamiento y consideración de
«problemáticas comunes» a diversas teorías unidas en una continuidad de largo
recorrido histórico y cultural. Dicha unidad encuentra su fundamento en un
«marco conceptual común», una unidad cultural de lenguaje que ofrece una visión
determinada acerca de un determinado ámbito del universo mundo, como
interpretación del mismo, sobre la base de unas mismas reglas lógicas de
interpretación de la experiencia. Las series más importantes de estas teorías
científicas vienen caracterizadas por una «continuidad» en el tiempo; teorías
que se relacionan en una unidad global dentro de un ámbito suficientemente
amplio de investigación del mundo. Vienen a suponer una cierta unidad
conceptual y de visión general. Sobre estas unidades es sobre lo que se
construye el progreso científico, pues es en el ámbito de éstas donde se
producen las transformaciones de «antiguas verdades» en «nuevas verdades» con
independencia de cómo se interprete dicha transformación. Estas variaciones son
interpretadas por diversos estudios como: “Falsación de teoría concreta”,
Popper; “Ruptura epistemológica” Gaston Bachelard; “Revolución o cambio
de paradigma”; Kuhn; “Evolución de programas de investigación” (Lakatos);
“Anarquía de los métodos”; (Feyerabend); “Esbozo de posibilidades para la
intelección posibilitante de lo real, (Zubiri); “Symploké” (Gustavo Bueno);
“Genialidad deductiva de un investigado o casualidad heurística de hecho”. Cada
uno de estos puntos de vista requiere su reflexión y nos muestra que el proceso
no es tan simple como suele mostrarse en la historia de una «ciencia
consolidada» como sucesión de teorías: una racionalización lógica y sucesiva de
teorías que se sustituyen unas a otras de un modo lógico-constructivo. Fuente:
Enciclopedia Wikipedia, 2007. (Página Web en línea). Disponible: https://es.wikipedia.org/wiki/Ciencia [Consulta:
2013, Abril 14].
13 Statu quo (pron. [estátu-kuó])1 es una locución
latina, que se traduce como «estado del momento actual», que hace referencia al
estado global de un asunto en un momento dado. Normalmente se trata de asuntos
con dos partes interesadas más o menos contrapuestas, en los que un conjunto de
factores dan lugar a un cierto «equilibrio» (statu quo) más o menos duradero en
el tiempo, sin que dicho equilibrio tenga que ser igualitario (por ejemplo, en
una situación de dominación existe un statu quo a favor del dominador).
Relacionada con ella, la frase «mantenimiento del statu
quo» hace referencia a la continuación de la situación de equilibrio,
aunque los factores individuales pueden cambiar, pero de forma complementaria,
haciendo que se mantenga el estado de equilibrio global. El concepto proviene
del término diplomático in statu quo ante bellum, que significa «como era antes
de la guerra» (literalmente: «en - el estado - en el que - antes de - la
guerra») en el sentido de recuperar la situación de poder y liderazgo que había
antes de una guerra. En el ámbito de la política y la diplomacia, el
término «statu quo» se utiliza frecuentemente con el objetivo de mantener la
ambigüedad sobre la situación a la que se refiere, de forma que se evita
explicitar los factores de enfrentamiento que existen, aunque los
interlocutores saben de qué se trata. En otras ocasiones simplemente se busca
simplificar la conversación, como resumen de los distintos elementos que
intervienen. Fuente: Enciclopedia Wikipedia, 2007. (Página Web en línea).
Disponible: https://es.wikipedia.org/wiki/Ciencia [Consulta:
2013, Abril 14].
14 A Gramsci, se le conoce principalmente por la
elaboración del concepto de hegemonía y bloque hegemónico. Conocido en
algunos espacios como el "marxista de las superestructuras",
Gramsci atribuyó un papel central a los conceptos de infraestructura
(base real de la sociedad, que incluye: fuerzas de producción y relaciones
sociales de producción/ superestructura ("ideología", constituida por
las instituciones, sistemas de ideas, doctrinas y creencias de una sociedad), a
partir del concepto de "bloque hegemónico". El poder está dado
fundamentalmente por la "hegemonía" cultural que las clases
dominantes logran ejercer sobre las clases sometidas, a través del control del
sistema educativo, de las instituciones religiosas y de los medios de
comunicación. A través de estos medios, las clases dominantes
"educan" a los dominados para que estos vivan su sometimiento y la
supremacía de las primeras como algo natural y conveniente, inhibiendo así su
potencialidad revolucionaria. Así, por ejemplo, en nombre de la
"nación" o de la "patria", las clases dominantes generan en
el pueblo el sentimiento de identidad con aquellas, de unión sagrada con los
explotadores, en contra de un enemigo exterior y en favor de un supuesto
"destino nacional". Se conforma así un "bloque hegemónico"
que amalgama a todas las clases sociales en torno a un proyecto burgués.
Fuente: Enciclopedia Wikipedia, 2007. (Página Web en línea). Disponible: https://es.wikipedia.org/wiki/Ciencia [Consulta:
2013, Abril 14]. (Subrayado lo nuestro).
15 El término hegemonía deriva del griego «hegesthai»,
que significa conducir», «ser guía» o «ser jefe». No obstante, se considera que
el término, provenga de la acepción del verbo «eghemoneno» que significa
«guiar», «preceder» o «conducir» y de la cual derivan los significados «estar
al frente», «comandar» y «gobernar». Por «hegemonia» se entendía en griego
antiguo la dirección suprema del ejército. Se trata, pues, de un término
militar. El «hegemone» era el conductor, el guía y también el comandante del
ejército. En el tiempo de la guerra del Peloponeso, se habló de la ciudad
hegemónica a propósito de cada una de las ciudades que dirigían las alianzas de
las facciones contendientes: Atenas y Esparta. Se denomina hegemonía al dominio
de una entidad sobre otras de igual tipo. Se puede aplicar a diversas
situaciones con el mismo significado: un bloque de naciones puede tener
hegemonía gracias a su mayor potencial económico, militar o político, y ejerce
esa hegemonía sobre otras poblaciones, aunque estas no la deseen. Por
«hegemonía mundial» se entiende el dominio del mundo por parte de una sola
nación o un grupo de naciones. Según la opinión de Gramsci, la hegemonía
existe cuando la clase dominante no sólo es capaz de obligar a una clase social
subordinada o minoritaria a que satisfaga sus intereses, renunciando a su
identidad y a su cultura grupal, sino que también la primera ejerce control
total en las formas de relación y producción de la segunda y el resto de la
sociedad. Fuente: Enciclopedia Wikipedia, 2007. (Página Web en línea).
Disponible: https://es.wikipedia.org/wiki/Ciencia [Consulta:
2013, Abril 14].
Fuente: http://www.aporrea.org/tiburon/a168791.html
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