martes, 22 de octubre de 2013

La energía que moverá el mundo en el 2040

Por Sergio Alejandro Gómez

Cuando en el 2040 alguien encienda una lámpara, existe una gran posibilidad de que la energía haya sido producida con gas o carbón, las dos fuentes que mayor presencia tendrán en el mundo.


Para esa misma fecha, la producción eléctrica total habrá aumentado en un 80 %, según la proyección del doctor Rafael Tenreyro, especialista de la empresa Cuba-Petróleo, del Ministerio de Energía y Minas de Cuba.

Durante la I Conferencia de Estudios Estratégicos "Repensando un Mundo en Crisis y Transformación", que se llevó a cabo esta semana en La Habana, Tenreyro ofreció un vistazo al panorama energético de las próximas tres décadas.

Según el especialista, que se vale de las principales estimaciones y los análisis especializados de la actualidad, el consumo de energía en todas sus formas pudiera crecer entre un 50 y un 60 %. La mitad de todo ese aumento provendrá de la India y China.
 
Las energías renovables serán las de mayor expansión hasta el 2040. Sin embargo, no será suficiente para sustentar las necesidades mundiales y los combustibles fósiles seguirán ocupando más del 80 %.

Su dominio será incluso mayor en el transporte, donde a pesar de las múltiples búsquedas de alternativas ecológicas, los combustibles líquidos derivados del petróleo estarán presentes en nueve de cada diez equipos.

Así, las dañinas emisiones de dióxido de carbono, que llevan al mundo hacia un colapso ecológico, crecerán hasta un 40 %, alejando a la humanidad de alcanzar un desarrollo sostenible.

Tenreyro aclaró que existen algunas incertidumbres para proyectar la situación del año 2040, que bien pudieran dar un vuelco a los números.

Entre ellas mencionó la evolución económica a largo plazo en Estados Unidos, Europa y Asia; el impacto de la crisis nuclear en Fukushima, Japón; los cambios políticos y sociales en Oriente Medio y el Norte de África, y las políticas climáticas.

EL ORO NEGRO PIERDE BRILLO

A pesar de que durante el último siglo el dominio del petróleo ha desatado guerras, ocupaciones y desplazamientos, este recurso va perdiendo peso ante otros combustibles fósiles.

Tenreyro destaca que cerca del 90 % de los pozos actualmente en explotación datan de antes de 1980 y la tendencia es al declive de nuevos descubrimientos.

Tal afirmación es respaldada por un reciente estudio del Consejo Mundial de Energía (WEC, por sus siglas en inglés). Según sus cálculos, todas las reservas de petróleo del planeta podrían agotarse dentro de 56 años.

Por el contrario, precisa el especialista cubano, las fuentes de petróleo y gas no convencionales tienen el potencial para cambiar los mercados.

Innovaciones en las técnicas de extracción por fracturación de los yacimientos en rocas de esquisto o pizarra están impulsando la producción mundial, principalmente de gas, que es el combustible fósil de mayor desarrollo en Estados Unidos.

En este escenario, antiguos compradores podrían convertirse en exportadores, dado que la distribución de estos recursos no coincide totalmente con la del petróleo tradicional.

Las principales limitaciones de este desarrollo provienen del impacto ambiental de las técnicas extractivas, que pueden contaminar las reservas de agua potable, otro recurso que será clave para el desarrollo social.

Además, la quema del gas y petróleo de esquisto también eleva los niveles de contaminación atmosférica y no soluciona los problemas del cambio climático.

De cualquier manera, aunque tendrá cada vez más competencia, el petróleo convencional debe seguir siendo un producto de referencia para la economía global y su precio no regresará nunca a los niveles anteriores a 1973.

Tenreyro considera que en el escenario más bajo, el valor de un barril estaría por encima de los 50 dólares y en el más alto se acercaría a los 250.


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