lunes, 2 de diciembre de 2013

‘Bye bye Monroe, hello Troilo’


Pese a lo que digan muchos, Estados Unidos no se ha “retirado” de Latinoamérica. Su presencia es relevante en cuestiones económicas, políticas, asistenciales y militares. Y los países de la zona no deben confundirse.

Por Juan Gabriel Tokatlian

Recientemente, el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, proclamó lo que en los hechos ya resultaba evidente a mediados de la década pasada: el ocaso de la doctrina Monroe.Un conjunto de factores estructurales de diversa índole, de tendencias globales y regionales y de transformaciones de envergadura en muchos países del continente —incluido, por supuesto, EE UU— fueron confirmando los límites y los costes de la diplomacia coercitiva, de la capacidad de Washington de intervenir unilateralmente en los asuntos internos de América Latina y de lograr, sin consultar a nadie, la satisfacción de sus principales objetivos en el área.

Quizás de modo un tanto ingenuo, algunos observadores en la región detectaron en las palabras de Kerry una nueva vocación de aislacionismo de Estados Unidos respecto a Latinoamérica. Con escasa base empírica, hubo otros que percibieron que el gesto de Kerry era la constatación de que Estados Unidos ya se había “ido” de América Latina. La consecuencia natural de esas dos lecturas fue enseguida una sola: bye bye Monroe, adiós Estados Unidos.

Probablemente resulte más preciso reconocer que el fin de la doctrina Monroe no implica el “retiro” o el “olvido” de Estados Unidos con relación a América Latina. Es posible que resulte útil comenzar a hablar de la doctrina Troilo como una suerte de sustituto simbólico a propósito de las relaciones interamericanas. Aníbal Troilo no fue un político latinoamericano, sino uno de los más grandes bandoneonistas argentinos. Nocturno a mi barrio fue una composición suya especial: no solo la escribió en 1968, sino que fue la única que interpretó en 1972. Su letra viene al caso. En aquel soberbio tango, Troilo decía: “Alguien dijo una vez que yo me fui de mi barrio. ¿Cuándo? ¿Pero cuándo? Si siempre estoy llegando”. La letra tanguera se puede usar para discernir cómo, a pesar de las apariencias y de algunos diagnósticos altisonantes que han ido surgiendo en la propia América Latina, los datos concretos más recientes muestran que Estados Unidos nunca se “fue” de la región: hello Troilo.

Según un estudio, en 2012 la inversión fue cinco veces mayor que en los cinco años anteriores. Por ejemplo, es cierto que el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) se desvaneció en 2005 en la Cumbre de las Américas de Mar del Plata. Pero Estados Unidos ya suscribió y ratificó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte con México y Canadá, el Tratado de Libre Comercio con Centroamérica y República Dominicana y los tratados de comercio bilaterales con Chile, Colombia, Perú y Panamá. Mientras Mercosur no ha definido una mirada medianamente consistente hacia el Atlántico ni tiene una perspectiva consensuada con relación al otro océano que baña las costas de América Latina, la Alianza del Pacífico (Chile, Colombia, Perú y México) se suma, por interés propio, a la denominada pivot strategy mediante la cual Estados Unidos busca afirmar su proyección de poder en Asia, acompañada por aliados regionales, y rodear a Beijing para limitar la influencia china en la cuenca del Pacífico. Paralelamente, Estados Unidos continúa siendo, a pesar del avance de China en América Latina, el principal inversor en México y la cuenca del Caribe según el último informe de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) en la materia. Además de acuerdo a la misma fuente, y a pesar de la persistente crisis económica interna, “en 2012 las empresas transnacionales de Estados Unidos fueron responsables del 24%” de la inversión extranjera directa en América Latina; “un porcentaje mayor que el de los cinco años anteriores”.

En cuanto a políticas contra el narcotráfico, y al margen de que se cuestione en la región la llamada “guerra contra las drogas”, Washington ha llevado a cabo el Plan Colombia, la Iniciativa Andina, el Plan Mérida, la Iniciativa de Seguridad de la Cuenca del Caribe y la Iniciativa de Seguridad Regional para Centroamérica. La creación en 2009 del Consejo Sudamericano de Defensa fue trascendental, pero se produjo después de que Estados Unidos volviera a restablecer en 2008 la IV Flota que había sido disuelta en 1950 y que ahora tiene como misión principal combatir el crimen organizado transnacional. Es cierto que en diciembre de 2000 se cerró la infausta Escuela de las Américas, donde se adiestraron tantos dictadores de la región, pero el total de latinoamericanos entrenados en Estados Unidos entre 1999 y 2011 fue, según el sitio web Just the Facts (www.justf.org) de 195.807 —superior a algunas de las décadas de mayor contacto intramilitar en el continente—. A ello hay que sumar la consolidación de bases en Centroamérica y el Caribe y la ampliación de facilidades militares, como el despliegue de radares y el aumento de operaciones contra las drogas, en esa zona próxima que Washington considera su “tercera frontera”.

Por más diversificación de la asistencia que han buscado los Estados latinoamericanos, la ayuda total a la región de Estados Unidos sigue destacándose sobre el resto de países: 17.317 millones de dólares para el periodo 2009-2014. La asistencia militar y policial de Estados Unidos a América Latina, 6.821 millones de dólares entre 2009-2014, supera la cantidad brindada por cualquier otra nación extrarregional. Si bien la región apuntó a tener fuentes distintas en cuanto a la provisión de armamentos, el total de ventas de armas de EE UU a Latinoamérica fue de 11.191 millones de dólares entre 2006 y 2011. Aunque Estados Unidos se replegó de Ecuador al finiquitarse su uso de la base de Manta y no logró que fuese constitucional el acuerdo con Colombia para usar siete bases militares de ese país, Washington logró sellar dos compromisos con Brasilia —el acuerdo de cooperación en defensa de abril de 2010 y el acuerdo de seguridad en información militar de noviembre de ese mismo año— e iniciar la readecuación de un acuerdo de cooperación en defensa con Perú de 1952. Corresponde aclarar asimismo que según el Stockholm International Peace Research Institute, EE UU es el segundo proveedor de armamentos de Brasil después de Francia y antes de Alemania y Suecia.

En todo momento del año hay hasta 4.000 efectivos militares desplegados a lo largo y ancho de la región.

En buena parte de la opinión pública y política persiste la idea de que la cuestión de los drones (vehículos aéreos no tripulados) y de las fuerzas de operaciones especiales se manifiesta fuera de la región; en especial, en Asia Central, Próximo Oriente y el norte de África. Sin embargo, los drones operan en los límites entre Estados Unidos y México y ya hay ensayos con dichos vehículos para interceptar cargamentos de drogas en el Caribe, al mismo tiempo que, según una nota del The Washington Post de julio de este año, los militares estadounidenses han empleado drones, los llamados ScanEagles,en Colombia. Por su parte, las Special Operations Command South, en el marco del Comando Sur con sede en Miami, vienen desarrollando ejercicios con varias fuerzas armadas de la región y el Air Force Special Operations Command ha estado activo en América Central desde 2009. Cabe destacar que en el último año ha surgido un interés de las firmas constructoras de drones en Estados Unidos para desplazar a Israel como principal proveedor de los mismos, mientras que el almirante William McRaven, al frente del Special Operations Command, indicó en 2012 la voluntad del Pentágono de expandir el rol de las fuerzas de operaciones especiales en América Latina, a pesar de no ser esta un área desde donde se ponga en jaque la seguridad nacional de Estados Unidos. Las afirmaciones de McRaven coinciden con lo expresado a principios de este año por el general Sean Mulholland del US Special Command South. Hay que añadir que, según una nota de comienzo de 2013 de Associated Press, en todo momento del año hay hasta 4.000 efectivos militares de Estados Unidos desplegados a lo largo y ancho de América Latina.

En síntesis, Estados Unidos no ha sido pasivo ni irrelevante en materia de relaciones interamericanas, ya sea en lo económico, en lo político, en lo asistencial y en lo militar. Nunca se “fue” de la región: está ahí. La doctrina Monroe perdió vigencia, pero eso no significa que Estados Unidos se haya retirado de América Latina. En realidad, Washington siempre está “llegando” a la región: bye bye Monroe, hello Troilo.

El gran desafío para la región es saber cómo manejar esas relaciones y cómo avanzar en la autonomía internacional de América Latina, salvaguardando los intereses nacionales de cada país. La región se equivoca si confunde el reconocimiento de parte de Estados Unidos de nuevas realidades mundiales y continentales con inactividad por parte de Washington respecto a la región. El error podría ser mayúsculo si no se entiende que es imperativo para Latinoamérica desagregar temas y discernir coyunturas en sus relaciones con Estados Unidos: al final del día ese país es, simultáneamente, proveedor de orden y desorden en el continente.

Juan Gabriel Tokatlian es director del Departamento de Ciencia Política y Estudios Internacionales de UTDT.

LA CUARTA PÁGINA

miércoles, 27 de noviembre de 2013

7 claves para comprender la política mundial



Por Carlos Santa María
Analista internacional


Según 'The Financial Times', una encuesta de la Fundación Marshall manifiesta que la mayoría de europeos y estadounidenses rechazan a Rusia y a China como líderes mundiales, aseverando que este liderazgo es "indeseable". Para quienes conocen las claves que permiten saber exactamente lo que se pretende con esa información y los mensajes que se descubren detrás de ella, son nítidos su dirección y propósito: el Plan Marshall tuvo su origen en una propuesta destinada a la reconstrucción de los países europeos después de la Segunda Guerra Mundial, unido a un proyecto reservado que era detener el avance del comunismo, creado fundamentalmente por el Departamento de Estado de los Estados Unidos, de cuyo Secretario recibió la denominación.

Así se entiende nítidamente el mensaje dado a la comunidad internacional: es conveniente rechazar a naciones que puedan afectar a las potencias tradicionales. De allí que es preciso buscar herramientas que le permitan a un número cada vez más alto de personas comprender la realidad política mundial, ya que, teniendo claro los fundamentos, se posibilita explicar lógicamente lo que parece una anarquía. Que la Conferencia de Ginebra se realice, que Irán esté sometido supuestamente a lo que plantee el gobierno de Francia, que la ONU sea una organización eficiente-ineficiente en términos de paz mundial, que el terrorismo suspenda su acción armada en Siria producto del aprendizaje en "talleres" para negociar, si pagará Chevron la extrema destrucción ambiental en Ecuador o si existirá resolución pronta del problema palestino, qué impedirá el acuerdo nuclear de Irán, etc., están dentro de la guerra político-mediática, tanto como se prevé afortunadamente una situación proactiva con el fin de impedirla.

Desde una óptica dialéctica humana todo es comprensible e incluso es factible proponer nuevos escenarios a las problemáticas presentes. Para ello, es fundamental utilizar claves metodológicas que pueden ser compartidas en la academia, en seminarios, en las fábricas, en la cotidianidad tanto como en la charla familiar.

Clave 1. Existen élites y transnacionales mundiales de poder omnímodo.

El primer elemento a tener en cuenta es que hay un desconocimiento en el mundo de la existencia de megapoderes que actúan de modo invisible a los ojos de la gente y que no aparecen en las imágenes de los medios. Estas transnacionales de la decisión mundial, a través de una dirigencia reservada, determinan cómo debe ser el movimiento económico en las bolsas internacionales, qué guerra puede o no convenir a sus intereses, cuál es la ganancia en la obtención de un mercado nacional, entre otras. A los riesgos que encarnan las políticas soberanas en los países es a lo que prestan más atención, pues implica no tener certeza sobre la posible pérdida del control de los recursos básicos y mercado de éstos. El negocio, fuente del objetivo que guía sus actuaciones, es la temática principal independiente del sufrimiento, dolor o enfermedades que puedan causar sus decisiones.

Las últimas revelaciones sobre las 10 compañías que manejan la alimentación transnacional, asociadas a complejos militares y financieros, corroboran la tesis sobre enclaves de poder mundial.

Clave 2. Estas poseen intenciones no ligadas a la nacionalidad ni autonomía social.

Lo que guía la acción de estos complejos es básicamente la unidad de dos valores sustanciales: enriquecimiento y disfrute. En ese sentido, no poseen nacionalidad efectiva y la pueden variar dependiendo de su fin máximo.

Para el logro poseen un elemento sustancial: su mentalidad. Ella los dirige hacia ese camino, sin remordimientos, convencidos incluso en una visión divina (poseen altos grados de fe religiosa) y poseídos de la creencia en el poder de definir los destinos del orbe (lo que han logrado en la historia).La hipocresía y la perversidad son dos de sus características necesarias. Los países poseen gobiernos con tendencias y, por tanto, sus inversiones deben ser protegidas a través de dinero en altas magnitudes (miles de millones de dólares), los cuales hay que cuidar pues los intereses son prioritarios… y están vigentes ahora mismo.

El interés soberano de las naciones, población, hambre o desarrollo, son secundarios frente a sus propias inclinaciones mercantiles.

Clave 3. Las vinculaciones ocultas y el poder magno.

Estas organizaciones poseen una red amplísima de contactos para ejercer sus proyectos, que van desde el uso de instituciones reconocidas como la ONU-OTAN (y asociadas), el FMI, el BM, derechos humanos (como el Observatorio Sirio), culturales (USAID),"fundaciones independientes" (Marshall), junto a un sistema de relaciones del más alto nivel (presidentes, primeros ministros, jerarcas), hasta llegar al lúmpen mismo como ejecutor de sicariato. El golpe de Estado o la desestabilización son herramientas comunes.

El dominio de la información internacional (CNN, AP), más lo local (periodismo interno), posibilita la función de propaganda disfrazada y el manejo de las críticas a través de coacciones oscuras a la prensa que calla, y con uso hábil de la farandulización como temible ideología para construir una mentalidad ocupada del consumismo e individualismo. Simplemente, como ejemplo, en un nuevo atentado terrorista donde un autobús escolar con niños fue atacado y hecho explotar en Siria, este dato no aparece en los medios occidentales en una clara intención de ocultar la información. El uso de la tendencia a crear miedo si hay posibilidad de cambios es frecuentemente utilizada.

Clave 4. Existen tendencias contrarias o ligadas a la democratización.

Sin embargo, el mundo ha pasado lentamente a convertirse en un espacio multipolar donde ese dominio de estos megapoderes inclementes ya tiene opositores que cada día se van afincando con mayor fuerza y denunciando dichas empresas de perversión, incluso desde el interior de sus propias fuerzas consideradas "leales". No sin razón, la Alianza de los Liberales y Demócratas por Europa (ALDE), no apoyará el tratado contra la 'piratería' y las falsificaciones ACTA (Anti-Counterfeiting Trade Agreement), propuesto y defendido por Estados Unidos, pues este tratado podría poner en peligro otros derechos y libertades. A nivel internacional el nacimiento del BRICS, una alianza estratégica entre cinco grandes naciones: Brasil, Rusia, India, China y Suráfrica, pone sobre el tapete la oportunidad de creer en nuevas organizaciones más proclives a sistemas solidarios.

La CELAC en el caso latinoamericano, que une a 33 países, busca la institucionalidad regional donde converjan los Estados de la Cumbre de América Latina y el Caribe y el Grupo de Río en un bloque político que muestre la voz del continente americano y "se consolide como una zona de paz, de democracia" (Hugo Chávez). Cercana a los 600 millones de habitantes con una extensión de más de 20 millones de kilómetros cuadrados, donde por vez primera no participan Canadá ni Estados Unidos en un hecho histórico, su significado se liga a nuevos aires de libertad.

La presencia de Rusia, China, Líbano, Irán, Siria, en conjunto con países que comienzan a prestar oídos a la necesidad de una solución política en Oriente Medio, muestra que los propósitos colectivos pueden aflorar.

Clave 5. La existencia de multipolaridad permite que exista un equilibro relativo.

Es gracias a la multipolaridad, donde existen potencias que pueden enfrentarse a los imperios, que millones de seres están vivos. No es por milagro, pues en Irak la pérdida de vidas humanas se estima en más de un millón y ellos son el síntoma de que los débiles no tienen oportunidad para escapar del azote inquisidor si no hay quien defienda derechos inconculcables.

La oportunidad en este nuevo siglo para que sean protagonistas otros actores internacionales, además de varios pueblos que han adscrito su obra a la soberanía, es lo que ha posibilitado que las órdenes de hincarse y pedir clemencia no sean tan permanentes. Afortunadamente, Siria, pese a que cada día asesinan a sus niños por efecto de obuses mortales (situación que la prensa occidental en todos los continentes calla, oculta y deforma), ha mostrado la altivez ante estos nuevos sátrapas. Irán no se rendirá, ni Venezuela, pese a la inversión de millones de dólares para sabotear la economía, situación que tampoco se ve en las imágenes televisivas.

Por el contrario, en la Alianza del lado oscuro, Francia ejerce el papel donde sus rodillas tocan con el suelo permanentemente contrastando con los principios sagrados de la Revolución francesa.

Clave 6. El mundo se mueve en esta tensión.

Todo lo que ocurre de magnitud en la arena internacional y también en gran parte del mundo invisibilizado, incluso lo cotidiano, marcha conforme estos juegos de poderes se equilibran, donde uno adquiere más poder que otro o se debilita. Sin embargo, todo hace pensar que la dignidad se está consolidando cada día más por sobre la falsedad y la maldad torturadora, opresora y destructora del ser humano. No es tarea fácil aunque se percibe una tendencia esperanzadora.

Por tanto, los conflictos continúan existiendo y, a su vez, las contradicciones se agudizan o resuelven dialécticamente.

El caso del control de Internet es un ejemplo preciso de cómo estos criterios de democracia y autoritarismo se enfrentan cada día y en cada momento. Las denuncias de Julian Assange sobre el TPP negociado por Australia, Chile, Brunei, Singapur, Malasia, Perú, México, Canadá, Japón, Vietnam y Nueva Zelanda, muestran cómo su promotor, Estados Unidos, pretende limitar la libertad en el acceso a Internet y coaccionar a los dueños de derechos de autor a suprimir determinados contenidos que considere necesarios, creando nuevos derechos inexistentes en ningún instrumento de propiedad intelectual, dificultando el acceso a la cultura y el conocimiento, lo que es sujeto de oposición.

Clave 7. El método dialéctico humano contribuye a la lectura analítica comprensiva de la realidad.

El uso de una metódica que emplee categorías confiables y en forma estructurada ofrece rigurosidad para comprender con mayor claridad los sucesos mundiales. En esta dirección, el uso de la historicidad, la dialéctica, proactividad y equicracia, contribuyen notablemente.

La historicidad implica ubicarse en el mundo de hoy, con sus conflictos, intencionalidades, oportunidades y propósitos, mostrando la realidad en su dimensión objetiva. La dialéctica se refiere a que los fenómenos están en movimiento y no definidos por siempre sino que adquieren alta movilidad y se someten a cambios incluso coyunturales. Proactividad es una visión fundada en el optimismo histórico por el cual se posee la convicción que los mejores propósitos humanos serán cada día más propios de la vida del ser. Y la equicracia se refiere a la búsqueda de una sociedad donde la justicia equitativa sea por fin recuperada.

Pese a ello, habrá oponentes que propiciarán formas diferentes de ver la sociedad y que creerán que este mundo debe marchar según sus intereses. En este orden de ideas está el exconsejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Sbigniew Brzezinski, quien se ha opuesto radicalmente a las opciones por sociedades realmente democráticas manifestando que la "resistencia populista" es la que impide un Nuevo Orden Mundial (naturalmente manejado por las élites que tienen el  derecho a enriquecerse a costa de los negocios bélicos y el saqueo a las riquezas de diversas naciones), por lo cual, según su opinión, se hace necesario un "movimiento mundial de resistencia" al "control externo" (¡¡), impulsado por el activismo populista de pueblos políticamente despiertos e históricamente resentidos.

Parece ser que estos planteamientos se resumen en un lamento acerca de los "populismos" que muchas naciones lo expresan como recuperación de su territorio y la dignidad perdida por obra de relaciones de domesticación que deberán ser superadas.

En la medida que los esfuerzos de las naciones, organizaciones y movimientos que postulan la democracia real como el objetivo a alcanzar en el mundo, pilar para la paz social, posean cada vez más fuerza persuasiva soportada en los fundamentos que dan las ideas, sin descuidar lo militar que es lo definitivo que las disuade, se podrá imaginar un mundo cada vez más en prosperidad y, obviamente, superando las cicatrices dejadas por las guerras, el hambre y la explotación de los hombres. Ese momento llegará y ya son los tiempos para avanzar más decididamente.

Fuente: RT  20 de noviembre de 2013 RUSIA

lunes, 25 de noviembre de 2013

CUBA.- Ministro cubano: “nunca” se permitirán partidos distintos al PCC

Agencia EFE 

RIO DE JANEIRO -- El ministro de Comercio Exterior de Cuba, Rodrigo Malmierca Díaz, aseguro este viernes que en su país "nunca" se permitirá que se presenten a las elecciones formaciones que lleven unas siglas distintas a las del Partido Comunista Cubano (PCC), que gobierna la isla desde 1959, año de la Revolución.

Malmierca realizó estas declaraciones durante un seminario celebrado en el Palacio de Comercio de Rio de Janeiro que tuvo como objetivo el estímulo de inversiones brasileñas en Cuba.

El ministro dijo que el hecho de que el sistema político y económico cubano sea distinto al de la mayoría de estados del mundo no dificulta las relaciones de comercio con otros países.

Durante el encuentro, el ministro presentó a empresarios brasileños algunas de las inversiones más importantes llevadas a cabo por el Gobierno cubano, entre las que destacó la ampliación del Puerto de Mariel, en La Habana, donde se ubicará la bautizada como Zona de Desarrollo Especial, un área dedicada a fomentar las inversiones extranjeras para impulsar su economía.

Tal y como hizo ayer en Sao Paulo, el ministro Malmierca explicó los beneficios y objetivos del proyecto, al tiempo que animó a los empresarios brasileños a invertir en él.

Entre las ventajas del Mariel para la inversión extranjera, el Gobierno cubano destacó la ubicación estratégica de este enclave, cuyo puerto se está modernizando con financiación brasileña para aprovechar las oportunidades que abrirá la próxima ampliación del Canal de Panamá.

Localizada a 45 kilometros al oeste de La Habana, la zona franca ofrece mayores facilidades que en el resto de la isla para el establecimiento de empresas extranjeras, entre ellas exenciones tributarias y aduaneras y más agilidad en el trámite y evaluación de los proyectos que se presenten.

Rodrigo Malmierca rehusó atender después del acto y aludió que ya había respondido a "dos preguntas sobre cuestiones políticas".

viernes, 22 de noviembre de 2013

Estados Unidos-América Latina ¿El fin de una era?

El Secretario de Estado norteamericano, John Kerry, dio por terminada la Doctrina Monroe

Por Dalia Gonzáles Delgado

La frase provocó aplausos y revuelo mediático. "La era de la Doctrina Monroe ha terminado", afirmó John Kerry, el mismo que hace siete meses se refirió a América Latina como el "patio trasero" de Estados Unidos.

La Doctrina Monroe ha servido para justificar el intervencionismo de Estados Unidos en América Latina.

Esa doctrina, concebida en 1823 y sintetizada en la frase "América para los americanos", ha servido como sostén ideológico para las intervenciones unilaterales de Washington en cualquier país siempre que "sus intereses" estuvieran en "riesgo".

"La relación que buscamos y por la que hemos trabajado duro no es una declaración de Estados Unidos sobre cuándo y cómo intervendrá en los asuntos de otros Estados americanos, sino de que todos nos veamos como iguales, compartiendo responsabilidades, cooperando en temas de seguridad", argumentó Kerry a comienzos de esta semana, en un discurso en la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA), el primero sobre la región desde que asumió como titular de la diplomacia norteamericana.

Aunque la expresión que ocasionó ovaciones es nueva, la idea es reciclada. En el 2009, recién llegado a la presidencia, Barack Obama dijo en la V Cumbre de las Américas, en Trinidad y Tobago, que era el momento de desarrollar una relación entre iguales. "A veces intentábamos imponer nuestras condiciones —afirmó. Podemos estar equivocados, lo admitimos, somos humanos".

Más de cuatro años después, Amé-rica Latina es otra, pero la actitud de Estados Unidos se mantiene inamovible. ¿Será posible esperar cambios ahora que Obama está "de salida"? ¿Las declaraciones del Secretario de Estado caerán en el vacío?

Para el doctor Jorge Hernández Martínez, director del Centro de Estudios Hemisféricos y sobre Estados Unidos (Cehseu) de la Universidad de La Habana, el discurso de Kerry "es más de lo mismo".

"Los gobernantes de Estados Unidos ensayan frases, presentan enfoques supuestamente nuevos, que en la mayoría de los casos no resultan en verdad novedosos", comentó a Granma. "Con el paso del tiempo se verifica que no fueron más que expresiones retóricas, con una considerable carga demagógica".

Según el profesor e Investigador Titular, a Obama le interesaba des-de que comenzó su segundo mandato "mover la agenda interamericana", como parte de una "nueva imagen", pero ha debido atender al contexto de crisis financiera, depresión económica, y otros problemas domésticos y dilemas internacionales.

La alocución de Kerry fue calificada por el diario mexicano La Jornada como "incoherente y hasta grotesca", aunque refleja "cierto reconocimiento implícito" de la pérdida de influencia de Estados Unidos en el resto de América. Pero eso no ha sido consecuencia de una decisión tomada en Washington, sino voluntad de pueblos y gobiernos de recuperar y defender su soberanía.

A juicio de Hernández, el proyecto imperialista, bajo los argumentos públicos de que busca la prosperidad y protege la seguridad, persigue el "libre comercio" y el "control de la situación interna", sobre todo en las naciones donde "les inquieta el rumbo político, el radicalismo progresista, revolucionario, lo que estiman reta su hegemonía".

A veces se cae en la trampa de identificar "el discurso con el decurso real de la política", cuando la historia muestra que "dichos y hechos no coinciden", advierte el académico. El hecho de que Kerry se haya referido a nuestra región como "patio trasero", expresa la "continuidad de propósitos, estilos, manipulaciones y juegos retóricos".

Sobre el futuro de las relaciones, Hernández opina que la perspectiva inmediata es más continuidad que cambio. "América Latina ha cambiado, se han abierto paso procesos, gobiernos y movimientos sociales de izquierda, junto a alternativas integracionistas, pero hasta la fecha, no se aprecia una real voluntad de modificar esencialmente la proyección estadounidense".




miércoles, 20 de noviembre de 2013

La impopularidad del liderazgo euro-estadounidense

Por Leyde E. Rodríguez Hernández

El diario conservador francés Le Fígaro, ―el más leído en el país galo, según las acostumbradas encuestas sobre la prensa―, publicó, en su edición del 13 de noviembre de 2013, que la crisis de confianza entre los ciudadanos y sus líderes en las potencias occidentales sigue creciendo. Se asegura que nada parece detener la caída de la popularidad del presidente François Hollande, quien representa la gestión de poder del Partido Socialista, la antigua socialdemocracia francesa.

Para tener una idea de la crisis del liderazgo político, se expone que, en los últimos meses, François Hollande debió conformarse con un índice de aceptación de la opinión pública que oscila entre el 15 y  20 %, una cifra bien por debajo de las obtenidas por su antecesor de derecha, Nicolás Sarkozy, quien sobresalió en su condición de presidente más impopular de la política francesa en la V República, aunque, paradójicamente, su partido se denomina Unión por un Movimiento Popular (UMP).

A sólo dieciocho meses después de su elección, François Hollande es  desafiado por los ciudadanos franceses. Y lo que más llama la atención, en este fenómeno, no es tanto su muy bajo nivel de popularidad, sino la velocidad con la que ha descendido su aceptación social. Todo esto se debe a los efectos de la crisis: elevadas cifras de desempleo, alza de los impuestos, la proliferación de las protestas en diversos sectores productivos, como los agricultores... Con independencia de las críticas a la política del gobierno socialista, sus opositores, en las filas de la derecha, consideran que la propia personalidad del jefe de Estado está siendo cuestionada y afrontada. En este sentido, es debatida su capacidad para tomar decisiones estratégicas y su propensión a demostrar capacidad de poder e imposición, dos características muy propias de la función presidencial.

Como resultado de todo lo anterior, unos analistas apuestan a la derechización completa de la política francesa, cuando auguran un único mandato para François Hollande, y alzan sus voces por el regreso napoleónico de Nicolás Sarkozy; mientras que otros hacen votos por el ascenso al poder de la extrema derecha, representada por Marine Le Pen, quien continúa ganando espacios mediáticos y políticos en una sociedad en crisis de paradigmas.  

En Gran Bretaña, el primer ministro, David Cameron, va lentamente por la pendiente con un 39% de aceptación popular, después de caer a un 31 % en marzo de 2013. El gobierno de Cameron está marcado por el escándalo de las escuchas telefónicas y su completo fracaso parlamentario, en el intento de aprobar la intervención militar británica en Siria, a finales de agosto de 2013. Sin embargo, la mayoría de las encuestas diagnostican que David Cameron parece cosechar los frutos de su austeridad draconiana, con la reanudación de un débil crecimiento, que se espera llegue a 1,5 % en el próximo año, lo que constituye la celebración de un jolgorio adelantado de la burguesía europea en medio de la profunda crisis económica capitalista. En esta coyuntura europea, desde la perspectiva sistémica, muy pocos mencionan que resulta un espejismo que la economía globalmente “crece”, pero la población progresa más que la economía y el consumo per cápita se contrae, pero ese dato lo censuran y es como si no existiera, pues rompe el encanto de las bondades neoliberales que siguen promoviendo.

Un caso aparte en este escenario es la principal potencia europea conducida por la canciller alemana, Ángela Merkel, quien está menos afectada por el desencanto que invade a Europa, ya que reelegida en septiembre, en el apogeo de su popularidad, todavía se registra, en octubre, un 67% de opiniones positivas. Mientras Alemania, como principal centro del capitalismo europeo, ha fortalecido su economía, otras potencias de la región perdieron competitividad y los países europeos menos desarrollados, que constituyen su periferia, son cada vez más pobres. En este contexto, Gran Bretaña y Francia desean recuperarse rápidamente para competir con Alemania: la locomotora europea, con un crecimiento económico del 0,5 % previsto para el 2013.
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En un tejido social invadido por el euroescepticismo, Ángela Merkel constituye la excepción que confirma la regla. La canciller alemana muestra a sus homólogos una popularidad que no ha caído por debajo del 60 % durante los últimos años. Esta dirigente conservadora de 59 años, incluso ha completado su segundo mandato al frente de la República Federal, con un respaldo popular mayor que cuando asumió el cargo en 2005. Quienes conocen a la Merkel opinan que ella ahora recoge los beneficios de una imagen sobria y un estilo de  ejercicio del poder que favorece la comunicación pública. Sus discursos, en medio de escándalos y riñas dentro de su gobierno, son precisos y cada palabra tiene una clara intención. La principal fortaleza de la Merkel es una Alemania en el rango de primera potencia europea y cuarta en la economía mundial, pero también un crecimiento económico que ha impactado el comercio exterior, las finanzas públicas y el empleo, superando en todos los planos a Francia, su histórico rival y ahora “buen vecino”.

Del lado allá del Atlántico, la situación es más o menos la misma. El presidente estadounidense Barack Obama exhibe su nivel más bajo de popularidad desde su llegada al poder en 2008. Le Fígaro reseña que sólo el 39% de los estadounidenses encuestados, a principios de noviembre, por el Instituto Quinnipiac, aprueba su política, frente al 45% en octubre. Y esto se debe a que pudiera estar pagando la presentación disfuncional de su reforma de salud, incluyendo el componente central que entró en vigor el 1 de octubre.

El estudio del Instituto Quinnipiac considera que las mayorías siguen siendo pesimistas acerca de los efectos de la reforma de Obama en la salud de la población estadounidense. Sólo el 19 % de los encuestados piensa que mejorará, frente al 43 % que opina que empeorará, mientras el 33 % cree que nada va a cambiar. Por otra parte, el gobierno de Obama también se enfrenta, hace varios meses, a una serie de debates y cuestionamientos sobre los grandes programas de espionaje de la inteligencia estadounidense en su “lucha contra el terrorismo”, algo que pudo también haber incidido en el desplome de su popularidad.

La impopularidad del liderazgo político en las potencias occidentales no es un fenómeno nuevo, se ha visto acrecentado con la crisis económica capitalista, pero, desde antes, apreciábamos la pérdida de identidad de los partidos políticos tradicionales, en particular del bipartidismo en cada uno de los sistemas políticos de los Estados aquí mencionados, debido al reforzamiento del perfil electoralista, la brecha creciente del discurso con el accionar político y gubernamental, así como el divorcio con las bases sociales que los sustentan.

Es un hecho el desmontaje del Estado de Bienestar General, un proceso que se inicia con signos más visibles en la década de los 80’ del siglo XX, inclusive bajo gobiernos de credenciales socialistas, ha mantenido un curso irreversible, pese la resistencia de organizaciones y movimientos sociales que buscan nuevas alternativas políticas y económicas. El referido proceso responde a la determinación de los grupos de poder de adaptar a la sociedad europea, en su conjunto, al contexto impuesto por la peculiar, compleja y contradictoria internacionalización de las relaciones de producción capitalistas y, en particular, por la construcción de la Unión Europea sobre bases neoliberales.

Esas evoluciones condujeron a la afectación de los indicadores sociales europeos. El desempleo suele presentarse como el signo más visible de la crisis en este ámbito, no obstante también deben mencionarse otros desequilibrios y fallas de los sistemas europeos referidos a los servicios de salud, educación y seguridad social, entre otros. Creo, hasta aquí, haber enunciado algunas de las causas principales de la notoria impopularidad del liderazgo político de las principales potencias occidentales, lo que requiere, obviamente, de una investigación profunda.