Por Dr. Néstor García Iturbe
En repetidas oportunidades, en los artículos
que he escrito, cuando tengo que hacer mención al presidente de Estados
Unidos, Barack Obama, lo he mencionado como El Premio Nobel de la Paz,
distinción que recibió a los pocos meses de haber sido presidente, cuando
no había prácticamente iniciado su mandato y nadie podía argumentar o mostrar,
que sus acciones estuvieran encaminadas a fortalecer la paz mundial.
Una distinción inmerecida, que muestra
claramente los intereses que se movieron al hacer dicha denominación y que
obligaron en aquel momento, al recién electo presidente de Estados Unidos, a
pronunciar un discurso de agradecimiento por la distinción recibida, en el cual
no decía nada concreto y repetía algunas de sus promesas que como otras tampoco
cumplió. La designación de Obama, afecta la imagen de personas que con su
actitud abnegada y sacrificio, han dedicado una buena parte de su vida a la
lucha por la paz, que en definitiva, ahora son tan Premio Nobel de la Paz como
Obama que no merece serlo.
La trayectoria de Obama como presidente y sus
decisiones relacionadas con la política exterior de Estados Unidos han estado
alejadas de la promoción de un ambiente pacífico en el mundo. Si contamos
durante el término de su administración la cantidad de muertos
ocasionados por las acciones bélicas en las que ha estado involucrado Estados Unidos,
pudiéramos sorprendernos y tratar de proponer que George Bush sea nominado para
el inmerecido galardón.
Algunos consideran que los demócratas son
menos agresivos y amantes de la guerra que los republicanos, cuando en realidad
son iguales o peores. La guerra y la política exterior, se decide por los
llamados Intereses Nacionales de Estados Unidos, que traducido a un lenguaje
más simple significa los intereses de la clase dominante. El partido o persona
que se encuentre en la presidencia no tiene facultades para cambiar esto.
Los Intereses Nacionales, de
acuerdo al criterio estadounidense, están en cualquier país del mundo donde las
grandes corporaciones tengan inversiones o donde existan recursos
energéticos y minerales que el imperio requiera para mantener la marcha de
sus acciones, incluyendo las bélicas, o el nivel de vida alcanzado
gracias a la explotación, el control tecnológico de los procesos productivos y
el intercambio desigual con otros países.
Todo lo mencionado en el párrafo anterior se
garantiza mediante los distintos mecanismos de opresión que utiliza Estados
Unidos y cuando estos no funcionan adecuadamente, entonces se impone la guerra,
donde el poderío militar estadounidense, apoyado en la tecnología más
desarrollada puede causar cuantiosos daños materiales y humanos a los que
declaren sus enemigos.
Obama se ha distinguido en estas funciones,
principalmente en los primeros meses de este año 2015, donde se ha incrementado
la destrucción y la muerte en distintas regiones del mundo, como consecuencia
de las acciones de Estados Unidos. Es imposible seguir llamándolo el
Premio Nobel de la Paz, cuando el verdadero título que se ha ganado es el de El
Premio Innoble de la Guerra.
Estados Unidos continua estando entre los primeros vendedores de armas en el mundo, algunos expertos plantean que es el principal vendedor y que esto es consecuencia del lugar que ocupa en su economía la producción del Complejo Militar Industrial. Durante la administración Obama las transferencias de armamento se han incrementado y la mayor parte de estas armas terminan en las manos de los llamados terroristas, de los llamados extremistas islamistas o de los traficantes de drogas, que sencillamente las compran a los propios ejércitos que las reciben.
Para combatir a los terroristas, a los
extremistas islamistas y a los traficantes de drogas, se producen más armas,
por lo que se crea un círculos viciosos cuya consecuencia es que mientras más
armas se produzcan, mas armas serán necesarias.
La Doctrina
Obama para el medio oriente ha producido decenas de miles de muertos, algunos
en conflictos que aparentemente han terminado, pero donde continúan los
enfrentamientos y otros que se han creado por obra y gracia del El Premio Innoble de
la Guerra en su afán de conquista, implantar el modelo estadounidense y
apropiarse de los recursos de la región.
En Iraq, Afganistán y Pakistán diariamente
mueren inocentes, algunos asesinados por los drones., incluyendo ciudadanos
estadounidenses, que en ocasiones son rehenes de grupos y organizaciones, pero
que el cohete “hellfire” no los discrimina y menos el encargado de
dispararlos. Como pudiera decir algún militar estadounidense, están en el lugar
equivocado en el momento equivocado, lo que obliga después a que el Premio
Innoble de la Guerra se disculpe por la torpeza de sus subordinados.
En Libia, después de destruir el gobierno que
regía dicha nación, se ha desarrollado una situación caótica, donde los únicos
beneficiados son las grandes empresas estadounidenses, pues la población se va
mermando diariamente como resultado de la guerra que persiste en el país.
Siria ha sido objeto de una guerra sin
cuartel, donde Estados Unidos y sus aliados de la OTAN han entregado armas y
preparado mercenarios con el objetivo de derrocar al gobierno de Assad.
Como consecuencia de esa guerra miles de personas han muerto y una buena
parte del país se encuentra en ruinas. Actualmente continúa el
entrenamiento en Turquía de mercenarios que lucharán contra el gobierno sirio,
todo lo cual está subvencionado por Estados Unidos y sus aliados.
La situación en Yemen no puede ser más
explosiva. El país se encuentra en plena guerra entre los Houti y
las fuerzas apoyadas por Arabia Saudita, que se ha dedicado a bombardear
indiscriminadamente el territorio Yemenita. No es necesario decir quien
ha vendido los aviones que están bombardeando, quien es el que vende las bombas
y el armamento que se está utilizando. Tampoco es necesario decir que diariamente
cientos de personas mueren como consecuencia de este conflicto donde también se
ponen de manifiesto las manos de El Premio Innoble de la Guerra.
Para mostrar su injerencia en el conflicto,
recientemente llegaron al Mar Arábigo, el portaviones USS Theodore Roosevelt y
el crucero escolta USS Normandy, con lo cual se incrementa la presencia
estadounidense en estas aguas, movimiento en extremo peligroso debido a
que el mismo pudiera considerarse una amenaza para Irán, movimiento en extremo
peligroso debido a que el mismo pudiera considerarse una amenaza para
Irán y en cualquier momento desatarse un conflicto bélico de grandes
proporciones.
Para no cambiar de región y mantenernos en el
medio oriente, es imposible no hacer referencia al genocidio israelita contra
la Franja de Gaza. En esta acción criminal murieron miles de personas,
para poder llevar a cabo esta acción y otras de la misma índole, Israel recibe
anualmente una ayuda militar ascendente a mas de 2,500 millones de dólares,
dicha ayuda se la entrega Estados Unidos, por lo que al buscar el autor
intelectual de este genocidio, podemos decir que ha sido El Premio Innoble de
la Guerra, que en momento alguno criticó la violación de los derechos humanos
que implicó este asesinato masivo.
En relación con Ucrania, además de toda la
ayuda entregada por Estados Unidos y sus aliados, tanto en suministros, en
armamentos y en dinero, ahora se anunció la llegada a dicho país de 300
paracaidistas estadounidenses que tiene como propósito el “preparar” a las
tropas del gobierno para poder enfrentarse a las milicias rebeldes.
Recuerdo que en el caso de Vietnam, el gobierno estadounidense
primeramente envió 500 asesores y meses después otros 1,000 , lo cual continuó
subiendo en la medida que los enfrentamientos eran más frecuentes y
violentos. Este pudiera ser, si no el plan, la realidad que enfrentará el
gobierno del Premio Innoble de la Guerra cuando las cosas se compliquen.
¿Tratar de resolver los conflictos por medios
pacíficos? Eso no está en la agenda de Estados Unidos, pues si llegaran a
realizar esto, entonces no tendrían justificación para continuar incrementando
el presupuesto del Departamento de Defensa, se reducirían las exportaciones de
armas, las empresas del Complejo Militar Industrial tendrían que
disminuir su producción y los grandes consorcios tendrían una seria merma en
sus ingresos y utilidades, lo cual se reflejaría negativamente en los
aportes que estos realizan a las campañas presidenciales en Estados Unidos. Si
tienen duda de esto, pregúntenle al Premio Innoble de la Guerra que bastantes
cientos de millones de dólares recibió como contribución de la industria
productora de armamento.
Esta es una de las formas en que se
derrocha el dinero en Estados Unidos, en los gastos de las elecciones. Después
se plantea que no hay dinero para la educación, para la salud y para que los
más pobres puedan vivir un poco mejor, son cosas del American Way of Life.
Fuente: ELHERALDO
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