viernes, 20 de julio de 2018

Son los tiempos todavía…El Che en sus 90

Hay figuras que se agigantan con el paso de los años. Es tal su trascendencia en el tiempo que, al concluir cada jornada, se hacen más cercanas y necesarias. Esa interconexión entre esos seres humanos legendarios y las personas de carne y hueso que levantamos el presente (y pensamos en un futuro mejor) no es resultado de fuerzas supraterrenales. Es expresión, eso sí, de lo hondo que caló en lo más genuino del pueblo las ideas que ellos enarbolaron.

Che Guevara. Fotos: Internet
Ernesto Guevara, sencillamente el Che para millones de personas de todas las latitudes, es una de esas leyendas surgidas desde una realidad histórico concreta, que desbordó con su accionar cualquier encasillamiento. Noventa años atrás, el 14 de junio de 1928, nació en Rosario, Argentina. Desde principios de la década del 50 de la centuria anterior, sin embargo, comenzó a cincelar su nombre en el imaginario latinoamericano y caribeño, y tercer mundista en general, a partir de la coherencia ejemplar entre su ideario y comportamiento.

Recorrer en su motocicleta Poderosa parte de nuestra identidad profunda, junto a su amigo Alberto Granado, lo puso en contacto con zonas históricamente preteridas. Imbuido de un espíritu rebelde que lo acompañó toda su vida, supo mirar más allá de contingencias o modas. Su fina sensibilidad, educada desde la primera infancia dentro de su hogar, le permitió atrapar el verdadero drama al que nos enfrentábamos como naciones.

Los estudios de medicina le propiciaron estar en contacto con padecimientos de toda clase, especialmente aquellos que se presentaban en determinadas personas con mayor dramatismo, por el origen social de las mismas. Desde esa etapa estuvo clara para él una idea que luego hizo realidad con el triunfo de la Revolución Cubana: “Vale infinitamente más la vida de un solo ser humano que toda la riqueza del mundo”. Ser un observador agudo, y tener un marcado interés por la investigación científica, desde múltiples dimensiones, contribuyeron, entre muchos factores, a pertrecharlo de la fortaleza integral que lo acompañó en lo adelante.[1]

Lo demás —solo supuestamente, pues quedan numerosas zonas por explorar— es conocido para quienes lo tenemos como inspiración en el diseño de ese otro mundo posible. La vocación de acercarnos permanentemente a sus aportaciones hace que nuestro arsenal se renueve y multiplique, precisamente en la medida que le incorporamos el acervo de un hombre de su estatura. Al igual que con Camilo, el mejor homenaje emerge del diario cumplimento del deber y de la voluntad irrenunciable que brota con Fidel, de prepararnos en el terreno de las ideas como garante para sostener nuestra independencia.  

Múltiples imágenes y el mismo sentimiento

Con la certeza de que el Che tiene mucho que aportar en las batallas cotidianas, la Editorial Ocean Sur y la Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina unieron esfuerzos para obsequiarles a los lectores de todos los continentes una verdadera joya: el libro Che Guevara en el lente de through the lens of Prensa Latina. Se trata de una obra, en español e inglés, a través de la cual aflora el revolucionario excepcional que se entregó a la causa de la emancipación universal.

En sus páginas observamos al dirigente, enfundado en su inseparable uniforme verde olivo, lo mismo junto a Gamal Abdel Nasser, presidente de la República Árabe Unida (RAU) en El Cairo, en junio de 1959; que el 27 de noviembre de ese año en el homenaje a los ocho estudiantes de medicina fusilados por las autoridades españolas en 1871; o al lado de Fidel y Osvaldo Dorticós, en el sepelio a las víctimas de la explosión del barco francés La Coubre. 


Libro
Un mérito de la obra es que nos dibuja a una personalidad vital, desde la riqueza de su quehacer inagotable en todos los planos que supone llevar adelante una revolución. Desde la magia que aportan las instantáneas en blanco y negro aflora el Che diplomático, trabajador voluntario, presidente del Banco Nacional de Cuba o el amante por la fotografía y el ajedrez. De igual manera el ser humano que sonríe saludando a delegaciones amigas y a los niños, y aquel por el que corren gotas de sudor estibando en la rada habanera.

Junto a él, como hermanos de lucha identificados desde el primer abrazo en México, aparecen Fidel y Raúl. También Aleida, Vilma, Blas Roca, Machado Ventura, Carlos Rafael Rodríguez,  Raúl Roa y Lázaro Peña. Acompañado del inolvidable líder de la clase obrera aparece por cierto, en 1964, en la actividad de reconocimiento a los trabajadores vanguardias. Al fondo, a quienes mira con atención el hombre que pasó a la inmortalidad desde La Higuera, actúa el popular cuarteto Los Zafiros.

Como destaca Edel Suárez Venegas en las palabras introductorias, editor y corresponsal de Prensa Latina por más cuarenta años, en este material se pone énfasis en imágenes menos conocidas de alguien que cautivó a fotorreporteros de aquí y acullá. Ni siquiera escapó de instantes de relativo ocio, mientras jugaba golf con Fidel y Antonio Núñez Jiménez en 1961.


Partido de golf


Ocean Sur, proyecto de Ocean Press con más de tres décadas de trabajo en nuestro país, tiene el mérito de haber publicado prácticamente toda la obra del Che, unos 35 volúmenes. Todos ellos representan textos de enorme valía, no solo para acercarse a la figura paradigmática de este latinoamericano universal, sino para encontrar luces sobre cómo hacer realidad los sueños antiimperialistas y descolonizadores que nos acompañan.

David Deutschmann, presidente de la prestigiosa casa editorial y Luis Enrique González, presidente de Prensa Latina (entidad fundada por el Che, quien aparece aquí comprobando los equipos de trasmisión de la agencia y recorriendo sus instalaciones junto al primer director de la misma, su compatriota Jorge Ricardo Masetti) coincidieron en la significación de este libro, el cual marca un hito en la colaboración entre ambos proyectos.

Al imperialismo ni tantico así…

Horas antes, en el propósito de rendir tributo a un hombre que pertenece al futuro (como señaló Fidel en la estremecedora velada en la Plaza de la Revolución el 19 de octubre de 1967) Ocean Sur dio a conocer otro libro que en lo adelante devendrá obligatorio para adentrarse en el pensamiento del Guerrillero Heroico. Desde el Memorial José Martí, ningún sitio mejor para el lanzamiento, comenzó a circular El Che y las relaciones Estados Unidos-Cuba en los años sesenta, de Elier Ramírez Cañedo.

En el texto, con prólogo de María del Carmen Ariet —una de las voces más autorizadas en el estudio sobre la extraordinaria figura— se recogen 18 documentos, buena parte de ellos casi desconocidos, que demuestran la claridad del dirigente para entender las esencias del sistema político estadounidense, y del comportamiento de este país como centro del imperialismo mundial.

Ahí están, por solo citar algunos materiales, sus discursos en la quinta y séptima sesión del Consejo Interamericano Económico y Social (CIES) celebradas en Punta del Este, Uruguay, en agosto de 1961; la célebre  intervención en la Asamblea General de las Naciones Unidas el 12 de diciembre de 1964, y la entrevista que le concediera a la periodista norteamericana Lisa Howard, el 12 de febrero de ese propio año. Vale la pena reproducir, por la sabiduría de sus reflexiones, las respuestas a dos de las interrogantes finales que les formuló la afamada entrevistadora.

¿Qué es lo que a usted le gustaría ver a los Estados Unidos hacer en lo que refiere a Cuba? Es muy difícil precisar esa pregunta, es un poco irreal; casi que la contestación más franca y más objetiva sería nada, nada en todos los sentidos: nada a favor y nada en contra; dejarnos tranquilos, en una palabra. ¿Se siente usted optimista con respecto a la posibilidad de una normalización de las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos? Creo que es difícil también contestar. Estamos expectantes, observando la situación, simplemente, tomando providencias para uno u otro camino que se pueda seguir, depende de una serie de circunstancias, de las características mismas del gobierno norteamericano, y depende también de cómo sepa valorar la situación del mundo.  (…) Si fuera así, podríamos convivir al menos; amigos difícilmente podamos ser durante muchos años del Gobierno norteamericano. Contra el pueblo norteamericano creo que usted habrá visto aquí no tenemos absolutamente nada, y que no hay el menor odio en nuestro país contra el pueblo norteamericano.[2]

El Dr. Ramírez Cañedo, joven historiador con una obra relevante (entre cuyos títulos descuellan De la confrontación a los intentos de normalización. La Política de los Estados Unidos hacia Cuba –Editorial de Ciencias Sociales, 2011 y 2014- y Aproximaciones al conflicto Estados Unidos-Cuba –Editora Política, 2014-, ambas en coautoría con el Dr. Esteban Morales) apunta con acierto que: “… a pesar del mito que se ha pretendido construir —en especial por los adversarios de la Revolución Cubana— donde se presenta al Che, junto a Fidel, como los principales obstáculos para la normalización de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, varios documentos desclasificados en los Estados Unidos revelan a un hombre que sin dejar de ser intransigente en relación con la soberanía y los principios de la Revolución, no se oponía al diálogo y la negociación con el vecino del norte, e incluso muestran a un Che que tuvo cierto protagonismo en la diplomacia secreta con los Estados Unidos, durante las administraciones de J. F. Kennedy y Lyndon B. Johnson”.[3]

La presentación del texto estuvo a cargo del Dr. Jorge Hernández Martínez, quien dirigió durante 18 años el Centro de Estudios Hemisféricos y sobre Estados Unidos (CEHSEU), de la Universidad de La Habana, y el Máster Fabio Fernández, profesor del Departamento de Historia de Cuba de la Facultad de Filosofía, Historia y Sociología de la UH y vicepresidente de la Cátedra sobre el estudio del pensamiento del Comandante en Jefe Fidel Castro de la propia institución. 

Hacia el porvenir…

Otro de los textos elaborados por Ocean Sur, como parte del amplio plan de actividades concebidas en relación con el 90 aniversario de su natalicio, es Resonancias de futuro. Para leer al Che, precisamente de la autoría de María del Carmen Ariet García.

El volumen contiene varios ensayos y trabajos de distinta naturaleza publicados en diversos formatos, a lo largo de dos décadas. Con el objetivo de brindar al lector una mejor comprensión de la integralidad del pensamiento del Che los materiales fueron agrupados  en cuatro bloques: Biográfico metodológico;  Proyectos alternativos en América Latina; Transición socialista, e Internacionalismo.

En uno de ellos, correspondientes al segundo acápite (cuyo origen es al artículo “Che Guevara: pensamiento y acción. Una mirada a 50 años de sus asesinato”, el cual apareció en la revista Universidad de La Habana, no. 284, julio-diciembre de 20177, pp. 8-19) la destacada investigadora señala:

“Tocante a la política se presenta una fusión creadora que parte de una retrospectiva crítica al marxismo imperante, pero del que extrae enseñanzas válidas para reforzar sus criterios sobre la relación entre la teoría y la práctica, los cuales convirtió en mecanismo creativos del devenir de toda revolución socialista, en tanto totalidad revolucionaria y no como subproducto de la base económica, con lo que destierra de sus posiciones el economicismo y el positivismo imperantes. (…) En su producción es evidente la necesidad de nuevos basamentos aplicados a las condiciones del Tercer Mundo y cuyos temas centrales se consolidan en sus concepciones antiimperialistas, latinoamericanistas y la conformación de la revolución tercermundista a través de la lucha revolucionaria”. [4]  

Ariet García es licenciada en sociología y doctora en Ciencias Históricas. Es investigadora titular de la Academia de Ciencias de Cuba y profesora titular adscrita a la Universidad de La Habana. Funge como Coordinadora Científica del Centro de Estudios Che Guevara. Es la autora principal del proyecto “Colección documental Vida y obra de Ernesto Che Guevara (1928-1967)” que obtuvo en 2015 el premio de la Academia de Ciencias de Cuba y el Premio Especial del CITMA. Entre sus libros más relevantes se encuentran El pensamiento Político de Ernesto Che Guevara (2010) y Che Guevara, fases integradoras para su proyecto de cambio social (2008).  

Entre los libros editados por Ocean Sur elaborados con los materiales y papelería del Guerrillero Heroico se encuentran Justicia global. Liberación y socialismo (Compilación y prólogo de María del Carmen Ariet, 2002); Che Guevara presente. Una antología mínima (Compilación y prólogo de David Deutschmann y María del Carmen Ariet, 2004); Che desde la memoria. Los dejo ahora conmigo mismo: el que fui (Compilación, edición y textos introductorios de Víctor Casaus, 2004); Notas de viaje. Diario de motocicleta (Prólogo de Aleida Guevara March, compilación de Aleida March y María del Carmen Ariet, 2004); Punta del Este. Proyecto alternativo de desarrollo para América Latina (Compilación y notas de María del Carmen Ariet, 2006); Otra Vez. Diario del segundo viaje por Latinoamérica (Prólogo de Alberto Granado, compilación de Aleida March y María del Carmen Ariet, 2007) y América Latina. Despertar de un continente (Compilación, edición y prólogo de María del Carmen Ariet, 2017).

Mención especial para El diario del Che en Bolivia (2006), el cual incluye la introducción del Comandante en Jefe Fidel Castro; prólogo de Camilo Guevara March y notas de María del Carmen Ariet. 

Notas:
[1] El destacado escritor Juan Bosch conoció al Che en Costa Rica en 1954. El quisqueyano sería electo años después, en diciembre de 1962, como el primer presidente dominicano luego de la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo. Pocos meses más tarde, en septiembre de 1963, un golpe de estado ejecutado por la oligarquía nacional, la cúpula militar y la jerarquía de la iglesia católica, con el contubernio de la embajada yanqui, lo sacó del gobierno. En 1968 evocó la impresión que le causaron los encuentros con el joven argentino. “Ernesto Che Guevara era asmático –y de ahí el uso del inhalador- pero su cuerpo estaba constituido como si no lo fuera. No tenía el pecho hundido ni era bajito ni delgado. No llegaba a ser alto; no era grueso; no era musculoso. Sin embargo, producía sensaciones de firmeza física. Tenía unos rasgos que lo hacían inconfundible. (…) Su mirada era a la vez fija e intensa, pero con más firmeza que intensidad, y muy clara, casi iluminada. Oía cuidadosamente y solo de tarde en tarde hacía alguna pregunta, pero siempre era una pregunta que iba directamente al fondo del problema que estaba siendo tratado. (…) Me parecía que estaba temperamentalmente dotado para la investigación científica”. Juan Bosch: “Mis recuerdos de Che Guevara”, en Juan Bosch: Temas Internacionales (Ensayos y artículos), Fundación Juan Bosch, Editora Búho, Santo Domingo, 2006, pp. 223-225.
[2] Elier Ramírez Cañedo: El Che y las relaciones…Ob. Cit., p. 168.
[3] Ibídem, p. 10.
[4] María del Carmen Ariet García: Resonancias de futuro…Ob. Cit., p. 101.

martes, 17 de julio de 2018

Foro Juventud, Desarme Nuclear y Paz: “Hagamos un mundo sin armas nucleares otra vez”


Por Leyde E. Rodríguez Hernández[1]


El Movimiento Cubano por la Paz y la Soberanía de los Pueblos (Movpaz) saluda la visita a Cuba número 18, del Peace Boat (Barco por la Paz)[2], que tradicionalmente en sus travesías abraza nuestra patria y, en especial, a los hibakushas (sobrevivientes de los bombardeos atómicos a Hiroshima y Nagasaki en 1945), quienes, juntos a sus  descendientes, siempre nos recuerdan las vivencias de aquella injustificable barbarie.

Nos unimos a la celebración del aniversario 35 de la fundación de esta importante ONG internacional con sede en Japón, que trabaja por promover la paz, los derechos humanos, el desarrollo justo y sostenible y el respeto por el medio ambiente. No debemos olvidar  que con el mismo fin, hasta la fecha, más de 170 sobrevivientes de los bombardeos atómicos a Hiroshima y Nagasaki han navegado por el mundo, en tan simbólico buque.

Es importante enfatizar que las armas nucleares representan una seria amenaza para la humanidad, y su prohibición y eliminación total debe ser la mayor prioridad en la esfera del desarme.

La única garantía absoluta contra el empleo o amenaza del empleo de tales armas, es su total eliminación, si se tiene en cuenta que son el medio de guerra más peligroso, destructivo, y de más efectos indiscriminados.

El empleo de armas nucleares no puede ser justificado bajo ningún concepto o doctrina de seguridad, como es el caso de la "estrategia de la disuasión".  Por sus catastróficas consecuencias humanitarias, el empleo de las armas nucleares implicaría la violación flagrante de normas internacionales, incluidas las relacionadas con la prevención del genocidio y la protección al medio ambiente. Es un crimen de guerra y de lesa humanidad. No es posible limitar los devastadores efectos de esas armas,  que se prolongan por décadas.

La existencia de las armas nucleares es una amenaza contra la supervivencia misma de los seres humanos y una afrenta a los principios éticos y morales que deben regir las relaciones entre las naciones. Su uso significaría la desaparición de la civilización humana. Abogar por el desarme, y muy particularmente por el desarme nuclear, no solo es un deber sino un derecho de todos los pueblos del mundo.

Es clave crear conciencia en la sociedad civil internacional y ampliar sus conocimientos acerca de la amenaza que representan para la humanidad las armas nucleares y la necesidad de su eliminación total, a fin de movilizar esfuerzos internacionales para alcanzar este objetivo.

El Movpaz alienta la realización de actividades para conmemorar el “Día Internacional para la Eliminación Total de las Armas Nucleares”, el 26 de septiembre, e invita a los estados miembros del sistema de las Naciones Unidas, a la sociedad civil, al mundo académico, a los parlamentarios, a los medios de comunicación y a los individuos a realizar acciones apropiadas para conmemorar esta fecha.

El mantenimiento y modernización de armas nucleares consume muchos de los recursos que pudieran, y debieran, ser destinados al desarrollo económico, la creación de empleo, la reducción de la pobreza y el hambre, la salud, la educación y para prevenir y combatir los desastres naturales que provoca el cambio climático global. Deberían reorientarse esos recursos hacia el desarrollo.

Los países dotados de armas nucleares reducen sus arsenales pero los modernizan, e incluso los colocan en los armamentos convencionales, a  pesar de la voluntad de desarme manifestada por la comunidad internacional.

Nueve países (Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Francia, China, India, Pakistán, Israel y Corea del Norte) poseían 14 mil 465 cabezas nucleares a comienzos del 2018, de las cuales 3 mil 750 se encuentran desplegadas por todo el planeta.[3]
 
La disminución del número total de armas nucleares en el mundo se debe principalmente a que Rusia y Estados Unidos continúan reduciendo sus fuerzas nucleares estratégicas, de acuerdo a la puesta en marcha del tratado sobre las medidas de reducción y limitación suplementarias de las armas estratégicas ofensivas (New START), el cual prevé una reducción del 30% del número de ojivas nucleares de las que disponen las dos superpotencias atómicas -sólo entre ambas concentran el 92% de las armas de este tipo- y verificaciones mutuas más transparentes.[4] 

Frente a esa realidad, América Latina y el Caribe fue la primera región densamente poblada del planeta establecida como Zona Libre de Armas Nucleares, en virtud del Tratado de Tlatelolco. Aún más, es la primera región del mundo formalmente proclamada como “Zona de Paz”, en ocasión de la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que se celebró en La Habana, Cuba, en enero de 2014.

La proclamación de la Zona de Paz lleva aparejado el compromiso de todos los Estados de la región de avanzar hacia el desarme nuclear como objetivo prioritario y de contribuir al desarme general y completo.

Consideramos  que la No proliferación nuclear no es un fin en sí mismo, sino un escalón para alcanzar el desarme nuclear. Nos oponemos a todo tipo de ensayo con armas nucleares, incluyendo los que se llevan a cabo mediante supercomputadoras y otros sofisticados métodos no explosivos. 

La aprobación el 7 de julio 2017 en la ONU del Tratado sobre la Prohibición de Armas Nucleares representa un hito histórico.

Este instrumento  establece una nueva norma de Derecho Internacional al prohibir las armas nucleares en toda circunstancia.

El Movpaz se enorgullece de que la República de Cuba haya firmado el Tratado sobre la Prohibición  de las Armas Nucleares el 20 de septiembre de 2017, día en que fue abierto a la firma en la sede de las Naciones Unidas.
Cuba fue el quinto país en ratificar el Tratado sobre la Prohibición de Armas Nucleares, muestra de su compromiso con el desarme general y completo.
Este Tratado es una muestra de la voluntad política de la mayoría de la comunidad internacional de avanzar en el camino hacia el desarme nuclear y la paz mundial.
Como expresara el líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro Ruz, "para sobrevivir, es imprescindible un salto en la conciencia de la humanidad". Los  participantes en este foro nos comprometemos con un futuro de paz para toda la humanidad. Con otro mundo mejor y posible.

Hagamos un mundo sin armas nucleares otra vez.

Muchas gracias,

Notas:

[1] Colaborador del Movimiento Cubano por la Paz y la Soberanía de los Pueblos. Intervención en el Foro Juventud, Desarme Nuclear y Paz, celebrado en el ISRI, el 17 de julio de 2018, organizado por el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP) y la Asociación Cubana de Naciones Unidas (ACNU).

[2] Como reconocimiento a su acción solidaria hacia la Revolución cubana, en mayo de 2009 la organización japonesa fue condecorada con la Orden de la Solidaridad, otorgada por el Consejo de Estado de Cuba a propuesta del ICAP. Peaceboat desde 2008 ha trabajado con la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN), la cual fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz correspondiente al año 2017.

[3] Según el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI) en 2018. 

[4] Ibídem.

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lunes, 2 de julio de 2018

Las raíces del mal llamado populismo en EEUU (y en Europa incluyendo España)

Por Vicenç Navarro*

El mayor problema en EEUU no es Trump: el problema es que la mayoría de la clase trabajadora le vota.

Leyendo la prensa española se llega a la conclusión de que el mayor problema que existe en EEUU es Donald Trump, una figura que se ridiculiza constantemente en los principales medios de información (como ocurre también en EEUU) presentándolo como un individuo incompetente, y fácilmente ridiculizable por sus comportamientos atípicos dentro de lo que se considera aceptable en la sabiduría convencional del país.

Este énfasis exclusivo en Trump obstaculiza, sin embargo, la comprensión de lo que está ocurriendo en EEUU. Por extraño que parezca, el mayor problema que tiene EEUU no es Trump, sino el hecho de que la mayoría de un sector grande de la población muy olvidado en dicho país, la clase trabajadora blanca, le ha votado y que es probable que le vote de nuevo.

Las encuestas muestran una impresionante lealtad electoral a tal figura por parte de aquellos que emitieron su voto a favor suyo. Aunque su popularidad entre la población en general es muy limitada, no lo es entre la mayoría de la población que le votó. Y no está claro que en las próximas elecciones al Congreso de EEUU (este noviembre) el Partido Republicano vaya a perder el control de la Cámara Baja o incluso del Senado, eliminando con ello la posibilidad de ser apartado de la Presidencia mediante un impeachment. Parece, por lo tanto, que va a haber Trump para mucho tiempo. Y su impacto en la sociedad estadounidense y en las relaciones internacionales está siendo enorme.

¿Por qué Trump fue elegido Presidente y puede que sea reelegido de nuevo?

La respuesta a esta pregunta es, en realidad, muy fácil de entender aun cuando no es fácil que usted pueda leerla o verla en los mayores medios de información españoles. Para ello, tenemos que observar qué ha estado pasando no tanto a la derecha sino a la izquierda del abanico electoral. Hay que ver qué ha pasado en EEUU durante estos años, analizando los cambios que le han ido ocurriendo a la izquierda estadounidense, es decir, al Partido Demócrata.

Históricamente, el binomio izquierda-derecha en EEUU quedaba reflejado en el conflicto entre el Partido Demócrata –que en su día se auto definía como el Partido del Pueblo (People’s Party)-, que representaba sobre todo a la clase trabajadora y a otros sectores de las clases populares, y el Partido Republicano, que representaba a las derechas, muy cercanas al mundo empresarial. En este escenario, el mayor debate político se centraba predominantemente en la distribución de las rentas (y, en menor medida, de propiedad) entre el mundo del trabajo y el mundo del capital.

El dominio en la vida política estadounidense durante el período de la postguerra (1945-1978) por parte del Partido Demócrata determinó que las rentas del trabajo crecieran notablemente a costa del descenso de las rentas del capital. Las primeras alcanzaron su máximo nivel al final de tal periodo llegando a constituir el 70% en el 1979 de todas las rentas. Fue cuando se habló de “la época dorada del capitalismo”. Una situación semejante ocurrió en los otros países del mundo capitalista desarrollado a los dos lados del Atlántico Norte.

La contrareforma neoliberal que comienza en los años 80: el triunfo del capital

La respuesta de los propietarios y gestores del capital, a los que solía llamárseles los miembros de la “clase capitalista”, (término que no se utiliza hoy por considerarse “anticuado”), no tardó en presentarse. Fue la revolución neoliberal liderada por el presidente Reagan que fue, ni más ni menos, que una lucha frontal contra la clase trabajadora estadounidense.

Hay que recordar que la primera intervención pública que hizo tal presidente fue precisamente la destrucción de un sindicato: el sindicato de los controladores de vuelos en los aeropuertos. El eje de estas políticas neoliberales era debilitar a los sindicatos, desregular los mercados laborales y dar plena libertada a la movilización de capitales, expandiéndose el proceso de globalización, medidas todas ellas mantenidas más tarde por los gobiernos republicanos y también por los gobiernos demócratas. Entre estos últimos, el presidente Clinton, fundador de lo que se llamaría posteriormente la Tercera Vía (representada en Europa por Tony Blair en el Reino Unido y Gerhard Schröeder en Alemania) abandonó las políticas redistributivas, haciendo suyas las políticas neoliberales iniciadas por Reagan y Bush senior.

A partir de entonces, la dicotomía izquierda-derecha no se basó en políticas redistributivas centradas en el conflicto entre los intereses de las clases populares, por un lado, y los intereses de las élites financieras y económicas que constituirían lo que en EEUU se llama la corporate class (la clase de los que poseen y/o gestionan las grandes corporaciones del país), por el otro. En su lugar, el conflicto se centró en si incluir o no a los grupos discriminados (afroamericanos, predominantemente, y mujeres) dentro de la estructura del poder de la cual habían sido excluidos, marginados y discriminados. Las políticas de inclusión e identidad sustituyeron el conflicto capital-trabajo.

El éxito de tales políticas se tradujo en un aumento muy notable de afroamericanos y mujeres en las instituciones públicas (y, en menor grado, privadas) que alcanzó su zénit con la elección de un afroamericano, Barack Obama, como presidente de EEUU (en enero del 2009) y se esperaba que se completara con la elección de una mujer, Hilary Clinton, como presidenta. Esta última, basó su campaña en movilizar predominantemente a las mujeres y a las minorías. Las políticas públicas federales del Partido Demócrata enfatizaron la identidad y la antidiscriminación, generando una considerable expansión de afroamericanos y mujeres en las estructuras de poder político del país. Pero en políticas económicas el Partido Demócrata básicamente continuó las políticas neoliberales.

En realidad, el primer presidente afroamericano de EEUU siguió las mismas políticas neoliberales que había seguido Clinton, los dos Bush y Reagan. De hecho, una de las personas más entusiastas de la globalización había sido su Ministra de Asuntos Exteriores, la Sra. Clinton, proponente de los tratados de libre comercio.

Las consecuencias de tales políticas neoliberales: el deterioro del nivel de vida de la clase trabajadora

La aplicación de tales políticas neoliberales tuvo un impacto devastador en el nivel de vida de la clase trabajadora. Las rentas del trabajo descendieron pasando de un 70% (en el 1979) a un 63% (en el 2014). Y los grupos más afectados fueron los miembros de la clase trabajadora en los sectores industriales, que eran los mejor pagados (y en su gran mayoría personas blancas), en parte debido a que habían tenido sindicatos fuertes.

Las políticas federales favorables a la globalización provocaron un desplazamiento muy marcado de las industrias a países subdesarrollados, en busca de salarios bajos. Barrios blancos, de obreros industriales, han quedado destruidos por esta movilidad. Baltimore, por ejemplo, una de las ciudades más industriales de aquel país, quedó enormemente afectada cuando los Altos Hornos del Acero (uno de los mayores centros de empleo en tal  urbe) dejó la ciudad. El barrio obrero blanco más grande de Baltimore (Dandork) es hoy un barrio deteriorado en extremo.

Casi el 100% del electorado en este barrio votó a Trump, lo cual es lógico, pues identificaron la gran pérdida de su nivel de vida con las políticas federales que estimularon la globalización. Es más, percibían al gobierno federal como defensor de los afroamericanos y de las mujeres (de clase alta y media alta), ignorándolos a ellos, los obreros blancos. De ahí que la gran mayoría de mujeres de clase trabajadora votara a Trump. Y no puede atribuirse este hecho a un crecimiento del racismo, pues muchos de estos barrios blancos habían votado a Obama en elecciones anteriores.

En realidad, los delegados al Colegio Electoral que dieron la mayoría a Trump procedían de barrios obreros que habían votado a Obama en el 2009. Este enorme descenso del nivel de vida de la clase trabajadora blanca se ha traducido en el descenso de su esperanza de vida, como consecuencia del incremento de la mortalidad causado por el crecimiento de las enfermedades típicas del deterioro social.

¿Quién canalizó este enfado?

Este enfado se dirigió hacia el establishment político mediático del Este de EEUU, basado en el gobierno federal, y muy en particular hacia el que había sido el Partido del Pueblo. La canalización de este enfado antiestablishment, (que incluyó también un rechazo al establishment republicano) benefició a la ultraderecha, liderada por Trump, un personaje de una enorme astucia política, que sabe muy bien cómo comunicarse con los sectores abandonados por tal establishment, incluyendo a la clase trabajadora blanca y las zonas rurales, muy conservadoras en el país, que jugaron un papel clave en la victoria de Trump.

Lejos de ser un incompetente, Trump es extremadamente astuto en su discurso iconoclasta, grosero e insultante (en contra de lo “políticamente correcto”) y que conecta muy bien con sus bases electorales que le son sumamente leales. Y la constante crítica por parte de los medios, le beneficia, pues los mayores medios de información son también altamente impopulares.

Ahora bien, se está exagerando el rol del personaje Trump. No fue Trump el que creó el movimiento antiestablisment. Fue al revés. Este último creó a Trump. Solo Bernie Sanders, el candidato socialista, podría haber representado una alternativa progresista a Trump. En realidad, las encuestas indicaban que Sanders habría podido ganar las elecciones a Trump. Pero el aparato del Partido Demócrata destruyó a Sanders. Y la victoria de Trump era inevitable.

Hoy el Partido Demócrata está en una crisis enorme y todo parece indicar que no entienden (o que no quieren entender) las causas de su derrota. Hoy el aparato de tal Partido continúa controlado por la clase media ilustrada (personas con educación superior), con conexiones con el mundo empresarial y muy en particular con el financiero, muy alejado de su base electoral tradicional.

Algo parecido está ocurriendo en Europa (y en España)

El control de los partidos de izquierda por componentes de esta nueva clase social (la clase media ilustrada), que se han distanciado claramente de sus bases de clase trabajadora, ha estado creando situaciones semejantes en Europa y en España. Barrios obreros que habían votado a las izquierdas, están votando a la ultraderecha en país tras país en Europa. Y ello es resultado de la conversión de los partidos de izquierda a las políticas neoliberales (globalización y políticas de austeridad) que han hecho un daño tremendo a sus bases populares.

El surgimiento del nacionalismo, del deseo de proteccionismo, de la recuperación de la soberanía nacional y el rechazo a la austeridad, son los ingredientes que caracterizan a los movimientos de rechazo y del mal llamado “populismo antiestablishment”.

Las características de este mal llamado populismo varían. Pero es interesante resaltar la importancia del nacionalismo soberanista anti-globalización (antieuropeización) que, instrumentalizado por la ultraderecha en EEUU, juega un papel clave en las políticas “populistas”. Tal nacionalismo es especialmente atractivo para la clase trabajadora que atribuye el descenso de su nivel de vida a estas políticas llevadas a cabo por aquellos que en su día ellos apoyaron. Y la mayor base social de estos movimientos son sectores muy precarizados de la clase trabajadora así como amplios sectores  de las clases medias proletarizadas que están viendo sus rentas disminuir notablemente.

Los movimientos antiestablishment a lo largo de Europa están tomando también un cariz antieuropeización que es comprensible pues identifican al establishment europeo con las políticas de austeridad y las reformas neoliberales que han dañado, claramente, su calidad de vida y bienestar. Y cada uno de los sectores más perjudicados de las clases populares en general, y de la clase trabajadora en particular, son las bases más importantes de estos movimientos.

Una excepción en esta canalización del enfado por parte de la ultraderecha ha sido España donde Podemos fue un terremoto político que barrió el panorama político español convirtiéndose más tarde, junto con Izquierda Unida, la segunda fuerza de la oposición en un período muy corto.

Existe, sin embargo, una versión de ultraderecha, Ciudadanos, con claro compromiso neoliberal, que está utilizando un nacionalismo jacobino muy agresivo, que intenta apelar a la clase trabajadora utilizando una narrativa de apelación a tal clase (es uno de los pocos partidos en España que explícitamente habla y apela a la clase trabajadora) que está creciendo enormemente, sobre todo en Cataluña donde tal nacionalismo españolista uninacional se presenta como el único capaz de evitar lo que definen como “ruptura de España” frente a un establishment gobernante en Cataluña, también de derechas y también nacionalista pero de sentido contrario.

De ahí el reto de que las izquierdas, además de dirigirse a las clases populares en general y a la clase trabajadora en particular, deban desarrollar una visión distinta y opuesta a la visión de las derechas españolas y catalanas, ambas uninacionales presentando en su lugar una concepción de España plurinacional. Este es el reto de las fuerzas progresistas en Cataluña y en el resto de España.

*Médico, sociólogo y politólogo español. Catedrático de Ciencias Políticas y Sociales en la Universidad Pompeu Fabra, profesor en la Universidad Johns Hopkins de Baltimore y Doctor Honoris Causa por la Universidad de Lérida en el ámbito de Economía y Empresa.

Tomado de PUBLICO/15 de junio del 2018