Por Salim Lamrani
Opera Mundi
Tras
una orden de Washington, varios países europeos, entre ellos Francia, cerraron
su espacio aéreo al avión del Presidente de Bolivia, Evo Morales, desatando una
grave crisis diplomática entre Europa y América Latina.
Al prohibir al avión presidencial de Evo Morales sobrevolar su territorio en la
noche del 2 al 3 de julio de 2013, Francia desató una grave crisis internacional
con Bolivia. España, Italia y Portugal también fueron culpables del mismo acto
de hostilidad hacia el país suramericano. Todos, sin excepción, siguieron las
órdenes de Washington, que pensaba erróneamente que su exagente Edward Snowden
se encontraba a bordo del avión.
Toda América Latina, desde Chile hasta Cuba, de todas las tendencias políticas,
condenó este acto, inaudito desde el final de la Segunda Guerra Mundial. París
fue culpable de una gravísima violación del Derecho Internacional al atentar
contra la inmunidad diplomática absoluta de la cual goza todo jefe de Estado.
Bolivia acudió inmediatamente a las instancias internacionales para denunciar
esta agresión ilegal.
Las explicaciones que proporcionó el Ministerio francés de Relaciones
Exteriores son poco convincentes. El Quai d’Orsay “lamentó el contratiempo
ocasionado al Presidente Morales por el retraso en la confirmación de la
autorización del sobrevuelo del territorio por el avión del presidente”. Ahora
bien, Bolivia pidió y consiguió la autorización de cruzar el espacio aéreo
francés el 27 de junio de 2013, es decir seis días antes del incidente. Así,
Francia sabía desde hacía casi una semana que el avión presidencial boliviano
cruzaría el territorio nacional.
Cuestionado al respecto, el Presidente francés François Hollande no proporcionó
más esclarecimientos. “En cuanto me enteré de que era el avión del presidente
boliviano, autoricé inmediatamente el sobrevuelo”. Otra vez, estas palabras son
inexactas ya que se había dado la autorización de cruzar el espacio aéreo una
semana antes del grave incidente que obligó a Evo Morales a aterrizar de
emergencia en Austria y hacer una escala de 13 horas allí.
En realidad, Francia mostró una embarazosa sumisión hacia Estados Unidos y se
comportó no como una gran nación soberana e independiente sino como una
república bananera dócil y obediente. París no vaciló un solo instante en
violar el Derecho Internacional, cometer un acto sumamente hostil hacia un país
aliado y poner en peligro la vida de un presidente democráticamente elegido,
con el objetivo de acatar una orden de Washington. Así, el gobierno socialista
francés prestó ayuda a la administración Obama en sus intentos de arrestar a
Edward Snowden, quien reveló que los servicios de inteligencia estadounidenses
espiaban a… Europa y Francia.
*Doctor en
Estudios Ibéricos y Latinoamericanos de la Universidad Paris Sorbonne-Paris IV,
Salim Lamrani es profesor titular de la Universidad de La Reunión y periodista,
especialista de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Su último libro se
titula The Economic War Against Cuba. A Historical and Legal Perspective on
the U.S. Blockade, New York, Monthly Review Press, 2013, con un prólogo de
Wayne S. Smith y un prefacio de Paul Estrade.
Página Facebook: https://www.facebook.com/SalimLamraniOfficiel
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