miércoles, 27 de julio de 2011

De Oslo en Noruega, a Libia y Medio Oriente


Por Lorenzo Gonzalo


Foto de Virgilio Ponce
Ante la incapacidad de los llamados gobiernos liberales para administrar la economía a la altura de sus leyes y en consecuencia con las relaciones sociales surgidas de su desarrollo, hay sectores primitivos de dicho sector que se mueven como reptiles venenosos para imponer condiciones de emergencia, capaces de detener la catástrofe.

Esos sectores son aquellos identificados con movimientos fascistas y otros de tendencia nazi, que brotan como hongos dentro de la podredumbre del sistema. Los vemos en Europa y también en Estados Unidos.

La prensa gusta de presentar las barbaridades que comenten algunos fanáticos de la religión musulmana y las acciones de grupos marginales como algunos guerrilleros de Colombia y otros países. 

En cambio, mantienen en un limbo el resurgimiento de grupos que siempre fueron de una violencia descomunalmente inhumana, dando lugar a una formación reactiva, tanto dentro de las civilizaciones científica y tecnológicamente menos desarrolladas de Medio Oriente, como entre los movimientos políticos desplazados de las opciones democráticas. Las guerrillas suramericanas, los movimientos asiáticos y africanos, asumieron como lecciones de guerra los métodos que tanto los colonialistas como los gobiernos tiránicos les aplicaban como normas.

Sin defender las barbaridades que unos y otros cometieron, pero sin enarbolar banderas éticas que pueden ser justas y bondadosas con los opresores, pero injustas con los sectores oprimidos, la realidad indica que la historia no es como la cuenta la prensa de hoy. En esto no hacemos excepción de prensa. Ni una ni otra, ni izquierdas, ni derechas, ni liberales, ni moderadas. Ni siquiera exceptuamos la información alternativa, donde violamos de consuno la debida abstracción ante la dinámica de los acontecimientos, para arrimar a nuestra sardina un fuego que excede las necesidades de cocción.

Antes que los musulmanes fanáticos se hicieran volar en pedazos, a nombre de un Dios que supone misericordia y bienestar, fueron las Cruzadas, a nombre del suyo, quienes arrasaron los campos del Norte de África; antes de cada estampida de violencia protagonizadas por la llamada izquierda, existieron avalanchas de muertos en Argentina, Chile, la misma Colombia, Salvador, Guatemala, Nicaragua, Uruguay, Paraguay, en el desarrollado y democrático Brasil y en cada rincón del mundo. Aunque muchos lo tomen como repetitivo, la violencia trae violencia y los aviones bombardeando poblados en los países de Medio Oriente, no hacen más que continuar con una tradición que lacera la esencia misma de humanidad que proclaman los llamados “países civilizados”.

El mundo se espanta ante la aparición de un señor, no menos fanático que quienes cometieron el genocidio de las Torres Gemelas en New York, matando jóvenes en un campamento de Noruega. El hombre de 32 años se autoproclama de derecha extrema, salvador del mundo, iniciador de una “nueva cruzada”, cuyo objetivo es acabar con la izquierda y detener la inmigración de los infieles musulmanes a Europa. Siempre con el mismo cuento. Una reacción contra una izquierda que lleva más de un siglo debatiendo precisamente cómo terminar con el genocidio económico y militar que los actuales administradores de la economía perpetúan diariamente.

¿Quiénes son los que han administrado la economía mundial hasta hoy? ¿Las izquierdas o las derechas, los moderados o los conservadores?

La prensa confunde con sus enfoques e informaciones distorsionadas. No hay nada de malo en mostrar que la violencia no fue inventada en las selvas de Colombia o en los campamentos de Alquaeda. Es necesario enfrentar las realidades.

Una de las zonas más bellas de Estados Unidos se encuentra en el Noroeste del país, extendiéndose desde el estado de Washington hasta el Parque Nacional Glaciar de Montana.

Por esa región en semanas recientes un jefe de milicia, tiroteó a varios policías en la región ubicada en Lolo Nacional Forest. En enero del 2011, una bomba fue colocada durante la parada de Martin Luther King Jr. en la ciudad de Spokane.

Algunos expertos consideran que Montana en especial, se está convirtiendo en una “cama caliente”, donde grupos extremistas de las llamadas milicias y patriotas anuncian la quiebra del gobierno, el peligro de un gobierno mundial y la necesidad de prepararse para la supervivencia y el ataque.

Desde comienzos del año 2011, varias personas han sido detenidas en esa zona, algunas de ellas enfrentando la posibilidad de sentencia a cadena perpetua.

La institución Southern Poverty Law Center Intelligence Project, ha documentado la existencia de 1002 grupos violentos de este tipo durante el año 2010. Más de doce se encuentran en el Noroeste del país entre Missoula y la ciudad de Spokane.

Estos grupos terroristas de derecha son más viejos que cualquier grupo musulmán o de la llamada izquierda, en cambio reciben poca publicidad, mientras quienes pretenden aportar a la solución de los problemas nuevas vías, son crucificados a diario por la prensa.

Europa se nutre cada día más de grupos de esta naturaleza, muchos de ellos inspirados por el nazismo que impregna su cultura. El objetivo es desandar artificialmente, caminos construidos por gente de pensamientos similares a los suyos, excepto que con algo más de racionalidad. La inmigración que estimularon al terminar la Segunda Guerra Mundial, alentada después durante el despegue económico que facilitó la destrucción, ahora es objeto de propuestas draconianas para poder contenerla, sin importar cuántos males, las mismas puedan añadir a las otras orillas

Las culpas no están solamente en las medidas internas que adoptan los países desarrollados, sino en las prácticas seguidas internacionalmente en otras épocas. El peligro no radica en el surgimiento de grupos que en la realidad siempre han estado allí agazapados, sino en la falta de racionalidad de los más maduros que aún sostienen las riendas del poder en esas naciones y no han visto que tienen que apelar a otros métodos y otros compromisos, para que el fanatismo no se apodere de la razón.

Es en extremo lamentable la masacre de Oslo y la bomba a uno de sus ministerios. Pero también es lamentable y responde a igual filosofía, la política de Afganistán, el bombardeo a Libia, el desconocimiento de reclamos básicos de los Palestinos, el surgimiento de extremistas radicales de la “supremacía blanca” en Montana y otros estados estadounidenses, y sobre todo, la persistencia hegemónica de Estados Unidos.

Oslo no es una novedad y bien podemos encontrarla en los anales de viejos sucesos, aunque muchos consideren esta tragedia noruega como inesperada e impensable. En realidad es una vieja historia.

Oslo es una noticia permanente de las últimas décadas, excepto que nadie habla de ellas y cuando lo hacen las envuelve en papel edulcorado para disfrazarles el veneno.

*Lorenzo Gonzalo, periodista cubano residente en los EEUU y subdirector de Radio Miami 

Fuente: enviado por el autor a MARTIANOS-HERMES-CUBAINFORMACIÓN


martes, 26 de julio de 2011

Capitalismo es barbarie:

Una hambruna en el siglo XXI es "inmoral", según una responsable de FAO
Por  Dario Thuburn. Tomado de Web Islam.
Cristina Amaral
Cristina Amaral

La directora de operaciones de urgencia de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Cristina Amaral, declaró que una hambruna es "inmoral" en el siglo XXI, antes de la reunión del lunes en Roma para socorrer a 12 millones de personas afectadas por la sequía en el Cuerno de África.

P. Después de las hambrunas de los años 1980 y 1990 debido a las sequías en el Cuerno del África, ¿por qué se dan aún estas tragedias en Somalia, Kenia y Etiopía?

R. Llegar a declarar una hambruna en el siglo XXI es inmoral. Aún tenemos niños que mueren de hambre, ¡esto no puede continuar! En términos de mortalidad, no estamos en los niveles trágicos de 1982 o 1991 y, sobre todo, actualmente tenemos mejor capacidad de respuesta. Pero tememos que las cosas empeoren si no se hace nada hoy.

En el Cuerno del África no ha habido inversión en el sistema productivo. No ha habido suficiente atención a la investigación, a las variedades adaptadas a la sequía. Hay que poner atención en las sociedades pastorales, enseñarles a conservar a sus animales en buena salud en período de sequía. Nuestro mensaje es que no podemos tratar el problema sólo a corto plazo.

La población no sale de un ciclo de sequía en uno o dos años, esto toma cinco o seis años. Allá ha habido una sequía en 2008 y ahora otra en 2011, cuando la población todavía no tuvo tiempo de recuperarse de la anterior. Debemos poner en marcha un mecanismo a largo plazo.

P. ¿Cómo está la situación en el sur de Somalia, controlada por los 'shebab', que prohíben el acceso a las organizaciones humanitarias?

R. Sin acceso al sur de Somalia, no vemos más que la punta del iceberg, los refugiados que llegan a Kenia y Etiopía.

Hay muchos más, estimamos que 3,7 millones, que se encuentran sin dudas en peor estado. Hubo negociaciones con los shebab lideradas por personalidades somalíes y de la región y hubo promesas, pero aún no es satisfactorio.

Esperamos que las negociaciones políticas van a progresar y que la situación humanitaria obligará a los clanes en Somalia a negociar para facilitar el acceso a las personas que lo necesiten.

La solución a largo plazo para Somalia depende de los somalíes, con un proceso de paz y un diálogo entre las diferentes fuerzas políticas. Sin paz ni democracia no será posible poner fin a la hambruna.

P. ¿Qué espera de la reunión del lunes en Roma?

R. Se trata de una reunión ministerial de urgencia convocada por la escalada de la hambruna. El objetivo principal es llamar la atención de los dirigentes del planeta y de todos los miembros de la FAO. Es un llamado a los políticos para que traten la raíz del problema de la inseguridad alimentaria. Es también una reunión sobre la sequía. Necesitamos inversiones a largo plazo para permitir a esas poblaciones vivir durante años aunque no llueva.

También vamos a abordar la cuestión de la subida de los precios de los productos alimentarios y de los carburantes que, sumada a la sequía, hace muy problemático el acceso a la comida.

En término de fondos, para la región afectada hay aún un agujero de 135 millones de dólares en las contribuciones prometidas por los países miembros de la FAO.

Sabemos lo que hay que hacer, pero la recolección de fondos no funciona hasta que se logra la atención de los medios. La guerra se ha convertido allí en una rutina. Sólo se habla de Somalia por sus piratas.

26 DE JULIO DE 1953...INMENSO AVANCE DE LA TEORIA REVOLUCIONARIA EN LATINOAMERICA !!!

Por Magno Drakkar

La historia se encarga de demostrar que existen fechas que significan mucho más que las simples circunstancias que contienen. El 26 de julio de 1953 es una de estas. Pocas horas de ese día, no terminaba la mañana, bastaron para cambiar al mundo. Quizá todavía no entendamos completamente la importancia que el 26 tiene para el futuro de la humanidad. El 26 de julio de 1953 es comparable al 19 de abril de 1810

El 26 de julio, tal como lo dictamina el Che desde en su diario de la gesta boliviana, Por la noche di una pequeña charla sobre el significado del 26 de Julio; rebelión contra las oligarquías y contra los dogmas revolucionarios. Esto quiere decir, y el Comandante Guevara es un militante de ese pensamiento, que el asalto innovó, enriqueció la teoría revolucionaria, que para aquella época, se había petrificado, y acató el voto sagrado de los revolucionarios: “el deber de los revolucionarios es hacer la Revolución”. 

El pensamiento revolucionario ha tenido tres momentos en la historia capitalista. Primero se postuló que era un problema de voluntad, de buenos sentimientos de vocación de servicio, podemos llamar a esta etapa la etapa idealista de la Revolución. 

Se planteaba un Socialismo utópico, que vendría cuando los capitalistas se dieran cuenta de que el Capitalismo era malo y ellos por su voluntad repartirían la riqueza de otra manera. 

A esta etapa sucedió una que podríamos llamar economicista, cuyos representantes son los soviéticos tardíos, estos planteaban que la Revolución era un asunto de estímulos materiales, y que la conciencia del deber social vendría espontáneamente. Se basaban en la aplicación dogmática de la premisa de que: “la existencia determina la conciencia”.

Por último encontramos la etapa de la Revolución cubana, la del pensamiento del Fidel y el Che, donde se plantea que la lucha revolucionario si bien es un asunto económico, es el espíritu, es la conciencia el campo de batalla donde se dilucida el rumbo de los procesos. Y aquí radica la extraordinaria importancia del Asalto. Fidel declara que se trataba de “activar un motor pequeño que pondría en marcha a un motor grande”. Era un rayo de moral destinado a iluminar el alma de la humanidad y de la patria, se trataba de colocar al humano en su más excelsa dimensión: El amor, la solidaridad, el altruismo, la conciencia del deber social.

Ahora muchos hablan de la caída del campo socialista, la usan para desprestigiar al Socialismo, y se olvidan de Cuba. El estadio de desarrollo de la teoría que allí se alcanzó es la respuesta a la interrogante del Socialismo moderno, no se debe preguntar qué pasó en la Unión Soviética, que hizo posible el derrumbe del Socialismo, sino qué paso en Cuba que aún se mantiene, en las peores condiciones, resistiendo. 

La enseñanza de Cuba socialista, de que la lucha es primero y fundamentalmente en la conciencia, constituye el faro de toda Revolución. Si bien, en última instancia, se debe sustentar esa conciencia en una base económica generadora de conciencia social, que no es otra que la propiedad social de los medios de producción. La propiedad social tiene la virtud de potenciar la riqueza, lo que es muy importante, pero también el de potenciar la conciencia del deber social, lo que es definitivo para la Revolución. Una Revolución, ya lo demostró Cuba, se puede sostener con pocas riquezas. Pero una Revolución, ya lo demostró la Unión Soviética, no se puede sostener sin conciencia del deber social. 

Todas las acciones revolucionarias, deben ir encaminadas a instalar en el alma de la nación la idea del deber social, en contraposición de la idea del egoísmo propia del Capitalismo. De allí que podemos medir el avance de una Revolución por el avance de la conciencia del deber social, y podemos medir la conveniencia o no de una acción estratégica por su contribución a la elevación de la conciencia del deber social. 

La contribución de la Revolución cubana a la teoría universal revolucionaria ha sido tomada en cuenta en Venezuela, por supuesto, adaptada a nuestras condiciones...VIVA EL HEROICO PUEBLO CUBANO!!! VIVA LA REVOLUCION CUBANA... VIVA FIDEL...!!!





Las experiencias socialistas en África

Leyde E. Rodríguez Hernández
Rebelión

La presentación de un novedoso libro sobre “las experiencias socialistas en África 1960-1990”, en Paris, -con motivo del 50 aniversario de la independencia africana- abrió un debate de plena actualidad con los escritores comunistas Henri Alleg y Francis Arzalier, en el cual coincidieron que la independencia de los países africanos no fue un regalo de las metrópolis coloniales, porque después de 1945 surgieron, al interior de ese continente, movimientos y fuerzas sociales que lucharon por la liberación de sus pueblos. 

Comentaron, además, que esos movimientos populares encontraron el respaldo solidario del Partido Comunista Francés (PCF) y de la Confederación General de Trabajadores (CGT), actores de la política francesa que en su momento ejercieron una influencia favorable en la génesis y desarrollo de las fuerzas progresistas africanas.

Bajo el sello de la Editorial “Les Temps des Cerises”, el lector podrá encontrar valoraciones sobre las principales causas que dieron inicio a los cambios revolucionarios en Malí, Ghana, Guinea, Egipto, Argelia, Angola, Etiopía, Burkina Faso y Congo Brazzaville. También el balance histórico de sus éxitos, errores y fracasos ocurridos en el tenso contexto internacional de la confrontación bipolar de la “Guerra Fría”, desatada por Estados Unidos y la derecha mundial, para hacer retroceder y destruir el avance progresista de los pueblos del Tercer Mundo, incluyendo a la Unión Soviética. 

Acto popular en Angola
Esta obra, en su recuento histórico hacia un nuevo socialismo africano, aboga porque se abran estudios minuciosos y sistemáticos que revaloricen los procesos emancipadores de África en el siglo XX, como única vía para poder crear las condiciones subjetivas que permitan la construcción de una perspectiva socialista en una región del planeta en extremo esquilmada por las poderosas potencias coloniales; las mismas que todavía hoy pretenden seguir controlando las proyecciones políticas y los recursos naturales de los países africanos. Claro, todo eso y mucho más queda de manifiesto a despecho del medio siglo de sus independencias.

Este esfuerzo de integración de contenidos sobre países y  procesos de una misma región geográfica ha sido posible gracias a la iniciativa del Colectivo Comunista sobre Política Exterior (Polex), al trabajo de dirección y compilación desplegado por Francis Arzalier con la participación de académicos africanos y franceses que cumplieron el objetivo de ofrecer una mirada objetiva, despojada de nostalgias hacia las principales transformaciones de orientación socialista en África. Cada línea de las 300 páginas de esta obra transpira las percepciones militantes de sus autores y, a la vez, la rica experiencia de haber sido testigos excepcionales de la mayoría de los hechos narrados y analizados.

Visita de Fidel Castro a Etiopia
La discusión de los artículos de este colectivo de autores sirvió de escenario para que intelectuales franceses y africanos reconocieran el liderazgo internacionalista desempeñado por Cuba y sus contribuciones a los movimientos de liberación de los pueblos del sur y centro de África, e incluso al mantenimiento de esas luchas mediante el desarrollo de efectivos programas de cooperación internacional. 

Bienvenida esta indagación que señala un camino de luchas recorridas y nos estimula a renovados empeños teórico-prácticos para encontrar una vía de progreso socialista que establezca la definitiva independencia política y económica de los países africanos.